WILLIAM SOTO SANTIAGO POR LA PALABRA HABLADA Domingo, 28-03-1993 (P.M.) Cayey, Puerto Rico Domingo, 28 de marzo de 1993 (P.M.) Cayey, Puerto Rico Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago, Es distribuido gratuitamente. “Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Apocalipsis 22:17 18 WILLIAM SOTO SANTIAGO aquí en la funeraria: “Cayey Memorial,” pero su alma y su espíritu están en el Paraíso, de donde vendrá en un cuerpo eterno, para estar nuevamente con nosotros en la flor de la juventud. Y el martes próximo será el sepelio de su cuerpo, a la una de la tarde; a todos los que le sea posible estar, nos veremos allí el martes a la una de la tarde, y también a todos los que les sea posible estar esta noche en “Cayey Memorial,” y mañana también durante el día o durante la noche nos veremos allá en alguno de esos momentos. Así que Dios les bendiga, Dios les guarde a todos, y adelante escuchando la Palabra hablada, que es la Palabra con la cual seremos libertados; por eso fue representada en la trompeta final y en la gran Voz de trompeta. Bueno, el lunes de la otra semana ya estará con nosotros nuestro hermano Bermúdez, y estaremos el domingo próximo, yo creo que es cuando comienza la semana santa; así que oremos mucho para que Dios nos dé todo lo que El desee que nosotros recibamos en esos días. Yo estaré esperando de parte de Dios todo lo que El tenga para mí y para cada uno de ustedes. Así que oren mucho por mí, yo estaré orando también por ustedes, para que Dios nos dé todas las bendiciones que El desea para nosotros en esos días. Que Dios nos bendiga, Dios nos guarde, a todos aquí en Cayey, Puerto Rico, y también a cada uno de ustedes a través de la línea telefónica en los diferentes países de la América Latina, del Caribe, de Norteamérica y del Canadá. Y Miguel, que Dios te bendiga grandemente, y adelante. Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para concluir nuestra parte en esta noche. Adelante Miguel. Dios les bendiga y les guarde a todos. “LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA.” LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 17 Algunas personas quizás piensan que las cosas que fueron vistas en sueños o en visiones, que haría el séptimo mensajero, se tienen que cumplir en el mismo séptimo mensajero William Marrion Branham; pero no han comprendido que en él se estaba reflejando lo que Dios haría en una nueva dispensación y en una nueva edad que vendría, en donde Dios se manifestaría y haría esas cosas, y sería conforme a Su Palabra. Ahí en ese sueño del hermano Branham que hemos leído en el Libro de Citas, Dios le está mostrando el año del Jubileo, en donde viene la liberación para el pueblo de Dios. Y vean ustedes en la forma que Dios le muestra estas cosas, así como lo hizo con otros profetas en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo Testamento. Todo esto habla del tiempo en donde Dios estará libertando a Su pueblo, que será en una nueva edad y en una nueva dispensación, en la Dispensación del Reino, en la Edad de la Piedra Angular; porque ese es el tiempo para ser libertados por la Palabra hablada de Dios, que es la Palabra creadora de Dios, con la cual Dios realizará todo lo que El ha prometido. Así que para nosotros lo más importante es recibir la Palabra hablada de Dios, porque por la Palabra hablada de Dios es que seremos libertados en este tiempo final: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.” Así que seremos libertados por la Palabra hablada de Dios, porque ella se materializará en el cumplimiento de lo que ha sido hablado. “LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA DE DIOS.” Que Dios nos bendiga, que Dios nos guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención, y ya estaremos nuevamente aquí el viernes próximo, y también el domingo en la mañana y en la tarde. En cuanto al anuncio que les hice en la mañana, de la partida de nuestra amada hermana Miguelina, su cuerpo está 16 WILLIAM SOTO SANTIAGO suficiente en mis brazos para romper esas barras (esos barrotes).’ Así que dije, ‘Casa del Infierno, ríndete en el nombre de Jesucristo’; y todo el recrugir y toda la detonación, y las rocas rodando, y las barras cayendo, y gente corriendo, gritando: ¡Libertados!, y gritando a lo alto de su voz, y todo fue libertado. Y yo estaba gritando entonces, ‘Hermano Roy Borders, ¿Dónde está ud? ¡Dios está librando (libertando) a Su gente! ¿Dónde está, hermano Borders?” Ese es el tiempo de la liberación, el tiempo donde Dios está libertando a su gente, este es ese tiempo; y esa liberación tiene diferentes fases, una de ellas será más adelante, en donde El nos libertará de este cuerpo, y nos colocará en un cuerpo eterno, y luego más adelante nos colocará en el glorioso Reino milenial. Ahora, Dios está libertando a Su pueblo. Es un éxodo, es el tercer éxodo, en donde Dios está libertando a Su gente, y está colocando a Su gente en la Edad de la Piedra Angular, y en una nueva dispensación, en la Dispensación del Reino. Todo esto se mueve primeramente en el campo espiritual, y luego lo veremos con la liberación de nuestro cuerpo, y más adelante también con nuestra entrada al glorioso Reino milenial. Así que miren ustedes, con la Palabra hablada vino la liberación. Dios libertó con la Palabra hablada; con la Palabra colocada en la boca de un profeta Dios libertó a Su pueblo. A través de cada profeta de Dios en el Antiguo Testamento, Dios reflejó lo que haría a través de Jesucristo, del Mesías, del Angel del Pacto, del Angel de la Dispensación de la Gracia. Y encontramos que algunos pudieron pensar que se cumplirían esas cosas, se cumplirían en esas personas, pero se estaba reflejando en ellos lo que acontecería en la vida de Jesucristo. Y tanto en los profetas del Antiguo Testamento como en los profetas y ángeles mensajeros del Nuevo Testamento se ha reflejado lo que Dios hará en la Dispensación del Reino, en Su manifestación a través de Su Angel mensajero para la Dispensación del Reino. LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA Por William Soto Santiago Domingo, 28 de marzo de 1993 (P.M.) Cayey, Puerto Rico Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, y también cada uno de ustedes a través de la línea telefónica en los diferentes lugares de la América Latina, del Caribe, de Norteamérica y el Canadá; que las bendiciones de Dios sean sobre todos nosotros en esta tarde, y Dios nos hable al corazón. En San Juan capítulo 8, verso 32, dice el Señor Jesucristo: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres, o sea: y la verdad os libertará. “LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA.” (Libertados por la Verdad.) En el tiempo del pueblo hebreo allá en Egipto, encontramos que Dios tenía para ese pueblo una promesa de liberación, una promesa en donde Dios los libertaría y los llevaría a la tierra prometida. Todos sabemos que el pueblo hebreo llegó a Egipto porque vendió a José, y José era la Palabra, por cuanto José era profeta. Y encontramos que el ser humano en el Huerto del Edén vendió la Palabra; encontramos que el ser humano en el Huerto del Edén perdió las bendiciones de Dios, perdió los privilegios de Dios, y fue sacado del Edén, fue sacado del lugar donde estaba la vida eterna, y vino a vivir en este planeta Tierra como esclavo, como siervo; pero Dios ha prometido para Sus hijos una liberación en el fin del tiempo. Así como también el pueblo hebreo vendió a Cristo, y por esa causa encontramos que el pueblo hebreo espiritualmente perdió la bendición de Dios. Encontramos que para el fin del tiempo, así como para el pueblo hebreo allá en el tiempo de Moisés, Dios tiene la 6 WILLIAM SOTO SANTIAGO promesa de una liberación, será un éxodo; así como para los escogidos de entre los gentiles la liberación que Dios ha prometido es un éxodo. Así como hubo un éxodo para el pueblo hebreo, para salir de Egipto en donde estaban esclavizados. ¿Cuándo? En el tiempo señalado por Dios sería ese éxodo, sería en la cuarta generación, sería luego de cumplidos los cuatrocientos años. Vean ustedes, Dios tiene el tiempo establecido para llevar a cabo ese éxodo. Todo éxodo pasado viene en la actualidad a ser tipo y figura del éxodo del pueblo de Dios, del Israel celestial y del Israel terrenal. Por esa causa encontramos que para el Israel terrenal Dios les enviará el ministerio de Moisés y Elías. Vean ustedes, el ministerio de Moisés fue el ministerio para el éxodo del pueblo hebreo allá en Egipto. Y encontramos que para ese tiempo, bajo el ministerio de Moisés y Elías, durante la gran tribulación, se estarán repitiendo