El entrenador que nos enseñó a ganar

2ª ÉPOCA • NÚMERO 150 • 7 DE ABRIL DE 2015
JUAN ROMÁN
INCLUYE
ÍNTEGRO EL AS
COLOR NÚMERO
149 DEL 2 DE
ABRIL DE 1974
RIQUELME
RÉQUIEM POR
EL ÚLTIMO
10
3
2
4-19
LA EXTINCIÓN DE LOS ENGANCHES
La Bombonera llora a Riquelme. Se retiró uno de los
jugadores con mayor talento de las últimas décadas.
Por Jorge Fernández Maldonado
26-39
EL NIÑO QUE SALTABA CON UNA ESCOBA
El francés Lavillenie es el hombre que más se ha
elevado en la historia del salto con pértiga: 6,16 metros.
Por Ángel Cruz
40-51
‘YOU CANNOT BE SERIOUS’
En la historia del tenis se han visto enfados
monumentales. Aquí les mostramos un Top-10.
Por Marta R. Peleteiro
52-61
74-122
ÍNTEGRO, EL
NÚMERO 150 DE
AS COLOR DEL
2 DE ABRIL DE
1974
NETZER CUENTA SU VIDA. “En el
Borussia, cuando yo tenía la
pelota, mis compañeros sabían
hacia donde tenían que correr”.
PEDRO SOLÉ, ‘MÍSTER FIDELIDAD’.
“Zamora, Samitier, Pelé, Kubala,
Di Stéfano, Cruyff... son futbolistas
de leyenda”.
LOS TRABAJOS DE GARCÍA REMÓN. 1.
Portero de fútbol, con la esperanza
de retirarse millonario. 2. Jefe
comercial bancario. 3. Empleado
en la peletería de su suegro.
ANZARDA. “No fracasé en el
Madrid; todo cambió a raíz de mi
enfermedad de hígado”.
PAVLOVIC. “Me gustaría jugar en
Madrid, en el Real o en el Atleti”.
LEAL, UN PORTERO QUE SE CONVIRTIÓ
EN DELANTERO. “Me gusta más
marcar goles que evitarlos”.
EL AS COLOR CLÁSICO SOLO ESTÁ
DISPONIBLE EN KIOSKO Y MÁS
CONSÍGUELO GRATIS:
• Si eres suscriptor de AS, El País o
Cinco Días lo tendrás gratis en Kiosko
y Más.
• Si compras en Kiosko y Más un
ejemplar de AS, El País o Cinco Días.
COMPRA UN EJEMPLAR:
• Cada semana a través de la
plataforma Kiosko y Más por 0,79.
LOS RÉCORDS DE LA NBA
En la Liga profesional de Estados Unidos todo es y se
hace a lo grande. Sus cifras históricas, también.
Por Javier Ureta
62-69
�������������
�������������������������
���������������������������
���������������������������
������������������������������
���������������������������������
������������������������������������
����������������������������������
���������������������������������
����������������������������������
�������������������������������
EL ENTRENADOR QUE NOS ENSEÑÓ A GANAR
Antonio Díaz-Miguel, además de dirigir la Selección
durante 27 años, fue un gran impulsor del baloncesto.
Por Mario García
70-73
��������������������
���������
LA NIEVE ESTÁ DE LUTO
���
��������
���
����
�����������������
�����������������
���������������������
��������������������
���������������
���
��������
���
����������
�����������������������
����������������������
������������������
�������������
Una vez más, las montañas de Los Alpes fueron el
escenario de un trágico accidente aéreo.
Por Sebastián Álvaro
Editado por Diario AS
Sociedad Limitada
������������������������������������������
��������
��������������
�������������
�������������
�������������
Presidente: Manuel Mirat
Consejero delegado: Ignacio Soto
Director: Alfredo Relaño
Director adjunto: Alejandro Elortegui
Director de AS.com: Luis Nieto
����������
��������
������������
����������
��
Han realizado este número:
Coordinación y edición:
Miguel Ángel Vasco, Iñaki Gómez Amores
y Marta Peleteiro
Diseño:
Mariano Tovar y Laura Sánchez
Infografía:
Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y
Sonia Mochón
Fotografía: Archivo AS.
Para cualquier duda, sugerencia o propuesta
puedes escribir a
[email protected]
�������������������������������������
10
4
RIQUELME
Dignificó como nadie la camiseta
por excelencia de uno de los
mejores clubes de Sudamérica.
Cuelga las botas el mejor futbolista
de la historia de Boca Juniors.
Nace la leyenda. Lo disfrutamos
en el Barcelona, en el Villarreal, en
Argentinos y en la albiceleste, pero
su relación de amor con
La Bombonera es una de las más
románticas de la historia del fútbol.
Hasta siempre, Román.
EL FÚTBOL LLORA LA
EXTINCIÓN DE LOS ENGANCHES
5
6
7
JORGE FDEZ. MALDONADO /
E
n todos los partidos el mismo ritual. La figura de Juan
Román Riquelme ha sido algo
tan especial en el ecosistema de
Boca Juniors que alteraba el orden lógico de los cosas. Tras el
9, venía el 11. Y así, el último dorsal que retumbaba en la megafonía era el suyo. “Y con el 10, Juan
Román Riquelmeeeeeeeeeee”,
anunciaba el recitador bostero de
alineaciones mientras La Bombonera rugía animando al mejor jugador de la historia de Boca que
acaba de anunciar su retirada. Se
apagó el Román futbolista. Nace
su leyenda.
Igual que sobre el terreno de
juego el mago de Don Torcuato
ponía el balón donde gustase, Riquelme también llegó al mundo
cuando lo deseó. Porque sólo así
se explica que naciera en el hospital de San Fernando el 24 de junio 1978, apenas un día antes de
que Kempes hiciera carne el sueño argentino de salir campeón del
mundo por primera vez.
El esfuerzo de los padres de
Román, Ernesto Luis Cacho y
María Ana, pudo sacar adelante
a una familia de once hermanos
que apenas gozó de comodidad
alguna. Riquelme, que era el mayor de todos, nunca necesitó ningún lujo para ser feliz. Le alcanzaba con dejarse caer por esos
picados que se jugaban con pelotas descosidas en los cinco o seis
potreros que rodeaban su hogar.
Durante su carrera regaló grandes
regates para el recuerdo. Pero en
ninguno puso tanto esmero como
aquellos quiebros que le hacía a
ÍDOLO.
Es el Dios
absoluto de
la hinchada
de Boca
Juniors. No
hay un sólo
aficionado
bostero que
no idolatre
hasta la
saciedad al
genio de Don
Torcuato.
su madre cuando iba a catequesis. Tan pronto se iba María Ana
tras dejar al niño, tan pronto salía
el pequeño Román por la puerta
de atrás para irse a jugar. “El mejor momento del colegio era el recreo, ¡por fin podía darle a la pelota!”.
Para que se la pasara en los
par tidos le llamaban Román,
Romy, y alguno que otro como su
hermano, Cabezón. Eran duelos
con piques constantes en los que
se apostaba un peso por jugador
y la cantidad recaudada sufragaba
los refrescos de después. Aquellos picados en los que soñaba
con ser como Maradona los sigue
jugando con estos amigos hoy en
día. Sucha Ruiz, Cachi Arbo y Riquelme formaban un trío inseparable. Los tres pernoctaban muchas
veces en la misma casa e iban
juntos a los entrenamientos. Un
tiempo más tarde, la prima de Cacho despertó el interés de Riquelme. Se llamaba Anabella. Surgió
una relación de la que nacerían
sus tres hijos: Florencia, Agustín
y Lola.
Si la Bombonera fue el templo
de inspiración donde volcó todo
su talento, Don Torcuato es su razón de ser. Porque es en este barrio del noroeste de Buenos Aires
donde el ídolo bostero ha vivido
tanto cuando salir adelante era
un quebradero de cabeza familiar
como cuando el fútbol le regó de
oro. A cuadra y media de su residencia de toda la vida, se compró
la mansión donde vive actualmente. Allí se pueden juntar hasta 20
para disfrutar de un buen asado.
Un barrio donde la gente pelea
por sacar adelante a los suyos y
8
BOSTERO. Empezó y acabó su
carrera en Argentinos, pero Boca
es el equipo de su corazón al que
catapultó a la cima del fútbol.
9
es feliz con poco. El escenario paradisiaco donde Riquelme pasaba
sus vacaciones cuando jugaba en
Europa.
Y es que Riquelme es un tipo
muy familiar. “Mi hermano es el
mejor amigo que me dio la vida”.
Su secuestro fue uno de los peores momentos de su vida. Aunque
para amor de verdad, el que profesa por su madre, que se dirige a
él como El Nene. “Es lo más grande, la quiero con locura”. La salud
de esta no se negocia, aunque el
peaje por pagar fuera renunciar a
la Selección argentina. “Jugar con
la camiseta de mi país no justifica hacerla sufrir a ella”. En 2006
tuvo que ser hospitalizada en dos
ocasiones. “Mi obligación es cuidarla”, aseguró en su renuncia. A
su padre le debe llegar a ser profesional. La tenacidad de Cacho,
un enfermo del fútbol, le obligaba
a ver partidos y a entrenar mientras se afanaba en vencer la resistencia de su madre, que no veía
claro lo de que quisiera ser futbolista. “Agradezco a mi padre que
me enseñara a jugar a la pelota”.
Pese a que Riquelme es una
persona muy recluida en su reducido grupo íntimo de amigos y fa-
El 25 de octubre de 1997
sustituyó en La Bombonera a
Maradona en el último partido
del Pelusa con Boca Juniors
miliares, hay algo a la que ha entregado su vida y que está a esa
misma altura: el esférico: “La pelota está al nivel de mi papá, de
mi mamá, de mi mujer y de mis
hijos. Cuando la tratas bien, hace
caso. Cuando voy a tirar un penalti
o un córner, agarro la pelota con
las dos manos y le doy un beso.
Lo hago porque siento que cada
vez la tratamos peor. La pelota me
ha dado de comer, mis hijos viven
gracias a ella”. Un binomio sin límites que definió Menotti: “Cuando Riquelme tiene el balón todo
es posible”.
Todo empezó en lo que parecía
una tarde más en la residencia familiar de Don Torcuato. El golpe
de la puerta apenas rompió el habitual bullicio que presidía siempre su casa. Quien llamaba era
Jorge Rodríguez, a la postre descubridor del mayor ídolo de la historia de Boca Juniors. Les habló
a sus padres, les dijo que había
visto a su hijo jugar un partido y
se había enamorado. Él tenía un
equipo en Bellavista, La Carpita,
y quería que su hijo jugara allí. A
los 10 años se lo llevó con él a Argentinos Juniors para empezar a
jugar en fútbol once. Esa manera
de pisar el balón merecía su ingreso en el club. Calcaba los inicios
de Maradona.
La felicidad que sentía Román
cuando pateaba el esférico hacía
olvidar los inconvenientes. Entrenar con Argentinos Juniors era
vivir cada día una aventura: dos
horas de viaje en tren, a los que
añadir el viaje en colectivo (autobús). “Disfrutaba mucho en esos
años. Soñaba con ser futbolista”.
Por mucha pasión que Riquelme
le pusiera, aquellos interminables
paseos eran imposibles de sostener. Así que sentó a sus padres
alrededor de la mesa, recién terminada la primaria. Con una convicción ciega les dijo que abandonaba los estudios para dedicarse
por completo al fútbol. A su madre
le aseguró: “No te preocupes, voy
a ser futbolista”.
Su físico y su carácter introvertido le condenaba al banquillo
más de lo deseable en los inicios
en La Paternal. Ante esta situación, su padre Cacho encaró al entrenador Carlos Balcaza: “Quiero
llevarme a mi hijo a otro club”.
No le dejó y fue entonces cuando retrasó su posición a volante
central. Uno de los mejores mediapuntas de la historia del fútbol
jugó una buena parte de su vida
de canterano como el clásico ‘5’
argentino. Llegó el estirón físico,
las exhibiciones se hicieron habituales y nació un líder dentro del
campo. Se empezaba a forjar el
gran futbolista que fue. Se enfrentó al Barcelona de Puyol en un
FAMILIAR. Riquelme adora a su familia. Es el mayor
de once hermanos y siente especial devoción por su
hermano. Su secuestro antes de ir al Barcelona es uno
de los peores momentos de su vida.
“Doy un beso a la pelota
cuando lanzo una falta o un
córner porque siento que cada
vez la tratamos peor”
10
torneo en Europa en 1994. Eran
años en los que según Román, jugaba unas seis horas al día a la
pelota. Y llegó el momento en que
se disolvió la Generación del 78,
una de las más prometedoras de
la historia de Argentinos Juniors.
¿El motivo? La decisión que marcaría su carrera profesional.
Mucho antes de que todo Boca
Juniors se rindiera a su mito, Riquelme ya había entregado su
corazón al equipo de la ribera.
