INTELIGENCIA EMOCIONAL Y PNL

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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA PROGRAMACIÓN
NEUROLIGÜÍSTICA (PNL).
1º.- Inteligencia Emocional
¿No te has puesto a pesar en porqué razón tus compañeros, los más
brillantes de tu escuela no llegan a ser unos profesionistas exitosos y
que algunos de tus compañeros de rendimiento medio o menor de tu
escuela son personas que tienen éxito tanto en su vida familiar como
en la profesional?
Hay un estudio que se hizo en la Universidad de Yale que consistió en
preguntar a los estudiantes por graduarse, si tenían claro cuáles eran
sus objetivos al salir de la universidad. Sólo el 3% de ellos dijo que
sí. 20 años después los entrevistaron, y constataron que ese 3% que
había contestado que sí, era exitoso en su vida adulta y no
pertenecían a los más altos promedios de la universidad. Eran
estudiantes con promedios estándares o promedios bajos.
Esto se debe a que estos muchachos ya habían visualizado con lujo
de detalles lo que querían hacer de su vida. Ya lo tenían tan sabido y
vivido mentalmente que lo lograron. Ya lo tenían en su mente
perfectamente claro.
Por otro lado, ¿por qué algunas personas se pueden relacionar
fácilmente y otras no lo logran? Estas últimas están tan
ensimismadas consigo mismas que no logran VER al otro. Solo se
escuchan a sí mismas. Son muy rígidas, solo existe el blanco y el
negro. Son tan analíticas que no hay cabida para una relación. De
todo hacen un juicio. Todo se tiene que hacer como ellas dicen y de la
manera que ellas piensan. Son inflexibles. Ellas siempre tienen la
razón.
¿Por qué hay personas que son felices a pesar de las adversidades?
Simplemente porque son expertas en reencuadrar las situaciones por
las que pasan. Son personas capaces de decir que su marido tuvo
una muerte feliz, aún acabando de suceder, que murió rodeado de
todos sus seres queridos, tal y como él anhelaba, a pesar de que ella
se queda viuda después de 30 años de un feliz matrimonio. Agradece
a la vida en lugar de enfocarse en el sufrimiento de la pérdida. Todo
hecho en esta vida, por terrible que parezca, siempre tiene una parte
positiva y una enseñanza. El reencuadrar consiste en ver esta parte
y no quedarse en la parte negativa de la situación.
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¿Estas personas, cómo logran hacer lo anterior? Simplemente saben
mantener sus dos hemisferios cerebrales en equilibrio. Aquí
hablaremos de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es el ser capaz de reconocer mis
sentimientos y los de los demás para poder manejar las emociones.
Hemos tenido la idea de que el más inteligente es el que más
conocimientos sabe y el que tiene mejor memoria para acordarse de
ellos. Con esta idea errónea hemos crecido. No siempre el más
“inteligente” es el más feliz.
Hay dos clases de inteligencia: la congnoscitiva que reside en el
hemisferio izquierdo, y la emocional que reside en el hemisferio
derecho.
El hemisferio derecho donde reside la inteligencia emocional es el
más antiguo, el que desarrollaron al principio los primeros hombres.
Ellos aprendieron a través de emociones y sentimientos, de sus
experiencias y vivencias. Aprendieron que si se acercaban al fuego se
quemaban. Si comían ciertos frutos se enfermaban. Si se metían al
agua profunda se ahogaban. Si no se cubrían durante la época de
nieve, podían morir, etc. Con las emociones en marcha, su
aprendizaje se hacía más rápido.
El Dr. Armando Lozano explica claramente en uno de sus libros, que
el hemisferio derecho donde reside la inteligencia emocional, es la
parte sabia de nuestra personalidad donde se encuentran las
emociones de nuestras vivencias y es como un gigante ciego,
inmenso y poderoso pero sin dirección. Y el hemisferio izquierdo es el
que da nombre, rumbo y dirección a nuestras emociones, es el enano
con una vista privilegiada que se sube a los hombros del gigante y lo
dirige.
Nuestra felicidad se basa en saber equilibrar nuestros dos
hemisferios. El izquierdo donde reside nuestra inteligencia
cognoscitiva, donde se encuentra la información, el análisis, la
memoria, la teoría, la lógica, el conocimiento; y el hemisferio derecho
donde se encuentra nuestra inteligencia emocional, el abstracto, el de
los sueños, el de los sentimientos, el holístico, el creativo y donde
surgen los valores vividos. Ejemplo de esto puede ser la Prima Donna
que para ser una bailarina exitosa, pone en marcha la parte izquierda
de su cerebro, donde se encuentra la coordinación de sus
movimientos, la enseñanza de la pieza que está interpretando, su
memoria, etc. Y su hemisferio derecho donde se encuentra la
sensación de la música, el dejarse llevar al ritmo de ella, el crear su
propia experiencia y disfrutar plenamente de ella. Es el gigante ciego
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y poderoso guiado por el enano en sus hombros que lo dirige y lo
guía hacia su objetivo.
Tenemos que darnos cuenta que todos contamos con dos hemisferios
y que hay que aprender a equilibrarlos.
Para lograr lo anterior, hay que aprender primeramente a reconocer
nuestros sentimientos. Saber qué nos pasa y reconocerlos como lo
que son: enojo, tranquilidad, miedo, seguridad, etc. Para lograr esto,
hay que empezar a respirar profundamente. Si yo tengo un
sentimiento negativo, tengo que saber qué me pasa y cambiarlo por
el que necesito, por su contrario. Un ejemplo de esto sería que
cuando yo me enojo, al darme cuenta respiro profundamente, me
pregunto para qué me sirve el enojo y al ver que no me sirve para
nada bueno, trato de cambiar mi emoción por tranquilidad, pensando
en algo diferente que me lleve justo a esta emoción que necesito. Si
tengo miedo, me pregunto para qué me sirve esta emoción llegando
a la conclusión que solo me paraliza, entonces respiro y pienso en
algún momento donde fui valiente y salí adelante. El siguiente
ejercicio te puede ayudar:
1. Piensa e identifica el sentimiento negativo que tienes en este
momento.
