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DIETA DE CALIDAD
Cómo funciona un patio de comidas
El balance entre fibra, proteína y energía es clave para la alimentación en sistemas ganaderos intensivos. Con el uso de patios de comidas y
un correcto manejo en la elaboración y suministro de una dieta con ración totalmente mezclada (TMR), el INTA promueve tecnologías para
lograr una buena nutrición y aumentar la eficiencia productiva.
ACOPIO DE FORRAJES Y MATERIA SECA
ELABORACIÓN DE LA DIETA BALANCEADA
El objetivo de un patio de comidas es optimizar la elaboración de una dieta balanceada. Así se
reducen los tiempos operativos y las pérdidas durante el almacenaje y suministro.
Los mixers se utilizan para elaborar raciones totalmente mezcladas (TMR) y combinan cantidades
controladas de ingredientes en una mezcla homogénea.
SILOS BOLSA
Pastura, grano de maíz
molido, hearlaje
-espigas de maíz-, heno
picado, etc.
BUENAS PRÁCTICAS DE ALMACENAJE
Con la mayor industrialización de granos en
el lugar de origen, los forrajes tradicionales
sumaron nuevos ingredientes, por ejemplo
la burlanda, expeller, harinas, etc.
SILO TORTA
DE MAÍZ O SORGO
EL MIXER
Existen dos sistemas: de mezcla horizontal y de
mezcla vertical. Es recomendable que cuente con:
Se diseña para extraer de la
cara expuesta el consumo
diario, en una capa de
entre 30 y 40 cm.
Balanza electrónica, con señal acústica o visual.
Computadora con memoria de raciones e ingredientes.
Transmisión remota de datos en tiempo real.
El manejo adecuado de cada ingrediente,
con técnicas y herramientas específicas,
mejora sustancialmente la rentabilidad.
Los ingredientes deben ser volcados en el mixer en
cantidades exactas y en un orden determinado:
1
2
3
4
5
6
7
8
PÉRDIDA DE
MATERIA SECA
Los ingredientes de la
dieta deben ubicarse
equidistantes a la
rampa de mezclado.
Más del
40%
Se
alg milla
odó
n
se produce durante la
apertura del silo y el
suministro.
Exp
elle
r
Glu
ten
Estibar en filas
orientadas de
norte a sur,
lejos de los
árboles.
Heno y henolaje.
Silajes de pastura y/o sorgo forrajero.
Semilla de algodón, cáscaras, vainas, marlos, etc.
Silaje de maíz o sorgos graníferos.
Granos húmedos, gluten feeds, hez de malta, etc.
Granos secos partidos.
Minerales, vitaminas y aditivos.
Ingredientes líquidos.
Bu
rlan
da
MIXER HORIZONTAL
La elección de tipo de mixer
depende de los ingredientes
usados en el establecimiento.
Min
era
les
PALAS Y
EXTRACTORES
Con complementos
específicos para
facilitar la carga.
Se deben
cubrir y
colocar sobre
palets o
postes.
CISTERNA
Se agrega agua
hasta obtener el nivel
óptimo de humedad.
RAMPA
BOXES*
De recarga
semanal.
Ha
rina
s
LÍNEAS DE
ROLLOS
Año XIII # 152 / Abril 2015
ISSN: 2362-5287
Ma
íz m
olid
o
TIEMPO DE MEZCLADO
Dentro del mixer los rotores
mezclan los ingredientes, en
general entre 3 y 5 minutos,
para obtener una mezcla
homogénea.
He
prono
ces
ado
TECNOLOGÍA GANADERA EN EXPANSIÓN
Forrajes de calidad
En las últimas décadas, las innovaciones en silaje y henificación, junto al aumento de la superficie
destinada a forrajes y su participación en la dieta, crecieron y transformaron a la ganadería. Hoy,
con tecnologías que promueve el INTA para el sector, se logra un 400 % de ganancia de peso en
sistemas de carne y un aumento del 70 % en litros de leche por hectárea.
SUMINISTRO DEL ALIMENTO
La ración debe distribuirse de forma regular y uniforme
a lo largo de todo el comedero. Además, debe llevarse
un registro de la cantidad suministrada.
PROCESADO
DE FIBRA
El heno aporta la
fracción de fibra
necesaria en la
dieta. Los rollos y
fardos deben
procesarse
previamente para
obtener el largo de
fibra deseado.