las plagas que cayeron en Egipto. Vean ustedes en Apocalipsis capítulo 11 en donde dice las cosas que serán realizadas en ese tiempo, es que así como Dios libertó al pueblo hebreo allá en Egipto de la esclavitud a la cual habían sido sometidos, así también Dios libertará 144 mil hebreos, doce mil de cada tribu, que serán los escogidos de Dios de en medio del pueblo hebreo, los cuales para Dios serán el Israel del cual El habló en Isaías capítulo 59, verso 20, donde dice: “Y vendrá a Sión el libertador que quitará de Jacob la impiedad.” Y San Pablo citando ese pasaje, dice que cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, entonces todo Israel será salvo, como está escrito: Y vendrá de Sión el libertador, que quitará de Jacob la impiedad. El Libertador: Jesucristo, el Angel del Pacto, el cual vino en el tiempo de Moisés y libertó al pueblo hebreo, usando a un hombre, a Moisés. Miren ustedes aquí en el Exodo, el Angel del Pacto le dijo a Moisés por qué había descendido a la Tierra. Aquí dice, LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 15 La Palabra es Cristo, es Dios, por esa causa seremos libertados por Dios, por Cristo, la Palabra siendo hablada en este tiempo final. “LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA.” Por esa causa el año del Jubileo se convierte en una realidad, es actualizado en este tiempo final, porque es el tiempo para ser libertados por la Palabra hablada. Que Dios nos continúe bendiciendo a todos, que Dios nos guarde, y hacia adelante siempre, porque llegaremos a la tierra prometida del glorioso cuerpo glorificado que El ha prometido para cada uno de nosotros, y también llegaremos al glorioso Reino milenial; porque seremos libertados por la Palabra hablada. ¿Recuerdan ustedes el sueño de nuestro hermano Branham, en donde él vio unas personas encerradas en un lugar, un sótano? Dice que fue un sueño, y dice que vio un lugar como un sótano, con unos barrotes de hierro tan grandes como de 8 a 10 pulgadas de grueso, y eso es bastante; y la gente estaba fuera de su mente, y así por el estilo. Y dice que una señora que él conocía, ahí en el sueño apareció, la cual era una cristiana, y le decía: “Hermano Branham, esta es la casa del infierno,” y decía: “esta gente es buena, y esta gente lo ha malentendido a usted, y usted los malentendió a ellos.” Y le decía ella, le decía: “Hermano Branham, liberte a esta gente. Hermano Branham, líbrenos de esto.” Y luego encontramos que más adelante uno se libertó en alguna forma. Y luego más adelante encontramos que Jesucristo apareció, y el arco iris estaba con El. Dice así (Libro de Citas): “Y vi algunas luces vacilando alrededor allí adentro. Y miré hacia arriba, y allí estuvo parado el Señor Jesús con unas luces del arco iris alrededor de El. El estaba mirando bien directamente a mí; dijo, ‘Libra a esta gente’ (o sea liberta a esta gente). Y El se fue. Y pensé, ‘Pues, ¿Cómo podría yo librarlos? Yo no tengo fuerza 14 WILLIAM SOTO SANTIAGO reproducirá en el Reino milenial, que se reproducirá y producirá un glorioso cuerpo para ser a imagen y semejanza del Señor Jesucristo. Todo eso vendrá por la Palabra hablada. Nosotros seremos libertados, seremos libertados de la esclavitud en este cuerpo, seremos libertados de este cuerpo mortal, por la Palabra hablada, y seremos libertados del reino terrenal de los gentiles, y seremos colocados en el glorioso Reino milenial del Señor Jesucristo. Seremos libertados de la esclavitud. En este planeta Tierra, desde que el ser humano cayó ha estado en esclavitud, ha estado esclavizado en esta Tierra, vive una vida de esclavo, está esclavizado en todos los quehaceres de esta vida. Y algunas veces le da más importancia a los quehaceres de la vida que al programa de Dios correspondiente para el tiempo en que vive; cuando el primer lugar lo tiene Dios y Su programa. Porque ¿de qué le vale al hombre si ganare todo el mundo, y al fin pierde su alma? De nada le sirvió vivir en esta Tierra, vivió en esta Tierra como un esclavo más de este mundo; pero el que le dio su atención a la Palabra de Dios, al programa de Dios para el tiempo en que vivió, aunque vivió en esta Tierra como esclavo o como siervo, tiene la promesa de una tierra prometida, de un nuevo mundo, de un nuevo Reino, y de un nuevo cuerpo para