Ricardo Bardales Vassi La laguna Warawarani está protegida por un pico elevado llamado Q’uta Achachila («Abuelo Protector»), cuyo perfil corresponde a un rostro echado (figura 375, capítulo II). Al lado Este, al borde de la cuenca circular donde se ubica el volcán Kapia y a orillas del lago Wiñaymarca, se observan bloques de piedra de color plomizo de tipo Andesita, que van desde Yanapata hasta Isani. Estas piedras son bloques de roca cortada y labradas o en proceso de labrado. Según los pobladores, muchas de ellas, de gran tamaño, ya no existen, porque fueron utilizadas en construcciones de viviendas, puentes y carreteras (incluso han sido despedazadas con dinamita para estos usos). Por la ubicación, tipo y tamaño de estos bloques, también denominados «piedras cansadas» (bloques paralelepípedos labrados que quedaron en el camino), se puede deducir que su destino era Tiahuanacu. Así, utilizaron varias canteras y emplearon diversas rutas para su traslado, en algunos casos desde la Fig. 105 Dibujo de Guaman Poma de Ayala sobre el traslado de piedras por los incas. parte alta del Kapia. Se ha reconocido la cantera de «Warputani» (cercado en zig zag), «[…] a 4,809 m.s.n.m. y a 15 Kilómetros de la ciudad de Yunguyo, comprensión de la quebrada de Santa Rosa de Pichicho, tiene un kilómetro de longitud con claras evidencias de haber extraído las piedras megalíticas que sirvieron para la construcción de la urbe de Tiahuanacu» (Torres Chuchullo 2004: 19). Las piedras que se encontraban por otras rutas eran deslizadas por caminos construidos especialmente hasta las orillas de la laguna de Wiñaymarca, desde donde partían rumbo a la península de Taraco (Bolivia) en grandes balsas, para llegar finalmente a Tiahuanacu arrastradas por tierra (figuras 105 y 106). En el recorrido por el campo se han encontrado muestras de estas piedras labradas en varias comunidades de los distritos de Yunguyo, Copani y Zepita, generalmente muy cerca de la orilla de la laguna de Wiñaymarca, según los siguientes sectores. Fig. 106 Un sector de la cantera del volcán Kapia. 81 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano 2.1.Piedras en la ruta Yunguyo-Tinicachi En esta zona se encuentran varias piedras «cansadas», labradas y de similar tamaño que las ubicadas en Kanamarca pero un poco más deterioradas. Se localizan en terrenos de cultivo y a orillas del lago Wiñaymarca (figura 107). Fig. 107 Piedras labradas en la salida de Yunguyo a Tinicachi. 82 Ricardo Bardales Vassi 2.2.Piedras del Centro Poblado de Yanapata Piedras en la comunidad de Kanamarca, Sanquira La comunidad de Kanamarca se encuentra localizada a 12 km al Sur de Yunguyo. Su topografía está constituida por pampas y lomas, y a orillas del lago Wiñaymarca se observan dos grupos de piedras labradas: zona A y zona B. a. Loma de Kanamarca: Zona A Cerca de la laguna de Wiñaymarca se ubican 12 piedras tipo paralelepípedos , esparcidas a poca distancia. La de mayor tamaño tiene 2,20 m de largo x 1,20 m de ancho y 0,52 m de altura; y la más pequeña, 1,20 m x 0,40 m x 0,52 m, respectivamente (figura 108). Fig. 108 Piedras labradas de la loma de Kanamarca (zona A). 83 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano b. Loma de Kanamarca: Zona B Localizada a 200 m del primer grupo de piedras y alejándose de la orilla del lago se observa otro grupo de piedras de dimensiones más uniformes, con mejores acabados, dispersas en terrenos de cultivos. Las medidas de la de mayor dimensión son 2,30 m (largo) x 1,20 m (ancho) x 0,70 m (altura), y las de las otras piedras señaladas son bastante similares (figura 109). Aquí es importante destacar la existencia de un camino o ruta diseñada con poca pendiente y aparente para el traslado de las piedras que se traían de las partes altas (figura 110). Fig. 109 Piedras labradas de la loma de Kanamarca (zona B). Fig. 110 Vista del camino que baja del volcán Kapia y pasa por Kanamarca. 84 Ricardo Bardales Vassi 2.3.Piedras Tacapisi Existen tres piedras al costado de la carretera Copani-Yunguyo, sin ruta aparente de (¿desde?) la parte alta del Kapia. 