Un patio de comidas
operativo permite
alimentar al ganado en
40 minutos
MEGAFARDOS
EFICIENCIA GANADERA
Se puede desmenuzar el rollo con menor potencia y ahorrar
combustible:
EFLUENTES
Por escurrimiento llegan a
lagunas de estabilización,
para su tratamiento y uso
como fertilizante.
(*) NOTA: A fin de mejorar la visualización de la escena, en la ilustración se quitaron los techos de la segunda fila de boxes.
Homenaje a los héroes de Malvinas
“Reciban ustedes todos los honores”, dijo Francisco
Anglesio, presidente del INTA, a los nueve ex combatientes de la guerra de Malvinas que trabajan en el instituto.
En el acto realizado en la sede de calle Chile, estuvieron
José Catalano, vicepresidente del INTA; Eliseo Monti,
director nacional y Luis Carena, teniente general de las
Fuerzas Armadas. Francisco Zelaya, uno de los homenajeados y coordinador regional de Prohuerta, destacó que
fue el primer reconocimiento del INTA Central.
Con 1,5 millones de hectáreas, la superficie destinada a silajes se multiplicó por 20 en las últimas dos décadas, junto a un aumento en la calidad
de los henos. De la mano del silo bolsa, la revolución forrajera se consolida como una de las claves para la competitividad ganadera argentina.
Mí
nim
o3
0a
1
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3
4
Verificar el estado de las cuchillas.
Colocar el rollo apoyando la cara curva contra las cuchillas.
Retirar las trabas.
Poner el mixer en funcionamiento 3 minutos a 330 rpm,
unas 1.300 rpm en el motor del tractor.
5 Colocar las trabas.
6 Elevar las vueltas de la toma de potencia a 420 rpm, unas
1.800 en el motor del tractor.
7 Detener la operación cuando haya logrado el largo de fibra
deseado.
La revolución de los forrajes conservados en la Argentina
La ración preparada con un
mixer garantiza que cada
bocado consumido tenga
una composicón
nutricional balanceada.
Libros para bibliotecas populares
En el V Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares,
realizado en Tecnopolis, el INTA donó libros a 1.200 bibliotecas de todo el país. El aporte se enmarca en un convenio entre la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y el instituto. Participaron Teresa Parodi
–ministra de Cultura de la Nación–, Francisco Anglesio
–presidente del INTA–, Martín Sabbatella –presidente de
la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
(AFSCA)– y Ángela Signes –presidenta de la Conabip–.
CALLE DE CEMENTO
Una calle central
facilita la distribución.
COMEDEROS
Es mejor ubicarlos
afuera de los corrales.
60
cm
VENTAJAS
Mejor control de consumo por animal.
Mayor cantidad de ingestas en el día = mejor rumia.
Menor capacidad de selección del animal.
Disminución de problemas disgestivos.
Consumo seguro de ingredientes en bajas dosis.
Infografía: GERARDO MOREL - Ilustración: LEO CÉSAR
Nueva sede: IPAF Florencia Varela
Las máximas autoridades del INTA participaron de la colocación de la piedra fundacional para construir la nueva
sede del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar de la Región Pampeana,
en terrenos cedidos por la Universidad Nacional Arturo
Jauretche, en Florencio Varela, Buenos Aires. “Estamos
orgullosos de construir herramientas e instrumentos
que aportan capacidad científica y territorialidad”,
aseguró Francisco Anglesio, presidente del INTA.
Así como la siembra directa potenció a la agricultura
argentina, la tecnología de forrajes conservados
revolucionó a la ganadería. En busca de más eficiencia productiva de carne y leche, en las últimas dos
décadas, la superficie destinada a henificación y las
hectáreas para silaje se multiplicaron por veinte.
En los 90, el 80 % del silaje de maíz se orientaba a la
producción de leche. En los últimos años, la superficie picada para ese fin aumentó y también se extendió
para producir carne. Además, la participación del
silaje en la dieta se incrementó de un 15 a un 40 % y
pasó de cubrir baches estacionales de forrajes –entre
4 y 6 meses– a estar presente todo el año.
