LAS MIGRACIONES INTERNAS DENTRO DE COLOMBIA Por Luis Álvaro Gallo Martínez Bogotá D.C., noviembre de 2013. 27 1 LAS MIGRACIONES INTERNAS EN COLOMBIA. INTRODUCCIÓN. Desde los primeros años de la conquista los españoles mostraron gran movilidad a pesar de las dificultades del terreno. Los caminos que comunicaban una región con otra, usados por los indígenas, eran estrechos y además muy pocos. La dificultad natural de los grandes ríos que recorren el país, impedían el cruce de los mismos. Siempre se nos ha vendido la idea del poco tráfico de las distintas tribus, pero varios acontecimientos nos muestran que existía comercio. Se han encontrado en México, esmeraldas colombianas. La sal de Zipaquirá, sirvió de moneda de cambio. Sebastián de Belalcázar, se informó de El Dorado, por un indígena, chibcha, en Latacunga, población cercana a Quito, quien le habló sobre ello, que en su tierra, Kundunmarca, la tierra del Cóndor, (La Sabana de Bogotá, Cundinamarca). Que hacía ese indígena a más de 1.200 kilómetros de Santa Fe. A pesar de esto, nos encontramos que los conquistadores se movieron en todo sentido. Por ejemplo la señora Carvajal, viuda de Jorge Robledo, que había entrado al Nuevo Reino de Granada por el Golfo de Urabá, se casa en Tunja. En la misma forma sabemos de conquistadores que vivían en Santa Fe (Bogotá), se trasladan a Antioquia, para formar familia y quedarse asentados en ésta región. Algunos compañeros de Sebastián de Belalcázar, viajaron desde el Perú hasta Antioquia, donde se radicaron. 2 Pero las grandes migraciones internas, comienzan sobre el año de 1800, poco antes de la independencia, con el gran movimiento llamado “La Colonización Antioqueña del Occidente Colombiano” tan bien estudiada por James Parsons, en su libro con ese título y posiblemente la obras que despertó el interés por estos temas. Su tesis, en un estudio muy interesante. Nos mostró la epopeya de una migración que dio origen al hoy departamento de Caldas, cuyas familias conservan los apellidos, las tradiciones y los vínculos con Antioquia. Y ha sido tan importante este estudio, que practicamente opacó todas las otras migraciones que se han presentado en Colombia, y marcó a los antioqueños, como los únicos que han realizado colonizaciones en Colombia. Pero no es así. Si no, cuál es la explicación que en el Huila, nos encontremos con familias originarias de Santander, como son los Durán, que posteriormente se extendieron hasta el Ecuador. Casos similares encontramos de apellidos boyacenses en regiones tan apartadas como el Caquetá, costeños dentro de la región antioqueña de Caucasia y el caso contrario de antioqueños en Planetarrica. LAS MIGRACIONES INTERNAS La genealogía, bien entendida, no es solamente el estudio de los ancestros de una persona. Un buen estudio nos permite saber sobre enfermedades, deficiencias o cualidades de los clanes familiares. Y en caso de las migraciones dentro de Colombia, son una gran ayuda, 3 para mostrarnos como se han desplazado grupos con parentesco entre si. LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA EN EL OCCIDENTE COLOMBIANO. Por ejemplo, la colonización antioqueña del occidente colombiano, está marcada por una serie de apellidos prioritarios muy bien definidos como Arango, Londoño, Jaramillo, sobre los cuales ya se han adelantado estudios muy completos como el realizado por Fabio Villegas Botero. Esta colonización que se inició en 1800 y tiene su punto máximo hacia 1850, es decir dos generaciones posteriores, con la fundación de Manizales y comienza a declinar con la fundación de pueblos más al sur, como son Sevilla y Caicedonia, ya sobre el siglo XX El gran despliegue de esta colonización es la fundación de muchos pueblos en los hoy departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca y un ramal, por decirlo así, en las estribaciones