“Toda mi familia ha sido siempre
de Boca y fueron felices cuando
fiché”. River peleó más por él. El
club millonario le puso un contrato sobra la mesa mucho más suculento: 120.000 dólares. Una
oferta imposible de rechazar con
el cerebro pero que sí lo frenó el
corazón: “Mi madre me dijo que
si me ponía esa camiseta no iría
nunca a la cancha a verme. A mi
representante le dije que como
fuera, por la mitad de plata, me
tenía que llevar a Boca”. “Cuando le comenté esa posibilidad fue
como si le hubiera anunciado la
muerte de un familiar”, recuerda
su agente Marcos Franchi. También se interesó el Barça, que intentó forzar un partido para ficharlo. Al final, llegó Boca, Bilardo lo
pidió y Jorge Griffa llevó las gestiones. “Ni borracho” hubiera ido
a River. Al año de llegar a Boca, el
Parma ofreció 14 millones. Lo rechazó por triunfar de bostero.
Uno de los ‘10’ más recordados, jugó toda la primera par te
de su carrera con el dorsal 8. Ese
es el número que vistió en Argentinos y con el que se dio a conocer al mundo el 10 (no podía ser
otro día del mes) de noviembre de
11
1996, cuando debutó ante Unión
de Santa Fe. En ese 2-0, La Nación le puntuó con un 8. No se
había cumplido ni un año de su
llegada al club. “¡Qué bien juega
este chico!” se le escuchó decir
al narrador televisivo de aquel
par tido. En su estreno, la pelota respondió. Nunca le falló. Le
devolvió con calidad la pared al
Negro Cáceres para que marcara. Asistencia en su debut. Y, por
primera vez, atronó en la Bombonera el clásico “Riqueeeeeelme,
Riqueeeeelme”. “Un pibe que se
viene”, presagió Olé. Dos semanas más tarde, conseguiría su primer tanto contra Huracán. Un derechazo arriba, a la escuadra, que
cerraba la goleada por 6-0.
Pero estos inicios no fueron
fáciles. Bilardo y Veira, sus dos
primeros técnicos, contaban con
Maradona y Latorre como enganches. Lo obligaban a jugar por la
izquierda, y Román nunca se sintió bien en los costados. “Me gusta tener la pelota, agarrarla y hacer jugar al equipo”. Aún así iba
dejando destellos de su descaro: en su primer Clásico ante River intentó un gol desde el centro
del campo.
El 25 de octubre de 1997 se
produjo un acontecimiento histórico: el último partido oficial de Maradona. El Pelusa se retiró ovacionado de La Bombonera y, en
una simbólica sustitución, entró
Riquelme. El testigo de la veneración de la hinchada cambiaba de
manos. La llegada de Carlos Bianchi al banquillo hizo el resto. Al
Virrey no le tembló el pulso para
apartar a jugadores consagrados.
A Riquelme le dio el enganche, le
BIANCHI. El binomio de Riquelme
y el entrenador llevó a Boca a lo
más alto: le hicieron Campeón del
Mundo contra el Madrid.
“Mi madre me dijo que si fichaba
por River no iría a verme a la
cancha. A mi agente le dije que
me llevara a Boca por la mitad”
12
13
GORRO. Riquelme convirtió en una tradición festejar los muchos títulos que ganó
con Boca colocándose en la cabeza algún gorro o sombrero identificativo.
entregó galones y le pidió que fuera el líder del equipo junto a Palermo y Schelotto.
Así se forjó uno de los mejores Boca de la historia. A los cinco meses salieron campeones.
Estuvieron más de 35 par tidos
sin perder y Riquelme se confirmó como el crack que era: “Bianchi me hacía sentirme libre. Aquel
equipo entraba a la cancha y sabía que ganaba”. El Loco Palermo
se hinchó a meter goles como receptor principal de su magia: “Estaba tranquilo. Sabía que en cada
par tido me iba a dar dos pases
de gol”.
Al buen juego y la diversión de
la grada se le añadieron los títulos: dos Aperturas (1998 y 2000)
y el Clausura de 1999. Pero en
Sudamérica la gloria se conquista en la Copa Libertadores. Tras
22 años sin alzar el máximo entorchado continental, Riquelme
lideró dos consecutivas. En la
del 2000 fue decisivo con goles
y asistencias contra Nacional y
en el Superclásico contra River
(golazo de falta en El Monumental). La final contra Palmeiras se
decidió en los penaltis. Riquelme
no falló en el suyo: “Jugaste un
partido excepcional. Maestro, te
quiero mucho. El arquero no salió
ni en la foto en tu penalti”, le dijo
un eufórico Maradona al acabar
el partido.
Aquella Liber tadores abrió la
ventana por donde se coló el partido más inolvidable de Riquelme:
la Intercontinental ganada al Real
Madrid. Poca gente recuerda que
Román fue duda hasta última
hora por un esguince de rodilla.
“No me lo quería perder”. Contra
los Galácticos, considerado mejor equipo del mundo en ese momento, Riquelme agarró la pelota
para convertirse en amo y dueño
de la final. Tan pronto la ponía larga 70 metros para asistir a Palermo en el 2-0, como bailaba sobre
IMPARABLE
En uno de
los partidos
de su vida, el
‘10’ dio una
exhibición
ante los
Galácticos en
la Intercontinental.
ella para escondérsela a los blancos, impotentes todo el partido a
la hora de detectar su manera de
jugar. “Quería ver si era capaz de
jugar contra esos jugadores. Lo
disfruté”. Casillas le arrebató la
gloria total al sacar de la escuadra un libre directo. “¡Florentino,
fíchalo!” fue la portada de AS al
día siguiente.
Alcanzar la cima no redujo el
hambre de este histórico equipo.
La Liber tadores 2001 repetiría
campeón. Riquelme le hizo goles
a Petrolero, a Junior de Colombia… Palmeiras clamó venganza
en cuar tos y preparó una encerrona. No le abrieron las puertas
del estadio y su autobús quedó
a merced de la enfervorecida hinchada brasileña, que zarandeó el
vehículo. En el otro gran partido
de su carrera, Riquelme se envalentonó en este ambiente hostil:
logró un golazo en preciosa jugada individual y marcó su penalti en
la tanda decisiva. Tampoco fallaría
en la de la final contra Cruz Azul.
Se llevó el premio al mejor jugador de la final. Volvía a conquistar
Sudamérica.
No tendría tanta suer te en la
Intercontinental contra el Bayern.
Las lágrimas con las que Riquelme finalizó el partido quien sabe
si se podrían haber evitado de haber expulsado al árbitro a Paulo
Sergio en la dura entrada que sobre él cometió. Bien anulado por
los alemanes, un gol de Kuffour
en la prórroga resolvió el título.
Se le escapó entre los dedos el
bicampeonato mundial.
Tras tanto éxito, el cobro de
primas por ganar se transformó
en retrasos en los pagos de los
jugadores. Sólo se le subió el
sueldo a Palermo. A Román no le
gustó que no le mejoraran el contrato y pidieran un dineral por su
traspaso. De ahí surgió el inolvidable gesto del Topo Gigio en un
Clásico contra River. Las desavenencias con el presidente Mauri-
14
cio Macri, la salida de Bianchi y el
secuestro de su hermano fueron
el detonante. Llegaba el momento
de partir, aunque nunca se fue del
todo: “Cuando estuve fuera y veía
a alguien jugando con la 10 de
Boca, pensaba que estaba usando mi camiseta. Me decía que se
la había prestado hasta que volviera”. Dejaba seis títulos en tres
años. Cuando parecía que el Atlético sería su destino final, se cruzó el Barcelona y fue presentado
el 16 de julio de 2002.
Finalizada la rueda de prensa
de su puesta de largo, Van Gaal
lo llevó a su despacho. Sobre su
mesa, un montón de videos de Riquelme. Y un comentario lapidario: “Cuando tiene el balón, usted
es el mejor jugador del mundo.
Cuando no lo tiene, jugamos con
unos menos”. El primer día ya se
vislumbraba una relación tormentosa que no dejaría triunfar a Román en la Ciudad Condal. Y eso
que llegaba como refuerzo estelar para contrarrestar la llegada
de Ronaldo al Real Madrid.
Nunca hubo feeling entre ambos. Van Gaal consideraba que si
alineaba a Riquelme tendría que
protegerse poniendo muchos futbolistas a su espalda. Lo ponía
de extremo izquierda. Se fue Van
Gaal, pero tampoco tuvo buena
conexión con Antic. Jugó 30 partidos y marcó tres goles. Pese a
que no triunfó, en Barcelona alumbró los sueños de un joven que
llegaría a conver tirse en uno de
los mejores jugadores de su historia: Andrés Iniesta. El manchego invitó a Román a su boda. La
llegada de Ronaldinho le obligó a
salir por cupo de extracomunitarios. Esta decisión le ocasionó
una profunda depresión y meditó
dejar el fútbol. Pero supo hallar el
remedio: su carrera se relanzaría
en El Madrigal.
“Soy de Boca y soy de Villa-
15
rreal”. Allí pudo demostrar que
podía jugar bien en el Viejo Continente y tan a gusto se sentía
que rechazó al United y a Ferguson cuando lo visitó. Hay quien
cree que el paso por España de
Riquelme no fue muy fructífero: no
lo consideró así Zidane, del que
DECEPCIÓN. Junto con el penalti
marrado contra el Arsenal, la
Intercontinental perdida ante el
Bayer es su principal decepción.
Román no se perdía ninguno de
sus partidos y admiraba sus controles. El francés decidió entregar
la camiseta de su último partido
en España (Real Madrid-Villarreal
en el Bernabéu) a Riquelme.
Con Senna a su espalda y
Forlán de finalizador (le hizo ganar una Bota de Oro), llevaron a
un equipo humilde a soñar con
la Champions. Riquelme hizo al
Benfica el primer gol del club en
la máxima competición continental. Acabó líder la fase fe grupos
por delante del Manchester United. Cayó el Glasgow en octavos
y el Inter en cuartos. El asedio al
Arsenal para remontar el 1-0 de
Highbur y no fructificó. Y llegó el
inolvidable penalti. Riquelme había marcado los cinco que había
lanzado ese año. Y en aquel fatídico minuto 88 se esfumó el sueño. Su carácter empezó a chocar
con el de Pellegrini hasta que
la fractura fue total. Le
excluyó de la plantilla.
El presidente Fernando Roig lo acusó de
“creerse que está por
encima del equipo”.
Se echó abajo su fichaje por el Atlético
de Aguirre cuando parecía seguro.
“Volveré” dijo cuando anunció su marcha de
Boca. Y llegó el ansiado regreso. “Romance de cuatro meses. Amor por siempre”, se podía leer en una
pancarta al poco de llegar
cedido. Con Banega a su
lado y Palermo- Palacio arriba
Boca tenía equipo para volver
a alcanzar la gloria. Lo lograron en la Libertadores de 2007,
gracias a sus actuaciones contra Toluca, Vélez (gol olímpico),
Libertad y Cúcuta. En la final contra Gremio la rompió. Marcó de
falta en la ida y la puso en la es-
Zidane le regaló la camiseta
de su último partido con el
Madrid y en el Barcelona era
idolatrado por un joven Iniesta
Con su amado Boca Juniors
ganó tres Libertadores, una
Intercontinental y once títulos
en total con el club de su vida
ADMIRADOR.
Riquelme
idolatraba a
Zidane, por eso
nunca olvidará
que le regalase la
camiseta de su
despedida.
cuadra en la vuelta, cuando hizo
un doblete. “Es el genio del fútbol argentino”, narró el periodista
televisivo. Alzaba su tercera Libertadores como tres Champions tienen Iniesta, Maldini, Puyol, Roberto Carlos o Raúl.
En la mayor transferencia histórica de la Liga argentina, Boca
pagó 15 millones de dólares para
volver a tenerlo en propiedad tras
otros seis meses sin jugar en Villarreal. En esta última etapa alternó títulos (dos aperturas, una
Copa Argentina y una Recopa
Sudamericana) con el inicio de
muchas polémicas y un largo historial de lesiones.
Su deteriorada relación con
Palermo abrió numerosos debates en los medios. “Hay
16
mucha gente que me ha querido haceq quien busca dañarme
y lo único que han conseguido es
que el hincha de Boca me quiera
más”. En 2010, asistió al Loco en
el gol que le convertía en máximo
goleador bostero de la historia,
pero no lo celebró con él. Un año
más tarde, Riquelme no aparecía
en la lista de invitados al partido
de despedida de Palermo.
Tras unas largas e intensas negociaciones para su renovación,
finalmente firmó por cuatro años.
Cobraría cinco millones de dólares hasta 2014. Fue una época
difícil, en la que hubo muchos enfrentamientos con el entrenador
Falcioni. La hinchada siempre
estuvo del lado de su crack. “No
es gracioso tener que demostrar
quien tiene más fuerza entre Falcioni y Riquelme cuando hace cinco meses entre Riquelme y Maradona, la gente eligió a Riquelme”.
La mejor prueba: la escultura de
Román que el 2 de julio de 2011
levantó Elizabeth Eichorn en nombre de toda la afición de Boca: “Es
la emoción más grande que he vivido como futbolista. Están locos,
jamás podré devolver todo lo que
me han dado”.
En esta etapa de declive final,
hubo una excepción. La Liber tadores 2012. Boca y Riquelme llegaron a la final, y se quedaron a
las puertas de su cuarto título. El
día de la final contra Corinthians
aseguró: “Me siento vacío, no tengo más por dar”. No tenía buena
relación con el técnico ni con el
presidente. Se cansó de que no
lo mimaran. “Solo le pido a Dios
que se quede Juan Román Riquelme, que se quede para siempre,
para toda la alegría de la gente”,
le cantaban en la manifestación
para evitar su salida.
