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LA PRODUCCIÓN DE SOJA
La producción de sojaLa
El consumo global de la soja esta aumentando por
el crecimiento de la población mundial y el
consecuente aumento del consumo de carnes. Esto
ha determinado una mayor demanda de grano y un
aumento creciente de la producción sojera en el
mundo.
A lo largo de las últimas décadas la soja ha tenido
una expansión más grande que cualquier otro
cultivo global En los últimos 20 años, el incremento
de tierras cultivadas en Latinoamérica paso de 18.4
a 55.6 millones de hectáreas, principalmente a
expensas de la conversión directa o indirecta de
ecosistemas naturales generando impactos a nivel
ambiental y social.
A fin de enfrentar los impactos que resultan de la
expansión del monocultivo de soja en los países
productores, y encontrar soluciones que
disminuyan dichos impactos, un grupo de
organizaciones no gubernamentales de la región
crearon en el año 2013 el Observatorio SocioAmbiental de la Soja (OSAS), con el apoyo del
Programa “Ecosystem Alliance” (Comité Holandés
de UICN, Wetlands International y Both ENDS).
Foto: Fundación ProYungas
En el año 2013 la producción mundial de soja
alcanzó un total de 276.000.000 toneladas. Los
países del Cono Sur de América del Sur (Argentina,
Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay) conforman el
bloque sojero de mayor producción y exportación
del mundo, con un volumen próximo a las
142.000.000 toneladas en la cosecha 2013. Brasil
ocupa la posición de liderazgo a la producción de
soja (31%), seguido por Argentina (19%), Paraguay
(3%) y en menor medida Bolivia y Uruguay.
Aporte de cada país a la producción mundial de soja
(Fuente: http://www.fyo.com)
9 Paraguay
3%
2
Bolivia
1%
China
5%
49
Argentina
19%
USA
34%
82
Brazil
31%
Paises miembros
del OSAS
India
5%
Europa
2%
Producción (en
millones de
toneladas)
Área de trabajo del OSAS que corresponde a los
departamentos o municipios productores de soja en
los cuatro países.
EL MONOCULTIVO DE SOJA EN EL CONO SUR DE
EL MONOCULTIVO DE SOJA EN EL CONO
AMÉRICA DEL SUR
el 200% mientras que la inflación para el mismo
período fue de 76,6%.
Debido a la alta rentabilidad de la soja y gracias a
las tecnologías que se han desarrollado a su
alrededor, este cultivo se fue extendiendo a zonas
en las que antes no se hubiera pensado posible la
agricultura. En muchas de éstas áreas la expansión
de la soja se está dando a expensas del reemplazo
de ecosistemas nativos, como los bosques,
pastizales y humedales, así como por la sustitución
de otras actividades productivas que son de menor
rentabilidad. Esto está generando un mayor uso de
agroquímicos y amenazando a las comunidades que
dependen de estos ecosistemas para su
subsistencia.
ElElavance
soja
promueve
el el
uso
avancedel
delmonocultivo
monocultivodede
soja
promueve
deusoagroquímicos
con
consecuencias
para
de agroquímicos con consecuencias para el el
ambiente
ambientey ylalasalud
saluddedelaslaspersonas
personas
2,5
45,0
40,0
2
35,0
30,0
1,5
25,0
20,0
1
15,0
0,5
rendimiento
10,0
Kilos /Hecta rea
5,0
Rendimiento vs importación de agroquímicos en Bolivia
2012-2013
0,0
2011-2012
0
Agroquimicos importados (kg/ ha)
En Brasil, la expansión de la soja se dio en perjuicio
del cultivo de alimentos básicos (arroz, frijoles y
yuca), producidos tradicionalmente por agricultores
familiares. Los habitantes de las zonas de
producción de soja se ven afectados porque
aumentan los costos de intermediación y
transporte y por lo tanto, se reduce el acceso a los
alimentos frescos como frutas y verduras. Como
consecuencia, la población brasileña está pagando
precios más altos por estos productos, por ejemplo
durante el periodo 2003-2012 el frijol aumentó casi
2010-2011
Superficie cultivada con soja (miles ha)
2009-2010
2012/13
2010/11
2008/09
2006/07
2004/05
2002/03
2000/01
1998/99
1996/97
1994/95
1992/93
1990/91
0
2008-2009
500
0
2007-2008
1000
4000
2006-2007
1500
8000
2005-2006
12000
2004-2005
2000
Bolivia y Paraguay
2500
PARAGUAY
16000
2003-2004
BOLIVIA
2002-2003
3000
BRASIL
20000
En Bolivia el uso de agroquímicos se ha
incrementado de manera acelerada en los últimos
años, según los datos del Instituto Nacional de
Estadística. En el año 2000 se utilizaban 14,69 kilos
de agroquímicos por hectárea mientras que en el
año 2012 este valor se incrementó a más de 30
kilos por hectárea. Si bien la adopción del paquete
tecnológico actual produjo beneficios en el
rendimiento del cultivo de soja, es importante
remarcar que el rendimiento promedio por
hectárea no aumentó en forma acorde al aumento
de la importación de agroquímicos.