2.4.Piedras labradas de Copani a. Sector Challapampa Cerca de la carretera Copani-Yunguyo y al costado del río Antarani (Antar Jauría) existen siete piedras Fig. 111 Piedras «cansadas» (sector Challapampa¿?). semilabradas y algunas también semienterradas. La de mayor tamaño mide 4,26 m de largo x 1,65 m de ancho x 0,70 m de altura (ésta no está completa por estar enterrada, lo que hace suponer que hay otras piedras enterradas, según el cuadro 3 del anexo 1 (figura 111). Existen cuatro piedras alargadas, labradas y semilabradas; al costado de la carretera, en la comunidad de Challapampa, la más grande tiene 2,35 m de largo x 1,20 m de ancho x 0,60 m de altura (figura 112). Fig. 112 Piedra labrada en el kilómetro 13,00 de la carretera Yunguyo-Copani. 85 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano b. Sector Copani También ha una piedra de tipo balsa denominada en aimara «Yampucala», que en lengua castellana significa «piedra balsa», a una distancia aproximada de 300 m de la localidad de Copani. Mide 4,80 m x 1,80 m x 0,80 m (figura 113). Fig. 113 Piedra tipo «balsa» en el sector Copani, denominada «Yampucala». 86 Ricardo Bardales Vassi 2.5.Piedras «cansadas» de Isani a. Sector Calacala Ubicada en la comunidad de Isani, en el kilómetro 11,50 de la carretera ZepitaYunguyo, se encuentra una piedra semilabrada cerca de la carretera, que mide 1,14 m de largo x 1,20 m de ancho y x 0,68 m de altura, además de dos piedras separadas a unos 59 m que se ubica cerca de la laguna Wiñaymarca, y cuyas dimensiones son 1,62 m x 1,16 m x 0,75 m, y 1,70 m x 1,35 m x 0,70 m (figura 114). Fig. 114 Piedra labrada en el sector Calacala. 87 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano b. Isani Pueblo Se encuentran varias piedras al borde de la carretera y detrás de la iglesia, y otras han sido utilizadas como muros para el cementerio —una de ellas muestra huellas de arrastre—. Las dimensiones de una de ellas es de 1,50 m x 1,28 m x 0,80 m, y las de la otra, 1,40 m x 1,00 m x 0,70 m (figura 115). c. Sector Amaysamahui Las piedras de Amaysamahui vienen de la ruta de Molino Humacata, a 24 km de la ciudad de Yunguyo. Se encuentran a simple vista seis piedras labradas y semilabradas, dispersas en las parcelas, y otras en las viviendas de los comuneros. Fig. 115 Piedras labradas en el sector Amaysamahui. 88 Ricardo Bardales Vassi 2.6.Molino a. Molino Humacata El sector Molino Humacata está ubicado a 8 km de la carretera Zepita-Yunguyo y cerca del río Concomani. Una de sus piedras está cerca del camino, es semilabrada y mide 2,86 m de largo x 2,34 m de ancho x 0,70 m de altura; otra se encuentra cerca del río, es semilabrada, está semienterrada y sus dimensiones son 2,90 m x 4,50 m y una altura desconocida (justamente porque está semienterrada); hay además una tercera también cerca del río, semilabrada y que mide 2 m x 1,25 m x 0,75 m. Estas piedras bajan del cerro Kapia con una dirección hacia el centro poblado de Isani y el lago Wiñaymarca, donde también existen piedras similares (figura 116). Fig. 116 Piedras del sector Humacata, rumbo a orillas del lago Wiñaymarca, y que pasan por Isani. 89 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano b. Piedras labradas de Uyo Uyo Illeca La zona Uyo Uyo se encuentra ubicada en la comunidad de Molino Illeca del distrito de Zepita, en las faldas del volcán Kapia, y su topografía es plana. En la zona se localizan seis piedras dispersas de diferentes dimensiones y semilabradas, cerca de las laderas del cerro (figura 117). Fig. 117 Piedras labradas de Uyo Uyo Illeca, sector Molino. 90 Ricardo Bardales Vassi 2.7.Piedras «cansadas» de Calampuni Se encuentran ubicadas a 2 km al Este de la ciudad de Yunguyo. Existen cuatro grupos de bloques de piedra «cansadas», todos con dirección hacia la laguna Wiñaymarca (figura 118). Fig. 118 Piedras «cansadas» de Calampuni. Miden más de 5 m de largo por 1,5 m de ancho y tienen una altura visible de 0,50 m. 2.8.Piedra «Mesa Ceremonial» Por sus características, constituye un caso especial: da la impresión de ser una mesa ceremonial que tiene una pequeña inclinación de Este a Oeste, donde se observan claramente las huellas de los trazos en el proceso de su corte. Se localiza al pie del cerro Torritorini de la comunidad de Molino Kapia, distrito de Zepita; sus dimensiones son 2,82 m de largo x 3,40 m de ancho x 0,92 m de altura (desde el suelo), y es parte de la roca madre. Presenta además pequeñas marcas (se desconoce el motivo) que se repiten y que miden 0,26 m (¿no será ésta la unidad de medida?). A 100 m se halla otra piedra de 3,00 m x 2,50 m, que tiene en su superficie un labrado especial como para que «descansen» dos cuerpos echados boca arriba, similar al mostrado por Posnanski (1945 Vol II: 231) (figuras 119 a 122). 