Dale
nombre,
puede
ser
enojo,
coraje,
intranquilidad, rencor, impaciencia, inflexibilidad, miedo,
inseguridad, intolerancia, etc.
2. Fíjate en qué parte de tu cuerpo se manifiesta con más fuerza.
3. Ahora piensa en el sentimiento contrario al que detectaste,
piensa si es tranquilidad, perdón, paciencia, flexibilidad, valor,
seguridad, tolerancia, etc.
4. Con tus ojos cerrados, piensa en algún momento en tu vida
donde viviste este recurso. Revívelo intensamente. Observa
dónde te encuentras, qué está sucediendo en ese momento,
qué escuchas y respirando profundamente siente esta emoción
positiva.
5. Ubícala en tu cuerpo y toca esa parte. Vuelve a respirar
profundamente. Gózala por unos segundos.
6. Ahora piensa en la situación negativa pero ya con tu nuevo
sentimiento y nota cómo baja la intensidad del primero. Hay
ocasiones en que ya no aparece esta sensación negativa.
Esta es la manera de manejar mi inteligencia emocional, dejando que
el gigante poderoso e inmenso que no puede ver sea guiado por el
enano que posee una vista privilegiada, que conoce el camino y que
siempre me llevará a puerto seguro, a cumplir con mis objetivos y
mis metas.
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Aprendamos a ser flexibles manejando nuestras dos inteligencias.
Vivamos la vida plenamente, sabiendo lo que podemos hacer y ya
dejemos de sufrirla.
2º.- Qué es Programación Neurolingüística
Programación Neurolingüística (PNL) es el estudio de nuestros
patrones mentales. Nos permite conocer los procesos mentales que
usamos para codificar información, y por lo tanto nuestra forma de
pensar y de actuar.
Programación Neurolingüística significa que nuestros pensamientos
están conformados de palabras, de lenguaje (lingüística) y este
lenguaje califica lo que nos rodea con palabras y estas viajan por las
neuronas para crear un programa. Cuando repetimos ciertas palabras
con frecuencia se va convirtiendo este mensaje en un programa.
Estos programas ya instalados producen emociones que dirigen
nuestras conductas y nuestras reacciones.
Esto quiere decir que a lo largo de toda nuestra vida hemos instalado
cientos de programas desde antes de nacer. Al principio de nuestra
vida, los programas fueron instalados por nuestros padres, abuelos,
familiares; más adelante por nuestros maestros, amigos y por los
medios de comunicación. Estos programas los aceptamos sin darnos
cuenta si nos favorecen o nos dañan. Simplemente allí están.
También tenemos programas que nosotros mismos hemos instalado y
de igual manera, algunos son buenos y otros no tanto.
PNL ayuda a las personas a tener una percepción más clara de sus
propios programas y también de los programas de los demás. Una
persona recuerda que de niño le daban para merendar pan dulce y
café con leche de manera que se convirtió en un hábito y luego en un
programa; en cambio a otra persona de niño le daban de merendar
un bocadillo de jamón y queso con un vaso con leche de manera que
también se convirtió en un hábito y luego en un programa. En este
ejemplo vemos que cada uno tiene un programa diferente y que no
compiten entre sí. Estos programas con el tiempo se han ido
modificando o cancelando si vemos que ya no son funcionales en
nuestra vida. Programación Neurolingüística te ayuda a ser más
consciente de cuales son los programas que tú tienes en tu haber.
También te ayuda a liberarte de los que ya no te son útiles para
lograr un cambio.
La PNL nos hace más conscientes del lenguaje que utilizamos pues
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éste afecta la bioquímica de nuestro cuerpo (ver el artículo “La
Importancia del Lenguaje Asertivo”). No es lo mismo decirnos: “qué
guapo soy” (que nos hace sentir bien) a decir: “qué tonto soy”, (que
me hace sentir mal). Y cuando alguien más me dice cualquier cosa
buena o mala, yo tengo una reacción bioquímica que me afecta. De
manera que las palabras que viajan por las neuronas además de
crear un programa, causan una reacción.
Por lo tanto PNL te propone conocerte y optimizar tus capacidades,
para mejorar tus relaciones familiares y de trabajo, tener un mejor
control de tus emociones, cambiar conductas, dejar de enjuiciar al
vecino, tener un pensamiento más positivo para tu propio beneficio,
cuidar tu salud, lograr un diálogo interno más asertivo para que te
afecte positivamente, mantenerte en equilibrio más tiempo, adquirir
el autoconocimiento, y muchos otros beneficios.
Lo más importante de Programación Neurolingüística es que
encuentres nuevas opciones para tu vida, que adquieras la habilidad
para crear nuevas rutas mentales (ver artículo: “Creando Nuevas
Rutas Mentales”). Al hacer esto sale uno del estancamiento y de estar
en lo mismo que no funciona. Es importante cambiar de estrategia
para obtener resultados diferentes. Al poner en práctica las técnicas
de PNL realizas cambios internos perdurables. Y al conocer cómo
funciona tu mente, puede uno empezar a dirigirla y no que ella nos
dirija con los programas negativos que le hemos instalado. El objetivo
es aprender a tener un mejor dominio de uno mismo, de nuestras
emociones y de nuestras respuestas. Programación Neurolingüística
te permite practicar el arte de elegir y de dirigir.
PNL nos ayuda a cambiar conductas que nos molestan o nos bloquean
con estrategias y técnicas efectivas y a corto plazo. Es cuestión de
práctica.
PNL ayuda a las personas a tener una percepción más clara de sí
mismos y de los demás.
Estudia el cómo la comunicación verbal y no verbal afecta nuestro
sistema nervioso, y por lo tanto, aprender a dirigir nuestra mente
mediante una comunicación interna con el buen manejo del lenguaje.
PNL estudia cómo las personas estructuran sus experiencias
individuales de la vida, y nos proporciona opciones para mejorar
nuestra calidad de vida emocional, familiar, así como de salud.
La PNL nos enseña que la clave del inconsciente la tenemos nosotros
y cómo beneficiarnos de esto.
