RAE No - Universidad Catolica de Colombia

Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA ENFÁSIS EN ADICCIONES Y VIOLENCIA
BOGOTÁ D.C.
LICENCIA CREATIVE COMMONS: Atribución no comercial.
AÑO DE ELABORACIÓN: 2015
TÍTULO: factores sociodemográficos, psicológicos y sociales que diferencian la
conducta prosocial y el acoso escolar en jóvenes de la localidad de Usme.
AUTOR (ES): Betancourt Torres, Ayda Milena.
DIRECTOR(ES)/ASESOR(ES): Londoño Pérez, Constanza.
MODALIDAD: Trabajo de investigación
PÁGINAS: 137 TABLAS: 10 CUADROS: - FIGURAS:
CONTENIDO:
1.
RESUMEN
2.
MARCO TEÓRICO
3.
JUSTIFICACIÓN
4.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
5.
OBJETIVOS
6.
VARIABLES
7.
METODOLOGIA
8.
ANÁLISIS DE RESULTADOS
9.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
10.
RECOMENDACIONES
11.
LIMITACIONES Y FUTURAS DIRECCIONES
REFERENCIAS
ANEXOS
1
- ANEXOS: 8
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
DESCRIPCIÓN:
El presente estudio descriptivo tuvo como objetivo comparar los factores
sociodemográficos, masculinidad/ feminidad, funcionamiento familiar, tipo de
relación establecido con los pares entre 3 grupos de jóvenes, prosociales,
observadores de acoso escolar, agresores en situaciones de acoso escolar. Se
evidencian diferencia significativa en cuanto a sexo y grupo al que pertenece, así
mismo se encontró diferencia en la importancia dada a los pares por parte de los
grupos. Se recomienda a las instituciones educativas trabajar en la promoción de
conductas prosociales, lo cual puede verse reflejado en la disminución de casos
de acoso escolar.
METODOLOGÍA:
Esta investigación fue descriptiva
muestra no aleatoria, conformada
Institución Educativa Distrital de la
entre los 12 y 15 años, La muestra
por 30 estudiantes.
de tipo comparativo, se realizó con una
por 90 estudiantes de bachillerato, de una
Localidad de Usme, cuyas edades oscilaron
se dividió en tres grupos, cada uno integrado
Los instrumentos de recolección de información que se utilizaron:
Ficha de registro de variable Sociodemográficas: para identificar edad, sexo,
grado, estrato socioeconómico, conformación familiar.
Ficha de registro del tipo de relación con pares: para identificar características
como cohesión, dependencia, sumisión, afecto y disposición de hacer cosas o no
por ellos, percepción de la relación con compañeros.
Escala de Habilidades Prosociales para Adolescentes EHP-A, de Morales y
Suárez, (2011): Evalúan las habilidades prosociales que tienen los adolescentes,
por medio de cuatro factores: Toma de perspectiva, Solidaridad y respuesta de
ayuda, Altruismo y Asistencia.
Inventario Masculinidad – Feminidad (IMAFE): De Lara (1993) y validada por
Martínez, Guerrero y Rey (2012) en Colombia. Tiene por propósito evaluar
rasgos de personalidad asociados con los roles de género.
Cuestionario APGAR Familiar (Family APGAR): diseñado en 1978 por
Smilkstein y validada por Bellon et al. (1996). Valora la percepción de la
persona sobre la funcionalidad familiar.
PALABRAS CLAVES:
CONDUCTA PROSOCIAL, BULLYING, MASCULINITY, FAMILY RELATIONS
2
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
CONCLUSIONES:
La mayoría de los jóvenes del grupo de agresores eran hombres, tal como lo
señalan otras investigaciones (UNICEF, 2011; DANE, 2011), pues se considera
que los varones tienen mayor tendencia a involucrarse en situaciones violentas,
como robos, ataques físicos, amenazas e insultos (Hinduja & Patchin, 2008;
Romera, et al., 2011). Incluso Romera et al. (2011) en la clasificación que hace de
los protagonistas del acoso escolar, incluye en el perfil del agresor, el sexo como
un factor relevante. Lo cual no quiere decir que las mujeres no se involucren en
situaciones de agresión física reincidentes que son las que regularmente llevan al
reporte, o que se involucran en acoso escolar típicamente con agresiones
indirectas como rumores, que en la institución se denuncian poco aunque son
altamente frecuentes.
El grupo de jóvenes con comportamientos prosociales en oposición al de los
agresores, estaba conformado en su mayoría por mujeres; resultado consistente
con el encontrado en las investigaciones de Álvarez et al. (2010), Lacunza (2012)
López et al. (1998), Redondo y Guevara (2012), Sandoval (2001) y Urquiza y
Casullo (2005). Plazas et al. (2010), por su parte expresa que la conducta
prosocial en edades tempranas, es mayor en niñas, pero aclara que en el
bachillerato dicha diferencia disminuye y que en la Educación Superior incluso se
invierte. Lo cual coincide con lo encontrado, pues los agresores en su mayoría
niños, estaban ubicados en grado 6º, mientras que en grado 10º no hubo casos
registrados de hombres asociados como agresores en acoso escolar. Esto apoya
la idea de que a mayor edad, los hombres se involucran menos en situaciones
agresivas en el colegio.
Podría pensarse que las mujeres están más motivadas a emitir conductas
prosociales y ayudar a los demás (Dávila, Finkelstein & Castien, 2011) asociado a
su rol social definido por la construcción del concepto de lo que significa ser
hombre o mujer en la sociedad occidental, con el rol social que asigna a la mujer
el cuidado, ayuda y protección principalmente de los miembros de su familia, y a
los hombres les corresponde dominar, luchar y proveer, pues se espera que
tengan una postura fuerte y dominante frente a los demás. (Eagly, 2009, Zaratti &
Pinto, 2004),
Otra forma de explicar el hecho de que las mujeres presenten más
comportamientos prosociales que los hombres, puede estar relacionada con la
tendencia a expresar mayor empatía, considerada un factor facilitador en la
ejecución de comportamientos a favor de otras personas (Garaigordobil &
Maganto, 2011). Otra explicación puede estar relacionada con el hecho de que los
jóvenes en general reportaron haber observado comportamientos prosociales más
frecuentemente en sus madres que en sus padres, tal como se había concluido en
3
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
estudios previos, en los que se determinó que la empatía expresada por los niños,
está estrechamente relacionada con los sentimientos empáticos que perciben en
sus padres (Bandy, & Ottoni-Wilhelm, 2012; Richaud de Minzi, 2006; Valiente et
al., 2004), en este caso especialmente en la mamá, quien resulta ser un modelo
de rol más próximo para las mujeres que para los hombres. Aunque no puede
perderse de vista que de acuerdo con Minzi, (2009) las respuestas prosociales de
los jóvenes están relacionadas con la atribución que ellos hacen acerca del
comportamiento prosociales de sus padres, más que con la “realidad” de sus
actos.
