El Comercio: Fuente de la Riquez de Ghana (HA) Ghana estaba situada entre dos áreas que querían comerciar: África del Norte y África Occidental. Los comerciantes de África del Norte cruzaban el Sahara llevando sal, cobre y conchas de cauri (un tipo de caracol marino que se usaba como dinero). Los mercaderes intercambiaban estos y otros artículos por nueces de cola, pieles de animales, productos de cuero, marfil, esclavos y oro de los bosques sureños de África Occidental. Después volvían a África del Norte con las mercancías del sur para que los mercaderes de allí las vendieran. La ubicación de Ghana le permitía controlar este comercio transahariano [comercio transahariano: comercio entre pueblos ubicados al norte y al sur del Sahara] . Los comerciantes que iban al sur y volvían al norte tenían que atravesar Ghana. Cada vez que cruzaban, pagaban elevados impuestos por sus mercancías. Estos impuestos ayudaban a enriquecer a Ghana. La Historia del Comercio Transahariano El comercio transahariano tiene una larga historia. Los arqueólogos han encontrado evidencia que demuestra que los africanos del norte trasladaban oro de los bosques sureños de África Occidental hacia sus tierras desde épocas tan remotas como los siglos V y VI A.E.C. Sin embargo, el viaje a través del desierto del Sahara era particularmente arduo para estos primeros pueblos. Siglos después, surgieron dos factores que alentaron el crecimiento del comercio transahariano. El primero fue la introducción del camello en el Sahara. El segundo fue la expansión del islam. Los camellos fueron introducidos en el Sahara por comerciantes árabes hacia el siglo III E.C. Estos animales están muy bien adaptados para viajar por el desierto. Un camello puede beber hasta 25 galones de agua de una sola vez. Como resultado, puede viajar varios días en el desierto sin parar. Además, los camellos tienen doble fila de pestañas y orificios con abundante pelo en las orejas que ayudan a impedir que entre en sus ojos y oídos la arena levantada por los vientos. La introducción de los camellos permitió a los comerciantes establecer rutas de caravanas a través del Sahara. Para el siglo IV E.C., se acuñaban con oro gran cantidad de monedas romanas en África del Norte. Es probable que ese oro proviniese de África Occidental. El comercio se extendió más aún debido a la difusión del islam. En el siglo VII los musulmanes invadieron el imperio de Ghana. Además de buscar la conversión de los africanos occidentales al islam, anhelaban controlar el comercio en África Occidental. Ghana hizo retroceder a los invasores, pero muchos musulmanes se establecieron en los pueblos de África Occidental y se convirtieron en comerciantes. El control del comercio transahariano hizo que Ghana se hiciera rica y poderosa. Para el año 1000, el imperio de Ghana dominaba las rutas comerciales entre África del Norte y África Occidental. El Viaje hacia el Sur Los comerciantes que viajaban a África Occidental se enfrentaban a un viaje largo y difícil. Las rutas de las caravanas transaharianas comenzaban en África del Norte, en el contorno noroeste del Sahara. De allí se extendían a través del desierto, atravesaban Ghana y continuaban rumbo al sur hacia el golfo de Guinea y rumbo al este hacia el territorio que hoy constituye Chad. En 1352, un historiador y viajero musulmán llamado Ibn Battuta cruzó el Sahara con una caravana comercial. El relato que Battuta hizo sobre su viaje describe las travesías mercantiles. La caravana de Battuta comenzó en la ciudad oasis de Sijilmasa, en el límite norte del Sahara, al pie de los montes Atlas. Los burros cargaban las mercancías de Europa, Arabia y Egipto desde la costa del mar Mediterráneo hasta Sijilmasa. Luego, las caravanas de camellos llevaban las mercancías hacia el sur. Battuta y su caravana permanecieron en Sijilmasa por unos meses, esperando que terminara la estación lluviosa. Cuando los abrevaderos estuvieron llenos y ya había pasturas para que comieran los animales, los mercaderes partieron. La caravana viajaba de oasis en oasis. Todos los días caminaban hasta pasado el mediodía, cuando el sol estaba en lo alto del cielo. Luego descansaban hasta la puesta del sol. Atravesar el Sahara a pie era una tarea ardua y peligrosa. En ocasiones, las caravanas se extraviaban y algunos viajeros morían en el desierto. Durante un tramo del viaje de Battuta, los viajeros no pudieron encontrar agua, por lo cual sacrificaron algunos de sus camellos y se bebieron el agua almacenada en los estómagos de esos animales. En su travesía por el desierto, la caravana se detuvo en Taghaza, una aldea en donde había minas de sal. Allí, la caravana se abasteció de una carga de sal. Cuando los viajeros llegaron a Oualata, en la orilla del desierto, trasladaron la sal y otras mercancías de los camellos a burros y cargadores, es decir, personas que trabajaban transportando mercaderías. Luego siguieron rumbo al sur, atravesando Ghana camino a los mercados del golfo de Guinea, cerca de los bosques sureños. El viaje completo les llevó alrededor de dos meses.
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