LA PRODUCCIÓN DE SOJA La producción de sojaLa El consumo global de la soja esta aumentando por el crecimiento de la población mundial y el consecuente aumento del consumo de carnes. Esto ha determinado una mayor demanda de grano y un aumento creciente de la producción sojera en el mundo. A lo largo de las últimas décadas la soja ha tenido una expansión más grande que cualquier otro cultivo global En los últimos 20 años, el incremento de tierras cultivadas en Latinoamérica paso de 18.4 a 55.6 millones de hectáreas, principalmente a expensas de la conversión directa o indirecta de ecosistemas naturales generando impactos a nivel ambiental y social. A fin de enfrentar los impactos que resultan de la expansión del monocultivo de soja en los países productores, y encontrar soluciones que disminuyan dichos impactos, un grupo de organizaciones no gubernamentales de la región crearon en el año 2013 el Observatorio SocioAmbiental de la Soja (OSAS), con el apoyo del Programa “Ecosystem Alliance” (Comité Holandés de UICN, Wetlands International y Both ENDS). Foto: Fundación ProYungas En el año 2013 la producción mundial de soja alcanzó un total de 276.000.000 toneladas. Los países del Cono Sur de América del Sur (Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay) conforman el bloque sojero de mayor producción y exportación del mundo, con un volumen próximo a las 142.000.000 toneladas en la cosecha 2013. Brasil ocupa la posición de liderazgo a la producción de soja (31%), seguido por Argentina (19%), Paraguay (3%) y en menor medida Bolivia y Uruguay. Aporte de cada país a la producción mundial de soja (Fuente: http://www.fyo.com) 9 Paraguay 3% 2 Bolivia 1% China 5% 49 Argentina 19% USA 34% 82 Brazil 31% Paises miembros del OSAS India 5% Europa 2% Producción (en millones de toneladas) Área de trabajo del OSAS que corresponde a los departamentos o municipios productores de soja en los cuatro países. EL MONOCULTIVO DE SOJA EN EL CONO SUR DE EL MONOCULTIVO DE SOJA EN EL CONO AMÉRICA DEL SUR el 200% mientras que la inflación para el mismo período fue de 76,6%. Debido a la alta rentabilidad de la soja y gracias a las tecnologías que se han desarrollado a su alrededor, este cultivo se fue extendiendo a zonas en las que antes no se hubiera pensado posible la agricultura. En muchas de éstas áreas la expansión de la soja se está dando a expensas del reemplazo de ecosistemas nativos, como los bosques, pastizales y humedales, así como por la sustitución de otras actividades productivas que son de menor rentabilidad. Esto está generando un mayor uso de agroquímicos y amenazando a las comunidades que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia. ElElavance soja promueve el el uso avancedel delmonocultivo monocultivodede soja promueve deusoagroquímicos con consecuencias para de agroquímicos con consecuencias para el el ambiente ambientey ylalasalud saluddedelaslaspersonas personas 2,5 45,0 40,0 2 35,0 30,0 1,5 25,0 20,0 1 15,0 0,5 rendimiento 10,0 Kilos /Hecta rea 5,0 Rendimiento vs importación de agroquímicos en Bolivia 2012-2013 0,0 2011-2012 0 Agroquimicos importados (kg/ ha) En Brasil, la expansión de la soja se dio en perjuicio del cultivo de alimentos básicos (arroz, frijoles y yuca), producidos tradicionalmente por agricultores familiares. Los habitantes de las zonas de producción de soja se ven afectados porque aumentan los costos de intermediación y transporte y por lo tanto, se reduce el acceso a los alimentos frescos como frutas y verduras. Como consecuencia, la población brasileña está pagando precios más altos por estos productos, por ejemplo durante el periodo 2003-2012 el frijol aumentó casi 2010-2011 Superficie cultivada con soja (miles ha) 2009-2010 2012/13 2010/11 2008/09 2006/07 2004/05 2002/03 2000/01 1998/99 1996/97 1994/95 1992/93 1990/91 0 2008-2009 500 0 2007-2008 1000 4000 2006-2007 1500 8000 2005-2006 12000 2004-2005 2000 Bolivia y Paraguay 2500 PARAGUAY 16000 2003-2004 BOLIVIA 2002-2003 3000 BRASIL 20000 En Bolivia el uso de agroquímicos se ha incrementado de manera acelerada en los últimos años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. En el año 2000 se utilizaban 14,69 kilos de agroquímicos por hectárea mientras que en el año 2012 este valor se incrementó a más de 30 kilos por hectárea. Si bien la adopción del paquete tecnológico actual produjo beneficios en el rendimiento del cultivo de soja, es importante remarcar que el rendimiento promedio por hectárea no aumentó en forma acorde al aumento de la importación de agroquímicos. 