servicio social - Biblioteca, FES-C - Universidad Nacional Autónoma

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
CUAUTITLÁN
CARACTERIZACIÓN, EVALUACIÓN Y MEJORAMIENTO DE LOS SISTEMAS
DE PRODUCCIÓN DE PEQUEÑOS RUMIANTES.
“PROPUESTAS DE MEJORAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN
EN PRODUCTORES CON PEQUEÑOS RUMIANTES EN LA MIXTECA
OAXAQUEÑA.”
SERVICIO SOCIAL
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE:
MÉDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA
PRESENTA:
SERGIO DAVID BALCAZAR CASTILLO
ASESOR: DR. JOSÉ DE LUCAS TRON
COASESORES: DR. MIGUEL ÁNGEL PÉREZ RAZO
EPOC. OMAR SALVADOR FLORES
CUAUTITLAN IZCALLI, ESTADO DE MÉXICO.
2012.
Índice
Página
1. Introducción
1
2. Objetivos
4
2.1 Objetivo general
4
2.2 Objetivos específicos
4
2.3 Objetivos académicos
4
2.4 Objetivo social
4
3. Metodología
5
3.1 Antecedentes
5
3.2 Regiones
6
3.3 La Mixteca
8
4. Descripción de Actividades
10
4.1 Instalaciones
10
4.2 Alimentación
15
4.3 Manejo reproductivo
20
4.4 Manejo sanitario
23
4.5 Genética
33
5. Conclusiones
37
6. Bibliografía
39
7. Anexo
42
1. Introducción
Las ovejas y cabras han acompañado al hombre por miles de años por ser de los
primeros animales domesticados, se tiene evidencia de ambas especies en
pinturas, poemas, esculturas y otras representaciones artísticas hechas en la
etapa del Neolítico. Estas especies han desempeñado un papel importante por
aportar carne, piel, leche, lana y/o pelo. Su docilidad, tamaño pequeño y
versatilidad en sus sistemas de alimentación los convierte en animales de fácil
manejo y de bajo costo de producción (De Lucas y Arbiza, 2010).
Debido a diversos factores históricos, socioeconómicos y a su gran adaptación se
han distribuido ampliamente en el mundo, encontrándose en una enorme gama de
condiciones como son climas fríos o ecosistemas semiáridos por señalar solo
unos ejemplos. Mucho del valor de estos animales es el hecho de que pueden
aprovechar áreas inadecuadas para uso agrícola, así como también, zonas donde
otras especies no podrían subsistir.
La historia de los ovinos y caprinos en México inicia con la llegada de los
españoles, se atribuye a Cristóbal Colón el traer en sus viajes ovejas y cabras.
Después, en el transcurso de la Colonia, se trajeron más animales con los cuales
se constituyó el rebaño nacional. Mismo, que durante muchos años, prácticamente
hasta el siglo pasado, sus tenedores eran productores de escasos recursos o
ganaderos con grandes rebaños sobre todo en el norte y centro del país (De
Lucas y Arbiza 2010).
Es innegable que los ovinos y caprinos, no obstante su escasa participación en el
sector pecuario (2% del producto pecuario nacional) han significado y siguen
significando a través de sus productos una base para la subsistencia de sectores
de bajos recursos. Oaxaca es un claro ejemplo de esta situación porque a pesar
de ocupar el segundo lugar en población caprina y el tercer lugar en población
ovina, la mayoría de los rebaños los poseen productores de escasos recursos, los
cuales se caracterizan por atender ellos mismos el ganado, contar con niveles
educativos bajos, familias numerosas, poca o nula tenencia de tierra, rebaños
pequeños y de tipos raciales no definidos, con poca aplicación de tecnologías, en
consecuencia una baja productividad, los productores utilizan estos animales
como ahorro y autoconsumo como se muestra en la figura 1. La supervivencia de
esta ganadería en Oaxaca, como en otros estados, se explica por su bajo o nulo
costo de producción (De Lucas y Arbiza, 2010).
En los últimos años se observa una expansión de los ovinos a muchas zonas del
país, siendo el centro la principal zona productora y consumidora de lana y carne
ovina en forma de barbacoa o mixiote. Otro cambio en la producción ovina es el
rápido crecimiento y la dispersión de las razas de pelo, como Katahdin y la Dorper,
disminuyendo el inventario de las tradicionales carniceras de lana como son la
Suffolk, Hampshire y Rambouillet. Finalmente en los estados del norte del país,
está aumentando la cantidad de productores, los cuales buscan proveer una parte
del mercado del centro del país (De Lucas y Arbiza, 2010).
Las zonas de desarrollo y de mayor concentración caprina, siguen siendo las del
Bajío y de la región de la Laguna. En los demás estados y regiones del país es
todavía una especie ligada productores marginados, con severos atrasos, no solo
productivos, sino sociales. El mapa de la caprinocultura se sitúa en las regiones
áridas y semiáridas del norte, centro o sur donde su presencia sigue siendo
significativa.
En el norte la demanda de cabrito es la más importante para cubrir el platillo
típico, cabrito asado ó al pastor, elaborado con ganado Criollo, el cual se ha
cruzado principalmente con la raza Anglonubia y últimamente se ha introducido la
raza carnicera Boer para obtener animales más pesados. En la región Centro,
debido a la tradición en el consumo de dulces de leche como la cajeta y de los
quesos, la producción se orienta hacia la leche, criando razas definidas como las
Alpinas, la Toggenburg, la Saanen o Anglonubia. La zona de Celaya, Guanajuato
se caracteriza por poseer excelentes rebaños de muy alta producción. El centro
sur, en lo que corresponde a la Mixteca poblana - oaxaqueña, todavía se mantiene
la colonial tradición del chito (carne seca salada) y el mole de cadera, lo que obliga
al consumo de animales adultos de tipo Blanco Celtibérico, criados en
trashumancia y llevados a la famosa matanza de Tehuacán en Puebla (De Lucas y
Arbiza, 2010).
Si bien la distribución de los ovinos es cada vez más amplia en el territorio
nacional, no es proporcional al consumo de carne. En México se consumen
alrededor de 60 kg de carne per cápita, de estas aproximadamente 800 g es de
ovino de acuerdo a la estimación de la disponibilidad per cápita de carnes
publicado por Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación de México (SAGARPA, 2010). Esta situación obedece a la
inexistente promoción en el consumo de la especie, la baja disponibilidad en
cortes y el precio, por lo cual el gobierno y las asociaciones tendrán que tomar
cartas en el asunto para fomentar la carne ovina en otros platillos a los
comúnmente consumidos.
La situación de los caprinos es más compleja que la de los ovinos, esta especie no
muestra crecimiento, de hecho la población durante los años 90 tendía a la baja y
en la última década se mantiene estabilizada alrededor de los 9 millones y con un
consumo de carne per cápita de medio kilogramo.
Los censos agropecuarios actuales del país no proveen cifras exactas sobre los
ovinos y los caprinos por lo cual no se puede conocer la situación actual, ni sus
perspectivas, sin embargo, se espera un crecimiento de ambas especies (De
Lucas y Arbiza, 2010).
Figura 1. Se muestra a una persona de bajos recursos la cual pastorea a sus
ovejas y cabras en las orillas de caminos o en praderas donde ya se ha levantado
la cosecha.
2. Objetivos
2.1 Objetivo general
Estudiar características de los sistemas de producción ovina y caprina que
permitan establecer estrategias de manejo en pequeños rumiantes.
2.2 Objetivos específicos
Colaborar en la realización de actividades rutinarias en el manejo de los pequeños
rumiantes y apoyar con asesorías a productores en aspectos de nutrición,
reproducción, genética y sanidad de los rebaños de diversas localidades.
2.3 Objetivos académicos
Integrarse a condiciones reales de la producción de pequeños rumiantes y de este
modo aplicar y reforzar los conocimientos adquiridos mediante el trabajo de
campo, para llegar a la toma de decisiones y generación de propuestas para
mejorar la producción mediante la aplicación de tecnologías.
Contribuir a la investigación de diversos componentes que integran los sistemas
de producción de pequeños rumiantes, y por medio de esta mejorarlos, generando
a su vez, información que puede ser transferida a explotaciones con
características similares y con ello favorecer a la creación y difusión de métodos
de producción que permitan al productor ser más eficiente al generar productos de
mejor calidad y por ende ser más competitivos.
2.4 Objetivo social
Contribuir al mejoramiento de los sistemas de producción de productores de
pequeños rumiantes del sector social de la Mixteca Alta de Oaxaca, a través de
capacitación, entrenamiento y demostración de alternativas tecnológicas. Así
mismo, generar información útil que podrá ser transferida a explotaciones con
características similares.
3. Metodología
3.1. Antecedentes
El servicio social se realizó dando asesorías a productores pertenecientes a la
Asociación Ganadera Local Especializada en Ovinos y Caprinos de la Mixteca los
cuales no recibían ningún tipo de apoyo técnico para mejorar la producción, estas
asesorías se llevaron a cabo después de haber evaluado las condiciones de
producción de los pequeños rumiantes por medio de encuestas.