Interrogantes:
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1. ¿Quieres tener una percepción más clara sobre ti mismo y sobre
los demás?
2. ¿Cómo poder entender mejor a los que te rodean?
3. ¿Hay reacciones tuyas que te molestan?
4. ¿Quisieras mejorar tus relaciones familiares y laborales?
5. ¿Qué clase de juicios haces sobre los demás y sobre ti mismo?
6. ¿Cuáles son tus pensamientos más frecuentes y cómo influyen
en tu vida cotidiana y en los negocios?
7. ¿Por qué hay días en que parece que “todo te sale mal”?
8. ¿Te deprimes fácilmente y no sabes qué hacer?
9. ¿Eres aprehensivo, inconstante, agresivo, sufres de estrés y
quieres cambiar?
10.
¿Quieres bajar de peso, dejar de fumar, y no puedes
lograrlo?
11. ¿Quisieras tomar decisiones más efectivamente?
12.
¿Cómo fijarte objetivos correctamente y llevarlos a cabo?
13.
¿Por qué unas personas tienen más éxito que otras?
14.
¿Te gustaría optimizar tus capacidades?
15.
¿Quisieras mejorar tu salud?
16. ¿Cómo prepararte para algún momento difícil que te espera?
Para saber las respuestas a las siguientes preguntas, conoce qué
es la Programación neurolingüística, y de qué manera puede
ayudar en la vida familiar y laboral esta nueva corriente de la
psicología moderna cambiando programaciones limitantes,
aprendiendo a dirigir conductas y estados de ánimo efectivamente
para lograr que todo funcione mejor.
Creando nuevas rutas mentales
¿Alguna vez se ha puesto a pensar cómo está conformada nuestra
mente? ¿Cómo es que surgen nuestros pensamientos y cómo algunos
pensamientos persisten? ¿Qué podemos hacer con ellos para
cambiarlos o mejorarlos? El hombre ha tenido logros increíbles y
descubrimientos fascinantes como puede ser el conocimiento del
espacio y los viajes a la luna y a diversos planetas, sin embargo,
sigue en pañales en cuanto al conocimiento de sí mismo. Todavía no
se conoce lo suficiente. Todavía hay muchas incógnitas al respecto
sobre su propio pensar y cómo estos pensamientos influyen en
nosotros.
Lo que sí sabemos es que los pensamientos viajan por las neuronas y
con el lenguaje les vamos dando un significado. Es por eso que
podemos repetir el mismo pensamiento las veces que deseemos a
través del lenguaje que a su vez tiene un impacto emocional en
nosotros. Si el pensamiento es de enojo, las palabras tendrán un
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efecto bioquímico (adrenalina) en el cuerpo. Si es un pensamiento de
tranquilidad, también podremos sentir su efecto relajante en nuestra
parte física. Si es un pensamiento de tristeza seguramente sentirán
una pérdida de energía. Los pensamientos son rutas mentales que
hemos construido a lo largo de nuestra vida. Algunas las adquirimos
por parte de nuestros padres, otras por alguna(o) maestra(o),
algunas rutas son útiles y otras no tanto. Independientemente de que
sean buenas o malas, las usamos una y otra vez hasta el punto que
no nos damos cuenta que algunas de estas rutas nos causan daño,
nos alteran y nos limitan. Estamos donde estamos y somos lo que
somos por las rutas que hemos construido, que hemos aceptado y
que hemos mantenido para nosotros mismos.
Crear nuevas rutas mentales es una posibilidad que todos tenemos
para potenciar nuestras capacidades y habilidades positivas. El primer
paso es darse cuenta de cuales son las rutas que no sirven. Verificar
cuales son las rutas que me hacen daño y que, con ellas, hago daño a
otros. La opción de sentirme bien en el ámbito laboral, con la familia
y conmigo mismo se puede lograr por medio de construir nuevas
rutas mentales y desechar las viejas que no han sido eficientes para
lograr la felicidad, el éxito, la salud, etc.....Y esto es seguramente, el
estilo de vida que todos buscamos y anhelamos.
La Programación Neurolingüística (PNL) es una nueva rama de la
psicología, desarrollada en los 70´s, que proporciona técnicas
específicas para lograr estados de excelencia creando nuevas rutas
mentales. Para lograr cambios en nuestro mundo externo, es
necesario, primero, hacer cambios internos. Aprender a conocernos
es básico para darnos cuenta de qué manera hemos filtrado nuestras
experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que nos conforman. Y
por otro lado darnos cuenta que cada persona está conformada con
diferentes experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que
finalmente son parte de nuestras rutas mentales.
A través de técnicas sencillas podemos construir nuevas rutas,
podemos pensar diferente. Al construir nuevos caminos, le damos la
opción a la mente de escoger entre dos caminos. Dejamos de estar
obligados a viajar por el mismo camino que no funciona. Podemos
elegir. Y el poder de elección es lo que nos hace únicos dentro de la
creación. Una vez que se recorre la nueva carretera a Acapulco que
está mejor trazada, que es más corta y cómoda, ya no quiere uno
volver por la vieja. Y al no usar la carretera vieja, se olvida uno de
ella.
Programación Neurolingüística (PNL) se ocupa en obtener resultados
rápidos buscando nuevos caminos. Está más interesada en encontrar
una nueva salida que dé confianza y que nos haga sentir bien, que en
averiguar el “por qué” algo no funciona. La PNL nos proporciona el
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“cómo” puedo solucionar alguna situación mediante herramientas
fáciles y útiles.
PNL nos abre un horizonte de pensamiento diferente posibilitando un
dominio más favorable de nosotros mismos. Se trata de que nosotros
estemos en control de nuestros pensamientos y no que nuestros
pensamientos (rutas estancadas) nos dirijan sin dirección, ni control.
Al dirigir nuestros pensamientos conscientemente y en forma
positiva, podemos comenzar a ver resultados sorprendentes. Si
repetimos en forma consistente estos patrones de pensamiento nos
convertiremos en personas de excelencia.
