El Peregrino 32 - Arquidiócesis de Durango

El Peregrino
Semanario de la Arquidiócesis de Durango Año 2 No. 32 - 6 abril 2015
Cristo Luz
del Mundo
e
ditorial
CRISTO EL SEÑOR
RESUCITÓ Y CON NOSOTROS ESTÁ
H
DIRECTOR GENERAL
Pbro. Lic. M. Victor Solís
COORDINADOR GENERAL
L.C.T.C. Gabriela Juárez
DISEÑO E ILUSTRACIÓN
L.D.G. y P. David Moreno
COOLABORADORES
Pbro. Lic. Victor Solis
L.C.T.C. Diana Marcela Pérez Vázquez
emos celebrado con fe entusiasta esta
Semana Santa. Todo Durango Católico resucita
con Cristo el Dios de la Vida, el Dios del Amor. Sin
quedarnos varados en un perenne Viernes
Santo identificándonos con el Cristo sufriente y
martirizado, los duranguenses que profesamos
esta extraordinaria fe, resucitamos con Él a una
nueva vida, que nos distinga en la actitud por ser
mejores, hombres y mujeres comprometidos en
la construcción del Reino del amor de la justicia
y de la paz.
El que fue crucificado ahora ha resucitado, está
vivo en medio de nosotros ¡Aleluya! La
Resurrección de Cristo es un hecho de fe pero
también
un
acontecimiento
histórico
comprobable, nos dice el Catecismo de la Iglesia
Católica (647). La Resurrección de Cristo “fue
un acontecimiento histórico demostrable por la
señal del sepulcro vacío y por la realidad de los
encuentros de los Apóstoles con Cristo
resucitado”. Sin embargo, la Resurrección
también es acontecimiento que trasciende y
sobrepasa a la Historia; es demasiado
importante como para quedar referido
solamente como un acontecimiento histórico, ya
que es el Centro de la Fe Católica, pues, “si no
resucitó Cristo, vana es nuestra predicación,
vana también vuestra fe” (1 Co. 15, 14), nos
advierte San Pablo.
La Resurrección constituye, ante todo, la
confirmación de todo lo que Cristo hizo y
enseñó. Todas las verdades, incluso las más
difíciles de comprender por el ser humano,
encuentran su comprobación porque Cristo, al
resucitar, dio la prueba definitiva de su autoridad
como Dios (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica,
651). El mismísimo hecho nadie lo vio, no hubo
testigos, el instante propio de la Resurrección le
pertenece a Dios, a su Misterio inefable y
grandioso. El sepulcro vacio y las apariciones del
resucitado, sin embargo nos llevan a contemplar
con esta expresividad de fe la grandeza de este
momento que le da un vuelco a la historia y a
nuestra propia historia. Los discípulos han
atestiguado
que
verdaderamente
se
encontraron y estuvieron con Cristo resucitado.
El sepulcro vacío y las vendas en el suelo (Jn.
20, 6) significaban, por sí mismos, que el
Cuerpo de Cristo había escapado de la muerte y
de la corrupción del cuerpo, consecuencia de la
muerte (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica,
657).
La Resurrección de Cristo nos anuncia nuestra
propia resurrección, nos anuncia nuestra futura
inmortalidad. La Resurrección de Jesús es un
hecho real, HISTÓRICO, como todo lo que dicen
los Evangelios sobre Jesús de Nazaret y META
HISTÓRICO, pues va más allá, pues anticipa
nuestra propia resurrección. Por eso cuando
pensemos en esta VERDAD DE FE, hay que tener
en cuenta estas cuatro afirmaciones:
1. La resurrección de Jesús no es una vuelta a
su vida anterior, para volver a morir de nuevo
(Como Lázaro).
2. Jesús entra en la vida definitiva de Dios; es
“exaltado” por Dios (Hech. 2.23); es una vida
diferente a la nuestra. (Ro 6. 9-10)
3. Jesús resucitado no es una “alma inmortal”,
ni un fantasma. Es un hombre completo, con
cuerpo, vivo, concreto (pero glorioso), que ha
sido liberado de la muerte, del dolor, de las
limitaciones materiales, con todo lo que
constituye su personalidad.
