los expertos nutricionistas DE EROSKI CONSUMER RESPONDEN Se habla de… Me han contado que si como muchas zanahorias me pondré más morena. Soy muy blanca y es muy complicado que mi piel se broncee. Me han hablado también de los complementos elaborados con zanahoria que venden en las farmacias. Sin embargo, son pastillas y me da un poco de miedo tomarlas. ¿Qué me recomienda? Le aconsejamos seguir una dieta saludable, sin hacer hincapié en un alimento en particular, pero sí en cinco grupos de alimentos: frutas frescas, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos. En cuanto a la zanahoria, sus hipotéticos beneficios para la piel derivarían de unas sustancias denominadas carotenoides, de entre las que destaca el beta-caroteno. Sin embargo, en 2011, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) revisó esta cuestión en un dictamen científico denominado “Declaraciones de salud relacionadas con el beta-caroteno”. No obtuvo los resultados esperados y desestimó declarar que las zanahorias puedan promover una saludable pigmentación de la piel y un bronceado saludable. Así, aunque existan estudios que apunten a posibles beneficios atribuibles a la ingesta de zanahorias o complementos alimenticios con beta-carotenos, lo cierto es que los efectos no eran relevantes, o bien los estudios estaban mal diseñados. Por otro lado, es importante tener en cuenta que los suplementos de beta-caroteno no son inocuos. Según una investigación coordinada por la agencia de salud estadounidense Agency for Healthcare Research and Quality, se desaconseja el uso de suplementos de beta-caroteno, solos o en combinación, porque no aportan ningún beneficio y causan daños en adultos que presentan riesgo de padecer un cáncer de pulmón. He empezado a correr hace unos meses y he descubierto que si me tomo un café o varios antes de salir, me encuentro mejor y aguanto más. Había probado con plátanos y con zumos, pero a medio camino me daba un “bajón”. No sé si tendrá algún efecto contraproducente. Hay quienes no me lo recomiendan. Hasta hace poco, la cafeína se consideraba un estimulante prohibido (dopaje) si se detectaba una concentración urinaria de 12 microgramos/ml. Sin embargo, a partir de 2004, los deportistas podían volver a usarla. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la cafeína ha demostrado incrementar el rendimiento atlético en adultos deportistas y reducir la sensación de cansancio, siempre que se tome en ciertas dosis, detalladas en esta página web: www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/ pub/2053.htm. Aun así, hay que tener en cuenta que grandes dosis de cafeína producen insomnio, nerviosismo, irritabilidad, malestar estomacal, taquicardias e incluso temblores musculares. Hay personas que son más sensibles a la cafeína que otras. Además, ciertos medicamentos (como los antibióticos o ciertos broncodilatadores) pueden interactuar con la cafeína y generar efectos adversos. Por otra parte, según detallaron Schubert y Astorino en una revisión de los aspectos nutricionales del corredor (“The Journal of Strength & Conditioning Research”) realizada en junio de 2013, si bien el consumo de cafeína mejora el rendimiento, esa mejora solo asciende al 1,1%. Así que su uso solo está justificado en deportistas de élite. Dudas sobre los suplementos de hierro en el embarazo ABC de la nutrición Acrilamida La acrilamida es una sustancia química que, además de estar presente en el humo del tabaco, se produce en alimentos ricos en almidón si se cocinan a temperaturas muy altas (superiores a 120 °C) y con poca humedad. Su presencia en alimentos se descubrió en 2002, pero no fue hasta 2005 cuando la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) publicó un dictamen en el que se manifestaba la preocupación por el posible riesgo que genera un consumo elevado y frecuente de acrilamida. Diversas investigaciones han apuntado a lo largo de los últimos años que esta sustancia podría estar relacionada con ciertos casos de cáncer (puede perjudicar al material genético de las células). No obstante, si bien es cierto que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) cataloga a la acrilamida como “probable carcinógeno para los humanos”, esta clasificación se basa en estudios realizados con animales y no en seres humanos. Para la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) no está claro que estos resultados se puedan extrapolar al hombre. Tampoco se ha podido