orientales de la Cordillera Central, con las poblaciones tolimenses de El Líbano y Fresno y su región colindante en dicho departamento. Son muchos los motivos que se aducen para justificar ésta colonización dándole gran importancia a la falta de tierras en el oriente antioqueño, que obligó a muchos campesinos de la región a emigrar al sur. En ese momento, Antioquia, comprendía buena parte de la zona que colonizaron esos migrantes. Pero posiblemente hubo otros motivos, como una concepción de tierras sumamente grande y difícil de cuidar y mantener: la concepción Aránzazu, que incluso tuvo sus incidentes 4 con hechos de sangre, con el asesinato de uno de sus herederos. Estas tierras resultaron ricas en guacas con piezas de la cultura Quimbaya piezas que fueron fundidas para obtener el oro y solamente ya muy entrado el siglo XX, comienzan a conocer su valor artístico. Como una característica principal, y que llama la atención, es la procedencia de los colonizadores, que más o menos siguieron un orden a medida que se fundaron las poblaciones. Así es como a los ancestros se les puede seguir su origen en las poblaciones de Rionegro, El Retiro, La Ceja, Abejorral y Sonsón. Esta colonización ésta muy bien estudiada y con muchos los libros que se han escrito sobre este tema, en especial por el área comprendida, que según James Parsons, llegó hasta el municipio de Restrepo, en el Valle del Cauca, fundado en la segunda década del siglo XX y bautizado Restrepo, en homenaje al presidente de la República, en ese momento, el Dr. Carlos E. Restrepo. Es muy posible que por el libro de James Parsons, “La Colonización Antioqueña del Occidente Colombiano” es el libro que despertó el interés por estos temas. Su autor vino a Antioquia, por los años de 1940, para preparar su tesis de grado, es decir hace cerca de 70 años, y su tema sigue al día, con más actualidad y a la vez, ha hecho que muchos estudiosos sigan con ese tema o lo complementen. Sería muy interesante que en otras regiones del país, donde también se han hecho colonizaciones, como por ejemplo la región boyacense, se adelantaran investigaciones similares, lo que nos permitiría conocer los desplazamientos de las poblaciones en Colombia. 5 Esta colonización está integrada por familia del oriente antioqueño, y son una serie de apellidos muy característicos, como: Arango, Londoño, Giraldo, Arias, Alzate, Jaramillo, Álvarez. Es de anotar que en esta colonización, detrás de los primeros colonos, iban otros que venían atrás comprando las parcelas y mejoras. Ello contribuyó para que los primeros pobladores, fueran avanzando hacia el sur. Por ello nos encontramos, que generalmente los fundadores de las poblaciones fueran los mismos. Un caso muy destacado, es el de Fermín López, que lo vem o s act u a n d o e n d i ve rs o s p u eb l o s . Y es t e desplazamiento, presenta un problema que en más de una oportunidad, al realizar una investigación sobre una familia, estudiando las partidas de bautismo, no podemos encontrar la de uno o dos hijos, que sabemos pertenecían a ese hogar. Una explicación sencilla, pero que nos ha mostrado tener asidero es que la familia estaba asentada en un pueblo, y allí aparecen sus primeros hijos, y al moverse al otro pueblo, tras del cual iban, nacía el otros hijo, y al no tener malicia, no obtenemos información del hijo nacido en la vía, ya que a este lo venían a bautizar en la población siguiente. LA COLONIZACIÓN DEL SUROESTE ANTIOQUEÑO. Ya por 1850, comienza otra colonización, tan importante como la narrada anteriormente, realizada dentro del Departamento de Antioquia, cual es la colonización y apertura de la región conocida como el Suroeste Antioqueño, con sus poblaciones como Fredonia, (cuyo nombre esta basado en la palabra inglesa de libertad) 6 posiblemente el punto de