2001-2002 24000 Argentina y Brasil 3500 ARGENTINA 2000-2001 28000 Foto: RTRS 1999-2000 Entre los años 1993 y 2013 el cultivo de soja en Sudamérica aumentó en forma exponencial alrededor de un 300%. Este incremento fue el resultado de la expansión de la frontera agrícola y del reemplazo de otras actividades productivas en zonas ya transformadas en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. En estos cuatro países la superficie sembrada con soja en la actualidad constituye más del 50% de la superficie total sembrada con los cultivos más importantes, porcentaje que se incrementó notablemente en la última década. En la temporada 2012/2013 estos cuatro países alcanzaron un total de 47 millones de hectáreas cultivadas, siendo Brasil y Argentina los países con mayor tasa de incremento promedio anual El incremento del área cultivada con soja en los países del Cono Sur ha producido la desaparición de la vegetación nativa y por ende, la degradación de los suelos y su consecuente pérdida de fertilidad. Esto ha producido un uso creciente de fertilizantes para compensar dicha situación, que sumado al uso de otros agroquímicos como pesticidas y herbicidas, está resultando en eventos de contaminación de agua y suelos y acarreando problemas de salud en las poblaciones que habitan el área de influencia de las áreas de cultivo. Rendimiento (tn/ha) SUR DE AMÉRICA DEL SUR IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS DEL MONOCULTIVO DE SOJA DEL MONOCULTIVO DE SOJA La expansión del monocultivo de soja es el principal motor de la degradación y pérdida de ecosistemas nativos como bosques, humedales y pastizales, provocando a su vez la pérdida de importantes bienes y servicios ecosistémicos para el bienestar humano y el desarrollo sustentable. El aumento del cultivo de soja ha generado impactos ambientales y sociales en los países productores, tales como deforestación, degradación de suelos, drenaje y relleno de humedales, contaminación acuática por uso inadecuado de agroquímicos, conflictos en la tenencia de la tierra y pérdida de puestos de trabajo. Estos impactos están afectando los bosques de la Amazonía y el Cerrado en Brasil, el Bosque Atlántico, el Bosque Chiquitano en Bolivia y la región del Gran Chaco en Argentina, Bolivia y Paraguay, así como ecosistemas de humedales como el Delta del Paraná en Argentina y el Pantanal en Brasil. El Gran Chaco Americano El Gran Chaco Americano es una de las regiones boscosas más extensa de Sudamérica junto a la Amazonía y al Cerrado. Abarca alrededor de 1 millón de km², compartidos por Argentina (que comprende el 60% de su extensión), Bolivia y Paraguay. Actualmente el 15% de la región ha sido transformada para producción agrícola y ganadera, mostrando los índices más rápidos de conversión del mundo, con medio millón de hectáreas desmontadas entre 2010 y 2012 por la expansión de la agricultura mayormente impulsada por la soja. Foto: Rubén Quintana Deforestación Deforestación En las últimas décadas millones de hectáreas de bosques fueron degradadas y convertidas para el cultivo de soja a medida que la producción se fue expandiendo. Está situación no solo incluye la pérdida de ecosistemas nativos sino también de los bienes y servicios ecosistémicos que estos proveen, amenazando la forma de vida de pueblos originarios que dependen de los bosques como medio de subsistencia. Asimismo, la producción de soja a escala industrial requiere un gran desarrollo de infraestructura, lo