91 Fig. 119 Piedra «Mesa Ceremonial» del volcán Kapia. Se observan los dos lados con cortes culminados. Fig. 120 Detalle de la marca del trazo para el corte de la piedra «Mesa Ceremonial» del Kapia. Fig. 121 Detalle de uno de los lados que quedó a medio corte. ¿Utilizaron herramientas o alguna sustancia para diluir la piedra? Fig. 122 Detalle de las marcas en los trazos, cada 26 cm (¿pie andino o marca occidental?). Ricardo Bardales Vassi Por todo lo expuesto, no quedan dudas de que el volcán Kapia fue una de las canteras más importantes de Tiahuanacu, quizá porque este volcán era considerado como un Apu sagrado. Las piedras eran labradas antes de su embarque por grandes balsas a la península de Taraco, desde donde se trasladaban por tierra a Tiahuanacu. Frente a las orillas del lago Wiñaymarca que da al volcán Kapia se puede ver la península de Taraco (Bolivia), donde es posible hacerse una idea de la distancia que debían desplazarse las embarcaciones que llevaban las piedras desde el Kapia y luego por tierra hasta Tiahuanacu. El volcán Kapia, por sí solo, constituía un apu muy importante, pero su veneración se debía también a que presentaba un rostro tendido y mirando al cielo en uno de sus cerros más altos (¿Tunupa?). Las principales rutas que salían hacia la península de Taraco partían de varios puntos a orillas del lago Wiñaymarca; destacaban las siguientes: a. b. c. d. Huarputa-Kanamarca Challapampa-Copani Uyo Uyo (Molino Illeca)-Calacala Molino Humacata–Isani. Todas las piedras se dirigían a la península de Taraco; eran trasladadas en balsas y desde ahí, por tierra, hasta Tiahuanacu. En la figura 123 se muestra una panorámica de la península de Taraco desde el volcán Kapia, y en la 124 una piedra de grandes dimensiones en el sector de la comunidad de Challapampa. Por otro lado, en la comunidad de Jiwawi Grande de la península de Tarco se han encontrado varias piedras erosionadas por el agua (figuras 125a y 1125b). En la figura 126 aparece el mapa con las rutas del traslado de las piedras del volcán Kapia hacia Tiahuanacu, y en las figuras 127 a 134 diferentes vistas del volcán Kapia. Fig. 123 Vista panorámica de la península de Taraco, Bolivia, desde el volcán Kapia. 93 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 124 Una de las cuatro piedras labradas a orillas de la laguna de Wiñaymarca, comunidad de Challapampa, rumbo a Tiahuanacu. Fig. 125a-125b Piedras «cansadas» localizadas en la comunidad Jiwawi Grande, Taraco, Bolivia, traídas desde el volcán Kapia. 94 Ricardo Bardales Vassi Fig. 126 Mapa de las rutas utilizadas por los tiahuanacotas para trasladar las piedras a Tiahuanacu cruzando el lago Wiñaymarca. 95 Fig. 127 Panorámica desde el Kapia: «Vuelo del cóndor». Fig. 128 Corte vertical lado Oeste del Kapia, correspondiente al pico Q’uta Achachila. Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 129 Vista de perfiles de formaciones de aglomerados rumbo a la laguna de Warawarani. 98 Ricardo Bardales Vassi Fig. 130 Conformaciones rocosas: «Los tres rostros pétreos». 99 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 131 Vista panorámica de la Cordillera Real desde el Kapia. 100 Ricardo Bardales Vassi Fig. 132 Construcciones de viviendas rústicas Pucaras, cerro Jaque Huaytanui, zona Oeste del volcán Kapia. 101 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 133 Vista panorámica del pico Q’uta Achachila y la laguna Warawarani, desde el volcán Kapia. 102 Ricardo Bardales Vassi Fig. 134 Vista panorámica desde las cumbres del Kapia nevado. 103 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano 3. Proceso histórico de Tiahuanacu en el altiplano La cuenca del lago Titicaca es una región de trayectorias históricas y culturales importantes que se inició hace más de 6000 años antes de Cristo, correspondiente al Periodo Arcaico Temprano, como lo han señalado Bauer y Stanish (2003: 48). Gracias a los estudios arqueológicos, es reconocida como una zona de importante actividad humana, siendo núcleo temprano de grandes centros de desarrollo estatal. Las contribuciones de los pobladores de la región del lago Titicaca a la arquitectura y la lito-escultura, los textiles, la domesticación de tubérculos y camélidos y grandes innovaciones en aspectos económicos y religiosos, son apreciadas mundialmente. Lograron convertir los riesgos de un medio natural cambiante gracias a importantes