4. Dios interviene, no para volver a unir el
cuerpo y el alma de Jesús, sino que ocurre un
nuevo prodigio, una intervención creadora de
Dios. El Padre actúa con su fuerza creadora y
poderosa, levantando al muerto Jesús a la vida
definitiva y plena que le corresponde.
No se trata de que Jesús resucitó “en la fe” de
sus discípulos, o “en su recuerdo”. Es algo que
aconteció verdaderamente en el muerto Jesús y
no en la mente o en la imaginación. Jesús
realmente ha sido liberado de la muerte y ha
alcanzado la vida definitiva de Dios. Jesús está
vivo, y vive en cada uno de nosotros. FELICES
PASCUAS DE RESURRECCIÓN
Pbro. Lic. Víctor Solis
n
L
oticias
MISA CRISMAL
a Misa Crismal, es presidida por el Arzobispo y concelebrada con los Presbíteros de la Diócesis, es la
celebración en la que se consagra el Santo Crisma (de aquí el nombre de Misa Crismal) y bendice además
los restantes óleos o aceites (el Óleo de los enfermos y el Óleo de los Catecúmenos que se van a bautizar).
La palabra crisma proviene de latín “chrisma”, que significa unción. El crisma es la materia sacramental con
la cual son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados
los obispos y sacerdotes, entre otras funciones. La consagración del crisma y la bendición de los otros dos
aceites es considerada como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo.
La Arquidiócesis de Durango, invitó a todos los fieles católicos a esta importante celebración que se llevó a
cabo el martes 31 de marzo del presente año, en la santa madre iglesia Catedral Basílica Menor, a las
11:00 a.m., presidida por el Excelentísimo Señor Arzobispo, Don José Antonio Fernández Hurtado, en
compañía de todos los sacerdotes de la Región Durango. Como ya es tradición en nuestra Iglesia local, en
esta celebración participa un nutrido grupo de sacerdotes y religiosos, marcando el inicio de los eventos
más importantes de la Semana Santa.
ORGANIZA PASCUA JUVENIL DECANATO ZACATECAS
E
l Decanato Zacatecas de la
Arquidiócesis de Durango, invitó a
todos los jóvenes y niños, a las
Pascuas que se estuvieron llevando a
cabo en las diferentes Parroquias. Así
lo informó el Presbítero Edgar Enrique
Magallanes Longoria, Coordinador de
este Decanato, quien además
comentó: “Las Pascuas juveniles
dieron inicio a las 8:00 a.m. y las de
niños a las 9:00 a.m., también
estuvimos realizando confesiones en
las distintas comunidades, para
acercarnos con Dios y aprovechar
esta semana de celebración para
renovar nuestra vida cristiana”.
DOMINGO
DE
RESURRECCIÓN
E
l Domingo de Resurrección, es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús
adquiere sentido toda nuestra religión. Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo, cuando
celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación, celebramos la derrota del
pecado y de la muerte, también encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a
nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar? Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la
Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles,
llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.
La Arquidiócesis de Durango, invitó a todos los fieles católicos, a la Misa de Resurrección, la cual se llevó a cabo el
domingo 5 de abril del presente año, a las 12:00 p.m. en la Santa Madre Iglesia Catedral Basílica Menor, y fué presidida
por el Excelentísimo Señor Arzobispo, Don José Antonio Fernández Hurtado.
e
piscopeo
La Institución de la
Jerarquía Eclesiástica
Cprimera
omo continuidad natural de la
El quinto Obispado, erigido por Paulo III
evangelización misionera de
franciscanos, dominicos, agustinos,
jesuitas y otros, que dieron por
resultado
el
nacimiento
de
comunidades, pueblos y ciudades
cristianas, siguió el desarrollo o
crecimiento eclesial con la erección de
Diócesis, después de la primera en
Tlaxcala-Puebla, cuyo Obispo fue el
dominico Fray Julián Garcés y la segunda
en Tenochtitlán-México, cuyo Obispo fue
el franciscano Fray Juan de Zumarraga.