2001-2002
24000
Argentina y Brasil
3500
ARGENTINA
2000-2001
28000
Foto: RTRS
1999-2000
Entre los años 1993 y 2013 el cultivo de soja en
Sudamérica aumentó en forma exponencial
alrededor de un 300%. Este incremento fue el
resultado de la expansión de la frontera agrícola y
del reemplazo de otras actividades productivas en
zonas ya transformadas en Argentina, Bolivia, Brasil
y Paraguay. En estos cuatro países la superficie
sembrada con soja en la actualidad constituye más
del 50% de la superficie total sembrada con los
cultivos más importantes, porcentaje que se
incrementó notablemente en la última década. En
la temporada 2012/2013 estos cuatro países
alcanzaron un total de 47 millones de hectáreas
cultivadas, siendo Brasil y Argentina los países con
mayor tasa de incremento promedio anual
El incremento del área cultivada con soja en los
países del Cono Sur ha producido la desaparición de
la vegetación nativa y por ende, la degradación de
los suelos y su consecuente pérdida de fertilidad.
Esto ha producido un uso creciente de fertilizantes
para compensar dicha situación, que sumado al uso
de otros agroquímicos como pesticidas y
herbicidas, está resultando en eventos de
contaminación de agua y suelos y acarreando
problemas de salud en las poblaciones que habitan
el área de influencia de las áreas de cultivo.
Rendimiento (tn/ha)
SUR DE AMÉRICA DEL SUR
IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS
IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS DEL
MONOCULTIVO DE SOJA
DEL
MONOCULTIVO DE SOJA
La expansión del monocultivo de soja es el principal
motor de la degradación y pérdida de ecosistemas
nativos como bosques, humedales y pastizales,
provocando a su vez la pérdida de importantes
bienes y servicios ecosistémicos para el bienestar
humano y el desarrollo sustentable.
El aumento del cultivo de soja ha generado
impactos ambientales y sociales en los países
productores,
tales
como
deforestación,
degradación de suelos, drenaje y relleno de
humedales, contaminación acuática por uso
inadecuado de agroquímicos, conflictos en la
tenencia de la tierra y pérdida de puestos de
trabajo. Estos impactos están afectando los
bosques de la Amazonía y el Cerrado en Brasil, el
Bosque Atlántico, el Bosque Chiquitano en Bolivia y
la región del Gran Chaco en Argentina, Bolivia y
Paraguay, así como ecosistemas de humedales
como el Delta del Paraná en Argentina y el Pantanal
en Brasil.
El Gran Chaco Americano
El Gran Chaco Americano es una de las regiones
boscosas más extensa de Sudamérica junto a la
Amazonía y al Cerrado. Abarca alrededor de 1
millón de km², compartidos por Argentina (que
comprende el 60% de su extensión), Bolivia y
Paraguay. Actualmente el 15% de la región ha sido
transformada para producción agrícola y ganadera,
mostrando los índices más rápidos de conversión
del mundo, con medio millón de hectáreas
desmontadas entre 2010 y 2012 por la expansión
de la agricultura mayormente impulsada por la soja.
