La Industria Sábado 6 de junio de 2015, Trujillo, La Libertad El Suceso 3 laopinión. Octavio Salazar Miranda Congresista ‘‘ Es un acto censurable”. “La actitud de este profesional, frente a un hecho como esto, es un acto censurable. Estas son las consecuencias de la falta de calidad de formación en las Escuelas de Suboficiales y la equivocada idea de este gobierno de sacar de manera apresurada a los jóvenes a patrullar las calles, cuando aún no están preparados. Solo esperemos que se rectifique el Comando y se aplique con dureza una sanción a este efectivo que ha afectado tremendamente el uniforme policial. No podemos enviar este tipo de mensajes a la población, pues el orden debe comenzar desde casa y la Policía no puede ni debe encubrir a malos efectivos. El error tiene sus consecuencias”. BRUTALIDAD AL VOLANTE. Así quedó el triciclo de helados conducido por la infortunada mujer. COBARDE ACTITUD. Asanza Rodríguez (de civil) escapa de la escena. Wilder Teatino Ticlio Abogado másdatos. ¿Y no le pasará nada? El suboficial Carlos Rojas García fue quien a bordo de una motocicleta ayudó a su colega, Miguel Asanza Rodríguez, a escapar luego del accidente. Habría incurrido en el delito de encubrimiento; sin embargo en su defensa él dijo que Asanza le engañó que el chofer del vehículo que atropelló había fugado y sabía por dónde se había escapado. Esta versión sería corroborada por testigos del accidente, quienes apoyarían la tesis del efectivo Rojas García. Como se sabe, Asanza Rodríguez goza de libertad y solo es notificado por el fiscal Alexander Luyo Ramírez, quien consideró que no había razones para pedir que el policía sea encerrado en el penal porque “se puso a derecho, se ha acogido a la confesión sincera, y está corriendo con los gastos”. Cuestiona al fiscal y general La tía de la vendedora de helados también cuestionó al fiscal Alexander Luyo y al jefe policial de La Libertad, general César Gentille Vargas, por la complacencia mostrada frente a este hecho. “No hay ningún tipo de consideración. El fiscal lo manda a ese señor, que dejó a mi sobrina en este estado, a su casa, mientras que el general no quiso ni dar su nombre y hasta ahora no lo sancionan”, expresó. Carolina Nureña explicó que actualmente están angustiados ‘‘ Por la gravedad de los hechos, podría ser pasado al retiro. Vamos a ser muy drásticos y vamos a actuar de acuerdo a lo que establece la ley”. en conseguir dinero para costear la permanencia y atención que se le brinda a su sobrina en el hospital. “Solo en pañales gastamos algo de 100 soles diarios y en medicina unos 250 soles. No tenemos ese dinero y estamos pidiendo colaboración para poder solventar todos estos gastos”, refirió. De igual modo, volvió a denuncia que la camioneta de placa B3V-623, con la que atropelló el policía a su familiar, no contaba con Seguro Obligatorio Contra Accidentes de Tránsito (Soat). “Se que han pagado una póliza de 300 soles, pero aún no cubre nada”, añadió. Ocurrióenelpaís. Jorge Pérez Yáñez Atropello en moto. Comisario llega ebrio. Jefe de Inspectoría PNP En mayo último, un suboficial del Escuadrón Verde embistió con su moto a una mujer que intentaba cruzar la pista. El accidente ocurrió en el Rímac, en Lima. El agente motorizado de apellido Taipe iba acompañado de una joven. Producto del fuerte impacto, ella cayó sobre el pavimento y quedó con serias lesiones a la cadera. Las dos mujeres heridas fueron llevadas a hospitales cercanos. En mayo de 2014, el jefe de la comisaría del Norte, César Espadín Gamarra, llegó en estado de ebriedad a su despacho y se quedó dormido. Por esta razón fue intervenido aunque después se le perdonó. Antes de arribar a la comisaría, vestido de civil, Espadín protagonizó un altercado en una discoteca, por lo que fue retirado del local por personal de seguridad. ‘‘ Hay espíritu de cuerpo”. “En este caso se ha actuado con poca diligencia y un espíritu de cuerpo más que evidente, todo porque el principal implicado es un policía en actividad. Esto además de condenable es lamentable, pues demuestra que hay ‘códigos’ errados. Hay delito de lesiones culposas graves, con el agravante de que el implicado estaba en estado de ebriedad, lo cual es castigado con cuatro años de cárcel efectiva. Hay, además, el delito de omisión al socorro, lo cual sumado con el otro delito, aumenta la pena. Por lo tanto, el fiscal hizo muy mal en solo notificar al policía, en este caso debió solicitar la prisión preventiva de manera inmediata. Las leyes son iguales para todos y sea quien sea el responsable debe de regirse de éstas”.
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