Institución Educativa Privada “San José” de Ica ICA – PERÚ Por: Prof. Miguel Donayre Benites En el Género Narrativo, existen relatos que señalan los orígenes del imperio, así tenemos: El dios Kon El mito de Vichama La leyenda de Naylamp La leyenda de Quitumbe La leyenda de Pacaritambo La leyenda de los Hnos. Ayar. En enseñanza didáctica (también narrativo), han llegado hasta nosotros muchos cuentos, proverbios, fábulas, muy conocidos como “el Huacha y el zorro” entre otros, y también aquellas conocidas sentencias moralistas: ama llulla, ama quella, ama súa. LA NARRATIVA EN EL PERÚ PREHISPÁNICO Mito del Dios Kon. Origen del Río Rímac y Santa Eulalia En un principio el dios KON creo el mundo y pobló las tierras bajas cercanas al mar (la costa)con toda clase de plantas y animales muy fértiles y dóciles y puso a su cargo los hombres los cuales no morían y solo tenían que coger los frutos de la tierra sin trabajar pero un día los hombres se olvidaron de su creador y no le daban ofrendas 2 porque se creían autosuficiente , entonces el dios amenazo a los hombres que les iba a castigar pero no le hicieron caso ,entonces el dios hizo que el mar se salga y que los ríos se sequen volviendo a la costa un desierto ,entonces los comenzaron a morir y un rey del valle del Mantaro llamado Chaklla decidió sacrificarse por la gente . Subió a lo mas alto de la cordillera en ticlio y pidió que lo enterraran dejando solamente un agujero por donde corrían sus lagrimas y luego esta formarían el río Mamaq (Rimac), igualmente una princesa llamada Kisa subió a lo mas alto de la cordillera en San Pedro de Casta e hizo lo mismo que su amado y sus lagrimas formaron el río Santa Eulalia que al unirse con el Rímac formo el fértil valle de Lima salvando a la gente . EL MITO DEL DIOS VICHAMA Su madre era una viuda solitaria que sobrevivía recogiendo raíces y hierbas, hasta que un día fue fecundada por los rayos del Sol. Vichama nació en Végueta, cerca de Huacho, a los cuatro días de embarazo, pero llegó el celoso dios Pachacámac y lo despedazó. Para que se alimentara la mujer, sembró los fragmentos del infante: de los dientes hizo que brotara el maíz, de los huesos hizo surgir las yucas y demás tuberculos, de la carne crecieron los árboles frutales. Luego Pachacámac se fue, advirtiendo que no permitirá la adoración a un dios que no sea él. Al ver a la mujer llorando desconsolada, el Sol bajó a la tierra y del cordón umbilical hizo renacer a su hijo. Vichama creció y se convirtió 3 en un joven fuerte y hermoso. Tenía muchas ganas de conocer el mundo y emprendió un gran viaje. Esto fue aprovechado por Pachacámac para matar a su madre y entragarla a los buitres y gallinazos. Cuando Vichama volvió a Végueta encontró los huesos y cabellos de su madre a orillas del mar, y no tardó en devolverle la vida. Con ganas de venganza, Vichama fue en busca de Pachacámac, pero éste huyó hacia valle de Lurín, y se metió al mar por la playa donde hoy está su templo. Al no poder castigar a Pachacámac, Vichama le pidió a su padre, el Sol, que convierta a los hombres en piedras. Después de hacerlo, el Sol envió a la tierra tres huevos: uno de oro, otro de plata y el último de cobre. Del huevo de oro salieron los curacas y nobles, del huevo de plata nacieron sus mujeres, y del huevo de cobre surgieron los campesinos tributarios. LA LEYENDA DE NAYLAMP El mar traía una gran flota de balsas. En la primera de aquellas embarcaciones guiando y conduciendo a muchos hombres, venía un jefe muy poderoso y muy sabio: Naylamp. 4 Naylamp no le temía al mar ni a los vientos, ni a los hombres. Era valeroso, prudente y fuerte. Por eso, cientos de los hombres y mujeres lo venían siguiendo desde algún lejano país del norte, en busca de buenas tierras y bellos paisajes en donde quedarse a vivir para siempre. Desembarcado en la boca de un río se establecieron en sus fértiles valles. Los primero que hicieron al llegar fue construir un templo, donde colocaron el ídolo que habían traído de su país. El ídolo era una estatua tallada en piedra verde, que reproducía la imagen de Naylamp. Su nombre era Llampallec. Naylamp y su pueblo se establecieron en la región, se posesionaron de las tierras, cultivaron los campos y levantaron casas y viviendas. Y así, estos hombres y mujeres tuvieron hijos y nietos, viviendo en paz y trabajo. Hasta que llegó el tiempo de la muerte de su rey. Quiso Naylamp, como última voluntad, que escondieran su sepultura para que el pueblo lo siguiese creyendo inmortal y divino. Así lo hicieron sus familiares, difundiendo por todas partes que Naylamp había desaparecido por los cielos. Cuando los hombres que habían acompañado a Naylamp hasta estas tierras escucharon la noticia, sintieron tanta pena y desesperación, que salieron a buscarlo. 