partida, Jericó, Concordia, Salgar, Bolívar, Andes, Jardín, todas ellas en tierras ricas para la agricultura y que según Emil Grosse1, en su tratado sobre “El Terciario Carbonifero de Antioquia” dice que la fertilidad de esas tierras se deben a ser bañadas con las cenizas de las distintas erupciones del volcán nevado del Ruiz. Toda esta región es cafetera y de muy buena agricultura. Una característica de ésta colonización es que predominaron para su ejecución las familias de Envigado y Medellín, con los apellidos Restrepo y Uribe, a pesar de contar con una buena representación de otros apellidos como Fernández, en Fredonia, Peláez, en Jericó. Algunos Londoño en Concordia. Además una intrincada red de parentescos entre todos ellos. Y aquí me surge una inquietud. En esta zona, el parentesco entre sus habitantes es muy relacionado, pero no entiendo, por qué fue una zona donde la violencia de la mitad del siglo XX, fue tan fuerte y sanguinaria. Recordemos que hay términos que nacieron allí, como por ejemplo, por decir que habían matado a una persona, se decía “lo paboniaron” que hacía referencia a una vereda de Urrao, Pabón. La región del Suroeste Antioqueño, se vío afectada por una violencia política muy fuerte después del 9 de abril de 1948, causo muchos daños, desintegró familias y durante un buen tiempo frenó el desarrollo económico en esta región. 1 El Terciario Carbonifero antioqueño, obra escrita entre 1920 y 1923, para el Ferrocarril de Antioquia. 7 Y hay otro fenómeno interesante. A Urrao, llegó un señor Larrea del Ecuador, que es el fundador de este apellido en la región. En realidad, es un hecho notorio, por haber llegado hasta allí, en su momento apartado de su origen y haberse ubicado en un punto de la geografía un poco separada de las vías de comunicación, que unían a Medellín con el Cauca y más al sur. En ésta colonización, sus patrocinadores, unos señores Echeverri, Uribe y Santamaría, de Medellín, les garantizaban a los colonos una parcela de terreno y la compra de los productos que ellos sembraran y produjeran en ella. Esta colonización tuvo como un motivo principal el afán de los comerciantes antioqueños de buscar una salida fácil al Océano Atlántico y esperaban aprovechar el río Atrato, que brindaba una navegación segura y permanente, que además contaba con servicio de navegación regular entre Cartagena, el río Sinú y una prolongación hasta Panamá. El deseo antioqueño de tener una salida al mar se venía manifestando desde aproximadamente 1750, como lo propusieron los gobernadores españoles de la provincia de Antioquia, Francisco Silvestre y Mon y Velarde. Antioquia no tenía salida al mar. Los únicos caminos eran el río Cauca, entrando por Puerto Espíritu Santo, un poco mas arriba del actual Puerto Valdivia, para el siglo XIX muy en desuso debido la caída comercial de Santa Fe de Antioquia. Esta ruta fue sustituida por la del río Magdalena – río Nare, que comunicaba el interior del departamento, en tres-cuatro días, con una vía de transporte fluvial, por donde estaba entrando todo el comercio a nuestro país, cuál era la vía del río 8 Magdalena. Es bueno aclarar que el Ferrocarril, que uniría a la capital del Departamento, con el río y el mar, sólo se comenzó a construir hacia 1875, demorándose más de 40 años, en llegar las primeras locomotoras hasta Medellín. La región del golfo de Urabá, sólo le fue entregada a Antioquia ya en el siglo XX, con los cambios geográficos que hizo el gobierno de Rafael Reyes, 1904-1908. Era tal interés de abrir un camino entre Antioquia y Chocó, que se realizaron varios intentos, entre ellos el del italiano, Giovanni Battista Mainero Truco, nacido en la provincia de Génova en 1831 y fallecido en Cartagena en 1918, con gran actividad comercial, que lo llevó a establecerse durante un tiempo en Quibdó y abrir un camino por el año de 1863, entre