Oaxaca, estado cuyo nombre proviene del náhuatl “Huaxyacac” significa “sobre la
nariz o en las puntas de los guajes” llamado así por la abundante existencia de
éstas plantas. Está localizado en la región sur oeste del pacífico mexicano
colindando al norte con los estados de Puebla y Veracruz; al este con Chiapas, al
oeste con Guerrero, y al sur, sur-oeste con el Océano Pacífico con 598.7 km de
costa (figura 2), (INEGI, 2010). Cuenta con una superficie de 95 mil 364 kilómetros
cuadrados ocupando el quinto lugar en extensión con un 4.8% del total del
territorio nacional (Oaxaca Mío, 2011).
Figura 2. Muestra en color rojo la localización de Oaxaca en un mapa de la
República Mexicana.
En el estado hay varias temperaturas promedio debido a la diversidad orográfica,
siendo la media anual de 22°C. Oaxaca presenta altitudes que van desde el nivel
del mar hasta los 3750 metros sobre el nivel del mar; el 90% del territorio está
conformado por interminables serranías lo que da origen a un escarpado y
generoso suelo. La precipitación pluvial media es de 1,550 mm, presentándose las
lluvias de junio a octubre; siendo el norte del estado una de las zonas con mayor
cantidad de lluvia de todo el país (INEGI, 2010).
En Oaxaca se presentan casi todos los climas del país; en lo alto de la Sierra,
templado con inviernos fríos; en los Valles Centrales y la Mixteca alta, templado
subhúmedo y seco extremoso; en la Cañada y la llanura Costera, cálido húmedo;
en el Istmo, cálido subhúmedo con vientos siempre fuertes (Berumen, 2003).
El 14% del territorio está destinado a la agricultura, practicada principalmente en
terrenos planos y poco inclinados, concentrándose esencialmente en los valles
intermontañosos y en las llanuras costeras del sur y noreste de la entidad. Las
prácticas agrícolas dentro de la geografía estatal también se llevan a cabo en
terrenos inapropiados, lo que ha propiciado el deterioro y la erosión del suelo
(INEGI, 2010).
En el censo de población y vivienda realizado por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía en el 2010, la población total de Oaxaca fue de 3, 801,962
de habitantes de los cuales 1, 819,008 eran hombres y 1, 982,954 mujeres. El
estado se encuentra en el tercer lugar nacional de las entidades federativas con
grado de marginación muy alto. Ya que de los 570 municipios que integran al
estado, 216 se consideran con grado de marginación muy alto; 144 con alto grado
de marginación; 171 con medio, 28 con bajo y solo 11 con muy bajo grado de
marginación (CONAPO, 2010).
Respecto a la educación el estado cuenta con 6.9 puntos, es decir que el
promedio de la población de 15 años o más casi termina el primer grado
secundaria, mientras que el promedio nacional es de 8.6 (la secundaria casi
terminada). También habitan 646,333 personas analfabetas, es decir 17 de cada
100 residentes del estado no saben leer ni escribir (INEGI, 2010).
Oaxaca genera el 1.5% del Producto Interno Bruto nacional. El sector que más
aporta es el de servicios comunales, sociales y personales con 27.9% del PIB
estatal; le siguen el de servicios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y
de alquiler con 18.5%, industria manufacturera 17.3%, comercios, restaurantes y
hoteles con 16.2%, transporte, almacenaje y comunicaciones 8.4% y la actividad
agropecuaria, silvicultura y pesca ocupa el quinto lugar con un 7% (Gobierno del
estado de Oaxaca, 2010).
3.2 Regiones
El estado de Oaxaca ha sido dividido de dos maneras: una es la división políticoadministrativa que utiliza el gobierno estatal que la componen distritos y
municipios, y otra es la división geográfica-económica.
La división política de Oaxaca está conformada por: 30 distritos, integrados por
570 municipios, (figura 3) que corresponden al 25% de los 2,378 municipios con
los que cuenta la República Mexicana (INAFED, 2009).
Figura 3. Mapa que muestra la división municipal de Oaxaca, en el que cada color
representa un municipio.
En Oaxaca, tradicionalmente se conocen siete regiones. Sin embargo, éstas no
son regiones geográficas, pues para clasificar la región mixteca por ejemplo, se
tomó en cuenta exclusivamente a uno de los elementos que forman una región,
esto es, a los habitantes y su lengua. No se tomó en cuenta el clima, la altitud, el
grado de humedad, la vegetación, los vientos, etc. La mixteca es una región étnica
porque en ella habitan los mixtecos, pero no puede considerarse como a una sola
región geográfica, porque por un lado es muy rica y productiva y por otro es muy
erosionada y pobre. En otra región se consideró la cuenca del río Papaloapan y
por eso se le llama la región del Papaloapan o región de Tuxtepec. Esto también
limitó mucho la clasificación porque parte de esta región la formaban zonas
alejadas del río Papaloapan y de Tuxtepec; pero eran zonas muy similares en
cuanto al clima.
Hasta ahora, geógrafos y especialistas han estudiado las regionalizaciones de
Oaxaca y han llegado a la conclusión de que el estado se puede dividir en ocho
regiones geográficas, que son: Valles Centrales, Papaloapan, la Cañada, la
Mixteca, la Sierra Madre del Sur, la Sierra Norte, el Istmo y la Costa (figura 4)
(Gobierno del estado de Oaxaca, 2010).
Figura 4. División de Oaxaca de acuerdo a las 8 regiones geográficas.
3.3 La Mixteca
La región Mixteca es una zona cultural, económica y política compartida por los
estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca. Abarca una superficie aproximada de 40
mil kilómetros cuadrados. Debido a la presencia de grandes cadenas montañosas,
la Mixteca, presenta notables accidentes que hacen complicada su topografía y las
comunicaciones de la región con el resto del país (Berumen, 2003).
Debido a las distintas altitudes que alcanza el terreno, la Mixteca se subdivide en
tres áreas:

Mixteca Baja: corresponde a la zona noroeste del estado de Oaxaca y el
suroeste de Puebla;

Mixteca Alta: abarca el noreste de Guerrero y el oeste de Oaxaca;

Mixteca de la Costa: corresponde a la Costa Chica, que a su vez es
compartida por los estados de Guerrero y Oaxaca (Berumen, 2003).
La mixteca oaxaqueña está situada en la zona oeste del estado. Está compuesta
por los distritos de Silacayoapan, Huajuapan, Coixtlahuaca, Juxtlahuaca,
Teposcolula, Nochixtlán y parte de Tlaxiaco (figura 5) situados donde la Sierra
Madre del Sur y la Sierra de Oaxaca se unen en un lugar llamado Nudo Mixteco.
Está región se caracteriza por sus montañas escarpadas. La altitud que predomina
en la Mixteca va de 1 200 a 2 300 msnm aunque en algunos lugares están
situados a más de 3000 msnm. El paisaje montañoso se hunde en angostos valles
y profundas cañadas. Está región, tan pobre en apariencia por sus tierras y pocos
cultivos que se dan en ella, tiene tesoros escondidos. Las montañas de la Mixteca
encierran depósitos de antimonio, zinc, plomo, plata, tungsteno, manganeso,
mercurio y hierro.
Figura 5. Conformación distrital de la Región Mixteca
En la Mixteca, el clima comprende desde árido y semidesértico como lo es en el
distrito de Huajuapan a boscoso y estepario como en el distrito de Teposcolula. La
erosión es muy fuerte en la región Mixteca. Coixtlahuaca ha sido citada por los
especialistas como el lugar con el peor grado de erosión que pueda existir. Si la
erosión continúa, es posible que en un lapso de 50 años la Mixteca se convierta
en un desierto y pierda toda su tierra cultivable (Gobierno del estado de Oaxaca,
2010).
La población total de los siete distritos que conforman la región Mixteca es de
415,663 habitantes, de la cual el 36.89%, es población indígena; de esta última el
24.84% es analfabeta.
La mayor parte de la población es únicamente consumidora por lo cual la región
se ha caracterizado por un marcado atraso económico, dependiendo de los granos
y productos básicos hasta los manufacturados, los cuales proviene de la capital
del estado y de otras entidades. Esta situación es debido a la pobre infraestructura
productiva, en el caso de la agricultura es de carácter temporal dependiendo en un
90 por ciento de las lluvias anuales; la práctica de esta actividad se le considera
de subsistencia, ya que se siembran granos básicos para consumo humano, pero
con niveles muy bajos de rendimiento, que no llegan a satisfacer las necesidades.
Asimismo, se le caracteriza, por ser una de las principales regiones expulsoras de
mano de obra, principalmente rural y últimamente urbana, a nivel estatal y
nacional (Berumen, 2003).
La superficie dedicada a la agricultura es de 125,605 hectáreas y la destinada a la
ganadería es de 690,129 hectáreas, la cual se practica de manera familiar,
además de ser de carácter extensivo, el ganado caprino es el de mayor
importancia a pesar de que se le considera como depredador, ya que el pastoreo
va acabando paulatinamente con la poca vegetación (Berumen, 2003).