establecer un nivel de ingesta a partir del cual exista certeza de riesgo. En todo caso, diversos expertos recomiendan que las industrias de alimentos, los restaurantes y los consumidores reduzcan su presencia en los alimentos. Un reciente análisis científico ha puesto en duda la creencia de que tomar suplementos de hierro en el embarazo sea positivo para la salud del bebé o de la madre. Se trata de una investigación realizada por la Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos. Según una de sus autoras, la doctora Amy Cantor, no hay investigaciones suficientes para demostrar que las mujeres embarazadas necesiten ser sometidas de manera rutinaria a pruebas de detección de anemia por deficiencia de hierro o que deban tomar como rutina suplementos de hierro, de no haber otros síntomas. Añade que los suplementos de hierro en mujeres sin anemia no tienen un efecto positivo en su calidad de vida ni disminuyen las tasas de cesáreas. Tampoco reducen el porcentaje de bebés con bajo peso al nacer, de partos prematuros o de muertes infantiles. El consumo de suplementos de hierro en el embarazo puede generar náuseas, estreñimiento y diarrea. Aunque, en general, son trastornos sin mayor gravedad y que suelen mejorar por sí mismos, lo cierto es que las mujeres sin anemia pueden obtener hierro a través de una dieta saludable. Los consejos del mes Los beneficios de controlar los alimentos, las bebidas y el ejercicio físico En 2014, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en sus siglas en inglés) propusieron a toda la población preocupada por su peso que anotase cada día los alimentos y las bebidas consumidas, así como la cantidad de ejercicio físico realizado. Diversas investigaciones han mostrado la utilidad de esta práctica, que obliga a quien la lleva a cabo a ser consciente de sus propios hábitos de salud. Para realizar estas anotaciones existen herramientas interactivas, pero tambien puede hacerse de forma informal en improvisados diarios. La ventaja de las herramientas interactivas es que permiten computar las calorías ingeridas y las gastadas, cálculos útiles para personas que necesitan un seguimiento más cercano. También se puede anotar la evolución del peso. Diversas entidades sanitarias recomiendan a los adultos pesarse a menudo para ayudar al control del peso corporal. De hecho, una investigación, publicada en noviembre de 2014 en la revista PLoS One, ha indicado que pesarse de forma regular se vincula con una pérdida exitosa y con un mejor mantenimiento del peso corporal. Se trata, en todo caso, de una medida desaconsejada en niños o en adolescentes porque podría relacionarse con los llamados “trastornos del comportamiento alimentario”. Conviene moderar el consumo de algas marinas Diversos estudios han mostrado que una ración estándar de algas, que asciende a unos 8 gramos, puede aportar una cantidad peligrosa de yodo. En exceso, puede ocasionar problemas relacionados con la glándula tiroides. Así, mientras que 2 gramos de sal yodada (que no debe confundirse con la sal marina) aportan unos 150 microgramos de yodo, 8 gramos de alga Kombu contienen casi 36.000 microgramos de yodo. Se trata de una cifra que supera con creces los límites máximos de ingesta de yodo (1.000 microgramos/día). Muchas otras algas marinas registran elevadísimas concentraciones de yodo, como la Wakame, Dulse, Nori o Hierba de Mar. Según la EFSA, las algas marinas producidas en China, Japón, Filipinas, Corea y el Extremo Oriente pueden tener un contenido “extremadamente alto de yodo”. Esto es más grave en el caso de algas que se comercializan desecadas. En España, se produce lechuga de mar (ulva lactuca), que crece de forma natural en zonas poco profundas del Mediterráneo y del Atlántico, y cuyos niveles de yodo también son muy elevados. Además, varias investigaciones han confirmado que las cifras de yodo en las algas son muy variables, algo que no sucede ni con la sal yodada ni con los suplementos de yodo. El objeto del Consultorio Nutricional es ofrecer una respuesta a las dudas que pueden surgir a los consumidores sobre cualquier aspecto vinculado con la alimentación, nutrición y dietética. Nuestros expertos nutricionistas seleccionarán de entre todas las cuestiones que lleguen a través del consultorio online, disponible en www.consumer.es/alimentacion, dos consultas, que se responderán en esta sección de la revista. 10 11
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