El tercer Obispado en la Nueva España,
fue erigido por Paulo III, el día 21 de
junio de 1535 con el nombre de
Antequera, hoy Oaxaca. Comprendía
todo el actual Estado de Oaxaca, parte
de Puebla, de Guerrero y de Veracruz.
Se le dio el título de la Virgen Santa María
y el primer Obispo fue Juan López de
Zárate.
El cuarto Obispado, llamado de
Michoacán, fue erigido por Paulo III el 18
de agosto de 1536 y su primer Obispo
fue D. Vasco de Quiroga. Se fijó la sede
en Tzintzunzán, que era la capital de
aquel reino; un año después fue
trasladada a Pátzcuaro. Comprendía los
estados de Michoacán y de Colima, casi
todo Guanajuato, y parte de los estados
de Jalisco y de San Luis Potosí. El primer
Obispo fue D. Vasco de Quiroga.
el 19 de marzo de 1539, fue el de
Chiapas con sede en S. Cristóbal de Las
Casas, antes llamada Ciudad Real y con
los límites del actual Estado de Chiapas.
El primer Obispo fue el jeronimiano Juan
de Ortega, que renunció; el segundo fue
Juan de Arteaga y Avendaño que murió
antes de llegar a la Diócesis; el tercero
fue el dominico Fray Bartolomé de Las
Casas; hombre de ardiente celo por la
evangelización y la salvación y de gran
amor al indígena, en 1541 escribió “La
Brevísima Relación de la Destrucción de
las Indias”, libro muy discutido y el único
conocido por mucho tiempo y que fue
prohibido por la Inquisición en 1659. Sin
el apasionamiento y la estrechez de
horizontes mentales, Fr. Bartolomé de
Las Casas figuraría entre los personajes
más nobles de la humanidad.
El sexto y último de los Obispados de
aquellos tiempos fue el de Guadalajara,
erigido por Paulo III el 13 de julio de
1548, bajo la advocación de la Virgen
de la Asunción y del Apóstol Santiago. La
sede primeramente fue Compostela
(cerca de Tepic), asiento de la Audiencia
de Nueva Galicia, pero pronto
trasladada a Guadalajara; la Catedral,
una capilla con techo de paja. El
Obispado comprendía el territorio de la
Nueva Galicia (los hoy estados de
Jalisco,
Nayarit,
Aguascalientes,
Zacatecas y parte de San Luis Potosí), y
luego todo el territorio de la Nueva
Vizcaya (desde Durango, Sinaloa y
Coahuila, hasta las Californias, Arizona,
Nuevo México y parte de Texas). El
primer Obispo fue el franciscano Antonio
de Ciudad Rodrigo, quien renunció; el
segundo fue Juan de Barrios, quien
murió antes de venir a la Nueva España;
el tercero fue Pedro Gómez Maraver,
(muerto en 1551).
Las Diócesis tienen un significado
cultural é histórico, actuando por medio
de las Parroquias como centros de vida
cristiana, formación, dignificación y
promoción humanas, de beneficencia
social, con escuela y hospital.
5 de abril del 2015
Héctor González Martínez
Arzobispo Emérito
s
L
anto de la semana
La Resurrección del Señor
a pascua celebra la
resurrección de Jesucristo,
victorioso sobre la muerte. Su
victoria es nuestra victoria.
Verdad fundamental de la fe
cristiana. Un canto pascual a esta
fiesta la llama "La reina de todas
la
estaciones,"
"día
esplendoroso," "la fiesta regia de
todas las fiestas". Éste es el día
que hizo el Señor. La Iglesia se
reúne felizmente cansada
después de la intensidad de la
Vigilia Pascual. El Padre nos
recibe en casa, como al hijo
pródigo, nos agasaja con un
banquete y nos da una túnica
nueva.
