Antes de empezar a analizar este versículo, vamos a hacer un sumario del capítulo 3 de la segunda carta de Pedro: (siéntase libe de exponer y ampliar). a. Pedro termina su carta con recordatorios acerca de tener pensamientos santos.(vs. 1-2) b. Advertencias acerca de burlones y mentirosos mientras esperamos la segunda venida de Cristo. (vs. 3-7) c. Descripción del Día del Señor. (vs. 8-10) d. Exhortación a vivir una vida santa y estar alertos. (vs. 1117) e. El cierra este capítulo con la solución para derrotar las mentiras y el temor: vs. 18 “Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.” “Creciendo en Gracia y Conocimiento” 2 Pedro 3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. Introducción: Nosotros sabemos y comprendemos que las plantas necesitan buena tierra, luz solar, aire limpio y agua para poder crecer. Sin estos esenciales las plantas no pueden crecer; sin estos esenciales las plantas no pueden cumplir con su función, cualquiera que sea. El Salmo 1 describe a un hombre justo de esta manera: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará.” De la misma forma que las plantas crecen, los cristianos necesitamos la guianza de Dios (las Escrituras), su poder (Espíritu Santo), su gracia y la comunión con el Señor y otros creyentes (tiempo empleado en oración, adoración and meditación) para poder crecer en la fe; para rendir fruto y prosperar. Just like plants or trees, Christians need God’s guidance and knowledge (found in His Word), his power (found in the Holy Spirit), grace and fellowship with the Lord and other Christians (time spent in prayer, worship and meditation) to grow in the faith, to “yield fruit” and to “prosper”. Todos estos esenciales son importantes y necesarios para poder crecer en Cristo. Creciendo en Gracia ¿Qué es “gracia”? ¿Qué es la gracia de Dios? John Newton la describe así: Sublime Gracia del Señor, que a un infeliz salvó Fui ciego mas hoy veo yo, perdido y El me halló. Su Gracia me enseñó a temer, mis dudas ahuyentó ¡Oh! Cuán precioso fue a mi ser cuando El me transformó. En el versículo de hoy Pedro nos exhorta a usar dos de esos esenciales para crecer como cristianos, especialmente durante estos tiempos difíciles que vivimos mientras esperamos el regreso de Cristo. En los peligros o aflicción que yo he tenido aquí Su Gracia siempre me libró y me guiará feliz. 1 9. Creemos que la continuación en estado de salvación depende del ejercicio constante de la fe y obediencia a Cristo. La gracia de Dios, entonces, es un regalo inmerecido. Un regalo de amor. Un regalo sacrificial de amor. La gracia de Dios es perdón incondicional y la promesa de una vida eterna con él. C. I. Scofield describe la gracia de esta manera: es “la bondad y amor de Dios nuestro Salvador hacia el hombre…” El apóstol Pablo también nos exhorta a crecer en gracia en su carta a los Filipenses, capitulo 2, verso 12: “Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor”. “Temor y temblor” en este contexto no indica miedo constante de que si “metemos la pata” vamos a terminar en el infierno. Pablo utiliza esas palabras para denotar la importancia y severidad de crecer en nuestra salvación debido a lo que él describe en los versos anteriores (6-8), vamos a leerlos: El verbo en griego que traducido es “crecer” está en presente activo. Es una acción continuada. Por ejemplo, para entenderlo mejor lo pudiéramos traducir como “seguir creciendo”. Entonces Pedro nos esta exhortando a no mantenernos estancados después que la gracia de Dios que fue revelada en nuestras vidas, pero a seguir creciendo en ella. Esto es un proceso diario. No debe detenerse en el momento de la salvación. 