2ª ÉPOCA • NÚMERO 150 • 7 DE ABRIL DE 2015 JUAN ROMÁN INCLUYE ÍNTEGRO EL AS COLOR NÚMERO 149 DEL 2 DE ABRIL DE 1974 RIQUELME RÉQUIEM POR EL ÚLTIMO 10 3 2 4-19 LA EXTINCIÓN DE LOS ENGANCHES La Bombonera llora a Riquelme. Se retiró uno de los jugadores con mayor talento de las últimas décadas. Por Jorge Fernández Maldonado 26-39 EL NIÑO QUE SALTABA CON UNA ESCOBA El francés Lavillenie es el hombre que más se ha elevado en la historia del salto con pértiga: 6,16 metros. Por Ángel Cruz 40-51 ‘YOU CANNOT BE SERIOUS’ En la historia del tenis se han visto enfados monumentales. Aquí les mostramos un Top-10. Por Marta R. Peleteiro 52-61 74-122 ÍNTEGRO, EL NÚMERO 150 DE AS COLOR DEL 2 DE ABRIL DE 1974 NETZER CUENTA SU VIDA. “En el Borussia, cuando yo tenía la pelota, mis compañeros sabían hacia donde tenían que correr”. PEDRO SOLÉ, ‘MÍSTER FIDELIDAD’. “Zamora, Samitier, Pelé, Kubala, Di Stéfano, Cruyff... son futbolistas de leyenda”. LOS TRABAJOS DE GARCÍA REMÓN. 1. Portero de fútbol, con la esperanza de retirarse millonario. 2. Jefe comercial bancario. 3. Empleado en la peletería de su suegro. ANZARDA. “No fracasé en el Madrid; todo cambió a raíz de mi enfermedad de hígado”. PAVLOVIC. “Me gustaría jugar en Madrid, en el Real o en el Atleti”. LEAL, UN PORTERO QUE SE CONVIRTIÓ EN DELANTERO. “Me gusta más marcar goles que evitarlos”. EL AS COLOR CLÁSICO SOLO ESTÁ DISPONIBLE EN KIOSKO Y MÁS CONSÍGUELO GRATIS: • Si eres suscriptor de AS, El País o Cinco Días lo tendrás gratis en Kiosko y Más. • Si compras en Kiosko y Más un ejemplar de AS, El País o Cinco Días. COMPRA UN EJEMPLAR: • Cada semana a través de la plataforma Kiosko y Más por 0,79. LOS RÉCORDS DE LA NBA En la Liga profesional de Estados Unidos todo es y se hace a lo grande. Sus cifras históricas, también. Por Javier Ureta 62-69 ������������� ������������������������� ��������������������������� ��������������������������� ������������������������������ ��������������������������������� ������������������������������������ ���������������������������������� ��������������������������������� ���������������������������������� ������������������������������� EL ENTRENADOR QUE NOS ENSEÑÓ A GANAR Antonio Díaz-Miguel, además de dirigir la Selección durante 27 años, fue un gran impulsor del baloncesto. Por Mario García 70-73 �������������������� ��������� LA NIEVE ESTÁ DE LUTO ��� �������� ��� ���� ����������������� ����������������� ��������������������� �������������������� ��������������� ��� �������� ��� ���������� ����������������������� ���������������������� ������������������ ������������� Una vez más, las montañas de Los Alpes fueron el escenario de un trágico accidente aéreo. Por Sebastián Álvaro Editado por Diario AS Sociedad Limitada ������������������������������������������ �������� �������������� ������������� ������������� ������������� Presidente: Manuel Mirat Consejero delegado: Ignacio Soto Director: Alfredo Relaño Director adjunto: Alejandro Elortegui Director de AS.com: Luis Nieto ���������� �������� ������������ ���������� �� Han realizado este número: Coordinación y edición: Miguel Ángel Vasco, Iñaki Gómez Amores y Marta Peleteiro Diseño: Mariano Tovar y Laura Sánchez Infografía: Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y Sonia Mochón Fotografía: Archivo AS. Para cualquier duda, sugerencia o propuesta puedes escribir a [email protected] ������������������������������������� 10 4 RIQUELME Dignificó como nadie la camiseta por excelencia de uno de los mejores clubes de Sudamérica. Cuelga las botas el mejor futbolista de la historia de Boca Juniors. Nace la leyenda. Lo disfrutamos en el Barcelona, en el Villarreal, en Argentinos y en la albiceleste, pero su relación de amor con La Bombonera es una de las más románticas de la historia del fútbol. Hasta siempre, Román. EL FÚTBOL LLORA LA EXTINCIÓN DE LOS ENGANCHES 5 6 7 JORGE FDEZ. MALDONADO / E n todos los partidos el mismo ritual. La figura de Juan Román Riquelme ha sido algo tan especial en el ecosistema de Boca Juniors que alteraba el orden lógico de los cosas. Tras el 9, venía el 11. Y así, el último dorsal que retumbaba en la megafonía era el suyo. “Y con el 10, Juan Román Riquelmeeeeeeeeeee”, anunciaba el recitador bostero de alineaciones mientras La Bombonera rugía animando al mejor jugador de la historia de Boca que acaba de anunciar su retirada. Se apagó el Román futbolista. Nace su leyenda. Igual que sobre el terreno de juego el mago de Don Torcuato ponía el balón donde gustase, Riquelme también llegó al mundo cuando lo deseó. Porque sólo así se explica que naciera en el hospital de San Fernando el 24 de junio 1978, apenas un día antes de que Kempes hiciera carne el sueño argentino de salir campeón del mundo por primera vez. El esfuerzo de los padres de Román, Ernesto Luis Cacho y María Ana, pudo sacar adelante a una familia de once hermanos que apenas gozó de comodidad alguna. Riquelme, que era el mayor de todos, nunca necesitó ningún lujo para ser feliz. Le alcanzaba con dejarse caer por esos picados que se jugaban con pelotas descosidas en los cinco o seis potreros que rodeaban su hogar. Durante su carrera regaló grandes regates para el recuerdo. Pero en ninguno puso tanto esmero como aquellos quiebros que le hacía a ÍDOLO. Es el Dios absoluto de la hinchada de Boca Juniors. No hay un sólo aficionado bostero que no idolatre hasta la saciedad al genio de Don Torcuato. su madre cuando iba a catequesis. Tan pronto se iba María Ana tras dejar al niño, tan pronto salía el pequeño Román por la puerta de atrás para irse a jugar. “El mejor momento del colegio era el recreo, ¡por fin podía darle a la pelota!”. Para que se la pasara en los par tidos le llamaban Román, Romy, y alguno que otro como su hermano, Cabezón. Eran duelos con piques constantes en los que se apostaba un peso por jugador y la cantidad recaudada sufragaba los refrescos de después. Aquellos picados en los que soñaba con ser como Maradona los sigue jugando con estos amigos hoy en día. Sucha Ruiz, Cachi Arbo y Riquelme formaban un trío inseparable. Los tres pernoctaban muchas veces en la misma casa e iban juntos a los entrenamientos. Un tiempo más tarde, la prima de Cacho despertó el interés de Riquelme. Se llamaba Anabella. Surgió una relación de la que nacerían sus tres hijos: Florencia, Agustín y Lola. Si la Bombonera fue el templo de inspiración donde volcó todo su talento, Don Torcuato es su razón de ser. Porque es en este barrio del noroeste de Buenos Aires donde el ídolo bostero ha vivido tanto cuando salir adelante era un quebradero de cabeza familiar como cuando el fútbol le regó de oro. A cuadra y media de su residencia de toda la vida, se compró la mansión donde vive actualmente. Allí se pueden juntar hasta 20 para disfrutar de un buen asado. Un barrio donde la gente pelea por sacar adelante a los suyos y 8 BOSTERO. Empezó y acabó su carrera en Argentinos, pero Boca es el equipo de su corazón al que catapultó a la cima del fútbol. 9 es feliz con poco. El escenario paradisiaco donde Riquelme pasaba sus vacaciones cuando jugaba en Europa. Y es que Riquelme es un tipo muy familiar. “Mi hermano es el mejor amigo que me dio la vida”. Su secuestro fue uno de los peores momentos de su vida. Aunque para amor de verdad, el que profesa por su madre, que se dirige a él como El Nene. “Es lo más grande, la quiero con locura”. La salud de esta no se negocia, aunque el peaje por pagar fuera renunciar a la Selección argentina. “Jugar con la camiseta de mi país no justifica hacerla sufrir a ella”. En 2006 tuvo que ser hospitalizada en dos ocasiones. “Mi obligación es cuidarla”, aseguró en su renuncia. A su padre le debe llegar a ser profesional. La tenacidad de Cacho, un enfermo del fútbol, le obligaba a ver partidos y a entrenar mientras se afanaba en vencer la resistencia de su madre, que no veía claro lo de que quisiera ser futbolista. “Agradezco a mi padre que me enseñara a jugar a la pelota”. Pese a que Riquelme es una persona muy recluida en su reducido grupo íntimo de amigos y fa- El 25 de octubre de 1997 sustituyó en La Bombonera a Maradona en el último partido del Pelusa con Boca Juniors miliares, hay algo a la que ha entregado su vida y que está a esa misma altura: el esférico: “La pelota está al nivel de mi papá, de mi mamá, de mi mujer y de mis hijos. Cuando la tratas bien, hace caso. Cuando voy a tirar un penalti o un córner, agarro la pelota con las dos manos y le doy un beso. Lo hago porque siento que cada vez la tratamos peor. La pelota me ha dado de comer, mis hijos viven gracias a ella”. Un binomio sin límites que definió Menotti: “Cuando Riquelme tiene el balón todo es posible”. Todo empezó en lo que parecía una tarde más en la residencia familiar de Don Torcuato. El golpe de la puerta apenas rompió el habitual bullicio que presidía siempre su casa. Quien llamaba era Jorge Rodríguez, a la postre descubridor del mayor ídolo de la historia de Boca Juniors. Les habló a sus padres, les dijo que había visto a su hijo jugar un partido y se había enamorado. Él tenía un equipo en Bellavista, La Carpita, y quería que su hijo jugara allí. A los 10 años se lo llevó con él a Argentinos Juniors para empezar a jugar en fútbol once. Esa manera de pisar el balón merecía su ingreso en el club. Calcaba los inicios de Maradona. La felicidad que sentía Román cuando pateaba el esférico hacía olvidar los inconvenientes. Entrenar con Argentinos Juniors era vivir cada día una aventura: dos horas de viaje en tren, a los que añadir el viaje en colectivo (autobús). “Disfrutaba mucho en esos años. Soñaba con ser futbolista”. Por mucha pasión que Riquelme le pusiera, aquellos interminables paseos eran imposibles de sostener. Así que sentó a sus padres alrededor de la mesa, recién terminada la primaria. Con una convicción ciega les dijo que abandonaba los estudios para dedicarse por completo al fútbol. A su madre le aseguró: “No te preocupes, voy a ser futbolista”. Su físico y su carácter introvertido le condenaba al banquillo más de lo deseable en los inicios en La Paternal. Ante esta situación, su padre Cacho encaró al entrenador Carlos Balcaza: “Quiero llevarme a mi hijo a otro club”. No le dejó y fue entonces cuando retrasó su posición a volante central. Uno de los mejores mediapuntas de la historia del fútbol jugó una buena parte de su vida de canterano como el clásico ‘5’ argentino. Llegó el estirón físico, las exhibiciones se hicieron habituales y nació un líder dentro del campo. Se empezaba a forjar el gran futbolista que fue. Se enfrentó al Barcelona de Puyol en un FAMILIAR. Riquelme adora a su familia. Es el mayor de once hermanos y siente especial devoción por su hermano. Su secuestro antes de ir al Barcelona es uno de los peores momentos de su vida. “Doy un beso a la pelota cuando lanzo una falta o un córner porque siento que cada vez la tratamos peor” 10 torneo en Europa en 1994. Eran años en los que según Román, jugaba unas seis horas al día a la pelota. Y llegó el momento en que se disolvió la Generación del 78, una de las más prometedoras de la historia de Argentinos Juniors. ¿El motivo? La decisión que marcaría su carrera profesional. Mucho antes de que todo Boca Juniors se rindiera a su mito, Riquelme ya había entregado su corazón al equipo de la ribera. “Toda mi familia ha sido siempre de Boca y fueron felices cuando fiché”. River peleó más por él. El club millonario le puso un contrato sobra la mesa mucho más suculento: 120.000 dólares. Una oferta imposible de rechazar con el cerebro pero que sí lo frenó el corazón: “Mi madre me dijo que si me ponía esa camiseta no iría nunca a la cancha a verme. A mi representante le dije que como fuera, por la mitad de plata, me tenía que llevar a Boca”. “Cuando le comenté esa posibilidad fue como si le hubiera anunciado la muerte de un