Según San León Magno, Jesús se
apresuró a resucitar cuanto
antes porque tenía prisa en
consolar a su Madre y a los
discípulos (Sermón 71, 2).
Ya han pasado los 40 días del
ayuno
cuaresmal.
Hoy
comenzamos "los Cincuenta Días
de la Pascua," siete semanas
más un día–una "semana de
semanas" desde ahora hasta la
fiesta de Pentecostés. En estos
cincuenta días nuestro Señor
resucitado nos dirige hacia el sol
de la primavera. Nuestro
maravilloso Jardinero planta su
cruz entre nosotros como nuevo
árbol de la vida. Nuestro Buen
Pastor nos conduce a los pasos
floridos del paraíso.
r
MISIONEROS DE CORAZÓN
eportaje
L
a OMPE, (Obras Misionales
Pontificio Episcopales de México), es
una institución de la Iglesia Universal y
de cada Iglesia en particular,
encargada de impulsar en los
católicos, desde la infancia, el sentido
verdaderamente universal misionero,
y de recoger eficazmente los subsidios
para bien de todas las misiones,
según las necesidades de cada una de
las OBRAS, siendo el instrumento
oficial de todas las iglesias para la
cooperación misionera.
MISIONERO
El ser Misionero es anunciar, hacer
presente o actualizar, comunicar, la
buena nueva, que es el mismo Jesús
ya presente en los signos eclesiales,
en el corazón de todo ser humano y
en los acontecimientos históricos.
Se llama misionero, del verbo latino,
missio que significa “enviar”, a aquella
persona cuyo objetivo principal es el
anuncio del evangelio mediante obras
y palabras. Esa forma de misión
propiamente tal es conocida como ad
gentes, es decir, hacia las gentes,
gentiles o no cristianos, y se
desarrolla en lugares donde el
evangelio no ha sido suficientemente
anunciado o acogido.
El itinerario de la formación misionera
es principalmente un proceso de
asimilación de los criterios,
sentimientos motivaciones valores y
actitudes de Cristo, es un proceso que
dura toda la vida, abarca todos los
niveles humano espiritual intelectual
espiritual aunque tiene sus momentos
a través de:
•
•
•
•
•
•
Encuentros con Cristo
Cursos
Diplomados
Apostolados
Experiencias misioneras
Misiones
Las
Parroquias
foráneas,
especialmente las más alejadas de la
ciudad, son los lugares más visitados
por los Misioneros. Siendo las
actividades que realizan, programadas
con el Párroco, entre ellas Catequesis,
Retiros,
Organización
y
Acompañamiento en los actos
litúrgicos propios de la Semana Santa.
Un misionero ejerce su apostolado
para siempre en medida de sus
posibilidades.
La
acción
evangelizadora de la iglesia no es la
variante de un voluntariado o un
servicio social que tiene un tiempo
determinado, sino que es una
expresión de amor que busca el bien
integral del ser humano.
Se acostumbra a ir de misiones en
tiempo de Semana Santa, Navidad y/o
vacaciones de verano, que es por lo
general, cuando los misioneros se
encuentran en oportunidad para salir
de casa y aprovechar las vacaciones
de una mejor manera.
El único requisito
para ser Misionero es
el de contar con una:
Responsabilidad
misionera.
s
abías que...
Taller para personal
de oficinas parroquiales
«Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de
gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos
de júbilo» (So 3,17).
Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida
cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en
la medida de tus posibilidades trátate bien [...] No te prives de pasar un buen día»
(Si 14,11.14).
(Cfr. EG Introducción)
I
glesia México
Jesús debía resucitar
de entre los muertos
L
a oscuridad no permite ver las cosas
como son; las deforma o las oculta. Eso
hace el pecado; no nos deja ver con
claridad lo que somos y nos hace mirar a
los demás como si fueran objetos a los
que podemos usar y desechar, con las
terribles consecuencias que hoy
padecemos: injusticia, inequidad, miseria,
explotación, corrupción, violencia y
muerte ¡Pero hoy la piedra que tapaba la
luz ha sido removida, dejándonos ver que
algo nuevo y grande ha comenzado! Sin
embargo, puede sucedernos lo que a
María Magdalena, que ofuscada ante el
poder de la oscuridad, no lo comprendió.
