Lección 5 para el 2 de mayo de 2015 «Vino a Nazaret, donde se había criado, y en día de sábado entró en la sinagoga, según su costumbre, y se levantó a leer» (Lucas 4:16) ¿Qué quiere decir Lucas cuando habla de la asistencia a la iglesia el sábado como una costumbre de Jesús? ¿Por qué deberíamos tener nosotros también la misma costumbre? 1. Aunque podemos adorar a Dios en cualquier parte, es bueno poder hacerlo JUNTOS en un mismo lugar. 2. Damos testimonio público de que creemos en Jesús como nuestro Creador y Redentor. 3. Podemos aprovechar el compañerismo para compartir con otros los gozos y las preocupaciones. «Descendió a Capernaúm, ciudad de Galilea; y en sábado les estaba enseñando» (Lucas 4:31) En Lucas 4:31-36, vemos cómo Jesús realizaba distintas actividades en sábado, especialmente enseñar y sanar. La predicación fue interrumpida por un demonio, al cual Jesús expulsó del hombre al que poseía. Los que presenciaron la escena quedaron asombrados por la doble AUTORIDAD de Jesús. Autoridad para enseñar. Autoridad sobre los demonios y la enfermedad. Jesús sigue teniendo hoy la misma autoridad que entonces. ¿Le estás permitiendo a Jesús que tenga autoridad sobre tu vida? «Entonces añadió: —El Hijo del hombre es Señor del sábado» (Lucas 6:5 NVI) ¿En qué sentido es Jesús Señor del sábado? ¿Cómo se defendió cuando fue acusado de transgredir el sábado? (Lucas 6:3-4, 9) Jesús colocó el sábado en su debida perspectiva: Es lícito hacer el bien en sábado y salvar vidas. «Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación» (Génesis 2:3) Además de ser un mandamiento divino (Éxodo 20:8-11), la observancia del sábado nos reporta importantes beneficios físicos y espirituales. Entre ellos, destacan: Escuchar la Palabra de Dios (Lucas 4:17) Reposar en Cristo (Hebreos 4:1) Recordar a nuestro Creador (Génesis 2:3) Celebrar nuestra Redención (Deuteronomio 5:15) E.G.W. (Patriarcas y profetas, pg. 27) «Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso. Necesitaba dejar a un lado sus propios intereses y actividades durante un día de cada siete para poder contemplar más plenamente las obras de Dios y meditar en su poder y bondad. Necesitaba el sábado para recordar con mayor eficacia la existencia de Dios, y para despertar su gratitud hacia él, pues todo lo que disfrutaba y poseía tenía su origen en la mano bondadosa del Creador» «Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a ésta que es hija de Abraham, a quien Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en sábado?» (Lucas 13:15-16) ¿Cómo y por qué debemos observar el sábado haciendo obras de misericordia (Lucas 4:31-40; 6:6-11; 13:10-16; 14:1-6)? ¿Cómo se distinguen los trabajos permisibles en sábado de los que no lo son? ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra observancia del sábado? E.G.W. (Testimonios selectos, tomo 4, pg. 373) «Durante toda la semana, debemos recordar el sábado, y hacer preparativos para guardarlo según el mandamiento. No sólo debemos observar el sábado como asunto legal. Debemos comprender su importancia espiritual sobre todas las acciones de nuestra vida. Todos los que consideran el sábado como una señal entre ellos y Dios, que demuestran que Dios es el que los santifica, representarán los principios de su gobierno. Pondrán diariamente en práctica las leyes de su reino. Diariamente rogarán que la santificación del sábado descanse sobre ellos. Cada día tendrán el compañerismo de Cristo, y ejemplificarán la perfección de su carácter. Cada día resplandecerá su luz para otros en buenas obras»
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