familiar”, recuerda su agente Marcos Franchi. También se interesó el Barça, que intentó forzar un partido para ficharlo. Al final, llegó Boca, Bilardo lo pidió y Jorge Griffa llevó las gestiones. “Ni borracho” hubiera ido a River. Al año de llegar a Boca, el Parma ofreció 14 millones. Lo rechazó por triunfar de bostero. Uno de los ‘10’ más recordados, jugó toda la primera par te de su carrera con el dorsal 8. Ese es el número que vistió en Argentinos y con el que se dio a conocer al mundo el 10 (no podía ser otro día del mes) de noviembre de 11 1996, cuando debutó ante Unión de Santa Fe. En ese 2-0, La Nación le puntuó con un 8. No se había cumplido ni un año de su llegada al club. “¡Qué bien juega este chico!” se le escuchó decir al narrador televisivo de aquel par tido. En su estreno, la pelota respondió. Nunca le falló. Le devolvió con calidad la pared al Negro Cáceres para que marcara. Asistencia en su debut. Y, por primera vez, atronó en la Bombonera el clásico “Riqueeeeeelme, Riqueeeeelme”. “Un pibe que se viene”, presagió Olé. Dos semanas más tarde, conseguiría su primer tanto contra Huracán. Un derechazo arriba, a la escuadra, que cerraba la goleada por 6-0. Pero estos inicios no fueron fáciles. Bilardo y Veira, sus dos primeros técnicos, contaban con Maradona y Latorre como enganches. Lo obligaban a jugar por la izquierda, y Román nunca se sintió bien en los costados. “Me gusta tener la pelota, agarrarla y hacer jugar al equipo”. Aún así iba dejando destellos de su descaro: en su primer Clásico ante River intentó un gol desde el centro del campo. El 25 de octubre de 1997 se produjo un acontecimiento histórico: el último partido oficial de Maradona. El Pelusa se retiró ovacionado de La Bombonera y, en una simbólica sustitución, entró Riquelme. El testigo de la veneración de la hinchada cambiaba de manos. La llegada de Carlos Bianchi al banquillo hizo el resto. Al Virrey no le tembló el pulso para apartar a jugadores consagrados. A Riquelme le dio el enganche, le BIANCHI. El binomio de Riquelme y el entrenador llevó a Boca a lo más alto: le hicieron Campeón del Mundo contra el Madrid. “Mi madre me dijo que si fichaba por River no iría a verme a la cancha. A mi agente le dije que me llevara a Boca por la mitad” 12 13 GORRO. Riquelme convirtió en una tradición festejar los muchos títulos que ganó con Boca colocándose en la cabeza algún gorro o sombrero identificativo. entregó galones y le pidió que fuera el líder del equipo junto a Palermo y Schelotto. Así se forjó uno de los mejores Boca de la historia. A los cinco meses salieron campeones. Estuvieron más de 35 par tidos sin perder y Riquelme se confirmó como el crack que era: “Bianchi me hacía sentirme libre. Aquel equipo entraba a la cancha y sabía que ganaba”. El Loco Palermo se hinchó a meter goles como receptor principal de su magia: “Estaba tranquilo. Sabía que en cada par tido me iba a dar dos pases de gol”. Al buen juego y la diversión de la grada se le añadieron los títulos: dos Aperturas (1998 y 2000) y el Clausura de 1999. Pero en Sudamérica la gloria se conquista en la Copa Libertadores. Tras 22 años sin alzar el máximo entorchado continental, Riquelme lideró dos consecutivas. En la del 2000 fue decisivo con goles y asistencias contra Nacional y en el Superclásico contra River (golazo de falta en El Monumental). La final contra Palmeiras se decidió en los penaltis. Riquelme no falló en el suyo: “Jugaste un partido excepcional. Maestro, te quiero mucho. El arquero no salió ni en la foto en tu penalti”, le dijo un eufórico Maradona al acabar el partido. Aquella Liber tadores abrió la ventana por donde se coló el partido más inolvidable de Riquelme: la Intercontinental ganada al Real Madrid. Poca gente recuerda que Román fue duda hasta última hora por un esguince de rodilla. “No me lo quería perder”. Contra los Galácticos, considerado mejor equipo del mundo en ese momento, Riquelme agarró la pelota para convertirse en amo y dueño de la final. Tan pronto la ponía larga 70 metros para asistir a Palermo en el 2-0, como bailaba sobre IMPARABLE En uno de los partidos de su vida, el ‘10’ dio una exhibición ante los Galácticos en la Intercontinental. ella para escondérsela a los blancos, impotentes todo el partido a la hora de detectar su manera de jugar. “Quería ver si era capaz de jugar contra esos jugadores. Lo disfruté”. Casillas le arrebató la gloria total al sacar de la escuadra un libre directo. “¡Florentino, fíchalo!” fue la portada de AS al día siguiente. Alcanzar la cima no redujo el hambre de este histórico equipo. La Liber tadores 2001 repetiría campeón. Riquelme le hizo goles a Petrolero, a Junior de Colombia… Palmeiras clamó venganza en cuar tos y preparó una encerrona. No le abrieron las puertas del estadio y su autobús quedó a merced de la enfervorecida hinchada brasileña, que zarandeó el vehículo. En el otro gran partido de su carrera, Riquelme se envalentonó en este ambiente hostil: logró un golazo en preciosa jugada individual y marcó su penalti en la tanda decisiva. Tampoco fallaría en la de la final contra Cruz Azul. Se llevó el premio al mejor jugador de la final. Volvía a conquistar Sudamérica. No tendría tanta suer te en la Intercontinental contra el Bayern. Las lágrimas con las que Riquelme finalizó el partido quien sabe si se podrían haber evitado de haber expulsado al árbitro a Paulo Sergio en la dura entrada que sobre él cometió. Bien anulado por los alemanes, un gol de Kuffour en la prórroga resolvió el título. Se le escapó entre los dedos el bicampeonato mundial. Tras tanto éxito, el cobro de primas por ganar se transformó en retrasos en los pagos de los jugadores. Sólo se le subió el sueldo a Palermo. A Román no le gustó que no le mejoraran el contrato y pidieran un dineral por su traspaso. De ahí surgió el inolvidable gesto del Topo Gigio en un Clásico contra River. Las desavenencias con el presidente Mauri- 14 cio Macri, la salida de Bianchi y el secuestro de su hermano fueron el detonante. Llegaba el momento de partir, aunque nunca se fue del todo: “Cuando estuve fuera y veía a alguien jugando con la 10 de Boca, pensaba que estaba usando mi camiseta. Me decía que se la había prestado hasta que volviera”. Dejaba seis títulos en tres años. Cuando parecía que el Atlético sería su destino final, se cruzó el Barcelona y fue presentado el 16 de julio de 2002. Finalizada la rueda de prensa de su puesta de largo, Van Gaal lo llevó a su despacho. Sobre su mesa, un montón de videos de Riquelme. Y un comentario lapidario: “Cuando tiene el balón, usted es el mejor jugador del mundo. Cuando no lo tiene, jugamos con unos menos”. El primer día ya se vislumbraba una relación tormentosa que no dejaría triunfar a Román en la Ciudad Condal. Y eso que llegaba como refuerzo estelar para contrarrestar la llegada de Ronaldo al Real Madrid. Nunca hubo feeling entre ambos. Van Gaal consideraba que si alineaba a Riquelme tendría que protegerse poniendo muchos futbolistas a su espalda. Lo ponía de extremo izquierda. Se fue Van Gaal, pero tampoco tuvo buena conexión con Antic. Jugó 30 partidos y marcó tres goles. Pese a que no triunfó, en Barcelona alumbró los sueños de un joven que llegaría a conver tirse en uno de los mejores jugadores de su historia: Andrés Iniesta. El manchego invitó a Román a su boda. La llegada de Ronaldinho le obligó a salir por cupo de extracomunitarios. Esta decisión le ocasionó una profunda depresión y meditó dejar el fútbol. Pero supo hallar el remedio: su carrera se relanzaría en El Madrigal. “Soy de Boca y soy de Villa- 15 rreal”. Allí pudo demostrar que podía jugar bien en el Viejo Continente y tan a gusto se sentía que rechazó al United y a Ferguson cuando lo visitó. Hay quien cree que el paso por España de Riquelme no fue muy fructífero: no lo consideró así Zidane, del que DECEPCIÓN. Junto con el penalti marrado contra el Arsenal, la Intercontinental perdida ante el Bayer es su principal decepción. Román no se perdía ninguno de sus partidos y admiraba sus controles. El francés decidió entregar la camiseta de su último partido en España (Real Madrid-Villarreal en el Bernabéu) a Riquelme. Con Senna a su espalda y Forlán de finalizador (le hizo ganar una Bota de Oro), llevaron a un equipo humilde a soñar con la Champions. Riquelme hizo al Benfica el primer gol del club en la máxima competición continental. Acabó líder la fase fe grupos por delante del Manchester United. Cayó el Glasgow en octavos y el Inter en cuartos. El asedio al Arsenal para remontar el 1-0 de Highbur y no fructificó. Y llegó el inolvidable penalti. Riquelme había marcado los cinco que había lanzado ese año. Y en aquel fatídico minuto 88 se esfumó el sueño. Su carácter empezó a chocar con el de Pellegrini hasta que la fractura fue total. Le excluyó de la plantilla. El presidente Fernando Roig lo acusó de “creerse que está por encima del equipo”. Se echó abajo su fichaje por el Atlético de Aguirre cuando parecía seguro. “Volveré” dijo cuando anunció su marcha de Boca. Y llegó el ansiado regreso. “Romance de cuatro meses. Amor por siempre”, se podía leer en una pancarta al poco de llegar cedido. Con Banega a su lado y Palermo- Palacio arriba Boca tenía equipo para volver a alcanzar la gloria. Lo lograron en la Libertadores de 2007, gracias a sus actuaciones contra Toluca, Vélez (gol olímpico), Libertad y Cúcuta. En la final contra Gremio la rompió. Marcó de falta en la ida y la puso en la es- Zidane le regaló la camiseta de su último partido con el Madrid y en el Barcelona era idolatrado por un joven Iniesta Con su amado Boca Juniors ganó tres Libertadores, una Intercontinental y once títulos en total con el club de su vida ADMIRADOR. Riquelme idolatraba a Zidane, por eso nunca olvidará que le regalase la camiseta de su despedida. cuadra en la vuelta, cuando hizo un doblete. “Es el genio del fútbol argentino”, narró el periodista televisivo. Alzaba su tercera Libertadores como tres Champions tienen Iniesta, Maldini, Puyol, Roberto Carlos o Raúl. En la mayor transferencia histórica de la Liga argentina, Boca pagó 15 millones de dólares para volver a tenerlo en propiedad tras otros seis meses sin jugar en Villarreal. En esta última etapa alternó títulos (dos aperturas, una Copa Argentina y una Recopa Sudamericana) con el inicio de muchas polémicas y un largo historial de lesiones. Su deteriorada relación con Palermo abrió numerosos debates en los medios. “Hay 16 mucha gente que me ha querido haceq quien busca dañarme y lo único que han conseguido es que el hincha de Boca me quiera más”. En 2010, asistió al Loco en el gol que le convertía en máximo goleador bostero de la historia, pero no lo celebró con él. Un año más tarde, Riquelme no aparecía en la lista de invitados al partido de despedida de Palermo. Tras unas largas e intensas negociaciones para su renovación, finalmente firmó por cuatro años. Cobraría cinco millones de dólares hasta 2014. Fue una época difícil, en la que hubo muchos enfrentamientos con el entrenador Falcioni. La hinchada siempre estuvo del lado de su crack. “No es gracioso tener que demostrar quien tiene más fuerza entre Falcioni y Riquelme cuando hace cinco meses entre Riquelme y Maradona, la gente eligió a Riquelme”. La mejor prueba: la escultura de Román que el 2 de julio de 2011 levantó Elizabeth Eichorn en nombre de toda la afición de Boca: “Es la emoción más grande que he vivido como futbolista. Están locos, jamás podré devolver todo lo que me han dado”. En esta etapa de declive final, hubo una excepción. La Liber tadores 2012. Boca y Riquelme llegaron a la final, y se quedaron a las puertas de su cuarto título. El día de la final contra Corinthians aseguró: “Me siento vacío, no tengo más por dar”. No tenía buena relación con el técnico ni con el presidente. Se cansó de que no lo mimaran. “Solo