innovaciones en tecnologías estratégicas que influyeron significativamente en el desarrollo de los Andes más allá del altiplano. a. El Arcaico (9000-2000 a. C.) referido a los primeros pobladores del Altiplano. Andendelfer (1998: 51, citado por Bauer y Stanish 2003: 48) divide el Arcaico (Precerámico) en Temprano, Medio y Tardío, con fechados de 9000-6000, 6000-4000 y 4000-2000 a. C., respectivamente. Así, la ocupación más temprana de la cuenca del lago Titicaca se remonta al Periodo Arcaico Temprano, antes de 6000 a. C. Una de las muestras de estas culturas está en las pinturas rupestres que se encuentran en varias zonas del altiplano (figuras 135a y 135b). Fig. 135a-135b Pinturas rupestres Pizacoma (Chucuito) e Isivilla (Macusani), Puno. En el primer caso una familia muestra un felino, y el otro representa una jornada de cacería. 104 Ricardo Bardales Vassi Se considera que en este periodo (hace cuatro mil años),6 las aguas del lago se encontraban a unos 45 m por debajo de su nivel actual, por lo que muchos de los lugares asentados estarían bajo agua. La ocupación humana fue nómada, y se dedicó a la caza, la pesca y la cosecha de plantas silvestres. Lugares que ofrecen abrigo y diversidad natural, como el lago Titicaca, eran sin duda los escenarios favoritos de la población nómada. Aproximadamente en 4000 a. C. la gente empezó a asentarse en centros poblados y el hombre andino logró criar dos especies de animales, la llama y la alpaca, que aparecieron sobre la tierra por intervención humana (Lumbreras 1990: 31) (figura 136). Fig. 136 Cuevas, zonas de abrigo utilizadas por pequeños grupos de cazadores y recolectores (Cutimbo, Puno). 6 Datos según estudios de ORSTOM-UMSA. Referencia señalada por Bauer y Stanish (2003: 43, tomada de Wirmrmann et al. 1990: 119-123). 105 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano b. El Formativo (2000 a. C.-100 d. C.) Relativo a los primeros agricultores del altiplano. En esta etapa se consolida la vida sedentaria de la población. Comprende el Periodo Inicial y el Horizonte Temprano: Formativo Temprano (2000 a. C.-1100 a. C.): Desarrollo de la cultura Wancarani, en el altiplano de Oruro. Se observa el cultivo de plantas, el uso de la cerámica y de construcciones arquitectónicas en pequeñas aldeas ubicadas en lugares elevados cerca del lago. Si se aprecia su cerámica, se concluye que poblaron espacios favorables para la agricultura, la ganadería y la pesca. Una de sus características fue el tallado en arenisca de cabezas de llamas. Durante el Formativo Medio (1100 a. C.-500 a. C.) se desarrollaron las culturas Qaluyo, en la parte norte del lago, y Chiripa, en el sur. Fig. 137 Sección inferior de la estela de Khonkho Wancarani, Bolivia. Según Max Portugal, pertenece a la época IV o Clásica de Tiahuanacu. 106 Estas sociedades jerarquizadas dejaron una arquitectura y una cerámica bien elaboradas. Se estima que el uso de los waru warus (camellones) corresponde al año 1000 a. C., que coincide con la presencia de la cultura Qaluyo. En este periodo se desarrolla un estilo artístico en piedra, con motivos antropomorfos y zoomorfos, y que utiliza conceptos simétricos, de carácter dual, de doble cara, llamados «pa-ajanu». El desarrollo tecnológico agropastoril, además de la domesticación de animales, provocó nuevas formas de organización del trabajo. Se observa la diversificación de labores de estas sociedades en diferentes tipos de materiales como ruecas, instrumentos de tejido de hueso y cerámica variada en lugares pertenecientes a este periodo. El monolito «Kon Tiki Wiracocha» o «Barbado», que se encuentra en el templete semisubterráneo de Tiahuanacu, presumiblemente es de esta época (figuras 137 y 138). Fig. 138 Estela de Caninsaya, estilo Chiripa (Yunguyo, Perú). Ricardo Bardales Vassi En el Formativo Superior (500 a. C.-100 d. C.) se presentan las primeras sociedades de señoríos complejos. Se perfecciona la lito-escultura, una de las tradiciones culturales más destacables que desarrollan las sociedades del altiplano, como símbolos de identidad étnica y como concepciones cosmogónicas, religiosas y políticas. Se observan desde las más simples (piedras rectangulares), tipo «huanca», hasta las más sofisticadas, como la estela Arapa-Rayo de Pucará. En este periodo sobresale la cultura Chiripa, que abarca la parte sur del lago; son famosas las lápidas del mismo nombre y de Santiago de Huata (figuras 139, 140a y 140b). El desarrollo final de Chiripa convive con los inicios de Tiahunanacu. Destaca asimismo Taraco, al norte del lago, con grandes avances también en la agricultura, la cerámica y la escultura en piedra. Se tiene una representación que incluye a un hombre y una mujer, de donde deriva el nombre de «YayaMama», una tradición religiosa que sería la base visual de Pukará (figuras 141a y 141b). Fig. 139 Pared del templo rectangular semisubterráneo de Chiripa, Bolivia. 