Llegaron ofertas de China, Catar, México y hasta se habló de un
posible regreso a Villarreal. No se
decidió a volver hasta que Boca
perdió con River. Ya no estaban
Falcioni, Palermo ni Schiavi. Afirmó que volvía por Bianchi “el mejor entrenador de la historia de Argentina”. Les faltó jugar juntos en
Europa. Bianchi le reclamó para
su Atlético, pero ya se había com-
17
ARGENTINA. Riquelme sólo jugó un
Mundial con su país. En gran parte se
debió a sus dos renuncias a la Selección
en dos momentos diferentes.
BARÇA. Su paso por Barcelona estuvo
marcado por la obsesión de Van Gaal,
que le impidió triunfar. El fichaje de
Ronaldinho forzó su salida.
prometido con el Villarreal. Sólo
jugó 28 partidos en las dos últimas temporadas. Su magia tocaba a su fin y no pudo ganarle la
apuesta a su hermano, a quien le
prometió que jugaría hasta los 40.
Pero se despidió jugando para Argentinos, el club donde todo empezó en 1991 y donde se iba a
cerrar el ciclo. Ayudó a su club de
origen a recuperar la máxima categoría.
Con la Selección disputó 57
partidos y marcó 17 goles, pero
le faltó vuelo. Su primer gran éxito fueron liderar las conquistas del Sudamericano Sub20 de 1997 y el posterior
Mundial junto a Samuel,
Cambiasso, Aimar, etc.
Su logro a mayor escala es la medalla de Oro
de los Juegos de Pekín.
Jugó el Mundial de 2006
y fue el máximo asistente
con cuatro pases de gol. Su
trayectoria internacional quedó
marcada por sus dos renuncias:
en 2006 por las críticas a su madre y en 2009 por desavenencias
con Maradona.
Ya no se le podrá ver en directo, pero quedará su recuerdo. Entre los muchos detalles de fantasía que Riquelme regaló al fútbol
están una larga colección de regates increíbles. Dos eran sus
especialidades: los caños y la
milanesa, es decir esa manera
de amagar, esconder el balón y
salir por cualquier perfil que realizaba pisando el balón. En cuanto a los caños, el más recordado
fue el que le realizó a Yepes contra River en la Libertadores. Con
3-0 en el marcador y rodeado por
tres rivales, Topo Gigio se inventó
una salida genial: encontró la vía
de escape con un caño pisando el
balón hacia atrás. En uno de sus
últimos encuentros, dejó un caño
contra Lanús sin tocar el balón al
recibir un pase.
Solari en El País afirmaba que
Riquelme se organiza a partir de
la contradicción. De sus dos vertientes se ha escrito en abundancia. Riquelme divide las aguas, se
podía leer en Argentina. O lo amas
o lo odias. Se le acusó de correr
DESGRACIA. Riquelme, que no había fallado
ningún penalti esa temporada, vio como
Lehman le detuvo la pena máxima que
forzaba la prórroga de un posible paso para
la final de la Champions League.
FELICIDAD. Riquelme fue feliz en el Villarreal,
equipo en el que pudo demostrar que podía
jugar en Europa.
18
poco, regatear esfuerzos en los
entrenamientos y mandar mucho
en el vestuario, más que el entrenador y el presidente. De agitar
problemas y de sacar a jugadores
de Boca por enfrentarse con él.
Decir Román en Boca pone a todos en alerta.
Pero también es una persona
fiel a sus principios, capaz de ponerlos por encima de la camiseta
de su Selección en dos ocasiones, de renegar de un Mundial
o de estar seis meses sin jugar.
De decirle no a River por amor a
Boca. De enfrentar y ganarle un
pulso al presidente Macri o al mismísimo Maradona. De decir a la
directiva que hasta que no cobrasen los canteranos no cobraban
los mayores. Canteranos que debían ser incluidos en las primas,
a los que invitaba a comer y con
los que se sentaba a charlar en
los asados de equipo. Leal y fiel
con sus amigos, jugó lesionado
para que Nico Gaitán recibiera un
homenaje en su último partido.
El fútbol queda huérfano de su
pausa, sus pisadas, sus caños,
sus pases, sus controles y la sensación de tener todo el fútbol en
sus botas, pese a que tenía el pie
derecho más pequeño que el izquierdo. “Me sacas el fútbol y me
muero” le contó en una ocasión a
Ángel Cappa. Porque en las concentraciones no jugaba a la Play:
veía fútbol y estudiaba a los rivales. Un día reciente alguien le
contó que hasta el Papa es riquelmista. Como también lo era Hugo
Chávez y lo es Sabina, quien le
regaló su célebre sombrero en un
concierto en 1999.
Le acusaron de ser lento.
Como si alguna vez hubiera necesitado velocidad para que sus
equipos fuesen rápidos. Con él,
sus compañeros volaban: “No es
rápido de traslación pero tiene la
astucia de hacer pasar de largo
a los veloces y la inteligencia de
no medir la velocidad con nadie”,
le elogió Valdano, quien también
aseguró que Román “guarda la
memoria del fútbol de todos los
tiempos”.
“De pequeño soñaba con jugar
19
ETERNO. La afición decidió hacer
inmortal a Riquelme al construir
como homenaje una estatua de 2,20
metros en el museo de Boca Juniors.
un solo partido en La Bombonera, con toda la gente mirándome.
Y ahora voy a poder decirle a mi
hijo que soy el que más partidos
jugó en esa cancha. Boca es una
parte muy importante en mi vida y
yo creo que fui un poco importante para el club. Tuve la suerte de
decir que fui Campeón con esa camiseta. Tuve la sensación de que
venían a la cancha a verme a mí.
La Bombonera es como el jardín
de mi casa. Sentía que iba a ser
el mejor cada par tido. La 10 es
mi camiseta y va a ser mía toda la
vida”. Le dio cinco Ligas, tres Libertadores y una Intercontinental.
Una estatua de 2,20 en su museo lo homenajea. Con el agradecimiento eterno al mayor de sus
ídolos, la fiel hinchada de Boca se
quedara ya siempre esperándolo
como reza la canción:
“Me quedé un ratito a esperar que Juan Román
haga un Topo Gigio, o un caño, y vuelva a deslumbrar.
El balón se enciende al estar en su botín,
y al pisar el césped el enganche está feliz”.
20
LAS FOTOS DE LA SEMANA
21
¿PARTIDO AMISTOSO? Kolar,
futbolista de la República Checa,
no olvidará su partido contra
Eslovaquia. Ni el número de pie de
Skrtel. Menos mal que se trataba
de un encuentro amistoso.
RADOVAN STOKLASA. AFP Photo.
DUCHA DE ESPUMA.
Espectacular imagen de
la embarcación MAPFRE
durante la Volvo Ocean
Race. A veces, por el enorme
tamaño de las olas, parece
más una prueba de surf.
F. VIGNALE. Getty.
EVITÓ EL
TAPÓN PERO...
Cuando
amagas
con lanzar
a canasta y
no lo haces
(Tarczewski,
de Arizona)
puede caerte
un rival de
las nubes
(James Farr,
de Xavier).
R. MACKSON.
USA Today.
22
23
¡QUÉ ARTE¡ Sebastian Vettel se
marcó este ‘saltito-bailecito’ para
celebrar su primera victoria
como piloto de Ferrari. El actual
campeón del mundo de F-1, Lewis
Hamilton, ni se inmutó.
M. VATSYAYANA. AFP Photo.
POR LOS AIRES. El torneo
de footvolley de Birmania,
disputado en Rangún, fue
un auténtico espectáculo.
Linn intenta bloquear el
disparo de Thura, jugador
del Ministerio de Defensa.
S. T. WIN. AFP Photo.
¿VERÁ LA CARRERA? En la
carrera de caballos más
exquisita del mundo, la
de los diez millones de
dólares de Dubai, se pueden
ver algunos modelitos de
sombreros como éste.
M. NAAMANI. AFP Photo.
LA MEJOR TELE. Panorámica del
NRG Stadium durante el partido
de la NCAA entre los Bulldogs de
Gonzaga y los Devils de Duke.
El videomarcador, para los que
están muy arriba, es una gozada.
SCOTT HALLERAN. Getty.
24
25
LLENO ABSOLUTO.
Preciosa imagen
del circuito
estadounidense
de Martinsville
(Virginia) justo antes
de darse la salida. La
prueba correspondía
a la NASCAR.
J. EDMONDS. Getty.
SOMBRAS CON
VIDA PROPIA.
La sombra
de la pareja
estadounidense
de patinaje
sobre hielo
formada por
Madison Chock
y Evan Bates
se refleja en la
pista.
J. EISELE. AFP.
BAÑO MERECIDO. El
caballo ‘Revolver Negro’,
perteneciente a la cuadra
de Chris Waller, es limpiado
por sus cuidadoras tras la
carrera de Mornington,
disputada en Melbourne.
VINCE CALIGIURI. Getty.
¡ASÍ YA PODRÁ! Aunque no lo
parezca, el futbolista israelí
Etey Shechter sólo tiene dos
piernas. Curiosa imagen del
entrenamiento de Israel la víspera
de enfrentarse a Gales.
BAZ RATNER. Reuters.
26
El francés Renaud Lavillenie es el hombre que más se ha elevado en la historia del salto
con pértiga: 6,16 metros impulsado por una ‘garrocha’ de fibra de vidrio, por una carrera
de velocidad vertiginosa y favorecido por una técnica impecable. Ha hecho historia por
destronar al mítico Sergey Bubka, el Zar.
27
LA CONQUISTA DEL ESPACIO. Los
cielos son su territorio. Renaud
Lavillenie ha saltado más que
nadie con la pértiga.
EL NIÑO QUE SALTABA ARBUSTOS
CON UNA ESCOBA
LAVILLENIE
28
29
SU DNI
ÁNGEL CRUZ /
B
arbezieux-Saint-Hilaire es
un pueblecito del suroeste de Francia, de 5.000 habitantes, por el que pasa el Camino de
Santiago y que atrae a numerosos
turistas. Allí vino al mundo el 18
de septiembre de 1986 Renaud
Lavillenie, el rey de la pértiga, y
allí comenzó a saltar, si puede llamarse saltar pér tiga a tratar de
superar arbustos en el patio de
su casa provisto de una escoba.
El niño Renaud quería imitar a su
padre, Gilles, que había practicado una especialidad que, en el futuro, iba a dominar aquel chiquillo
que organizaba en su jardín Juegos Olímpicos para sus amiguetes
y para su hermano, Valentin, que
también llegaría a ser pertiguista
de élite.
Cuando nació Lavillenie, el entonces soviético Sergey Bubka, a
quien iba a destronar, era capaz
ya de elevarse por encima de los
6,01 metros (único hombre capaz
de hacerlo en aquellos momentos), había ganado ya un Mundial
y un Campeonato de Europa y soñaba con volar más y más alto,
con récord tras récord, recompensados generosamente hasta convertirle en un hombre rico y en un
mito del atletismo y del deporte
en general.
Cuando Renaud Lavillenie comenzó a entrenarse un poco seriamente, a los siete años, en el
estadio de Cognac y a las órdenes entonces poco exigentes de
su padre, Bubka había subido ya
hasta los 6,15 metros, su máxima conquista del espacio.
Los alcanzó en Donetsk, una
ciudad actualmente arrasada
por la guerra de Ucrania, donde
se celebraba una reunión monotemática, con el salto con garrocha como única atracción. Nadie
 Nació en Barbezieux-Saint-Hilaire (Francia), el 18 de septiembre de 1986
 Mide 1,77 metros. Pesa 69 kilos
 Plusmarquista mundial en pértiga (pista cubierta) con 6,16. Al aire libre tiene 6,02
 Juegos Olímpicos: Oro en Londres 2012
 Mundiales: Bronce en Berlín 2009 y Daegu 2011 y plata en Moscú 2013
 Europeos: Oro en Barcelona 2010 y Helsinki 2012
 Mundiales en pista cubierta: Oro en Estambul 2012
 Europeos en pista cubierta: Oro en Turín 2009, París 2011, Gotemburgo 2013 y Praga 2015
ALEGRÍA Y
TATUAJE.
Renaud
Lavillenie,
tras superar
un listón.
En su brazo,
tatuado,
un motivo
referente a
los Juegos de
Londres 2012,
en los que
ganó el oro.
30
31
PROGRESIÓN
Año
Marca
 2015
6,04 pc
 2014
6,16 pc
 2013
6,02
 2012
5,97
 2011
6,03
 2010
5,94
 2009
6,01
 2008
5,70 pc
 2007
5,45
 2006
5,22
 2005
4,70
 2004
4,60
 2003
4,30
 2002
3,40
TÉCNICA
ASOMBROSA.
El pertiguista
francés
domina la
especialidad
como nadie y
su técnica del
paso del listón
es magistral.
entonces podría ni siquiera soñar
que aquel muchacho francés no
muy alto y no muy fuer te, pero
muy rápido y decidido, iba a ser el
encargado de tomar el Palacio de
Invierno y destronar al Zar.
Iba a suceder el 15 de febrero de 2014, también en Donetsk,
uno de los escenarios de los éxitos de Sergey (y de Yelena Isinbayeva), organizador de la competición. Un emocionado abrazo
entre los dos selló el relevo en la
cúpula del salto con pértiga. Fue
la última vez que se disputó esta
reunión, porque Donetsk está en
la actualidad casi en ruinas, pisoteado por el apocalíptico caballo
de la guerra.