Aunque la mayoría de los participantes reporto haber observado que alguno
de sus padres emitían conductas a favor de otros, considerado un factor promotor
de conducta prosocial en los jóvenes (Guijo, 2002; Mora & Rojas, 2010; Ortiz et
al., 1990), al parecer solo algunos imitan e incorporan en su repertorio dicha
conducta (González, 2000), o la manifiestan de forma específica con su grupo de
pares significativos. Sin embargo, Minzi, (2009) sostienen que la percepción de los
niños frente a la capacidad de sus padres de ponerse en lugar del otro y/o
experimentar sus emociones, puede explicar el razonamiento prosocial
estereotipado de los jóvenes, fundamentado en lo que se cree está bien o mal
según los demás, siempre en busca de ser aprobado por los otros, e incluso
identificarse afectivamente.
No obstante, en esta investigación la conducta prosocial de los padres al
parecer no es un aspecto que se relacione directamente con la expresión de
conducta prosocial en los jóvenes pues ni los jóvenes que cumplían el rol de
observador, ni los jóvenes considerados agresores presentaban alto puntaje en las
habilidades prosociales, aun cuando indicaron que habían observado que sus
padres si emitían comportamientos en pro del bienestar de otros. Por tanto, es
necesario profundizar en este aspecto pues es preciso determinar qué
comportamientos específicamente perciben como prosociales los jóvenes y cuál
es el impacto de un modelo prosocial en la familia.
En cuanto al funcionamiento familiar, entendido como soporte familiar
percibido y calidad de la comunicación entre los miembros de la familia, no se
evidencia diferencia significativa en los tres grupos, es decir que tanto los
agresores, observadores como los jóvenes con conducta prosocial indicaron que
percibían un nivel alto de ajuste familiar y buena comunicación entre los miembros
de su familia, a diferencia de otros estudios que relacionan la disfunción familiar y
las relaciones agresivas con la presencia de comportamientos agresivos y
abusivos en los jóvenes en el ámbito escolar (Cerezo & Méndez, 2012; Mestre et.
al., 2007; Mestre, Samper & Frías 2004; Romera, et al., 2011; Sánchez-Queija et
al., 2006). Estos resultados deben ser confirmados pues aunque es posible que
4
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
jóvenes en ambientes familiares positivos adquieran comportamientos agresivos,
no se puede perder de vista el conocimiento previo al respecto.
Para dilucidar este interrogante, también es preciso más adelante estudiar
otros aspectos como la expresión de afecto, la comunicación adecuada y asertiva
al interior de la familia, el apoyo emocional (López et al., 1998; Mestre et. al.,
2007; Mestre, Samper & Frías 2004; Mestre, Samper y Frías 2002; Ortiz et al.,
1990; Sánchez- Queija et al., 2006; Sandoval, 2001) que ya han sido relacionados
como predictores de la presencia de prosocialidad en las personas.
Estos resultados reflejan que la mayoría de jóvenes participantes en el estudio
que cometieron actos agresivos o abusivos en contra de pares, hacían parte de
hogares que no son violentos, según sus reportes, sin embargo quedan dudas
pues en el caso de los agresores existe soportes del trabajo individual y familiar en
psico- orientación, que evidencian contextos hostiles, en los que el maltrato verbal,
físico y psicológico son permanentes. Por lo tanto, puede ser que el joven conciba
que
el trato violento es una forma de relación adecuada, y hasta los
comportamientos agresivos sean percibidos como atención brindada y soporte o
que estos nieguen el maltrato en casa por temor a que la institución tome alguna
acción.
Por otra parte, se evidenció en los adolescentes agresores la presencia de
características negativas de la masculinidad que conforman el machismo, tales
como agresividad, dominación, autoritarismo, egoísmo, arrogancia, frialdad
emocional, individualismo, enmarcadas dentro del machismo. Resultados que
pueden explicarse si se tiene en cuenta el modelo hegemónico de masculinidad,
que empodera en estos roles al hombre cuando lo reconoce como dominante, con
la capacidad de discriminar y subordinar a la mujer y a otros hombres que no se
adaptan este modelo (Keijzer, 2007).
Así mismo, los agresores mostraron alta sumisión expresada en abnegación,
dependencia, debilidad, carácter influenciable, resignación e inseguridad de sí
mismo (Lara, 1991; Martínez, Guerrero & Rey, 2012). La sumisión se caracteriza
por desconocer incluso sus propias necesidades y proyectos personales, permitir
incluso humillaciones y maltrato, todo por la consecución de los proyectos de los
otros (Larraín et. al., 2006).
El rol masculino, socialmente construido, apunta a un hombre dominante,
agresivo, mientras cohíbe todas las manifestaciones emocionales, que pueden ser
interpretadas como sumisión o debilidad (Adinkrah, 2012). Esto implica que la
cultura y el grupo social en el cual cada sujeto está inmerso determina las pautas
de comportamiento, que a la vez inciden en la construcción de identidad, (Branney
& White, 2008; Londoño, Peñate, & González, 2014).
5
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Sin embargo, al tratar de ahondar en una explicación se puede considerar que
los jóvenes pueden reaccionar de manera agresiva por diferentes razones, una
puede ser precisamente tratar de mantener la imagen de hombre, fuerte y rudo,
exigida en contextos donde las construcciones de la masculinidad se relacionan
directamente con la supresión o no manifestación de emociones (Cleary, 2012).