le pido a Dios que se quede Juan Román Riquelme, que se quede para siempre, para toda la alegría de la gente”, le cantaban en la manifestación para evitar su salida. Llegaron ofertas de China, Catar, México y hasta se habló de un posible regreso a Villarreal. No se decidió a volver hasta que Boca perdió con River. Ya no estaban Falcioni, Palermo ni Schiavi. Afirmó que volvía por Bianchi “el mejor entrenador de la historia de Argentina”. Les faltó jugar juntos en Europa. Bianchi le reclamó para su Atlético, pero ya se había com- 17 ARGENTINA. Riquelme sólo jugó un Mundial con su país. En gran parte se debió a sus dos renuncias a la Selección en dos momentos diferentes. BARÇA. Su paso por Barcelona estuvo marcado por la obsesión de Van Gaal, que le impidió triunfar. El fichaje de Ronaldinho forzó su salida. prometido con el Villarreal. Sólo jugó 28 partidos en las dos últimas temporadas. Su magia tocaba a su fin y no pudo ganarle la apuesta a su hermano, a quien le prometió que jugaría hasta los 40. Pero se despidió jugando para Argentinos, el club donde todo empezó en 1991 y donde se iba a cerrar el ciclo. Ayudó a su club de origen a recuperar la máxima categoría. Con la Selección disputó 57 partidos y marcó 17 goles, pero le faltó vuelo. Su primer gran éxito fueron liderar las conquistas del Sudamericano Sub20 de 1997 y el posterior Mundial junto a Samuel, Cambiasso, Aimar, etc. Su logro a mayor escala es la medalla de Oro de los Juegos de Pekín. Jugó el Mundial de 2006 y fue el máximo asistente con cuatro pases de gol. Su trayectoria internacional quedó marcada por sus dos renuncias: en 2006 por las críticas a su madre y en 2009 por desavenencias con Maradona. Ya no se le podrá ver en directo, pero quedará su recuerdo. Entre los muchos detalles de fantasía que Riquelme regaló al fútbol están una larga colección de regates increíbles. Dos eran sus especialidades: los caños y la milanesa, es decir esa manera de amagar, esconder el balón y salir por cualquier perfil que realizaba pisando el balón. En cuanto a los caños, el más recordado fue el que le realizó a Yepes contra River en la Libertadores. Con 3-0 en el marcador y rodeado por tres rivales, Topo Gigio se inventó una salida genial: encontró la vía de escape con un caño pisando el balón hacia atrás. En uno de sus últimos encuentros, dejó un caño contra Lanús sin tocar el balón al recibir un pase. Solari en El País afirmaba que Riquelme se organiza a partir de la contradicción. De sus dos vertientes se ha escrito en abundancia. Riquelme divide las aguas, se podía leer en Argentina. O lo amas o lo odias. Se le acusó de correr DESGRACIA. Riquelme, que no había fallado ningún penalti esa temporada, vio como Lehman le detuvo la pena máxima que forzaba la prórroga de un posible paso para la final de la Champions League. FELICIDAD. Riquelme fue feliz en el Villarreal, equipo en el que pudo demostrar que podía jugar en Europa. 18 poco, regatear esfuerzos en los entrenamientos y mandar mucho en el vestuario, más que el entrenador y el presidente. De agitar problemas y de sacar a jugadores de Boca por enfrentarse con él. Decir Román en Boca pone a todos en alerta. Pero también es una persona fiel a sus principios, capaz de ponerlos por encima de la camiseta de su Selección en dos ocasiones, de renegar de un Mundial o de estar seis meses sin jugar. De decirle no a River por amor a Boca. De enfrentar y ganarle un pulso al presidente Macri o al mismísimo Maradona. De decir a la directiva que hasta que no cobrasen los canteranos no cobraban los mayores. Canteranos que debían ser incluidos en las primas, a los que invitaba a comer y con los que se sentaba a charlar en los asados de equipo. Leal y fiel con sus amigos, jugó lesionado para que Nico Gaitán recibiera un homenaje en su último partido. El fútbol queda huérfano de su pausa, sus pisadas, sus caños, sus pases, sus controles y la sensación de tener todo el fútbol en sus botas, pese a que tenía el pie derecho más pequeño que el izquierdo. “Me sacas el fútbol y me muero” le contó en una ocasión a Ángel Cappa. Porque en las concentraciones no jugaba a la Play: veía fútbol y estudiaba a los rivales. Un día reciente alguien le contó que hasta el Papa es riquelmista. Como también lo era Hugo Chávez y lo es Sabina, quien le regaló su célebre sombrero en un concierto en 1999. Le acusaron de ser lento. Como si alguna vez hubiera necesitado velocidad para que sus equipos fuesen rápidos. Con él, sus compañeros volaban: “No es rápido de traslación pero tiene la astucia de hacer pasar de largo a los veloces y la inteligencia de no medir la velocidad con nadie”, le elogió Valdano, quien también aseguró que Román “guarda la memoria del fútbol de todos los tiempos”. “De pequeño soñaba con jugar 19 ETERNO. La afición decidió hacer inmortal a Riquelme al construir como homenaje una estatua de 2,20 metros en el museo de Boca Juniors. un solo partido en La Bombonera, con toda la gente mirándome. Y ahora voy a poder decirle a mi hijo que soy el que más partidos jugó en esa cancha. Boca es una parte muy importante en mi vida y yo creo que fui un poco importante para el club. Tuve la suerte de decir que fui Campeón con esa camiseta. Tuve la sensación de que venían a la cancha a verme a mí. La Bombonera es como el jardín de mi casa. Sentía que iba a ser el mejor cada par tido. La 10 es mi camiseta y va a ser mía toda la vida”. Le dio cinco Ligas, tres Libertadores y una Intercontinental. Una estatua de 2,20 en su museo lo homenajea. Con el agradecimiento eterno al mayor de sus ídolos, la fiel hinchada de Boca se quedara ya siempre esperándolo como reza la canción: “Me quedé un ratito a esperar que Juan Román haga un Topo Gigio, o un caño, y vuelva a deslumbrar. El balón se enciende al estar en su botín, y al pisar el césped el enganche está feliz”. 20 LAS FOTOS DE LA SEMANA 21 ¿PARTIDO AMISTOSO? Kolar, futbolista de la República Checa, no olvidará su partido contra Eslovaquia. Ni el número de pie de Skrtel. Menos mal que se trataba de un encuentro amistoso. RADOVAN STOKLASA. AFP Photo. DUCHA DE ESPUMA. Espectacular imagen de la embarcación MAPFRE durante la Volvo Ocean Race. A veces, por el enorme tamaño de las olas, parece más una prueba de surf. F. VIGNALE. Getty. EVITÓ EL TAPÓN PERO... Cuando amagas con lanzar a canasta y no lo haces (Tarczewski, de Arizona) puede caerte un rival de las nubes (James Farr, de Xavier). R. MACKSON. USA Today. 22 23 ¡QUÉ ARTE¡ Sebastian Vettel se marcó este ‘saltito-bailecito’ para celebrar su primera victoria como piloto de Ferrari. El actual campeón del mundo de F-1, Lewis Hamilton, ni se inmutó. M. VATSYAYANA. AFP Photo. POR LOS AIRES. El torneo de footvolley de Birmania, disputado en Rangún, fue un auténtico espectáculo. Linn intenta bloquear el disparo de Thura, jugador del Ministerio de Defensa. S. T. WIN. AFP Photo. ¿VERÁ LA CARRERA? En la carrera de caballos más exquisita del mundo, la de los diez millones de dólares de Dubai, se pueden ver algunos modelitos de sombreros como éste. M. NAAMANI. AFP Photo. LA MEJOR TELE. Panorámica del NRG Stadium durante el partido de la NCAA entre los Bulldogs de Gonzaga y los Devils de Duke. El videomarcador, para los que están muy arriba, es una gozada. SCOTT HALLERAN. Getty. 24 25 LLENO ABSOLUTO. Preciosa imagen del circuito estadounidense de Martinsville (Virginia) justo antes de darse la salida. La prueba correspondía a la NASCAR. J. EDMONDS. Getty. SOMBRAS CON VIDA PROPIA. La sombra de la pareja estadounidense de patinaje sobre hielo formada por Madison Chock y Evan Bates se refleja en la pista. J. EISELE. AFP. BAÑO MERECIDO. El caballo ‘Revolver Negro’, perteneciente a la cuadra de Chris Waller, es limpiado por sus cuidadoras tras la carrera de Mornington, disputada en Melbourne. VINCE CALIGIURI. Getty. ¡ASÍ YA PODRÁ! Aunque no lo parezca, el futbolista israelí Etey Shechter sólo tiene dos piernas. Curiosa imagen del entrenamiento de Israel la víspera de enfrentarse a Gales. BAZ RATNER. Reuters. 26 El francés Renaud Lavillenie es el hombre que más se ha elevado en la historia del salto con pértiga: 6,16 metros impulsado por una ‘garrocha’ de fibra de vidrio, por una carrera de velocidad vertiginosa y favorecido por una técnica impecable. Ha hecho historia por destronar al mítico Sergey Bubka, el Zar. 27 LA CONQUISTA DEL ESPACIO. Los cielos son su territorio. Renaud Lavillenie ha saltado más que nadie con la pértiga. EL NIÑO QUE SALTABA ARBUSTOS CON UNA ESCOBA LAVILLENIE 28 29 SU DNI ÁNGEL CRUZ / B arbezieux-Saint-Hilaire es un pueblecito del suroeste de Francia, de 5.000 habitantes, por el que pasa el Camino de Santiago y que atrae a numerosos turistas. Allí vino al mundo el 18 de septiembre de 1986 Renaud Lavillenie, el rey de la pértiga, y allí comenzó a saltar, si puede llamarse saltar pér tiga a tratar de superar arbustos en el patio de su casa provisto de una escoba. El niño Renaud quería imitar a su padre, Gilles, que había practicado una especialidad que, en el futuro, iba a dominar aquel chiquillo que organizaba en su jardín Juegos Olímpicos para sus amiguetes y para su hermano, Valentin, que también llegaría a ser pertiguista de élite. Cuando nació Lavillenie, el entonces soviético Sergey Bubka, a quien iba a destronar, era capaz ya de elevarse por encima de los 6,01 metros (único hombre capaz de hacerlo en aquellos momentos), había ganado ya un Mundial y un Campeonato de Europa y soñaba con volar más y más alto, con récord tras récord, recompensados generosamente hasta convertirle en un hombre rico y en un mito del atletismo y del deporte en general. Cuando Renaud Lavillenie comenzó a entrenarse un poco seriamente, a los siete años, en el estadio de Cognac y a las órdenes entonces poco exigentes de su padre, Bubka había subido ya hasta los 6,15 metros, su máxima conquista del espacio. Los alcanzó en Donetsk, una ciudad actualmente arrasada por la guerra de Ucrania, donde se celebraba una reunión monotemática, con el salto con garrocha como única atracción. Nadie Nació en Barbezieux-Saint-Hilaire (Francia), el 18 de septiembre de 1986 Mide 1,77 metros. Pesa 69 kilos Plusmarquista mundial en pértiga (pista cubierta) con 6,16. Al aire libre tiene 6,02 Juegos Olímpicos: Oro en Londres 2012 Mundiales: Bronce en Berlín 2009 y Daegu 2011 y plata en Moscú 2013 Europeos: Oro en Barcelona 2010 y Helsinki 2012 Mundiales en pista cubierta: Oro en Estambul 2012 Europeos en pista cubierta: Oro en Turín 2009, París 2011, Gotemburgo 2013 y Praga 2015 ALEGRÍA Y TATUAJE. Renaud Lavillenie, tras superar un listón. En su brazo, tatuado, un motivo referente a los Juegos de Londres 2012, en los que ganó el oro. 30 31 PROGRESIÓN Año Marca 2015 6,04 pc 2014 6,16 pc 2013 6,02 2012 5,97 2011 6,03 2010 5,94 2009 6,01 2008 5,70 pc 2007 5,45 2006 5,22 2005 4,70 2004 4,60 2003 4,30 2002 3,40 TÉCNICA ASOMBROSA. El pertiguista francés domina la especialidad como nadie y su técnica del paso del listón es magistral. entonces podría ni siquiera soñar que aquel muchacho francés no muy alto y no muy fuer te, pero muy rápido y decidido, iba a ser el encargado de tomar el Palacio de Invierno y destronar al Zar. Iba a suceder el 15 de febrero de 2014, también en Donetsk, uno de los escenarios de los éxitos de Sergey (y de Yelena Isinbayeva), organizador de la competición. Un emocionado abrazo entre los dos selló el relevo en la cúpula del salto con pértiga. Fue la última vez que se disputó esta reunión, porque Donetsk está en la actualidad casi en ruinas, pisoteado por el apocalíptico caballo de la guerra. Renaud Lavillenie es ahora el presidente del Club de los Seis Metros, al que sólo per tenecen 18 atletas: cuatro rusos, cuatro nor teamericanos, tres australianos, tres alemanes, dos franceses y un ucraniano (Sergey compitió al principio con la Unión Soviética) y un sudafricano. Todos son de raza blanca. Ningún atleta negro ha conseguido superar esa barrera, aunque el estadounidense Lawrence Johnson no estuvo lejos de conseguirlo el 25 de mayo de 1996, en Knoxville: se quedó a dos centímetros, lo que mide el diámetro de una moneda de cinco céntimos. Pero este no es un club en el que todos los miembros muestren los mismos galones, porque Sergey colecciona 44 pruebas con marcas iguales o superiores a esa medida, y Lavillenie ha llegado ya a la docena, y las que le faltan por conquistar. Los demás, lejos, muy lejos, tienen como líderes a los rusos Maksin Tarasov y a Rodion Gataullin, ambos con siete marcas superiores a esos seis metros. Y el jefe de todos ellos es Renaud Lavillenie, el hombre que más se ha elevado. Tiene el récord mundial en pista cubierta en 6,16, pero al aire libre el dueño de la plusmarca es aún Bubka, con los 6,14 que consiguió en la altitud de Sestriere (Italia). Ese es LE FALTA UN ORO. El galo tiene todos los títulos posibles, salvo el Mundial al aire libre. Este verano intentará conquistarlo en Pekín. 