Renaud Lavillenie es ahora el presidente del Club
de los Seis Metros, al que
sólo per tenecen 18 atletas: cuatro rusos, cuatro
nor teamericanos, tres
australianos, tres alemanes, dos franceses
y un ucraniano (Sergey compitió al principio con la Unión
Soviética) y un sudafricano. Todos son
de raza blanca. Ningún atleta
negro ha conseguido superar
esa barrera, aunque el estadounidense Lawrence Johnson
no estuvo lejos de conseguirlo
el 25 de mayo de 1996, en Knoxville: se quedó a dos centímetros,
lo que mide el diámetro de una
moneda de cinco céntimos.
Pero este no es un club en el
que todos los miembros muestren
los mismos galones, porque Sergey colecciona 44 pruebas con
marcas iguales o superiores a
esa medida, y Lavillenie ha llegado ya a la docena, y las que le
faltan por conquistar. Los demás,
lejos, muy lejos, tienen como líderes a los rusos Maksin Tarasov
y a Rodion Gataullin, ambos con
siete marcas superiores a esos
seis metros.
Y el jefe de todos ellos es Renaud Lavillenie, el hombre que
más se ha elevado. Tiene el récord mundial en pista cubierta en
6,16, pero al aire libre el dueño
de la plusmarca es aún Bubka,
con los 6,14 que consiguió en la
altitud de Sestriere (Italia). Ese es
LE FALTA UN
ORO. El galo
tiene todos
los títulos
posibles, salvo
el Mundial
al aire libre.
Este verano
intentará
conquistarlo
en Pekín.
32
33
el objetivo estival del francés. Subir por encima de esa medida al
descubierto y ganar el título mundial, que es el único que le falta
para tenerlo todo. Ha competido tres veces en los Campeonatos del Mundo y el oro siempre
se le ha escapado de los dedos:
dos bronces y una plata. En Pekín, en agosto, en el Nido de Pájaros, asaltará ese título que se
le resiste.
Lavillenie es un genio de la
pér tiga, de extraordinaria técnica, más bajo de lo normal (1,77
metros) y más liviano (69 kilos),
pero más veloz que casi todos.
Llega a la tabla a 35,4 kilómetros
por hora, algo más rápido de lo
que llegaba el Zar. Y cargado con
la pértiga y sin poder bracear, lo
que aumenta sustancialmente el
valor de este dato. Lavillenie utiliza una garrocha más dura (resistencia a la flexión) de la que empleaba Sergey y tiene un agarre
(la medida más alta a la que está
la mano) de 5,08 metros. Bubka
agarraba algo más alto, hasta
5,15 en momentos especialmente propicios. Es decir, que Lavillenie salva el metro y ocho centímetros de diferencia entre el agarre
y su marca a base de fuerza con
los brazos, impulso de catapulta
del instrumento y técnica para rodear el listón.
Su máximo éxito ha sido desbancar a un
mito del deporte como Sergey Bubka
RÉCORD MUNDIAL. El francés, tras saltar en Donetsk (Ucrania) por encima de 6,16 metros, la
máxima altura sobrepasada por un pertiguista, un centímetro más alto que su admirado Bubka.
Una maravilla.
PÉRTIGA
DURA. La
‘garrocha’
que utiliza
Lavillenie es
una de las
más duras del
mundo. Una
auténtica
catapulta
difícil de
doblar.
Si Renaud comenzó a entrenarse
con siete años, y con su padre, su
primera experiencia internacional
en competición importante no llegó hasta los veinte, cuando compitió en los Europeos Sub 23 de
Debrecen (Hungría). Fue sexto y
pasó desapercibido. Sin embargo,
dos años después el salto de calidad fue apoteósico.
Gilles, su padre, ya sabía que
tenía entre las manos una joya y,
consciente de la modestia de sus
conocimientos, puso en contacto
a su hijo con Philippe D’Encausse,
un mítico técnico francés, que fue
un atleta de élite: octavo en los
Juegos de Seúl Olímpicos de
1988 y décimo quinto en los de
Barcelona 1992, y llegó a saltar
5,75 metros en 1993. Era hijo de
La ciudad de su éxito, Donetsk, se encuentra
ahora casi reducida a cenizas por la guerra
34
TRES GIGANTES. Sergei Bubka y Renaud Lavillenie posan con
la Torre Eiffel al fondo, durante una exhibición en París. El
ucraniano y el francés se admiran mutuamente.
35
Hervé d’Encausse (nacido en Hanoi,
cuando Indochina era una colonia
francesa), medalla de bronce en los
Europeos de Budapest 1966 y que
llegó a tener el récord europeo de la
especialidad, con 5,28 (1967).
En ese 2009 Lavillenie ganó el
Europeo en pista cubierta de Turín
en marzo, superó los seis metros
por primera vez en junio y fue bronce en los Mundiales de Berlín en
agosto. Ya estaba en la cima. Esos
primeros seis metros los consiguió
Lavillenie en el Campeonato de Europa por Selecciones de Leiria (Portugal), con 6,01. Superó, además,
el récord francés de Jean Galfione,
que tenía 5,98 desde 1999. Mejorar
la plusmarca de su país no es poca
cosa, porque la escuela francesa es
históricamente una de las mejores
del mundo.
Galfione había sido campeón
olímpico en Atlanta 1996, y era un
fantástico saltador, aunque con una
cier ta propensión a sujetar con la
mano el listón mientras lo franqueaba, algo absolutamente prohibido…
También pertenece al Club de los 6
Metros, al que ingresó en los Mun-
diales de Maebashi 1999, aquellos
en los que el malogrado Yago Lamela asombró en longitud con sus 8,56
metros, poniendo en serios apuros
nada menos que a Iván Pedroso.
El primer título europeo lo consiguió Lavillenie al año siguiente,
en 2010, en el estadio Lluis Companys, más conocido como Montjuïc,
sede de los Juegos de 1992. Y el título olímpico lo alcanzó en Londres
2012. Tiene todos los títulos absolutos posibles, salvo el mundial, como
ha quedado dicho.
Esta competición le ha sido esquiva en las tres ocasiones que la
ha afrontado. En Berlín 2009 fue
tercero, tras el australiano Hooker y
el francés Romain Mesnil; en Daegu
volvió a subir al tercer escalón del
podio, esta vez batido por el polaco
Pawel Wojciechowski (¡qué gran escuela, también, la del país centroeuropeo!) y el cubano Lázaro Borges.
Cuba, por cier to, sin una tradición
especial en pértiga, está obteniendo en los últimos años resultados
espectaculares. Y hace dos años y
algunos meses, en Moscú, cambió el
bronce por la plata, pero cedió ante
DOS COLOSOS FRENTE A FRENTE
LAVILLENIE
BUBKA
 Fecha de nacimiento:
18-09-1986
4-12-1963
 Estatura:
1,77
1,83
 Peso:
69
85
 País:
Francia
Ucrania/URSS
 Mejor marca al aire libre:
6,02
6,14
 Mejor marca en sala:
6,16
6,15
 Olímpicos:
1
1
 Mundiales:
0
6
 Europeos:
2
2
 Mundiales en pista cubierta:
1
4
 Europeos en pista cubierta:
4
1
 Veces por encima de 6:
12
44
 Promed. 10 mejores marcas:
6,04
6,12
 Dureza de la pértiga:
14,3/14,6
10,8/11,5
 Agarre:
5,08 m
5,10/5,15 m
 Velocidad últimos 10 m:
35,3 km/h
34,4 km/h
 Punto de despegue:
A 4,40*
A 4,40
TÍTULOS CONSEGUIDOS
*de la vertical del listón
36
37
Lavillenie es el líder
del ‘Club de los 6
Metros’ en pértiga,
al que pertenecen
18 saltadores
el alemán Raphael Holzdeppe. Ambos saltaron 5,89 metros, pero el
germano los franqueó a la primera y
el francés a la tercera. Esos dos nulos le relegaron a la segunda plaza.
Y por eso vencer en los Mundiales
de Pekín es el objetivo número uno.
Allí, quizá, esté acompañado en la final por su hermano, Valentin, que en
los Europeos de Praga le escoltó en
la sexta plaza. Curiosa coincidencia
con Sergey Bubka, que también tenía
un hermano menor pertiguista, Vasiliy. El francés (5,80) no ha subido tan
alto como el ucraniano (5,86).
Todas las miradas de los atletas
de élite se dirigen este año al Extremo Oriente, hacia aquel estadio fantástico en el que se coronó Usain
Bolt en los Juegos de 2008. Allí Renaud Lavillenie intentará llenar ese
hueco que le falta en su sala de trofeos, conquistar esa medalla de oro
mundialista.
Y allí estará, en el palco de honor, Sergey Bubka, el Zar, el hombre
que rompió con todo, el atleta que
ganó seis títulos consecutivos, cosa
inédita en la historia del atletismo,
en cualquier prueba. El primer oro
lo consiguió con 19 años y el último
con 29. ¡Qué gran honor ser el heredero de ese portento!
EL REY DE LA FIBRA DE VIDRIO. La pértiga ha
pasado de ser de bambú a aluminio, acero y
finalmente sintéticas, como la fibra de vidrio, que
ha impulsado enormemente la especialidad.
SU ÚLTIMO ORO.
Renaud Lavillenie consiguió su cuarto título
consecutivo en los Europeos en pista cubierta de Praga,
el pasado mes de marzo. Nadie había logrado esa
hazaña en la historia de la pértiga en sala, ni siquiera
Sergei Bubka.
PHILIPPE D’ENCAUSSE. En el centro,
el técnico que dirige los pasos de
Renaud Lavillenie y de su hermano
Valentin. D’Encausse fue finalista
olímpico en los Juegos de Seúl 1988.
Le entrena un
antiguo pertiguista
y su hermano es
también saltador de
élite internacional
38
39
TECNOLOGÍA ESPECIAL
PÉRTIGAS DE BAMBÚ, ALUMINIO, ACERO Y FIBRA DE VIDRIO
POR LOS AIRES. Renaud
Lavillenie, en una
bellísima imagen.
La pértiga es una
prueba muy
mediática.
Para saltar seis metros
era un pastor protestante
Roma 1960. Le ofrecieron
en pértiga hay que ser un
de origen en ese país eurointerpretar al ‘Rey de los
atleta excepcional y estar
peo. También se le conoció, Monos’ en el cine, pero
ayudado por una tecnología
después, como ‘El Rey del
nunca llegó a hacerlo.
especial. Porque lo que aho- Bambú’, por la naturaleEl primer récord mundial
ra parece evidente (utilizar
za de la pértiga. Una vez
con pértigas de fibra de
pértigas de fibra de vidrio,
fracasó y cuando alguien
vidrio lo consiguió otro
caer en mullidas, esponjose lo recriminó, se justificó:
norteamericano, George
sas y amplias colchonetas)
“¿Qué quieres que haga?
Davies, que el 20 de mayo
en otros tiempos,
de 1961 superó 4,83
remotos, eso sí, eran
metros en Boulder
lujos no inalcanzables,
(Colorado, Estados
sino inexistentes. Los
Unidos). Ya se venía
esforzados de la época
experimentando con
se elevaban provistos
ellas desde los inicios
de pértigas de bambú
de la década anterior
o, en el colmo de la
(cuenta la leyenda
sofisticación, de aluque hubo muertos en
minio o de acero, que
esos ensayos, porque
apenas se doblaban.
las pértigas sintéticas
Y aterrizaban, nunca
se comportaban, al
mejor dicho, sobre
principio, de forma
un montón de tierra,
inesperada y trágica,
REY DEL BAMBÚ. Cornelius Warmerdam.
salpicada y levemente
expulsando a los atlesuavizada, a veces, con
Esta mañana he tenido tres tas en cualquier dirección)
alguna esponja. Había que
ceremonias religiosas y
y el primer atleta que las
caer de pie, claro, y no de
estoy cansado”.
utilizó en una competición
espaldas, como ahora. Los
El norteamericano Bob
de élite fue el griego Yogos
listones, entonces metáliGutowski llegó a superar
Roubanis, que consiguió
cos, ahora también son de
4,78 con aluminio y su
con una de ellas el bronce
fibra de vidrio.
compatriota Don Bragg suen Melbourne 1956.
Causa asombro comprobar
bió hasta 4,80 con acero.
¿Quién podía imaginar
que aquellos pioneros eran
Le llamaban ‘Tarzán’, por
entonces que esos cinco
capaces de elevarse por
su aspecto, y de hecho
metros serían sobrepasaencima de 4,77 metros con interpretó a pleno pulmón
dos muchos años después
bambú. Lo hizo el estadoel famoso alarido fílmico de
por alguna mujer y que los
unidense Cornelius Warmer- Johnny Weismuller cuando
hombres se las verían con
dam, al que llamaban ‘El
estaba en lo más alto del
alturas superiores a los
Holandés Volador’, porque
podio en los Juegos de
seis?