Foto: Rubén Quintana
Deforestación
Deforestación
En las últimas décadas millones de hectáreas de
bosques fueron degradadas y convertidas para el
cultivo de soja a medida que la producción se fue
expandiendo. Está situación no solo incluye la
pérdida de ecosistemas nativos sino también de los
bienes y servicios ecosistémicos que estos proveen,
amenazando la forma de vida de pueblos
originarios que dependen de los bosques como
medio de subsistencia. Asimismo, la producción de
soja a escala industrial requiere un gran desarrollo
de infraestructura, lo cual contribuye a aumentar el
impacto. La construcción de caminos es a la vez una
repuesta y en algunos casos un estímulo para la
producción de soja. Por ejemplo, la red vial en el
Cerrado fue el estímulo para la deforestación de
una gran parte de dicha ecorregión.
Distribución de las áreas transformadas en el Gran
Chaco en relación a las áreas protegidas y áreas
prioritarias de conservación.Fuentes: The Nature
Conservancy 2005; Fundación ProYungas 2012
En el caso de Paraguay, si bien la Ley de
Deforestación Cero para proteger a los remanentes
del Bosque Atlántico en la región oriental logró
disminuir en un 85% el índice de deforestación, la
presión se redirigió hacia los bosques de la región
occidental o Chaco Paraguayo (Departamentos Alto
Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes), la cual
posee actualmente el índice de deforestación más
alto del mundo. En 1990 esta región con
aproximadamente 24 millones de ha, tenía una
cobertura boscosa de casi 16 millones de ha, la cual
disminuyó a 11 millones de ha en el año 2013.
depende de la preservación del Cerrado en la
Cuenca Alta del Río Paraguay, donde se encuentran
las cabeceras de los ríos que forman tan importante
bioma. Alrededor del 10% de la superficie plantada
con soja en Brasil se encuentran en esta región de
nacientes.
Cobertura de bosques año 1990 (A) y 2013 (B).
Deforestación acumulada en 23 años en los
departamentos de Alto Paraguay, Boquerón y
Presidente Hayes en Gran Chaco Paraguayo. Fuente:
The Global Land Cover Facility (2006), Forest Cover
Change in Paraguay, Version 1.0 University of Maryland
Institute for Advanced Computer Studies, College Park,
Maryland, 1990-200
En la región del Chaco Argentino, la expansión
agrícola, y la producción de soja en particular, es la
causa principal de la deforestación. Entre los años
1987 y 2010, 60 millones hectáreas de bosques
fueron convertidos a la agricultura. Una demanda
creciente del mercado junto con innovaciones
como las semillas genéticamente modificadas, la
labranza cero y otros cambios tecnológicos han
hecho que el cultivo sea más viable en aéreas más
secas y tradicionalmente menos productivas como
las provincias de la región semiárida del centro del
país (Salta, Chaco, Santiago, Formosa y Tucumán).
Estas áreas de expansión de la frontera
agropecuaria presentan un aumento conjunto del
cultivo de soja y de la ganadería que va
acompañado de una elevada tasa de deforestación.
Esto implica en total unas 3.700.000 hectáreas que
representan aproximadamente el 8% de la
superficie de las provincias.
En la provincia de Salta tanto la superficie
sembrada con soja como el número de cabezas de
ganado aumentó cerca de un 50% entre 2002 y
2012. Esto coincidió con la deforestación de unas
900.000 hectáreas en el mismo periodo, lo que
representa aproximadamente el 10% de la
superficie de bosques de la provincia.
La Amazonía y el Cerrado
En Brasil el cultivo de la soja es el principal cultivo
agrícola responsable de la deforestación. En las
últimas décadas el Cerrado ha sido el bioma más
devastado. Esto afecta también al Pantanal que
La Moratoria sobre la Soja cultivada en tierras
desmontadas de la selva amazónica ha resultado en
una fuerte declinación de los impactos directos.