6 Como crecemos en gracia? Pedro ofrece una respuesta en su primera carta, capítulo 2 verso 2: “deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, 3 ahora que han probado lo bueno que es el Señor.” La palabra clave aquí es “desear”… anhelar… ansiar… El deseo de descubrir las verdades de Dios y su voluntad para nuestras vidas a través de su Palabra. Este proceso, de acuerdo a Pedro, nos ayuda a crecer en nuestra salvación. La salvación es entonces, no solo un evento que ocurrió en nuestro pasado; ese momento cuando Cristo nos encontró y nosotros le recibimos. Ese momento cuando tomamos la decisión de amarle y rendirle nuestro corazón y vida. La salvación es un proceso que comienza en el altar y continúa a través de nuestra vida cristiana. (hablando de Jesús) quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de *siervo y haciéndose semejante a los seres *humanos. 8 Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Así que, por Jesús, por su inmenso sacrificio, por el precioso regalo de amor que fue ofrecido a tan gran precio: su muerte en la cruz; debemos hacer un esfuerzo (temor y temblor) para crecer en esa gracia que fue tan gratuitamente derramada por todos nosotros. Si no hacemos un esfuerzo, Paul implica, el sacrificio de Cristo pierde valor en nosotros. Si no crecemos en la Palabra, estamos disminuyendo el poder de su gracia en nuestras vidas. Que desperdicio seria eso, que terrible desperdicio dejar que la gracia de Dios se debilite y se marchite en nuestras vidas. Las doctrinas 8 y 9 del Ejército de Salvación exponen estas verdades así: 8. Creemos que somos justificados por gracia, mediante la fe en nuestro Señor Jesucristo, y que el que cree tiene el testimonio de ello en sí mismo. 2 Entonces, como crecemos en gracia, en practica. Pedro usa la palabra “desear”. Ese el sentimiento que debemos llevar con nosotros a toda hora, un anhelo de estar en la presencia de Dios y escuchar su Palabra. Debe haber un añoro, un deseo de disfrutar de su presencia s y meditar en su Palabra. Quiere decir que cada minuto que empleamos en otras tareas, aun si son necesarias y dignas, como trabajar y proveer para nuestra familia; o tiempo empleado con nuestros hijos y parejas, debe al mismo tiempo existir ese deseo en nuestros corazones de anhelar los minutos que finalmente podremos disfrutar solos con Dios. disciplinados en mantener nuestro tiempo de comunión personal con Dios. Reto: ¿Cómo estas creciendo en gracia? ¿Estas creciendo en gracia realmente? ¿Estas estancado desde el día que recibiste salvación? ¿Estas laborando para pasar tiempo diario con Jesús, que dio su vida por ti, el amante de tu alma? ¿Cuán saludable es tu vida de oración? ¿Meditas en su Palabra y sus promesas? El comentario de Wesley describe este proceso de esta manera: “Puede que, por un tiempo, haya gracia sin crecimiento; de la misma manera que puede haber vida sin crecimiento. Pero esa vida enfermiza, de alma o cuerpo, terminará en muerte, y cada día se acercará más. Salud es el medio de crecimiento natural y espiritual. Si los restos de maldad de nuestra naturaleza caída no son sometidos bajo nuestro control, como un tumor maligno en el cuerpo, nos destruirán completamente. Pero si a través del Espíritu sometemos esos restos, y solo si lo hacemos, viviremos una vida de fe, santidad y felicidad”. Ilustración: (Puede usar su propia ilustración aquí). Ustedes recuerdan cuando eran jóvenes y se enamoraron por primera vez… como andábamos desesperados de llegar a la casa y llamar por teléfono a la persona amada, y pasarnos hasta dos horas en el teléfono hablando de nada, nada importante en realidad, pero esos momentos que empleábamos conversando eran tan preciosos… ¡y si tú eres un joven ahora, entonces comprendes lo que estoy diciendo! Aplicación: ¡Esta debe ser la realidad en nuestras vidas! Que haya un anhelo y deseo constante de pasar tiempo con nuestro Salvador, tiempo en el que podemos hablar con él, escuchar de él, tener comunión con él. (Debemos notar que Pedro probablemente también habla en este versículo acerca de crecer en los dones de gracia. Pero este punto pudiera ser un sermón en sí mismo. Decidí no incluir este tópico en este sermón, porque lo alargaría mucho. Sin embargo si usted quiere puede incluirlo y para eso incluyo aquí algunas referencias que apoyan este punto. Romanos 