EL CLUB DE LOS 6 METROS
Marca
Atleta
País
Lugar
6,16
6,15
6,06
6,05
6,05
6,04
6,02
6,03
6,03
6,01
6,01
6,01
6,01
6,00
6,00
6,01
6,00
6,00
Renaud Lavillenie
Sergey Bubka
Steven Hooker
Maksin Tarasov
Dmitri Markov
Brad Walker
Rodion Gataullin
Okkert Brits
Jeff Hartwig
Igor Tradenkov
Timothy Mack
Evgeniy Lukyanenko
Björn Otto
Tim Lobinger
Jean Galfione
Danny Ecker
Toby Stevenson
Paul Burgess
Francia
Ucrania
Australia
Rusia
Australia
Estados Unidos
Rusia
Rep. Sudafricana
Estados Unidos
Rusia
Estados Unidos
Rusia
Alemania
Alemania
Francia
Alemania
Estados Unidos
Australia
Donetsk
Donetsk
Boston
Atenas
Edmonton
Eugene
Gomel
Colonia
Jonesboro
San Petersburgo
Mónaco
Bydgoszcz
Aachen
Colonia
Maebashi
Dortmund
Modesto
Perth
pc
pc
pc
pc
pc
pc
pc
pc: Pista cubierta
Fecha
15-02-2015
21-02-1993
07-02-2009
16-06-1999
09-08-2001
08-06-2008
04-02-1989
18-08-1995
14-06-2000
04-07-1996
18-09-2004
01-07-2008
05-09-2012
24-08-1997
06-03-1999
11-02-2001
08-05-2004
25-02-2005
Marcas
sobre 6,00
12
44
5
7
2
3
7
3
5
1
1
1
1
2
1
1
1
1
40
41
YOU CANNOT
BE SERIOUS:
UN TOP-10 DE
ENFADOS
EN EL TENIS
El tenis suele
ser comparado
siempre con otro
deporte individual: el
boxeo. Quizás es porque
se trata de una disciplina
solitaria donde ambos rivales
entran en un ring o pista, con un
árbitro de por medio, y se lanzan
golpes hasta acabar con un KO y un
abrazo. Pero esa soledad, esa lucha contra
el de enfrente, contra el árbitro y, sobre todo,
contra uno mismo, a veces da lugar a enfados
mayúsculos. Repasamos los más memorables.
POR MARTA R. PELETEIRO
42
43
YOUZHNY, O CÓMO PARTIRSE
LA CARA EN LA PISTA
MCENROE CONTRA EL MUNDO
EL NÚMERO
1... EN
CARÁCTER.
En el tenis
hizo historia,
pero si en algo
no le hacían
sombra
los demás
tenistas era
en su cáracter
polémico y
explosivo. Un
jugador único.
Tras 77 títulos en individuales (7 de ellos de Grand
Slam), 71 en dobles (otros nueve majors) y un Roland
Garros en dobles mixtos, además de ser el número 1
en las dos clasificaciones, a John McEnroe se le recordará siempre por su carácter indómito. Romper raquetas, acordarse de la familia de los árbitros hasta
remontarse varias generaciones o liarse a golpes con
todo aquello que le rodease, ya fuesen sillas o macetas, eran comportamientos más que comunes en Big
Mac, tanto que hasta llegó a protagonizar anuncios
valiéndose de esta fama. Y su autobiografía lleva el
mismo título que este reportaje: ‘You cannot be serious’ (“No puedes hablar en serio”, o más coloquialmente, “Estás de coña”). Esa fue la mítica frase que
pronunció hacia el juez de silla durante el partido de
Wimbledon de 1981 ante Tom Gullikson, cuando aseguraba que la pelota había entrado. “That ball was on
the line”. Gullikson, tras perder, quiso retirarse también del cuadro de dobles e irse con su mujer, quien
estaba a punto de dar a luz. El juez árbitro, Fred Hoyles, al que McEnroe había llamado para soltarle algunas lindezas sin castigo alguno, le dice que podría
multarle por irse así. “Bien, Fred, podrías hacer eso,
pero entonces yo podría contarle a la prensa lo que
John McEnroe te llamó ayer”, argumentó Gullikson. La
respuesta fue un simple “Buen viaje”.
La presión en ese tempranero par tido sobre el
pasto de Londres, donde creía que ya debería haber
ganado antes, le llevó a la intensidad de protestar y
pelear cada bola hasta ganar el torneo y sumarlo así
a una carrera con muchos éxitos, pero también con
multas y suspensiones por su mala conducta. “Escoria del mundo”, “No has cometido ningún error en
este partido, ¿verdad? ¡¡¡Responde a mi pregunta!!!
¡¡¡Responde, c…!!!”, etc. De su boca podía salir cualquier cosa.
El tenis es solitario, sí. Los tenistas son autoexigentes, también. Pero hay diferentes
formas de tomártelo. Si eres Novak Djokovic, te ríes de ti mismo. Tiras de ironía. Pero
¡ay! si eres el ruso Mikhail Youzhny… Entonces has de partirte la cara…, o la cabeza.
Nos ponemos en contexto. Año 2008.
Masters Series de Miami. Tercer ser del
Youzhny-Nico Almagro. El español está 5-4
y sirviendo para ganar. Cuando el ruso tiene una oportunidad de break la desperdicia
mandando un golpe de revés a la red. Momento de furia y ¡zas, zas, zas! Tres dolorosos golpe de raqueta bien centrados a su
propia cabeza hasta abrir una brecha por la
que comienza a chorrear sangre. La cara de
su banquillo es indescriptible. Aunque con
el carácter marcial de este es posible que
no sea la primera vez que ven algo así.
Lo curioso es que le funciona. Que lleva
al murciano al tie-break y le arrebata el partido con una mirada de loco hacia la bola
en cada punto que da miedo y sin haber
recibido un solo warning, por lo que Almagro protesta al árbitro tras caer en el tercer
match-point. Pero ya no hay vuelta atrás, el
español está fuera y el ruso se cuadra en
el centro de la pista como un guerrero que
ha cumplido y saluda militarmente hacia los
cuatro extremos de la pista, listo para la siguiente batalla.
SIN
COMPASIÓN.
Así se dejó la
cara Youzhny
tras los golpes
que él mismo
se propinó
con la raqueta
en la frente
durante
un partido
contra
Almagro. La
autoexigencia.
44
45
NALBANDIAN O EL TENIS COMO DEPORTE DE CONTACTO
7-6 (7-3) y 4-3. ¿Parece este el resultado de un partido de tenis terminado?
Pues no, a no ser que el que pase por allí sea un malhumorado argentino con
ganas de guerra. Se trataba entonces del torneo de Queen’s de 2012. El partido era entre David Nalbandian y Marin Cilic. El de Córdoba no estaba de acuerdo con una decisión del árbitro y le arreó una patada a la publicidad que rodea
las sillas de los líneas. ¿Problema? Que la pequeña valla se rompió y su golpe
llegó al árbitro que allí estaba causándole incluso herida.
Era la final, así que el croata, campeón, y el argentino, a casa descalificado.
Pidió perdón porque dijo haberlo hecho de forma involuntaria. Posiblemente
fue lo primero que se encontró en medio de su enfado y no llegó a reparar en
el juez que había detrás.
FERRER, O CÓMO NO SABER
ESTAR CALLADO
DURO GOLPE.
Seguro que
no tenía más
intención
que la de
descargar la
furia de su
enfado, pero
no contó con
que el panel
se rompería
y dejase así
la pierna del
árbitro.
Abierto de Estados Unidos de 2008 y David Ferrer lo pasa mal ante el japonés Kei
Nishikori. Se sienta en la silla y comienza a
blasfemar en alto: “No puedo la p… bola,
c… No puedo pegar. Mi cabeza está hecha
una mierda. Mi cabeza está hecha una p…
mierda. Imposible que pueda jugar”. Entonces se oye un “Warning Mister Ferrer” por
parte de la juez de silla. “Why warning? Why
warning now?”, responde él preguntándole por qué le amonesta y argumentado que
sólo está hablando para sí mismo. “It’s normal, you are a girl”, sentencia finalmente el
español refiriéndose a la condición de mujer de la umpire, y añadiendo que las chicas
no pueden hacer nada. Al final, el jugador de
Jávea perdió el partido y los nervios, pero
pidió disculpas a través de un comunicado
desde Valencia a la jueza y al público. “Lo
que dije fue una tontería, producto de los
nervios y sin pensar lo que estaba diciendo. Por supuesto jamás he subestimado a
la mujer respecto al hombre y quiero pedir
perdón a todas las personas que hayan podido ofender”. Un calentón.
Por su parte, Rafa Nadal también tuvo
problemas para estar callado ante la impotencia de un partido frente a Novak Djokovic. Nada más que la final del US Open de
2011. Era el primer Abierto de Estados Unidos para el serbio y ya le había ganado al
manacorí las seis finales que habían disputado ese año. La desesperación y un punto
que Nole reclamó como out y Carlos Ramos
lo aceptó provocó uno de los enfados más
conocidos del tenista español. “¿Tú cuán-
do cantas los outs, cuando los canta él o
cuando los ves tú? No lo entiendo”, le dijo
al brasileño, quien replicó: “Tengo que pensarlo, no estoy seguro”. “La bola se ve, no
se piensa”, sentenció enfadado el mallorquín, quien hace poco llevó a más su trifulca diciéndole en Río que iba a pedir que no
le arbitrase más.
A Feliciano López, en Toronto, en un partido ante De Bakker, le pasó algo similar.
El árbitro dio el juego, set y partido para el
rival del español y éste se enfadó mucho y
protestó airadamente: “Se ha ido un tanto
así”, dijo haciendo el gesto de la distancia
con las manos, a lo que el árbitro replicó:
“Partido terminado: 7-6, 6-3”. “No bota ni
cerca”, dice López. “No puedo rearbitrar”,
contesta el umpire. “¿Qué quieres decir?
¿Qué haces entonces en la silla? Se ha ido
muy lejos. No has visto la bola, tío”, argumenta Feli. “Tengo que confiar en la jueza”,
responde el juez de silla. “La jueza tampoco ha visto la bola. Tienes que rearbitrar el
punto. Fue muy claro, tío”, vuelve a replicar
Feliciano, quien obtiene un “No es tan claro para mí”. “Ya te lo he dicho, se ha ido un
tanto así. No has visto la bola. Has cometido un error y tienes que reconocerlo, tío”,
insistía el español.
OFUSCADO.
Así debió
de sentirse
David Ferrer
durante el
US Open de
2008, cuando
comenzó a
blasfemar
en alto y no
paró siquiera
tras recibir el
warning de la
‘umpire’.
46
SERENA, PERO CON INSTINTO ASESINO
FUERA DE
ESCENA. Las
supuestas
palabras que
la tenista
de Estados
Unidos
dirigió a la
juez de línea
acabaron con
ella fuera del
torneo. Un
enfado que le
salió caro.
En 2009, durante la semifinal del Abierto de Estados Unidos entre Serena
Williams y Kim Clijsters, la norteamericana acabó descalificada por unas
palabras dirigidas hacia una línea que le cantó una foot fault. La menor
de las hermanas Williams había perdido el primer set y estaba por 6-5 por
detrás en el segundo, sacando pero 15-30 para la belga. La falta de pie
en el segundo saque suponía una doble falta y, por tanto, dos puntos de
partido para la europea. Serena no hizo honor a su nombre y, según contó
después la línea, se acercó a la jueza señalando con la raqueta y diciendo: “Te voy a matar”. Tras hablar con el juez árbitro se decidió la sanción
a la americana con un punto, lo que llevó a que acabase perdiendo, eliminada y descalificada. “En todo el año no he cometido una falta de pie
y de pronto en este torneo me la señalan. No es una excusa. Fue lo que
fue y ya está. Nunca he estado en una pelea en toda mi vida, así que no
sé por qué ella se ha sentido amenazada por mí. No creo que la llamara
el juez árbitro, creo que ella se ofreció, fue allí y dijo algunas cosas. No
lo sé. Yo no estaba allí. Me estaba preparando para el siguiente punto.
Creo que ella dijo que yo le había dicho que la iba a matar y yo respondí
‘¿Qué? ¿Yo? Espera un minuto’, pero entonces me había oído mal”, explicó después Williams.
47
LOS CABALLEROS DEL TENIS
TAMBIÉN ROMPEN RAQUETAS
La furia, como sentimiento que es, no se puede controlar. Si te entra la risa, difícilmente la
contienes. Si uno necesita llorar, llora. Y cuanto más le digan que no llore, más salen las lágrimas. Es de humanos, y al tenis juegan caballeros, algún gentleman, pero todos son eso,
humanos. Y como nadie se escapa a eso, dejando al especialista de la materia John McEnroe aparte, en el arte de romper raquetas tenemos incluso hasta a Roger Federer.
Dicen que cuando era pequeño era un soberbio de mal carácter. Quizás lo hiciese todo
tan bien que no podía soportar que algo le saliese mal. Con los años lo supo controlar, pero
algún impulso se le ha escapado a lo largo de
su carrera. Uno de los más recordados tuvo lugar también el Masters Series de Miami, como
el episodio de Youzhny y su mala relación con
la raqueta. Aquí, en el tercer set también (otra
coincidencia), de su partido ante Djokovic en
la edición de 2009, mandó su drive a la red
y, acto seguido, la pala al suelo. Situación: siniestro total.
Y es que las raquetas sufren mucho, y quien
lo ponga en duda puede preguntárselo a las
compañeras de faenas de Marcos Baghdatis.