cual contribuye a aumentar el impacto. La construcción de caminos es a la vez una repuesta y en algunos casos un estímulo para la producción de soja. Por ejemplo, la red vial en el Cerrado fue el estímulo para la deforestación de una gran parte de dicha ecorregión. Distribución de las áreas transformadas en el Gran Chaco en relación a las áreas protegidas y áreas prioritarias de conservación.Fuentes: The Nature Conservancy 2005; Fundación ProYungas 2012 En el caso de Paraguay, si bien la Ley de Deforestación Cero para proteger a los remanentes del Bosque Atlántico en la región oriental logró disminuir en un 85% el índice de deforestación, la presión se redirigió hacia los bosques de la región occidental o Chaco Paraguayo (Departamentos Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes), la cual posee actualmente el índice de deforestación más alto del mundo. En 1990 esta región con aproximadamente 24 millones de ha, tenía una cobertura boscosa de casi 16 millones de ha, la cual disminuyó a 11 millones de ha en el año 2013. depende de la preservación del Cerrado en la Cuenca Alta del Río Paraguay, donde se encuentran las cabeceras de los ríos que forman tan importante bioma. Alrededor del 10% de la superficie plantada con soja en Brasil se encuentran en esta región de nacientes. Cobertura de bosques año 1990 (A) y 2013 (B). Deforestación acumulada en 23 años en los departamentos de Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes en Gran Chaco Paraguayo. Fuente: The Global Land Cover Facility (2006), Forest Cover Change in Paraguay, Version 1.0 University of Maryland Institute for Advanced Computer Studies, College Park, Maryland, 1990-200 En la región del Chaco Argentino, la expansión agrícola, y la producción de soja en particular, es la causa principal de la deforestación. Entre los años 1987 y 2010, 60 millones hectáreas de bosques fueron convertidos a la agricultura. Una demanda creciente del mercado junto con innovaciones como las semillas genéticamente modificadas, la labranza cero y otros cambios tecnológicos han hecho que el cultivo sea más viable en aéreas más secas y tradicionalmente menos productivas como las provincias de la región semiárida del centro del país (Salta, Chaco, Santiago, Formosa y Tucumán). Estas áreas de expansión de la frontera agropecuaria presentan un aumento conjunto del cultivo de soja y de la ganadería que va acompañado de una elevada tasa de deforestación. Esto implica en total unas 3.700.000 hectáreas que representan aproximadamente el 8% de la superficie de las provincias. En la provincia de Salta tanto la superficie sembrada con soja como el número de cabezas de ganado aumentó cerca de un 50% entre 2002 y 2012. Esto coincidió con la deforestación de unas 900.000 hectáreas en el mismo periodo, lo que representa aproximadamente el 10% de la superficie de bosques de la provincia. La Amazonía y el Cerrado En Brasil el cultivo de la soja es el principal cultivo agrícola responsable de la deforestación. En las últimas décadas el Cerrado ha sido el bioma más devastado. Esto afecta también al Pantanal que La Moratoria sobre la Soja cultivada en tierras desmontadas de la selva amazónica ha resultado en una fuerte declinación de los impactos directos. Nuevos controles legales como la aplicación de restricciones de acceso al crédito e intervenciones en la cadena de suministro de la soja y de la carne también han contribuido a la disminución del 70 % de la tasa de deforestación. Además de la conversión directa de la selva amazónica a soja, mucha de la expansión de la soja ahora ocurre en tierras previamente usadas para ganadería. Un efecto secundario de estas iniciativas ha sido el de alentar la expansión de soja en otros ecosistemas naturales, particularmente en el Cerrado brasileño, que concentra la mayor producción y mayor tasa de crecimiento del cultivo de soja. En el Cerrado la cosecha de soja en el periodo 2002/2003 fue de 1.4 millones de hectáreas, mientras que en 2012/2013 fue de 2.9 millones