4. Descripción de actividades
Actividades realizadas durante el servicio social
Sobre una información previa generada por García (2010), Gómez (2010) y
Rosales (2010) de un diagnóstico estático realizado en rebaños de la zona de la
Mixteca, es que se establecieron con un grupo de productores una serie de
actividades inclinadas a modificar algunos de los aspectos de manejo nutricional,
reproductivo, sanitario y otros que tendieran al mejoramiento de la producción.
Como parte fundamental de este servicio fue integrarse como asesor de
productores que así lo solicitaron pertenecientes a la Asociación Ganadera Local
Especializada en Ovinos y Caprinos de la Mixteca. Las actividades establecidas
fueron muy variadas dependiendo de las facilidades y posibilidades económicas
que proporcionaban los productores. Para su mejor comprensión se describirán a
continuación por rubros.
4.1 Instalaciones
Uno de los aspectos que más importancia le dan los productores en sus unidades
son las instalaciones, se sabe que estas junto con el equipo son elementos
importantes que tienden a facilitar el manejo general de cualquier explotación, de
los cuales en algunos casos pueden convertirse en indispensables. Las
instalaciones tienen una estrecha relación de la eficiencia y economía con los
sistemas de producción empleados, entre otros (De Lucas, 2010).
La información de las encuestas mostraba que las instalaciones son muy escasas
y precarias en el caso particular de los productores con los que se participó se
encontró que había diferencias, a continuación se describen y se dan las
recomendaciones que se les hicieron para que fueran más funcionales.
El piso del 80% de los corrales era de tierra compactada y el resto de cemento, en
algunos casos los corrales se limpiaban a diario y en otras ocasiones se
acumulaba el estiércol hasta que los productores creían conveniente. El piso de
tierra compactado es considerado buena opción en las unidades de producción,
solamente se tiene que prever la localización de los corrales para así determinar la
dirección de la inclinación y favorecer el drenaje en los mismos. Se recomendó
que hicieran los cambios pertinentes para evitar encharcamientos dentro de los
corrales, aunque esto para la mayoría no era factible dado que involucraba costos
y trabajo. En el caso de un productor que tenía corrales con piso de cemento,
(figura 6) que se barrían diariamente se recomendó permitir que se acumulara
excremento para que este sirviera como cama para los animales, siempre y
cuando el piso se mantuviera seco y bien ventilado.
Figura 6. Detrás de la oveja se aprecia un corral que cuenta con piso de cemento
y falto de cama para los animales.
Los cercos de los corrales estaban construidos con diversos materiales como
tablas y tarimas de madera, bardas de cemento, malla ciclónica, malla
electrosoldada, malla borreguera y paneles prefabricados. La falta de diseño y de
materiales apropiados, en ocasiones se convertía en un problema, por ejemplo,
(figura 7), en una unidad se utilizaban dos tipos de malla, una ciclónica perimetral
del corral que impedía el paso de depredadores como el perro y malla
electrosoldada para dividir los corrales, en la que debido a su diseño permitía que
los animales quedaran atorados, lo que muestra que no es una buena opción para
los pequeños rumiantes, dado que puede generar lesiones a los animales. Por lo
que se recomendó utilizar solamente malla ciclónica por su diseño, resistencia y
precio.
Figura 7. Cabra atorada en la malla electrosoldada que se utiliza para dividir los
corrales.
Se encontró que el 20% de los productores mantenía una cantidad apropiada de
animales respecto al espacio que se recomienda por cada uno de ellos que es de
3 a 4 m2. El resto de los productores a pesar de tener espacio suficiente formaban
lotes dependiendo de su etapa productiva e iban cambiando de corrales a los
animales, provocando hacinamiento en unos corrales, mientras que en otros
sobraba espacio. Parte del problema era ocasionado porque los cercos eran fijos y
la estancia de los animales en determinados corrales como ya se dijo dependía de
la etapa de producción en la que se encontraban. Dado lo anterior la
recomendación que se les hizo para solucionar el problema es que la división de
los corrales fuera de tipo modular utilizando paneles para poder agrandar o reducir
los corrales de acuerdo a las necesidades, volviendo más versátiles los corrales.
La limitante a la que se enfrentaron estas recomendaciones fue el costo ya que
para algunos era restrictivo, por ello otra opción que se les dio fue la elaboración
de cercos móviles hechos con malla ciclónica que resultarían más económicos.
Los pasillos y accesos de las instalaciones también son elementos importantes
para facilitar las maniobras de rutina. El 40% de las unidades de producción no
contaba con pasillos ni puertas de amplitud adecuada que permitiera maniobrar
con por lo menos con una carretilla. Hay que recordar que una de las
recomendaciones en las instalaciones es que faciliten el trabajo de los encargados
u operarios, para así emplear menos tiempo y esfuerzo en las labores.
En una unidad se apreciaron algunos corrales que no contaban con puertas o
estaban mal diseñadas, porque no permitían un fácil acceso de animales, equipo y
personal, haciendo más cómodo saltar al corral que abrir la puerta (figura 8). En
todos los casos se recomendó evitar diseños que dificultaran operaciones de
manejo, alimentación y limpieza, también se sugirieron ampliar y acondicionar
adecuadamente puertas y pasillos.
Figura 8. Corral sin puerta al que solo se podía acceder desamarrando el
comedero o saltando éste.
Los techos son una parte importante de las instalaciones, porque además de
proveer sombra, también proporcionan un lugar confortable en temporada de
lluvia, se recomienda que estos tengan una altura de 3 a 3.5 metros para permitir
una buena ventilación y prevenir enfermedades como neumonías (Allan, 1992). En
las unidades de producción visitadas estaban construidos con lámina y postes de
metal o madera que son una buena opción por su durabilidad, bajo costo y
facilidad de adquirir. El 20% de las unidades de producción tenía techos con
menos de 2 metros de altura, por lo que se les recomendó aumentar la altura de
estos a 3 metros, mientras en otras unidades excedía los 3.5 metros, por ello se
recomendó disminuir la altura a 3 metros. Con estas medidas facilitarían las
maniobras del personal y los techos proveerían una buena sombra y protección en
caso de presentarse lluvias. Algunos productores utilizaban lonas en lugar de
techos por cuestiones económicas, en estos casos no se podía hacer una mejor
sugerencia.
En el caso del agua de bebida para los animales debe estar limpia y fresca. Este
es un aspecto poco atendido ya que se les proporcionaba el agua en cubetas de
20 litros o en tinas de plástico o de metal. Los que utilizaban cubetas las
mantenían más limpias debido a que cambiaban el agua por lo menos una vez al
día, caso opuesto los que utilizaban tinas ya que solamente las rellenaban a cierta
altitud, no se limpiaban a menudo y por su altura se contaminaban muy fácilmente
con forraje o heces de los animales como en el bebedero de la figura 9. Una
opción que se recomendó fue la instalación de bebederos automáticos con los
cuales se dispondría de agua fresca y limpia ad libitum, evitando desperdiciarla,
una segunda opción es usar tinas con espejos de agua más pequeños y con un
flotador para reemplazo de agua además de mantener una limpieza más
frecuentemente.
Figura 9. Tina de plástico usada como bebedero, que muestra la acumulación de
forraje que la contamina.
Todos los comederos eran equipo elaborado de diferentes materiales desde los
improvisados hechos de madera hasta de lámina galvanizada, estos últimos de
mucho más fácil limpieza y durabilidad, aunque se consideró que ambos
comederos eran buenas opciones, por ejemplo en relación a costos, los
comederos de madera son mucho más económicos que los de lámina
galvanizada. Se recomendó que los comederos de madera fueran mejorados en
su diseño para evitar que los animales se metieran dentro de estos orinándose o
defecando sobre el alimento o los utilizaran como lugar de descanso. En la figura
10 se aprecia un comedero en el cual los troncos impedían que los animales
adultos se metieran al comedero, pero en el caso de los animales jóvenes su mal
diseño no lograba su objetivo. Por lo cual se dio la recomendación de disminuir la
altura de los comederos para que así los animales jóvenes obtuvieran más fácil el
alimento. Además se recomendó que los comederos estuvieran bajo un techo, ya
que esta posición les permite a los animales que consuman alimento mientras
llueve y por otra disminuye el desperdicio evitando que se moje.
Figura 10. Comedero de madera en el que se aprecia el uso de troncos para
evitar que los animales adultos se metan y contaminen el alimento.
La ventilación es importante para que no se acumulen olores, se controle la
temperatura y se mantengan las instalaciones lo más seco posible, para ello es
necesario conocer algunos aspectos como orientación, vientos dominantes y otros
que permitan generar un ambiente confortable. Un problema que se debe hacer
frente, es el hecho de que los productores ya cuentan con instalaciones y no es
fácil que construyan nuevas, por ello se pueden plantear hacer modificaciones
para mejorar el ambiente. Dos de los productores donde se trabajó presentaban
situaciones opuestas, uno tenía sus corrales en una loma donde el viento era muy
fuerte y no había elementos que lo atenuaran, mientras que el otro tenía su corral
totalmente cerrado con mala ventilación provocando la acumulación de amoniaco.