Este se lleva la palma. En 2012, tras caer en el
segundo set del partido del Abierto de Australia
ante el que sería campeón en 2014, Stanislas
Wawrinka, el chipriota se lió a golpes con su
material. En menos de medio minuto se cargó
hasta cuatro, alguna sin tan siquiera haber salido del envoltorio. Resultado: una fama labrada en internet a base de reproducción del vídeo
y una multa que equivaldría más o menos a lo
que valdrían sus raquetas.
En el Masters 1000 de Shanghai, por su
parte, parece que los aires asiáticos no sentaron bien al actual número uno y Andy Murray.
En la edición de 2012, en la final que se llevó
el serbio, este olvidó sus bromas le arreó cuatro golpes a la raqueta. Lástima que no fueron
contra la pelota, sino contra el suelo, para acabar después contra los carteles de publicidad.
Pero el escocés no se quedó corto y después
repitió la jugada de su contrario: la botó en el
suelo y la tiró lejos en su primer enfado, para
luego acabar a golpes con la pista después.
El serbio tiene ya un pequeño historial: ante
el británico, contra Rafa Nadal, frente a Ernerst
Gulbis…
Ernests Gulbis, quien presume de partir las
palas de un solo golpe, Marat Safin, Fernando
González, Andy Roddick, Gastón Gaudio, David Ferrer… ¿A quién no le ha pasado alguna
vez?
48
49
VERDASCO ‘SE GUSTA’ ANTE
GASQUET Y LOS FRANCESES
POLÉMICO.
Así era
Tarango
como tenista,
controvertido
hasta la
saciedad.
Tras sus
acusaciones
de corrupto a
un árbitro en
Wimbledon
acabó
descalificado.
Hace un lustro, Fernando Verdasco se jugaba
la final del Open de la Costa Azul ante el local Richard Gasquet. Al francés parecía salirle
todo a ojos del madrileño. “Se ha jugado 10
bolas y las 10 le han entrado. 10 de 10. Su
p… madre, su p… madre, hos…, p… francés
de mierda, hos…, p…”. Sobre la tierra batida del Niza Lawn Tennis Club, Verdasco perdió
los nervios al ver la remontada espectacular
de Gasquet en el tercer set, donde el madrileño estaba por delante. Fue abucheado por la
grada gala y respondió: “Es el peor público del
mundo, los p… franceses de los co…”. Y con
ellos enfadados y censurando, él pedía más:
“Me gusta, me gusta, me gusta”, decía. Al final
el título fue para Gasquet en la muerte súbita:
6-3, 5-7, 7-6 (5).
TARANGO Y EL ÁRBITRO
CORRUPTO ABOFETEADO POR
SU MUJER
Jef f Tarango debía de ser un pieza, según cuenta Andre Agassi en sus memorias
(‘Open’), recientemente publicadas. El ahora
marido de Steffi Graf se quejaba de sus artimañas desde pequeños, cuando coincidían
en torneos menores. Pues bien, en 1995, en
Wimbledon, cuando Tarango se enfrentaba a
Alexander Mronz, conocido por poco más que
por haber sido novio de la alemana, el americano sacó, el línea cantó mala la bola y corrigió después. El árbitro, Bruno Rebeuh, mandó repetir el punto, a lo que Tarango protestó.
Y ahí se desató la furia. El público increpó al
estadounidense, éste se dirigió a alguien del
respetable para mandarlos callar. Luego vino
el warning del árbitro y Jeff se arrancó y le llamó corrupto. Otro warning más y el americano
se enfada y se va. Lo curioso es que de camino a los vestuarios Benedicte Tarango, la mujer del tenista, se encontró con el árbitro y le
arreó dos bofetadas: “Si lo hace mi marido, le
expulsan del tenis”, sentenció ella. Obviamente, Tarango fue descalificado y multado.
LA CABEZA,
CLAVE EN
EL TENIS.
Verdasco
es uno de
los mejores
tenistas de
España, y con
un mayor
control de las
emociones en
los partidos,
estaría aún
más arriba.
50
51
PELEA EN EL TENIS,
PERO SIN TENISTAS
DUELO DE
EGOS. Entre
la pasión de
los argentinos
y el carácter
difícil de
tenistas
como Hewitt,
aquella Copa
Davis de
2005 acabó
rodeada de
una gran
polémica.
¿Y quién necesita tenistas para enfadarse en un partido de tenis y acabar como el rosario de la Aurora?
De nuevo el Abierto de Estados Unidos fue el escenario en el que se desarrolló la trifulca. Jugaban Novak Djokovic y Philipp Petzschner en la segunda ronda
del major americano, pero se cambiaron las tornas y
estos acabaron como meros espectadores de lo que
ocurría en las gradas, donde una mujer reprochaba a
otro aficionado su manera de comportarse. No se ponían de acuerdo y apareció un hombre de más edad
para separarlos. Cuando todo indicaba que apartaba
a la chica y se acababa el enfrentamiento, ambos varones acabaron pegándose y cayendo asientos más
abajo. Luego más público intervino para separarlos y
miembros de seguridad se presentaron para dar por
finalizado el altercado. Curiosamente no hay ningún
resultado de raquetas rotas.
HEWITT Y CORIA, Y SUS GESTOS
EN LA DAVIS
Si de los argentinos dicen que son pasionales
y que viven mucho el deporte, de Lleyton Hewitt
se comentan también algunas cosas y no siempre buenas sobre su compor tamiento en las
pistas. En 2005, en el partido de cuartos de final de la Copa Davis que medía al australiano
con Guillermo Coria, quedó patente que la relación entre ambos países no era buena, algo
que ya venía de lejos con el aussie, Nabaldián
y Juan Ignacio Chela de por medio. Al final el primero fue quien se llevó el encuentro, pero este
no estuvo falto de polémica por los gestos obscenos de Coria y las acusaciones de insultos y
lanzamiento de esputos. “Me sentí molesto por
sus gestos y después comenzó a insultar al capitán de nuestro equipo, al resto de nuestros
jugadores y a mí personalmente. Fuera de la
cancha será una persona diferente, pero dentro
de ella es un mal educado. Prefiero perder todos los partidos antes que tener un comportamiento como el de él”, dijo Coria. Por su parte,
Hewitt cargó contra él: “Escupió a los oficiales
y en dirección al árbitro durante el partido. Además, también escupió al líder de los hinchas locales. Yo no insulté a nadie. Lo peor que puedo
gritar es ‘come-on’, algo que no creo que sea
malo comparado con la actitud de Coria”.
FUERA DE
CANCHA. Por
una vez no
fueron los
tenistas los
protagonistas
del enfado,
sino el
público del
Abierto de
Estados
Unidos, que
acabó en
pelea.
52
53
RÉCORDS
NBA
LAS CIFRAS MAREANTES DE UNA LIGA
EN QUE TODO ES A LO GRANDE
Si hay un campeonato en el
mundo donde todo se mide,
ese es la NBA, donde la
estadística se lleva al límite.
Aquí repasamos los números
más importantes de la
competición norteamericana.
54
55
JAVIER URETA /
T
odos los depor tes americanos tienen una característica en común: las estadísticas
son una parte importante de su
cultura. Desde la NFL (donde los
equipos tienen datos que incluyen
hasta el rendimiento de los rivales
según la temperatura que haga)
hasta la MLB, la liga de baseball,
donde ‘Moneyball’, una de las mejores películas de deporte filmadas
últimamente, es el mejor ejemplo
para ilustrar hasta qué punto las
estadísticas están presentes en el
deporte norteamericano.
La NBA, la mejor liga de baloncesto, no se queda al margen. La
competición nació definitivamente en 1948 (en 1946 se había
creado el embrión con la BAA) y
en esos casi 60 años de historia
ha habido tiempo de sobra para
que las grandes estrellas dejasen marcas que quedasen para
el recuerdo.
El último en batir un récord legendario fue, quién si no, el legendario Kobe Bryant. El escolta
de los actualmente desmejorados Lakers no consiguió ninguna
plusmarca, pero grabó con letras
de oro su nombre al colocarse tercero en la lista histórica de anotadores de la NBA.
Puntos.
Con los dos puntos que anotó
en el segundo cuar to frente a
Minnesota Timberwolves el pasado 15 de diciembre, Kobe Bryant
pasó a Michael Jordan. La Mamba Negra llegó desde la línea de
Si hay una característica
común dentro del mundo del
deporte norteamericano, es el
componente estadístico
tiros libres a los 32.293, uno más
de los 32.292 que anotó Su Alteza Aérea en toda su carrera. Y ya
saben, pese a su última lesión,
Kobe ha mostrado su intención
de seguir jugando hasta la 20162017.
Pero Kobe ‘solo’ ocupa el tercer lugar en la lista de puntos conseguidos. El máximo anotador de
la historia es el pívot Kareem
Abdul-Jabbar, que con sus 38.387
lidera la tabla por delante de Karl
ENTRE LOS
GRANDES.
Dentro de las
estadísticas
de los puntos,
destacan
Malone y
Kobe Bryant.
A este último
una lesión
le tiene
apartado de
las canchas.
Malone (36.928) y el propio Kobe.
Bryant lleva actualmente 32.482
y sufre una lesión que le tendrá
apar tado de las canchas hasta
la temporada que viene, así que
para superar a Kareem tendría
que meter 5.905 puntos en los
164 par tidos que jugaría en las
dos temporadas que le quedan si
no sufriese ninguna lesión. Es decir, unos 36 puntos por encuentro. Algo que, a su edad, no parece posible. Para recordar quedan
esos 81 puntos que anotó él solo
contra los Toronto Raptors.
Si nos referimos a máximos
anotadores en un solo par tido,
para encontrar al recordman hay
que remontarse a la época de Wilt
Chamberlain. El pívot de Pennysilvania, que dominó la liga desde
1959 a 1973, metió 100 puntos
el 2 de marzo de 1962 en un partido que enfrentaba a sus Philadelphia Warriors frente a los New
York Knicks. Una cifra que difícilmente se podrá superar. Tras él
vuelve a aparecer el nombre de
Bryant, que le endosó 81 puntos
a los Raptors en 2006. Cierra el
podio el Almirante, David Robinson, que jugando en los San Antonio Spurs destrozó a los Clippers
con 71 puntos. Si buscamos la
regularidad en la anotación, debemos volver a Chamberlain: en
la temporada 1961.62 promedió
la burrada de 50,4 puntos por
partido.
Rebotes.
Los récords también se consiguen
debajo de los tableros. En la NBA
ha habido verdaderas bestias a la
hora de rebotear. Un sospechoso
habitual en esto de las plusmarcas aparece de nuevo en esta estadística: en la historia de la liga,
nadie ha cogido más rebotes que
Wilt Chamberlain.
El mítico pívot de Philadelphia
Warriors, 76ers y Lakers acabó su
carrera con 23.924 capturas en
EL MEJOR.
El máximo
anotador de
la historia
es Kareem
Abdul-Jabbar,
que con sus
38.387 puntos
lidera la tabla
de los récords
por delante
de Malone y
Bryant.
56
1.045 duelos. Eso quiere decir
que, de media, Wilt cogía casi 23
rebotes por partido. Impensable
en el baloncesto moderno.
Bill Russell, conocido como El
Señor de los Anillos por poseer
nada más y nada menos que 11
trofeos de campeón de la NBA,
ocupa el segundo puesto de la
tabla con 21.620 rebotes. Kareem Abdul-Jabbar está en el último escalón del podio con 17.440
capturas. Primero en el total de
puntos y tercero en el de rebotes.
Casi nada.
Las actuaciones individuales
en un solo par tido también son
para recordar. Y se van a sorprender. ¿Saben quiénes se reparten
los 10 primeros puestos de partidos con más rebotes en la historia de la NBA? Efectivamente: Wilt
Chamberlain (6) y Bill Russell (4).
El de Philadelphia ostenta la primera posesión de ¡55! rebotes en
un partido. Las otras dos primeras plazas son para Russell con
51 y 49 capturas.
Asistencias.
“Una canasta hace feliz a una
persona. Una asistencia, a dos”.
Esa frase salió de la boca de mitos como Toni Kukoc y Magic
Johnson. Regalar puntos a un
compañero es un acto de generosidad en un deporte en el que
muchas veces priman las grandes
actuaciones individuales. Y el rey
entre reyes de los generosos es
John Stockton. El “director general de Correos y Telégrafos”, como
le llamaba el gran Andrés Montes,
repartió 15.806 asistencias a lo
“Una canasta hace feliz a una
persona. Una asistencia, a
dos”, dijeron mitos como
Toni Kukoc y Magic Johnson
57
largo de su carrera. Durante sus
19 años de carrera en la NBA promedió un doble-doble de 13 puntos y 10 pases de canasta. Su
más inmediato perseguidor se
encuentra actualmente en el parquet. Pero no jugando, entrenando. Jason Kidd, actual entrenador
de los sorprendentes Milwaukee
Bucks, repartió 12.091 pases de
canasta a lo largo de su trayecto
por la liga. El tercero en discordia
se retiró muy recientemente: en
DOS
CAMPEONES.
Arriba, un
hito de los
rebotes:
Bill Russell,
leyenda de
los Celtics.
