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PREVENCIÓN DEL MERCADO INFORMAL
La falsificación (marcas) o adulterio (contenido) de productos afecta a
casi todos los mercados, desde bolsas hasta perfumes, engañando al
consumidor dándole un producto que no cumple con las expectativas de
calidad.
A pesar de los esfuerzos que se realizan por mantener un control en las
bebidas alcohólicas, como las normas y leyes que lo tipifican como delito
grave, las bebidas dentro del mercado informal siguen siendo una
amenaza para los consumidores porque carecen de controles sanitarios y
de calidad, generan pérdidas económicas y de empleo a la industria
formal.
Esta práctica ilícita se ve reflejada de 3 maneras:
Mercado Formal al Mercado Informal (Contrabando):
Robo, Evasión de impuestos en la importación y/o comercialización ilegal.
Esto puede ser técnico (falsificando los documentos que avalan las
importaciones) o bronco (importando sin registro de procedencia).
Mercado Informal al Mercado Formal (Adulteración o Falsificación):
La adulteración se refiere a la modificación del contenido de una botella y
se consigue a través de la adición de
compuestos químicos como el alcohol metílico, gravemente perjudicial
para el ser humano y de muy bajo costo. La Falsificación se refiere a la
modificación del contenido pero siendo el envase del líquido una marca
registrada reconocida.
PREVENCIÓN DEL MERCADO INFORMAL
Mercado Informal al Mercado Informal (Bebidas artesanales):
Son productos que no son elaborados por algún fabricante certificado por
lo que se les llama productores domésticos que representan gran parte
de la ingesta de alcohol en varias regiones. Para esto se recomienda que
los consumidores se aseguren que los envases tengan todos los sellos,
membretes y que no estén rotos ni alterados. Adicional se recomienda
destruir las botellas vacías, ya que estas representan el principal activo
del mercado informal.
Según la PROFECO el mercado informal representa entre el 40% y el 45%
del total de las bebidas consumidas en México. Y de acuerdo a los
estudios realizados por Global Mind en México operan ocho millones de
establecimientos en la economía informal, una cuarta parte de estos se
dedican a la producción y venta de bebidas que no pagan impuestos.
La desinformación y las mafias detrás de estas prácticas ilícitas son
nuestros peores enemigos.