Tórtora (2010) señala que en este tipo de instalaciones es más factible
desencadenar problemas respiratorios. Dado lo anterior, con el primero se
recomendó poner cercos de arbustos o lonas en donde corrieran los vientos
dominantes, ya que con esto se evitaba que las corrientes de aire afectaran
directamente a los animales (figura 11), y el segundo productor aceptó quitar unas
láminas que estaban entre los corrales, lo que permitió un mejor flujo de aire. En la
figura 12 se aprecia de un lado todavía las láminas y del otro ya removidas.
Figura 11. Corral el cual no está protegido de las corrientes de aire.
Las sugerencias señaladas quedaron lejos de los requerimientos de una buena
instalación, porque unos de los objetivos es proporcionar bienestar al animal y
facilitar el trabajo del hombre, cosa que en estas instalaciones es difícil de cumplir
debido a una mala planeación de estas (De Lucas, 2010). De los otros productores
que se atendieron aunque se les dieron sugerencias no realizaron las
modificaciones en sus instalaciones.
Figura 12. Corral en el cual laminas interfieren con el flujo de aire
4.2 Alimentación
En cualquier proceso de producción animal, el alimento representa el insumo
más costoso y el más importante, por esta razón el mayor o menor éxito de las
unidades de producción ovina y caprina dependen en gran parte del
aprovechamiento de recursos naturales y de insumos o ingredientes zonales
para integrar raciones balanceadas de acuerdo a los requerimientos según el
estado fisiológico, edad o fin zootécnico y lo más económicamente posible. Los
nutrientes de mayor importancia para los pequeños rumiantes son: agua,
energía, proteína, minerales y vitaminas (Orcasberro, 1983).
Es importante recordar que los productores con los que se trabajó son de
escasos recursos, de ahí que utilizaban básicamente los siguientes
ingredientes para la alimentación de sus animales: maíz entero o quebrado,
alfalfa fresca o en heno, rastrojo de maíz, pata de sorgo y paja de frijol. No
obstante lo anterior los productores se preocupaban por sus animales en
determinadas etapas y por ello dependiendo de sus posibilidades adquirían
alimento concentrado comercial para suplementarlos, aunque sin considerar los
requerimientos. Todos los ingredientes eran proporcionados en corral y el
productor determinaba la cantidad a administrar de acuerdo a lo que él
consideraba conveniente.
Algunos de los productores pastoreaban a sus animales, pero evitaban hacerlo
en temporada de sequía. Combinan praderas establecidas y agostaderos,
cercanos al corral de encierro, dedicándole aproximadamente 2 horas una o
dos veces al día. En otras ocasiones pastoreaban en praderas más lejanas
empleando todo el día en esta tarea, lo cual dependía de las labores que
tuvieran. La figura 13 muestra un rebaño pastoreando en un agostadero
cercano al corral de encierro, obsérvese lo degradado del suelo.
Figura 13. Pastoreo de cabras en un agostadero a las cuales se les tenían que
alimentar también en el corral de encierro.
Se pudo apreciar en términos generales, que un grupo de productores
mantenían a sus animales en una buena condición corporal. Esta situación se
debía al apoyo ya mencionado de suplementar con concentrados o maíz entero
o quebrado. El resto se encontraban en una situación opuesta y proveían
solamente rastrojo y henos, los granos o concentrados solo se ofrecían en
mínimas cantidades las cuales no permitían que los animales estuvieran en
buenas condiciones, debido a que no satisfacían los requerimientos
nutricionales. Para estos productores se elaboraron unas dietas balanceadas
por el método de tanteo. Para ello consideramos en su formulación la especie y
etapa fisiológica tomando los datos de las tablas del National Research Council
(Committee on Animal Nutrition, 1981). Los ingredientes eran los utilizados
comúnmente y también se propusieron otros que se conseguían fácilmente en
la región, para así brindar opciones en la adquisición de insumos y buscar el
menor costo en este rubro. La figura 14 muestra unas ovejas a las que se les
está suministrando heno de avena en el comedero, se nota desperdicio en el
suelo, de ahí que la recomendación era hacer partículas más pequeñas
moliendo el heno.
Figura 14. Se observan unas ovejas las cuales al comer tiraban el alimento
fuera del comedero, provocando desperdicio y contaminación de este.
Con todos los productores se expuso la importancia de la alimentación en las
diferentes fases de producción:
Mantenimiento. Esta fase es donde los animales requieren una demanda
menor de nutrientes que le permitan cubrir sus necesidades básicas y
conservar su condición corporal deseada que es de 3, en el caso de estar por
debajo de éste se puede aumentar la cantidad de alimento y viceversa si están
por arriba de un 3 de condición corporal. En este período se puede ofrecer una
dieta con el 100% de forraje.
Flushing. Consiste en la suplementación con concentrado o forraje de buena
calidad a las hembras que se ha decidido empadrar para así aumentar la tasa
reproductiva. Esta práctica se implementa dependiendo de la condición
corporal, pero usualmente puede llevarse de 2 a 6 semanas antes y durante el
empadre, como ya se dijo, el tiempo dependerá de la condición corporal en la
que se encuentren los animales, Por ejemplo, si tenemos que la mayoría de las
ovejas están en una condición de 2 en función de la calidad del alimento se
puede pensar en unas 4 a 6 semanas antes y durante el empadre. Por el
contrario, si la mayoría de las ovejas está en una condición de 4, entonces lo
más recomendable es mantener la dieta y con ello la condición corporal (De
Lucas y Chávez, 2006). Con esta sencilla práctica los productores obtendrán
mayores ganancias derivadas de una mayor cantidad de corderos o cabritos
nacidos.
Gestación. Durante los primeros dos tercios de la gestación, los animales no
requieren de grandes cuidados especiales y su nivel de alimentación debe ser
tal que permita mantener su peso corporal con una condición corporal de tres
con ligeros aumentos de peso. En las últimas seis semanas de gestación es
cuando se presenta más del 60% del crecimiento fetal por lo cual esta etapa es
de suma importancia tanto en aspectos productivos como reproductivos.
Los problemas relacionados a una mala alimentación durante la gestación
pueden provocar anorexia u obesidad, ambas pueden ser causales entre otros
de: dificultad para parir, abandono de crías recién nacidas, producción de poco
calostro y leche, además de que las crías nazcan débiles y de bajo peso;
dando como resultado una baja viabilidad de los corderos y un crecimiento
deficiente. Otro punto a recordar es que las hembras tardarán más en reiniciar
sus ciclos reproductivos y son susceptibles a enfermedades (Martínez, 2008).
La figura 15, muestra una oveja gestante con sobrepeso, la cual presentó un
parto distócico.
Figura 15. Oveja obesa que presentó problemas al parto (distocia).
Como parte de la orientación a los productores se les informó acerca de la
cetosis o toxemia de la gestación, enfermedad que se puede presentar por una
mala alimentación (deficiencia de energía) en el último tercio de la gestación en
ovejas. La cual tiene una mayor incidencia en hembras muy delgadas u obesas
sometidas a un estrés por falta de alimento y con fetos múltiples o productos de
gran tamaño.
La cetosis se caracteriza por una hipoglucemia provocada como ya se dijo por
una dieta insuficiente en energía, acrecentada por el rápido crecimiento del o
los fetos. La hembra busca compensar esta situación con la movilización de
grasa corporal, trayendo consigo un aumento en la producción de cuerpos
cetónicos que son tóxicos tanto para ella como para el o los fetos (Tórtora,
2010).
Los signos son de tipo nervioso, los animales se muestran deprimidos y
somnolientos, dejan de comer, se separan del rebaño, y existe una tendencia a
la inmovilidad. Los animales también presionan la cabeza sobre diferentes
objetos de las instalaciones y tienden a rechinar los dientes, con el avance de
la enfermedad se agravan los signos nerviosos presentándose incoordinación,
ceguera, sialorrea, desviación de la cabeza y posiciones anómalas. Se puede
percibir un olor a acetona en el aliento. La muerte del o los fetos da como
resultado una leve mejoría pero la putrefacción en el útero provoca un cuadro
septicémico el cual también conduce a la muerte del animal.
El tratamiento la mayoría de las veces es ineficaz, por lo que se recomienda
prevenir aportando la energía suficiente en el último tercio de la gestación y
evitar que las hembras entren demasiado delgadas u obesas al final de la
gestación (Tórtora, 2010).
De acuerdo con lo anterior una buena alimentación de las hembras en el último
tercio de la gestación beneficiará tanto en los parámetros reproductivos como
productivos.
Lactancia. Si bien esta era la etapa en la que lo productores prestaban más
atención, muchas veces no eran cubiertas las necesidades nutricionales de las
hembras. Una buena alimentación de las madres en esta etapa evita una
mayor pérdida de peso y promueve una mejor producción láctea lo cual le
permitirá recuperarse más fácilmente para la próxima estación de
apareamiento y en el caso de la cría destetarla con un mayor peso. Se ha
señalado que existen diferentes demandas nutricionales en madres que
amamantan una cría, gemelos y hasta triates por lo que se recomendó lotificar
de acuerdo al número de crías que estén amamantando. La figura 16, muestra
una madre amamantando a su cabrito.
Figura 16. Cabrito mamando.
Corral de exclusión (Creep feeding). Es una forma de proveer a los corderos
suplementos y de entrenarlos a que consuman alimentos sólidos en la etapa de
amamantamiento, para posteriormente realizar destetes menos traumáticos.