Federico Sánchez, del Proyecto Tecnologías de Forrajes Conservados de Alta Calidad del INTA, expresó
que “en la campaña 1993/94, se ensilaron unas 80
mil hectáreas de maíz y sorgo”, mientras que, 20 años
después “se destinaron a silaje más de 1,5 millones de
hectáreas (M/ha), con un récord de 1,6 M/ha en la
campaña 2011/12”.
La participación del silaje en la
dieta se incrementó de un 15 a
un 40 % y pasó de cubrir baches
estacionales a estar presente
durante todo el año.
En la Argentina, esta revolución forrajera fue acompañada por la adopción del silo bolsa. “En la campaña
1993/94 el 50 % era silo puente y otro 50 %, silo
bunker”, comentó. Con el trabajo del INTA, se incursionó en el almacenamiento en bolsa. “Gracias al
avance tecnológico que se produjo en el último período en cuanto a embolsadoras, en la actualidad el 70 %
del material picado se almacena bajo esa modalidad y
el 30 % restante en silo bunker, utilizado mayormen-
te en explotaciones de gran escala, cuando el volumen
ensilado supera las 900 toneladas”, explicó.
Para elaborar forraje conservado, en el país se aplica
alta tecnología y las picadoras autopropulsadas son
un ejemplo. Gastón Urrets Zavalía, del INTA Manfredi, afirmó que el parque actual de estas máquinas “es
de 856 unidades, con una antigüedad promedio de
siete años”, a las que se suman “400 picadoras de
arrastre de dos o tres hileras, que permitieron difundir el silaje”.
Henos, fuente de proteína. Si bien son el recurso de
conservación de forrajes más antiguo y utilizado en la
Argentina, históricamente la calidad de los henos fue
muy baja por el uso de maquinaria inapropiada, el
corte con niveles avanzados de floración, el rastrillado
a más de 7 km/h y con niveles de humedad inferiores
al 35 %, el deficiente control de malezas y plagas y su
almacenamiento a la intemperie.
Según Sánchez, “actualmente el heno de alfalfa,
además de ser considerado una fuente de fibra clave,
se revalorizó como fuente de proteína de alta calidad
al ser incluido como parte de la ración que se prepara
y suministra con los acoplado mixer”. Su incorporación a la dieta produjo “que en los últimos cinco años
se haya experimentado un incremento en la calidad, a
partir de una mejora en los procesos de henificación
y la incorporación de nuevas tecnologías”.
Como el 70 % de los nutrientes de la planta está en
las hojas, un corte de mala calidad “repercute en una
disminución de un 20 % de la cantidad de materia
seca cosechada a lo largo del año”, explicó Urrets
Zavalía. La mayor conciencia de este costo determinó
que desde el año 2010, el área de alfalfa cortada con
segadoras acondicionadoras se incrementara de un 15
a un 31 %.
FORRAJES CONSERVADOS
Calidad y balance de las dietas, la clave de los sistemas ganaderos
Para aumentar la eficiencia en la producción de carne y leche, es necesario intensificar los sistemas productivos. El forraje conservado es la herramienta que facilita ese objetivo: con calidad y dietas
balanceadas, logra diferencias de hasta un 400 % de ganancia de peso en sistemas de carne y un aumento de productividad del 70 % en litros de leche por hectárea.
En los modelos intensivos ganaderos, la alimentación
es la variable de mayor impacto en la rentabilidad del
negocio. En ese contexto, los forrajes conservados
constituyen recursos clave para estabilizar y balancear las dietas. Proveen nutrientes para sortear el
déficit de pasto, equilibran las dietas todo el año y,
principalmente, son básicos para incrementar en
forma sustancial y sostenible la carga animal, es
decir, para producir más litros de leche y kilos de
carne por hectárea.
“Es claro que sin estos alimentos la producción de
carne y leche a escala industrial, no sería posible en el
país”, afirmó la especialista Miriam Gallardo, con una
reconocida trayectoria en el INTA que la posicionó
como una de las principales referentes del rubro.
Para la especialista, “el notable desarrollo de la
agricultura nacional acompañado por la masiva
industrialización de las materias primas, ha generado
un abanico muy amplio de alimentos, que permiten
actualmente diversificar y explorar opciones de
alimentación de menor costo, mayor eficiencia y
sustentabilidad, con una mejora significativa del
resultado económico de la empresa”.