32 33 el objetivo estival del francés. Subir por encima de esa medida al descubierto y ganar el título mundial, que es el único que le falta para tenerlo todo. Ha competido tres veces en los Campeonatos del Mundo y el oro siempre se le ha escapado de los dedos: dos bronces y una plata. En Pekín, en agosto, en el Nido de Pájaros, asaltará ese título que se le resiste. Lavillenie es un genio de la pér tiga, de extraordinaria técnica, más bajo de lo normal (1,77 metros) y más liviano (69 kilos), pero más veloz que casi todos. Llega a la tabla a 35,4 kilómetros por hora, algo más rápido de lo que llegaba el Zar. Y cargado con la pértiga y sin poder bracear, lo que aumenta sustancialmente el valor de este dato. Lavillenie utiliza una garrocha más dura (resistencia a la flexión) de la que empleaba Sergey y tiene un agarre (la medida más alta a la que está la mano) de 5,08 metros. Bubka agarraba algo más alto, hasta 5,15 en momentos especialmente propicios. Es decir, que Lavillenie salva el metro y ocho centímetros de diferencia entre el agarre y su marca a base de fuerza con los brazos, impulso de catapulta del instrumento y técnica para rodear el listón. Su máximo éxito ha sido desbancar a un mito del deporte como Sergey Bubka RÉCORD MUNDIAL. El francés, tras saltar en Donetsk (Ucrania) por encima de 6,16 metros, la máxima altura sobrepasada por un pertiguista, un centímetro más alto que su admirado Bubka. Una maravilla. PÉRTIGA DURA. La ‘garrocha’ que utiliza Lavillenie es una de las más duras del mundo. Una auténtica catapulta difícil de doblar. Si Renaud comenzó a entrenarse con siete años, y con su padre, su primera experiencia internacional en competición importante no llegó hasta los veinte, cuando compitió en los Europeos Sub 23 de Debrecen (Hungría). Fue sexto y pasó desapercibido. Sin embargo, dos años después el salto de calidad fue apoteósico. Gilles, su padre, ya sabía que tenía entre las manos una joya y, consciente de la modestia de sus conocimientos, puso en contacto a su hijo con Philippe D’Encausse, un mítico técnico francés, que fue un atleta de élite: octavo en los Juegos de Seúl Olímpicos de 1988 y décimo quinto en los de Barcelona 1992, y llegó a saltar 5,75 metros en 1993. Era hijo de La ciudad de su éxito, Donetsk, se encuentra ahora casi reducida a cenizas por la guerra 34 TRES GIGANTES. Sergei Bubka y Renaud Lavillenie posan con la Torre Eiffel al fondo, durante una exhibición en París. El ucraniano y el francés se admiran mutuamente. 35 Hervé d’Encausse (nacido en Hanoi, cuando Indochina era una colonia francesa), medalla de bronce en los Europeos de Budapest 1966 y que llegó a tener el récord europeo de la especialidad, con 5,28 (1967). En ese 2009 Lavillenie ganó el Europeo en pista cubierta de Turín en marzo, superó los seis metros por primera vez en junio y fue bronce en los Mundiales de Berlín en agosto. Ya estaba en la cima. Esos primeros seis metros los consiguió Lavillenie en el Campeonato de Europa por Selecciones de Leiria (Portugal), con 6,01. Superó, además, el récord francés de Jean Galfione, que tenía 5,98 desde 1999. Mejorar la plusmarca de su país no es poca cosa, porque la escuela francesa es históricamente una de las mejores del mundo. Galfione había sido campeón olímpico en Atlanta 1996, y era un fantástico saltador, aunque con una cier ta propensión a sujetar con la mano el listón mientras lo franqueaba, algo absolutamente prohibido… También pertenece al Club de los 6 Metros, al que ingresó en los Mun- diales de Maebashi 1999, aquellos en los que el malogrado Yago Lamela asombró en longitud con sus 8,56 metros, poniendo en serios apuros nada menos que a Iván Pedroso. El primer título europeo lo consiguió Lavillenie al año siguiente, en 2010, en el estadio Lluis Companys, más conocido como Montjuïc, sede de los Juegos de 1992. Y el título olímpico lo alcanzó en Londres 2012. Tiene todos los títulos absolutos posibles, salvo el mundial, como ha quedado dicho. Esta competición le ha sido esquiva en las tres ocasiones que la ha afrontado. En Berlín 2009 fue tercero, tras el australiano Hooker y el francés Romain Mesnil; en Daegu volvió a subir al tercer escalón del podio, esta vez batido por el polaco Pawel Wojciechowski (¡qué gran escuela, también, la del país centroeuropeo!) y el cubano Lázaro Borges. Cuba, por cier to, sin una tradición especial en pértiga, está obteniendo en los últimos años resultados espectaculares. Y hace dos años y algunos meses, en Moscú, cambió el bronce por la plata, pero cedió ante DOS COLOSOS FRENTE A FRENTE LAVILLENIE BUBKA Fecha de nacimiento: 18-09-1986 4-12-1963 Estatura: 1,77 1,83 Peso: 69 85 País: Francia Ucrania/URSS Mejor marca al aire libre: 6,02 6,14 Mejor marca en sala: 6,16 6,15 Olímpicos: 1 1 Mundiales: 0 6 Europeos: 2 2 Mundiales en pista cubierta: 1 4 Europeos en pista cubierta: 4 1 Veces por encima de 6: 12 44 Promed. 10 mejores marcas: 6,04 6,12 Dureza de la pértiga: 14,3/14,6 10,8/11,5 Agarre: 5,08 m 5,10/5,15 m Velocidad últimos 10 m: 35,3 km/h 34,4 km/h Punto de despegue: A 4,40* A 4,40 TÍTULOS CONSEGUIDOS *de la vertical del listón 36 37 Lavillenie es el líder del ‘Club de los 6 Metros’ en pértiga, al que pertenecen 18 saltadores el alemán Raphael Holzdeppe. Ambos saltaron 5,89 metros, pero el germano los franqueó a la primera y el francés a la tercera. Esos dos nulos le relegaron a la segunda plaza. Y por eso vencer en los Mundiales de Pekín es el objetivo número uno. Allí, quizá, esté acompañado en la final por su hermano, Valentin, que en los Europeos de Praga le escoltó en la sexta plaza. Curiosa coincidencia con Sergey Bubka, que también tenía un hermano menor pertiguista, Vasiliy. El francés (5,80) no ha subido tan alto como el ucraniano (5,86). Todas las miradas de los atletas de élite se dirigen este año al Extremo Oriente, hacia aquel estadio fantástico en el que se coronó Usain Bolt en los Juegos de 2008. Allí Renaud Lavillenie intentará llenar ese hueco que le falta en su sala de trofeos, conquistar esa medalla de oro mundialista. Y allí estará, en el palco de honor, Sergey Bubka, el Zar, el hombre que rompió con todo, el atleta que ganó seis títulos consecutivos, cosa inédita en la historia del atletismo, en cualquier prueba. El primer oro lo consiguió con 19 años y el último con 29. ¡Qué gran honor ser el heredero de ese portento! EL REY DE LA FIBRA DE VIDRIO. La pértiga ha pasado de ser de bambú a aluminio, acero y finalmente sintéticas, como la fibra de vidrio, que ha impulsado enormemente la especialidad. SU ÚLTIMO ORO. Renaud Lavillenie consiguió su cuarto título consecutivo en los Europeos en pista cubierta de Praga, el pasado mes de marzo. Nadie había logrado esa hazaña en la historia de la pértiga en sala, ni siquiera Sergei Bubka. PHILIPPE D’ENCAUSSE. En el centro, el técnico que dirige los pasos de Renaud Lavillenie y de su hermano Valentin. D’Encausse fue finalista olímpico en los Juegos de Seúl 1988. Le entrena un antiguo pertiguista y su hermano es también saltador de élite internacional 38 39 TECNOLOGÍA ESPECIAL PÉRTIGAS DE BAMBÚ, ALUMINIO, ACERO Y FIBRA DE VIDRIO POR LOS AIRES. Renaud Lavillenie, en una bellísima imagen. La pértiga es una prueba muy mediática. Para saltar seis metros era un pastor protestante Roma 1960. Le ofrecieron en pértiga hay que ser un de origen en ese país eurointerpretar al ‘Rey de los atleta excepcional y estar peo. También se le conoció, Monos’ en el cine, pero ayudado por una tecnología después, como ‘El Rey del nunca llegó a hacerlo. especial. Porque lo que aho- Bambú’, por la naturaleEl primer récord mundial ra parece evidente (utilizar za de la pértiga. Una vez con pértigas de fibra de pértigas de fibra de vidrio, fracasó y cuando alguien vidrio lo consiguió otro caer en mullidas, esponjose lo recriminó, se justificó: norteamericano, George sas y amplias colchonetas) “¿Qué quieres que haga? Davies, que el 20 de mayo en otros tiempos, de 1961 superó 4,83 remotos, eso sí, eran metros en Boulder lujos no inalcanzables, (Colorado, Estados sino inexistentes. Los Unidos). Ya se venía esforzados de la época experimentando con se elevaban provistos ellas desde los inicios de pértigas de bambú de la década anterior o, en el colmo de la (cuenta la leyenda sofisticación, de aluque hubo muertos en minio o de acero, que esos ensayos, porque apenas se doblaban. las pértigas sintéticas Y aterrizaban, nunca se comportaban, al mejor dicho, sobre principio, de forma un montón de tierra, inesperada y trágica, REY DEL BAMBÚ. Cornelius Warmerdam. salpicada y levemente expulsando a los atlesuavizada, a veces, con Esta mañana he tenido tres tas en cualquier dirección) alguna esponja. Había que ceremonias religiosas y y el primer atleta que las caer de pie, claro, y no de estoy cansado”. utilizó en una competición espaldas, como ahora. Los El norteamericano Bob de élite fue el griego Yogos listones, entonces metáliGutowski llegó a superar Roubanis, que consiguió cos, ahora también son de 4,78 con aluminio y su con una de ellas el bronce fibra de vidrio. compatriota Don Bragg suen Melbourne 1956. Causa asombro comprobar bió hasta 4,80 con acero. ¿Quién podía imaginar que aquellos pioneros eran Le llamaban ‘Tarzán’, por entonces que esos cinco capaces de elevarse por su aspecto, y de hecho metros serían sobrepasaencima de 4,77 metros con interpretó a pleno pulmón dos muchos años después bambú. Lo hizo el estadoel famoso alarido fílmico de por alguna mujer y que los unidense Cornelius Warmer- Johnny Weismuller cuando hombres se las verían con dam, al que llamaban ‘El estaba en lo más alto del alturas superiores a los Holandés Volador’, porque podio en los Juegos de seis? EL CLUB DE LOS 6 METROS Marca Atleta País Lugar 6,16 6,15 6,06 6,05 6,05 6,04 6,02 6,03 6,03 6,01 6,01 6,01 6,01 6,00 6,00 6,01 6,00 6,00 Renaud Lavillenie Sergey Bubka Steven Hooker Maksin Tarasov Dmitri Markov Brad Walker Rodion Gataullin Okkert Brits Jeff Hartwig Igor Tradenkov Timothy Mack Evgeniy Lukyanenko Björn Otto Tim Lobinger Jean Galfione Danny Ecker Toby Stevenson Paul Burgess Francia Ucrania Australia Rusia Australia Estados Unidos Rusia Rep. Sudafricana Estados Unidos Rusia Estados Unidos Rusia Alemania Alemania Francia Alemania Estados Unidos Australia Donetsk Donetsk Boston Atenas Edmonton Eugene Gomel Colonia Jonesboro San Petersburgo Mónaco Bydgoszcz Aachen Colonia Maebashi Dortmund Modesto Perth pc pc pc pc pc pc pc pc: Pista cubierta Fecha 15-02-2015 21-02-1993 07-02-2009 16-06-1999 09-08-2001 08-06-2008 04-02-1989 18-08-1995 14-06-2000 04-07-1996 18-09-2004 01-07-2008 05-09-2012 24-08-1997 06-03-1999 11-02-2001 08-05-2004 25-02-2005 Marcas sobre 6,00 12 44 5 7 2 3 7 3 5 1 1 1 1 2 1 1 1 1 