Un hombre excelente sabe reír, y reír con abundancia, es
responsable, es libre, le da sentido a su vida, aprende de sus errores
y si se cae, se levanta. Los recursos que se necesitan para llegar a la
excelencia están dentro de uno, lo único que falta es darse cuenta
que allí están y saber cómo liberarlos para que actúen a favor de uno.
Así como el piloto va corrigiendo continuamente su ruta durante el
vuelo, así debemos hacer con nuestras rutas mentales,
continuamente corregir su ruta para así llegar al objetivo deseado.
Usar estas rutas tantas y tantas veces, hasta que lleguen a ser
automáticas.
Las alternativas que ofrece PNL para convertirnos en personas
saludables tanto mentales como físicas son muchas. Con su terapia
breve se logra mejorar las relaciones familiares, las relaciones de
pareja, la comunicación en el ámbito laboral, disminuir el estrés,
erradicar el insomnio, desaparecer las fobias, nivelar las emociones,
mejorar la salud (colitis, migraña, gastritis, dermatitis, etc...) y en
conclusión, obtener una calidad de vida que perdure con nuestros
seres queridos.
La importancia del lenguaje asertivo
Todos los seres humanos somos comunicadores, en todo momento.
Las personas no pueden no comunicarse. Incluso las personas que
no dicen nada, (ni verbalmente, ni con gestos, movimientos, o
señales) están comunicando que no quieren comunicación alguna.
Somos comunicadores, mensajeros y transmitimos todo el tiempo
queramos o no. En la etapa del bebé, este se comunica
perfectamente. Cuando llora, algo le falta y lo pide llorando y cuando
duerme es que está a gusto. No hay opción, somos mensajeros
continuos y permanentes. La calidad de comunicación que tenemos
es el resultado de nuestras experiencias. Hoy en día tenemos la
oportunidad de mejorar esa comunicación para nuestro propio
beneficio.
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¿Qué clase de mensajeros somos? ¿Transmitimos mensajes
alentadores, positivos, de calidad o son nuestros mensajes
derrotistas,
negativos
y
deprimentes?
Cada
uno
elige
inconscientemente qué tipo de comunicación / lenguaje transmite y al
pasar del tiempo lo convertimos en hábito y luego llega a ser una
programación. Cuando se convierte en programación es automática,
ya se da la comunicación según nuestra forma de ser.
En la antigua Persia, el mensajero que traía buenas noticias se le
ofrecía la mejor comida, bebida y mujeres; en cambio si traía malas
noticias se le sacrificaba. Las personas asocian con el transmisor la
calidad del mensaje que transmite. Si una persona constantemente
da malas noticias, (usa lenguaje negativo), la gente va a empezar a
asociar su rostro, sus gestos, y su lenguaje corporal con la
negatividad y es posible, que lo marginen. Cuando alguien transmite
buenas noticias, los demás quieren asociarse con él y lo tratan en
consecuencia.
Buenos mensajes emanan esperanza, calidez,
aprecio, respeto, consejo, energía, apoyo, fuerza, entusiasmo,
dirección, mientras que los mensajes negativos aportan negatividad,
desilusión, desesperanza, desastre, frustración, incapacidad etc....
El lenguaje es muy poderoso porque afecta directamente nuestros
pensamientos que están ligados a nuestras emociones. Si alguien me
dice:
“Todo lo haces mal” o “siempre te equivocas”. Yo
automáticamente construiré una imagen mía haciendo las cosas mal
y equivocándome y eso tendrá una repercusión en mis
emociones. Estas emociones negativas afectarán mi ánimo, mi
autoestima y mis capacidades.
Como seres humanos tenemos la posibilidad de elegir. Podemos
elegir qué pensamos y qué decimos. Con la ayuda de PNL es posible
ser más conscientes de lo que ocurre en nuestra mente y darnos
cuenta del daño que nos causamos y causamos a los demás. Con
PNL es relativamente fácil iniciar un aprendizaje más positivo y
reentrenar nuestra mente para así desencadenar emociones más
alentadoras.
Enséñale a tu mente a cumplir objetivos
¿Qué tan fácil o difícil es el lograr objetivos? Cuantas veces dejamos
tareas importantes o menos importantes para otro momento. Y
vamos cargando con un costal de cosas por hacer que no nos
motivan y no tenemos la menor idea de cómo y cuando las
lograremos. No las logramos llevar a cabo porque no nos enfocamos
en una tarea específica, sino que vemos un cúmulo de cosas por
hacer y por ello confundimos a nuestra mente. Debemos elegir una
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por una en orden de importancia y elegir el cómo y el cuando
queremos un resultado.
Establecer metas es elegir lo que uno quiere. Cuando vamos al cine,
a cenar, a una fiesta, estamos eligiendo y estamos llevando a cabo
una serie de procesos mentales con una habilidad del 100% puesto
que logramos ese objetivo. Incluso es un objetivo logrado con poco
esfuerzo y al final placentero. Sin embargo, nos engañamos porque sí
implicó esfuerzo. Ir al cine es un gran esfuerzo: hay que elegir una
película entre docenas, hay que elegir un horario, si vas con alguien
más, hace falta ponerse de acuerdo, desplazarse, lidiar con el tráfico
y llegar al cine (aunque llueva) luego elegir algo para comer o beber
y luego regresar a casa. Sin darnos cuenta gastamos energía, tiempo
e hicimos un sin número de elecciones y logramos el objetivo de ir al
cine.
Por otro lado tenemos los objetivos “difíciles”. Así los llamamos y por
lo tanto, como nuestra mente obedece al lenguaje, efectivamente, se
nos hacen difíciles. Por ejemplo, ¿qué tan difícil es arreglar el closet,
ordenar los papeles del escritorio, hacer la cita con el dentista? Es
“dificilísimo” porque no son metas agradables y entonces nuestra
mente ya sabe que el patrón a seguir frente a las cosas “difíciles” (o
desagradables), es poner obstáculos, boicotearnos y sin darnos
cuenta dirigimos nuestra mente con una habilidad del 100% hacia la
negatividad e imposibilidad. Y logramos el objetivo de no lograrlo.