Abajo, Jason
Kidd, uno de
los mejores
repartiendo
asistencias.
el escalón de bronce se encuentra Steve Nash, que ha asistido
10.335 veces a sus compañeros,
justo una más que Mark Jackson,
el cuarto de la lista. Curiosamente, el jugador que elevó al pase
de otra canasta a otra dimensión,
Magic Johnson, no pasa del quinto lugar en la lista de máximos
asistentes, aunque como una
media de propinas superior a sus
predecesores. Si Stockton promedió 10,7 asistencias cada noche
a lo largo de su carrera, Magic repar tía 11,2 a lo largo de su trayectoria. Un último apunte: José
Manuel Calderón, base español
de los Knicks, es el máximo asistente latinoamericano con 4.506
regalos al compañero.
Robos.
El mayor ladrón de la historia de
la liga proviene, curiosamente,
del equipo del Estado mormón.
Durante 19 temporadas, un pequeño (1’85) base salido de la
universidad de Gonzaga martirizó
a los rivales. Porque nadie en la
NBA ha robado más balones que
John Stockton, un pequeño base
(1’85) salido de la universidad de
Gonzaga que aterrizó en los Utah
Jazz en 1984. Stockton nunca
consiguió hacerse con el preciado anillo, pero llegó a robar 3.265
balones. Para que el dato cobre
relevancia real, hay que mirar a la
distancia a la que tiene a su inmediato perseguidor, que no es otro
que Jason Kidd. Sorpresa: los dos
mantienen el primer y segundo
puesto en la lista de asistencias
y robos respectivamente. El técnico de los Bucks hurtó 2.684 veces la pelota naranja, 581 menos
de las que lo hizo Stockton.
El hambre, la garra y el espíritu competitivo llevado al extremo
ocupan el tercer puesto. Michael
Jordan, que se permitió el lujo de
retirarse dos veces y volver a las
RECORDMAN.
Entre
múltiples
hazañas, Wilt
Chamberlain
es también
reconocido
dentro del
mundo del
baloncesto
por conseguir
100 puntos
en un solo
partido.
58
canchas otras dos a lo largo de
su carrera es el tercer mejor ladrón. La leyenda más grande de
este deporte robó 2.514 balones.
Precisamente sus Bulls fueron los
que privaron a Stockton de ganar
el campeonato en las finales de
1996-97 y 1997-98.
En un solo par tido, la cosa
cambia. Aquí es donde jugadores
que no ocupan el olimpo de los
más grandes salen a la palestra:
Larry Kenon, un muy buen ala-pívot de los Spurs de finales de los
70 robó 11 balones en un solo
par tido el 26 de diciembre de
1976 frente a los Kings de Kansas City. Pero Kenon compar te
el record: Kendal Gill, un escolta que defendió las camisetas
de Charlotte, Seattle, Minnesota, Miami, New Jersey, Chicago y
Milwaukee, también sisó 11 balones el 3 de abril del 99 frente a
Miami. Gill, que jugó 15 temporadas en la NBA, fue el que más robos hizo en esa misma temporada, la 98-99.
Triples.
La NBA es un juego de tiradores.
Las estadísticas muestran que,
cada vez más, los equipos tienden
a sumar desde el perímetro que a
jugar con los pívots, antiguamente
los dominadores de este deporte.
Por eso extraña que a estas alturas de temporada ningún equipo
haya reclamado al mejor triplista
de todos los tiempos: Ray Allen.
El escolta ha anotado nada más
y nada menos que 2.973 a lo largo de su dilatada carrera. Algunos tan imborrables de la retina
Las estadísticas muestran
que los equipos NBA tienden
a sumar desde el perímetro en
lugar de a jugar con los pívots
59
del aficionado a la NBA como en
el sexto partido de las finales de
2013 contra los Spurs.
Quedaban 10 segundos cuando LeBron lanzó desde el perímetro para empatar un partido que,
de no ganar, supondría el anillo
para los de San Antonio. A partir de ahí, tiempo para la épica:
El triple no entra, Miami recupera
a duras penas el rebote y le da el
balón a Allen. Sugar Ray reacciona como un autómata que ha re-
REYES EN
TRIPLES.
Arriba, Ray
Allen, el mejor
triplista de
todos los
tiempos.
Abajo, Reggie
Miller, otro
extraordinario
tirador y un
jugador de
gran carisma.
petido mil veces el mismo patrón:
dos pasos para atrás, lo justo
para salir del perímetro, se levanta, y dentro. Los Heat empatan el
partido y a la postre lo ganarían,
igual que las finales. El pabellón
estalla; Ray Allen, sin embargo,
lo celebra lo justo. Así son los genios. Las aficiones de Seattle y
Boston, con la que ganó otro anillo, también vieron perforar las redes a este asesino que actúa más
allá del 6’75.
El segundo en el podio triplista es para otro de los jugadores
con más carisma de la historia
de la liga: Reggie Miller. Ya saben: “¡Tiempo de killer, tiempo
de Miller!”, como decía el fallecido Andrés Montes. Además de
los 2.560 triples que metió a lo
largo de su carrera, Miller se distinguía por su afinada puntería en
los momentos calientes. Quizá
el mejor ejemplo sean los 8 puntos en solo que les metió a los
Knicks en el Madison, en las semifinales de la Conferencia Este
del 95 para ganar el partido prácticamente él solo.
El tercero en discordia es otro
jugador que sigue en activo. Jason
Terry, actualmente en los Houston
Rockets, ha anotado en el momento de escribir este reportaje
2.049 triples. Su mejor momento
llegó en las finales de 2011. Justo cuando parecía que LeBron se
acercaba a su primer anillo, aparecieron Jason Terry y sus Mavericks para cuajar una actuación
maravillosa y ganar la NBA.
En un par tido, el rey del triple vuelve a ser un viejo conocido: Kobe Bryant anotó 12 triples
en un solo encuentro. Seattle sufrió los 45 puntos de Kobe esa
noche.
Los dos mejores triplistas de la
liga actualmente, Stephen Curry y
Kyle Korver, también tienen marcas curiosas. Curry se quedó a un
solo triple de igualar la marca de
EL MÁS
GENEROSO.
De todos los
tiempos, el
rey entre los
reyes de los
generosos en
el baloncesto
es John
Stockton,
quien ocupa
el podio de las
asistencias.
60
61
Bryant. El base de Golden State,
pura magia, metió 11 triples para
terminar con 54 puntos y destrozar, cómo no, a los Knicks.
Por su parte, nadie ha metido
más triples en partidos consecutivos que Kyle Korver. El alero de
los Atlanta Hawks se pasó 127
encuentros anotando al menos
una vez desde los 6’75. El anterior propietario de este récord fue
Dana Barros, con 89 partidos consecutivos.
All Star.
El par tido de las estrellas. La
élite de la élite, el olimpo de
los dioses. 24 jugadores juegan
cada año un evento que paraliza
al mundo. Y entre ellos, a lo largo
de la historia, un elegido: Kareem
Abdul-Jabbar. Nadie ha jugado
más veces el All-Star Game que
el pívot que nació como Lew Alcindor. Hasta en 19 ocasiones
disputó el mejor partido del mundo.
En un encuentro donde lo que
prima es el espectáculo y los
ataques están sobre las defensas, las exhibiciones ofensivas
son algo que sucede cada año.
Este año, sin ir más lejos, estuvimos a punto de ver caer una
de las marcas más míticas del
par tido: la de puntos anotados.
Russell Westbrook, mejor jugador del All Star 2015, metió 41
puntos para dejar temblando la
plusmarca de, quién si no, Wilt
Chamberlain, que en 1962 metió
solo uno más: 42. El que no se
le escapó a Westbrook fue el título honorífico de máximo anotador
Nadie ha metido más triples en
partidos consecutivos que Kyle
Korver. Estuvo 127 encuentro
anotando al menos una vez
en una parte: 27 puntos anotó el
base de los Thunder en tan solo
dos cuartos.
Dentro del All Star, el escenario donde brillan los mejores,
también hay quien destaca sobre
el resto. Dos jugadores han sido
elegidos como MVP’s en cuatro
ocasiones. Uno de ellos es Bob
Pettit, que militó en los extintos
Milwaukee/St. Louis Hawks. Pettit, el hombre que revolucionó el
puesto de ala-pívot, ganó el pre-
DOS
ESTRELLAS.
Arriba, el
hombre que
revolucionó
el puesto de
ala-pívot, Bob
Pettit. Abajo,
la leyenda
de los Celtics
Larry Bird,
un rey de los
triples.
mio en 1956, en 1958, en 1959
y 1962.
El otro es La Mamba Negra.
Br yant, mito viviente de la liga.
Ha ganado otros cuatro títulos de
mejor jugador. Uno de ellos, el de
2009, lo compar tió con su enemigo íntimo Shaquille O’Neal. Los
de 2002, 2007 y 2011 llegaron
tras enormes exhibiciones anotadoras. De hecho, Br yant es el
máximo anotador de los partidos
de las estrellas con 270 puntos.
Por último, un apunte: solo ha habido tres jugadores en hacer un
triple-doble en el All Star: Jordan,
en el 97; LeBron, en 2011, y
Dwyane Wade, en 2012.
Los concursos son otra historia. Escenas imborrables se
han vivido en mates y en triples.
En mates, por ejemplo, salta la
sorpresa. Pese a que en el imaginario de todo buen aficionado
destacan los duelos entre Dominique Wilkins y Michael Jordan,
el rey de los mates a lo largo de
la historia es un jugador de tan
solo 1’75: Nate Robinson. Los
muelles del pequeño base han
ganado el concurso en tres ocasiones, en 2006, 2009 y 2010.
Para guardar en el recuerdo, el
duelo contra ‘Superman’ Howard
en el que se disfrazó de ‘Kr yptoNate’ (criptonita). Al menos, Jordan puede unirse a Nate y a Jason Richardson en otro exclusivo
club. Solo ellos tres han ganado
dos concursos de mates de manera consecutiva.
Desde el perímetro brillan
otros jugadores. Los dos reyes
del triple coincidieron son coetáneos y ambos han conseguido
tres triunfos en esta disciplina.
Son Larry Bird, leyenda celtic que
arrasó en 1986, 1987 y 1988, y
Craig Hodges, que hizo lo propio
en 1990, 1991 y 1992. Stephen
Curry acaba de ganar este año su
primer concurso de triples. Tiene
27 años… Hagan sus apuestas.
HOMENAJE. A
la izquierda,
la estatua
en honor
a Jordan,
considerado
el mejor
jugador de
todos los
tiempos, a la
entrada de la
cancha de los
Bulls.
62
63
ANTONIO
DÍAZ-MIGUEL
EL ENTRENADOR QUE NOS ENSEÑÓ A GANAR
64
65
Seleccionador durante 27 años, Antonio Díaz-Miguel fue uno de
los principales impulsores del baloncesto en nuestro país. Con él
en el banquillo, España se convirtió en una potencia y alcanzó un
hito nunca visto antes con la plata olímpica de 1984.
EQUIPO DE
LEYENDA.
Nombres
míticos como
Fernando
Martín,
Corbalán
o Epi,
entre otros,
formaban
parte de la
Selección que
se colgó la
plata en Los
Ángeles.
MARIO GARCÍA/
E
l salto inicial del pasado All
Star Game, con los hermanos Gasol frente a frente, escenificó un momento histórico del
deporte español. Fue una imagen
que reflejaba en un sólo instante
el nivel de excelencia que ha alcanzado el baloncesto de nuestro
país, liderado por una generación
de jugadores que ha conver tido
en realidad en el siglo XXI muchos de los sueños de sus antecesores. Los títulos en los Europeos de 2009 y 2011, el Mundial
El pasado mes de febrero
se cumplieron 15 años del
fallecimiento del técnico, primer
español en el Hall of Fame
de 2006, las ‘casi victorias’ ante
Estados Unidos y las consiguientes medallas de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012,
así como los anillos de Pau con
los Lakers o la presencia ya habitual de españoles entre las estrellas de la NBA, son hitos que no
habría sido posible alcanzar sin
la labor que desarrollaron antes
otras personas que dedicaron su
vida al baloncesto y ayudaron a la
evolución de este deporte en un
país que no siempre estuvo en la
élite. Antonio Díaz-Miguel (Alcázar
de San Juan, Ciudad Real, 6-71933), un adelantado a su tiempo
de cuyo fallecimiento se cumplieron 15 años el pasado 21 de febrero, es sin duda una las figuras
más importantes de siempre, un
histórico de la canasta que sacó a
la Selección de la oscuridad para
convertirla en una potencia.
Al mando durante 27 años del
“equipo nacional”, como le gustaba llamarlo, Díaz-Miguel marcó una época fundamental en el
desarrollo del baloncesto en España que tuvo su clímax en la inolvidable medalla de plata de los
Juegos de Los Ángeles en 1984,
un éxito sin precedentes hasta
entonces. Sin embargo, su largo periplo en la Selección comenzó como algo temporal en 1965,
cuando tras la marcha de Pedro
Ferrándiz fue elegido como entrenador de transición hasta que el
estadounidense Ed Jucker, dos veces campeón de la NCAA con Cincinnati (1961 y 1962), se hiciese
cargo del equipo a partir de 1967,
algo que finalmente nunca se produjo. Jucker firmó por los Royals
de la NBA y Díaz-Miguel permaneció en el puesto nada menos que
hasta 1992, protagonizando casi
tres décadas del deporte de la canasta en España gracias a su ex-
PRECURSOR.
Díaz-Miguel
también fue
un pionero
como jugador.
Militó en el
Estudiantes
en los inicios
del equipo
colegial y
disputó la
primera Liga
Nacional.