107 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 140a-140b Estela Santiago de Huata y dibujos desplegados (Bolivia, estilo Chiripa, plaza del mismo nombre). Fig. 141a-141b Monolito Taraco (Puno), dibujo que, según Sergio Chávez, corresponde al estilo Yaya Mama y semeja elementos de las culturas Paracas, Nazca Temprano, Pukará y Tiahuanacu. 108 Ricardo Bardales Vassi Khonkho Wankane: Transición estilística del estilo Pa-ajanu al estilo Tiahuanacu. En este periodo son interesantes las representaciones escultóricas de Khonkho Wankane (Jesús de Machaca, Bolivia), donde Max Portugal realizó estudios en los que consideró a éstas como de transición estilística del estilo Pa-ajanu al estilo Tiahuanacu, ligadas a una tradición religiosa y cultural en la que las estelas presentan ojos llorosos, el felino ofidio, la dualidad frontal, el puma, las manos cruzadas –algunas de estas características se van a volver a ver en Tiahuanacu (figuras 142a-142b y 143). Fig. 142a-142b Dibujo del lado posterior de la estela Jinchun Kala, «Piedra con Orejas» (200400 d. C. aproximadamente). Se aprecian largas cabelleras. En la parte media aparece la dualidad a través de dos personajes frontales y felinos ofidios. En la parte inferior, un camélido alado con báculos. Fotografía de uno de los lados de la estela; en la parte superior se aprecia el lado trasero de un felino, un sacerdote boca abajo y un felino ofidio en la parte inferior. La parte frontal se encuentra totalmente deteriorada. Mide 4,55 m de largo. Fig. 143 Estela Wila Kala («Piedra Roja»). Representa a un personaje «achachila» con ojos en forma de anillos que culminan en un cuerpo de serpiente escalonada. Según los lugareños, representa a los lagos y ríos de Kokho Wankane. Posee las manos cruzadas y figuras duales. Mide 5,38 m de largo. 109 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Pukará (250 a. C.-400 d. C.). Es la primera cultura altiplánica expansionista: se han encontrado restos de esta cultura en Ayacucho, Cuzco y Arica (Chile). Los pukarás son reconocidos por la calidad de su cerámica, su escultura y su arquitectura. Su cerámica y su lito-escultura tienen un contenido simbólico y religioso no conocido ni reconocido en la actualidad. Son autores de las complejas estelas y pilastras, con figuras de alto y bajo relieve; consideraron la luz-sombra como «instrumento» de lectura, con presencia predominante del felino. Su asentamiento ceremonial y residencial de gran magnitud está ubicado en el pueblo actual de Pucará, al norte del lago, donde se muestran centros ceremoniales semisubterráneos y se aprecia el valor que le daban al signo escalonado. «Estos centros primarios del Formativo Superior tenían grandes plazas hundidas (por lo general de más de 10 m x 10 m), construidas con lozas de piedra […] en las plazas hundidas o no, se colocaban estelas» (Bauer y Stanish 2003: 52). Se imprime un fuerte impulso al desarrollo técnico y artístico de la cerámica, la textilería y la litoescultura. En las figuras 144 a 156 se muestran construcciones líticas, cerámicas de la cultura Pukará, mientras que en las figuras 157 a 168 aparecen detalles del labrado de su iconografía en sus estelas. Al cabo de los primeros 500 años, los tiahuanacotas lograron situar al sitio como el más importante asentamiento de la mitad sur del Titicaca. Organizados en un pequeño señorío, asimilaron a las culturas Wankarani y Chiripa, y rivalizaron por un tiempo con el Señorío de Pukará, que en esa época dominaba la mitad norte del lago. Fig. 144 Túnel subterráneo (Pucará). Recuerda a las galerías de Chavín. Fig. 145 Cabeza escultórica de sacerdote, Pucará (Museo de Pucará). 110 Ricardo Bardales Vassi Fig. 146 Rostro de sacerdote en tazón de cerámica, Pucará (Museo AAHP). Fig. 147 Tazón de cerámica con figura en alto relieve de personaje con cetros de Pucará (Museo AAHP). Fig. 148 Lado derecho con esquinas circulares (andenes de Pucará). 