Quibdó y la muy recién fundada población de Andes. El gobierno nacional de Colombia, le dío tierras a cambio de la apertura del camino. Este señor tuvo inversiones en la mina de El Zancudo, en Antioquia, una de las primeras industrias antioqueñas, que crearon la conciencia de la asociación para lograr los objetivos. El Zancudo, en titiribí, se convirtió en un polo de atracción. El señor Mainero al morir dejó más de cien propiedades 2, en diversas partes del país. ---///--2 Inmigrantes a Colombia. Personajes extranjeros llegados a Colombia. Luis Alvaro Gallo M., 2009. 9 LA COLONIZACIÓN DE LA REGIÓN DEL RÍO NUS. Unos pocos años después de la colonización del Suroeste Antioqueño, se inicia otra colonización, la del río Nus, por donde se estaba construyendo el Ferrocarril de Antioquia. Esta región rica en minas de oro, se orientó hacia la apertura de fincas para la ganadería. No fue un desplazamiento muy numeroso de colonos, pues la misma orientación de la actividad ganadera no requería de mucha mano de obra pero al contrario si pedía de una mayor inversión en capital, por el tipo de actividad. Esta colonización se realizó en sentido contrario a la construcción del Ferrocarril de Antioquia, el cual avanzaba desde la región del río Magdalena, en Puerto Berrío, en dirección al centro del departamento con su capital Medellín. Y la colonización avanzó de la población de Cisneros hacia el Magdalena. Ésta colonización también dio origen a la fundación de poblaciones como Yalí y Maceo. LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA DE LAS SABANAS DE BOLÍVAR. Ya para los inicios del siglo XX, los antioqueños inician otra colonización pero totalmente distinta a las anteriores. Los antioqueños, comienzan a comprar y también a montar fincas ganaderas inicialmente por las regiones de la laguna de Ayapel y las riveras del río San Jorge. Don Bernardo Ospina Villa, comienza a montar su hacienda Cuba, por los años de 1915, en cercanías a la población hoy llamada Montelíbano, por esa época El 10 Cedro, mientras él ejercía como administrador de la Hacienda Corinto, propiedad de su suegro el General Pedro Nel Ospina Vásquez, ésta hacienda a orillas del río San Jorge, entre las poblaciones de Palotal y de Ayapel. La hacienda Corinto, llegó a tener 9 mil novillos, por los años de 1960. Como el señor Ospina otros antioqueños comienzan a colonizar la región que se conoció como las Sabanas de Bolívar. Pero ésta colonización tiene una característica muy especial. Y es la llegada de Administradores y Capataces para las fincas. En otras palabras un personal con mayor formación que los campesinos que participaron en las otras colonizaciones. Y paralelamente con los administradores, llegan inversionistas y comerciantes que montan sus negocios en las poblaciones de Planeta Rica, Ayapel, Montería y en general en las Sabanas de Bolívar. Ya los personajes de estas colonizaciones son los capitalistas de Medellín como los Ospina, los Echavarría, los Bedout, los Mejía, quienes compran fincas y terminan de mejorarlas, trayendo como administradores personal antioqueño. Varios trabajos han hablado de esta colonización, pero han sido escritos por autores costeños. Entre éstos debemos mencionar a Benjamín Herazo Acuña con su o b r a Semblanzas de hombre meritorios, 1994. Y su próxima obra para entregar al público: Un costeño entre antioqueños. Y el de Joaquín Berrocal Hoyos titulado La Colonización antioqueña en Córdoba. Sobre la Hacienda Marta Magdalena, Luz Helena Ocampo, escribió un interesante libro, donde habla de la importancia de esta 11 hacienda y su influencia en toda la región, como punto de atracción de personal para trabajar allí, o crear negocios complementarios en esta hacienda. Estos antioqueños montaron en Planeta Rica, la empresa Abastecedora de Carnes, con uno de los primeros