de hectáreas, lo que representa un aumento del 107%. Producción de soja (en toneladas) en la región del Cerrado en Brasil en 2014 (solo de los municipios que producen más de 5000 toneladas) Pérdiday ydegradación degradacióndedehumedales humedales Pérdida En muchos lugares el cultivo de soja se realiza a expensas del drenaje de humedales mediante obras de infraestructura que generan cambios en el patrón hidrológico y resultan en la degradación del ecosistema y en su transformación en un ambiente terrestre apto para la agricultura. La pérdida de bienes y servicios ecosistémicos por degradación y transformación de humedales, esta afectando no solo la provisión de agua pura y la capacidad de los ecosistemas de regular los efectos del cambio climático, sino que también están aumentando la emisión de gases de efecto invernadero y los riesgos de inundaciones y sequías. Por otro lado el uso no responsable de agroquímicos en áreas de humedales puede conducir a la contaminación del agua. Bañados del Río Saladillo y humedales del sudeste de Córdoba En el pasado el sureste de la provincia de Córdoba (Argentina) se caracterizaba por la abundancia de lagunas, donde la actividad económica predominante era la lechería. A partir del año 2000 comenzó un proceso de construcción de canalizaciones artificiales a gran escala, orientado a drenar los humedales. Este proceso resultó en la pérdida de un 12% de las lagunas originales, lo que supone una reducción del 14,7% de la zona inundada, y en algunos sectores la pérdida de humedales alcanzó un 42 % de su superficie original. Un caso emblemático son los Bañados del Río Saladillo, uno de los sitios de mayor biodiversidad de la provincia, donde se perdió el 69% de la superficie de humedales y el 19,6% de las lagunas. Este proceso llevó a la pérdida de la conectividad original de los bañados y a la reducción de la riqueza y abundancia de especies, junto con impactos indirectos como la salinización de campos. Vista aérea actual de los Bañados del río Saladillo. Se observa indicios del gran bañado que fue y el proceso de desecación producido por las canalizaciones. A su vez, se observan algunos sectores que ya están siendo cultivados (Foto: P. Brandolin). Delta del Paraná En años recientes y como resultado del avance de la soja, una parte importante del stock ganadero de las pampas fue desplazado hacia zonas de humedales como la región del Delta del Paraná, particularmente sus porciones media y superior. Esto implicó cambios en la modalidad de producción, con la construcción de más de 33.000 ha de diques y terraplenes y la obstrucción de cursos de agua realizados con el fin de facilitar la circulación y evitar el ingreso de agua al interior de los campos, con la consiguiente alteración del régimen hidrológico. La situación anteriormente descripta dio como resultado un incremento notable en el número de cabezas presentes en las islas, pasando de unas 160.000 a 1.500.000 entre 1997 y 2007. Este aumento significativo en la carga ganadera trajo aparejado los consiguientes efectos de sobre-pastoreo, erosión de suelos y contaminación biológica y química de los cuerpos de agua, conjuntamente con prácticas de manejo del fuego irresponsables que, sumadas a las condiciones de sequía y aguas bajas imperantes en 2008, produjeron incendios de intensidad y extensión significativas que quemaron 207.000 ha del Delta. La superficie quemada representa el 11% de la región. En muchos sitios el fuego afectó en forma significativa las capas superficiales del suelo promoviendo una pérdida sustancial de Carbono y Nitrógeno. Se estimó que volver a almacenar el Carbono emitido como dióxido de Carbono por los incendios, demoraría aproximadamente unos 11 años. Contaminación acuática En zonas con cultivo intensivo de soja, los humedales se ven afectados directamente por el uso de agroquímicos, siendo la escorrentía una de las principales fuentes de contaminación no puntual de los cursos de agua. Durante la etapa de aplicación de