12:6; 15:15; 5:16; 1 Corintios 1:3-7; 3:10; 15:10; 2 Corintios 12:9; 12:10; Gálatas 2:9; Efesios 3:7; 3:8; 4:7; Filipenses 1:7; 2 Timoteo 2:1; 2:2; 1 Pedro 4:10. (¡Todos estos pasajes son fantásticos!) Si ese deseo no está presente, si ha desaparecido, entonces necesitamos re-capturarlo, después de todo Pablo utiliza la palabra “ocúpense” (en la Reina Valera de 1995) o trabajen, o laboren… Requiere trabajo a veces el poder separar unas horitas en nuestra vidas tan ocupadas, y pasar tiempo con Dios. Nuestras vidas se han tornado tan ocupadas recientemente, con nuestro trabajo y responsabilidades familiares. Con nuestro ministerio en la iglesia y la comunidad, debemos trabajar fuerte, laborar y ser Creciendo en Conocimiento El crecimiento en conocimiento y gracia realmente van juntos, en teoría y en práctica. Pedro une estos dos temas en una oración, una frase, una exhortación. No se puede tener uno sin el otro. 3 a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9 y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la *fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe. 10 Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. 11 Así espero alcanzar la resurrección de entre los muertos. Crecen al mismo ritmo, cuando crecemos en gracia, también crecemos en conocimiento. Pero si estamos creciendo en gracia es porque hay crecimiento en el conocimiento de Cristo. ¿Conoces a Cristo? No el Cristo histórico que encontramos en libros o del que oímos el domingo en la iglesia, pero el Cristo personal, Cristo el amigo. ¿Sabes DE Cristo o CONOCES a Cristo? Ilustración: cuando conocemos a alguien muy, muy bien, realmente podemos adivinar sus reacciones en una situación específica. Casi podemos predecir su comportamiento basado en las circunstancias… Matrimonios que han estado casados por muchos años pueden finalizar frases del otro, o saber lo que la otra persona está pensando antes de lo diga. (Opcional: usted puede añadir so propia anécdota personal aquí si desea). Es tan simpático para mí el ver a mis padres, en una situación cuando un comentario de su parte no va a ser bienvenido, mirarse brevemente y sonreír, sabiendo lo que el otro está pensando. He visto muchas veces a mi mamá darle un suave y gentil codazo a mi papá cuando él estaba a punto de abrir su boca para responderle a alguien… ¡y he visto a mi papá hacer lo mismo! Ellos saben! Ellos saben porque se conocen tan bien. ¿Por qué? Porque se han tomado tiempo para conocerse el uno al otro. Porque han estado juntos por muchos años. Una de las metas de su matrimonio es el conocer al otro profundamente para poder amarse mejor. Devoción absoluta fluye del conocimiento absoluto de la otra persona. No sé qué metas tienes en tu vida, estoy segura que la mayoría son valorables y honorables, sin embargo como Cristiano tu meta primordial debe ser crecer en el conocimiento de Cristo. Mientras más lo conozcas, más lo amaras y devotaras tu vida a servirle (dones de gracia). Mientras más lo conozcas, mas crecerás en gracia, mas crecerás en El. ¿Qué significa entonces “Conocer a Cristo”? En el Nuevo Testamento el término “conocer” implica intimidad, es el conocimiento íntimo de alguien o algo. Cada vez que un hombre expresaba su amor físico por su esposa la verbo usado es “conocer”. Leémos en Génesis 4:1 (Reina Valera 1995): “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió…” En Jeremías 1:5 el Señor le dice al profeta: “Antes que te formara en el vientre, te conocí…” Dios conocía absolutamente todo acerca de Jeremías el bebé, cada vena, cada pequeño hueso, cada palpitar de su pequeño corazón, era conocido íntimamente por Dios. God knew everything about Jeremiah the baby in the womb, every vein, every tiny bone, every heartbeat was known intimately by Him. Esta también fue la meta de Pablo en su vida. Él le escribe a los Filipenses en el capítulo 3 acerca del tipo de persona que él fue antes de experimentar la gracia de Dios y lo que eso significa para el: “7 Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. 