Ponemos obstáculos y nos boicoteamos con el lenguaje. Recordemos
que elaboramos pensamientos con palabras-lenguaje que influyen
nuestro estado de ánimo y nuestra actividad o inactividad. Frente al
escritorio desarreglado seguramente pondremos obstáculos como por
ejemplo: “no tengo tiempo”, “ahora no puedo”, “no sé donde
comenzar”, “después lo hago”, “qué aburrido”. Al decir “qué flojera”,
o “qué aburrido” el cuerpo inmediatamente obedece y caemos en la
inactividad y repentinamente no tenemos energía suficiente para
llevar a cabo ese objetivo que nos exige un “tremendo esfuerzo”.
Cuando decimos: “después lo hago” es el posponer sin determinar un
tiempo preciso. “Después” es una palabra sin tiempo preciso, implica
un futuro muy amplio y al no tener la mente la precisión del tiempo,
no hace nada.
Cuando se trató de ir al cine, no hubo obstáculos (mentales) ni boicot
(mental) y los pensamientos-palabras-lenguaje nos llenaron de
energía y fueron precisos, por lo tanto, no hubo lucha interna y no
resentimos el esfuerzo.
Bandler y Grinder, los fundadores de Programación Neurolingüística
descubrieron los procesos mentales que nos llevan a cumplir con
objetivos placenteros sin esfuerzo aparente. Lo que ellos proponen es
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transferir los procesos mentales positivos que ya sabemos usar para
metas motivadoras y enfrentar los objetivos “difíciles” con patrones
mentales positivos y que nos llenen de energía. Si en vez de decir:
“que flojera” ante el escritorio desarreglado, decimos “lo hago rápido
y sin esfuerzo”, “me organizo para hacerlo hoy” estos pensamientos
me reportan más energía y no me la bajan, mientras que el
pensamiento de flojera me quita la energía automáticamente. Al decir
que “lo hago rápido y sin esfuerzo”, la mente se aplica para seguir
instrucciones y el cuerpo, por lo tanto, también se pone en la misma
frecuencia.
Es increíble la respuesta que obtenemos cuando cambiamos nuestro
diálogo interno y dirigimos nuestros pensamientos para que trabajen
a favor nuestro. En Programación Neurolingüística proponemos
desaprender lo que no nos sirve y aprender lo que nos ayuda a
funcionar mejor en la vida. Empezar a dirigir nuestros pensamientos
con un lenguaje positivo y palabras de acción, es la clave para dejar
de tener esa lucha interna de posponer tantas cosas que deberíamos
de hacer hoy. Ponte a pensar cuántas tareas has pospuesto y cual ha
sido tu diálogo interno. Analiza y pon en práctica cambiar esas frases
limitantes por unas más positivas y de movimiento. Verás resultados
inmediatos.
Anclas mentales
La vida de cada persona se mueve por diferentes espacios y
situaciones, ya sean físicos y mentales. Muchas veces estos se
repiten y marcan una respuesta recurrente en la persona tanto de
acción como emotiva, o es tan fuerte un solo hecho o situación que
me dejan marcado con esta experiencia. Ejemplos de una de acción
sería cada vez que tengo la luz roja en el semáforo, me paro. Cada
vez que apagan las velitas de un pastel, cantamos las mañanitas.
Ejemplos de una emotiva sería cada vez que oigo mi canción favorita,
ésta me evoca una situación vivida y recuerdo el hecho con toda su
carga emocional. Cada vez que paso por tal esquina, me provoca
miedo y dolor pues aquí tuve un accidente.
Esto simplemente demuestra que nuestra mente se puede salir del
aquí y el ahora en cualquier momento y revivir visual, auditiva y
kinestésicamente cualquier situación. Lo bueno será poder elegir qué
reacciones deseo tener y cuáles eliminar. Tener control sobre mis
“anclajes”.
Estos recuerdos o situaciones que provocan otras a su vez, se
denominan en Programación Neurolingüística anclajes. Consisten en
la asociación que se genera entre un espacio físico y/o mental
determinado y una conducta y/o sensación que se asocia a ellos. En
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otras palabras, son una relación del tipo estímulo-respuesta, causaefecto, medio ambiente-condicionamiento.
Los anclajes pueden tener diferentes significados según el contexto
en que acontezcan. Un ejemplo de ello sería el escuchar el Himno
Nacional en el radio cualquier día de la semana, o escucharlo el 15 de
septiembre en el extranjero. Obviamente la carga emocional
cambiará por mucho.
Toda nuestra vida está llena de anclajes buenos y algunos no tan
buenos. La Programación Neurolingüística nos enseña cómo podemos
cambiar esos anclajes que nos dañan y nos limitan. Analicemos
ciertas situaciones y empecemos a ver nuestras limitaciones y
reacciones ante ellas: ¿qué hago cuando alguien me insulta con cierta
frase o palabra despectiva? ¿Hay algún nombre que no me guste
porque me recuerda a alguien? ¿Hay algún lugar al que mejor no voy
porque viví ahí algún hecho doloroso? ¿No puedo asistir a algún
funeral porque me acuerdo de cuando murió algún ser querido? ¿No
me atrevo a tomar decisiones, pues de niño me dijeron siempre que
no era capaz, y el día que tomé una se burlaron de mí? ¿Me
aterroriza presentar un examen pues el último lo reprobé? ¿No puedo
subirme a un avión debido a una mala experiencia vivida? ¿No me
atrevo a manejar desde que choqué? ¿No puedo salir de noche desde
que me asaltaron? Es con anclajes de este tipo como nos vamos
limitando cada vez más hasta acabar encerrados en nosotros mismos,
viviendo situaciones pasadas que nos atan y no nos dejan vivir
plenamente la vida, pues cada vez que las recordamos nuestra mente
las vuelve a vivir en todas sus dimensiones y con la misma carga
emocional, marcando surcos en estas programaciones que nos dañan
y reducen nuestras capacidades como seres humanos hechos para
ser y hacer todo en plenitud.