agroquímicos, los herbicidas y plaguicidas son transportados por las lluvias a zonas aguas abajo, acumulándose en los humedales. En algunos predios dentro de la principal zona de cultivo de soja de Argentina, se ha comprobado la presencia de plaguicidas de alta toxicidad como el Clorpirifós, Cipermetrina y Endosulfán, tanto en sedimentos, partículas en suspensión y en el agua, muchas veces excediendo los criterios de calidad de agua aceptados internacionalmente e indicando un riesgo agudo para la biota acuática. El uso de herbicidas como el Glifosato también afecta a los organismos acuáticos y a la calidad del agua, modificando la estructura y la funcionalidad de los humedales. Tenenciadedelalatierra tierray consecuencias y consecuenciassociales sociales Tenencia 24% La magnitud que tiene la expansión del cultivo de soja en América del Sur presenta cambios en el uso y tenencia de la tierra con importantes consecuencias sociales. Por un lado, en algunas regiones, grandes empresas adquirieron tierras de bosques ilegalmente o por medio del desalojo de las comunidades locales, que a menudo no tienen títulos de propiedad y tienen poca oportunidad de reclamar sus derechos sobre la tierra. Por otro, la expansión de la soja promueve la concentración de la tierra en manos de grandes corporaciones, lo cual pone a los pequeños productores en desventaja y afecta también los derechos indígenas y a las comunidades locales que dependen del suelo y del agua para su subsistencia. La mayor parte del cultivo de soja se produce a gran escala y es llevado a cabo por empresas de agronegocios orientadas a mercados globales. En algunos casos sus propiedades trascienden las fronteras de los países, como por ejemplo algunas propiedades alquiladas por productores brasileños en el Chaco Paraguayo. En la última década los agronegocios globales han adquirido y concentrado una superficie de 120 millones de has en Bolivia a una tasa de 200.000 ha cada seis días En Bolivia, el cultivo de soja se concentra particularmente en el Departamento de Santa Cruz de la Sierra, donde pasó de representar el 37% de la superficie cultivada en el año 1991 al 52% en el año 2013. El tamaño de los campos varía de grandes fincas corporativas de 500 – 5.000 ha a minifundios de 40-100 ha. El crecimiento acelerado del negocio de la soja ha permitido un proceso de concentración de la tierra, donde más de la mitad de la superficie cultivable está en manos de sólo un 3% de grandes productores, mientras que un 84% de pequeños productores cultiva sólo el 24% de la superficie. Producción (1.000 tn) Producción 1.800 Empleos 1.600 50.000 1.400 40.000 1.200 1.000 30.000 800 20.000 600 400 10.000 200 0 0 1985 1996 2006 Empleos (1.000) Producción de soja vs. empleos en Brasil (Fuente: IBGE) 60.000 21% 56% 84% 13% 3% Pequeños Medianos Numero de productores Grandes Superficie Cultivada Distribución de pequeños (0-50 ha), medianos (50 a 500 ha) y grandes productores (> 500 ha) en el depto. de Santa Cruz, Bolivia en el año 2010. Fuentes: Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) (Bolivia). En Brasil la expansión de la soja se dio predominantemente en grandes propiedades y con tendencia a la concentración. Mientras la producción de soja subía de 18.3 a 52.5 millones de toneladas entre 1985 y 2006, los censos agropecuarios de estos mismos períodos indicaban que el total de empleados en la actividad había bajado de 1.694.000 a 419.000 en todo Brasil. Por otro lado, una nueva legislación, favoreció la exportación de granos sin procesamiento, en detrimento de los productos procesados. Esto llevó al país a tener, además de pérdidas significativas de divisas de exportación, pérdidas en la generación de empleos y en el procesamiento de la soja, con la innecesaria incorporación de nuevas áreas de siembra para obtener los mismos ingresos, lo que profundizó la especialización del país como exportador de recursos naturales. En Argentina, casi toda la soja es cultivada por grandes y medianos productores con