111 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 149 Piedras labradas de los antiguos edificios de Pucará. Fig. 150 Ingreso a los andenes superiores, al fondo el Peñón de Pucará.. 112 Ricardo Bardales Vassi Fig. 151 Andenes de Pucará. En segundo plano, la iglesia colonial del pueblo con el mismo nombre. Fig. 152 Templete semisubterráneo de Pucará. Paredes con grandes piedras y aberturas tipo puertas truncadas al centro de cada lado, a manera de cruz. 113 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Estelas de Pukará 114 Fig. 153 Escultura decapitada con mano izquierda en el pecho (Museo de Pucará). Fig. 154 Sección de estela con cabezas de felinos, Pucará (Museo de Pucará). Fig. 155 Lito-escultura de lagartos y serpientes duales, estilo Pucará (Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia-MNAAH). Fig. 156 Lito-escultura de lagartos y rombos sucesivos en espejo, estilo Pucará (MNAAH). Ricardo Bardales Vassi Detalles de iconografías de estelas estilo Pukará Fig. 158 Fig. 157 Fig. 159 Fig. 160 Fig. 164 Fig. 161 Fig. 162 Fig. 166 Fig. 163 Fig. 167 Fig. 168 Fig. 165 Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. 157. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 158. Figura del sapo-felino. Gran estela de Pucará (Museo de Pucará). 159. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 160. Detalle de flujo rayo. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 161. Detalle de rayo y chacanas. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 162. Detalle de flujo rayo y germen felino ofidio. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 163. Detalle de chacana con un sapo en alto relieve . Estela de Pucará - MNAAHP. 164. Sector inferior del paño central de la estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 165. Detalle de figura de la chacana. Gran estela de Pucará (Museo de Pucará). 166. Figura del rayo y serpiente bicéfala. Estela de Yapura, Puno. 167. Doble espiral entrelazada. Estela Arapa-Rayo (iglesia de Arapa, Puno). 168. Paño con rostro de felino abstracto. Estela de Yapura, Puno. 115 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano c. Tiahuanacu Expansivo (100 d. C. a 1100 d. C.) La cultura Tiahuanacu es considerada como uno de los horizontes culturales más importantes y complejos en el proceso histórico de los Andes (le corresponden los periodos Horizonte Intermedio y Horizonte Medio). En su fase de Estado expansionista del siglo IX d. C. demostró mucha capacidad para incorporar otras formaciones políticas, con procesos económicos, sociales e ideológicos tempranos, más complejos que los desarrollados antes, por lo que se le consideró como uno de los más importantes del territorio andino. Logró organizarse territorial y administrativamente. En este periodo se alcanzan niveles altos en diversas técnicas, como la textilería, la agricultura (control vertical de los pisos ecológicos), la cerámica, la lito-escultura y la organización social. Se construyen grandes templos (Akapana, Kalasasaya y Puma Punku), se hace planificación urbana y se establece un Estado con influencia regional. Así, el centro urbano del imperio Tiahuanacu se consagra como capital sagrada y gran centro de culto que irradió un movimiento religioso en este horizonte cultural, gracias a una reforma religiosa. Las efigies antropomorfas y zoomorfas pasan de moda y las nuevas se basan en una figura humana que representa al hombredios como autoridad divinizada, plasmada en la figura central de la Puerta del Sol. Fue un Estado teocrático y pacífico, que consolidó su poder en los años 400 a 500 d. C., con base en una religión de mucho prestigio y el dominio de territorios costeños y tropicales a partir de la complementariedad económica y el comercio de llameros. Las actividades más importantes fueron la agricultura, la ganadería y la artesanía. Los tiahuanacotas aprovecharon los cultivos temporales en las zonas protegidas por el lago, los waru-waru (campos elevados), el pastoreo de 116 camélidos, la explotación de los recursos lacustres y el intercambio comercial a larga distancia. Desarrollaron sus ocupaciones en la parte norte y al borde del lago, asociadas con waru-warus y fuentes de agua. Su gran red de colonias estratégicamente ubicadas producía excedentes que mantenían la economía de Tiahuanaco. Mostró gran maestría en arquitectura planificada, textilería, metalurgia y lito-esculturas, además de una excelente