vivir por toda la eternidad. Nosotros estamos aquí viviendo en la Tierra en un tiempo muy importante, un tiempo paralelo al tiempo de Moisés y al tiempo de Jesús; nosotros estamos viviendo en el tiempo de la liberación, en el tiempo correspondiente para ser libertados de la esclavitud y regresar a la vida eterna; nosotros estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, el tiempo para ser libertados por la Palabra hablada; así viene la liberación para nosotros como vino para el pueblo hebreo. Seremos libertados por la Palabra hablada que estamos recibiendo, por el Mensaje del Evangelio del Reino. “LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA.” LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 7 capítulo 3, verso 2 en adelante: “Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta gran visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ve, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.” Ahora vean ustedes, ¿para qué había descendido la Columna de fuego, el Angel del Pacto en aquella ocasión? Para libertar al pueblo hebreo, dice: “y he descendido para librarlos, para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, que fluye leche y miel.” Había descendido para realizar el éxodo, la salida, del pueblo hebreo. Miren ustedes lo que dice de este Angel la Escritura, en el capítulo 23 y verso 20 en adelante: “He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te 8 WILLIAM SOTO SANTIAGO guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra de amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.” Ahora vean ustedes, este Angel del Pacto, el cual es Jesucristo en esa Columna de fuego, en esa teofanía, es el que sacó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, por mano de Moisés, por mano de un hombre; porque Dios siempre usa al hombre. Por esa causa Dios a través de las edades y dispensaciones ha enviado profetas, que son hombres con las dos conciencias juntas para Dios usarlos en cada edad o en cada dispensación, para llevar a cabo Su programa para ese tiempo en beneficio de Su pueblo. Y aquí encontramos al Angel del Pacto, a Jesucristo, con el nombre de Dios. Dios dice: “mi nombre está en él.” Y lo encontramos realizando el éxodo del pueblo hebreo; y para eso envió a Moisés Su profeta, profeta dispensacional, el cual tenía dentro la Palabra, el cual creía las promesas de Dios para ese tiempo, y el cual estaba esperando la bendición divina de esas promesas para el pueblo hebreo. Ahora vean, Moisés fue rechazado por el pueblo hebreo cuando quiso libertar al pueblo hebreo como un gran príncipe allá en Egipto, y luego se fue a la tierra de Madián, se fue fugitivo allá, pues Moisés había matado a un hombre, y ese hombre era un egipcio; por lo tanto la ley de Egipto lo condenaba a muerte, pero Moisés huyó. Dice: “cuando al otro día se peleaban dos hebreos, y quiso Moisés poner la paz en LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 13 y estaremos adoptados como hijos e hijas de Dios, seres celestiales con cuerpos celestiales, para vivir por toda la eternidad. Un cuerpo celestial, pero que será visto aquí en la Tierra, y podrá aparecer y desaparecer también; un cuerpo con el cual podremos comer, con el cual podremos beber, con el cual podremos saludar a nuestros hermanos, y con el cual reinaremos como Reyes y Sacerdotes por mil años, y luego por toda la eternidad, teniendo así la Herencia de Dios en nuestras manos. Y todo esto está señalado para ser obtenido en este tercer éxodo. Y nosotros que hemos salido en este tercer éxodo, llegaremos a la tierra prometida del glorioso cuerpo glorificado, del cuerpo eterno, inmortal, y también llegaremos al glorioso Reino milenial. Esto será así porque es promesa divina, y nosotros la hemos creído, nosotros la hemos recibido, y nosotros hemos salido en este éxodo hacia la tierra prometida del nuevo cuerpo y hacia la tierra prometida del glorioso Reino milenial. Así que muy pronto llegaremos a la tierra prometida del nuevo cuerpo, y luego de eso a la tierra prometida del glorioso Reino milenial. Ya hemos llegado a la tierra prometida del nuevo Mensaje, y también hemos llegado a la tierra prometida de la nueva dispensación, la Dispensación del Reino; lo único que falta es el glorioso Reino milenial que sea establecido en la