LA FORMACIÓN DE FORMADORES, REQUISITO INDISPENSABLE PARA TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ: EL CASO DE SYSA CULTURA EMPRENDEDORA Autora: Prof. Karen Weinberger , Directora del Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacífico – Emprende UP En la última década, el Perú ha mostrado una estabilidad macroeconómica y un crecimiento sostenido, a pesar de una disminución en la tasa de crecimiento de los últimos tres años. El aumento del PBI y las exportaciones, los mayores índices de emprendimientos por oportunidad (Sérida Jaime, 2015), así como la disminución de los niveles de pobreza, son datos que nos reconfortan y nos llenan de orgullo como peruanos. En este contexto, la Agenda de Competitividad 2014 – 2018, rumbo al Bicentenario (Consejo Nacional de Competitividad (MEF), 2014), tiene como objetivo final “incrementar la competitividad del país para aumentar el empleo formal y el bienestar de la población”. Este documento señala que para lograr ese objetivo es necesario enfocarnos en ocho líneas estratégicas o aspectos fundamentales. Estos son: i) mejorar la eficiencia e institucionalidad de las organizaciones del estado; ii) cubrir el déficit de infraestructura en logística y transporte; iii) incorporar las TIC en la estructura económica del país a través de mayores servicios electrónicos y una cobertura más amplia a nivel nacional; iv) aumentar la calificación de la mano de obra a través de una formación técnica y universitaria de calidad; v) aumentar las capacidades de innovación y de generación de conocimiento; vi) mejorar las capacidades para la gestión, promover la colaboración entre empresas articulando cadenas de valor y fortalecer el sistema nacional de calidad; vii) facilitar el acceso a mercados internacionales y el comercio internacional y viii) gestionar eficientemente el acceso y aprovechamiento de los recursos naturales y energéticos. Todo esto a gran velocidad, con un enfoque multisectorial y centrado en la ejecución de actividades para el cumplimiento de los objetivos. Son muchas las tareas pendientes, pero hay tres barreras “críticas” para mejorar la productividad, la competitividad y el bienestar y desarrollo de la sociedad. Estas son i) los bajos niveles de innovación y tecnología en la mayoría de los sectores económico-productivos, ii) los bajos niveles de la calidad educativa y consecuentemente iii) la baja formación de capital humano de nuestro país. Por otro lado, la globalización, el uso intensivo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, así como los cambios en el comportamiento de las personas presentan grandes retos para el desarrollo de la sociedad. Hoy, los jóvenes están en la búsqueda de nuevos conocimientos que suelen tener al alcance de un “click”. Generalmente están muy ansiosos por su futuro, son poco tolerantes frente a las frustraciones y buscan ser libres e independientes cuanto antes. Disfrutan “emprender” nuevas experiencias, nuevas actividades y nuevos negocios, con tal de seguir siendo independientes y no tener jefes que les den órdenes, lo que resulta “incómodo” para ellos. Son una generación de jóvenes muy versátiles, flexibles, promotores del cambio, capaces de enfrentar y disfrutar nuevas situaciones, curiosos por aprender constantemente en espacios no necesariamente escolarizados y muy conscientes de la necesidad de contar con habilidades interpersonales, aunque no necesariamente la relación y comunicación entre ellos sea presencial. En líneas generales son estudiantes cada vez más independientes, orientados al autoaprendizaje, con capacidades y competencias múltiples y con muchas preguntas que pueden resolver con un solo “click”. Gracias al desarrollo de las tecnologías de la información, las fuentes del conocimiento están en todas partes, disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año. Frente a este contexto global, a nuestra realidad nacional y a una nueva generación de jóvenes que se integran a la población económicamente activa ¿qué podemos hacer para continuar con el crecimiento y desarrollo del país? EDUCACIÓN DE CALIDAD No cabe duda de la brecha que existe entre la oferta educativa –escolar, técnica y superior- y lo que el mercado laboral requiere. Basta con escuchar el lamento de las empresas por la falta de un recurso humano calificado –lo que limita de manera importante su productividad y competitividad, y los reclamos de los trabajadores por un puesto de trabajo digno y bien remunerado. La educación que actualmente se ofrece a los jóvenes no satisface las necesidades de las empresas por lo que es necesario proponer cambios significativos en el currículo de la educación básica y secundaria, un nuevo modelo de