un mínimo de 150 ha. El impacto social del sistema de producción de soja fue más brusco en la región semiárida del noroeste y centro del país, donde predominaban los pequeños productores con economías de subsistencia con un fuerte apoyo en la recolección de leña y uso del bosque para ganadería extensiva, los cuales se vieron afectados por la deforestación HACIA UN CULTIVO DE SOJA MÁS HACIA UN CULTIVO DERESPONSABLE SOJA MÁS RESPONSABLE El aumento creciente de la población mundial y el aumento del consumo per cápita de carnes implicarán sin duda una mayor demanda de este cultivo. Proyecciones recientes de la FAO indican un aumento de 515 millones de toneladas de soja para el año 2050. Esta perspectiva indica que es fundamental generar recursos y herramientas para desarrollar una producción de soja ambientalmente responsable. Si bien actualmente existen algunos esfuerzos basados en políticas gubernamentales como el ordenamiento territorial y algunas intenciones por parte de los países compradores y grandes inversores para facilitar la producción sojera conservando la biodiversidad y los ecosistemas nativos esto no es aun suficiente. Para avanzar hacia un monocultivo responsable de soja se necesitan políticas eficaces con criterios adecuados de sustentabilidad y control del cumplimiento de las mismas. También es importante la adopción de “buenas prácticas agrícolas” por parte de los productores, incorporando el componente ambiental en todos su espectro y sobre la base del reconocimiento de la importancia de preservar un medio ambiente sano. Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos en Argentina En el año 2007 se sancionó la Ley Nacional de Presupuestos Mínimos de Protección de los Bosques Nativos de Argentina. Esto implicó la puesta en marcha de planes de ordenamiento territorial en las distintas provincias con superficies boscosas, con el objetivo de zonificar los bosques a proteger (Categoría I rojo), bosques que podrán ser manejados sustentablemente (Categoría II amarilla) y bosques que podrán ser convertidos para otras actividades diferentes a la forestal (Categoría III verde). Ordenamiento ambiental territorial Ordenamiento ambiental territorial El ordenamiento ambiental del territorio (OAT) es una herramienta clave para restringir la expansión del cultivo de soja, evitando su avance en áreas de alto valor para la conservación de la biodiversidad, como los macrosistemas de humedales, los bosques y los pastizales nativos. Los procesos de ordenamiento territorial pueden equilibrar estratégicamente los distintos usos de la tierra con la conservación de ambientes naturales identificando áreas permitidas y no permitidas para el cultivo de soja, áreas aptas para producción (tierras degradadas y pasturas de bajo rendimiento) y áreas de alto valor para la conservación que deberían ser protegidas del desarrollo. Si bien los países productores del Cono Sur de Sudamérica han introducido algunas políticas y legislación para regular y reducir la pérdida de bosques nativos, no han sido muy efectivas y en algunos casos han desplazado la deforestación a otras áreas geográficas, como son los casos de la Moratoria de Soja en la Amazonia de Brasil o Deforestación Cero en la región oriental del Paraguay. Mosaico de OAT de las distintas provincias del Chaco argentino. Fuente: SAyDS. Los ordenamientos territoriales provinciales tienen por objetivo mantener entre el un 70% y 90% de los bosques nativos en las categorías rojo y amarillo. Desde que la ley entró en vigencia la tasa de deforestación ha disminuido en promedio un 20%. Pero esta cifra es aún baja y los bosques todavía están siendo desmontados en zonas prohibidas según los ordenamientos provinciales. Claramente, todavía la ley no está siendo aplicada eficazmente y su implementación está sub-financiada. El Fondo Forestal de Compensación fue creado como un incentivo para la conservación del bosque a través de un sistema de pagos por los servicios de ecosistemas, pero su implementación