En estos sistemas de producción, los forrajes constituyen los principales ingredientes de las raciones,
porque poseen cualidades nutritivas muy diversas y
cumplen roles metabólicos distintos, como el energético, el proteico y el aporte de fibra efectiva. Los silajes
de maíz y sorgo, por ejemplo, proveen fibra fermentable
que el animal utiliza para mantenerse, crecer, aumentar
de peso o producir leche. Además, cuando estos cultivos
contienen mucho grano, resultan alimentos energéticos.
El desequilibrio en la dietas es una de las principales
causas de pérdida de productividad en los sistemas
ganaderos pastoriles. El especialista Marcelo de León,
del INTA Manfredi, señaló que para formular esas
dietas en base a forrajes conservados, es necesario
“conocer su valor nutricional para poder relacionarlos
con los requerimientos de cada tipo de animal y su
producción”. Así, el balance nutricional es la principal
estrategia para obtener diferencias significativas en
respuesta animal y en resultado económico.
Una dieta recomendable para las
cuencas lecheras se forma con
un 30 % de silaje e iguales
porcentajes de pastura o verdeo
y de concentrado o subproductos.
A esto, se debería añadir 8 %
de una fuente de fibra efectiva
–heno– y 2 % de suplementos
o aditivos menores.
Las investigaciones muestran que, en los sistemas
ganaderos para carne, la ganancia diaria de peso vivo
(g/an) depende del balance proteico de las dietas. “La
combinación del forraje conservado de buena calidad
con el balance de la dieta puede significar un aumento
de 200 a 400 % por día en ganancia de peso”, aseguró
De León.
Para lograr un adecuado balance y poder cubrir los
requerimientos de los animales, es necesario un análisis
de aportes y necesidades a nivel de Proteína Metabolizable. Esta corrección se puede realizar con distintos
concentrados proteicos, según cuál sea el aporte de esa
proteína será la respuesta animal.
Agregando concentrados proteicos –tales como urea,
pellet de girasol o semillas de algodón– a la dieta basada
en silaje es posible mejorar la respuesta de los animales.
Los requerimientos de proteína bruta (PB) del vacuno
crecen con la intensidad y tipo de producción: son altos
Luis Romero, del INTA Rafaela, indicó que proporcionar
la cantidad y el tipo de fibra recomendados es fundamental para lograr máximas tasas de digestión en el
rumen. “Esto favorecerá una buena mezcla de los
alimentos en el rumen, estimulando la rumia y la
producción de saliva”, explicó.
HENO Y SILAJE
Diversos cultivos pueden ser conservados, con diferencias en su rendimiento y calidad. La elección de un sistema
de conservación depende de la especie y de las condiciones climáticas de la región. Por ejemplo, para el caso de la
alfalfa, la henificación resulta la técnica más recomendable, mientras que el ensilaje es mejor para el maíz.
Además, en el caso de las leguminosas, si las condiciones climáticas no son convenientes para obtener un rápido
secado, se puede recurrir a conservarla como henolaje o silaje.
Agregando concentrados proteicos
–tales como urea, pellet de girasol
o semillas de algodón– a la dieta
basada en silaje es posible mejorar
la respuesta de los animales.
Para forrajes de uso más tradicional, el heno de alfalfa o de pastura se considera como una fuente primaria de
fibra y ayuda a estabilizar las fermentaciones ruminales, sobre todo cuando se suministra una alta proporción de
concentrados –granos– o se pastorean forrajes muy tiernos y acuosos. Los henos de leguminosas –alfalfa, trébol rojo,
soja– son también alimentos proteicos, si conservan buena cantidad de hojas sanas y los tallos son tiernos. Si las
condiciones de preservación no son adecuadas, los forrajes conservados –secos o húmedos– son muy susceptibles al
deterioro.
Un estudio realizado por Alejandro Centeno, del INTA
San Francisco, demostró que, en un período de casi ocho
años, la productividad –litros de leche por hectárea
ocupada por las vacas en el año– se incrementó más del
70 %, como consecuencia de los aumentos en la carga
animal (de 1,3 a 1,6 vacas/ha/año) y de su producción
individual (de 17 a 23 litros diarios por vaca).
“Esto se logró gracias a la mayor participación del silaje
y del heno, así como de concentrados y subproductos, en
desmedro de la cantidad de pasturas y verdeos”, sostuvo
Eduardo Comerón, investigador del INTA Rafaela. En
esa línea, agregó que en la actualidad hay una marcada
tendencia a producir un volumen de silaje y heno
suficiente como para utilizarlo casi todo el año y favorecer dietas más balanceadas.