Otra para evitar ser blanco de agresiones en contextos como la escuela, donde
son frecuentes las burlas a los hombres que son delicados o simplemente
respetuosos, a través de los intentos para evitar ser visto como femenino u
homosexual (Branney y White, 2008).
La combinación, no esperada de machismo sumisión, probablemente muestra
que los agresores se mueven entre el ideal de macho caracterizado por su
dominancia, autoridad y egoísmo; que va en contraposición con su tendencia a
permitir el maltrato de otros poniendo los intereses del grupo por encima de los
propios; o a que estas características se expresan de forma diferencial según el
contexto y el grado de identificación con sus pares, que de por sí parece ser
notablemente más alto en este grupo, que en el de los observadores y el de los
jóvenes con conducta prosocial. Es importante estudiar específicamente este
hallazgo en el futuro, pues en la cultura colombiana se ha asociado la agresividad
con ser “hombre”, pero la sumisión no, pues en el modelo hegemónico resulta
opuesta a la masculinidad. Desde el análisis particular del contexto podría
explicarse esto, sin que haya estudios previos y bajo la necesidad de interpretar o
argumentar estos resultados, se piensa que esta relación machismo-sumisión es
la combinación entre lo que la sociedad demanda y la característica social que se
convierte en no deseada por ser hombre, pero la poca literatura al respecto dirige
la atención hacia la necesidad de adelantar nuevos estudios al respecto.
Entonces se puede decir que factores tales como la edad, el sexo
(posiblemente asociado al rol social) si diferencia a los adolescentes con
conducta prosocial en la escuela, de adolescentes que han estado
involucrados como agresores u observadores en situaciones de acoso
escolar. Siendo más frecuente involucrarse en el acoso escolar como agresor
en el inicio de la adolescencia y mayor la presencia de agresores hombres,
relacionado al parecer con el rol asumido para ajustarse al contexto e
identificarse. Mientras que es más frecuente que las mujeres emitan
comportamientos de ayuda hacia otros, posiblemente por el rol de cuidadoras y
protectoras que socialmente se les ha asignado. Los agresores parecen tener una
mezcla disonante en entre alto machismo y alta sumisión que les genera
inconformidad, probablemente expresada en su conducta agresiva; por otra parte,
se evidencia que el funcionamiento familiar no mostro una relación directa, al
6
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
igual que el tipo de relación con los pares, pero es necesario corroborar este
hallazgo en nuevos estudios.
El estudio permitió iniciar una caracterización más específica de los jóvenes
con conducta prosocial y esto da una guia sobre cuáles serían los aspectos a
trabajar y reforzar dentro de la escuela para mejorar la convivencia, pero también
de manera indirecta evidenció características de los jóvenes agresores, que
también amerita profundizarse, tanto en el nivel preventivo para reducir esos
factores de riesgo como para potenciar esos otros factores que podrían
considerarse protectores o facilitadores de emisión e conducta prosocial.
FUENTES:
Acinas, M. (2007). Información a la población en situaciones de emergencia y riesgo
colectivo. Intervención Psicosocial, 16 (3) Madrid.
Adinkrah, M. (2012). Better dead than dishonored: masculinity and male suicidal
behavior in Contemporary Ghana. Social Science & Medicine, 74, 474-481.
Aláez M., Antona A., y Madrid J. (2003). Adolescencia y salud. Papeles del Psicólogo,
23 (84), 45-53.
Albuquerque, D. y Ruz, O. (2011). Violencia en el Pololeo Adolescente: aspectos
individuales, familiares y culturales. Tesis para optar al Grado de Licenciada.
Universidad Académia de Humanismo Cristiano.
Álvarez, D., Núñez J. C., Álvarez, L., Dobarro, A., Rodríguez, C. y González, P. (2011).
Violencia a través de las tecnologías de la información y la comunicación en
estudiantes de secundaria. Anales de Psicología, 27, 221-230.
Álvarez, P., Carrasco, M., y Fustos, J. (2010). Relación de la empatía y género en la
conducta prosocial y agresiva, en adolescentes de distintos tipos de
establecimientos educacionales. Revista Iberoamericana de Psicología: Ciencia y
Tecnología, 3 (2). 27-36.
Álvarez, D., Álvarez, L., Núñez, J., González P., González J., Celestino, P., y Cerezo,
R. (2010). Violencia en los centros educativos y fracaso académico. Revista
Iberoamericana de Psicología y Salud, 1 (2), 139-153,
Amemiya I., Oliveros M., y Barrientos A. (2009). Factores de riesgo de violencia
escolar (bullying) severa en colegios privados de tres zonas de la sierra del Perú.
Anales de la Facultad de Medicina, 70 (4), 255-258.
Arbesman, S. y Christakis, N. (2011). Scaling of prosocial behavior in cities. Physica
A, 390, 2155–2159.
Avilés, J. (2006). Bullying intimidación y maltrato entre el alumnado. Bilbao: Steeeilas.
7
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Bandy, R. y Ottoni-Wilhelm, M. (2012). Family structure and income during the stages
of childhood and subsequent prosocial behavior in young adulthood. Journal of
Adolescence, 35, 1023 – 1034.
Barba, B. (2004). Escuela y socialización. Evaluación del desarrollo moral. Universidad
autónoma de Aguascalientes. México.
Batson, D. (2009). These things called empathy: Eigth Related but Dinstinct
Phenomena. En Decety, J.; Ickes, W. (Eds). The Social Neuroscience of Empathy.
Masachusetts: MIT Press.
Benítez, J. y Justicia, F. (2006). El maltrato entre iguales: descripción y análisis del
fenómeno. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 4 (9), 151170.
Berger, K. (2007). Psicología del desarrollo. Infancia y adolescencia. Séptima Edición.
Editorial Médica Panamericana.
Berger, C., y Lisboa, C. (2009). Hacia una comprensión ecológica de la agresividad
entre pares en el microsistema escolar. En C. Berger & C. Lisboa (Eds.), Violencia
escolar: estudios y posibilidades de intervención en Latinoamérica (pp. 58-81).
Santiago, Chile: Editorial Universitaria.