Contrario a lo que pudiera esperar, los productores han implementado la
práctica del corral de exclusión en sus unidades de producción debido a que el
principal objetivo es producir animales de engorda buscando obtener corderos
para sacrificio en el menor tiempo posible. Sin embargo, se encontró que en
algunas ocasiones solo proveían cantidades mínimas de concentrado o heno
de buena calidad que no satisfacían a los animales y por ello se hicieron las
recomendaciones pertinentes para que se aportaran cantidades suficientes y
formular raciones utilizando ingredientes disponibles que proveyeran las
cantidades adecuadas de proteína y energía, se logró que estas resultaran
hasta 15% más económicas que las comerciales. La figura 17 muestra un
pequeño del corral de exclusión.
Figura 17. Corral de exclusión, en el que se utilizó madera para delimitarlo y se
le fijó un tubo de PVC cortado como comedero.
4.3 Manejo reproductivo
Una de las bases de la producción de ovinos y caprinos, o de cualquier otra
especie es su reproducción, esto resulta fácil entender ya que de ella no sólo
depende la obtención de ejemplares para incrementar el rebaño o reemplazar
animales muertos o no productivos, sino también la obtención de recursos por
la venta de los corderos o cabritos o, en su defecto por la venta de leche. La
actividad reproductiva comprende diversas etapas que van desde la pubertad
hasta el destete; dichas etapas son a su vez influidas por diversos factores que
pueden alterar su actividad y por ende su eficiencia, desde los diferentes
factores ambientales y genéticos sobre el macho y la hembra, a través de las
distintas etapas fisiológicas y la influencia por el hombre para optimizarlas en
forma de fertilidad, prolificidad y porcentaje de procreo (De Lucas, 1986).
De acuerdo a los estudios previos en la zona por García (2010), Gómez (2010)
y Rosales (2010) se encontró poca atención en los empadres ya que muchos
de ellos son libres. En los productores con los que se trabajó se encontró que
en el inicio y duración de la época de empadre, había diferencias entre ellos;
los que tenían un rebaño de más de 40 vientres lo dividían en dos lotes para
aparearlas en dos épocas, una en el mes junio y el otra en noviembre, con una
duración alrededor de 60 días en cada una, otros productores con menor
cantidad de vientres, efectuaban una sola época en el mes de junio con una
duración similar.
Controlando el empadre y la fecha de su realización se pueden prever las
condiciones en las cuales se desarrollará la gestación y la lactancia, para que
sean las más favorables ambiental y nutricionalmente, tanto para la madre
como para la cría. La figura 18 muestra un semental Katahdin en empadre.
Figura 18. Semental Katahdin con un lote de hembras en empadre.
Los productores que tenían una sola época de empadre les convenía realizarla
durante junio y julio, ya que garantizaban la alimentación durante la gestación y
la lactancia. Sin embargo, la lactancia rebasaba la época de disponibilidad de
alimento, ya que se extendía hasta el inicio del invierno. Si bien este sistema
estacional en una primera instancia funciona, porque justamente aprovecha la
vegetación natural de la época de lluvias, la recomendación fue la posibilidad
de suplementar en la última fase de la lactancia o bien usar corral de exclusión.
Como ya se mencionó, algunos de ellos ya tenían implementada esta práctica,
pero no realizaban destetes tempranos que permitieran evitar mayores
pérdidas de peso a las hembras o dejarlas descansar hasta el nuevo empadre
al año siguiente.
Los productores que efectuaban dos épocas de empadre, fueron los que tenían
mayores posibilidades económicas, por lo cual podían comprar insumos para
proveer una buena alimentación en diferentes etapas de producción. Ésta
situación no es la ideal, porque lo recomendable es que puedan producir el
alimento que requieren y/o poder almacenar en épocas de abundancia, pero en
ocasiones las condiciones climatológicas no lo permitían, debido a las
inundaciones o a la sequía que se llegaban a presentar.
El concentrar los partos y conocer en qué fecha iniciarán, son acciones para
reducir la mortalidad perinatal. Estas medidas se pueden cumplir fijando la
duración de la época de empadre, entre más amplia se tendrá una temporada
de partos con una duración similar. El ciclo estral en las ovejas tiene una
duración de 17 o 18 días y el de las cabras normalmente 21 o 22 días, así que
lo recomendable es empadrar de 36 hasta 54 días y de 44 hasta 66 días
respectivamente, lo que permite que transcurran de 2 a 3 ciclos estrales
completos.
Se recomendó también la utilización del “efecto macho” y el peto marcador. El
“efecto macho” consiste en la separación del macho de las hembras, ésta
situación inducirá en las hembras en anestro poco profundo, el cual se revertirá
con la presencia súbita del macho, dando como resultado la aparición de celos.
El peto marcador se pone en el macho y consiste en un crayón situado entre
los miembros delanteros, esté tiene por objeto que cuando el semental cubra
una hembra el crayón trazará una línea sobre la grupa, con la revisión diaria de
hembras se puede conocer cuáles ya han sido servidas y predecir su fecha de
parto.
En cuanto al empadre, las recomendaciones generales que se les comentaron
a los productores con objeto de mejorar la eficiencia reproductiva fueron: antes
de empezar el productor debe de efectuar una evaluación a los sementales y
los vientres, por lo menos unas seis semanas antes de su inicio.

En el caso del macho la inspección de los testículos es una práctica
esencial, éstos se deben de palpar desde la unión del escroto y el
abdomen hasta el epidídimo, los dos testículos deben tener el tamaño y
forma adecuada, de buena consistencia (ni blandos, ni duros) y
poniendo especial atención en el epidídimo, no deben de presentar
abscesos y tener una apropiada movilidad dentro del escroto. El pene
también se tiene que inspeccionar, y debe presentar una coloración rosa
claro, sin úlceras, de un tamaño normal, y con un desplazamiento
correcto dentro del prepucio (De Lucas, 2011).

En la hembra debe llevarse a cabo la exploración de la ubre, ya que de
ésta dependerá parte de la viabilidad de los corderos, debe tener una
consistencia adecuada y sin presencia de abscesos; las hembras que
presenten un medio o toda la ubre perdida se recomienda eliminarlas
del rebaño, ya que las crías demandarán más manejo en la temporada
de lactancia.

En ambos sexos se deberá evaluar su condición corporal y tomar las
medidas pertinentes según el caso como son implementación del
flushing o la reducción de la administración de alimento en caso de estar
gordos para que al momento del empadre se encuentren en una
condición corporal de 3. La evaluación de la boca también se debe
efectuar a todo el rebaño, y buscar entre otros que los animales
presenten todos los incisivos, así como también que coincidan con el
rodete dentario superior, lo cual les permitirá alimentarse mejor.

Finalmente otras prácticas que deben o pueden hacerse dependiendo
de las condiciones, son desparasitaciones, vacunaciones o el
despezuñado sobre todo en el macho, ya que les brindará un buen
apoyo de las extremidades y mejorará el desplazamiento de los
animales, dando como resultado mayor facilidad de cubrición. La figura
19 muestra el despezuñado de un macho cabrío.
Figura 19. Despezuñado de un macho cabrío el cual se encontraba “maneado”,
lo cual provoca un desgaste menor e irregular de las pezuñas.
4.4 Manejo sanitario
Uno de los aspectos que más preocupan a los productores es el estado de
salud de sus animales y de hecho es de las pocas razones de llamar a un
técnico (veterinario).
Linfadenitis Caseosa o
Pseudotuberculosis.
Se encontró en las
explotaciones que alrededor del 10% de los animales presentaban abscesos
con un diámetro aproximado de 1 centímetro hasta 7 centímetros o más. Se
localizaban a la altura de los ganglios linfáticos submaxilares y su contenido era
purulento de color verde pistache. Este tipo de lesiones son compatibles con
infecciones causadas por la bacteria Corynebacterium pseudotuberculosis la
cual produce una enfermedad contagiosa crónica en las ovejas y cabras. La
figura 20 muestra a una oveja posiblemente afectada por esta enfermedad.
Figura 20. Oveja con un absceso, su diagnóstico presuntivo fue la enfermedad
de Linfadenitis Caseosa.
La bacteria afecta los ganglios linfáticos submaxilares, preescapulares y
prefemorales. La presentación visceral de la enfermedad es subclínica y afecta
los ganglios linfáticos mediastínicos y bronquiales y los pulmones. Esta última
parece no alterar la salud de los animales pero se ha determinado que es un
factor productor del “Síndrome de la oveja delgada” (Pekelder, 2000).
Se les enseñó a algunos productores como realizar la desbridación de
abscesos con las medidas higiénicas pertinentes, ya que se trata de una
enfermedad con potencial zoonótico pero además ésta práctica previene una
mayor contaminación de las instalaciones y la infección a otros animales.
Si bien la bacteria es susceptible a varios antibióticos in vitro, en la práctica
éstos no logran eliminar el agente por la protección que confiere la cápsula de
los abscesos y su localización intracelular. En la linfadenitis caseosa solamente
se pueden tomar medidas para su control y erradicación como son: la
desinfección de las instalaciones, eliminación de animales que presenten la
enfermedad, higiene en el aretado, descolado y esquila, la inspección clínica de
los animales para desbridar los abscesos, entre otros (Pekelder, 2000).
