Simposio 7 Como prevenir y desacelerar el envejecimiento. Movimiento Antiaging Coordinadora: Dª. Purificación Martínez Segura Médico Especialista Medicina Familiar y Comunitaria. Distrito Almería. Definimos envejecimiento como: “el proceso continuo, universal e irreversible que condiciona una pérdida progresiva de la capacidad de adaptación. El mecanismo de envejecimiento es universal, irreversible, deletéreo, individual e intrínseco.” A pesar de múltiples teorías que pretender explicar el progreso de envejecimiento, agrupadas en dos grandes grupos: estocásticas (entienden la vejez como consecuencia de alteraciones que ocurren de forma aleatoria y se acumulan a lo largo del tiempo) y no estocásticas (la vejez correspondería a la última etapa dentro de una secuencia de eventos codificados en el genoma), no existe una teoría que explique el proceso y dote a la ciencia de herramientas para frenarlo. Son muchos los elementos que intervienen de forma conjunta. Con el desarrollo de nuestra sociedad actual, los avances en medicina y la obtención de una mejor calidad de vida e independencia de los adultos mayores, se ha producido una prolongación de la esperanza de vida media. Y con ello un interés por parte de la ciencia de contribuir a un “envejecimiento saludable”, es decir, incidiendo sobre todo en la prevención de patologías que supongan una limitación para el desarrollo de personal de la persona. En esta línea surge una nueva rama de la Medicina: Medicina Antiaging, basada en conocimientos básicos del metabolismo celular, con teorías sólidas que respaldan múltiples estudios y cuya intención es retrasar el envejecimiento biológico en relación al cronológico. PONENCIAS Primer ponente: Dª. Cristina Maldonado Úbeda. Médico Especialista Medicina Interna. Complejo Hospitalario Torrecárdenas. Almería. Título de la ponencia: Neuroinmunoendocrinología en el anciano La población anciana constituye, hoy en día, un grupo etario en aumento progresivo, de ahí la importancia de conocer los cambios endocrinológicos que se producen con el paso de los años. Los sistemas endocrino y nervioso ejercen funciones reguladoras mediante diferentes mecanismos: los neurotransmisores se envían a distancias cortas mientras que las hormonas difunden en la sangre generando un efecto más lento pero duradero. La afectación más relevante que tiene lugar en el sistema endocrino ocurre a nivel del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal. Se afecta la secreción hormonal, el tamaño glandular, y la capacidad de respuesta de los tejidos. De forma fisiológica, durante la edad adulta y con mayor intensidad durante la edad avanzada, se producen cambios en prácticamente la totalidad de las hormonas reguladoras de nuestro organismo, principalmente en los ritmos circadianos de corticotropina (ACTH), tirotropina (TSH), y con mayor importancia en la hormona del crecimiento (GH). Todos estos cambios hormonales interfieren en la calidad de vida de las personas ancianos, de forma más o menos relevante. Algunos de los más trascendentes son los que se enumeran a continuación: Atrofia muscular, por disminución de GH. - Aumento de grasa corporal e hipotiroidismo, por disminución del metabolismo como consecuencia del descenso de hormonas tiroideas. - Pérdida de masa ósea y riesgo de fracturas, debido al aumento de parathormona y descenso de calcitonina. - Riesgo de desarrollar diabetes, por el aumento de glucemia que se produce debido al ritmo enlentecido de secreción pancreática de insulina. Es por tanto fundamental, por parte del sanitario, conocer el envejecimiento fisiológico del sistema endocrino, así como las patologías que engloba, con el fin de ayudar a afrontar este cambio, y en ocasiones anteponerse a él, como ocurre por ejemplo con las medidas preventivas para la osteoporosis. Palabras clave: Hormonas, sistema endocrino, anciano, envejecimiento. Segundo ponente: Dª. Mª Carmen Moreno López. Especialista Medicina Familiar y Comunitaria. Distrito Almería. Título de la ponencia: Envejecimiento y GH Los cambios demográficos de los últimos años han contribuido de forma favorable en la mejoría de la calidad de vida del adulto mayor. El aumento de la esperanza de vida ha reforzado un sector en el ámbito de la medicina que centra su esfuerzo en retrasar el envejecimiento y los efectos asociados a este proceso, con el fin de obtener una mejora de las funciones vitales en esta etapa. La disminución de los niveles hormonales, es un mecanismo natural que favorece la aparición de la vejez. A raíz de los trabajos publicados por Rudman y colaboradores en la década de los noventa, se ha comenzado a considerar el papel del sistema endocrino en la vejez y más concretamente los efectos que suponen la administración de la hormona del crecimiento en pacientes ancianos y los beneficios de ésta en el proceso de envejecimiento. Viendo los efectos que produce en los sistemas donde la