La exposición de los materiales a la intemperie, la contaminación con hongos u otros materiales extraños y las
fermentaciones indeseables, provocan daños irreversibles en la salud y el desempeño animal.
Según Comerón, una dieta recomendable para las cuencas lecheras se forma con un 30 % de silaje e iguales
porcentajes de pastura o verdeo y de concentrado o
subproductos. A esto, se debería añadir 8 % de una
fuente de fibra efectiva –heno– y 2 % de suplementos o
aditivos menores. “Los valores de los alimentos que
componen esta dieta pueden modificarse según el
momento de la lactancia y el nivel de producción de las
vacas”, aseguró.
de
FORRAJES CONSERVADOS
Tecnologías para producir carne, leche y bioenergía en origen
22 y 23 de Abril de 2015
EEA Manfredi - Ruta 9, Km. 636 - Manfredi - Córdoba
Por Gustavo Clemente
Cátedra de Forrajes Conservados,
Universidad Nacional de Villa María
Las micotoxinas son un grupo de metabolitos
secundarios de origen fúngico que presentan una
elevada toxicidad, tanto para el hombre como para
los animales. Su producción se incrementa con el
estrés hídrico, las altas temperaturas y los daños
generados por insectos.
La incidencia de micotoxinas se ve favorecida por el
ataque de plagas que se desarrollan bajo condiciones específicas, como la fecha de siembra, altas
densidades de siembra y alta incidencia de
malezas.
El Análisis de Riesgos y Puntos Críticos de Control
(ARPCC) es un método sistemático, preventivo,
dirigido a la identificación, evaluación y control de
los peligros asociados con las materias primas,
ingredientes, procesos, comercialización y uso por
el consumidor, a fin de garantizar la inocuidad del
alimento.
Para el caso de una micotoxicosis, se deberían
considerar una serie de factores importantes. En
primer lugar, el manejo agronómico, que incluye la
elección de materiales resistentes (enfermedades),
rotación de cultivos, uso de semilla de alta calidad y
libre de enfermedades, riego suplementario,
densidad de plantas, fechas de siembra, control de
roedores y aves, control de insectos y utilización de
eventos de protección, manejo integrado de plagas,
enfermedades y malezas con el fin de evitar
situaciones de estrés al cultivo.
en animales en lactación (15 a 16 %), intermedios en
engorde y crecimiento (12 a 14 %) y bajos en mantenimiento (9 %). La deficiencia proteica en la dieta diaria
reduce la velocidad de digestión del pasto: el forraje
permanece más tiempo en el rumen y se resiente el
consumo voluntario. Al suplementar con un concentrado proteico se acelera la fermentación ruminal, aumenta
la tasa de digestión y se estimula el consumo.
En el caso de los sistemas lecheros, el aporte de fibra
–que normalmente proviene de los forrajes conservados, henos o silajes– determina la proporción de grasa
en la leche.
El riesgo de las
micotoxinas para
la alimentación
Calidad y costos . De acuerdo con Gallardo, en los
modelos intensivos ganaderos, principalmente confinados y semi-pastoriles, la alimentación puede representar más del 60 al 65 % de los costos totales de producción y es la variable de mayor impacto en la rentabilidad
del negocio.
La calidad de la reserva forrajera y su potencial para la
producción dependen del material inicial, de la confección y su posterior conservación. Según Marcela Martínez, del INTA Salta, “no se puede obtener una reserva
de calidad, si no se parte de un forraje en pie de
calidad”. En este sentido, señaló que un cultivo de
buena sanidad debe contar con una adecuada relación
entre el grano y la hoja, más el tallo y con poca o nula
presencia de material vegetal degradado.
Para que el ensilado conserve las características del
forraje a campo resultan clave cuatro factores: momento óptimo de picado, regulación de la máquina picadora
–altura de corte y tamaño de picado–, compactación
adecuada del material para el silo puente, bunker o torta
y tiempo de llenado, en el caso de silo bolsa. En consecuencia, existe una gran variabilidad en los parámetros
de calidad que debe tenerse en cuenta al momento de
armar las dietas.