Tierra. Y hemos también llegado a la tierra prometida de la Edad de la Piedra Angular. Estos lugares, la Edad de la Piedra Angular y la Dispensación del Reino, vienen a señalar la tierra prometida; por lo tanto si hemos llegado a la tierra prometida de la Edad de la Piedra Angular y a la tierra prometida de la gloriosa Dispensación del Reino, aunque no ha comenzado todavía el glorioso Reino milenial, y hemos también llegado a la tierra prometida del Mensaje nuevo, del Mensaje de la Dispensación del Reino, y tenemos ese Mensaje que es la semilla que se 12 WILLIAM SOTO SANTIAGO Pacto, Jesucristo en la forma de Dios, no estimó ser igual a Dios. Ahora, El es el Pilar de fuego en la misma forma en que era allá atrás trayendo ese primer éxodo, trayendo el segundo éxodo, y aquí está El con el tercer éxodo. El primer éxodo, ¿qué hizo El? El les sacó de una tierra natural a una tierra natural. El segundo éxodo, El les sacó de una condición espiritual a un bautismo espiritual del Espíritu Santo. Ahora El está trayéndolos de un bautismo espiritual del Espíritu Santo, de nuevo a la Tierra Eterna del Milenio y al gran porvenir. El mismo Pilar de fuego por el mismo sistema ungido (¿cuál es el sistema ungido de Dios? Un hombre ungido con la Columna de fuego).” Ahora, podemos ver la forma en que Dios obra en el fin del tiempo. Sigue diciendo: “Ahora, permite que la meditación de mi corazón, los pensamientos de mi mente, mi fuerza, y todo, sean disueltos en esta Palabra. Y permite que la Palabra y yo, juntos, Señor, con el pueblo marchemos hacia el Reino de Dios.” También encontramos en este Mensaje, “El Tercer Exodo,” un sinnúmero de bendiciones correspondientes para el fin del tiempo, las cuales El cumplirá en este tercer éxodo. Miren ustedes en la página 20, dice: “Es tiempo para un éxodo. Es tiempo para un llamamiento fuera, hacia la Tierra Prometida. No la promesa de ir a otro país, sino a un Hogar, al Milenio -tiempo para un llamamiento- tiempo para llamar fuera.” Ahora, hemos llegado al tiempo en que Dios está preparando a Sus hijos en este tercer éxodo para entrar a la gloriosa tierra prometida del cuerpo eterno. Es una nueva tierra, porque esta tierra que tenemos, este cuerpo, que es del polvo de la tierra, es la vieja tierra o el viejo cuerpo que hemos recibido por el primer Adán; pero por el segundo Adán, Jesucristo, recibiremos un nuevo cuerpo eterno y glorioso, y seremos a imagen del segundo Adán, a imagen del celestial, y seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo, LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 9 medio de ellos, uno de ellos dijo: ¿quién te ha puesto a ti por príncipe o juez sobre nosotros? ¿quieres tú matarme como mataste ayer al egipcio?” Y Moisés dijo: “Ya se sabe todo esto aquí en Egipto.” Y dice que huyó para escapar de la sentencia del Faraón, escapar de la pena de muerte, y estuvo viviendo en Madián por cuarenta años. En esos cuarenta años él estuvo como pastor de ovejas, y ese trabajo o ese oficio de Moisés vino a serle de grande bendición, pues Dios compara a Sus hijos, a Su pueblo, con ovejas. Por lo tanto Moisés como pastor de ovejas vino a obtener esa experiencia de bregar con ovejas y tener paciencia con ellas. Moisés fue enseñado por Dios para ser el instrumento de Dios a través del cual Dios pastorearía al pueblo hebreo, al cual sacaría en ese éxodo prometido a Abraham; pues Dios le dijo a Abraham que a los cuatrocientos años El los libertaría con mano poderosa. Ahora vean ustedes, ese ciclo divino de liberación es muy importante en el programa divino para todas las edades y dispensaciones, porque siempre llega ese ciclo divino cuando termina una dispensación. El comienzo de una nueva dispensación es el tiempo del éxodo, para el pueblo salir de la dispensación que ha terminado y pasar a una nueva dispensación, donde tiene promesas grandes de parte de Dios para ser materializadas; y ahí él recibe las bendiciones de Dios. Vean ustedes, cuando Jesús apareció en la Tierra predicando, encontramos que El comenzó a llamar a la gente. El decía: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” Y El también decía: “Y los que estáis trabajados y cargados, venid a mí, y yo os haré descansar.” Ahora, él estaba llamando a la gente a una nueva dispensación, en donde el Señor