8 Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer Algunos de nosotros tememos la intimidad. La intimidad revela quien somos en realidad, y algunos de nosotros no nos gusta quien somos o en quien nos hemos convertido. Tendemos a 4 ocultar lo peor de nosotros. No nos gusta que la gente se acerque mucho y descubran la realidad. A la gente le gusta juzgar y nadie le gusta ser juzgado. Así que la intimidad es riesgosa porque requiere revelación personal. Pero nuestro Dios es tan diferente a nosotros en ese aspecto, él es un Dios tan misericordioso y bondadoso que cuando le abrimos nuestros corazones imperfectos, cuando compartimos momentos íntimos con él, y le mostramos quien somos (aunque él ya lo sabe) su respuesta y reacción es perdón y amor. Con el Señor no hay temor de rechazo o critica porque lo que recibiremos es aceptación y redención. experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.” Pablo comprendió que mientras más conociera a Cristo, más se asemejaría a Él. Matthew Henry escribe en su comentario: “Esfuérzate en conocer a Cristo claramente, completamente; conocerle para ser más como él y amarle mejor.” Reto: ¿Cuánto tiempo dedicas a estudiar la Palabra? ¿Es un ejercicio diario? ¿Estas asistiendo a un grupo de Estudio Bíblico? ¿Asistes a la Escuela Dominical? Porque solamente escuchar el mensaje del domingo, aunque beneficioso, no es suficiente para aprender y descubrir la revelación de Dios para nosotros en la persona de Jesús. La intimidad es una carretera de dos vías. Cuando nos rendimos a Dios y dejamos que él nos “conozca”, El en turno se revela a nosotros y entonces podemos descubrir y conocer quien EL es. De pronto las Escrituras tienen sentido y pasajes y versículos que antes no podíamos entender, ahora vemos su significado y aplicación claramente. Conclusión: Cuando llevamos a nuestros hijos al doctor para su chequeo anual, les hacen muchas pruebas, los miden y pesan. Las enfermeras escribe los resultados y nos los traen en un pequeño diagrama que nos indica cuanto nuestro hijo está creciendo y pesando de acuerdo al average para su edad. (Puede poner el diagrama en la pantalla). No es suficiente conocer DE Cristo, debemos esforzarnos en conocerle personalmente y la única forma de hacer eso es estudiando la mejor herramienta de Dios nos ha hado: Su Palabra Santa. Por e so es tan importante la lectura y estudio diario de la Biblia. Por eso es tan importante ser parte de un grupo de Estudio Bíblico que promueve discusión y aprendizaje. Por eso la Escuela Dominical todavía es tan importante y relevante. Todas estas so gran oportunidades para descubrir en privado y en un grupo, quien es Cristo para nosotros y en nosotros. Nos gusta cantar el coro #107 “Ser como Cristo, mi meta y mi ambición…” Si esta es realmente nuestra meta, la única forma de conocer a Jesus es descubrir quién es el, y solo logramos eso estudiando las Escrituras. Vamos a leer Filipenses 3:10 nuevamente: “Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, 5 Les propongo que hagamos un inventario de nuestras vidas cristianos ahora mismo. ¿Por qué no? Vamos a suponer que esta es la oficina del doctor y estamos aquí para nuestro chequeo espiritual. ¿Si hubiera algo llamado “Diagrama de Crecimiento en Gracia y Conocimiento”, como usted cree que nuestros resultados aparecerían? ¿Se preocupará con sus resultados? ¿Cree usted que el Señor está preocupado con su crecimiento? Después de todo, EL es nuestro Padre que nos ama y quiere que crezcamos a diario. ¿Quiere aceptar la exhortación de Pedro y tomar la decisión de empezar a crecer? Quieres tomar una decisión ahora mismo, de dedicar una porción de su día a la lectura de la Palabra, a la oración y la meditación? Recuerda la promesa en el Salmo 1 que leímos al principio de nuestro sermón, cuando creces en gracia y en conocimiento serás “como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” 6
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