organización del trabajo. Ha dejado testimonios de sus avances en el manejo de la agricultura y el control vertical de los pisos ecológicos. La ideología, particularmente manifestada en el arte y la arquitectura, tuvo un papel importante en la construcción del Estado. Los tiahuanacotas lograron movilizar mano de obra a gran escala y levantar estructuras monumentales en su capital y centros secundarios, ubicados en la cuenca del Titicaca y otras áreas más alejadas. Logró expandirse por Bolivia, el norte de Chile y el norte de Argentina, así como al sur costeñocordillerano del Perú, donde llegó a Ayacucho y produjo el fenómeno Tiahuanacu-Huari, que se extendió por el centro y por el norte del Perú. Los centros más importantes, aparte de Tiahuanacu, fueron Huari (Ayacucho), Moquegua, San Pedro de Atacama y La Aguada (Argentina). En relación con las causas de la declinación de Tiahuanacu, todavía no hay un acuerdo entre los estudiosos; sin embargo, es posible pensar que llegó a su ocaso a mediados del siglo XIII, por causa, se presume, de un cambio climático crítico y abrupto que provocó una prolongada e intensa sequía (colapso ecológico) en el altiplano, lo que imposibilitó la agricultura y debilitó seriamente la base económica del Estado, que no tuvo cómo seguir manteniendo a la población. La otra versión o teoría de la caída de esta cultura está relacionada con el conflicto armado: se señala que fueron los aimaras los que invadieron territorio Puquina y, desplazaron a su gente y su cultura, de modo que provocó el éxodo de su población. Ricardo Bardales Vassi Bollinger y Rivera señalan: «El abandono de Tiwanaku y otras ciudades hace que aparezcan otros señoríos dispersos conocidos en general como la cultura Aymará. Parece que los descendientes de la élite gobernante se trasladan hacia Copacabana y la Isla del Sol, donde las pequeñas vertientes y microclimas especiales les daban posibilidad de supervivencia» (Bollinger y Rivera 1997: 54). Este colapso hace que la casta gobernante se repliegue un tiempo en la mencionada isla, y luego, con parte de la población de Tiahuanacu, migren rumbo hacia el Cuzco (de buen clima y con abundantes agua y suelo), para, luego de unos años, fundar el Imperio de los Incas (figura 169). Fig. 169 Grabado del muro oeste del Kalasasaya, por Dorbigne 1833. d. Periodo Altiplano (1100-1450 d. C.) Después de la caída de Tiahuanacu y durante el periodo Altiplano se disgregaron en pequeños señoríos o «reinos». El altiplano siempre ha sido escenario de convivencia de etnias diversas, que hablaron lenguas como el aimara, el quechua, el puquina y el uriquilla antes de los incas. Las etnias más importantes de este periodo son la de los collas, ubicada al noreste y norte del lago, y la de los lupacas, situada al sur occidental del Titicaca. Estas dos naciones fueron tan importantes como la Inca en su etapa inicial (figuras 170 a 172). 117 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 170 Muros del complejo arqueológico de Tanca Tanca, Desaguadero, Perú. Fig. 171 Centro ceremonial en el volcán Kapia, zona oeste (época Pukará). 118 Ricardo Bardales Vassi Fig. 172 Murallas de Lamparaquen, Lampa, Puno(collas). A diferencia de los anteriores periodos de ocupación, estos poblados muestran una notable expansión hacia zonas más altas, casi siempre siguiendo el curso de los ríos. Su patrón de asentamiento fue disperso, con centros fortificados (pukarás) de tamaño similar, ubicados en la cumbre de los cerros. En este periodo se vuelve a una forma de vida más sencilla, basada en el cuidado de los rebaños de camélidos, la agricultura, la explotación del lago y el intercambio comercial. En el territorio de los collas se puede encontrar más de 170 lugares fortificados y similares. La mayoría de los sitios pukarás son habitables, con estructuras circulares de piedras que fueron cimientos de casas. Los artefactos encontrados son de uso doméstico, como morteros, azadones y piruros. Estas construcciones fortificadas fueron diseñadas con fines defensivos frente a los peligros de ataques. e. Inca Expansivo (1450-1532 a. C.): El gran Imperio En el origen mítico de los incas se cuenta la relación antigua entre el lago Titicaca y Cuzco. Según el cronista Inca Garcilaso de la Vega, Manco Cápac y Mama Occllo salieron del lago Titicaca con el mandado divino de su padre el Sol para buscar en el Norte tierras fértiles donde establecerse. De esta