40 41 YOU CANNOT BE SERIOUS: UN TOP-10 DE ENFADOS EN EL TENIS El tenis suele ser comparado siempre con otro deporte individual: el boxeo. Quizás es porque se trata de una disciplina solitaria donde ambos rivales entran en un ring o pista, con un árbitro de por medio, y se lanzan golpes hasta acabar con un KO y un abrazo. Pero esa soledad, esa lucha contra el de enfrente, contra el árbitro y, sobre todo, contra uno mismo, a veces da lugar a enfados mayúsculos. Repasamos los más memorables. POR MARTA R. PELETEIRO 42 43 YOUZHNY, O CÓMO PARTIRSE LA CARA EN LA PISTA MCENROE CONTRA EL MUNDO EL NÚMERO 1... EN CARÁCTER. En el tenis hizo historia, pero si en algo no le hacían sombra los demás tenistas era en su cáracter polémico y explosivo. Un jugador único. Tras 77 títulos en individuales (7 de ellos de Grand Slam), 71 en dobles (otros nueve majors) y un Roland Garros en dobles mixtos, además de ser el número 1 en las dos clasificaciones, a John McEnroe se le recordará siempre por su carácter indómito. Romper raquetas, acordarse de la familia de los árbitros hasta remontarse varias generaciones o liarse a golpes con todo aquello que le rodease, ya fuesen sillas o macetas, eran comportamientos más que comunes en Big Mac, tanto que hasta llegó a protagonizar anuncios valiéndose de esta fama. Y su autobiografía lleva el mismo título que este reportaje: ‘You cannot be serious’ (“No puedes hablar en serio”, o más coloquialmente, “Estás de coña”). Esa fue la mítica frase que pronunció hacia el juez de silla durante el partido de Wimbledon de 1981 ante Tom Gullikson, cuando aseguraba que la pelota había entrado. “That ball was on the line”. Gullikson, tras perder, quiso retirarse también del cuadro de dobles e irse con su mujer, quien estaba a punto de dar a luz. El juez árbitro, Fred Hoyles, al que McEnroe había llamado para soltarle algunas lindezas sin castigo alguno, le dice que podría multarle por irse así. “Bien, Fred, podrías hacer eso, pero entonces yo podría contarle a la prensa lo que John McEnroe te llamó ayer”, argumentó Gullikson. La respuesta fue un simple “Buen viaje”. La presión en ese tempranero par tido sobre el pasto de Londres, donde creía que ya debería haber ganado antes, le llevó a la intensidad de protestar y pelear cada bola hasta ganar el torneo y sumarlo así a una carrera con muchos éxitos, pero también con multas y suspensiones por su mala conducta. “Escoria del mundo”, “No has cometido ningún error en este partido, ¿verdad? ¡¡¡Responde a mi pregunta!!! ¡¡¡Responde, c…!!!”, etc. De su boca podía salir cualquier cosa. El tenis es solitario, sí. Los tenistas son autoexigentes, también. Pero hay diferentes formas de tomártelo. Si eres Novak Djokovic, te ríes de ti mismo. Tiras de ironía. Pero ¡ay! si eres el ruso Mikhail Youzhny… Entonces has de partirte la cara…, o la cabeza. Nos ponemos en contexto. Año 2008. Masters Series de Miami. Tercer ser del Youzhny-Nico Almagro. El español está 5-4 y sirviendo para ganar. Cuando el ruso tiene una oportunidad de break la desperdicia mandando un golpe de revés a la red. Momento de furia y ¡zas, zas, zas! Tres dolorosos golpe de raqueta bien centrados a su propia cabeza hasta abrir una brecha por la que comienza a chorrear sangre. La cara de su banquillo es indescriptible. Aunque con el carácter marcial de este es posible que no sea la primera vez que ven algo así. Lo curioso es que le funciona. Que lleva al murciano al tie-break y le arrebata el partido con una mirada de loco hacia la bola en cada punto que da miedo y sin haber recibido un solo warning, por lo que Almagro protesta al árbitro tras caer en el tercer match-point. Pero ya no hay vuelta atrás, el español está fuera y el ruso se cuadra en el centro de la pista como un guerrero que ha cumplido y saluda militarmente hacia los cuatro extremos de la pista, listo para la siguiente batalla. SIN COMPASIÓN. Así se dejó la cara Youzhny tras los golpes que él mismo se propinó con la raqueta en la frente durante un partido contra Almagro. La autoexigencia. 44 45 NALBANDIAN O EL TENIS COMO DEPORTE DE CONTACTO 7-6 (7-3) y 4-3. ¿Parece este el resultado de un partido de tenis terminado? Pues no, a no ser que el que pase por allí sea un malhumorado argentino con ganas de guerra. Se trataba entonces del torneo de Queen’s de 2012. El partido era entre David Nalbandian y Marin Cilic. El de Córdoba no estaba de acuerdo con una decisión del árbitro y le arreó una patada a la publicidad que rodea las sillas de los líneas. ¿Problema? Que la pequeña valla se rompió y su golpe llegó al árbitro que allí estaba causándole incluso herida. Era la final, así que el croata, campeón, y el argentino, a casa descalificado. Pidió perdón porque dijo haberlo hecho de forma involuntaria. Posiblemente fue lo primero que se encontró en medio de su enfado y no llegó a reparar en el juez que había detrás. FERRER, O CÓMO NO SABER ESTAR CALLADO DURO GOLPE. Seguro que no tenía más intención que la de descargar la furia de su enfado, pero no contó con que el panel se rompería y dejase así la pierna del árbitro. Abierto de Estados Unidos de 2008 y David Ferrer lo pasa mal ante el japonés Kei Nishikori. Se sienta en la silla y comienza a blasfemar en alto: “No puedo la p… bola, c… No puedo pegar. Mi cabeza está hecha una mierda. Mi cabeza está hecha una p… mierda. Imposible que pueda jugar”. Entonces se oye un “Warning Mister Ferrer” por parte de la juez de silla. “Why warning? Why warning now?”, responde él preguntándole por qué le amonesta y argumentado que sólo está hablando para sí mismo. “It’s normal, you are a girl”, sentencia finalmente el español refiriéndose a la condición de mujer de la umpire, y añadiendo que las chicas no pueden hacer nada. Al final, el jugador de Jávea perdió el partido y los nervios, pero pidió disculpas a través de un comunicado desde Valencia a la jueza y al público. “Lo que dije fue una tontería, producto de los nervios y sin pensar lo que estaba diciendo. Por supuesto jamás he subestimado a la mujer respecto al hombre y quiero pedir perdón a todas las personas que hayan podido ofender”. Un calentón. Por su parte, Rafa Nadal también tuvo problemas para estar callado ante la impotencia de un partido frente a Novak Djokovic. Nada más que la final del US Open de 2011. Era el primer Abierto de Estados Unidos para el serbio y ya le había ganado al manacorí las seis finales que habían disputado ese año. La desesperación y un punto que Nole reclamó como out y Carlos Ramos lo aceptó provocó uno de los enfados más conocidos del tenista español. “¿Tú cuán- do cantas los outs, cuando los canta él o cuando los ves tú? No lo entiendo”, le dijo al brasileño, quien replicó: “Tengo que pensarlo, no estoy seguro”. “La bola se ve, no se piensa”, sentenció enfadado el mallorquín, quien hace poco llevó a más su trifulca diciéndole en Río que iba a pedir que no le arbitrase más. A Feliciano López, en Toronto, en un partido ante De Bakker, le pasó algo similar. El árbitro dio el juego, set y partido para el rival del español y éste se enfadó mucho y protestó airadamente: “Se ha ido un tanto así”, dijo haciendo el gesto de la distancia con las manos, a lo que el árbitro replicó: “Partido terminado: 7-6, 6-3”. “No bota ni cerca”, dice López. “No puedo rearbitrar”, contesta el umpire. “¿Qué quieres decir? ¿Qué haces entonces en la silla? Se ha ido muy lejos. No has visto la bola, tío”, argumenta Feli. “Tengo que confiar en la jueza”, responde el juez de silla. “La jueza tampoco ha visto la bola. Tienes que rearbitrar el punto. Fue muy claro, tío”, vuelve a replicar Feliciano, quien obtiene un “No es tan claro para mí”. “Ya te lo he dicho, se ha ido un tanto así. No has visto la bola. Has cometido un error y tienes que reconocerlo, tío”, insistía el español. OFUSCADO. Así debió de sentirse David Ferrer durante el US Open de 2008, cuando comenzó a blasfemar en alto y no paró siquiera tras recibir el warning de la ‘umpire’. 46 SERENA, PERO CON INSTINTO ASESINO FUERA DE ESCENA. Las supuestas palabras que la tenista de Estados Unidos dirigió a la juez de línea acabaron con ella fuera del torneo. Un enfado que le salió caro. En 2009, durante la semifinal del Abierto de Estados Unidos entre Serena Williams y Kim Clijsters, la norteamericana acabó descalificada por unas palabras dirigidas hacia una línea que le cantó una foot fault. La menor de las hermanas Williams había perdido el primer set y estaba por 6-5 por detrás en el segundo, sacando pero 15-30 para la belga. La falta de pie en el segundo saque suponía una doble falta y, por tanto, dos puntos de partido para la europea. Serena no hizo honor a su nombre y, según contó después la línea, se acercó a la jueza señalando con la raqueta y diciendo: “Te voy a matar”. Tras hablar con el juez árbitro se decidió la sanción a la americana con un punto, lo que llevó a que acabase perdiendo, eliminada y descalificada. “En todo el año no he cometido una falta de pie y de pronto en este torneo me la señalan. No es una excusa. Fue lo que fue y ya está. Nunca he estado en una pelea en toda mi vida, así que no sé por qué ella se ha sentido amenazada por mí. No creo que la llamara el juez árbitro, creo que ella se ofreció, fue allí y dijo algunas cosas. No lo sé. Yo no estaba allí. Me estaba preparando para el siguiente punto. Creo que ella dijo que yo le había dicho que la iba a matar y yo respondí ‘¿Qué? ¿Yo? Espera un minuto’, pero entonces me había oído mal”, explicó después Williams. 47 LOS CABALLEROS DEL TENIS TAMBIÉN ROMPEN RAQUETAS La furia, como sentimiento que es, no se puede controlar. Si te entra la risa, difícilmente la contienes. Si uno necesita llorar, llora. Y cuanto más le digan que no llore, más salen las lágrimas. Es de humanos, y al tenis juegan caballeros, algún gentleman, pero todos son eso, humanos. Y como nadie se escapa a eso, dejando al especialista de la materia John McEnroe aparte, en el arte de romper raquetas tenemos incluso hasta a Roger Federer. Dicen que cuando era pequeño era un soberbio de mal carácter. Quizás lo hiciese todo tan bien que no podía soportar que algo le saliese mal. Con los años lo supo controlar, pero algún impulso se le ha escapado a lo largo de su carrera. Uno de los más recordados tuvo lugar también el Masters Series de Miami, como el episodio de Youzhny y su mala relación con la raqueta. Aquí, en el tercer set también (otra coincidencia), de su partido ante Djokovic en la edición de 2009, mandó su drive a la red y, acto seguido, la pala al suelo. Situación: siniestro total. Y es que las raquetas sufren mucho, y quien lo ponga en duda puede preguntárselo a las compañeras de faenas de Marcos Baghdatis. Este se lleva la palma. En 2012, tras caer en el segundo set del partido del Abierto de Australia ante el que sería campeón en 2014, Stanislas Wawrinka, el chipriota se lió a golpes con su material. En menos de medio minuto se cargó hasta cuatro, alguna sin tan siquiera haber salido del envoltorio. Resultado: una fama labrada en internet a base de reproducción del vídeo y una multa que equivaldría más o menos a lo que valdrían sus raquetas. En el Masters 1000 de Shanghai, por su parte, parece que los aires asiáticos no sentaron bien al actual número uno y Andy Murray. En la edición de 2012, en la final que se llevó el serbio, este olvidó sus bromas le arreó cuatro golpes a la raqueta. Lástima que no fueron contra la pelota, sino contra el suelo, para acabar después contra los carteles de publicidad. Pero el escocés no se quedó corto y después repitió la jugada de su contrario: la botó en el suelo y la tiró lejos en su primer enfado, para luego acabar a golpes con la pista después. El serbio tiene ya un pequeño historial: ante el británico, contra Rafa Nadal, frente a Ernerst Gulbis… Ernests Gulbis, quien presume de partir las palas de un solo golpe, Marat Safin, Fernando González, Andy Roddick, Gastón Gaudio, David Ferrer… ¿A quién no le ha pasado alguna vez? 48 49 VERDASCO ‘SE GUSTA’ ANTE GASQUET Y LOS FRANCESES POLÉMICO. Así era Tarango como tenista, controvertido hasta la saciedad. Tras sus acusaciones de corrupto a un árbitro en Wimbledon acabó descalificado. Hace un lustro, Fernando Verdasco se jugaba la final del Open de la Costa Azul ante el local Richard Gasquet. Al francés parecía salirle todo a ojos del madrileño. “Se ha jugado 10 bolas y las 10 le han entrado. 