Nuevos controles legales como la aplicación de
restricciones de acceso al crédito e intervenciones
en la cadena de suministro de la soja y de la carne
también han contribuido a la disminución del 70 %
de la tasa de deforestación. Además de la
conversión directa de la selva amazónica a soja,
mucha de la expansión de la soja ahora ocurre en
tierras previamente usadas para ganadería. Un
efecto secundario de estas iniciativas ha sido el de
alentar la expansión de soja en otros ecosistemas
naturales, particularmente en el Cerrado brasileño,
que concentra la mayor producción y mayor tasa
de crecimiento del cultivo de soja. En el Cerrado la
cosecha de soja en el periodo 2002/2003 fue de 1.4
millones de hectáreas, mientras que en 2012/2013
fue de 2.9 millones de hectáreas, lo que representa
un aumento del 107%.
Producción de soja (en toneladas) en la región del
Cerrado en Brasil en 2014 (solo de los municipios
que producen más de 5000 toneladas)
Pérdiday ydegradación
degradacióndedehumedales
humedales
Pérdida
En muchos lugares el cultivo de soja se realiza a
expensas del drenaje de humedales mediante obras
de infraestructura que generan cambios en el
patrón hidrológico y resultan en la degradación del
ecosistema y en su transformación en un ambiente
terrestre apto para la agricultura. La pérdida de
bienes y servicios ecosistémicos por degradación y
transformación de humedales, esta afectando no
solo la provisión de agua pura y la capacidad de los
ecosistemas de regular los efectos del cambio
climático, sino que también están aumentando la
emisión de gases de efecto invernadero y los
riesgos de inundaciones y sequías. Por otro lado el
uso no responsable de agroquímicos en áreas de
humedales puede conducir a la contaminación del
agua.
Bañados del Río Saladillo y humedales del sudeste
de Córdoba
En el pasado el sureste de la provincia de Córdoba
(Argentina) se caracterizaba por la abundancia de
lagunas,
donde
la
actividad
económica
predominante era la lechería. A partir del año 2000
comenzó un proceso de construcción de
canalizaciones artificiales a gran escala, orientado a
drenar los humedales. Este proceso resultó en la
pérdida de un 12% de las lagunas originales, lo que
supone una reducción del 14,7% de la zona
inundada, y en algunos sectores la pérdida de
humedales alcanzó un 42 % de su superficie
original. Un caso emblemático son los Bañados del
Río Saladillo, uno de los sitios de mayor
biodiversidad de la provincia, donde se perdió el
69% de la superficie de humedales y el 19,6% de las
lagunas. Este proceso llevó a la pérdida de la
conectividad original de los bañados y a la
reducción de la riqueza y abundancia de especies,
junto con impactos indirectos como la salinización
de campos.
Vista aérea actual de los Bañados del río Saladillo. Se
observa indicios del gran bañado que fue y el
proceso de desecación producido por las
canalizaciones. A su vez, se observan algunos
sectores que ya están siendo cultivados (Foto: P.
Brandolin).
Delta del Paraná
En años recientes y como resultado del avance de
la soja, una parte importante del stock ganadero de
las pampas fue desplazado hacia zonas de
humedales como la región del Delta del Paraná,
particularmente sus porciones media y superior.
Esto implicó cambios en la modalidad de
producción, con la construcción de más de 33.000
ha de diques y terraplenes y la obstrucción de
cursos de agua realizados con el fin de facilitar la
circulación y evitar el ingreso de agua al interior de
los campos, con la consiguiente alteración del
régimen hidrológico. La situación anteriormente
descripta dio como resultado un incremento
notable en el número de cabezas presentes en las
islas, pasando de unas 160.000 a 1.500.000 entre
1997 y 2007. Este aumento significativo en la carga
ganadera trajo aparejado los consiguientes efectos
de sobre-pastoreo, erosión de suelos y
contaminación biológica y química de los cuerpos
de agua, conjuntamente con prácticas de manejo
del fuego irresponsables que, sumadas a las
condiciones de sequía y aguas bajas imperantes en
2008, produjeron incendios de intensidad y
extensión significativas que quemaron 207.000 ha
del Delta. La superficie quemada representa el 11%
de la región. En muchos sitios el fuego afectó en
forma significativa las capas superficiales del suelo
promoviendo una pérdida sustancial de Carbono y
Nitrógeno. Se estimó que volver a almacenar el
Carbono emitido como dióxido de Carbono por los
incendios, demoraría aproximadamente unos 11
años.