Bloss P. (2002). Comienzos de la adolescencia. Amorrortu, Buenos Aires.
Branney, P. y White, A. (2008). Big boys don’t cry: depression and men. Advances in
Psychiatric Treatment, 14, 256–262.
Brown, K., Johnson, R., Bender J. y Roberts M. (2008). Positive Psychology for
children and adolescents: development, prevention and promotion. Oxford
Handbook of Positive Psychology, pp 113-148. New York.
Buelga, S., Musitu, G., y Murgui, S. (2009). Relaciones entre la reputación social y la
agresión relacional en la adolescencia, International Journal of Clinical and Health
Psychology, 9 (1), 127-141.
Busch, H. y Hofer, J. (2011). Identity, prosocial behavior and generative concern in
German and Cameroonian adolescents. Journal of Adolescence,34, 629–638.
Caballo, V. (2007). Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales.
Siglo XXI: Madrid.
Calvo, A., González, R. y Martorell, C. (2001). Variables relacionadas con la conducta
prosocial en la infancia y adolescencia: Personalidad, autoconcepto y género.
Infancia y Aprendizaje, 93, 95-111.
Caprara, G. y Steca, P. (2005). Effective and social self-regulatory efficacy beliefs as
determinants of positive thinking and happiness. European Psychologist, 10, 275286.
Carney, A. y Merrell, K. (2001). Bullying in Schools: Perspectives on Understanding
and Preventing an International Problem. School Psychology International, 21,
364–382.
8
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Carson, D. (2013). Perceptions of prosocial and delinquent peer behavior and the
effect on delinquent
attitudes: A longitudinal study.
Journal
of
Criminal
Justice, 41, 151–161.
Casanova, C. (2000). Consideraciones en torno a los orígenes de la política: las
comunidades de chimpancés (Pan troglodytes) como modelo referencial.
Ludusvitalis. Revista de filosofía de las ciencias de la vida. Journal of Philosophy
of Lifes Sciences, 8 (13), 93-126.
Cassidy, T. (2009). Bullying and victimization in school children: The role of social
identity, problem-solving style, and family and school context. Social Psychology of
Education, 12, 63-76
Casullo, M. y Fernández, L. (2006). Las propuestas de la psicología positiva.
¿Universales psicológicos o particulares de una visión cultural?. Anuario de
investigaciones, 14, 261-268.
Cava, M. J., Buelga, S., Musitu, G., y Murgui, S. (2010). Violencia escolar entre
adolescentes y sus implicaciones en el ajuste psicosocial: un estudio
longitudinal. Revista de Psicodidáctica, 15 (1), 21-34.
Cepeda, E., Pacheco, P., García L., y Piraquive C. (2008). Acoso Escolar a
Estudiantes de Educación Básica y Media. Revista Salud Pública, 10 (4), 517-528.
Cerezo, F. y Méndez I. (2012). Conductas de riesgo social y de salud en adolescentes.
Propuesta de intervención contextualizada para un caso de bullying. Anales de
Psicología, 28 (3), 705-719.
Cerezo, F., (2007). La violencia en las aulas. (5°ed). Madrid. España: Pirámide.
Chaux,
E.
(2012).
Violencia
escolar.
Recuperado
de:
http://www.mineducacion.gov.co/observatorio/1722/article-300099.html
Cid, P., Díaz, A., Pérez, M., Torruella, M., y Valderrama, M. (2008). Agresión y
violencia en la escuela como factor de riesgo del aprendizaje escolar. Ciencia y
Enfermeria, 14 (2), 21-30.
Cleary, A. (2012). Suicidal action, emotional expression, and the performance of
masculinities. Social Science & Medicine, 74, 498-505
Collell, J. y Escudé, C. (2006). El acoso escolar: un enfoque psicopatológico. Anuario
de Psicología Clínica y de la Salud, 2, 9-14.
Córdova, A., Ramón E., Jiménez, K., y Cruz, C. (2012). Bullying y consumo de drogas.
Revista de Psicología. Universidad de Antioquia. Vol. 4, n 2.
Dan, R. (2012). Transportation into a story increases empathy, prosocial behavior,
and perceptual bias toward fearful expressions.
Personality
and
Individual
Differeneces, 52, 150–155.
DANE, (2012). Boletín de prensa. Encuesta de Convivencia Escolar y Circunstancias
que la Afectan, para estudiantes de 5° a 11° de Bogotá 2011.
9
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Dávila, M., Finkelstein, M., y Castien, J. (2011). Diferencias de género en conducta
prosocial: el comportamiento de ciudadanía organizacional. Anales de Psicología,
27 (2), 498-506.
Dávila, O. (2004). Adolescencia y juventud: de las nociones a los abordajes. Revista
Última Década, 21, 983-1004.
Debarbieux, E. y Blaya, C. (2001). Violence in schools. Ten approaches in Europe. Issy
les Moulineaux: ESF.
Del Rey, R., Elipe, P., y Ortega-Ruiz, R. (2012). Bullying and cyberbullying:
Overlapping and predictive value of the co-occurrence. Psicothema, 24 (4), 608613.
Delval, J. (1998). El desarrollo humano. Madrid: Siglo XXI.
Díaz-Aguado, M. (2005). Porque se produce la violencia escolar y cómo prevenirla?.
Revista iberoamericana de Educación, 37,17-47.
Eagly, A. (2009). The his o hers of prosocial behavior: An examination of the social
psychology of gender. American Psychologyst, 64 (8), 644-658.
Eceiza, M., Arrieta, M., y Goñi, A. (2008). Habilidades sociales y contextos de la
conducta social. Revista de Psicodidáctica, 13 (Sin mes) Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17513102> ISSN 1136-1034
Einolf, J. (2008).Empathic concern and prosocial behaviors: A test of experimental
results using survey data. Social Science Research 37, 1267–1279.
Einsenberg N. y Strayer J. (1992). La empatía y su desarrollo. Bilbao: Desclée de
Brouwer. (Trabajo original publicado en 1987).
Einsenberg, N. (2000). Emotion, regulation and moral development. Annual Review of
Psychology, 51, 665-597
Eisenberg, N. y Fabes, R. (1998). Prosocial development. En: W. Damon y N.