5 Luego de la muerte de Naylamp, muchos reyes gobernaron. El último de ésta dinastía fue Fempellec. Según cuentan, las desgracias que cayeron sobre los hombres de Naylamp se debieron a la soberbia y herejía de Fempellec, que quiso cambiar de lugar al ídolo. Porque apenas hubo sacado a Llampallec de su palacio, empezó a llover a cántaros, durando este diluvio cuarenta días. Luego vino la sequía, y como la tierra no dio fruto, la gente moría de hambre. Los sacerdotes, al darse cuenta que las desgracias eran un castigo enviado a Fempellec, lo ataron de pies y manos y lo echaron al mar. Y así estos hombres de Naylamp, al quedar sin señor, fueron fácilmente dominados por los señores de Chimú, hasta la llegada de los españoles. El ídolo de Naylamp, Llampallec, dio origen al nombre que tienen hoy esas tierras y valles: Lambayeque. 6 LEYENDA DE TUMBE Y LA FUNDACIÓN DE TUMBES El padre Giovanni Anello Oliva, fue un jesuita muy ilustrado como tolos los de su tiempo. Nacido en Italia en 1572 y joven aún llegó al continente americano, residiendo primero en Quito y luego en Lima. El padre Oliva, se interesó mucho por las leyendas de los indios y por su historia. Fue así como logró crear una fantástica trama para explicar la fundación del Imperio de los Incas. De acuerdo a todo lo relatado por el padre Oliva, la historia se inicia en las costas del Ecuador, un poco más al norte de Tumbes. Después del diluvio, dice Oliva: “quizá vinieron por mar, por la tempestad desatada los primeros pobladores al Perú entrando por Caráquez (en la costa de Ecuador) en donde poblaron e hicieron alto y de donde después, tiempo adelante se fueron extendiendo en las demás tierras y provincias del Perú.” Como es fácil suponer, Tumbes y Piura constituyeron lugares obligados para el paso de esas gentes. De Caráquez, un grupo numeroso pasó a Sumba, llamada más tarde Santa Elena, en donde se distinguió el reinado del cacique Tumbe o Tumba. Tumbe despachó expediciones hacia la zona de Tumbes para descubrir nuevas tierras pero todo terminó en fracaso. Tumbe tenia dos hijos: Quitumbe el mayor era valeroso, sereno y sagas; mientras que el menor Otoya era ambicioso y lleno de defectos.Al morir Tumbe, el hijo mayor prefirió abandonar Sumba para no entrar en 7 discordia con su hermano, y se dirigió al sur con gran número de sus partidarios, estableciéndose en un lugar cercano al mar en donde fundó el pueblo de Tumbes, nombre que puso en memoria de su padre. En Sumba había quedado Llira esposa de Quitumbe que al poco tiempo dio a 1uz un niño muy bello al cual se le puso por nombre Cuayanay que significa Golondrina. Quitumbe olvidando a su familia se entregó a la sed de nuevas conquistas y organizó una expedición por mar que llegó hasta el Rímac. Mientras tanto en Sumba, el disipado Otoya sólo se había entregado a la vida de placeres y por eso cuando aparecieron en santa Elena unos disformes y crueles gigantes no les pudo hacer frente, siendo vencido y apresado, muriendo poco después. Pero los gigantes cometieron el pecado de la sodomía, por cuyo motivo fueron destruidos por fuego caído del cielo. Quitumbe cuando supo que los gigantes habían invadido Sumba, fue presa de gran temor y huyó de Tumbes con gran cantidad de personas, metiéndose mar adentro en numerosas canoas hasta llegar a la isla Puná. Al cabo de cierto tiempo Quitumbe se interno en las serranías y fundó la ciudad de Quito. Pero al poco tiempo dejo esta ciudad y bajó a la costa de Tumbes y de Piura, siguiendo hasta el 8 Rimac en donde edificó un templo a Pachacamac, lugar en donde murió. La leyenda cuenta una serie de aventuras del niño Cuayanay, que tuvo que huir de su madre que quería sacrificarlo a los dioses y refugiase en una isla hasta los 22 años en que se trasladó a