Contaminación acuática
En zonas con cultivo intensivo de soja, los
humedales se ven afectados directamente por el
uso de agroquímicos, siendo la escorrentía una de
las principales fuentes de contaminación no
puntual de los cursos de agua. Durante la etapa de
aplicación de agroquímicos, los herbicidas y
plaguicidas son transportados por las lluvias a zonas
aguas abajo, acumulándose en los humedales. En
algunos predios dentro de la principal zona de
cultivo de soja de Argentina, se ha comprobado la
presencia de plaguicidas de alta toxicidad como el
Clorpirifós, Cipermetrina y Endosulfán, tanto en
sedimentos, partículas en suspensión y en el agua,
muchas veces excediendo los criterios de calidad de
agua aceptados internacionalmente e indicando un
riesgo agudo para la biota acuática. El uso de
herbicidas como el Glifosato también afecta a los
organismos acuáticos y a la calidad del agua,
modificando la estructura y la funcionalidad de los
humedales.
Tenenciadedelalatierra
tierray consecuencias
y consecuenciassociales
sociales
Tenencia
24%
La magnitud que tiene la expansión del cultivo de
soja en América del Sur presenta cambios en el uso
y tenencia de la tierra con importantes
consecuencias sociales. Por un lado, en algunas
regiones, grandes empresas adquirieron tierras de
bosques ilegalmente o por medio del desalojo de
las comunidades locales, que a menudo no tienen
títulos de propiedad y tienen poca oportunidad de
reclamar sus derechos sobre la tierra. Por otro, la
expansión de la soja promueve la concentración de
la tierra en manos de grandes corporaciones, lo
cual pone a los pequeños productores en
desventaja y afecta también los derechos indígenas
y a las comunidades locales que dependen del
suelo y del agua para su subsistencia.
La mayor parte del cultivo de soja se produce a
gran escala y es llevado a cabo por empresas de
agronegocios orientadas a mercados globales. En
algunos casos sus propiedades trascienden las
fronteras de los países, como por ejemplo algunas
propiedades alquiladas por productores brasileños
en el Chaco Paraguayo.
En la última década los agronegocios
globales han adquirido y concentrado una
superficie de 120 millones de has en Bolivia a
una tasa de 200.000 ha cada seis días
En Bolivia, el cultivo de soja se concentra
particularmente en el Departamento de Santa Cruz
de la Sierra, donde pasó de representar el 37% de
la superficie cultivada en el año 1991 al 52% en el
año 2013. El tamaño de los campos varía de
grandes fincas corporativas de 500 – 5.000 ha a
minifundios de 40-100 ha. El crecimiento acelerado
del negocio de la soja ha permitido un proceso de
concentración de la tierra, donde más de la mitad
de la superficie cultivable está en manos de sólo un
3% de grandes productores, mientras que un 84%
de pequeños productores cultiva sólo el 24% de la
superficie.
Producción (1.000 tn)
Producción
1.800
Empleos
1.600
50.000
1.400
40.000
1.200
1.000
30.000
800
20.000
600
400
10.000
200
0
0
1985
1996
2006
Empleos (1.000)
Producción de soja vs. empleos en Brasil (Fuente: IBGE)
60.000
21%
56%
84%
13%
3%
Pequeños
Medianos
Numero de productores
Grandes
Superficie Cultivada
Distribución de pequeños (0-50 ha), medianos (50 a
500 ha) y grandes productores (> 500 ha) en el
depto. de Santa Cruz, Bolivia en el año 2010.
Fuentes: Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y
Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo
(ANAPO) (Bolivia).
En Brasil la expansión de la soja se dio
predominantemente en grandes propiedades y con
tendencia a la concentración. Mientras la
producción de soja subía de 18.3 a 52.5 millones de
toneladas entre 1985 y 2006, los censos
agropecuarios de estos mismos períodos indicaban
que el total de empleados en la actividad había
bajado de 1.694.000 a 419.000 en todo Brasil. Por
otro lado, una nueva legislación, favoreció la
exportación de granos sin procesamiento, en
detrimento de los productos procesados. Esto llevó
al país a tener, además de pérdidas significativas de
divisas de exportación, pérdidas en la generación
de empleos y en el procesamiento de la soja, con la
innecesaria incorporación de nuevas áreas de
siembra para obtener los mismos ingresos, lo que
profundizó la especialización del país como
exportador de recursos naturales.