Queratoconjuntivitis infecciosa. En todas las explotaciones también se
presentaba una conjuntivitis usualmente unilateral con hiperemia de la
conjuntiva, opacidad de la córnea y secreción ocular profusa de color
transparente, afectando tanto animales adultos como jóvenes. Por los signos
antes mencionados el diagnóstico presuntivo fue queratoconjuntivitis infecciosa
u ojo rosado resultado de la infección por Chlamydophila psittaci o Mycoplasma
conjunctivae (Hosie, 2000). La figura 21 muestra una oveja con ceguera
unilateral permanente causada por una queratoconjuntivitis infecciosa.
Figura 21. Oveja con ceguera irreversible causada por una queratoconjuntivitis
infecciosa.
La queratoconjuntivitis infecciosa es un padecimiento de tipo agudo y
contagioso. Se caracteriza por la presentación de hiperemia conjuntival,
opacidad de la córnea y la formación de folículos linfoides en la membrana
nictitante y párpados. La córnea presenta varios grados de inflamación, desde
edema hasta erosiones, úlceras y perforación (Ramírez, 1986). En esta
enfermedad el ojo afectado se observa blanco y el animal está
momentáneamente ciego del lado afectado (Tórtora, 2010).
Los factores que predisponen la presencia de la enfermedad son el estrés, la
presencia de moscas, hacinamiento, mala ventilación e higiene. La enfermedad
se hace evidente cuando los animales presentan una línea de pelo mojado
inferior al ojo, a causa de la excesiva producción de lágrima.
Eventualmente este padecimiento se cura solo, sin embargo puede llegarse a
perforar la córnea quedando el animal definitivamente ciego y sin posibilidad de
tratamiento. Para prevenir esto es conveniente efectuar tratamiento antibiótico
mediante inoculación intrapalpebral con una jeringa insulínica de Tetraciclinas o
Tilosina (Tórtora, 2010). A los productores se les recomendó tomar en cuenta
los factores predisponentes para el control de la enfermedad. En caso de que
los animales presenten queratoconjuntivitis infecciosa se les recomendó utilizar
Sulfatiazol en polvo (Ocusol) dos veces al día hasta finalizar la enfermedad.
Toxoplasmosis. Se detecto un posible caso de ésta enfermedad en un
rebaño, en donde la oveja parió un cordero junto con un feto momificado, al
examinar la placenta se observó que presentaba zonas de color gris y los
cotiledones eran más pequeños de lo normal. El cordero tenía un peso
aproximado de 800 g., era muy débil, no mamaba y tenía dificultad para
caminar; se le obligaba a tomar leche con una jeringa pero murió a los 3 días.
El productor comentaba que la oveja había sido cubierta en varias ocasiones
pero no quedaba gestante sino hasta ésta última ocasión. Dentro del rebaño no
se habían presentado problemas reproductivos tanto en machos como en
hembras. Por esta razón se sospecho de toxoplasmosis, causada por el
protozoario Toxoplasma gondii. La figura 22 muestra el feto encontrado en el
lugar donde parió la oveja.
Figura 22. Feto encontrado en el corral donde parió la oveja que se
sospechaba padecía toxoplasmosis.
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa parasitaria caracterizada por
abortos, muerte neonatal, placentitis y encefalitis fetal. Ésta enfermedad es
importante desde el punto de vista económico pero principalmente por afectar
la salud pública (Cuellar, 1986).
Toxoplasma gondii es una coccidia que afecta a casi todos los animales de
sangre caliente y a algunos de sangre fría (Cuellar, 1986). El hospedero
habitual en su fase adulta es el gato. Tiene un ciclo biológico que se divide en 2
partes, un ciclo sexual limitado a las células epiteliales de los gatos, las cuales
producirán ooquistes
y una asexual con escasa especificidad por el
hospedador, en la cual tiene dos fases de desarrollo el taquizoíto (fase rápida)
y el bradizoíto (fase lenta) (Buxton, 2000)
Las ovejas y cabras se infectan al ingerir alimento contaminado con ooquistes
provenientes de las heces de gatos. Los ooquistes eclosionan en el intestino
delgado liberando esporozoítos. Los taquizoítos en cuatro días invaden los
ganglios linfáticos mesentéricos, donde se multiplicarán y serán liberados al
torrente sanguíneo permitiéndoles diseminar la infección a otros tejidos. La
parasitemia termina con la aparición de respuesta inmune del hospedador por
lo que la enfermedad persistirá en forma de bradizoítos localizados en los
quistes tisulares (Buxton, 2000).
Desde el punto de vista clínico existen dos tipos de toxoplasmosis, la aguda y
la crónica causadas por taquizoitos y bradizoitos respectivamente. La forma
aguda de la enfermedad se presenta cuando los animales son infectados por
primera vez o cuando es deficiente su respuesta inmunológica, las
manifestaciones de ésta son: anorexia, fiebre, descargas nasales, disminución
o pérdida de la visión, aumento en los ganglios linfáticos y signos nerviosos
ocasionados por encefalitis. La infección en el primero o segundo mes de
gestación puede provocar muerte fetal y reabsorción. La adquisición posterior
de la enfermedad provoca mortinatos o nacimiento de corderos o cabritos
aparentemente normales. Estos productos con infección congénita se muestran
físicamente débiles, tienen incoordinación muscular por lo que no pueden
caminar ni mamar, muriendo de inanición en 2 o 3 días. La forma crónica cursa
subclínicamente sin signos aparentes y muchas veces es secuela de la
presentación aguda (Cuellar, 1986). La figura 23, muestra al cordero hijo de la
oveja con diagnóstico presuntivo de toxoplasmosis, el cual presenta una
apariencia anormal de la cabeza y un peso por debajo del promedio.
El control de la enfermedad solo se puede llevar a cabo regulando la población
de gatos en todas las instalaciones (Cuellar, 1986), medida que se recomendó
al productor. El tratamiento de la toxoplasmosis consiste en la administración
de Pirimetamina y Sulfamidina las cuales bloquean la síntesis de Folato
resultando eficaz para los animales infectados (Buxton, 2000).
Figura 23. Cordero nacido con bajo peso, el cual murió pocos días después de
nacer.
Mastitis. En algunos de los ranchos visitados pude observar casos de mastitis
o mamitis, en los cuales los animales se encontraban deprimidos, anoréxicos,
con fiebre y presentaban una forma de caminar diferente debido al dolor que
padecían, en el examen físico la ubre tenía una consistencia firme, con un
aumento en la temperatura y con abscesos aislados. En ocasiones los
productores enterraban navajas en la ubre para así permitir que supurara el
pus contenida en los abscesos. La figura 24, muestra la ubre días después de
haberle hendido una navaja.
Figura 24. Ubre de la cabra la cual se le cortó con una navaja para tratar de
solucionar un problema de mastitis.
Las mastitis ovinas y caprinas se presentan tanto en rebaños para la
producción lechera como en producción de carne siendo un problema grave
debido a los costos que puede producir por muertes súbitas, muertes de
corderos por inanición, eliminación forzosa del rebaño y costo del tratamiento,
sumado a problemas de salud pública por el consumo de leche contaminada
con antibióticos (De la Vega, 1986).
Hace más de 70 años ya se habían identificado las principales causas de las
mastitis (mamitis) y en la actualidad siguen siendo vigentes (Jones y Watkins,
2000). Son demasiados los microorganismos aislados en las mastitis sin
embargo los que se han identificado en la mayoría de los casos son: en la
forma aguda Staphylococcus aureus y en la forma crónica Streptococcus spp.
Aunque también existe la posibilidad de mastitis mixtas, por lo cual es
conveniente la toma de una muestra adecuada de leche para determinar el
tratamiento adecuado (De la Vega, 1986).
Los microorganismos involucrados colonizan la glándula mamaria
principalmente por vía ascendente, por el conducto del pezón, aunque en el
caso de los micoplasmas pueden llegar por vía hemática después de haber
penetrado por la mucosa digestiva o respiratoria del hospedador (De la Vega,
1986).
En las cabras existen otros factores que favorecen la presentación de las
mastitis como son: tener la ubre pendulante ya que se golpean frecuentemente,
los pezones muy largos por tener una mayor superficie de contacto con la
contaminación ambiental y los trastornos en los aplomos posteriores que
ocasionan laceraciones y dolor bloqueando la bajada de la leche resultando en
un ordeño incompleto. El daño a la integridad de los tejidos aumentando la
susceptibilidad a infecciones en la ubre (De la Vega, 1986).
Las lesiones que se presentan por mastitis aparecen durante 2 a 3 días, la
mitad afectada tiene un mayor tamaño de lo normal con un ligero edema
subcutáneo. La ubre esta enrojecida de forma intensa y difusa. Con el avance
de la enfermedad aumenta la inflamación llegando hasta una necrosis tisular
(Jones y Watkins, 2000).