En Programación Neurolingüística existen ejercicios donde se puede
eliminar la carga emocional de un anclaje, y por ende la reacción o
conducta ante él. Para eso hay que identificar plenamente cuál es el
anclaje negativo y a qué me lleva al revivirlo y así darme cuenta qué
recurso es el que me falta para poder afrontarlo ya sin esa carga
emocional y esa reacción o acción que me ocasiona. Esto se refiere a
que si me provoca miedo, hay que generar valentía; si me provoca
agresión, tolerancia; si me provoca angustia, tranquilidad; si me
provoca inseguridad o baja autoestima, seguridad; si me provoca
coraje, paciencia, y así sucesivamente. Al lograr sacar los recursos
necesarios en estas situaciones, reviviendo alguna otra donde tuve el
anclaje que ahora necesito, el anclaje negativo dejará de tener el
poder sobre nuestra conducta y emociones ya que fue sustituido por
el que necesito.
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Gracias a la P.N.L. sabemos que los anclajes que nos dañan pueden
ser cambiados por otros, o en su defecto, quitarles la carga
emocional negativa y que ya así, el recuerdo, la presencia de algo o
de alguien, el lugar, la conducta de fulanito o fulanita, cierta palabra
o cualquier estímulo ya no nos lleven en automático a sufrir
nuevamente lo mismo o a incapacitarnos ante la vida, pues ésta
sigue adelante y nosotros junto con ella. Así que somos capaces de
hacer nuestros propios anclajes y que nos lleven estos a una mejor
calidad de vida cuando lo decidamos. Esto es saber que yo tengo el
control sobre mi propia vida y nadie más.
Cambio de conductas
Durante un taller de Programación Neurolingüística de parejas, surgió
la problemática de un hijo que seguía mojando la cama y además el
niño se sentía mal porque no sabía cómo controlar esa situación. La
mamá por supuesto estaba desesperada porque esa conducta
tampoco la sabía manejar y se sentía impotente ante el hecho de que
su hijo no tuviera el control sobre su esfínter cuando dormía.
Durante el taller hicimos un ejercicio con claves oculares que tiene
como fin cambiar conductas, actitudes, hábitos, etc. Es una técnica
realmente fácil a través de la cual enseñamos a nuestra mente otros
caminos; es decir, que tenga otras opciones ante la misma situación.
1.- Se inicia con la imagen de la conducta que no deseamos y la
ubicamos en tiempo y espacio. Se busca una escena donde se lleve a
cabo la conducta no deseada y allí tenemos el movimiento ocular de
los ojos que en la mayoría de las personas será arriba a la izquierda.
Se fija bien esta imagen.
2.-Una vez que la imagen está bien definida se baja la vista del lado
izquierdo y allí se piensa en un recurso* para eliminar la conducta no
deseada. Lo importante aquí es darse cuenta qué se necesita hacer
diferente para cambiar la conducta.
3.-Una vez que la persona tenga el recurso necesario, los ojos los
movemos hacia arriba a la derecha, que es la parte creativa y allí se
repite la escena inicial de la conducta no deseada, sólo que ahora le
añadimos el recurso para cambiar la escena. Se visualiza la misma
escena con las correcciones necesarias ayudados por el recurso.
Pasamos en nuestra mente la película imaginaria con la conducta
ideal que se quiere.
4.- Por último se baja la vista a la derecha y allí verificamos si nos
sentimos a gusto con el cambio. Verificamos si el cambio es bueno
para uno y bueno para las personas que nos rodean. Si es así,
podemos regresar a la escena del cambio y revivirla. Para integrarla a
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nuestro ser es importante tomar un par de respiraciones profundas y
de esa manera tenemos otra opción la siguiente vez que se presente
la misma situación.
De esta manera la madre, que aprendió esta técnica, se la enseñó
jugando a su niño, que tenía el problema de mojar la cama. El niño
sin esfuerzo siguió las indicaciones de la madre. El resultado fue
increíble porque a la mañana siguiente la mente del niño había
aprendido una nueva conducta. No sólo es aprender una nueva
conducta, sino también tener la confianza de que hay algo que puede
ayudar. Los niños confían en su madre totalmente y eso les ayuda a
aprender rápidamente. Cuando se les reprime o reprende, no hay
aprendizaje en la mente del niño, sino que se genera miedo,
humillación, baja autoestima y esto causa que la conducta persista.
La madre pudo aprender esta técnica en el taller y practicarla con su
hijo que tenía un problema y funcionó. Esta es la belleza de
Programación Neurolingüística que con gran facilidad se puede
aprender una técnica y ver sus resultados a muy corto plazo. Si usted
decide aplicar esta técnica y no le funciona la primera vez, inténtelo
varias veces hasta obtener los resultados deseados.
*recurso: algunos recursos son: paciencia, tranquilidad, relajación,
concentración,
orden,
disciplina,
puntualidad,
tolerancia,
comunicación, comprensión, etc.
El arte de pensar y el libre albedrío
Muchas veces las personas no le dan importancia al hecho de pensar.
Esta capacidad única y exclusiva del ser humano es justo lo que nos
diferencia de los otros seres vivos y está encaminada a mantener
nuestro bienestar y el de los demás. El problema es que través del
pensar nosotros podemos construir o destruir. Dicho de otra manera,
ahí es donde radica nuestro libre albedrío.
El libre albedrío quizá lo hemos escuchado desde niños o por lo
menos en alguna clase de moral, en un libro, pero creo que más de
una vez en nuestras vidas. Si hoy por hoy nos preguntan qué es,
probablemente contestemos que es la capacidad de decidir sobre
algo, y no estamos mal, pero sí estamos dando una contestación
quizá aprendida y mecánica y cuyo significado no hemos analizado.
¿Realmente estamos conscientes del gran poder de nuestro
pensamiento?
¿Cómo hemos manejado nuestro "libre albedrío" realmente hasta
hoy? Probablemente la mayoría de las veces en base a nuestras
creencias aprendidas, ya que nosotros somos el resultado de nuestras
creencias. Tal vez muchas de ellas se basan en reglas de conducta.