En segundo lugar, la cosecha: realizarla en el
momento oportuno, regular la cosechadora para
obtener un grano sano, seco y limpio. La mayor
presencia de las micotoxinas se encuentran en la
periferia del grano, por lo que, granos quebrados o
altas concentraciones de partículas menores a 3
mm aumentan la superficie de colonización por
parte de microorganismos micotoxigénicos.
Además, los equipos de cosecha y transporte,
deben presentar condiciones de higiene que eviten
la diseminación de éstos. Es muy importante la
planificación de la logística de transporte y secado,
ya que en este intervalo el granel puede presentar
condiciones predisponentes para el crecimiento de
microorganismos y producción de micotoxinas.
En tercer lugar, el almacenamiento: las condiciones
de alta temperatura y humedad, aireación e inoculo
primario provenientes del campo son determinantes en el incremento de la síntesis de micotoxinas
en el grano de maíz (Hernández et al., 2007). El
control de la actividad del agua y la temperatura
son aspectos claves para inhibir la presencia de
estos hongos. En esta etapa, es importante
resguardar los materiales sin contaminación, de los
posibles contaminados.
En caso de almacenar en silo bolsas, la conservación de la hermeticidad es un aspecto determinante, lo que obliga a extremar los cuidados de la
misma.
Y por último, el post almacenamiento: esta etapa
puede abarcar la propia exposición del material al
ambiente en la estructura de almacenamiento
mientras es retirada del mismo, un nuevo transporte al centro de consumo y/o industria alimenticia, o
para ser suministrado en el campo directamente a
los animales.
Las micotoxinas pueden ser producidas en todas
las etapas, desde la semilla al comedero, por lo cual
contar con protocolos de trabajo (buenas prácticas)
y trazabilidad de cada una de las etapas, permitiría
identificar cuál es el período más crítico para
enfatizar los procesos de prevención y reducir, de
esta manera, los efectos de una micotoxicosis
sobre los consumidores finales.
DIETA DE CALIDAD
Cómo funciona un patio de comidas
El balance entre fibra, proteína y energía es clave para la alimentación en sistemas ganaderos intensivos. Con el uso de patios de comidas y
un correcto manejo en la elaboración y suministro de una dieta con ración totalmente mezclada (TMR), el INTA promueve tecnologías para
lograr una buena nutrición y aumentar la eficiencia productiva.
ACOPIO DE FORRAJES Y MATERIA SECA
ELABORACIÓN DE LA DIETA BALANCEADA
El objetivo de un patio de comidas es optimizar la elaboración de una dieta balanceada. Así se
reducen los tiempos operativos y las pérdidas durante el almacenaje y suministro.
Los mixers se utilizan para elaborar raciones totalmente mezcladas (TMR) y combinan cantidades
controladas de ingredientes en una mezcla homogénea.
SILOS BOLSA
Pastura, grano de maíz
molido, hearlaje
-espigas de maíz-, heno
picado, etc.
BUENAS PRÁCTICAS DE ALMACENAJE
Con la mayor industrialización de granos en
el lugar de origen, los forrajes tradicionales
sumaron nuevos ingredientes, por ejemplo
la burlanda, expeller, harinas, etc.
SILO TORTA
DE MAÍZ O SORGO
EL MIXER
Existen dos sistemas: de mezcla horizontal y de
mezcla vertical. Es recomendable que cuente con:
Se diseña para extraer de la
cara expuesta el consumo
diario, en una capa de
entre 30 y 40 cm.
Balanza electrónica, con señal acústica o visual.
Computadora con memoria de raciones e ingredientes.
Transmisión remota de datos en tiempo real.
El manejo adecuado de cada ingrediente,
con técnicas y herramientas específicas,
mejora sustancialmente la rentabilidad.
Los ingredientes deben ser volcados en el mixer en
cantidades exactas y en un orden determinado:
1
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8
PÉRDIDA DE
MATERIA SECA
Los ingredientes de la
dieta deben ubicarse
equidistantes a la
rampa de mezclado.
Más del
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Se
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se produce durante la
apertura del silo y el
suministro.
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Estibar en filas
orientadas de
norte a sur,
lejos de los
árboles.
Heno y henolaje.
Silajes de pastura y/o sorgo forrajero.
Semilla de algodón, cáscaras, vainas, marlos, etc.
Silaje de maíz o sorgos graníferos.