citada hormona ejerce su acción: sistema nervioso central, regeneración ósea, diversos parámetros de la función inmunitaria, composición corporal y sistema vascular. En todos los casos se ha observado un efecto beneficioso para el organismo, produciendo un aumento de la masa magra y disminución de la grasa, aumento de la velocidad de osteointegración, mejoría del árbol vascular y prevención de la pérdida de neuronal que se produce en la zona del hipocampo. Los estudios realizados dotan de un importante papel en la prevención de múltiples patologías que suponen un reto para múltiples patologías típicas del adulto mayor. Palabras clave: Envejecimiento, hormona del crecimiento, prevención, anti envejecimiento. Tercer ponente: Dª. Purificación Martínez Segura. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Distrito Almería. Título de la ponencia: Melatonina : profiláctico y desacelerador del envejecimiento Los organismos animales y vegetales son capaces de sintetizar melatonina a partir del triptófano, teniendo diversas funciones según donde se forme: La glándula pineal (órgano endocrino) secreta melatonina que es capaz de recoger la información del fotoperiodo (hora del día, período del año) para así regular los ritmos biológicos (secreción de cortisol, ritmo sueño/vigilia). Para ello la melatonina se sincroniza con el fotoperiodo, mediante un pico nocturno, siguiendo un ciclo circadiano. También se sintetiza en el bazo, timo, células del sistema inmune, médula ósea, intestino, retina, ovario, testículo, siendo la concentración 2-3 veces mayor que en sangre. Se encarga de aumentar la supervivencia celular por su múltiples efectos: Efecto antioxidante y antiinflamatorio: Disminuye la concentración de radicales libres y la inflamación crónica que provocan. Previene la disfunción mitocondrial aumentando la síntesis de Adenosín Trifosfato (ATP), que ayuda a la célula a protegerse de daños externos y a reparar funciones celulares. Aumenta la permeabilidad de la membrana celular, favoreciendo la eliminación de sustancias tóxicas. Frena la degeneración neuronal, activando la neurotransmisión GABAérgica e inhibiendo la glutamatérgica (Acción antiexcitotóxica). Efecto analgésico, sedante, hipnótico. El ritmo circadiano de la melatonina aparece a los 6 meses de vida, empieza a reducirse a los 35 años; siendo ya a los 50 años del 50%; por lo que el reloj biológico es más resistente a adaptarse a cambios del fotoperiodo; aumenta la concentración de radicales libres; menor capacidad de defensa y producción de ATP; aumentando la mortalidad celular propia del envejecimiento. Administrando melatonina se consiguen niveles fisiológicos, realizando de nuevo todas sus funciones, evitando daños celulares (profiláctico) y aumentando la supervivencia celular (desacelerador). Palabras clave: Melatonina, antioxidante, reloj biológico, fotoperiodo. Cuarto ponente: Dª. Cristina Lozano Mengíbar. Médico Especialista Medicina Familiar y Comunitaria. Distrito Poniente. Título de la ponencia: Nutrición, envejecimiento y Anti-Aging El envejecimiento es un proceso natural que en la mayoría de los casos no causa el fallecimiento de las personas por sí mismo, sino que son las enfermedades asociadas a la vejez, como son las enfermedades cardiovasculares, metabólicas o degenerativas, las que nos conducen a la muerte. El envejecimiento no es un proceso homogéneo. La velocidad del mismo no es similar entre todas las personas, existen diferentes ritmos influenciados por múltiples factores, incluyendo genética, estilo de vida y la exposición ambiental. La reducción del 30% de la ingesta calórica se relaciona con el enlentecimiento del envejecimiento y la 2 prolongación de la vida, así como con una menor incidencia de enfermedades vinculadas a la edad como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis o la demencia. La capacidad aeróbica, la masa muscular y la fuerza disminuyen con la edad. Estos cambios pueden tener un impacto considerable en la capacidad de realizar actividades diarias. Por todo ello, es muy importante fomentar de la actividad física en la población de mayor edad y enfatizar la incorporación de actividades de fortalecimiento muscular en un plan de actividades. La actividad física beneficia a las personas de todas las edades y puede disminuir las causas de morbilidad y aumentar la esperanza de vida. Además de disminución de la mortalidad, el ejercicio se asocia con una mayor probabilidad de un envejecimiento saludable. Nunca es demasiado tarde para ser físicamente activos. La prevención de la aparición de nuevas enfermedades y la promoción de la salud en un individuo deben ser integradas en un plan de actividad física, con disposiciones adecuadas para la progresión y la reevaluación según sea necesario. Palabras clave: Nutrición, antiaging, envejecimiento, medidas higiénico-dietéticas. 3
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