En Argentina, casi toda la soja es cultivada por
grandes y medianos productores con un mínimo de
150 ha. El impacto social del sistema de producción
de soja fue más brusco en la región semiárida del
noroeste y centro del país, donde predominaban
los pequeños productores con economías de
subsistencia con un fuerte apoyo en la recolección
de leña y uso del bosque para ganadería extensiva,
los cuales se vieron afectados por la deforestación
HACIA
UN CULTIVO
DE SOJA MÁS
HACIA
UN CULTIVO
DERESPONSABLE
SOJA MÁS
RESPONSABLE
El aumento creciente de la población mundial y el
aumento del consumo per cápita de carnes
implicarán sin duda una mayor demanda de este
cultivo. Proyecciones recientes de la FAO indican un
aumento de 515 millones de toneladas de soja para
el año 2050. Esta perspectiva indica que es
fundamental generar recursos y herramientas
para desarrollar una producción de soja
ambientalmente responsable.
Si bien actualmente existen algunos esfuerzos
basados en políticas gubernamentales como el
ordenamiento territorial y algunas intenciones
por parte de los países compradores y grandes
inversores para facilitar la producción sojera
conservando la biodiversidad y los ecosistemas
nativos esto no es aun suficiente. Para avanzar
hacia un monocultivo responsable de soja se
necesitan políticas eficaces con criterios
adecuados de sustentabilidad y control del
cumplimiento de las mismas. También es
importante la adopción de “buenas prácticas
agrícolas” por parte de los productores,
incorporando el componente ambiental en
todos su espectro y sobre la base del
reconocimiento de la importancia de preservar
un medio ambiente sano.
Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos en
Argentina
En el año 2007 se sancionó la Ley Nacional de
Presupuestos Mínimos de Protección de los
Bosques Nativos de Argentina. Esto implicó la
puesta en marcha de planes de ordenamiento
territorial en las distintas provincias con superficies
boscosas, con el objetivo de zonificar los bosques a
proteger (Categoría I rojo), bosques que podrán ser
manejados sustentablemente (Categoría II amarilla)
y bosques que podrán ser convertidos para otras
actividades diferentes a la forestal (Categoría III
verde).
Ordenamiento
ambiental
territorial
Ordenamiento
ambiental
territorial
El ordenamiento ambiental del territorio (OAT) es
una herramienta clave para restringir la expansión
del cultivo de soja, evitando su avance en áreas de
alto valor para la conservación de la biodiversidad,
como los macrosistemas de humedales, los
bosques y los pastizales nativos. Los procesos de
ordenamiento territorial pueden equilibrar
estratégicamente los distintos usos de la tierra con
la conservación de ambientes naturales
identificando áreas permitidas y no permitidas para
el cultivo de soja, áreas aptas para producción
(tierras degradadas y pasturas de bajo rendimiento)
y áreas de alto valor para la conservación que
deberían ser protegidas del desarrollo.
Si bien los países productores del Cono Sur de
Sudamérica han introducido algunas políticas y
legislación para regular y reducir la pérdida de
bosques nativos, no han sido muy efectivas y en
algunos casos han desplazado la deforestación a
otras áreas geográficas, como son los casos de la
Moratoria de Soja en la Amazonia de Brasil o
Deforestación Cero en la región oriental del
Paraguay.
Mosaico de OAT de las distintas provincias del Chaco
argentino. Fuente: SAyDS.
Los ordenamientos territoriales provinciales tienen
por objetivo mantener entre el un 70% y 90% de los
bosques nativos en las categorías rojo y amarillo.
Desde que la ley entró en vigencia la tasa de
deforestación ha disminuido en promedio un 20%.
Pero esta cifra es aún baja y los bosques todavía
están siendo desmontados en zonas prohibidas
según los ordenamientos provinciales. Claramente,
todavía la ley no está siendo aplicada eficazmente y
su implementación está sub-financiada. El Fondo
Forestal de Compensación fue creado como un
incentivo para la conservación del bosque a través
de un sistema de pagos por los servicios de
ecosistemas, pero su implementación todavía es
incompleta, con solamente el 10% de los fondos
asignados respecto del nivel requerido por la
legislación.