Granos húmedos, gluten feeds, hez de malta, etc.
Granos secos partidos.
Minerales, vitaminas y aditivos.
Ingredientes líquidos.
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MIXER HORIZONTAL
La elección de tipo de mixer
depende de los ingredientes
usados en el establecimiento.
Min
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les
PALAS Y
EXTRACTORES
Con complementos
específicos para
facilitar la carga.
Se deben
cubrir y
colocar sobre
palets o
postes.
CISTERNA
Se agrega agua
hasta obtener el nivel
óptimo de humedad.
RAMPA
BOXES*
De recarga
semanal.
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LÍNEAS DE
ROLLOS
Año XIII # 152 / Abril 2015
ISSN: 2362-5287
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TIEMPO DE MEZCLADO
Dentro del mixer los rotores
mezclan los ingredientes, en
general entre 3 y 5 minutos,
para obtener una mezcla
homogénea.
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TECNOLOGÍA GANADERA EN EXPANSIÓN
Forrajes de calidad
En las últimas décadas, las innovaciones en silaje y henificación, junto al aumento de la superficie
destinada a forrajes y su participación en la dieta, crecieron y transformaron a la ganadería. Hoy,
con tecnologías que promueve el INTA para el sector, se logra un 400 % de ganancia de peso en
sistemas de carne y un aumento del 70 % en litros de leche por hectárea.
SUMINISTRO DEL ALIMENTO
La ración debe distribuirse de forma regular y uniforme
a lo largo de todo el comedero. Además, debe llevarse
un registro de la cantidad suministrada.
PROCESADO
DE FIBRA
El heno aporta la
fracción de fibra
necesaria en la
dieta. Los rollos y
fardos deben
procesarse
previamente para
obtener el largo de
fibra deseado.
Un patio de comidas
operativo permite
alimentar al ganado en
40 minutos
MEGAFARDOS
EFICIENCIA GANADERA
Se puede desmenuzar el rollo con menor potencia y ahorrar
combustible:
EFLUENTES
Por escurrimiento llegan a
lagunas de estabilización,
para su tratamiento y uso
como fertilizante.
(*) NOTA: A fin de mejorar la visualización de la escena, en la ilustración se quitaron los techos de la segunda fila de boxes.
Homenaje a los héroes de Malvinas
“Reciban ustedes todos los honores”, dijo Francisco
Anglesio, presidente del INTA, a los nueve ex combatientes de la guerra de Malvinas que trabajan en el instituto.
En el acto realizado en la sede de calle Chile, estuvieron
José Catalano, vicepresidente del INTA; Eliseo Monti,
director nacional y Luis Carena, teniente general de las
Fuerzas Armadas. Francisco Zelaya, uno de los homenajeados y coordinador regional de Prohuerta, destacó que
fue el primer reconocimiento del INTA Central.
Con 1,5 millones de hectáreas, la superficie destinada a silajes se multiplicó por 20 en las últimas dos décadas, junto a un aumento en la calidad
de los henos. De la mano del silo bolsa, la revolución forrajera se consolida como una de las claves para la competitividad ganadera argentina.
Mí
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Verificar el estado de las cuchillas.
Colocar el rollo apoyando la cara curva contra las cuchillas.
Retirar las trabas.
Poner el mixer en funcionamiento 3 minutos a 330 rpm,
unas 1.300 rpm en el motor del tractor.
5 Colocar las trabas.
6 Elevar las vueltas de la toma de potencia a 420 rpm, unas
1.800 en el motor del tractor.
7 Detener la operación cuando haya logrado el largo de fibra
deseado.
La revolución de los forrajes conservados en la Argentina
La ración preparada con un
mixer garantiza que cada
bocado consumido tenga
una composicón
nutricional balanceada.
Libros para bibliotecas populares
En el V Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares,
realizado en Tecnopolis, el INTA donó libros a 1.200 bibliotecas de todo el país. El aporte se enmarca en un convenio entre la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y el instituto. Participaron Teresa Parodi
–ministra de Cultura de la Nación–, Francisco Anglesio
–presidente del INTA–, Martín Sabbatella –presidente de
la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
(AFSCA)– y Ángela Signes –presidenta de la Conabip–.
CALLE DE CEMENTO
Una calle central
facilita la distribución.
COMEDEROS
Es mejor ubicarlos
afuera de los corrales.