Eisenberg (Eds.), Handbook of Child Psychology. Social, emotional and
personality development. Pp 701-778. New York.
Farrington, D. (2005). Childhood origins of antisocial behaviour. Clinical Psychology
and Psychotherapy, 12, 177-190.
Findlay C., Girardi, A., y Coplan, R. (2006). Links between empathy, social behavior,
and social understanding in early childhood. Childhood Research Quarterly,
2, 347–359.
Fleming, L., y Jacobsen, K. (2009). Bullying and symptoms of depression in Chilean
middle school students. Journal of School Health, 79, 130-137.
Florenzano, R. (1997). El adolescente y sus conductas de riesgo. Santiago: Puc.
Franco, D., Bejarano, A., y Parra, A. (2013). Intervención en las conductas de
intimidación escolar y fomento de la conducta prosocial en el grado séptimo 2 y 3
de la jornada mañana de la institución educativa Juan bautista la Salle de la
ciudad de Florencia Caquetá.
10
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Garaigordobil, M. y Maganto, C. (2011). Empatía y resolución de conflictos durante la
infancia y la adolescencia. Revista Latinoamericana de Psicología, 43 (2), 255266.
Garaigordobil, M., (2000). Intervención psicológica con adolescentes. Un programa
para el desarrollo de la personalidad y la educación en derechos humanos.
Madrid. Editorial Pirámide.
Garaigordobil, M., (2003). Intervención psicológica para desarrollar la personalidad
infantil: juego, conducta prosocial y creatividad. Madrid. Pirámide.
García, A. (2009). Modelos de identidad masculina: representaciones y encarnaciones
de la virilidad en España (1960-2000). Tesis Doctoral. Departamento de sociología
V (Teoría Sociológica).
Facultad
de
Ciencias
Políticas y Sociología.
Universidad Complutense de Madrid.
Garrido, M., Herrero, A., y Masip, P. (2002). Autoeficacia y delincuencia. Psicothema,
14 (1), 63-71
Gaviria, E. (1996). Conflicto interpersonal en grupos de niños. Etología, psicología
comparada y comportamiento animal. Madrid: Síntesis.
Gerrig, R., y Zimbardo, P. (2005). Psicología y vida. Pearson Educación.
Gómez, A., Gala, F., Lupiani, M., Bernalte, A., Miret, M., Lupiani, S., y Barreto, M.
(2007). El “bullying” y otras formas de violencia adolescente. Cuadernos de
Medicina Forense, 48-49 Sevilla abr.-jul.
González, M. (2000). Conducta Prosocial: evaluación e intervención. Reimpresión.
Ediciones Morata. España.
Guijo, V. (2002). Estudio Multifactorial de la Conducta Prosocial en niños de cinco y
seis a años. Tesis doctoral. Departamento de Ciencias de la Educación.
Universidad de Burgos.
Gumpel, T. y Meadan, H. (2000). Children’s perceptions of school-based violence.
British Journal of Educational Psychology, 70, (3), 391-404.
Hardy, E. y Jiménez, A. (2001). Políticas y estrategias en salud: Masculinidad y
género. Revista Cubana Salud Pública, 27 (2), 77-88.
Hermes: Programa para la Gestión del Conflicto Escolar. UNICEF (2009). Bogotá,
Cundinamarca (Colombia). Producido por: Oficina Regional para América Latina y
el Caribe.
Herrero, M. (2003). Adolescencia, grupo de iguales, consumo de drogas, y otras
conductas problemáticas. Revista de Estudios de Juventud, 62, 81-91.
Hinduja, S. y Patchin, J. (2008). Cyberbullying: An exploratory analysis of factors
related to offending and victimization. Deviant Behavior, 29 (2), 129-156.
Informe de mesa local de orientadores Usme, (2013-2014).
Inglés, C., Benavides, G., Redondo, J., García-Fernández, J., Ruiz-Esteban, C.,
Estévez, C., y Huescar, E. (2009). Conducta prosocial y rendimiento académico en
11
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
estudiantes españoles de Educación Secundaria Obligatoria. Anales de
Psicología, 25, 1, 93-101.
Inglés, C., Méndez, F., Hidalgo, M., Rosa, A., y Estévez, C. (2003). Evaluación de las
habilidades sociales en educación secundaria: Revisión de cuestionarios,
inventarios y escalas. Psicología Educativa, 9, 71-87.
Institut for Economics & Peace, (2011). Informe Anual del Global Peace Index.
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia. (2012).
Forensis.
Instituto Nacional de las Mujeres, (2003). Módulo educativo psicología- secundaria:
Aplicación de la visión de género a los programas de estudio del MEP. San José,
Costa Rica: INAMU, MEP.
Keijzer, B. (2007). Enfoque de género en el desarrollo de programas de salud
reproductiva de adolescentes. Instituto Nacional de Salud Pública México, 49, 4244.
Kerra, J., Vardhanb, M., y Jindal, R. (2012). Prosocial behavior and incentives:
Evidence from fiel experiments in rural Mexico and Tanzania. Ecological
Economics, 73, 220 – 227.
Knafo, A. y Plomin, R. (2006). Prosocial behavior from early to middle childhood:
genetic and environmental influences on stability and change.
Kosterman R., Mason W., Haggerty K., Hawkins J., Spoth R., y Redmond, C. (2011).
Positive Childhood experiences and positive adult functioning: prosocial. Journal
of Adolescent Health, 49, 180–186.
Lara, M. (1991). Masculinidad, Feminidad y salud mental. Importancia de las
características no deseables de los roles de género. Revista de Salud Mental, 14,
12-18.
Lara, M. (1993). Inventario de masculinidad y feminidad. México: Manual Moderno.
Lacunza, A. (2012). Las habilidades sociales y el comportamiento prosocial infantil
desde la psicología positiva. Revista Pequén, 2 (1), 1 – 20.
Larraín, S., Bascuñan, C., Martínez, V., Hoecker, L., y González, D. (2006). Síntesis
del estudio “Género y adolescentes infractores de ley”. Santiago de Chile: Servicio
Nacional de Menores.