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¿Qué tan estrictos e inflexibles somos con estas reglas? Lo
interesante del arte de pensar es pensar más allá de nuestras
creencias y nuestras reglas de conducta. Pensar individualmente que
mis creencias no son las únicas y que este mundo lo comparto con
millones de seres pensantes igual que yo donde los pensamientos se
entrelazan, chocan o coinciden, nos dará cierta flexibilidad ya que
podremos voltear a ver al otro y hacer una película de los resultados
de nuestro bien pensar o de nuestro mal pensar, vivir el resultado y
ya entonces tomar una decisión Aquí es donde nosotros realmente
hacemos uso del "libre albedrío".
Programación Neurolingüística es "el arte de pensar sobre lo que
pensamos." Somos los únicos seres en el planeta que pueden hacer
eso. Por ejemplo pongámonos a pensar sobre la regla de "nunca se
debe decir mentiras". Qué pasaría en el caso de una anciana muy
enferma en cama que ya no se basta por sí sola y cuya ilusión mayor
es esperar que llegue el fin de semana para que su hijo, el que vive
lejos la venga a ver. Y resulta que en una de estos viajes a ver a su
madre, sufre un accidente el hijo en la carretera y muere. Qué
pasaría si el respeto por una regla de conducta es más fuerte que el
ver a esta anciana con amor y decirle la verdad, que su hijo murió, ya
que no hay que "decir mentiras", o inventarle que habló por teléfono,
que le manda un beso pero que no puede venir, y al siguiente fin de
semana llevarle un ramo de flores de parte de su hijo, y así ir
llevando la situación. ¿Sería tan terrible romper con una regla de
conducta para evitar un gran sufrimiento a un ser humano desvalido?
Siempre debemos ubicar las reglas de conducta en el contexto en que
se manejen para verificar qué tan buenas o qué tan malas pueden
ser.
El proceso del pensar nos lleva a la flexibilidad a base de
cuestionamientos sobre las diferentes situaciones que vivimos y en
donde continuamente estamos tomando decisiones, ya que al
cuestionarnos sobre algo, millones de neuronas se juntan para crear
un nuevo circuito, introduciendo un cambio neurológico, e
inmediatamente va a surgir una aseveración, que también puede ser
cuestionada, y la realidad es que en el arte de pensar siempre hay un
cuestionamiento detrás de una aseveración. Por ejemplo esta
creencia limitante: "No puedo dejar de fumar", aquí puedo
cuestionarme ¿qué me lo impide? Inmediatamente me respondo "la
tensión en el trabajo" y aquí surge otra pregunta ¿habría alguna otra
manera de manejar esta tensión? Probablemente, si me doy tiempo
para hacer ejercicio. ¿Cómo podré organizarme? Y así podemos ir
generando opciones que a su vez nos podemos cuestionar, hasta que
surja la opción que más me convenga. El pensar no tiene límites, sólo
los que nos pongamos nosotros mismos. Las personas que han sido
más brillantes en la historia, son las que se han cuestionado más, por
ejemplo, los científicos e inventores.
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Al surgir la solución al problema, nuestra mente aprende que ya hay
otra manera de manejar la tensión del trabajo y se abre un nuevo
camino, ya produjimos un movimiento mental hacia lo que queremos
y no nos quedamos estancados en una creencia limitante que nos
tiene atascados en una conducta que ya no queremos. Aquí es donde
nosotros ya podemos hacer un buen uso de nuestro "libre albedrío".
Éste se pone en práctica cuando nosotros realmente ya analizamos y
generamos las opciones que son mejores para cada uno de nosotros
y para los que nos rodean. Esto es lo más importante del pensar,
porque muchas veces la opciones elegidas no son las adecuadas ya
que podemos crear caos, herir a terceros, o hacernos la "vida de
cuadritos" generando círculos viciosos de conducta o de relación por
falta de flexibilidad. Para evitar esto siempre tenemos que pensar en
nuestro bienestar y en el de los demás. Éste es el pensar correcto,
donde las reglas de conducta, las creencias limitantes y el egoísmo
pasan a segundo término y nos empezamos a enfocar en las
consecuencias que nuestras decisiones tienen sobre nosotros y los
demás. Para esto es prioritaria la pregunta de ¿para qué me sirve a
mí esta decisión? ¿Qué consecuencias traería a mi y a mi entorno?
Visualizar el resultado, y/o escucharlo, cerrar nuestros ojos y
preguntarnos ¿qué siento al visualizar y/o escuchar este resultado?
Tenemos que aprender a dejarnos sentir, para poder vivir la
situación, en este caso a futuro. Y si esta opción no está enfocada al
bienestar mío y al bienestar común debo generar otra con el poder de
mi pensamiento, hasta encontrar la correcta.
El problema muchas veces es que al tomar cierta actitud o perder de
vista lo que en Programación Neurolingüística llamamos "ecología"
(algo bueno para mi y para los demás) nos empezamos a generar
sentimientos tales como culpa, rencor, enojo, declaramos nuestras
guerras contra los demás y podemos llegar hasta generar
enfermedades tales como gastritis, dermatitis, migraña, colitis, etc.
Por último, hagámonos responsables del resultado de nuestras
decisiones y contestémonos esta pregunta ¿qué podría pasar si
empiezo a pensar sobre lo que pienso?
Razonar en lugar de reaccionar.
El poder de la mente
Una de las cosas que he aprendido con Programación Neurolingüística
(PNL) es que a través de diferentes técnicas y formas de pensar
podemos aprender a dirigir nuestro cerebro/mente hacia donde
queremos y así darnos cuenta de qué manera nos hemos estado
boicoteando inconscientemente.
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La Programación Neurolingüística te ofrece un proceso de educación
mental para procesar tus pensamientos de manera diferente y así
poder mantener un equilibrio emocional en tu vida cotidiana. Nuestra
vida diaria está repleta de pequeños eventos sin mayor
trascendencia, aunque muchas veces los convertimos en episodios
traumáticos y tortuosos por no tener control de nuestros
pensamientos.