En Bolivia se han elaborado leyes muy avanzadas en
cuanto a la planificación del territorio como los
Planes Municipales de Ordenamiento Territorial
(PMOT) entre otros. Sin embargo, la debilidad
institucional hace que estas leyes no se
implementen o que su implementación sea parcial
o limitada. Además, en muchos casos, no se cuenta
con los recursos financieros necesarios para
ponerla en marcha o fiscalizar su cumplimiento que
es un instrumento técnico para la planificación de
asentamientos y actividades dentro el territorio de
los municipios
LaLaMesa
MesadedelalaSoja
SojaResponsable
Responsable(RTRS)
(RTRS)
Políticas gubernamentales de gestión ambiental y la
expansión de la soja en Brasil
Aunque entre 2011 y 2014 el volumen de soja
certificada se incrementó en un 68% a nivel global,
el porcentaje certificado con respecto a la
producción total sigue siendo relativamente bajo. Al
2014 Argentina, Brasil y Paraguay contaban son
sólo 427.939 ha certificadas por RTRS, lo que
representaba 1.283.304 toneladas de soja. Esto
significa que menos del 1% de la producción de soja
de la región tiene certificación RTRS. Esto podría
revertirse con un mayor compromiso por parte de
los productores y las principales empresas
compradoras, conjuntamente con normas o
regulaciones de los gobiernos que estimulen dicho
compromiso.
Si bien las políticas públicas en Brasil tienen una
legislación bastante avanzada en términos de
protección del medio ambiente como el Catastro
Ambiental Rural (CAR) y el Plan de Adecuación
Ambiental (PARA) entre otras, los procesos de
regulación e implementación son aun lentos.
La Moratoria de Soja iniciada en el 2006 es un
pacto ambiental realizado entre la Asociación
Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales
(ABIOVE), la Asociación Brasileña de Exportadores
de Cereales (ANEC) y algunas ONG ambientales que
prevé la adopción de medidas para reducir la
deforestación de la Amazonía. Si bien esta medida
ha sido exitosa, se la considera frágil y existe temor
de que los cambios en el nuevo Código Forestal
Brasileño -el principal instrumento de la legislación
ambiental del país-, puedan llegar a incrementar las
tasas de deforestación nuevamente ya que impone
la conservación de un área ubicada dentro de la
propiedad como reserva legal, estableciendo al
menos un 80% para Amazonía y sólo un 20% o 35%
para el Cerrado. Esta moratoria requiere también
ser garantizada y extendida al Cerrado y al Pantanal
para evitar la pérdida de grandes áreas todavía
preservadas.
La Asociación de Soja Responsable (Round Table on
Responsible Soy- RTRS) se destaca como el sistema
de certificación voluntario para la cadena de soja
mas exitoso existente hasta el momento. El objetivo
principal de la RTRS es disminuir los impactos
negativos ambientales y sociales en los países
productores de soja. El estándar de la RTRS no
permite la certificación en áreas transformadas
después del 2009 tanto en bosques nativos,
pastizales y humedales.
Fuente: http://www.responsiblesoy.org
Superficie certificada RTRS en 2014.
Países
Hectáreas certificadas en 2014
Argentina
Brasil
Paraguay
162.156
250.774
15.009
Total
427.939
Fuente: www.responsiblesoy.org
Si bien este sistema de certificación representa una
importante iniciativa, estos mecanismos de
certificación deberían vincularse con otros sistemas
complementarios que permitan avanzar en buenas
prácticas agrícolas y de planificación del uso de la
tierra en áreas críticas, de alta diversidad biológica,
presencia de población rural campesina e indígena
y con fuerte dinámica de ampliación de la frontera
agropecuaria, en lo que podría llamarse como
“paisajes sustentables”. Paisajes donde los sistemas
clásicos de certificación generalmente evitan
involucrarse. Tal como está el sistema en la
actualidad, estas áreas críticas que no pueden
adscribirse a la certificación (por ejemplo, es la
situación de la mayor parte del Gran Chaco),
seguirán siendo transformadas y poco respetadas
socialmente.
