Profesionales del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (II-UNAM) presentaron avances relacionados con los aspectos de ingeniería geotécnica e ingeniería estructural, en torno a los anteproyectos y tramos de prueba, en particular los relacionados con la construcción del llamado lado aire, esto es, aeropistas, calles de rodaje y plataformas del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en la zona federal del ex Lago de Texcoco. En una sesión del Grupo Visión Prospectiva México 2030, Manuel Jesús Mendoza López, subdirector de Estructuras y Geotecnia del II-UNAM, señaló que el diseño de las obras del lado aire, será uno de los grandes retos ingenieriles de este proyecto, por el tipo de suelo donde se asentará la obra más importante de la actual administración. Recordó que el subsuelo arcilloso del sitio es altamente compresible y de baja resistencia cortante, y a la vez está sometido a fuertes abatimientos piezométricos que determinan significativos asentamientos regionales, y a esta característica falta añadir la frecuente ocurrencia de sismos intensos, cuya amplificación se acentúa por la presencia de estos sedimentos lacustres con espesores que van de los pocos metros a varias decenas de ellos. En la conferencia “El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: Campo de Pruebas Geotécnicas”, describió que el II-UNAM ha dado seguimiento y asesoría técnica en los aspectos geotécnicos y estructurales del anteproyecto, y ha realizado investigaciones alrededor de las propiedades dinámicas de los suelos, geología y modelos estratigráficos, topografía y agrietamiento del terreno, evaluación del hundimiento regional, zonificación sísmica y evaluación del riesgo sísmico y definición de diseños tipo para pavimentos, entre otros. Por otra parte, mostró ejemplos de los análisis numéricos llevados a cabo para predecir el desempeño de diversas soluciones conceptuales para las obras del lado aire, que ha propuesto personal del II-UNAM. Indicó que el II-UNAM sugirió la ejecución de siete tramos de prueba, a las que se añadieron dos propuestas más de una compañía privada, a fin de hacer evidente el comportamiento, las dificultades de construcción y las soluciones potenciales, algunas de ellas innovadoras, que requerirán las obras del lado aire y también del edificio terminal, torre de control y otros edificios. Comentó que la entidad gubernamental aceptó la construcción de un campo de pruebas geotécnicas que comprende terraplenes y tramos de prueba, con dimensiones de hasta 60 x 60 m, mismo que se ubica cerca de la cabecera de una de las futuras pistas. Al respecto, dijo que la construcción de los nueve tramos de prueba concluyó hace poco, y se están monitoreando con una amplia instrumentación geotécnica y topográfica, método que ha probado ser un medio idóneo para la evaluación objetiva de su comportamiento. Resaltó que las deformaciones y esfuerzos medidos en los distintos tramos de prueba, serán una fuente de información para validar y mejorar las herramientas numéricas con las que se realizarán los análisis y diseños de las diversas obras. Los resultados de este monitoreo que debe ser permanente en los tramos de prueba, subrayó el ponente, darán información valiosa a mediano plazo, para la toma de decisiones sobre la o las soluciones por adoptar para las obras del lado aire; enfatizó sin embargo, que todavía no se tiene el lapso de observación suficiente para aportar con sus resultados a esas importantes conclusiones. Visión estructural Por su parte, Jorge Arturo Ávila Rodríguez, profesor e investigador de la Coordinación de Estructuras del II-UNAM, ratificó que los efectos relevantes a considerar en el diseño de las estructuras y obras del NAICM son la compresibilidad de suelo, asentamientos o hundimientos irregulares; la sismicidad y el viento, determinantes para la torre de control, y la salinidad del terreno, ya que la zona es alta en cloruros y sulfatos. En su exposición “Estructuras y salinidad para el plan maestro del NAICM en Texcoco”, comentó que el grupo de trabajo del II-UNAM, participará en la asesoría del proyecto ejecutivo que tiene a su cargo Foster y Asociados, y su alcance general comprende aspectos de diseño sísmico y viento, los criterios generales para las edificaciones y las obras de infraestructura, los resultados serán una guía para los anteproyectos y el proyecto ejecutivo. Dijo que también considera las recomendaciones sobre las características de los concretos y procedimientos constructivos que permitirán a los edificios y pistas tener un buen desempeño en cuanto a durabilidad y resistencia, tomando en cuenta la salinidad de la zona, subrayó. Explicó que el proyecto integra además la asesoría en los aspectos estructurales durante el desarrollo del plan maestro arquitectónico, la evaluación del peligro sísmico y eólico, así como la orientación en los proyectos y aspectos de ingeniería estructural. Otros puntos a considerar son la revisión de la salinidad del suelo y del agua freática, la caracterización de los agregados pétreos y del cemento a emplear, la dosificación y fabricación de las mezclas de concreto, la determinación de las resistencias mecánicas de los concretos, así como su durabilidad y las propiedades elásticas e inelásticas a largo plazo. Para determinar el peligro sísmico se colocaron 12 estaciones sismológicas distribuidas en el sitio del ex Lago de Texcoco; así como 15 estaciones meteorológicas para determinar el peligro eólico, precisaron investigadores de la UNAM. En relación con el diseño estructural, una de las recomendaciones ha sido utilizar el Manual de Obras Civiles de la Comisión Federal de Electricidad, versión 2008, el documento más completo y reciente que cubre casi la totalidad de los tipos de obra de infraestructura que se requieren en el proyecto. Para las edificaciones se recomendó cumplir con las Nuevas Técnicas Complementarias (NTC) del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (RCDF), hoy en proceso de revisión. Aclaró que será el responsable del proyecto estructural quien propondrá los criterios y los procedimientos para obras no cubiertas en ninguno de los documentos señalados, sin perder de vista la práctica de diseño más reciente a nivel internacional. Comentó que las condiciones del suelo blando deberán considerarse para el diseño de las edificaciones (terminal, torre de control, estacionamiento, etc.) y de cada estructura, buscando que sean lo más ligeras posible (de preferencia de acero estructural), lo más regular y uniforme en planta y elevación, así como recurrir al uso de marcos contraventeados en las dos direcciones principales para resistir los efectos laterales de los sismos y viento, entre otras recomendaciones. Por último, para evitar la penetración de los cloruros y sulfatos que originen deterioro en los elementos estructurales principales, se ha recomendado que el concreto a emplear sea fabricado con cemento resistente a los sulfatos, aunque esto no es suficiente para lograr la impermeabilidad requerida al paso de los cloruros, además es necesaria la dosificación de las mezclas de concreto bajo ciertas especificaciones técnicas, dijo. Adalberto Noyola Robles, director del II-UNAM expresó al Ing. Víctor Ortíz Ensástegui, presidente del CICM, el interés del Instituto en seguir colaborando de manera conjunta con nuestro Colegio para presentar otros proyectos de interés para los profesionales de la Ingeniería Civil.
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