funcionamiento de los Centros Educativos Técnico-Productivos (CETPRO) y de los Institutos Superiores Tecnológicos (IST) públicos, para elevar la calidad y pertinencia de la educación y en consecuencia la productividad del capital humano. Pero existe un consenso sobre el impacto que tiene la educación sobre el crecimiento económico y la reducción de las desigualdades socioeconómicas (CEPLAN, 2014) En este sentido, si bien ampliar la cobertura de los servicios educativos y mejorar la calidad de los recursos disponibles (docentes, metodologías, infraestructura) son fundamentales para lograr una mayor competitividad, el reto está en transformar los roles que cumplen los actores de los procesos educativos: maestros, profesores, docentes, ayudantes de cátedra, directores, entre otros. Gracias al desarrollo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, el docente ha dejado de ser la principal fuente de conocimientos, para transformarse en un guía o facilitador de los procesos de aprendizaje de los estudiantes. El docente del siglo XXI -aquel que logrará aprendizajes significativos en sus estudiantes- no solo desarrollará las competencias clásicas (comprensión de lectura, conocimientos y habilidades matemáticas y científicas) sino que desarrollará en el alumno el hábito del aprendizaje constante. Desarrollará en él la capacidad para hacer preguntas y encontrar respuestas, más que acumular conocimientos. Los centros educativos ya no serán los lugares en los que estudiantes y maestros descubrirán, desarrollarán y compartirán sus conocimientos y habilidades de manera colaborativa. Pero según el Ministro de Educación Jaime Saavedra Chanduví, el reto es enorme, considerando que el sistema educativo peruano tiene aproximadamente 7.5 millones de estudiantes en educación básica, 62 mil locales escolares y 320 mil docentes públicos (González Estrada, 2014). Consciente de esta realidad, el actual gobierno de Ollanta Humala, ha aumentado considerablemente el presupuesto destinado al Ministerio de Educación (MINEDU) para trabajar en cuatro líneas de acción muy concretas (González Estrada, 2014): i) revalorizar la carrera docente ii) mejorar la calidad de los aprendizajes, iii) mejorar la infraestructura educativa, iv) mejorar la gestión del sistema y de la escuela. EDUCACIÓN PARA EL EMPRENDIMIENTO Según entrevistas realizadas a gerentes de recursos humanos de medianas y grandes empresas, así como a empresarios de pequeñas empresas, las competencias más difíciles de encontrar para lograr la empleabilidad de los jóvenes de hoy son: aprender a aprender y aprender a emprender. El reto de los maestros ya no está en la transferencia de conocimientos. Hoy, los jóvenes pueden acceder a mucho más información de la que sus maestros accedieron en sus procesos de formación y desarrollo profesional. Hoy, el reto está en desarrollar habilidades que permitan a los jóvenes aprender y emprender. En este sentido, la Agenda de Competitividad 2012 – 2013 (Consejo Nacional de Competitividad, 2014), incluyó el emprendimiento como uno de los ocho aprendizaje fundamental del marco curricular nacional1. En consecuencia, el Ministerio de Educación, en coordinación con el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) se comprometió a ajustar el currículo para promover desde la educación básica y la educación para el trabajo (EPT), el desarrollo de habilidades emprendedoras y a nivel secundario el desarrollo de algunas competencias empresariales. El emprendimiento deberá ser abordado bajo una perspectiva social y empresarial, promoviendo su aplicación en los diversos contextos personales, sociales y económicos de los estudiantes. El desarrollo de habilidades emprendedoras en etapa escolar, formará estudiantes perseverantes, con iniciativa, creatividad, pensamiento crítico, comunicación efectiva y capacidades para trabajar en equipo. A nivel post secundario, la formación se basará en el análisis de oportunidades de negocio y estrategias empresariales que hagan más productivas y competitivas a las empresas. En 1 Los otros siete aprendizajes fundamentales son: aprender a aprender, arte, ciencia, ciudadanía, comunicación, matemáticas y seguridad. esta etapa, la flexibilidad y adaptación al cambio, así como la capacidad para gestionar organizaciones, serán competencias muy necesarias que también podrían ser desarrolladas en los programas de EPT. La formación en emprendimiento, también es un mecanismo de inclusión social muy importante en sociedades en las que minorías marginadas no tienen acceso a puestos de trabajo dignos, en concordancia con sus habilidades y conocimientos. El emprendimiento es una forma de engancharse efectivamente en las actividades