El tratamiento consiste en la administración parenteral de Gentamicina,
Penicilinas o Tetraciclinas junto con antihistamínicos y antipiréticos que
permitirán la recuperación del padecimiento. El tratamiento en algunas
ocasiones no da los resultados esperados a pesar de su aplicación al principio
de la enfermedad debido a su etiología. Además del tratamiento farmacológico
se debe de ordeñar manualmente al animal 3 veces al día. Las mastitis
crónicas no tienen tratamiento por lo que se procede a la eliminación del
rebaño aunque en animales de alto valor genético se conservan mientras
tengan solamente una glándula funcional (Jones y Watkins, 2000). El control de
las mastitis en sistemas de producción de carne se obtiene proporcionando
cama limpia y efectuando un buen método de secado al efectuar el destete. En
el caso de las cabras, se deben de seleccionar tomando en cuenta la
conformación de ubre (De la Vega, 1986). La figura 25, muestra la ubre de una
oveja con múltiples abscesos de consistencia dura.
Figura 25. Ubre con mastitis crónica, la ubre presentaba varios abscesos de
consistencia dura.
Monieziosis. Sobre las heces de los animales se encontraron pequeñas
estructuras semejantes a semillas de melón. Estas estructuras son proglótidos
del parásito Moniezia expansa o Moniezia benedeni. Este gusano plano se
encuentra en el intestino delgado de cabras, ovejas y otros rumiantes,
produciendo enteritis de serosa hasta hemorrágica, en forma crónica puede
producir anemia y caquexia.
Moniezia spp. mide hasta seis metros de largo y de 1.6 - 2.6 cm. de ancho.
Ejerce su acción ocupando espacio en el intestino, que en su ausencia debería
ser ocupado por alimento. Se considera una acción irritativa en gusanos de
gran longitud y su acción tóxica se debe a los productos metabólicos del
parásito (Quiroz, 2008).
El ciclo del parásito inicia al salir proglótidos o huevos junto con las heces, los
cuales serán ingeridos por ácaros coprófagos, donde se formará un
cisticercoide. Los huéspedes definitivos se infestan al ingerir pastos
contaminados con estos ácaros, que van a ser digeridos en el tracto digestivo y
liberados los cisticercoides. Estos últimos se adherirán a la mucosa iniciando
su crecimiento y después de cinco a seis semanas aparecerán los primeros
proglótidos (Quiroz, 2008).
Los signos clínicos son anemia que progresa lentamente sobre todo en
animales jóvenes, por lo cual el crecimiento es retardado. Los animales
presentan palidez de la piel y las mucosas, con un mal aspecto de la lana. Los
síntomas digestivos son diarrea con presencia de proglótidos, diarrea alternada
con constipación y algunas veces coproestasis (Quiroz, 2008).
Para el tratamiento de esta enfermedad se utilizaron Benzimidazoles, así como
tambiémh n se dieron recomendaciones de manejo para disminuir la ingestión
de los ácaros oribátidos con lo cual se podría controlar la presencia de la
enfermedad.
Neumonía. Las neumonías afectan a animales de cualquier edad, pero son
más significativas en corderos y cabritos debido a gastos en el tratamiento,
retraso en el crecimiento y muertes eventuales. Las neumonías son resultado
de la interacción de eventos ambientales e infecciosos, que deben ocurrir
secuencialmente para que finalmente se produzcan las formas bacterianas
graves y mortales de la enfermedad (Tórtora, 2010).
En todos los rebaños se presentaban casos de problemas respiratorios,
algunos de los casos fueron diagnosticados como neumonías, tanto en
animales jóvenes como en adultos, con una incidencia promedio de un 10%,
aunque en una unidad se presentó con más del 50% de los animales, se
considero que la localización de las instalaciones y su diseño eran los factores
predisponentes, ya que se encontraban en lo alto de un cerro, lugar donde
existían fuertes corrientes de aire y las instalaciones no protegían a los
animales de ésta situación.
Las neumonías ocurren normalmente en invierno y/o cuando los animales se
encuentran expuestos a corrientes de aire. La baja de la temperatura en pocas
horas, ocasiona parálisis del movimiento ciliar en las vías respiratorias y facilita
la colonización por patógenos primarios como bacterias, virus y micoplasmas,
los cuales dañan al epitelio respiratorio. La humedad ambiental es un factor
que favorece la sobrevivencia y transmisión de los patógenos, pues los
animales enfermos eliminan aerosoles contaminados que son inspirados por
otros animales (Tórtora, 2010).
Los principales virus involucrados son: virus de parainfluenza 3, virus
respiratorio sincitial y en menor grado adenovirus. Las bacterias implicadas
son: Mannheimia haemolytica (la de mayor importancia) y Pasteurella
multocida; las bacterias involucradas en neumonías crónicas son:
Corynebacterium spp, Streptococcus spp y Staphylococcus spp. Por último los
micoplasmas de mayor importancia son: Mycoplasma ovipneumoniae y
Mycoplasma micoides var. capri (Trigo, 1986).
Los signos de las neumonías son: flujo de exudado mucopurulento en ollares,
descarga serosa conjuntival, fiebre, cabeza y orejas bajas, se rehúsan a comer
y pierden peso. Los animales afectados se alejan del rebaño, presentan
marcada disnea y tos. En algunos casos pueden no mostrar signología y
encontrarse muertos a la mañana siguiente (Trigo, 1986).
El control consiste en proveer una buena ventilación en las instalaciones,
eliminar corrientes de aire y evitar el hacinamiento. En corderos efectuar un
buen calostrado y proporcionar una buena alimentación. En animales mayores
se pueden aplicar vacunas las cuales brindarán cierta protección. El
tratamiento para las neumonías consiste solamente en la aplicación de
antibióticos. Debe destacarse que en los países con sistemas pastoriles
abiertos, en los que los animales no son nunca encerrados, a pesar de
presentarse condiciones climáticas extremosas, los problemas neumónicos no
son significativos (Tórtora, 2010).
Tétanos. En una unidad de producción el propietario observaba que algunos
animales mostraban rigidez, los miembros torácicos y pelvianos se mantenían
extendidos, estos animales perdían el apetito y morían después de unos días.
Por los signos clínicos un diagnóstico presuntivo sería tétanos o trismo,
enfermedad producida por la bacteria Clostridium tetani.
Esta bacteria es anaerobia y se localiza comúnmente en el tracto digestivo de
varias especies animales, por lo que se le puede encontrar en el estiércol y
otros objetos contaminados. Tiene un tiempo de incubación que varía entre una
y tres semanas (Flores, Fernández, Martínez y Suarez, 1986). C. tetani, posee
dos toxinas: la tétanospasmina que afecta al sistema nervioso y la tétanoslisina
que es una hemolisina.
La vía de entrada de la bacteria es una herida, donde las esporas germinan
rápidamente gracias a la presencia de bacterias piógenas y ausencia de
oxigeno, lo que a su vez le permitirá producir sus toxinas. En el caso de la
tétanospasmina es conducida por los nervios periféricos en forma centrípeta
hasta llegar a las células motoras, momento en el cual se manifestarán los
signos generalizados de la enfermedad.
Al principio de la enfermedad se produce rigidez de los músculos esqueléticos,
temblor, trismo mandibular, prolapso del tercer párpado, marcha insegura y
posición extendida de la cola. Después se dificulta la masticación, y deglución,
se presentan convulsiones y pérdida del equilibrio; por último los músculos del
cuello y de la espalda se contraen; culminando con la muerte del animal por
paro respiratorio (Flores et al., 1986).
Se recomendó al productor el control de la enfermedad, ya que una vez
instaurada la mayoría de las veces el tratamiento no brinda resultados. El
control consiste en la vacunación con toxoides, la limpieza y antisepsia de
heridas y la desinfección de los instrumentos punzocortantes que se utilicen en
el manejo.
Oestrosis: Otro problema parasitario que se presentaba en las unidades de
producción era infestación larvaria de la mosca Oestrus ovis. Aproximadamente
el 30% de animales mostraban secreciones mucopurulentas de color pistache,
en uno o ambos ollares, los animales afectados también presentaban
frecuentes estornudos.
Oestrus ovis es una mosca que mide de diez a doce milímetros, su larva I
después de ser depositada en los ollares mide 1.3 milímetros, la cual en el
estado larvario III alcanza una longitud de veinte milímetros y su pupa mide de
16 – 26 milímetros de largo (Quiroz, 2008).
La mosca después de haber sido fecundada deposita sus larva I en los ollares
de los ovinos y caprinos, mismas que emigraran por la mucosa nasal hacia los
senos frontales, maxilares y conchas etmoidales. Según las condiciones las
larvas pueden llegar a su madurez (larva III) después de 25 a 35 días
pudiéndose alargar hasta los 9 meses. Después de esto es expulsada
requiriendo de uno a cinco días para la formación de la pupa. La metamorfosis
de pupa a mosca tiene una duración de 27 a 66 días dependiendo de las
condiciones ambientales (Quiroz, 2008).
La irritación de la mucosa nasal por Oestrus ovis provoca una rinitis catarral
estornutatoria, respiración estertorea y se presentan diferentes tipos de
secreciones nasales que van desde las serosas a mucopurulentas pudiendo
presentar sangre. Las larvas en estados avanzados pueden producir
obstrucciones originando una sinusitis (Martínez, 1986). La figura 26 muestra
una oveja con secreción mucopurulenta causada por Oestrus ovis.