Por eso fue a los Apóstoles para decirles:
“Se han llevado del sepulcro al Señor y
¡R
no sabemos dónde lo habrán puesto”. Como ella, ante la difusión del mal, quizá
lleguemos a pensar que la cultura cristiana, con sus grandes valores, ha sido
arrasada; que todo está perdido y que no queda más remedio que someterse a la
oscuridad. Pero aquellos que unen fe y razón, saben leer los signos del Resucitado.
Como el discípulo que, luego de Pedro, entró en el sepulcro, vio y creyó. “¡Cristo ha
resucitado y la Vida ha surgido”!, comenta san Juan Crisóstomo. Él, con el poder del
amor –que es Dios– disipa las tinieblas del pecado, el mal, la soledad, el sinsentido y
la muerte que nos oprimían, y hace triunfar la verdad, la justicia, la libertad, el
progreso y la vida.
Testigos de la vida
esucitó! Es la noticia que las mujeres
y los discípulos llevan por todos los
rincones. ¡Resucitó! Es la alegría que
invade sus corazones, que transforma
sus miedos, que ilumina nuevos caminos.
¡Resucitó! Grito, experiencia, júbilo que no
cabe en el corazón y que se desborda
bañando de amor y comprensión a los
hermanos. ¡Resucitó! Es también nuestro
pregón, nuestra propuesta y la razón de
ser cristianos hoy. ¡Cristo vive y está en
medio de nosotros! ¡Lo hemos visto! Lo
hemos experimentado y renueva nuestra
esperanza y nuestros anhelos y los
deseos de una vida nueva. Resucitar es
mucho más que revivir, es mucho más
que retornar a la vida de siempre, es
iniciar una nueva vida, llena de plenitud y
de luz. Es vencer a la muerte y no
esperarla ya nunca más. La resurrección
de Jesús es la señal que el cristiano ofrece
a la humanidad para mostrar que la
muerte no es el final definitivo ni el
destino del hombre. No estamos
destinados al fracaso, sino que hemos
sido creados y llamados a la vida y a la
felicidad. Por eso en este día resuena
lleno de entusiasmo el grito de todos los
discípulos de Jesús: “El Señor ha
resucitado ¡Aleluya!”. La experiencia de la
Resurrección es mucho más que
acercarse a una tumba vacía. Es tener la
certeza que Cristo ha vencido a la
muerte. Algunos todavía siguen
buscando un cuerpo y se acercan al
sepulcro, y no logran percibir que el
Señor ha resucitado. Nos dice San Juan
que al acercarse “vio y creyó, porque
hasta entonces no habían entendido las
Escrituras, según las cuales Jesús había
de resucitar de entre los muertos”.En
lugar de estremecerse de espanto
porque no está “el cuerpo”, su espíritu
se llena de alegría porque experimenta
que el Señor ha resucitado.
V
aticano
«No asistir mudos al
inaceptable crimen de
los cristianos
perseguidos»
“Q
ue la comunidad internacional no asista
muda e inerte ante tal inaceptable crimen”. En el
Lunes del Ángel, un día después de la Pascua, el
Papa insistió en recordar a los cristianos
perseguidos en el mundo. Durante el rezo del
“Regina Coeli”, ante miles de fieles congregados
en Plaza de San Pedro, advirtió que los ataques
contra quienes siguen a Jesús constituyen una
“preocupante violación de los derechos
humanos más elementales” y pidió una
intervención concreta para protegerlos. Al final
de la oración, que en tiempos de Pascua
Francisco envía
regalos a los pobres
de Roma
M
ientras se estaba desarrollando el
Vía Crucus en el Coliseo de Roma, el
Limosnero del Papa, el arzobispo polaco
Konrad Krajewski, llevó a los pobres de
Roma un signo de la cercanía del Santo
Padre, según indicó la Radio Vaticana. Se
trata del segundo año consecutivo.
sustituye al ”Angelus”, Francisco saludó a una
comitiva del Movimiento Shalom que llegó hasta
San Pedro al final de una estafeta solidaria
organizada para sensibilizar a la opinión pública
sobre las persecuciones de los cristianos.