tierra firme en donde un curaca lo apresó. Cuayanay era un hermoso doncel, de alto porte, tez blanca de complexión atlética y cabellos crespos. El curaca lo condenó a muerte y mientras esperaba la sentencia fue visitado por muchas jovencitas atraídas por su hermosura. Una de ellas, Cigar la hija del curaca se enamoró del joven y ofreció liberarlo. Engañando a los guardias logró hacerlo y los amantes huyeron juntos, tras matar a varios perseguidores, los jóvenes llegaron a la orilla del mar, y en una balsa retornaron a la isla donde antes había estado Cuayanay. Allí vivieron felices muchos años y tuvieron muchos hijos en unión con los pocos indios que los habían acompañado y que también llegaron a tener mucha descendencia. Hijo de Cuayanay y de Cigar, fue Atau y de este nació Manco Capac, al cual su padre dio la misión de conquistar tierra firme. Al cumplir Manco Capac 30 años, se dirigió con gran séquito y canoas al continente, y tras caminar mucho tiempo llegó al Lago Titicaca, para de ahí dirigirse al Cuzco y fundar el imperio. Como se puede apreciar, la leyenda recogida por el padre Oliva de los indios ecuatorianos, hacen de Manco Capac, un hombre de la costa sur del Ecuador y tanto él como sus antecesores, de acuerdo a 9 tal mito, tuvieron que recorrer también los parajes de Tumbes y Piura. La leyenda de tipo quiteñista, nació seguramente a raíz del triunfo de Atahualpa sobre Huáscar para hacer prevalecer la idea de que Quito y Tumbes fueron fundados antes que el Cuzco, y el imperio fue fundado por un príncipe quiteño. LEYENDA DE LOS HERMANOS AYAR Sobre la montaña Pacaritambo (doce lugares al Noroeste de Cuzco) aparecieron los hermanos Ayar después del gran diluvio que había desvastado todo. De la montaña llamada "Tampu Tocco" partieron cuatro hombres jóvenes y cuatro jóvenes mujeres, hermanas y esposas de ellos. Eran Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y finalmente, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco. Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y próspero para instalarse. Llevaron con ellos los miembros de diez Ayllus (organización inca que agrupaba diez familias). Se dirigieron hacia el sudeste. 10 Pero un primer altercado se produjo entre Ayar Cachi, un hombre fuerte y corajudo, y los otros. Sus hermanos lo celaban y quisieron matarlo. Él les ordenó de volver a las cavernas de Pacarina (se llama así, en quechua, al lugar de los orígenes) a buscar semillas y agua. Ayar Cachi penetró en la caverna de Capac Tocco (ventana principal de la montaña "Tampu Tocco") y el doméstico que lo acompañaba cerró con una gran piedra la puerta de entrada, y él no pudo jamás salir. Los siete hermanos y hermanas, seguidos de los ayllus, prosiguieron su camino y llegaron al monte Huanacauri donde descubrieron un ídolo de piedra del mismo nombre. Llenos de respeto y de temor frente a este ídolo, entraron al lugar donde se lo adoraba. Ayar Uchu saltó sobre la espalda de la estatua y quedó enseguida petrificado, haciendo parte en delante de la escultura. 11 Aconsejó a sus hermanos de seguir el viaje y les pidió que se celebre en su memoria la ceremonia del Huarachico, o "iniciación de los jóvenes". En el curso del viaje Ayar Auca fue también cambiado en estatua de piedra en la pampa del Sol. Ayar Manco, acompañado de sus cuatro hermanas, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras, y se hundió su bastón con facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos. Entusiasmados por el entorno decidieron quedarse. Ayar Manco fundó una ciudad en nombre del creador Viracocha y en nombre del Sol. Esta ciudad fue el Cuzco (ombligo, en quechua), la capital del Tahuantinsuyo (imperio de las cuatro provincias). LEYENDA DE MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO En las tierras que se encuentran al norte del lago Titicaca, unos hombres vivían como bestias feroces. 