todavía es incompleta, con solamente el 10% de los fondos asignados respecto del nivel requerido por la legislación. En Bolivia se han elaborado leyes muy avanzadas en cuanto a la planificación del territorio como los Planes Municipales de Ordenamiento Territorial (PMOT) entre otros. Sin embargo, la debilidad institucional hace que estas leyes no se implementen o que su implementación sea parcial o limitada. Además, en muchos casos, no se cuenta con los recursos financieros necesarios para ponerla en marcha o fiscalizar su cumplimiento que es un instrumento técnico para la planificación de asentamientos y actividades dentro el territorio de los municipios LaLaMesa MesadedelalaSoja SojaResponsable Responsable(RTRS) (RTRS) Políticas gubernamentales de gestión ambiental y la expansión de la soja en Brasil Aunque entre 2011 y 2014 el volumen de soja certificada se incrementó en un 68% a nivel global, el porcentaje certificado con respecto a la producción total sigue siendo relativamente bajo. Al 2014 Argentina, Brasil y Paraguay contaban son sólo 427.939 ha certificadas por RTRS, lo que representaba 1.283.304 toneladas de soja. Esto significa que menos del 1% de la producción de soja de la región tiene certificación RTRS. Esto podría revertirse con un mayor compromiso por parte de los productores y las principales empresas compradoras, conjuntamente con normas o regulaciones de los gobiernos que estimulen dicho compromiso. Si bien las políticas públicas en Brasil tienen una legislación bastante avanzada en términos de protección del medio ambiente como el Catastro Ambiental Rural (CAR) y el Plan de Adecuación Ambiental (PARA) entre otras, los procesos de regulación e implementación son aun lentos. La Moratoria de Soja iniciada en el 2006 es un pacto ambiental realizado entre la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (ABIOVE), la Asociación Brasileña de Exportadores de Cereales (ANEC) y algunas ONG ambientales que prevé la adopción de medidas para reducir la deforestación de la Amazonía. Si bien esta medida ha sido exitosa, se la considera frágil y existe temor de que los cambios en el nuevo Código Forestal Brasileño -el principal instrumento de la legislación ambiental del país-, puedan llegar a incrementar las tasas de deforestación nuevamente ya que impone la conservación de un área ubicada dentro de la propiedad como reserva legal, estableciendo al menos un 80% para Amazonía y sólo un 20% o 35% para el Cerrado. Esta moratoria requiere también ser garantizada y extendida al Cerrado y al Pantanal para evitar la pérdida de grandes áreas todavía preservadas. La Asociación de Soja Responsable (Round Table on Responsible Soy- RTRS) se destaca como el sistema de certificación voluntario para la cadena de soja mas exitoso existente hasta el momento. El objetivo principal de la RTRS es disminuir los impactos negativos ambientales y sociales en los países productores de soja. El estándar de la RTRS no permite la certificación en áreas transformadas después del 2009 tanto en bosques nativos, pastizales y humedales. Fuente: http://www.responsiblesoy.org Superficie certificada RTRS en 2014. Países Hectáreas certificadas en 2014 Argentina Brasil Paraguay 162.156 250.774 15.009 Total 427.939 Fuente: www.responsiblesoy.org Si bien este sistema de certificación representa una importante iniciativa, estos mecanismos de certificación deberían vincularse con otros sistemas complementarios que permitan avanzar en buenas prácticas agrícolas y de planificación del uso de la tierra en áreas críticas, de alta diversidad biológica, presencia de población rural campesina e indígena y con fuerte dinámica de ampliación de la frontera agropecuaria, en lo que podría llamarse como “paisajes sustentables”. Paisajes donde los sistemas clásicos de certificación generalmente evitan involucrarse. Tal como está el sistema en la actualidad, estas áreas críticas que no pueden adscribirse a la certificación (por ejemplo, es la situación de la mayor parte del Gran