Leff, S., Kupersmidt, J., Patterson, C., y Power, T. (1999). Factors influencing teacher
identification of peer bullies and victims. School Psychology Review, 28, 505-517.
León, E. (2008). Motivación de conductas prosociales en la escuela a través del
deporte. Tesis doctoral. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia.
Lillo J., (2004). Crecimiento y comportamiento en la adolescencia. Revista de la
Asociación Española de Neuropsiquiatría, 90, abr.-jun.
12
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Llunch, A. (1999). Construcción de una escala para evaluar la salud mental positiva.
Tesis doctoral. Departamento de Metodología de las Ciencias del
Comportamiento. Barcelona. Universidad de Barcelona.
Londoño, C., Peñate, W., y González, M. (2014). Características clínicas de la
depresión en hombres, prevalencia y factores asociados. Tesis doctorado en
psicología. Universidad de la Laguna.
López, F., Apodaka, P., Etxeberria, I., Fuentes, M., Ledesma, A., y Ortiz, M. (1998).
Conducta prosocial en preescolares. Infancia y Aprendizaje, 45-61.
Mantilla, O., Meza, y Salas, E. (2009). Bullying una aproximación a la intervención y
prevención de este fenómeno para promover conductas de sana convivencia en
los colegios de Colombia. Facultad de Psicología. Universidad de la Sabana
Marín, J. (2010). Revisión teórica respecto a las conductas prosociales. Análisis para
una reflexión. Psicogente. 13 (24), 369-388.
Marín, J., (2009). Conductas prosociales en el barrio de los Pinos de la ciudad de
Barranquilla, Colombia. Revista del CES Psicología, 2 (2), 60.75.
Marsh, L., McGee, R., Nada-raja, S., y Williams, S. (2010). Brief report: text bullying
and traditional bullying among new zealand secondary school students. Journal of
Adolescence. 33 (1), 237- 40
Martí, J. (2011). Responsabilidad social universitaria estudio acerca de los
comportamientos, los valores y la empatía en estudiantes de Universidades
iberoamericanas. Tesis doctorado. Universidad de Valencia.
Martínez-Gómez, J., Guerrero-Rodríguez, S., y Rey-Anacona, C. (2012). Evaluación
de la válidez de constructo y la contabilidad del inventario de masculinidad y
femineidad en adolescentes y adultos jóvenes colombianos. Avances en
Psicología Latinoamericana, 30(1), 170-181.
Martínez, B., Musitu, G., Amador, L., & Monreal, M. (2012). Estatus sociométrico y
violencia escolar en adolescentes: implicaciones de la autoestima, la familia y la
escuela. Universidad Pablo de Olavide.
Martorell, C., González, R., Ordoñez, A., y Gómez, O. (2011). Estudio confirmatorio del
cuestionario de conducta prosocial y su relación con variables de personalidad y
socialización. Revista, 32 (2),
Mazur, M. (2010). Dinámica Bullying y Rendimiento académico en adolescentes
(Estudio Exploratorio). Universidad Católica del Uruguay. Facultad de Psicología.
Montevideo, Uruguay.
McMahon,
S.,
Wernsman, J.,
y
Parnes
A.
(2006).
Understanding Prosocial Behavior: The Impact of Empathy and Gender Among
African American Adolescents. Journal of Adolescent Health, 39, 135 – 137.
13
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Mestre, V., Samper, P., y Frías, D. (2002). Procesos cognitivos y emocionales
predictores de la conducta prosocial y agresiva: la empatía como factor
modulador. Psicothema, 14 (2), 227-232.
Mestre, V., Samper, P., y Frías, D. (2004). Personalidad y contexto familiar como
factores predictores de la disposición prosocial y antisocial de los adolescentes.
Revista Latinoamericana de Psicología, 36 (3), 445- 457.
Mestre, V., Tur, A., Samper, P., Nácher, M., y Cortes, M. (2007). Estilos de crianza en
la adolescencia y su relación con el comportamiento prosocial. Revista
Latinoamericana de Psicología, 39 (2), 211-225.
Mestre, M., Samper, P., Nacher, M., Tur A., y Cortés, M. (2006). Conducta prosocial y
procesos psicológicos implicados: un estudio longitudinal en la adolescencia.
Revista Mexicana de Psicología, 23 (2).
Montecinos, J. (2007). Instrumentos del médico de familia en la consulta de atención
primaria. Revista Médica de La Paz, 5 (2) La Paz jul.
Moñivas, A. (1996). La conducta prosocial. Cuaderno de Trabajo Social, 9, 125-142.
Recuperado
de:
http://revistas.ucm.es/index.php/CUTS/article/view/CUTS9696110125A/8357
Mora, G. y Rojas, M. (2010). Estudio de la conducta prosocial en niños (as) de
preescolar y programa. Educativo para su desarrollo. Mérida. Universidad de los
Andes.
Mora, M. y Avendaño, B. (2013). Efecto del protocolo de intervención modificado por
Henao y Pérez para el manejo de situaciones de acoso escolar y promoción de la
conducta prosocial en niños y niñas de una institución educativa distrital.
Universidad Católica de Colombia.
Morales, M. y Suárez, C. (2011). Construcción y validación de una escala para evaluar
habilidades prosociales en adolescentes. Ponencia. XI Congreso Nacional de
Investigación Educativa. Consejo Mexicano de Investigación Educativa,
Delegación Coyoacán, México, Distrito Federal.
Moreira, V., Sánchez A., y Mirón, L. (2010). El grupo de amigos en la adolescencia:
Relación entre afecto, conflicto y conducta desviada. Boletín de Psicología, 100,
7-21.
Moreno. A. y Del Barrio C. (2000). La experiencia adolescente. A la búsqueda de un
lugar en el mundo. Buenos Aires: Editorial Aique.
Moya, M., Páez, D., Glick P., Fernández, I., y Poeschl, G., (2002). Masculinidadfeminidad y Factores culturales. Facultad de Psicología. Universidad de Granada.
National Institute of Social Science Research. (2011). Violence.
Oliveros, M., Figueroa, L., Mayorga, G., Cano, B., Quispe, Y., y Barrientos, A. (2008).
Violencia escolar (bullying) en colegios estatales de primaria en el Perú. Revista
Peruana de Pediatria, 61 (4) Lima oct.