Entonces, asomado a la ventana de su estudio
en el Palacio Apostólico, abordó el tema.
“Vuestro itinerario en las calles terminó, pero
debe continuar de parte de todos el camino
espiritual de oración intensa, de participación
concreta y de ayuda tangible en defensa y
protección de nuestros hermanos y hermanas
perseguidos, exiliados, decapitados por el solo
hecho de ser cristianos”, dijo. E, improvisando,
agregó: “Ellos son nuestros mártires de hoy, son
muchos. Podemos decir que son más numerosos
que en los primeros siglos”. Así, el obispo de
Roma repitió el llamado que ya había lanzado la
víspera, durante su bendición “urbi et orbi” (a la
ciudad y al mundo) en el domingo de Pascua, en
iria e Irak. Libia, Ucrania, Nigeria, Congo,
la cual evocó –entre otras cosas- a los 147
Yemen y Sudán del Sur. En su bendición pascual
estudiantes asesinados la semana pasada en “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo) el Papa
una universidad de Kenia.
clamó por el fin de la violencia en las zonas de
conflicto del mundo. Urgió que “cese el fragor de
las armas”. Recordó a los estudiantes
Recibieron los regalos alrededor de 300 asesinados por terroristas en Kenia y pidió
hombres y mujeres. «Una pequeña libertad para todos los seres humanos,
caricia», les dijo el “padre Corrado”, al especialmente para las víctimas de la droga y de
entregarles los sobrecitos en los que las organizaciones criminales. “El amor ha
había una tarjeta de felicitaciones derrotado al odio, la vida ha vencido a la muerte,
pascuales, una imagen del Papa y un la luz ha disipado la oscuridad. Jesucristo, por
poco de dinero. La alegría también es amor a nosotros, se despojó de su gloria divina;
sorpresa, conmoción, euforia. «Muchos se vació de sí mismo, asumió la forma de siervo
–refirió la Radio Vaticana– besan la foto y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz”,
Francisco tras asomarse al balcón
de Francisco, piden poder agradecerle en anunció
central de la Basílica de San Pedro. Desde muy
persona, otros se sorprenden de que se temprano, este domingo, miles de personas se
haya acordado de ellos y corren hacia los congregaron en la plaza vaticana. Para ellos no
que todavía no han recibido el regalo importó el frío y la lluvia, que a lo largo de
para informarlos. Otros esconden el prácticamente toda la mañana se abatió sobre la
dinero bajo la camisa, para cuidar el plancha asfáltica. El pontífice premió esa
precioso tesoro». En las mayores paciencia e inmediatamente después de la misa
estaciones de Roma y en los alrededores pascual se concedió a la multitud en un recorrido
de San Pedro, la misma escena se repitió a bordo del papamóvil. Pasado el mediodía, en
hasta pasada la media noche, cuando el su mensaje pascual, aseguró que la muerte y
coche el Limosnero volvió al Vaticano. resurrección de Jesús muestran a todos el
«Siguiendo a Cristo por la vía de la caridad camino de la felicidad, un sendero que incluye
nosotros sembramos esperanza». Nunca humildad. Advirtió que sólo quien se humilla
ir hacia los “bienes de allá arriba”, a Dios.
como ayer por la noche las palabras de puede
“El orgulloso mira desde arriba hacia abajo, el
Papa Francisco resonaron con tanta humilde desde abajo hacia arriba”, aseguró.
“En Pascua ¡cese el
fragor de las armas!”,
clama Francisco
S
verdad.
FUENTE: VATICAN NEWS