a) Pedir LUZ y gracia para descubrir las señales y la acción de Dios en este día. b) AGRADECER los dones del día: Hago un repaso de lo vivido en el día: actividades, experiencias, encuentros, trabajos, etc. Le doy gracias por todo lo vivido y pienso en qué momentos sentí una mayor cercanía con Jesús. c) RECONOCER fallas (lo que sentí, lo que hice, lo que pensé). Pienso cuál fue mi respuesta a esas invitaciones y le pido perdón por mis fallas y omisiones, porque muchas veces me quedo a la mitad del camino. d) Si hubo fallas graves, hacer una oración de PERDÓN. Pido perdón a quienes hoy ofendí. Doy mi perdón a quienes me lastimaron. Me doy a mí mismo el perdón que Jesús me regala. e) Hacer un PROPÓSITO para cumplir al día siguiente, con su gracia. Renuevo mi amistad y mi deseo de amar y servir: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo” (Jn 21,17). Le pido la bendición a María. ¿CÓMO DISCERNIR ESPÍRITUS? El discernimiento es simplemente “dejarse llevar” por el Espíritu Santo. El discernimiento es descubrir la fuerza de Dios (dinamismo de integración) y del Mal (dinamismo de desintegración) en cada uno de nosotros. Discernir NO es escoger entre el bien y el mal, para esto ya están los mandamientos... o el sentido común, sino elegir siempre entre DOS OPCIONES BUENAS. El bien mayor se mide con las BIENAVENTURANZAS: humildad, confianza, solidaridad, paciencia, amor, etc. El discernimiento no es para deducir la Voluntad de Dios sino para dar una RESPUESTA PERSONAL a los llamamientos del Evangelio, del Reino de Dios. DINÁMICAS INTERNAS: El Buen Espíritu es una dinámica de humanización. El Mal Espíritu es una dinámica de deshumanización. Los impulsos que surgen del Buen Espíritu los denominamos “MOCIONES” y con ello significamos todo lo que lleva hacia el Señor y su Reino. Por el contrario, denominamos “TRETA” todo aquello que nos orienta en sentido opuesto a Dios. Estados Espirituales La CONSOLACIÓN: es un estado de ánimo que me saca de mí mismo, me impulsa a buscar el amor y la justicia junto con otros; me deja alegría duradera y fuerza para enfrentar las dificultades. La DESOLACIÓN (sin sol) me centra en mí mismo. Tiene alegrías efímeras. La desolación es todo lo contrario a la consolación: oscuridad interior, turbación, superficialidad, tibieza, etc. ¿Qué hacer ante la Desolación? La desolación puede ser una prueba de Dios: por ser negligentes o tibios en la vida del espíritu; para probarnos para saber cuánto somos sin tanto consuelo espiritual; para que comprendamos que todo es GRACIA, y lo recibido es un regalo. Cuando proviene del Mal Espíritu: No debemos hacer mudanza de los propósitos anteriores. Por el contrario, tener paciencia y confianza en el Señor que va venciendo el mal. Táctica defensiva oriental: aprovechar el ataque del enemigo no deteniéndolo, sino haciendo que caiga por su propia dinámica. Y utilizando la información que me trajo (sobre mis debilidades) para integrarlo y comenzar a cambiar. El enemigo ataca siempre mis heridas; es una ocasión de ver cuáles son para ofrecerlas al Señor. PROCESOS ESP. Época 0: De mal en peor bajando. Andamos mal. Descarriados. Mal Espíritu Placeres aparentes, “alegría desbordante” (sentimiento). Centrados en nosotros mismos. Buen Espíritu Tristeza, remordimiento de conciencia, vergüenza no acercarnos a Dios (razón). Primera Época: De bien en mejor subiendo. Vamos mejorando en Gracia de Dios. Tristeza, desánimo, vaciedad (sentimiento). Consolación: ánimo y deseos de reparar el daño, conduce a lo importante en la vida (razón) Segunda Época: En seguimiento a Jesús pobre y humilde. Bienaventuranzas. Fervores indiscretos Falsas razones Falsas consolaciones Miedos infundados Indiferencia (razón) Consolación: deseos de seguir a Jesús pobre y humilde (sentimiento). Mayor simpleza de corazón. NO BUSCAMOS LA CONSOLACIÓN SINO AL SEÑOR DE LAS CONSOLACIONES (ESPÍRITU SANTO) EJERCICIOS ESPIRITUALES (EE) DE SAN IGNACIO EL DISCERNIMIENTO: Quienes desean aplicar ¿CÓMO SABER SI ES DIOS O SON SÓLO MIS PENSAMIENTOS? Las claves son: ¿A dónde me lleva? ¿El inicio, medio y fin es todo bueno o hay algo sospechoso? el discernimiento en sus vidas se encuentran con el engaño de creer que el discernimiento es para sentirse bien, haciendo frente a todo aquello que les deja en la intranquilidad. El objetivo del discernimiento es para VIVIR CON MAYOR PLENITUD el “Seguimiento de Jesús”. Discernimos para tomar buenas y sanas DECISIONES. LA PETICIÓN: La principal petición de los “EE” Ignacianos es “Conocimiento interno de Jesús para más amarlo y seguirlo”. Dios siempre deja señales claras: una honda paz interior, hay crecimiento espiritual, aumenta nuestro sentido de vida, apertura, fraternidad, etc. La Falsa consolación es una alegría deslumbrante que confunde, se engancha en mecanismos de defensa, en ideales exagerados y/o fervores indiscretos. Me convierte en juez de los demás y apaga la misericordia. Los Frutos más significativos que entrega la consolación en los diferentes procesos espirituales son (los tiempos son vitales no temporales: maduración espiritual): Principio y Fundamento: tener claridad de lo realmente importante en la vida, lograr indiferencia ante las cosas creadas y libertad para que el trabaje Espíritu en nosotros. Primera Semana: experimentar el perdón y la misericordia, sentirnos profundamente amados por Dios. Segunda Semana: sentirnos llamados a construir nuestra historia, un deseo de seguir a Jesús y colaborar con el Reinado de Dios. Tercera Semana: sentir dolor y deseos de acompañar a Jesús Crucificado ayer y hoy, ser compañero de Jesús en la Pasión del mundo. Cuarta Semana: sentirnos resucitados, confirmados y enviados para la misión. Vivir en compañía (comunión) con Jesús que sigue a mi lado. La confirmación es la consolación que capacita para ponerse al lado de los necesitados, allí donde está Jesús. Por medio de la oración nos ponemos en contacto con Jesús para mirar, escuchar, tocar y sentir sus palabras, gestos, risas, tristezas y esperanzas. Se trata de que los SENTIDOS se dejen afectar por la PERSONA de Jesús, conocerlo desde el CORAZÓN, enamorarnos de su persona para que su MODO DE PROCEDER sea nuestro modo de proceder. ORACIÓN IGNACIANA: consiste en afinar nuestros sentidos para descubrir y experimentar el amor de Dios. Es un abrir los ojos y el corazón para “aprender a ver lo que no vemos” y “construir otra forma de sentir” (GRATUIDAD). Algunas características de la oración ignaciana: Una actitud contemplativa que me permite estar atento a los deseos que produce en mi interior la realidad cotidiana. Hallar a Dios en todas las cosas. Dejarme sorprender por los rostros, los paisajes, los abrazos, la injusticia, la pobreza, las flores y las espinas de mi vida, etc. Ordenar los afectos para buscar y hallar la voluntad de Dios. EXAMEN DE CONCIENCIA: es la herramienta que me ayuda a tomar conciencia (sentir en mi CORAZÓN) de las invitaciones que Dios origina a través de diálogos, actividades, paisajes, abrazos y problemas que tenemos día a día. Me ayuda a desarrollar una sensibilidad cotidiana que me permite experimentar el amor de Dios y los deseos que nos conducen a una vida más encarnada. El examen de conciencia es “VER con ojos de fe” cómo me fue en el día. NO es un momento para juzgar mis actos, sino para tomar conciencia de mis actos. LOS PASOS DEL EXAMEN COTIDIANO SON LOS SIGUIENTES
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