La PNL nos enseña cómo usar el cerebro. El cerebro/mente no tiene
un apagador para estar quieto y que deje de pensar, sino que, si no
le das algo que hacer, seguirá por su cuenta pensando y haciendo lo
que sea (seguirá con el programa que esté a la mano o el más
reciente). Ej. Cuando dormimos y de repente algo sucede en nuestro
cerebro/mente y damos un brinco, es claro que la mente sigue su
curso y que no descansa. Si tuviste un día agradable, por la noche
verás y vivirás más cosas agradables. Si tu día fue desagradable, es
posible que tengas pesadillas con algo relacionado.
Nuestra mente es maravillosa y hace exactamente lo que le decimos.
Es la mejor asistente que cualquiera pueda tener. Es obediente,
diligente, rápida y tiene una excelente memoria. Su memoria es tan
buena que produce el efecto que ya tiene guardado en su archivo. Por
ejemplo, piensa en que abres la puerta del refrigerador de tu casa,
siente el frío del interior y saca un limón. Ahora parte el limón y ve
como suelta algunas gotitas, toma el limón y deja caer un chorrito en
la lengua... ¿de casualidad salivaste? Ésta es una prueba de que la
mente la llevas a probar un limón y produce saliva para recibir la
acidez del limón, como lo ha hecho tantas otras veces en el pasado.
Lo hace ella sola. Y lo más interesante es que ¿dónde está el limón?
Fue una fantasía.
Veamos qué otras cosas maravillosas podemos hacer con la mente.
Podemos producir cualquier fantasía como si fuera real. Sin embargo
al ser humano le encanta pensar en cosas que no sirven. La mayoría
de nosotros nos damos el lujo de pensar sobre eventos negativos del
pasado. Nos encanta regresar y revivirlos. El poder de nuestra mente
es tan eficiente que repite el evento con fidelidad. Tanta fidelidad que
casi parece real. Y así podemos deprimirnos hoy por algo que pasó
hace cuatro años ¿por qué no?
También lo que podemos hacer es sentirnos mal por adelantado por
algo que no ha sucedido. ¿No es increíble? Nos creemos muy listos,
pensamos en algo que creemos que va a suceder, pero que no ha
sucedido y como no podemos esperar al desenlace, nos sentimos mal
desde ahora.
Por ejemplo, cuando el marido no llega a casa y se tarda y se tarda.
Tenemos varias películas que podemos producir. Nos podemos sentir
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preocupados, o quizá enojados y pensamos en ello una y otra vez. No
sé por qué razón, no podemos esperar al desenlace real, damos por
hecho lo que imaginamos y nos adelantamos. Nuestra mente
obedeció instrucciones de lo que imaginamos y sufrimos y padecemos
algo que no ha sucedido.
Piensen en las vacaciones cuando las planeamos. Tenemos por
delante fabulosos días en la playa, el sol, la arena, rica comida y
descanso, etc. Los vivimos tan bien, que cuando llegan, qué
desilusión, no fueron cómo yo los viví. Pasaron mejores vacaciones
en su mente, que en la realidad. Todo porque dejamos las riendas
sueltas a la mente y nos adelantamos. Allí tienen el poder de la
mente.
PNL te enseña a cambiar tu forma de pensar. Te enseña a dirigir tu
mente por caminos diferentes y a no pronosticar sucesos negativos.
Pensar lo mejor en cada situación nos va a ahorrar mucho desgaste
emocional. Si logras dominar tus pensamientos negativos, tus
conductas seguramente cambiarán. Tenemos un cerebro/mente
maravilloso con una habilidad increíble para aprender. Aprende
fácilmente y es muy eficiente al hacerlo. La mala noticia es que
aprende igual de fácil lo que no sirve. Piensa en una fobia. Si las
arañas te dan fobia, en cada ocasión que ves una araña tienes la
horrible sensación y no se le escapa ni una vez a tu mente. La repite
fielmente, cada vez, sin omitir detalles.
Nuestra mente aprende más rápido que una computadora, por lo
tanto debemos darnos cuenta de dos cosas:
1) ¿Quién dirige
programas?
tu
mente/cerebro?
¿Tú
o
tus
experiencias,
Seguramente hasta ahora has creído que tu mente te ha llevado a
tener pensamientos no deseados, desagradables y que tú no has
tenido nada que opinar al respecto. No es así, es al revés. Tú la has
llevado a que te produzca esos pensamientos. Pensamientos de
enojo, de rencor, de pereza, etc. Tú los produces y ella simplemente
obedece y te ofrece el contenido como buena asistente.
¿Finalmente quién manda? ¿Quién dirige? ¿Quién decide si hago la
tarea o no? Por muchos años ya otros decidieron por mí: mis padres,
mis maestros, mis superiores. Ya es hora que empiece a tomar
conciencia y dirija mis pensamientos hacia donde me conviene para
que me asista en lo que yo quiero y no en lo que no me sirve.
2) Si la mente/cerebro es tan hábil para aprender, hacer, etc... Habrá
que cuidar qué datos le proporcionamos.
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Hay que ser más conscientes de qué está uno pensando y metiendo
al sistema cerebral. Si metes basura, sacarás basura sin duda. Si le
introduces datos equivocados, eso tendrás cuando los necesites. Es
importante estar alerta en todo momento qué le digo, qué le pido y
qué archivo, porque me lo concederá en su momento. Aprovechar
nuestra mente maravillosa sin límites para enseñarle lo que vale la
pena y para que esté de nuestro lado es algo que hemos
desperdiciado.
PNL enseña a que dirijas el poder de la mente hacia donde tú quieras.
Te enseña nuevas formas de pensar para que tengas experiencias
más valiosas y edificantes. Si somos conscientes de lo que pensamos
evitaremos que nuestros pensamientos anden sueltos y a la deriva.
Decide: ¡quién manda! Tú tienes el poder de tu mente en tus manos.
TOMADO DE LA PÁGINA WEB:
http://www.estrategiaspnl.com/index.php
UNIVERSIDAD CATÓLICA LUMEN GENTIUM
ASIGNATURA: ORGANIZACIONES.
Profesor: GERARDO CÁRDENAS.
Marzo de 2.009.