económicas-productivas de una localidad, de una región o de un país. La formación en emprendimiento es fundamental para el desarrollo de habilidades, actitudes y comportamientos emprendedores que son críticos para el crecimiento económico y desarrollo de un país. El emprendimiento no es algo mágico o genético, basado en pura intuición. El emprendimiento es una disciplina que puede –y debe- ser enseñada. En este sentido, el acceso a conocimientos e información valiosa sobre oportunidades de desarrollo, así como conocer y estar en contacto con emprendedores y empresarios en todos los niveles de educación, es fundamental para promover actitudes emprendedoras en los estudiantes. Finalmente, en cuanto a la educación para el emprendimiento, recuerde que tanto para el desarrollo de habilidades, como para la adquisición de conocimientos, las tecnologías de información y comunicación cumplen un rol muy importante. Gracias a un mundo cada vez más interconectado (Volkmann Christine, 2009), la educación emprendedora está creciendo rápidamente a nivel mundial, generando interés a nivel público y privado, por su capacidad para generar crecimiento económico y desarrollo humano. EL CASO DE SYSA: CULTURA EMPRENDEDORA Desde hace algunas décadas, diversas organizaciones privadas del país vienen trabajando con la finalidad de mejorar la calidad de la educación y mejorar la productividad y competitividad de nuestras instituciones. Una de estas organizaciones es SYSA Cultura Emprendedora S.A.C. En el año 1992, Guido Sánchez Yábar, consciente de la necesidad de formar a jóvenes para el trabajo independiente, desde edades muy tempranas, fundó SYSA con la misión de desarrollar en instituciones educativas públicas y privadas, a nivel nacional, un programa de desarrollo de capacidades emprendedoras. Desde entonces, SYSA Cultura Emprendedora busca la generación de riqueza a través de a) la formación de competencias emprendedoras en jóvenes estudiantes, trabajadores dependientes e independientes, b) el entrenamiento de docentes en los procesos de formación de emprendedores, c) el desarrollo de una metodología de formación que permita el logro de los objetivos de aprendizaje y d) la preparación de materiales que contribuyan con los procesos de formación de emprendedores (Sánchez Yábar, 2015). Como señala Guido Sánchez Yábar en su Informe sobre Escuelas Emprendedoras (Sánchez Yábar, 2015) la dificultad de los jóvenes escolares para acceder a mejores oportunidades laborales y mejorar su nivel de vida, una vez concluida su etapa de formación escolar, fue la mayor motivación para desarrollar programas de formación en emprendimiento. Desde sus inicios, hace más de 20 años, el objetivo general de SYSA fue desarrollar capacidades emprendedoras en los estudiantes de educación secundaria. Para ello, era necesario i) convocar a docentes del área de educación para el trabajo (EPT) a nivel secundario ii) capacitar presencialmente a los docentes elegidos en técnicas y metodologías para el desarrollo de habilidades emprendedoras iii) dotar de material bibliográfico, presentaciones y vídeos a los docentes en proceso de formación y iv) brindar acompañamiento a los docentes. Sin embargo, la tarea no fue sencilla. Como señala Sánchez Yábar, la falta de materiales educativos, una adecuada metodología para la formación de emprendedores y los pocos conocimientos sobre emprendimiento y gestión empresarial, por parte de los docentes del área de educación para el trabajo, limitaban el desarrollo de habilidades emprendedoras y competencias empresariales en los estudiantes escolares de secundaria. SYSA tuvo que convencer, uno a uno, a los directores de colegios y Asociaciones de Padres de Familia, para incluir la formación emprendedora en sus currículos y elaborar los materiales que acompañarían a los docentes y estudiantes en los procesos de aprendizaje. Así nacen las Escuelas Emprendedoras, una gran oportunidad para una gran mayoría de jóvenes que terminaban su etapa de formación escolar y cuyas posibilidades de conseguir un trabajo remunerado eran muy reducidas, probablemente por la inadecuada preparación en términos de aptitudes y conocimientos para insertarse en el mercado laboral o comenzar un trabajo independiente. Gracias a la Fundación Eduardo y Mirtha Añaños, Kola Real, COFIDE, FARMEX, PNUD entre otras organizaciones, SYSA viene cumpliendo con su misión y a diciembre del 2014 ha atendido a más de 320 colegios a nivel nacional, ha capacitado presencialmente a cerca de 2000 docentes, más de 312 mil alumnos han sido beneficiarios del programa, se han donado más de 32 mil libros, 65 mil cuadernos de trabajo y cerca de 7 mil CD para el desarrollo de planes de negocio. Hoy, un