Chaco), seguirán siendo transformadas y poco respetadas socialmente. Los mercados financieros pueden ayudar a delinear el futuro de la producción de la soja, dirigiendo las inversiones de capital hacia producciones sustentables y no financiando aquellos proyectos que amenazan las áreas de alto valor para la conservación. Los inversores en commodities agrícolas como la soja se están dando cuenta del hecho de que los riesgos ambientales como el cambio climático o la pérdida de nutrientes, entre otros, pueden tener un impacto sobre su rentabilidad. Los bancos podrían estar proveyendo mejores condiciones para clientes que cumplan estándares de certificación creíbles como los del RTRS incluyendo a toda la cadena de la soja tanto comercializadores y procesadores, como así también a los productores. Ubicación de las fincas y empresas que certifican RTRS. Fuente RTRS OBSERVATORIO SOCIO-AMBIENTAL DE LA SOJA OBSERVATORIO SOCIO-AMBIENTAL DE LA SOJA (OSAS) (OSAS) ¿Qué es el OSAS? Es necesario mantener un sistema de monitoreo de la expansión de la frontera agropecuaria y de las medidas y políticas tendientes a mitigar sus impactos negativos y potenciar aquellos positivos. El OSAS es un espacio de diálogo, relevamiento y análisis de información para facilitar la toma de decisión por parte de los distintos grupos de interés relacionados directa o indirectamente con el cultivo de soja. ¿Quienes forman parte del OSAS? Las Fundaciones Proyungas y Humedales (Wetlands International) de Argentina, Instituto Centro de Vida de Brasil, Probioma de Bolivia y Guyra de Paraguay. El OSAS reconoce que: La soja es un elemento muy importante de la economía de nuestros países y su cultivo seguirá incrementándose en el futuro quizás a una tasa de incremento anual menor pero sin dudas aún importante; Una correcta expansión futura del área cultivada deberá vincularse con medidas igualmente activas de preservación de la naturaleza en espacios críticos de alta biodiversidad y el respeto a territorios de comunidades locales (indígenas, campesinas y criollas); La expansión de la soja moviliza territorialmente a otras actividades productivas (ganadería, agricultura) ampliando en conjunto significativamente la frontera agropecuaria. Por lo tanto, las soluciones deberán abarcar a estas otras producciones también; El creciente uso de agroquímicos debería ser evaluado y regulado a la luz de los costos incrementales y de los riesgos a la salud humana y el daño creciente a los ecosistemas; Los procesos de certificación son un camino adecuado pero deberán vincularse con nuevas formas adaptadas a espacios de fuerte dinamismo en áreas de alta valoración ambiental y social, generando opciones donde la expansión de la frontera agropecuaria incluya acciones concretas de preservación de la naturaleza y de solución a problemáticas sociales acuciantes en el marco de “paisajes sustentables”; El OSAS solicita a los países compradores y al sector privado el compromiso y acciones para un cultivo de soja más responsable En octubre de 2014, las organizaciones miembros del Observatorio Socio-Ambiental de la Soja junto con otras organizaciones con base en Holanda, presentaron en La Haya (Holanda), una serie de recomendaciones dirigidas a los compradores e intermediarios en la cadena de valor de la soja. Este “Llamado a la Acción” de la sociedad civil organizada, solicitó a los gobiernos de los países compradores de la Unión Europea y en particular a Holanda, dar un mayor apoyo, a la certificación de alta calidad como RTRS, extender los criterios de sostenibilidad a todas las importaciones del agro y productos básicos de la UE, a una mejora de la transparencia en las cadenas de valor agrícolas (ya sea o no certificada), y generar medidas financieras e incentivos para apoyar con más fuerza la producción sostenible de agro-commodities. Este documento está basado en el Reporte del Observatorio Socio Ambiental de la Soja http://observatoriosoja.org
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