10 de 10. Su p… madre, su p… madre, hos…, p… francés de mierda, hos…, p…”. Sobre la tierra batida del Niza Lawn Tennis Club, Verdasco perdió los nervios al ver la remontada espectacular de Gasquet en el tercer set, donde el madrileño estaba por delante. Fue abucheado por la grada gala y respondió: “Es el peor público del mundo, los p… franceses de los co…”. Y con ellos enfadados y censurando, él pedía más: “Me gusta, me gusta, me gusta”, decía. Al final el título fue para Gasquet en la muerte súbita: 6-3, 5-7, 7-6 (5). TARANGO Y EL ÁRBITRO CORRUPTO ABOFETEADO POR SU MUJER Jef f Tarango debía de ser un pieza, según cuenta Andre Agassi en sus memorias (‘Open’), recientemente publicadas. El ahora marido de Steffi Graf se quejaba de sus artimañas desde pequeños, cuando coincidían en torneos menores. Pues bien, en 1995, en Wimbledon, cuando Tarango se enfrentaba a Alexander Mronz, conocido por poco más que por haber sido novio de la alemana, el americano sacó, el línea cantó mala la bola y corrigió después. El árbitro, Bruno Rebeuh, mandó repetir el punto, a lo que Tarango protestó. Y ahí se desató la furia. El público increpó al estadounidense, éste se dirigió a alguien del respetable para mandarlos callar. Luego vino el warning del árbitro y Jeff se arrancó y le llamó corrupto. Otro warning más y el americano se enfada y se va. Lo curioso es que de camino a los vestuarios Benedicte Tarango, la mujer del tenista, se encontró con el árbitro y le arreó dos bofetadas: “Si lo hace mi marido, le expulsan del tenis”, sentenció ella. Obviamente, Tarango fue descalificado y multado. LA CABEZA, CLAVE EN EL TENIS. Verdasco es uno de los mejores tenistas de España, y con un mayor control de las emociones en los partidos, estaría aún más arriba. 50 51 PELEA EN EL TENIS, PERO SIN TENISTAS DUELO DE EGOS. Entre la pasión de los argentinos y el carácter difícil de tenistas como Hewitt, aquella Copa Davis de 2005 acabó rodeada de una gran polémica. ¿Y quién necesita tenistas para enfadarse en un partido de tenis y acabar como el rosario de la Aurora? De nuevo el Abierto de Estados Unidos fue el escenario en el que se desarrolló la trifulca. Jugaban Novak Djokovic y Philipp Petzschner en la segunda ronda del major americano, pero se cambiaron las tornas y estos acabaron como meros espectadores de lo que ocurría en las gradas, donde una mujer reprochaba a otro aficionado su manera de comportarse. No se ponían de acuerdo y apareció un hombre de más edad para separarlos. Cuando todo indicaba que apartaba a la chica y se acababa el enfrentamiento, ambos varones acabaron pegándose y cayendo asientos más abajo. Luego más público intervino para separarlos y miembros de seguridad se presentaron para dar por finalizado el altercado. Curiosamente no hay ningún resultado de raquetas rotas. HEWITT Y CORIA, Y SUS GESTOS EN LA DAVIS Si de los argentinos dicen que son pasionales y que viven mucho el deporte, de Lleyton Hewitt se comentan también algunas cosas y no siempre buenas sobre su compor tamiento en las pistas. En 2005, en el partido de cuartos de final de la Copa Davis que medía al australiano con Guillermo Coria, quedó patente que la relación entre ambos países no era buena, algo que ya venía de lejos con el aussie, Nabaldián y Juan Ignacio Chela de por medio. Al final el primero fue quien se llevó el encuentro, pero este no estuvo falto de polémica por los gestos obscenos de Coria y las acusaciones de insultos y lanzamiento de esputos. “Me sentí molesto por sus gestos y después comenzó a insultar al capitán de nuestro equipo, al resto de nuestros jugadores y a mí personalmente. Fuera de la cancha será una persona diferente, pero dentro de ella es un mal educado. Prefiero perder todos los partidos antes que tener un comportamiento como el de él”, dijo Coria. Por su parte, Hewitt cargó contra él: “Escupió a los oficiales y en dirección al árbitro durante el partido. Además, también escupió al líder de los hinchas locales. Yo no insulté a nadie. Lo peor que puedo gritar es ‘come-on’, algo que no creo que sea malo comparado con la actitud de Coria”. FUERA DE CANCHA. Por una vez no fueron los tenistas los protagonistas del enfado, sino el público del Abierto de Estados Unidos, que acabó en pelea. 52 53 RÉCORDS NBA LAS CIFRAS MAREANTES DE UNA LIGA EN QUE TODO ES A LO GRANDE Si hay un campeonato en el mundo donde todo se mide, ese es la NBA, donde la estadística se lleva al límite. Aquí repasamos los números más importantes de la competición norteamericana. 54 55 JAVIER URETA / T odos los depor tes americanos tienen una característica en común: las estadísticas son una parte importante de su cultura. Desde la NFL (donde los equipos tienen datos que incluyen hasta el rendimiento de los rivales según la temperatura que haga) hasta la MLB, la liga de baseball, donde ‘Moneyball’, una de las mejores películas de deporte filmadas últimamente, es el mejor ejemplo para ilustrar hasta qué punto las estadísticas están presentes en el deporte norteamericano. La NBA, la mejor liga de baloncesto, no se queda al margen. La competición nació definitivamente en 1948 (en 1946 se había creado el embrión con la BAA) y en esos casi 60 años de historia ha habido tiempo de sobra para que las grandes estrellas dejasen marcas que quedasen para el recuerdo. El último en batir un récord legendario fue, quién si no, el legendario Kobe Bryant. El escolta de los actualmente desmejorados Lakers no consiguió ninguna plusmarca, pero grabó con letras de oro su nombre al colocarse tercero en la lista histórica de anotadores de la NBA. Puntos. Con los dos puntos que anotó en el segundo cuar to frente a Minnesota Timberwolves el pasado 15 de diciembre, Kobe Bryant pasó a Michael Jordan. La Mamba Negra llegó desde la línea de Si hay una característica común dentro del mundo del deporte norteamericano, es el componente estadístico tiros libres a los 32.293, uno más de los 32.292 que anotó Su Alteza Aérea en toda su carrera. Y ya saben, pese a su última lesión, Kobe ha mostrado su intención de seguir jugando hasta la 20162017. Pero Kobe ‘solo’ ocupa el tercer lugar en la lista de puntos conseguidos. El máximo anotador de la historia es el pívot Kareem Abdul-Jabbar, que con sus 38.387 lidera la tabla por delante de Karl ENTRE LOS GRANDES. Dentro de las estadísticas de los puntos, destacan Malone y Kobe Bryant. A este último una lesión le tiene apartado de las canchas. Malone (36.928) y el propio Kobe. Bryant lleva actualmente 32.482 y sufre una lesión que le tendrá apar tado de las canchas hasta la temporada que viene, así que para superar a Kareem tendría que meter 5.905 puntos en los 164 par tidos que jugaría en las dos temporadas que le quedan si no sufriese ninguna lesión. Es decir, unos 36 puntos por encuentro. Algo que, a su edad, no parece posible. Para recordar quedan esos 81 puntos que anotó él solo contra los Toronto Raptors. Si nos referimos a máximos anotadores en un solo par tido, para encontrar al recordman hay que remontarse a la época de Wilt Chamberlain. El pívot de Pennysilvania, que dominó la liga desde 1959 a 1973, metió 100 puntos el 2 de marzo de 1962 en un partido que enfrentaba a sus Philadelphia Warriors frente a los New York Knicks. Una cifra que difícilmente se podrá superar. Tras él vuelve a aparecer el nombre de Bryant, que le endosó 81 puntos a los Raptors en 2006. Cierra el podio el Almirante, David Robinson, que jugando en los San Antonio Spurs destrozó a los Clippers con 71 puntos. Si buscamos la regularidad en la anotación, debemos volver a Chamberlain: en la temporada 1961.62 promedió la burrada de 50,4 puntos por partido. Rebotes. Los récords también se consiguen debajo de los tableros. En la NBA ha habido verdaderas bestias a la hora de rebotear. Un sospechoso habitual en esto de las plusmarcas aparece de nuevo en esta estadística: en la historia de la liga, nadie ha cogido más rebotes que Wilt Chamberlain. El mítico pívot de Philadelphia Warriors, 76ers y Lakers acabó su carrera con 23.924 capturas en EL MEJOR. El máximo anotador de la historia es Kareem Abdul-Jabbar, que con sus 38.387 puntos lidera la tabla de los récords por delante de Malone y Bryant. 56 1.045 duelos. Eso quiere decir que, de media, Wilt cogía casi 23 rebotes por partido. Impensable en el baloncesto moderno. Bill Russell, conocido como El Señor de los Anillos por poseer nada más y nada menos que 11 trofeos de campeón de la NBA, ocupa el segundo puesto de la tabla con 21.620 rebotes. Kareem Abdul-Jabbar está en el último escalón del podio con 17.440 capturas. Primero en el total de puntos y tercero en el de rebotes. Casi nada. Las actuaciones individuales en un solo par tido también son para recordar. Y se van a sorprender. ¿Saben quiénes se reparten los 10 primeros puestos de partidos con más rebotes en la historia de la NBA? Efectivamente: Wilt Chamberlain (6) y Bill Russell (4). El de Philadelphia ostenta la primera posesión de ¡55! rebotes en un partido. Las otras dos primeras plazas son para Russell con 51 y 49 capturas. Asistencias. “Una canasta hace feliz a una persona. Una asistencia, a dos”. Esa frase salió de la boca de mitos como Toni Kukoc y Magic Johnson. Regalar puntos a un compañero es un acto de generosidad en un deporte en el que muchas veces priman las grandes actuaciones individuales. Y el rey entre reyes de los generosos es John Stockton. El “director general de Correos y Telégrafos”, como le llamaba el gran Andrés Montes, repartió 15.806 asistencias a lo “Una canasta hace feliz a una persona. Una asistencia, a dos”, dijeron mitos como Toni Kukoc y Magic Johnson 57 largo de su carrera. Durante sus 19 años de carrera en la NBA promedió un doble-doble de 13 puntos y 10 pases de canasta. Su más inmediato perseguidor se encuentra actualmente en el parquet. Pero no jugando, entrenando. Jason Kidd, actual entrenador de los sorprendentes Milwaukee Bucks, repartió 12.091 pases de canasta a lo largo de su trayecto por la liga. El tercero en discordia se retiró muy recientemente: en DOS CAMPEONES. Arriba, un hito de los rebotes: Bill Russell, leyenda de los Celtics. Abajo, Jason Kidd, uno de los mejores repartiendo asistencias. el escalón de bronce se encuentra Steve Nash, que ha asistido 10.335 veces a sus compañeros, justo una más que Mark Jackson, el cuarto de la lista. Curiosamente, el jugador que elevó al pase de otra canasta a otra dimensión, Magic Johnson, no pasa del quinto lugar en la lista de máximos asistentes, aunque como una media de propinas superior a sus predecesores. Si Stockton promedió 10,7 asistencias cada noche a lo largo de su carrera, Magic repar tía 11,2 a lo largo de su trayectoria. Un último apunte: José Manuel Calderón, base español de los Knicks, es el máximo asistente latinoamericano con 4.506 regalos al compañero. Robos. El mayor ladrón de la historia de la liga proviene, curiosamente, del equipo del Estado mormón. Durante 19 temporadas, un pequeño (1’85) base salido de la universidad de Gonzaga martirizó a los rivales. Porque nadie en la NBA ha robado más balones que John Stockton, un pequeño base (1’85) salido de la universidad de Gonzaga que aterrizó en los Utah Jazz en 1984. Stockton nunca consiguió hacerse con el preciado anillo, pero llegó a robar 3.265 balones. Para que el dato cobre relevancia real, hay que mirar a la distancia a la que tiene a su inmediato perseguidor, que no es otro que Jason Kidd. Sorpresa: los dos mantienen el primer y segundo puesto en la lista de asistencias y robos respectivamente. El técnico de los Bucks hurtó 2.684 veces la pelota naranja, 581 menos de las que lo hizo Stockton. El hambre, la garra y el espíritu competitivo llevado al extremo ocupan el tercer puesto. Michael Jordan, que se permitió el lujo de retirarse dos veces y volver a las RECORDMAN. Entre múltiples hazañas, Wilt Chamberlain es también reconocido dentro del mundo del baloncesto por conseguir 100 puntos en un solo partido. 