segmento importante de jóvenes peruanos, entre los 16 y 35 años, son claramente más emprendedores, están mejor preparados y están deseosos de ser independientes. Valoran mucho su calidad de vida, contar con tiempo libre para desarrollar sus propias actividades y no están dispuestos a trabajar para otras personas, exclusivamente por una retribución económica. Por otro lado la valoración social y las buenas percepciones sobre los emprendedores en la sociedad peruana, han estimulado el surgimiento de numerosos emprendedores, ya sea por una necesidad de sobrevivencia, el reconocimiento social o la autosatisfacción; por aprovechar una oportunidad de mercado (Sérida Jaime, 2015). Ser emprendedor, es decir, tener iniciativa y ser creativo, innovador y perseverante, se ha convertido en un requisito fundamental para el desarrollo humano. Sin embargo, no todos los emprendedores se convertirán en empresarios, pero todos los empresarios, cuyo estilo de vida es muy diferente a la de un trabajador dependiente, deberán tener habilidades emprendedoras y competencias empresariales. UNA OPORTUNIDAD PARA AMPLIAR LA COBERTURA GRACIAS AL APOYO DEL ESTADO: FINCYT Y EL FONDO PIPEI En el 2013, SYSA ya contaba con material pedagógico para el curso “Gestión Empresarial” del área de educación para el trabajo de los cinco grados de educación secundaria. Se empleaban tres libros para acompañar el programa: i) Grandes negocios para pequeños empresarios, ii) Mi plan de negocios y iii) Marketeando: Mi plan de marketing. Además contaba con más de 23 años de experiencia en la formación presencial de emprendedores y una buena reputación por la calidad de sus servicios y materiales. Pero para seguir cumpliendo con su misión, debía crecer y ampliar su cobertura a nivel nacional, lo que implicaba una gran cantidad de recursos humanos y financieros que hacían poco viable su proyecto. En este contexto, gracias al Fondo para la Innovación, la Ciencia y la Tecnología (FINCYT ) y haciendo uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, SYSA Cultura Emprendedora, presentó el proyecto denominado: “Desarrollo de un aplicativo web, mejora de contenidos, métodos y estrategias orientados a fortalecer la capacidad emprendedora de los alumnos en instituciones educativas de nivel secundario 2 “, en convenio con el Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacífico, Emprende UP. El objetivo central fue desarrollar un aplicativo que permita difundir el material pedagógico y ampliar la cobertura del programa de formación de formadores en emprendimiento a nivel nacional. En el 2014, el proyecto fue aprobado y con el apoyo de docentes de la Universidad del Pacífico se revisaron y actualizaron todos los recursos bibliográficos que posteriormente fueron utilizados para atender las necesidades de una educación emprendedora a nivel secundario, cumpliendo con el Plan Curricular de Educación para el Trabajo, MINEDU 2009 y los lineamientos del “Marco del sistema curricular nacional”, tercera versión para el diálogo, Lima, 2013. Cabe señalar que la Universidad del Pacífico, fue un aliado estratégico para SYSA, pues contaba con i) amplia experiencia en el desarrollo de habilidades emprendedoras y capacidades de gestión en sus estudiantes3 ii) amplia experiencia en la formación de formadores para el emprendimiento4 iii) una plataforma de apoyo a la formación que facilita el aprendizaje a distancia 5y iv) el desarrollo de videos para la formación en línea6, gracias a un convenio con la Fundación Romero y su programa “Para quitarse el sombrero”. 2 Contrato No. 041 – FINCYT-FIDECOM-PIPEI-2014 Desde el plan de estudios de 1991, la Facultad de Administración y Contabilidad incluyó el desarrollo de habilidades emprendedoras y capacidades empresariales, como competencias fundamentales de la formación de administradores de empresas. Además ha desarrollado programas de formación para empresarios como: el programa de Mujeres Empresarias y el de Jóvenes Empresarios. 4 Curso de formación para docentes, a través de la red PIE y los Colegios Fe y Alegría. 5 Plataforma educativa para el desarrollo de aprendizajes y la administración de los procesos de formación. 