12 No tenían religión, ni justicia, ni ciudades. Estos seres no sabían cultivar la tierra y vivían desnudos. Se refugiaban en cavernas y se alimentaban de plantas, de bayas salvajes y de carne cruda. Inti, el dios Sol, decidió que había que civilizar estos seres. Le pidió a su hijo Manco Cápac y a su hija Mama Ocllo descender sobre la tierra para construir un gran imperio. Ellos enseñarían a los hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar su dios creador, el Sol. Pero antes, Manco Cápac y Mama Ocllo debían fundar una capital. Inti les confía un bastón de oro diciéndoles esto: - Desde el gran lago, adonde llegarán, marchen hacia el norte. Cada vez que se detengan para comer o dormir, planten este bastón de oro en el suelo. Allí donde se hunda sin el menor esfuerzo, ustedes construirán Cuzco y dirigirán el Imperio del sol. La mañana siguiente, Manco Cápac y Mama Ocllo aparecieron entre las aguas del lago Titicaca. La riqueza de sus vestimentas y el brillo 13 de sus joyas hicieron pronto comprender a los hombres que ellos eran dioses. Temerosos, los hombres los siguieron a escondidas. Manco Cápac y Mama Ocllo se pusieron en marcha hacia el norte. Los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera en el suelo. Una mañana, al llegar a un bello valle rodeado de montañas majestuosas, el bastón de oro se hundió dulcemente en el suelo. Era ahí que había que construir Cuzco, el "ombligo" del mundo, la capital del Imperio del Sol. Manco Cápac se dirigió a los hombres que los rodeaban y comenzó a enseñarles a cultivar la tierra, a cazar, a construir casas, etc... Mama Ocllo se dirigió a las mujeres y les enseñó a tejer la lana de las llamas para fabricar vestimentas. Les enseñó también a cocinar y a ocuparse de la casa... Es así que Manco Cápac, en compañía de su hermana Mama Ocllo se sentó en el trono del nuevo Imperio del Sol. A partir de este día, todos los emperadores Incas, descendientes de Manco Capac, gobernaron su imperio con su hermana devenida en esposa. 14 LA LEYENDA DE INKARRI "Soy indio puro, legítimo. Los de mi pueblo también. Ustedes no son peruanos, son españoles o cruzados. Son familia de Pizarro. Yo soy Reyes, familia de Inkarrey, Inkarri es hijo de la Madre Luna y del Padre Sol. Inkarri amarró al Sol para que el tiempo durara. También amarró al toro. Gran hombre, mandaba todo, hacía caminar las piedras. España lo llamó. Por eso construía un puente sobre el mar para llegar a España. Antes de terminarlo Pizarro lo mató con armas, balas. Inkarri sólo tenía waraka. Le cortó la cabeza y la mando a España. Su cuerpo quedó aquí. Dicen que en España su cabeza está viva, la barba le está creciendo, todos los meses lo afeitan. Ahora no hay Inkarri. Cuando murió llegó Jesucristo, poderoso del Cielo. El no tiene que ver nada con Inkarri que está en la tierra. Cristo está aparte, no se mete con nosotros. Tiene el mundo en la mano como una naranja. Cuando el mundo se voltee va a regresar Inkarri y va a andar, como en las epocas antiguas. Entonces todos los hombres, cristianos y gentiles, vamos a encontrarnos. Todo eso lo saben los cerros y las punas. Inkarri ha hablado con Sara-Sara, Solimana, Achantayhua. Estas montañas lo han visto. Son las más altas, por eso ven más lejos y lo saben todo" OTRA VERSIÓN DEL MITO DE INCARRI Como ya se ha dicho el mito se había venido difundiendo por vía oral por lo que tiene diversas variantes. La versión que presentamos a 15 continuación se basa en la descrita por Mario Vargas Llosa en "La utopía arcaíca" y en la versión del propio José María Arguedas. "Inkarri" es el Dios del mundo andino o una de sus manifestaciones tardías, como tal se le atribuyen las cualidades de suprema deidad; es creador de todo lo que existe y fundador del Cusco, su nombre es una contracción de "Inka Rey". Al llegar los españoles al Perú, Inkarri fue apresado con engaños por "Españarri" ( a su vez contracción de "España Rey", es decir el Rey de España, pero no solo él sino que simbólicamente con él, la civilización occidental cristiana). Españarri martirizó y dio muerte a Inkarri, y dispersó sus miembros por los cuatro lados que conformaron el Cápac Tawantinsuyo y enterró su cabeza en el Cusco. Sin embargo, esta cabeza está viva y se está regenerando en secreto el cuerpo de Inkarri. Cuando se reconstituya el cuerpo de Inkarri, éste volverá, derrotará a los españoles y restaurará el Tahuantinsuyo y el orden del mundo quebrado por la invasión española. Otras versiones del mito, con matices cristianos evidentes, dicen que cuando regrese Inkarri será el fin del mundo y el juicio final. 16
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