58 canchas otras dos a lo largo de su carrera es el tercer mejor ladrón. La leyenda más grande de este deporte robó 2.514 balones. Precisamente sus Bulls fueron los que privaron a Stockton de ganar el campeonato en las finales de 1996-97 y 1997-98. En un solo par tido, la cosa cambia. Aquí es donde jugadores que no ocupan el olimpo de los más grandes salen a la palestra: Larry Kenon, un muy buen ala-pívot de los Spurs de finales de los 70 robó 11 balones en un solo par tido el 26 de diciembre de 1976 frente a los Kings de Kansas City. Pero Kenon compar te el record: Kendal Gill, un escolta que defendió las camisetas de Charlotte, Seattle, Minnesota, Miami, New Jersey, Chicago y Milwaukee, también sisó 11 balones el 3 de abril del 99 frente a Miami. Gill, que jugó 15 temporadas en la NBA, fue el que más robos hizo en esa misma temporada, la 98-99. Triples. La NBA es un juego de tiradores. Las estadísticas muestran que, cada vez más, los equipos tienden a sumar desde el perímetro que a jugar con los pívots, antiguamente los dominadores de este deporte. Por eso extraña que a estas alturas de temporada ningún equipo haya reclamado al mejor triplista de todos los tiempos: Ray Allen. El escolta ha anotado nada más y nada menos que 2.973 a lo largo de su dilatada carrera. Algunos tan imborrables de la retina Las estadísticas muestran que los equipos NBA tienden a sumar desde el perímetro en lugar de a jugar con los pívots 59 del aficionado a la NBA como en el sexto partido de las finales de 2013 contra los Spurs. Quedaban 10 segundos cuando LeBron lanzó desde el perímetro para empatar un partido que, de no ganar, supondría el anillo para los de San Antonio. A partir de ahí, tiempo para la épica: El triple no entra, Miami recupera a duras penas el rebote y le da el balón a Allen. Sugar Ray reacciona como un autómata que ha re- REYES EN TRIPLES. Arriba, Ray Allen, el mejor triplista de todos los tiempos. Abajo, Reggie Miller, otro extraordinario tirador y un jugador de gran carisma. petido mil veces el mismo patrón: dos pasos para atrás, lo justo para salir del perímetro, se levanta, y dentro. Los Heat empatan el partido y a la postre lo ganarían, igual que las finales. El pabellón estalla; Ray Allen, sin embargo, lo celebra lo justo. Así son los genios. Las aficiones de Seattle y Boston, con la que ganó otro anillo, también vieron perforar las redes a este asesino que actúa más allá del 6’75. El segundo en el podio triplista es para otro de los jugadores con más carisma de la historia de la liga: Reggie Miller. Ya saben: “¡Tiempo de killer, tiempo de Miller!”, como decía el fallecido Andrés Montes. Además de los 2.560 triples que metió a lo largo de su carrera, Miller se distinguía por su afinada puntería en los momentos calientes. Quizá el mejor ejemplo sean los 8 puntos en solo que les metió a los Knicks en el Madison, en las semifinales de la Conferencia Este del 95 para ganar el partido prácticamente él solo. El tercero en discordia es otro jugador que sigue en activo. Jason Terry, actualmente en los Houston Rockets, ha anotado en el momento de escribir este reportaje 2.049 triples. Su mejor momento llegó en las finales de 2011. Justo cuando parecía que LeBron se acercaba a su primer anillo, aparecieron Jason Terry y sus Mavericks para cuajar una actuación maravillosa y ganar la NBA. En un par tido, el rey del triple vuelve a ser un viejo conocido: Kobe Bryant anotó 12 triples en un solo encuentro. Seattle sufrió los 45 puntos de Kobe esa noche. Los dos mejores triplistas de la liga actualmente, Stephen Curry y Kyle Korver, también tienen marcas curiosas. Curry se quedó a un solo triple de igualar la marca de EL MÁS GENEROSO. De todos los tiempos, el rey entre los reyes de los generosos en el baloncesto es John Stockton, quien ocupa el podio de las asistencias. 60 61 Bryant. El base de Golden State, pura magia, metió 11 triples para terminar con 54 puntos y destrozar, cómo no, a los Knicks. Por su parte, nadie ha metido más triples en partidos consecutivos que Kyle Korver. El alero de los Atlanta Hawks se pasó 127 encuentros anotando al menos una vez desde los 6’75. El anterior propietario de este récord fue Dana Barros, con 89 partidos consecutivos. All Star. El par tido de las estrellas. La élite de la élite, el olimpo de los dioses. 24 jugadores juegan cada año un evento que paraliza al mundo. Y entre ellos, a lo largo de la historia, un elegido: Kareem Abdul-Jabbar. Nadie ha jugado más veces el All-Star Game que el pívot que nació como Lew Alcindor. Hasta en 19 ocasiones disputó el mejor partido del mundo. En un encuentro donde lo que prima es el espectáculo y los ataques están sobre las defensas, las exhibiciones ofensivas son algo que sucede cada año. Este año, sin ir más lejos, estuvimos a punto de ver caer una de las marcas más míticas del par tido: la de puntos anotados. Russell Westbrook, mejor jugador del All Star 2015, metió 41 puntos para dejar temblando la plusmarca de, quién si no, Wilt Chamberlain, que en 1962 metió solo uno más: 42. El que no se le escapó a Westbrook fue el título honorífico de máximo anotador Nadie ha metido más triples en partidos consecutivos que Kyle Korver. Estuvo 127 encuentro anotando al menos una vez en una parte: 27 puntos anotó el base de los Thunder en tan solo dos cuartos. Dentro del All Star, el escenario donde brillan los mejores, también hay quien destaca sobre el resto. Dos jugadores han sido elegidos como MVP’s en cuatro ocasiones. Uno de ellos es Bob Pettit, que militó en los extintos Milwaukee/St. Louis Hawks. Pettit, el hombre que revolucionó el puesto de ala-pívot, ganó el pre- DOS ESTRELLAS. Arriba, el hombre que revolucionó el puesto de ala-pívot, Bob Pettit. Abajo, la leyenda de los Celtics Larry Bird, un rey de los triples. mio en 1956, en 1958, en 1959 y 1962. El otro es La Mamba Negra. Br yant, mito viviente de la liga. Ha ganado otros cuatro títulos de mejor jugador. Uno de ellos, el de 2009, lo compar tió con su enemigo íntimo Shaquille O’Neal. Los de 2002, 2007 y 2011 llegaron tras enormes exhibiciones anotadoras. De hecho, Br yant es el máximo anotador de los partidos de las estrellas con 270 puntos. Por último, un apunte: solo ha habido tres jugadores en hacer un triple-doble en el All Star: Jordan, en el 97; LeBron, en 2011, y Dwyane Wade, en 2012. Los concursos son otra historia. Escenas imborrables se han vivido en mates y en triples. En mates, por ejemplo, salta la sorpresa. Pese a que en el imaginario de todo buen aficionado destacan los duelos entre Dominique Wilkins y Michael Jordan, el rey de los mates a lo largo de la historia es un jugador de tan solo 1’75: Nate Robinson. Los muelles del pequeño base han ganado el concurso en tres ocasiones, en 2006, 2009 y 2010. Para guardar en el recuerdo, el duelo contra ‘Superman’ Howard en el que se disfrazó de ‘Kr yptoNate’ (criptonita). Al menos, Jordan puede unirse a Nate y a Jason Richardson en otro exclusivo club. Solo ellos tres han ganado dos concursos de mates de manera consecutiva. Desde el perímetro brillan otros jugadores. Los dos reyes del triple coincidieron son coetáneos y ambos han conseguido tres triunfos en esta disciplina. Son Larry Bird, leyenda celtic que arrasó en 1986, 1987 y 1988, y Craig Hodges, que hizo lo propio en 1990, 1991 y 1992. Stephen Curry acaba de ganar este año su primer concurso de triples. Tiene 27 años… Hagan sus apuestas. HOMENAJE. A la izquierda, la estatua en honor a Jordan, considerado el mejor jugador de todos los tiempos, a la entrada de la cancha de los Bulls. 62 63 ANTONIO DÍAZ-MIGUEL EL ENTRENADOR QUE NOS ENSEÑÓ A GANAR 64 65 Seleccionador durante 27 años, Antonio Díaz-Miguel fue uno de los principales impulsores del baloncesto en nuestro país. Con él en el banquillo, España se convirtió en una potencia y alcanzó un hito nunca visto antes con la plata olímpica de 1984. EQUIPO DE LEYENDA. Nombres míticos como Fernando Martín, Corbalán o Epi, entre otros, formaban parte de la Selección que se colgó la plata en Los Ángeles. MARIO GARCÍA/ E l salto inicial del pasado All Star Game, con los hermanos Gasol frente a frente, escenificó un momento histórico del deporte español. Fue una imagen que reflejaba en un sólo instante el nivel de excelencia que ha alcanzado el baloncesto de nuestro país, liderado por una generación de jugadores que ha conver tido en realidad en el siglo XXI muchos de los sueños de sus antecesores. Los títulos en los Europeos de 2009 y 2011, el Mundial El pasado mes de febrero se cumplieron 15 años del fallecimiento del técnico, primer español en el Hall of Fame de 2006, las ‘casi victorias’ ante Estados Unidos y las consiguientes medallas de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012, así como los anillos de Pau con los Lakers o la presencia ya habitual de españoles entre las estrellas de la NBA, son hitos que no habría sido posible alcanzar sin la labor que desarrollaron antes otras personas que dedicaron su vida al baloncesto y ayudaron a la evolución de este deporte en un país que no siempre estuvo en la élite. Antonio Díaz-Miguel (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 6-71933), un adelantado a su tiempo de cuyo fallecimiento se cumplieron 15 años el pasado 21 de febrero, es sin duda una las figuras más importantes de siempre, un histórico de la canasta que sacó a la Selección de la oscuridad para convertirla en una potencia. Al mando durante 27 años del “equipo nacional”, como le gustaba llamarlo, Díaz-Miguel marcó una época fundamental en el desarrollo del baloncesto en España que tuvo su clímax en la inolvidable medalla de plata de los Juegos de Los Ángeles en 1984, un éxito sin precedentes hasta entonces. Sin embargo, su largo periplo en la Selección comenzó como algo temporal en 1965, cuando tras la marcha de Pedro Ferrándiz fue elegido como entrenador de transición hasta que el estadounidense Ed Jucker, dos veces campeón de la NCAA con Cincinnati (1961 y 1962), se hiciese cargo del equipo a partir de 1967, algo que finalmente nunca se produjo. Jucker firmó por los Royals de la NBA y Díaz-Miguel permaneció en el puesto nada menos que hasta 1992, protagonizando casi tres décadas del deporte de la canasta en España gracias a su ex- PRECURSOR. Díaz-Miguel también fue un pionero como jugador. Militó en el Estudiantes en los inicios del equipo colegial y disputó la primera Liga Nacional. Como seleccionador, estrenó su palmarés con la plata del Eurobasket de 1973. 