Como
seleccionador,
estrenó su
palmarés con
la plata del
Eurobasket
de 1973.
66
67
ÉPICO.
Disputarle el
oro a Estados
Unidos en la
final del 84,
tras batir a
Yugoslavia
en un partido
mítico,
convirtió en
héroes a los
integrantes
de aquella
Selección.
celente labor, que fue reconocida
internacionalmente. Tanto es así,
que en septiembre de 1997 se
convirtió en el primer español incluido en el prestigioso Basketball
Hall of Fame.
Díaz-Miguel fue un precursor de
este deporte no sólo como técnico, también como jugador. Formó
parte en sus inicios de la Liga Nacional de Primera División, creada en 1957, y fue integrante de
la plantilla de Estudiantes cuando
el equipo colegial daba sus primeros pasos. Alumno en el Ramiro
de Maeztu, probó primero con el
fútbol, donde destacaba y llegó a
ser capitán del equipo del instituto, antes de decidirse a jugar al
baloncesto con 17 años ayudado
por sus 1,85 metros, estatura por
la que destacaba sobremanera
en aquella época. Militando en el
club colegial comenzaría en 1952
su etapa como internacional. Con
la Selección jugaría 26 partidos,
logrando su récord anotador, 16
puntos, en el último que disputó,
ante Líbano, en 1959. Antes, al finalizar la temporada 1957-58, se
convertiría también en pionero en
cuanto a fugas al eterno rival se
refiere, al menos por la polémica
que rodeó su salida.
Años atrás, el célebre Antonio Magariños había evitado su
regreso a su Ciudad Real natal
por los problemas económicos
de sus padres cuando el negocio
que regentaban tuvo problemas,
nombrándole primero vigilante de
los alumnos de la Residencia de
Estudiantes, teniendo así comida
y alojamiento gratis, y más tarde
profesor de Educación Física, con
su correspondiente salario. Pero
eso no impidió que tiempo después llevase su talento al poderoso Real Madrid, teniendo que
aguantar la cólera de la afición rival en el primer derbi que les midió en La Nevera por haber abandonado la entidad en la que se
había formado. En el club blanco
pasaría dos campañas antes de
recalar en el Águilas de Bilbao,
donde pondría punto y final a su
trayectoria como jugador para iniciar una larga y exitosa como entrenador.
Con 32 años ya se encontraría
al frente de la Selección para comenzar una brillante etapa en la
que par ticiparía en seis Juegos
Olímpicos, cuatro Mundiales y
trece Europeos, hasta que el mal
papel de España en Barcelona 92,
Además del éxito en Los
Ángeles 84, conquistó con
la Selección dos medallas de
plata y un bronce en Europeos
68
69
‘ANGOLAZO’. España sufrió
un batacazo inesperado ante
Angola y acabó novena en los
Juegos de Barcelona. DíazMiguel dejó la Selección y
Lolo Sainz le sustituyó.
con la famosa derrota ante Angola como punto álgido, la cerrase
de forma agridulce. El primer éxito
de Antonio Díaz-Miguel llegaría tan
sólo tres años después de su aterrizaje en el banquillo nacional con
un más que digno séptimo puesto en los Juegos de México de
1968, liderados por Clifford Luyk.
Sin embargo, la primera medalla
de su trayectoria tendría que esperar hasta 1973, cuando España
superó en semifinales por primera vez en su historia a un gigante
como la URSS, campeona en las
ocho ediciones anteriores, y conquistó la plata en el Eurobasket
de Barcelona, tras caer en la final
ante Yugoslavia, un éxito que no
alcanzaba el baloncesto español
desde 1935.
Diez años más tarde, la Selección repetiría metal en la misma
competición en Nantes (Francia),
logro que precedió a la explosión
definitiva del baloncesto en nuestro país al año siguiente con la final olímpica ante un tal Michael
Jordan, máximo anotador del partido con 20 puntos, y el resto de
componentes del equipo nor teamericano en Los Ángeles.
‘Estados Unidos no dio tregua’,
titulaba el Diario AS en su crónica del trascendental encuentro.
Y es que el conjunto entrenado
por Díaz-Miguel sufriría una contundente derrota (96-65) que, no
obstante, no restaría esplendor a
un momento mágico que mantuvo
de madrugada delante de la pequeña pantalla a media España.
La épica victoria en semifinales
El mal papel en Barcelona 92
puso fin a una trayectoria en la
Selección que había comenzado
como algo provisional en 1965
REFERENTES. Díaz-Miguel
viajaba cada año a Estados
Unidos para estudiar
los métodos de trabajo
de técnicos como Lou
Carnesecca o Bobby Knight.
ante Yugoslavia (74-61) ya había
sido todo un triunfo. “Soy muy feliz. Este es un momento histórico para España, porque nosotros
nunca habíamos ganado una medalla. Es la victoria más grande en
nuestro historial”, aseguró el preparador manchego después del
encuentro ante un formidable rival, cuyos jugadores conocía bien
por sus habituales y legendarios
viajes anuales al país de las barras y estrellas, donde estudiaba
los métodos de trabajo de todas
las leyendas de los banquillos
universitarios como Bobby Knight, quien dirigió a Estados Unidos
en aquellos Juegos Olímpicos,
Lou Carnesecca, Dean Smith o
John Wooden.
En 1991, Díaz-Miguel, convertido ya tiempo antes en un personaje muy popular, conquistaría
el bronce en el Europeo de Roma
(Italia), en la última competición
en la que sería seleccionador antes de la debacle de Barcelona
92, donde su equipo no cumplió
las expectativas y acabó noveno.
En el haber de este mítico técnico
de fuerte personalidad y muy exigente hasta en los entrenamientos (“sin sufrir en los ensayos no
hay felicidad posible”), está asimismo la cuar ta plaza del Mundial de Colombia de 1982, pues-
BALONCESTO
FEMENINO.
El entrenador
nacido en
Alcázar de
San Juan se
proclamó
campeón de
Liga y Copa
en 1997 con el
Pool Getafe.
Fue su última
experiencia
en los
banquillos.
to que también ocupó la Selección
dos años antes en los Juegos de
Moscú, además de la quinta posición del Mundobasket de Puerto
Rico de 1974 y en el de España
de 1986, entre otros. Exjugadores
suyos como Josep Maria Margall,
Nacho Solozábal o Andrés Jiménez resumirían acertadamente la
aportación de Díaz-Miguel tras su
fallecimiento: “Fue quien avanzó
nuestro depor te. Ha marcado a
muchas generaciones de baloncestistas españoles. Su labor es
de las que dejan huella”.
No obstante, fue muy criticado
en ocasiones y su salida de la Selección en 1992 no se produjo de
forma tan idílica como su trayectoria seguramente merecía, pero
el baloncesto seguía siendo su
gran pasión y afrontó nuevos proyectos. El primero de ellos sería
el del segundo club que entrenaba en su vida tras su experiencia
en Bilbao décadas atrás, el histórico Clear Cantú en la temporada
1993-94. “Mucha gente pensaba
que yo no podía salir del baloncesto de esa forma y para mí es un
honor y un orgullo, primero, que
el Clear se haya fijado en mí, y
segundo, que me haya ofrecido
un contrato. Es una oportunidad
que me hace justicia”, afirmaba a
AS un dolido Díaz Miguel, moles-
to por su final en la Selección tras
el batacazo olímpico, del que fue
señalado, posiblemente de manera injusta, como el único responsable. Sin embargo, las cosas no
le saldrían bien en Italia y sería
destituido dos meses después de
que empezase la competición del
país transalpino por los malos resultados.
Mejor le irían las cosas en su
regreso profesional en España al
mando del equipo femenino Pool
Getafe en la campaña 1996-97,
club con el que ganó la Liga y la
Copa de la Reina. Fue la última
experiencia en los banquillos de
este histórico preparador, que
recibió pocos días antes de su
fallecimiento en febrero del año
2000 la Gran Cruz del Mérito Depor tivo, máxima distinción de la
Real Orden del Mérito Deportivo,
de manos de Mariano Rajoy, por
aquel entonces ministro de Educación y Cultura. Nunca cumpliría
otra de sus grandes aspiraciones,
dirigir al Real Madrid, a pesar de
haber tenido ofertas para hacerlo, al igual que del Barcelona, sobre todo durante los últimos años
de su duradera etapa en la Selección, como reconoció el propio
Díaz-Miguel a AS en 1990. Siempre antepuso a otras ambiciones
su querido “equipo nacional”, al
que dirigió en más de 400 partidos, y eso acabó convir tiéndole
finalmente en una auténtica leyenda del baloncesto por su labor
de impulsor de este deporte y por
sus éxitos con una Selección a la
que convirtió en un referente.
Águilas de Bilbao en sus
inicios y, tras la Selección,
Cantú y Pool Getafe fueron los
únicos clubes a los que dirigió
70
71
LA NIEVE, DE
LUTO
SEBASTIÁN ÁLVARO
Una vez más,
las montañas de
los Alpes son el
escenario de un
accidente aéreo. El
de Germanwings es
otro de una larga
lista marcada por lo
estratégico del lugar
en las rutas aéreas.
72
73
B
ossons es uno de los glaciares más impor tantes
del macizo del Mont Blanc. Se
trata de una impresionante lengua helada que desciende desde la misma cima de la montaña
hasta las puertas de la localidad
de Chamonix. Toneladas de hielo
y nieve que avanzan, lenta pero
inexorablemente, y entre las que
el famoso escalador Patrick Gabarrou hizo un descubrimiento
sorprendente en 1985: la imagen
de una princesa danzante pintada
sobre un trozo de metal. Se trataba de un pedazo del fuselaje del
Malabar Princess, un avión de la
compañía Air India que se había
estrellado cerca de la cima del
Mont Blanc en 1950.
La reciente tragedia del avión
de Germanwings se añade a la
lista de accidentes aéreos que,
como el de Air India, han tenido
lugar en la cadena montañosa
más elevada de Europa occidental. Una lista que no es pequeña
dada su altitud y lo estratégico de
su ubicación dentro de las rutas
de tráfico aéreo. Si en nuestros
días las tareas de rescate e investigación están siendo en extremo complejas, cabe imaginar lo
que supuso afrontar un accidente ocurrido hace 65 años y casi
en la misma cumbre de la, por
entonces, montaña más alta de
Europa. De hecho, un mal cálculo llevó a que una de las alas golpease contra las rocas de la cima
desencadenando una tragedia de
la que nadie salió con vida. Probablemente, con que hubiese volado
cinco metros más alto, se habría
evitado la tragedia.
En aquel invierno de 1950,
todo quedó fiado a la capacidad y
La lista de accidentes en los
Alpes no es pequeña, dado lo
estratégido de su ubicación en
las rutas de tráfico aéreo
NO ES EL
PRIMER
ACCIDENTE.
Antes de lo
ocurrido al
avión de la
compañía
alemana, las
montañas
de los Alpes
fueron testigos
de otras
catástrofes
aéreas.
valentía de los guías locales que
se lanzaron a la montaña, aunque
un ‘pique’ entre los de Saint Gervais y Chamonix por ver quién lograba ser el primero en llegar al
lugar del siniestro acabó con la
muerte de uno de ellos al caer en
una grieta. Prácticamente no se
logró recuperar nada de la aeronave y el pasaje del vuelo 245 de
Air India. La nieve y el hielo se los
tragaron para devolver, décadas
después y hasta hoy día, algunos
restos, como el dibujo de la princesa que daba nombre al avión
o una caja con piedras preciosas
valoradas en más de 300.000 dólares entregada a la policía por el
alpinista que la encontró.
El no lograr rescatar ni cadáveres ni apenas per tenencias o el
lugar donde tuvo lugar el siniestro envolvieron la tragedia en un
velo de misterio y dieron pie a
que se escribiesen no sólo ar tículos, sino incluso novelas, como
‘La nieve de luto’, que a su vez
sería la base sobre la que se escribió el guion de la película ‘The
Montain’, dirigida por Edward
Dmytr yck y protagonizada por
Spencer Tracy. Precisamente durante el rodaje de esta película,
en 1955, la estrella norteamericana se encontraría con otra estrella, pero del alpinismo: Walter Bonatti, que regresaba de lograr uno
de su más brillantes triunfos, el
pilar oeste del Dru. Aún en 2004
se estrenó una película francesa
que también tiene como base argumental el accidente del Malabar
Princess.
La fatalidad quiso que de nuevo, en 1966, otro avión de Air India se estrellase prácticamente
en el mismo lugar que el vuelo
245, en esta ocasión debido a
un inicio de descenso demasiado
apresurado que hizo que la aeronave chocase contra la montaña.
Fallecieron sus 117 ocupantes.
Si bien en esta ocasión ya se disponía de helicópteros, sus capacidades y maniobrabilidad estaban muy alejadas de lo que hoy
pueden hacer sus sucesores, por
lo que las labores de rescate resultaron en gran medida infructuosas. De nuevo, el glaciar se adueñó de todo, devolviendo algo con
el lento correr del tiempo y el hielo, como por ejemplo la saca del
correo que transportaba el avión y
cuyas cartas el Gobierno francés
se encargó de hacer llegar a sus
destinatarios. Quizá tuviesen razón los amigos de George Mallory,
desaparecido en el Everest, cuando afirmaron que los glaciares son
la mejor de las tumbas.