Complicaciones en el paciente anciano hospitalizado

Simposio 8
Complicaciones en el paciente anciano hospitalizado
Coordinadora:
Dª. Mª Jesús Martínez Soriano
Hospital Torrecárdenas, Almería
Se ha demostrado que los pacientes ingresados están siendo tratados con un número elevado de fármacos, así como que la
polifarmacia es un hallazgo frecuente y que los fármacos que tienen una prescripción inadecuada se asocian de forma inevitable
a efectos adversos no deseados (por ej. las hiper o hipoglucemias, la sobresedación, la hipotensión, el delirio y letargia
secundaria). El síndrome confusional agudo en el anciano hospitalizado consiste en un síndrome orgánico, potencialmente
reversible, que cursa con deterioro fluctuante del nivel de conciencia y cognitivo, la atención, el pensamiento y la percepción.
Supone una de las principales complicaciones en el paciente anciano hospitalizado, habiendo sido relacionado con múltiples
desencadenantes, entre los que destaca la patología infecciosa y la yatrogenicidad (por ej. antidepresivos, agonistas
dopaminérgicos e hipnóticos). Las infecciones presentan un marcado impacto en la morbilidad de los ancianos, agravando las
enfermedades subyacentes y el inicio de la disminución funcional, siendo la causa principal de muerte en un tercio de los
individuos mayores de 65 años. La idea clave en infecciones graves del anciano es que se debe iniciar tratamiento precoz
empírico endovenoso con amplia cobertura antibiótica ajustada a función renal y posteriormente, realizar desescalada
antibiótica según resultados microbiológicos. Las caídas en los ancianos son un problema clínico importante por su frecuencia
y por sus consecuencias físicas, psíquicas y sociales. Son múltiples los factores de riesgo identificados: historia previa de caída,
debilidad de extremidades inferiores, edad, sexo femenino, deterioro cognitivo, problemas de equilibrio, uso de drogas
psicotrópicas, etc. A todos las personas de mayor edad se les debe preguntar, al menos una vez al año, sobre las caídas con el
fin de minimizar dicho riesgo. Con el objetivo de profundizar en este tema nos hemos propuesto analizar los diferentes aspectos
que suponen potenciales complicaciones en el paciente anciano hospitalizado, para tratar de resolver las dificultades tanto
médicas como sociales que se encuentran a nuestro alcance.
PONENCIAS
Primer ponente: Dª. Mª Jesús Martínez Soriano. Médico Interno Residente, Hospital Torrecárdenas, Almería.
Título de la ponencia: Polimedicación e interacciones en el paciente anciano hospitalizado
Se ha demostrado que los pacientes ancianos ingresados están siendo tratados con un número elevado de fármacos, que la
polifarmacia es un hallazgo frecuente y que los fármacos que tiene una prescripción que no es adecuada se asocia de forma
inevitable a efectos adversos no deseados .El correcto uso de los criterios de Beers nos proporciona utilidad, nos facilita
reconocerlos, pero tiene los inconvenientes de que, no se ve una visión integral del paciente y tampoco tienen en cuenta las
interacciones entre fármacos ni la duplicidad terapéutica. En esta tabla se muestran un resumen de los fármacos más utilizados
en el paciente anciano hospitalizado, su efecto y su modificación de estos durante el envejecimiento. FÁRMACOS:
Benzodiacepinas,
Diltiazem,
Difenhidramina,
Verapamilo,
Enalapril,
Furosemida,
Warfarina;
EFECTO
FARMACODINÁMICO: Sedación, balance postural, Antihipertensivo, Balance postural, Antiarrítmico, Antihipertensivo,
Diurético, Anticoagulante; CAMBIO POR EL ENVEJECIMIENTO: Incrementa, Incrementa, No cambio significativo,
Incrementa, No cambio significativo, Disminuido, Incrementa. En una revisión sobre los pacientes ancianos ingresados en el
Servicio de Medicina Interna catalogan a 4 grupos de medicamentos denominados de “alerta”, estos son: anticoagulantes,
narcóticos opiáceos, insulinas y sedantes. Consideraron que estos generaron un elevado número de errores de medicación y
envenenamientos. Uno de los efectos que ocurre en un número elevado de pacientes son las hiper o hipoglucemias, debido al
mal uso de la insulina y otro de los efectos estrella en la hospitalización de dichos pacientes son la sobresedación, hipotensión,
delirio y letargia secundario a la toma de sedantes, ya que estos son muy propensos a la agitación durante su estancia
hospitalaria. Por último nombrar la sedación, depresión respiratoria, confusión, letargia, nauseas, vómitos y estreñimiento
provocados por los narcóticos que son los daños que se han observado en un número más importante de pacientes.
Palabras clave: Anciano, polimedicación, interacción, hospitalización.
Segundo ponente: Dª. Ana García Peña. Médico Interno Residente, Hospital Torrecárdenas, Almería.