60
cm
VENTAJAS
Mejor control de consumo por animal.
Mayor cantidad de ingestas en el día = mejor rumia.
Menor capacidad de selección del animal.
Disminución de problemas disgestivos.
Consumo seguro de ingredientes en bajas dosis.
Infografía: GERARDO MOREL - Ilustración: LEO CÉSAR
Nueva sede: IPAF Florencia Varela
Las máximas autoridades del INTA participaron de la colocación de la piedra fundacional para construir la nueva
sede del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar de la Región Pampeana,
en terrenos cedidos por la Universidad Nacional Arturo
Jauretche, en Florencio Varela, Buenos Aires. “Estamos
orgullosos de construir herramientas e instrumentos
que aportan capacidad científica y territorialidad”,
aseguró Francisco Anglesio, presidente del INTA.
Así como la siembra directa potenció a la agricultura
argentina, la tecnología de forrajes conservados
revolucionó a la ganadería. En busca de más eficiencia productiva de carne y leche, en las últimas dos
décadas, la superficie destinada a henificación y las
hectáreas para silaje se multiplicaron por veinte.
En los 90, el 80 % del silaje de maíz se orientaba a la
producción de leche. En los últimos años, la superficie picada para ese fin aumentó y también se extendió
para producir carne. Además, la participación del
silaje en la dieta se incrementó de un 15 a un 40 % y
pasó de cubrir baches estacionales de forrajes –entre
4 y 6 meses– a estar presente todo el año.
Federico Sánchez, del Proyecto Tecnologías de Forrajes Conservados de Alta Calidad del INTA, expresó
que “en la campaña 1993/94, se ensilaron unas 80
mil hectáreas de maíz y sorgo”, mientras que, 20 años
después “se destinaron a silaje más de 1,5 millones de
hectáreas (M/ha), con un récord de 1,6 M/ha en la
campaña 2011/12”.
La participación del silaje en la
dieta se incrementó de un 15 a
un 40 % y pasó de cubrir baches
estacionales a estar presente
durante todo el año.
En la Argentina, esta revolución forrajera fue acompañada por la adopción del silo bolsa. “En la campaña
1993/94 el 50 % era silo puente y otro 50 %, silo
bunker”, comentó. Con el trabajo del INTA, se incursionó en el almacenamiento en bolsa. “Gracias al
avance tecnológico que se produjo en el último período en cuanto a embolsadoras, en la actualidad el 70 %
del material picado se almacena bajo esa modalidad y
el 30 % restante en silo bunker, utilizado mayormen-
te en explotaciones de gran escala, cuando el volumen
ensilado supera las 900 toneladas”, explicó.
Para elaborar forraje conservado, en el país se aplica
alta tecnología y las picadoras autopropulsadas son
un ejemplo. Gastón Urrets Zavalía, del INTA Manfredi, afirmó que el parque actual de estas máquinas “es
de 856 unidades, con una antigüedad promedio de
siete años”, a las que se suman “400 picadoras de
arrastre de dos o tres hileras, que permitieron difundir el silaje”.
Henos, fuente de proteína. Si bien son el recurso de
conservación de forrajes más antiguo y utilizado en la
Argentina, históricamente la calidad de los henos fue
muy baja por el uso de maquinaria inapropiada, el
corte con niveles avanzados de floración, el rastrillado
a más de 7 km/h y con niveles de humedad inferiores
al 35 %, el deficiente control de malezas y plagas y su
almacenamiento a la intemperie.
Según Sánchez, “actualmente el heno de alfalfa,
además de ser considerado una fuente de fibra clave,
se revalorizó como fuente de proteína de alta calidad
al ser incluido como parte de la ración que se prepara
y suministra con los acoplado mixer”. Su incorporación a la dieta produjo “que en los últimos cinco años
se haya experimentado un incremento en la calidad, a
partir de una mejora en los procesos de henificación
y la incorporación de nuevas tecnologías”.
Como el 70 % de los nutrientes de la planta está en
las hojas, un corte de mala calidad “repercute en una
disminución de un 20 % de la cantidad de materia
seca cosechada a lo largo del año”, explicó Urrets
Zavalía. La mayor conciencia de este costo determinó
que desde el año 2010, el área de alfalfa cortada con
segadoras acondicionadoras se incrementara de un 15
a un 31 %.