66 67 ÉPICO. Disputarle el oro a Estados Unidos en la final del 84, tras batir a Yugoslavia en un partido mítico, convirtió en héroes a los integrantes de aquella Selección. celente labor, que fue reconocida internacionalmente. Tanto es así, que en septiembre de 1997 se convirtió en el primer español incluido en el prestigioso Basketball Hall of Fame. Díaz-Miguel fue un precursor de este deporte no sólo como técnico, también como jugador. Formó parte en sus inicios de la Liga Nacional de Primera División, creada en 1957, y fue integrante de la plantilla de Estudiantes cuando el equipo colegial daba sus primeros pasos. Alumno en el Ramiro de Maeztu, probó primero con el fútbol, donde destacaba y llegó a ser capitán del equipo del instituto, antes de decidirse a jugar al baloncesto con 17 años ayudado por sus 1,85 metros, estatura por la que destacaba sobremanera en aquella época. Militando en el club colegial comenzaría en 1952 su etapa como internacional. Con la Selección jugaría 26 partidos, logrando su récord anotador, 16 puntos, en el último que disputó, ante Líbano, en 1959. Antes, al finalizar la temporada 1957-58, se convertiría también en pionero en cuanto a fugas al eterno rival se refiere, al menos por la polémica que rodeó su salida. Años atrás, el célebre Antonio Magariños había evitado su regreso a su Ciudad Real natal por los problemas económicos de sus padres cuando el negocio que regentaban tuvo problemas, nombrándole primero vigilante de los alumnos de la Residencia de Estudiantes, teniendo así comida y alojamiento gratis, y más tarde profesor de Educación Física, con su correspondiente salario. Pero eso no impidió que tiempo después llevase su talento al poderoso Real Madrid, teniendo que aguantar la cólera de la afición rival en el primer derbi que les midió en La Nevera por haber abandonado la entidad en la que se había formado. En el club blanco pasaría dos campañas antes de recalar en el Águilas de Bilbao, donde pondría punto y final a su trayectoria como jugador para iniciar una larga y exitosa como entrenador. Con 32 años ya se encontraría al frente de la Selección para comenzar una brillante etapa en la que par ticiparía en seis Juegos Olímpicos, cuatro Mundiales y trece Europeos, hasta que el mal papel de España en Barcelona 92, Además del éxito en Los Ángeles 84, conquistó con la Selección dos medallas de plata y un bronce en Europeos 68 69 ‘ANGOLAZO’. España sufrió un batacazo inesperado ante Angola y acabó novena en los Juegos de Barcelona. DíazMiguel dejó la Selección y Lolo Sainz le sustituyó. con la famosa derrota ante Angola como punto álgido, la cerrase de forma agridulce. El primer éxito de Antonio Díaz-Miguel llegaría tan sólo tres años después de su aterrizaje en el banquillo nacional con un más que digno séptimo puesto en los Juegos de México de 1968, liderados por Clifford Luyk. Sin embargo, la primera medalla de su trayectoria tendría que esperar hasta 1973, cuando España superó en semifinales por primera vez en su historia a un gigante como la URSS, campeona en las ocho ediciones anteriores, y conquistó la plata en el Eurobasket de Barcelona, tras caer en la final ante Yugoslavia, un éxito que no alcanzaba el baloncesto español desde 1935. Diez años más tarde, la Selección repetiría metal en la misma competición en Nantes (Francia), logro que precedió a la explosión definitiva del baloncesto en nuestro país al año siguiente con la final olímpica ante un tal Michael Jordan, máximo anotador del partido con 20 puntos, y el resto de componentes del equipo nor teamericano en Los Ángeles. ‘Estados Unidos no dio tregua’, titulaba el Diario AS en su crónica del trascendental encuentro. Y es que el conjunto entrenado por Díaz-Miguel sufriría una contundente derrota (96-65) que, no obstante, no restaría esplendor a un momento mágico que mantuvo de madrugada delante de la pequeña pantalla a media España. La épica victoria en semifinales El mal papel en Barcelona 92 puso fin a una trayectoria en la Selección que había comenzado como algo provisional en 1965 REFERENTES. Díaz-Miguel viajaba cada año a Estados Unidos para estudiar los métodos de trabajo de técnicos como Lou Carnesecca o Bobby Knight. ante Yugoslavia (74-61) ya había sido todo un triunfo. “Soy muy feliz. Este es un momento histórico para España, porque nosotros nunca habíamos ganado una medalla. Es la victoria más grande en nuestro historial”, aseguró el preparador manchego después del encuentro ante un formidable rival, cuyos jugadores conocía bien por sus habituales y legendarios viajes anuales al país de las barras y estrellas, donde estudiaba los métodos de trabajo de todas las leyendas de los banquillos universitarios como Bobby Knight, quien dirigió a Estados Unidos en aquellos Juegos Olímpicos, Lou Carnesecca, Dean Smith o John Wooden. En 1991, Díaz-Miguel, convertido ya tiempo antes en un personaje muy popular, conquistaría el bronce en el Europeo de Roma (Italia), en la última competición en la que sería seleccionador antes de la debacle de Barcelona 92, donde su equipo no cumplió las expectativas y acabó noveno. En el haber de este mítico técnico de fuerte personalidad y muy exigente hasta en los entrenamientos (“sin sufrir en los ensayos no hay felicidad posible”), está asimismo la cuar ta plaza del Mundial de Colombia de 1982, pues- BALONCESTO FEMENINO. El entrenador nacido en Alcázar de San Juan se proclamó campeón de Liga y Copa en 1997 con el Pool Getafe. Fue su última experiencia en los banquillos. to que también ocupó la Selección dos años antes en los Juegos de Moscú, además de la quinta posición del Mundobasket de Puerto Rico de 1974 y en el de España de 1986, entre otros. Exjugadores suyos como Josep Maria Margall, Nacho Solozábal o Andrés Jiménez resumirían acertadamente la aportación de Díaz-Miguel tras su fallecimiento: “Fue quien avanzó nuestro depor te. Ha marcado a muchas generaciones de baloncestistas españoles. Su labor es de las que dejan huella”. No obstante, fue muy criticado en ocasiones y su salida de la Selección en 1992 no se produjo de forma tan idílica como su trayectoria seguramente merecía, pero el baloncesto seguía siendo su gran pasión y afrontó nuevos proyectos. El primero de ellos sería el del segundo club que entrenaba en su vida tras su experiencia en Bilbao décadas atrás, el histórico Clear Cantú en la temporada 1993-94. “Mucha gente pensaba que yo no podía salir del baloncesto de esa forma y para mí es un honor y un orgullo, primero, que el Clear se haya fijado en mí, y segundo, que me haya ofrecido un contrato. Es una oportunidad que me hace justicia”, afirmaba a AS un dolido Díaz Miguel, moles- to por su final en la Selección tras el batacazo olímpico, del que fue señalado, posiblemente de manera injusta, como el único responsable. Sin embargo, las cosas no le saldrían bien en Italia y sería destituido dos meses después de que empezase la competición del país transalpino por los malos resultados. Mejor le irían las cosas en su regreso profesional en España al mando del equipo femenino Pool Getafe en la campaña 1996-97, club con el que ganó la Liga y la Copa de la Reina. Fue la última experiencia en los banquillos de este histórico preparador, que recibió pocos días antes de su fallecimiento en febrero del año 2000 la Gran Cruz del Mérito Depor tivo, máxima distinción de la Real Orden del Mérito Deportivo, de manos de Mariano Rajoy, por aquel entonces ministro de Educación y Cultura. Nunca cumpliría otra de sus grandes aspiraciones, dirigir al Real Madrid, a pesar de haber tenido ofertas para hacerlo, al igual que del Barcelona, sobre todo durante los últimos años de su duradera etapa en la Selección, como reconoció el propio Díaz-Miguel a AS en 1990. Siempre antepuso a otras ambiciones su querido “equipo nacional”, al que dirigió en más de 400 partidos, y eso acabó convir tiéndole finalmente en una auténtica leyenda del baloncesto por su labor de impulsor de este deporte y por sus éxitos con una Selección a la que convirtió en un referente. Águilas de Bilbao en sus inicios y, tras la Selección, Cantú y Pool Getafe fueron los únicos clubes a los que dirigió 70 71 LA NIEVE, DE LUTO SEBASTIÁN ÁLVARO Una vez más, las montañas de los Alpes son el escenario de un accidente aéreo. El de Germanwings es otro de una larga lista marcada por lo estratégico del lugar en las rutas aéreas. 72 73 B ossons es uno de los glaciares más impor tantes del macizo del Mont Blanc. Se trata de una impresionante lengua helada que desciende desde la misma cima de la montaña hasta las puertas de la localidad de Chamonix. Toneladas de hielo y nieve que avanzan, lenta pero inexorablemente, y entre las que el famoso escalador Patrick Gabarrou hizo un descubrimiento sorprendente en 1985: la imagen de una princesa danzante pintada sobre un trozo de metal. Se trataba de un pedazo del fuselaje del Malabar Princess, un avión de la compañía Air India que se había estrellado cerca de la cima del Mont Blanc en 1950. La reciente tragedia del avión de Germanwings se añade a la lista de accidentes aéreos que, como el de Air India, han tenido lugar en la cadena montañosa más elevada de Europa occidental. Una lista que no es pequeña dada su altitud y lo estratégico de su ubicación dentro de las rutas de tráfico aéreo. Si en nuestros días las tareas de rescate e investigación están siendo en extremo complejas, cabe imaginar lo que supuso afrontar un accidente ocurrido hace 65 años y casi en la misma cumbre de la, por entonces, montaña más alta de Europa. De hecho, un mal cálculo llevó a que una de las alas golpease contra las rocas de la cima desencadenando una tragedia de la que nadie salió con vida. Probablemente, con que hubiese volado cinco metros más alto, se habría evitado la tragedia. En aquel invierno de 1950, todo quedó fiado a la capacidad y La lista de accidentes en los Alpes no es pequeña, dado lo estratégido de su ubicación en las rutas de tráfico aéreo NO ES EL PRIMER ACCIDENTE. Antes de lo ocurrido al avión de la compañía alemana, las montañas de los Alpes fueron testigos de otras catástrofes aéreas. valentía de los guías locales que se lanzaron a la montaña, aunque un ‘pique’ entre los de Saint Gervais y Chamonix por ver quién lograba ser el primero en llegar al lugar del siniestro acabó con la muerte de uno de ellos al caer en una grieta. Prácticamente no se logró recuperar nada de la aeronave y el pasaje del vuelo 245 de Air India. La nieve y el hielo se los tragaron para devolver, décadas después y hasta hoy día, algunos restos, como el dibujo de la princesa que daba nombre al avión o una caja con piedras preciosas valoradas en más de 300.000 dólares entregada a la policía por el alpinista que la encontró. El no lograr rescatar ni cadáveres ni apenas per tenencias o el lugar donde tuvo lugar el siniestro envolvieron la tragedia en un velo de misterio y dieron pie a que se escribiesen no sólo ar tículos, sino incluso novelas, como ‘La nieve de luto’, que a su vez sería la base sobre la que se escribió el guion de la película ‘The Montain’, dirigida por Edward Dmytr yck y protagonizada por Spencer Tracy. Precisamente durante el rodaje de esta película, en 1955, la estrella norteamericana se encontraría con otra estrella, pero del alpinismo: Walter Bonatti, que regresaba de lograr uno de su más brillantes triunfos, el pilar oeste del Dru. Aún en 2004 se estrenó una película francesa que también tiene como base argumental el accidente del Malabar Princess. La fatalidad quiso que de nuevo, en 1966, otro avión de Air India se estrellase prácticamente en el mismo lugar que el vuelo 245, en esta ocasión debido a un inicio de descenso demasiado apresurado que hizo que la aeronave chocase contra la montaña. Fallecieron sus 117 ocupantes. Si bien en esta ocasión ya se disponía de helicópteros, sus capacidades y maniobrabilidad estaban muy alejadas de lo que hoy pueden hacer sus sucesores, por lo que las labores de rescate resultaron en gran medida infructuosas. De nuevo, el glaciar se adueñó de todo, devolviendo algo con el lento correr del tiempo y el hielo, como por ejemplo la saca del correo que transportaba el avión y cuyas cartas el Gobierno francés se encargó de hacer llegar a sus destinatarios. Quizá tuviesen razón los amigos de George Mallory, desaparecido en el Everest, cuando afirmaron que los glaciares son la mejor de las tumbas.
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