Título de la ponencia: El síndrome confusional agudo en el paciente anciano hospitalizado
Consiste en un síndrome orgánico, potencialmente reversible, que cursa con deterioro fluctuante del nivel de conciencia y
cognitivo, la atención, el pensamiento y la percepción. No suele excederse de un corto periodo de tiempo, si bien puede
extenderse durante varios días. Supone una de las principales complicaciones en el paciente anciano hospitalizado, habiendo
sido relacionado con múltiples desencadenantes, entre los que destaca la patología infecciosa y la yatrogenicidad. Dentro de
ésta última es reseñable el uso y abuso de ciertos fármacos como los antidepresivos, los agonistas dopaminérgicos y los
hipnóticos (benzodiapezinas). Se ha propuesto como la base de su etiopatología la hipótesis de la alteración del
normofuncionamiento de los neurotransmisores (dopamina, acetilcolina...) en circunstancias de estrés metabólico, al igual que
sucede durante un ingreso hospitalario, partiendo de la base de que durante el envejecimiento fisiológico del cerebro se produce
una pérdida progresiva del número de neuronas. Dentro de su tratamiento, el empleo de neurolépticos atípicos a bajas dosis por
vía parenteral (como el haloperidol o la ziprasidona) ha demostrado su eficacia sobre la agitación en momentos puntuales del
ingreso, no siendo aconsejable su empleo durante periodos más largos de tiempo. De este modo, debido a la frecuencia con la
que se presenta consideramos de suma importancia su diagnóstico y tratamiento, debiendo evitar los factores desencadenantes y
el encamamiento prolongado.
Palabras clave: Confusion, syndrome, elderly
Tercer ponente: Dª. Bárbara Hernández Sierra. Médico Interno Residente, Hospital Torrecárdenas, Almería.
Título de la ponencia: Infecciones en el anciano hospitalizado
Las infecciones presentan un marcado impacto en la morbilidad de los ancianos, agravando las enfermedades subyacentes y el
inicio de la disminución funcional, siendo la causa principal de muerte en un tercio de los individuos mayores de 65 años.
Múltiples cambios relacionados con la edad disminuyen la protección contra la infección, entre los que destacan alteraciones en
la respuesta inmune cualitativa y cuantitativa relacionada con el envejecimiento, denominada senescencia inmune. En un
estudio reciente realizado por el Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y
Emergencias (SEMES) se encontró que la infección representa el 14.3% de las urgencias hospitalarias, siendo las más
frecuentes la infección respiratoria (4.6%) y la del tracto urinario (3.2%), seguidas de las otrorrinolaringológicas (2.1%) y la de
piel y partes blandas (1.6%). Los ancianos pueden tener una infección grave en ausencia de signos o síntomas típicos (fiebre
ausente en un 30-50%) debido a cambios en sistemas responsables de la termorregulación que se deterioran con la edad.
Asimismo, el deterioro cognitivo contribuye a la presentación atípica de las infecciones y la reducción de la capacidad de
comunicar síntomas, siendo difícil el diagnóstico precoz. La elección del antibiótico no es tan diferente a la de los pacientes
más jóvenes. Sin embargo, existe una consideración especial en los pacientes de edad avanzada, particularmente en aquellos
con dispositivos permanentes e institucionalizados en la que los microorganismos multirresistentes son frecuentes y
condicionan la elección de la antibioterapia empírica en espera de resultados microbiológicos tras la toma correcta de muestras
(hemocultivos, urocultivo, cultivo de esputo). Otra consideración, son los cambios en la farmacocinética debido a la
disminución de la tasa de filtración glomerular con la edad. Por tanto, en infecciones graves se debe recibir la primera dosis de
antibiótico completa, con la consiguiente dosificación ajustada a la función renal para mantener los niveles de fármaco en el
intervalo terapéutico. La idea clave en infecciones graves del anciano es que se debe iniciar tratamiento precoz empírico
endovenoso con amplia cobertura antibiótica ajustada a función renal y posteriormente, realizar desescalada antibiótica según
resultados microbiológicos.
Palabras clave: Infections, elderly, hospital, antibiotics.
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Cuarto ponente: Dª. Sara Domingo Roa. Médico Interno Residente, Hospital Torrecárdenas, Almería.
Título de la ponencia: Inestabilidad y caídas en el anciano: implicaciones diagnósticas y terapéuticas
Las caídas en los ancianos son un problema clínico importante por su frecuencia y por sus consecuencias físicas, psíquicas y
sociales. Entre el 30-40% de las personas de 65 años de la comunidad y el 50% de las que viven en instituciones, se caen cada
año. Son múltiples los factores de riesgo identificados: historia previa de caída, debilidad de extremidades inferiores, edad,
sexo femenino, deterioro cognitivo, problemas de equilibrio, uso de drogas psicotrópicas, artritis, antecedentes de accidente
cerebrovascular, hipotensión ortostática, mareos y anemia. Se pueden clasificar en: 1. Caídas accidentales: 37% de las caídas.
Los accidentes ocurren habitualmente en presencia de una situación subyacente que incrementa la posibilidad de que se
produzcan. 2. Caídas sin síncope: 20-25% de las caídas. Hay que considerar la hipotensión ortostática que suele ser
asintomática. Las enfermedades neurológicas producen alteración de la marcha y del control postural que pueden facilitar las
caídas. Existe correlación directa entre el número de fármacos que toma el anciano y la frecuencia de las caídas. Entre ellos
destacan los sedantes que son los que se asocian más a menudo a caídas. 3. Caídas con síncope: los síncopes causan el 1% de
las caídas. El 50% son de origen cardiovascular. Las arritmias sólo causan síncopes y caídas cuando se asocian a alteraciones
de la vasculatura cerebral. Otras causas son el infarto agudo de miocardio de presentación atípica, la miocardiopatia hipertrófica
y la estenosis aórtica. Respecto a la valoración inicial y seguimiento, a todos las personas de mayor edad se les debe preguntar,
al menos una vez al año, sobre las caídas con el fin de minimizar dicho riesgo, sin comprometer la movilidad y la
independencia funcional. Para ello habrá que llevar a cabo actitudes terapéuticas directas sobre el anciano, que traten de
mejorar su estado de salud, y otras aplicadas al medio, con la finalidad de evitar las caídas.
Palabras clave: Falls, frailty, elderly, mobility limitation.
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