6 M.O.O.C: Massive Open Online Courses 33 Siendo un proyecto piloto, se seleccionaron a 200 docentes, utilizando un muestreo aleatorio simple, por estratos geográficos. A continuación se presentan algunas características de la muestra y el número de docentes por cada estrato: Estrato (1) Oriente (Amazonas, Loreto, San Martín, Madre de Dios, Ucayali) Norte (Ancash, La Liberta, Lambayeque, Piura, Tumbes) Centro (Cajamarca, Huánuco, Junín, Pasco) Sur (Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Ica, Moquegua, Puno, Tacna) Lima (Lima, Provincias de Lima y Callao) Población de Docentes del área Proporción de Muestra docentes nivel de educación docentes por estratificada, secundario (2) para el trabajo (3) estrato proporcional y por estrato (4) 16,538 3,308 9.2% 19 36,470 7,294 20.3% 40 26,181 5,237 14.5% 29 47,089 9,418 26.2% 52 53,707 10,742 29.8% 60 (1) Los estratos fueron establecidos según cercanía, distancia entre ellas y homogeneidad de los docentes de esas zonas. (2) Se refiere al número de docentes de nivel secundario, según cifras del MINEDU, año 2013 (3) Se estima que el 20% de la población de docentes de nivel secundario representan a los docentes del área de educación para el trabajo. (4) Número de docentes elegidos de cada estrato. Desarrollo del programa (Sánchez Yábar, 2015): Postularon al programa de formación, 460 docentes, de los cuáles 160 fueron seleccionados provenientes de escuelas públicas y privadas de 21 regiones del Perú. De los 160 seleccionados, 149 docentes ingresaron al aula virtual y la primera actividad que fue un foro, contó con la participación de 123 docentes. Cabe mencionar que el acceso a internet fue el mayor inconveniente para muchos de los beneficiarios del programa pues en muchos de los poblados en los que trabajan, no hay acceso. En consecuencia, seguir la programación de las clases y cumplir con las evaluaciones fue muy complicado y a veces imposible para algunos de los participantes. De los 200 seleccionados, 162 docentes recibieron los materiales e iniciaron el programa de capacitación7, de los cuales 94 terminaron satisfactoriamente el curso. A continuación se presentan las fortalezas y las debilidades del plan piloto, con la finalidad que sirvan de experiencia en la implementación de un proyecto de mayor envergadura. Cabe mencionar que estos resultados se obtienen de las encuestas de satisfacción respondidas por 67 docentes que concluyeron el programa de formación, y entrevistas en profundidad a docentes que no concluyeron el programa. Entre las principales fortalezas se pueden mencionar: El material resultó ser sencillo y de fácil comprensión para estudiantes escolares y maestros. Los libros, cuadernos de trabajo y CD fueron calificados como amenos, prácticos, de fácil lectura, con ejemplos claros y acordes a la realidad. Fue considerado un excelente apoyo para la labor docente con buenas citas bibliográficas, lo que permite profundizar conocimientos. Sin embargo, algunos los calificaron como complejos y requerían más ejemplos prácticos. Los materiales se adecuan muy bien a los propósitos de las distintas unidades de trabajo y al plan curricular nacional. El uso de las TIC vuelve más eficiente el proceso de aprendizaje. El uso de vídeos es cada vez más requerido, pero ello requiere de un mejor servicio de internet. Entre las principales debilidades: Se requiere una mayor capacitación en las tecnologías de la información y comunicaciones, en el uso del aula virtual y establecer planes de contingencia para fallas en el internet. Las políticas del curso deben considerar estos imprevistos. Los procesos de reclutamiento y selección, deben evaluar las habilidades de los participantes en el uso de las TIC. Aún hay resistencia en algunos docentes, quienes consideran que la educación para el trabajo debe centrarse en el desarrollo de trabajos manuales. Las fallas en internet pueden volver el proceso de aprendizaje muy tedioso y frustrante, obligando al participante a abandonar el proceso de formación. Finalmente, diversos encuestados y entrevistados coincidieron en las siguientes recomendaciones: 7 Comenzar el proceso de formación, con una capacitación presencial, vía Skype o con un tutorial, que asegure que el participante cuenta con las habilidades necesarias para llevar un curso virtual y ser evaluado en el mismo. Hacer la entrega de materiales en una de las capacitaciones presenciales, previa al inicio del curso, evitando el uso del correo postal. El inicio del curso, programado para agosto del 2014, se postergó por más de un mes porque los textos sobre educación emprendedora, elaborados por SYSA, no llegaron a tiempo por una huelga de SERPOST. Revisar nuevamente los materiales y desarrollar ejemplos de acuerdo con los estratos geográficos en los que los docentes han sido agrupados. Reducir los materiales y las lecturas, tratando de uniformizar el tipo de materiales y la cantidad de los mismos, para cada uno de los módulos de formación. Establecer horarios fijos para los chats, con intervalos no mayores a 72 horas. Continuar con la traducción de materiales a diversos idiomas, en especial al quechua. Evaluar presencialmente a los participantes, antes de la entrega de los certificados. Para