Los mercados financieros pueden ayudar a delinear
el futuro de la producción de la soja, dirigiendo las
inversiones de capital hacia producciones
sustentables y no financiando aquellos proyectos
que amenazan las áreas de alto valor para la
conservación. Los inversores en commodities
agrícolas como la soja se están dando cuenta del
hecho de que los riesgos ambientales como el
cambio climático o la pérdida de nutrientes, entre
otros, pueden tener un impacto sobre su
rentabilidad. Los bancos podrían estar proveyendo
mejores condiciones para clientes que cumplan
estándares de certificación creíbles como los del
RTRS incluyendo a toda la cadena de la soja tanto
comercializadores y procesadores, como así
también a los productores.
Ubicación de las fincas y empresas que certifican
RTRS. Fuente RTRS
OBSERVATORIO SOCIO-AMBIENTAL DE LA SOJA
OBSERVATORIO SOCIO-AMBIENTAL DE LA SOJA
(OSAS)
(OSAS)
¿Qué es el OSAS?

Es necesario mantener un sistema de
monitoreo de la expansión de la frontera
agropecuaria y de las medidas y políticas
tendientes a mitigar sus impactos
negativos y potenciar aquellos positivos.
El OSAS es un espacio de diálogo, relevamiento y
análisis de información para facilitar la toma de
decisión por parte de los distintos grupos de interés
relacionados directa o indirectamente con el cultivo
de soja.
¿Quienes forman parte del OSAS?
Las Fundaciones Proyungas y Humedales (Wetlands
International) de Argentina, Instituto Centro de
Vida de Brasil, Probioma de Bolivia y Guyra de
Paraguay.
El OSAS reconoce que:



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
La soja es un elemento muy importante de
la economía de nuestros países y su cultivo
seguirá incrementándose en el futuro
quizás a una tasa de incremento anual
menor pero sin dudas aún importante;
Una correcta expansión futura del área
cultivada deberá vincularse con medidas
igualmente activas de preservación de la
naturaleza en espacios críticos de alta
biodiversidad y el respeto a territorios de
comunidades
locales
(indígenas,
campesinas y criollas);
La expansión de la soja moviliza
territorialmente a otras actividades
productivas
(ganadería,
agricultura)
ampliando en conjunto significativamente
la frontera agropecuaria. Por lo tanto, las
soluciones deberán abarcar a estas otras
producciones también;
El creciente uso de agroquímicos debería
ser evaluado y regulado a la luz de los
costos incrementales y de los riesgos a la
salud humana y el daño creciente a los
ecosistemas;
Los procesos de certificación son un
camino adecuado pero deberán vincularse
con nuevas formas adaptadas a espacios
de fuerte dinamismo en áreas de alta
valoración ambiental y social, generando
opciones donde la expansión de la
frontera agropecuaria incluya acciones
concretas de preservación de la naturaleza
y de solución a problemáticas sociales
acuciantes en el marco de “paisajes
sustentables”;
El OSAS solicita a los países compradores y al sector
privado el compromiso y acciones para un cultivo
de soja más responsable
En octubre de 2014, las organizaciones miembros
del Observatorio Socio-Ambiental de la Soja junto
con otras organizaciones con base en Holanda,
presentaron en La Haya (Holanda), una serie de
recomendaciones dirigidas a los compradores e
intermediarios en la cadena de valor de la soja.
Este “Llamado a la Acción” de la sociedad civil
organizada, solicitó a los gobiernos de los países
compradores de la Unión Europea y en particular a
Holanda, dar un mayor apoyo, a la certificación de
alta calidad como RTRS, extender los criterios de
sostenibilidad a todas las importaciones del agro y
productos básicos de la UE, a una mejora de la
transparencia en las cadenas de valor agrícolas (ya
sea o no certificada), y generar medidas financieras
e incentivos para apoyar con más fuerza la
producción sostenible de agro-commodities.
Este documento está basado en el Reporte del
Observatorio Socio Ambiental de la Soja
http://observatoriosoja.org