Jesucristo era el mensajero de esa dispensación. ¿Y quién era el Señor Jesucristo? Algunos Lo conocen como el carpintero de Nazaret, otros Le conocen como el profeta de Nazaret, otros Le conocen como el Mesías, el Cristo, y otros Le conocen como un hombre que apareció allá 10 WILLIAM SOTO SANTIAGO en la tierra de Israel; pero muy pocos son los que saben que aquel Jesús de Nazaret era nada menos que el Angel del Pacto, era nada menos que el Angel que sacó al pueblo hebreo de Egipto y los llevó a la tierra de Canaán; ese era Jesucristo, era el Angel del Pacto que le había aparecido a Moisés, velado en carne humana. Por eso El podía decir: “Antes que Abraham fuera, yo soy. Y Abraham deseó ver mi día, lo vio y se gozó.” El podía decir todas esas cosas. El podía decir también: “He aquí uno mayor que Salomón.” Y podía decir también: “He aquí Uno mayor que el templo”; porque El es el más grande de todos, El es el Angel del Pacto, Jesucristo, es ese Angel que se hizo carne, se veló en un velo de carne y se hizo hombre, y habitó entre los seres humanos. Por esa causa el Nombre de Dios para redención estaba en ese velo de carne llamado Jesús; siendo ese el Nombre para la redención; porque Jesús significa “redentor,” “salvador,” el cual salvaría a Su pueblo de sus pecados. Ahora, ese Angel del Pacto es el que realiza la liberación, es ese Angel del Pacto el que lleva a cabo la liberación para Su pueblo en cada ocasión en que realiza un éxodo; y El siempre ha usado a un ser humano; pero El es el que realiza ese éxodo: El es el que saca al pueblo de la esclavitud, y luego lo lleva a la tierra prometida. Así que al pueblo hebreo quien lo sacó de la esclavitud en Egipto y lo llevó a la tierra prometida, fue el Angel del Pacto; usando primeramente a Moisés y después usando a Josué. Encontramos que es el Angel del Pacto el que realiza esa liberación. El por Su poder de la Palabra hablada hace el éxodo; por esa causa le dijo a Moisés: “Yo pondré mi Palabra en tu boca, y tú hablarás lo que yo te diga”; porque en cada éxodo son libertados por la Palabra hablada, así es como se lleva a cabo la liberación en cada éxodo. Ahora, en el éxodo del tiempo de Moisés podemos ver todo lo que allí aconteció, fue de parte de Dios algo LIBERTADOS POR LA PALABRA HABLADA… 11 maravilloso; pero también podemos ver que el pueblo no comprendió lo que estaba ocurriendo, no pudo ver al Angel del Pacto velado en Moisés hablándole al pueblo la Palabra correspondiente para ese tiempo. Vean ustedes que trajo el Angel del Pacto a través de Moisés el Mensaje para aquella dispensación. Ahora, en “El Tercer Exodo,” página 51, dice así el precursor de la Segunda Venida de Cristo: “¿Dónde los guió ese Pilar de fuego? Ahora, recuerden, Moisés no era el Pilar de fuego, él era un líder ungido bajo ese Pilar de fuego (estaba ungido por el Pilar de fuego, por el Angel del Pacto, por la Columna de fuego, que es Cristo en esa Columna de fuego), y el Pilar de fuego solamente vindicó su mensaje con señales y maravillas. Y ese Pilar de fuego les guió a la tierra que Dios les prometió, donde El mismo sería hecho carne entre ellos algún día (y se hizo carne entre ellos ese Pilar de fuego, ese Angel del Pacto se hizo carne, y lo conocimos por el nombre de Jesús de Nazaret, que fue hecho Señor y Cristo). ¿Es eso correcto? ¿Qué hicieron ellos? Murmuraron, se incomodaron y todo lo demás, para mostrar que era bajo la sangre de un cordero ordinario. Pero esta vez, ¡gloria a Dios! El Pilar de fuego que vemos entre nosotros, el Pilar de fuego nos guiará al Milenio, donde El retornará a Su pueblo en ese gran reino Milenial después de este éxodo, donde viviremos eternamente con El (¿con quién? con el Pilar de fuego, con el Angel del Pacto), El siempre tiene la Palabra del Padre, siempre prueba que eso es correcto.” Ahora vean Quién es el que nos guiará al glorioso Reino milenial: la Columna de fuego, el Pilar de fuego, el Angel del Pacto, que es el Señor Jesucristo en esa Columna de fuego. El nos guía en este tercer éxodo a la tierra prometida del glorioso Reino milenial, y también a la tierra prometida del cuerpo eterno y glorificado para ser a imagen y semejanza del Señor Jesucristo. Sigue diciendo así: “Permitan que este gran Angel del
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