14
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Olweus, D. (1993). Bullying at school: What we know and what we can do. Blackwell.
Olweus, D. (1998). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Cuarta edición.
Madrid: Morata.
Olweus, D. (2005). Bullying en la escuela: datos e intervención. En J. Sanmartín (ed.):
Violencia y escuela. Valencia: Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia
Omar, A. (2009). Antecedentes y consecuencias de los comportamientos prosociales
de voz y silencio. Psicodebate: Psicología, Cultura y Sociedad, 10, 249-268.
Organización Mundial de la Salud. (2005).VIH, Adolescentes y Jóvenes: la OMS
interviene.
Recuperado
de
http://www.paho.org/spanish/ad/fch/ca/saVIH.noviembre.pdf.
Organización Mundial de la Salud. (2011). Estadísticas Sanitarias Mundiales 2011.
Recuperado de http://www.who.int/whosis/whostat/ES_WHS2011_Full.pdf.
Ortega, R., Del Rey, R., y Sánchez, V. (2012). Nuevas dimensiones de la convivencia
escolar y juvenil. Ciberconducta y relaciones en la red: ciberconvivencia. Ministerio
de educación, cultura y deporte. Universidad de Córdoba. España.
Ortiz, M., Apodaka, P., Etxeberria, I., Ezeiza, A., Fuentes, M. J., y López, F. (1990).
Algunos predictores de la conducta prosocial-altruista en la infancia: empatía,
toma de perspectiva, apego, modelos parentales, disciplina familiar e imagen del
ser humano.
Parra, E., (2012). Habilidades mentalistas y comportamiento prosocial en niños
escolarizados. Salud Uninorte, 28 (1), 113-130.
Peñafiel, E. y Serrano, C. (2010). Habilidades sociales. Editex.
Perren, S. y Alsaker, F. D. (2006). Social behavior and peer relationships of victims,
bully victims, and bullies in kindergarten. Journal of Child Psychology and
Psychiatry, 47 (1), 45-57.
Pintus, A. (2005). Violencia en la escuela: compartiendo la búsqueda de soluciones.
Revista Iberoamericana de Educación, 37, 117-34.
Piñuel, I. y Oñate, A. (2007). Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los
niños. Barcelona. CEAC.
Plazas, E., Morón, M., Santiago, A., Sarmiento, H., Ariza, S., y Patiño, C. (2010).
Relaciones entre iguales, conducta prosocial y género desde la educación primaria
hasta la universitaria en Colombia. Universitas Psychologica, 9 (2), 357-369.
Popliger, M., Talwar, V., y Crossman, A. (2011). Predictors of children`s prosocial
lietelling: Motivation, socialization variables, and moral understanding. Journal of
Experrimental Child Psychology, 110, 373–392.
Raoa, L., Hana, R., Rena, X., Baia, X., Zhenga, R., Liua, H., Wanga, Lia J., Zhanga K.,
y Lia, S. (2011). Disadvantage and prosocial behavior: the effects of the
Wenchuan earthquake. Evolution and Human Bahavior, 32, 63–69.
15
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Redondo, J. y Guevara, E., (2012). Diferencias de género en la prevalencia de la
conducta prosocial y agresiva en adolescentes de dos colegios de la ciudad de
Pasto – Colombia. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 36, 173-192.
Redorta, J. (2004). Cómo analizar los conflictos. La tipologia de conflictos como
herramienta de medición. Paidós.
Reporte de Coordinación de Convivencia (2012, 2013), Informe Estadístico de
Orientación (2012, 2013), y Actas de Comité de Convivencia (2012, 2013).
Documentos de carácter privado.
Restrepo, M. (2006). Organización psicológica en la adolescencia. Seminario, julio 18
– agosto 22 de 2006. ECLIPSI: Especialistas en Clínica Psicológica.
Richaud de Minzi, M. C. (2006). Children perception of parental empathy in relation
with children empathy and social skills. En M. C. Richaud de Minzi (Chair), Social
skills, parental styles and coping in children and adolescents. Symposium
conducted at the meeting of the XXVII International Congress of Applied
Psychology, Athens, Greece.
Richaud de Minzi, M. C. (2009). Influencia del Modelado de los Padres sobre el
Desarrollo del Razonamiento Prosocial en los/las Niños/as. Interamerican Journal
of Psychology, 43 (1), 187-198
Roche, R. (1995). Psicología y educación para la prosocialidad. Barcelona, España:
Servicios de publicaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Roche, R. y Neus, S. (1998). Educación Prosocial de las emociones, valores y
actitudes positivas: para adolescentes en entornos familiares y sociales.
Laboratorio de Investigación Prosocial Aplicada Facultad de Psicología. Editores
Blume. Barcelona.
Romera, E., Del Rey, R., y Ortega, R. (2011). Factores Asociados a la Implicación en
Bullying: Un Estudio en Nicaragua. Psychosocial Intervention, 20 (2), 161-170.
Rozenblum, S., (2001). Mediación en la escuela. Resolución de conflictos en el ámbito
educativo adolescente. Buenos Aires, AIQUE.
Salmivalli, C. (2010). Bullying and the peer group: A review. Aggression and Violent
Behavior, 15, 112-120.
Sampieri R., Fernández C., y Baptista, P. (1997). Metodología de la investigación.
Cuarta Edición. Mc Graw Hill.
Sánchez, C. y Cerezo, F. (2010). Variables personales y sociales relacionadas con la
dinámica bullying en escolares de Educación Primaria. Electronic Journal of
Research in Educational Psychology, 8 (22), 1015-1032,
Sánchez-Queija, I., Oliva, A., y Parra, A. (2006). Empatía y conducta prosocial durante
la adolescencia. Revista de Psicología Social, 21 (3), 259-271.
16
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Sandoval, J. (2001). Ambiente escolar, familiar y comunitario en relación con los
comportamientos agresivos y prosociales en niños de 3 a 12 años, Medellín,
Colombia, Revista de la Facultad Nacional de Salud Pública, 24 (1)
Silva A., (2008). Ser adolescente hoy Fermentum. Revista Venezolana de Sociología y
Antropología, 18 (52), 312- 332.