aeropuertos nocturnos de Colombia, con el objeto de sacrificar allí el ganado y despacharlo al amanecer a las grandes ciudades. Uno de los motivos del fracaso de este proyecto, fue la oposición de los municipios, al ver afectados el impuesto de degüello que ellos obtenían por el sacrificio de reses en su territorio. LA COLONIZACIÓN DE LA REGIÓN DEL URABÁ ANTIOQUEÑO Terminada la Guerra de los Mil Días, que generó grandes desplazamientos, especialmente en la región izquierda de Colombia: Cundinamarca, Boyacá y Santander. La mayoría de los participantes de los dos bandos, quedaron desempleados y con las familias descompuestas. Esto originó movimientos migratorios, buscando apartarse de las ciudades y poblaciones donde habían tenido participación. Algunos militantes de origen liberal, se refugian en la región del Urabá Antioqueño. Allí participan en la fundación de Dabeiba y poblaciones cercanas. Y por circunstancias no estudiadas, esa misma región sirvió de refugio para los participantes de la violencia entre 1948 y la paz en el gobierno de Rojas Pinilla en 1953. Muchos de los bandoleros, como se les llamó en esa época, se instalaron en la región de Urabá, que ya contaba con la carretera que los comunicaba con Medellín y estaba comenzando a surgir como región 12 bananera que requería mucha mano de obra. Allí llegaron tolimenes, huilenses y santandereanos. El Urabá Antioqueño, se vio afectada por la violencia de 1948 a 1953 posteriormente por los grupos terroristas de la FARC y ELN, y la agitación laboral por ser ésta zona de grandes cultivos de banano para exportación. Esta región tiene una ventaja sobre la zona bananera de Fundación y Aracataca, que es, por su posición geográfica, no sufre los azotes de los huracanes del Caribe. OTRAS MIGRACIONES DENTRO DE COLOMBIA. Aunque no se han estudiado con el rigor y la intensidad de los movimientos migratorios ya anotados, y que posiblemente, se deben a resultados de la guerras, curiosamente llamadas guerras civiles, del siglo XIX, por todo el territorio de las hoy Colombia. Los movimientos de los ejércitos, los soldados, iban acompañados de mucho personal, como sus esposas y amantes, y todo un séquito, que servía para preparar los alimentos, cuidar los animales de transporte y de carga, y toda la logística que implicaba la avanzada de un ejército. Es muy poca la literatura que sobre las mujeres que acompañaron a los ejércitos se consigue. Por ejemplo, hay una corta referencia, cuando Nariño, va para la Campaña del Sur, que a estas mujeres las llamaron “las juanas” y en otros artículos las denominas como las patapeladas” se habla de ellas, por una orden que dio Nariño, a los balseros en Girardot, de no dejarlas pasar pero quedó 13 sorprendido cuando ellas los alcanzaron a la altura de El Espinal. Otro ejemplo curioso, por el punto geográfico en que los encontramos, por los años de 1860, en una región entre Santander y Boyacá, entre los hoy municipios de Onzaga, Tutazá y La Paz, (hoy Paz de Río, como homenaje a los acuerdos de paz, con el Perú, en la capital del Brasil, que nosotros en Colombia llamamos Guerra con el Perú, pero ellos allá, no saben que pelearon con nosotros). Es posible que por las guerras civiles, se presentan los que hoy llamamos desplazados. Si no, no hay explicación para que nos encontremos un grupo de antioqueños en esa región Santander-boyacense. Estas familias, Mejía, Arango, Aristizábal, procedentes de la población antioqueña de Rionegro, hubiesen emigrado, para ellos, en ese momento, una región muy distante y además difícil de llegar desde la ciudad de origen. Aun hoy en día, no hay vías directas, entre ambas zonas. Esta puede ser una de las causas para viajar a una región tan apartada y además separadas entre si. Como el caso anterior, tenemos colonizaciones de boyacenses en el Tolima, en el Huila