ello, el participante podrá elegir el día y la hora en la que se presente en alguna de las ciudades donde se llevarían a cabo las evaluaciones. CONCLUSIONES Sin lugar a dudas, la globalización, las innovaciones en tecnologías de la información y comunicación, las economías basadas en el conocimiento y las tendencias socio-demográficas han aumentado el interés por las actividades emprendedoras. Hoy, el desarrollo de habilidades emprendedoras es una función a nivel escolar y cada vez más jóvenes emprendedores quieren convertirse en empresarios creativos, dinámicos e independientes. El rol de la tecnología es fundamental en el proceso emprendedor y también en el proceso de formación de emprendedores. Los celulares y dispositivos móviles permiten tener contacto con clientes, acceso a proveedores y comparar precios, conocer el comportamiento de los competidores y estar permanentemente conectados e informados a costos razonables. Inclusive permite hacer transacciones comerciales y bancarias, en tiempo real y a bajo costo. La tecnología contribuye con nuestra educación, entretenimiento, análisis de oportunidades de negocio, acceso a información y el manejo de nuestra documentación como empresa. La radio, la televisión y el internet han democratizado la educación y consecuentemente las oportunidades para todos. El costo de estar bien informado y tener acceso a una educación de calidad, depende de las actitudes de los ciudadanos, más que de la disponibilidad de recursos económicos. En este sentido, seguir desarrollándonos como personas es más una cuestión de “actitud” que de recursos monetarios disponibles. La cantidad y calidad de información disponible en Internet, para el desarrollo de habilidades emprendedoras, competencias gerenciales y la formación de emprendedores es cada vez mayor. Para sacar provecho de la tecnología, es necesario que toda la sociedad tenga acceso a ella y que esté en la capacidad de emplearla de manera adecuada. Para ello, la capacitación en el uso de las herramientas disponibles es fundamental. La tecnología ha transformado la forma en la que accedemos a información, nos formamos, nos capacitamos y aprendemos. En consecuencia, también debe cambiar la forma en la que enseñamos. Maestros, profesores y docentes debemos reinventarnos, capacitarnos e innovar constantemente en nuestras metodologías para así lograr aprendizajes significativos en nuestros alumnos. La investigación y el trabajo colaborativo, entre alumnos, entre profesores y alumnos, y entre profesores, alumnos y sus entornos, deberán convertirse en la fuente de crecimiento y desarrollo de los futuros emprendedores… aunque no todos lleguen a ser empresarios. En este contexto es clave la formación de los maestros que sean capaces de transmitir conocimientos pero también desarrollar en los estudiantes habilidades emprendedoras. No basta con ser un profesor transmisor de conocimientos. Hoy el docente en el aula debe ser un transformador y formador de emprendedores capaces de identificar oportunidades, transformar el entorno en el que se desarrollan, resolver problemas, tomar decisiones, asumir responsabilidades, ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios en un entorno cada vez más complejo y competitivo. Pero el docente no puede hacer todo solo. Requiere de un ecosistema emprendedor que refuerce lo aprendido en el aula, pero sobre todo que le brinde al estudiante la posibilidad de seguir desarrollándose como emprendedor fuera del contexto escolar, hasta transformarse en un empresario capaz de i) innovar constantemente para ser más productivo y competitivo ii) generar nuevos productos o servicios para consumidores insatisfechos, iii) crear nuevos puestos y mejores condiciones de trabajo, iv) contribuir con el desarrollo económico y el bienestar de su sociedad a través del pago de impuestos y v) transformar su entorno en beneficio de un mayor desarrollo humano. CEPLAN. (2014). La educación del futuro y el futuro de la educación. Lima, Perú. Consejo Nacional de Competitividad (MEF). (2014). La Agenda de Competitividad 2014-2018, rumbo al Bicentenario. Lima. Consejo Nacional de Competitividad. (2014). 7 pasos hacia la competitividad. Balance de la agenda 2012 - 2013. Lima. González Estrada, O. (2014). "La empresa privada ha visto en la educación un sector para invertir". Gan@Más (23), 54. Sánchez Yábar, G. (2015). Informe: Escuelas Emprendedoras. Lima. Sérida Jaime, N. K. (2015). Global Entrepeneurship Monitor: Perú 2013. Lima, Perú: Universidad ESAN. Volkmann Christine, W. K. (2009). Educating the Next Wave of Entrepreneurs. Ginebra: World Economic Forum / Phoenix Ink Communications.
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