Smith, P. y Brain, P. (2000). Bullying in schools: lessons from two decades of research.
Aggressive Behavior, 26 (1), 1-9.
Souza, M. (1999). La individualidad postmoderna: una lectura del pensamiento de
pietro barcellona y boaventura de sousa santos. Universidad de León Cuadernos
Electrónicos de Filosofía del Derecho, 2, 1138-9877. Recuperado de:
http//:www.uv.es/cefd/2/Souza.html
Spinrad, T. y Eisenberg, N. (2009). Empathy, prosocial behavior and positive
development in schools. En R. Gilman, S. Huebner, & M. Furlong (Eds.),
Handbook of positive psychology in schools (pp. 119-129). New York: Routledge.
Young, S. K.,Fox, N. A., & Zahn-Waxler, C. (1999).
Strack, F. y Deutsch, R. (2004). Reflective and impulsive determinants of social
behavior. Personality and Social Psychology Review, 8 (3), 220-247.
Sullivan, K., Cleary, M., y Sullivan, G. (2003). Bullying en la enseñanza secundaria. El
acoso escolar: cómo se presenta y cómo afrontarlo. Barcelona, España: Ediciones
Ceac.
Tamar, F. (2005). Child Bullying at School: Strategies Implemented by Teachers Inside
the
School.
Psykhe,
14
(1),
211-225.
Recuperado
de:
http://www.scielo.cl/scielo.php
?script=sci_
arttext&pid=S071822282005000100016&lng=es&tlng=en.10.4067/S0718-22 82005000100016.
Téllez, A. y Verdú, A. (2011). El significado de la masculinidad para el análisis social.
Revista Nuevas Tendencias en Antropología, 2, 80-103.
Trautmann, M. (2008). Maltrato entre pares o bullying. Revista Chilena de Pediatría, 79
(1).
Trianes, M. (2000). La violencia en contextos escolares. Málaga: Aljibe.
Trianes, M., Muñoz, A., y Jiménez, M. (2003). Competencia social: su educación y
tratamiento. Ediciones Pirámide.
Tur, A., Mestre, M. V. y del Barrio, V. (2004). Factores moduladores de conducta
agresiva y prosocial. El efecto de los hábitos de crianza en la conducta del
adolescente. Ansiedad y Estrés, 1,78-88.
UNICEF. (2011). Violencia escolar en América Latina y el Caribe. Superficie y Fondo.
Retomado de http://www.unicef.org/lac/violencia_escolar_OK.pdf.
Unidad de Apoyo a la Transversalidad. (2006). Conceptos clave para la resolución
pacífica de conflictos, en el ámbito escolar. Cartilla de trabajo aprender a convivir
(Inscripción Nº157.007-2006). Santiago: Ministerio de Educación de Chile.
17
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
Urquiza, V. y Casullo, M. (2005). Empatía, razonamiento moral y conducta prosocial
en adolescentes. Facultad de psicología UBA, Secretaría de investigaciones.
Anuario de investigaciones, 13.
Valiente, C., Eisenberg, N., Fabes, R. A., Shepard, S. A., Cumberland, A., y Losoya, S.
H. (2004). Prediction of children’s empathy related responding from their effortful
control and parents’ expressivity. Developmental Psychology, 40 (6), 911-926.
Vásquez, É. (2012). Manifestaciones de las conductas prosociales en niños y niñas de
ámbitos escolares (Escuela Corazón de María Hogar de Cristo, i.e.m. Libertad
sede Julián Bucheli e i.e.m. Luis Eduardo Mora Osejo sede Rosario de Males) en
San Juan de Pasto para el diseño e implementación de una estrategia
psicopedagógica. 179.
Vélez, Y. (2007). Calidad de vida, funcionalidad familiar y apoyo social de redes
comunitarias deportivas-recreativas en las familias de estrato bajo con
adolescentes. Universidad Tecnológica de Pereira. Facultad Ciencias de la Salud.
Vergara, A. y Páez, D. (1993). Revisión teórico – metodológica de los instrumentos
para la medición de la identidad de género. Revista de Psicología Social, 8 (2),
133-152.
Wang, J., Lannoti, R., y Nansel, T. ( 2009). School bullying among adolescents in the
United States: Physical, verbal, relational, and cyber. Journal of Adolescent Health,
45, 368-375
Weissmann, P. (2012). Adolescencia. Revista Iberoamericana de Educación.
Recuperado de: http://www.rieoei.org/deloslectores/898Weissmann.PDF.
Yáñez, J., Corredor, J., y Pacheco, L. (2009). La sabiduría y la psicología del
desarrollo moral. Diversitas Perspectiva Psicológica, 5 (2), 255-268.
Zamora, O., Cisneros, C., y Rivera, M. (2011). Las habilidades sociales en niños con
asma y sin asma: Perspectiva de los padres, maestros y niños. Facultad de
Psicología Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Uaricha Revista
de Psicología (Nueva época), 8 (17), 78-91
Zaratti, M. y Pinto, B. (2004). Órgano de difusión científica del departamento de
psicología Universidad Católica Bolivariana. San Pablo, 2 (2), agosto. Retomado
de http://www.ucb.edu.bo/publicaciones/ajayu/v2n2/v2n2.html.
Zerpa, C. y Ramírez, J. (2004). Un instrumento de medición del desarrollo moral para
estudiantes universitarios: Defining Issues Test (DIT). Revista de Pedagogía
Scielo, 25 (74). Caracas set.
Zubiria, J.
(2006). La violencia en los colegios de Bogotá. Recuperado de:
http://www.google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=1&v
ed=0CCkQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww...
18
Ç
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE -
LISTA DE ANEXOS:
Apéndice A. Asentimiento informado por la institución educativa.
Apéndice B. Consentimiento informado (para padres).
Apéndice C. Consentimiento asentimiento (para estudiantes).
Apéndice D. Ficha de datos sociodemográficos.
Apéndice E. Cuestionario Apgar Familiar.
Apéndice F. Escala de habilidades prosociales para adolescentes.
Apéndice G. Ficha registro del tipo de relación de pares.
Apéndice H. Imafe.
19