y en Caquetá. También debemos reconocer que fueron los boyacenses los que se desplazaron al Arauca y Casanare, área que durante mucho tiempo, fue parte integral de este departamento. Caso similar es el de los nariñenses, que entraron a los hoy departamentos del Caquetá y Putumayo. Y continuando las observaciones, atrás habíamos anotado, como Caucasia en Antioquia, lo mismo que la 14 región de Arboletes, en el Golfo de Urabá, han sido zonas de gran influencia costeña. LOS OCAÑEROS EN BARRANQUILLA. La ciudad de Barranquilla, por donde entraron la mayoría de todos los extranjeros desde 1890 hasta la fecha, que podemos agrupar en lo que llamamos turcos, o sea todos los árabes, sirios, palestinos, libaneses. Y también, de los judíos tanto esquenazis como sefarditas. Del interior del país, se han establecido en la capital del Atlántico personas de Ocaña, quienes han llegado incluso a ser los propietarios de muchos negocios comerciales. Familias enteras de esta ciudad de Santander del Norte, han hecho allí su segundo hogar, integrándose a la vida de la ciudad de la Arenosa. POLOS DE ATRACIÓN Hay regiones que por sus actividades, bien sean mineras o agrícolas se constituyen polos de atracción. Este fue el caso de la región de Fundación y Aracataca, a principios del siglo 20, cuando comenzó a convertirse esta zona bananera. Venancio Aramis Bermúdez, en su libro “Migrantes y Blacamanes”, nos hace una relación larga y detallada de personas que llegaron a esta zona. Y antes de detallar este punto, quiero hacer notar que nosotros los del interior, consideramos a la Costa Atlántica, como una sola región, cosa que no es así: Allí, tenemos grupos humanos muy definidos y casi distintos unos de otros. Por ejemplo, los habitantes de la llamada Sabanas de Bolívar, que cuentan hasta con lenguaje muy propio, son 15 muy distinto a los habitantes de la región del Valle, no éste del Cauca, si no como ellos le dicen a Valledupar. El cartagenero y el samario, el de las estibaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y sus vecinos de la Guajira. Volviendo al libro de la referencia, su autor hace una larga relación de personajes llegado a la zona bananera, y encontramos que venían del Carmen de Bolívar, de La Mesa, Cundinamarca, de Bogotá. De Cúcuta, de Ocaña. Del Tolima. Del Peñol, en Antioquia. Y continúa con su larga enumeración, donde además nos señala las actividades a las que se dedicaron, como la industria, el comercio o el transporte. Todo ello en la primera década del siglo XX. Este fenómeno, también se presentó a mediados del siglo XX, cuando hubo una gran cosecha de algodón en el bajo Magdalena, donde se requirió mucha mano de obra, que el mismo gobierno facilito transporte gratis, en el ferrocarril para atender esa demanda. Pero así como hay regiones del país, que generan desplazamientos, ha habido otras, que se fueron encerrando en si mismas, y por decirlo así, se quedaron en su tierra, luego de perder mucho espacio, como es el caso del actual departamento del Cauca, anteriormente, el más grande y posiblemente aparte de Bogotá, la región más importante de lo que hoy es Colombia. 16 ---///--BIBLIOGRAFÍA Berrocal Hoyos Joaquín La Colonización Antioqueña en Córdoba. Bermúdez Gutiérrez Venancio Aramis M i g r a n t e s y Blacamanes, en la Zona Bananera del Magdalena. Colección Dorada de Autores del Magdalena. 2012 Gallo Martínez Luis Alvaro, I n m i g r a n t e s a C o l o m b i a . Personajes extranjeros llegados a Colombia. Bogotá D.C., 2009. Grosse Emil Herazo Acuña Benjamín Bolívar, Ecoe, El Terciario Carbonífero Antioqueño, 1923. Personajes de las Sabanas de Bogotá D.C., 1994. Parsons James J. La Colonización Antioqueña en el Occidente de Colombia. Versión castellana, prólogo y notas por Emilio Robledo. 1950. 17
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