Figura 26. Ovejas con secreción nasal la cual se atribuye a infestación por la
mosca Oestrus ovis.
El control de la enfermedad es difícil por las características propias del parásito,
en éste caso se recomendó nuevamente una buena ventilación y limpieza en
los corrales para disminuir la presencia de moscas. Una acción complementaria
es la implementación de trampas para moscas. El tratamiento de la oestrosis
consiste en la medicación con Rafoxanide, Triclorfon e Ivermectinas. En éste
caso se llevó a cabo la instilación nasal de soluciones de Coumanphos
(Asuntol) a animales que presentaban ésta parasitosis.
Se aplicó vía intramuscular vitamina E y Selenio para prevenir la enfermedad
del músculo blanco en animales jóvenes y adultos. También se efectúo la
vacunación de animales para la prevención de enfermedades como neumonías
o por clostridios como la enterotoxemia, pierna negra, tétanos, edema maligno,
hepatitis necrótica y riñón pulposo.
Debido a que los antibióticos y desparasitantes se utilizaban de forma
indiscriminada, se les informó la importancia del asesoramiento técnico para el
uso de estos productos, ya que la asesoría brinda mayores beneficios
económicos para el productor y para la salud tanto pública como de los
animales.
4.5 Genética
La selección objetiva de los animales solo se puede llevar acabo tomando
como herramienta un sistema eficaz de registro en el cual se verán
evidenciados los rasgos productivos más importantes para el ganadero, entre
los cuales pueden estar prolificidad, velocidad de crecimiento, número de
partos por año, etc. Mediante esta práctica permanecen en el rebaño solo los
animales productivos y se eliminan a aquellos que no lo son. En la figura 27 se
muestra el momento de pesado de corderos en una unidad de producción y el
registro de sus pesos, con esta sencilla actividad se mostraba a los productores
cuales animales ganaban peso más fácilmente y por lo tanto, eran los más
productivos del rebaño.
En ninguna de las unidades de producción se llevaban a cabo registros, por lo
cual no se contaba con información para valorar la productividad individual, así
como la de todo el rebaño. Se llenaron hojas de registro y se entregó a los
productores un diseño de una hoja de registro individual que contenía aspectos
muy esenciales de productividad y genealogía. Se comentaron los beneficios
de llevar a cabo esta práctica, en la que resulta imprescindible la identificación
de los animales.
Figura 27. Básculas para el pesaje de los corderos y cabritos.
En algunas unidades de producción se aretaron animales para una mejor
identificación, asimismo a los productores se les mostró un método de
identificación temporal y económico, que podía ser utilizado en los corderos o
cabritos, consistía en una rondana la cual es marcada con números o letras y
es sujetada con un cincho de plástico a la altura del radio y ulna (figura 28).
Esto les permitía llevar un control de los animales jóvenes, una vez que eran
seleccionados para permanecer en el rebaño se podrían aretar.
Figura 28. Rondana numerada sujetada con un cincho de plástico para la
identificación temporal de animales.
En todas las unidades se seleccionaban a los animales tomando como base la
apariencia de los animales, lo que representa un gran error debido a que el
avance genético de un rebaño depende de la medición de características. Por
lo cual después de la implementación de los registros sería más objetivo decidir
que animales servirán de reemplazos y que animales del rebaño tienen que ser
eliminados. La figura 29 muestra un lote de corderas que se utilizarían como
reemplazos.
Figura 29. Pequeño lote de corderas de reemplazo de raza Katahdin y F1
(Katahdin - Dorper).
Se informó a los productores acerca de la selección y de los sistemas de
cruzamiento, que son herramientas para aumentar la producción de carne, que
es el objetivo que todos los productores buscaban (Pérez, 2006). En las
unidades de producción se llevaban a cabo cruzamientos entre razas pero en
algunas ocasiones con una secuencia errónea con lo que no se obtenían los
máximos beneficios de esta práctica.
Los sistemas de cruzamientos se utilizan para complementar en la cría las
fortalezas de dos o más razas y para obtener la heterosis o vigor híbrido
(Pérez, 2006). Debido a que estos sistemas deben ser fáciles de implementar,
se habló de la clasificación de las razas con base al tipo de apareamiento, que
ordena a las razas en paternas, maternas y doble propósito, ya que no existe
una raza perfecta y cada una tiene fortalezas y debilidades. En un sistema de
cruzamientos las razas son combinadas para balancear sus aspectos negativos
y positivos.
Las razas paternas son aquellas que poseen una mayor velocidad de
crecimiento, calidad de la canal y conversión alimenticia. Mientras que las
razas maternas son las ligadas a cualidades reproductivas como una mayor
prolificidad, mayor fertilidad, precocidad y estación de apareamiento amplia.
Las razas de doble propósito tienen cualidades de los dos grupos (De Lucas,
2007).
Por lo cual en los cruzamientos se utilizan como vientres a las razas maternas
y como sementales a las razas paternas dando como resultado crías F1 que se
destinarán para el abasto. En el caso utilizar una tercer raza, las hembras F1
se cruzarán igualmente con sementales de raza paterna, con estas cruzas se
puede aprovechar la heterosis materna (De Lucas, 2007).
En algunos rebaños los productores mantenían el mismo semental por varios
años lo que daba como resultado apareamientos consanguíneos (figura 30).
Otros productores cambiaban de semental regularmente y no realizaban
apareamientos consanguíneos, sin embargo tenían la intención de hacerlos. A
todos los productores se les menciono que la consanguinidad entre los
animales puede acarrear la disminución en la productividad del rebaño y traer
consigo el aumento en la presencia de anomalías genéticas o mayor
presentación de los genes en estado de homocigosis (Pérez, 2006).
Figura 30. Cabrito de raza Boer el cual no presentaba orejas desde su
nacimiento, posiblemente originado por consanguinidad en el rebaño.
5. Conclusiones
Los pequeños rumiantes son de gran importancia en el estado de Oaxaca
porque sus tenedores en general es gente marginada. Destaca la región de la
Mixteca porque la producción de los pequeños rumiantes significa un aporte
económico considerable para muchos productores. Los sistemas
predominantes son los de encierro nocturno con pastoreo diurno en forma
extensiva y semi-intensiva y en menor proporción los estabulados intensivos;
siendo el primero el más común porque los productores aprovechan recursos
de su entorno dadas las condiciones orográficas de la zona, lo que los hace
muy económicos aunque con un trabajo por parte de los encargados que no es
remunerado. Independientemente del sistema de producción, los productores
enfrentan un sinnúmero de problemas que van desde el manejo básico de los
animales hasta su comercialización y que se refleja en ineficiencias y menores
ingresos.
Gracias a las encuestas realizadas con los productores de la Mixteca, por
García (2010), Gómez (2010) y Rosales (2010), que evidencian las
características y principales limitantes de los sistemas de esta región, se
pudieron realizar programas y actividades acordes a las necesidades de los
productores que se han descrito a lo largo de este escrito y que estas se
traducirían en mejoras en la producción.
Respecto a la parte profesional, este servicio permitió un enriquecimiento y
comprensión de la realidad en la que viven estos productores. Así mismo
favoreció la búsqueda de alternativas de solución de problemas a través de los
conocimientos adquiridos durante la carrera, aunque a veces las propuestas
tuvieron que ser adaptadas a las condiciones usando métodos no abordados
durante los estudios de licenciatura.
Las recomendaciones que se dieron a los productores eran de corto, mediano y
largo plazo. Sin embargo, algunas de ellas eran aceptadas, mientras que otras
se mostraban renuentes a tomarlas, por muy diversas razones a veces de
orden cultural, basado en tradiciones que se pasan de padres a hijos y que en
ocasiones solo se aceptan modificaciones cuando se pueden demostrar que
los cambios funcionan, convirtiéndose en un círculo vicioso. Aun así, se
lograron introducir cambios de corto plazo que como ya se dijo significaron
mejoras a su producción.
Es importante que el trabajo de asesoría que se brinda con este servicio social
se continúe, sobre todo porque los productores que ven resultados son los
mejores promotores para que otros los acepten. Es indudable que es una labor
lenta pero segura.
Por último, resulta necesario que los productores se sigan organizando y se
mantengan como asociación, para que sean beneficiados con diferentes
apoyos sean económicos o de asesoría técnica que brinda el gobierno, y se
traduzcan en beneficios para ellos y sus familias.
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7) SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación) 2010. http://www.sagarpa.gob.mx
7. Anexo
Actividades de rutina con los productores:
Se participó en la limpieza de corrales junto con los productores.
Se realizaron hileras de avena y alfalfa con rastrillo para su empacado.
Se brindó asistencia en partos distócicos.
Se prepararon animales para venta y exposición.
Se llevó a cabo el embarque de animales.
Se pastoreó en agostaderos.
Se rediseñó un corral exclutorio.
Se enseñó como evaluar el aparato reproductor de los sementales.
Se instruyó como conocer la edad de los animales mediante la dentadura.