manera se cumplió con la misión divina de civilizar a la gente del Cuzco, enseñándoles las artes agropastoriles y textiles, entre otros menesteres. Muchos investigadores concluyen que estos mitos son expresiones de los altos conocimientos de agricultura, tejido y organización adquiridos en la cuenca del Titicaca y trasladados al Cuzco. Este mito demuestra la gran importancia de la cuenca del Titicaca para la consolidación del gran Imperio de los Incas. Por estudios realizados en los últimos años se sabe que Tiahuanacu estuvo ocupado en algún momento por los incas (Huayna Cápac); tomaron especialmente el área que comprendía la pirámide de Puma Punku, dado que la consideraron como un lugar sagrado (Yaeger y López 2004: 1). Posteriormente los incas retornaron gracias a su expansión hacia el Sur y se encontraron con los collas y los lupacas en la cuenca del lago Titicaca. El inca Viracocha, logró someter a los collas tras una fuerte campaña, mientras que con los lupacas estableció una alianza. Después de las incursiones de Pachacútec se inició la masiva presencia Inca en toda la cuenca del lago Titicaca y el abandono 119 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano de las fortalezas localizadas en los pukarás, las partes más altas de los cerros, características del Periodo Altiplano. La presencia masiva de los incas en la cuenca del Titicaca significó cambios considerables. Se nota un aumento de población, algunos trasladados de lugares ajenos mediante el sistema de los mitimaes. Hatunqolla, por ejemplo, según las crónicas, fue uno de los cuatro centros serranos donde se destinaba el tributo costeño. Se empezaron a formar pueblos más grandes, lo que implicó grandes cambios en la economía. El manejo de pisos ecológicos diversos y la organización de labores siguen siendo importantes en este periodo, pero el cobro de tributos fue una innovación de los incas. El Incanato significa la cumbre del desarrollo cultural autónomo Fig. 173 La Isla del Sol (comunidad de Challapampa). 120 de los Andes, siendo la síntesis de los avances tecnológicos e ideológicos de todas las culturas antecesoras. Como muestra de la presencia de los incas en el Altiplano se tiene el santuario de la Isla del Sol (Palacio de Pilco Kayma, la Chincana) y la Isla de la Luna (Iñak Uyu), las chullpas de Sillustani y Cutimbo, construcciones que guardan la arquitectura del altiplano con un estilo constructivo Inca. En las figuras 173 a 177 se muestran vistas de la Isla del Sol; en las figuras 178 a 184, imágenes que ilustran las chullpas de Sillustani, y en las figuras 185 a 188, vistas de las chullpas de Cutimbo-Puno. Asimismo, el cuadro 1.1 contiene la cronología y etapas culturales regionales, y el mapa de la localización de las diferentes culturas del Tawantinsuyo. Fig. 174 La Isla de la Luna desde la Isla del Sol. Fig. 175 Andenerías en la Isla del Sol. Al fondo, la Isla de la Luna. Ambas fueron consideradas sagradas por los incas. Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 176 Palacio de Pilco Kayma, Isla del Sol. Típica combinación de la arquitectura: dintel y nichos escalonados, y doble jamba (Tiahuanacu); y puertas trapezoidales (Inca). 122 Ricardo Bardales Vassi Fig. 177 La Chincana (laberinto), a 200 m de la Roca Sagrada, Isla del Sol, con puertas y nichos trapezoidales típicos de la arquitectura Inca. Residencia de mujeres al servicio de rituales al Sol. 123 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 178 Chulpas de Acora - Puno. Fig. 179 Chullpa «El Lagarto», Sillustani, amanecer de junio. 124 Ricardo Bardales Vassi Fig. 180 Lagarto en alto relieve en chullpa del mismo nombre (Sillustani). Fig. 181 Lagarto en bajo relieve en chullpa del mismo nombre (Sillustani). Fig. 182 Las chullpas de Sillustani en la parte superior de la península, vista desde la isla Umayo. 125 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Fig. 183 Chullpas de Sillustani al amanecer del mes de junio. 126 Ricardo Bardales Vassi Fig. 184 Estructura circular con piedras verticales. Servía para medir el tiempo. Al fondo, la chullpa de El Lagarto. 127 Fig. 185 Chullpa cuadrada (observatorio astronómico) y chullpa circular de Cutimbo, Puno. Arquitectura Inca. Fig. 186 Interior de la chullpa cuadrada, Cutimbo. Era utilizado como observatorio solar y para ceremonias religiosas. Fig. 187 Vizcacha, pareja de felinos y puma en alto relieve, al ingreso de la chullpa circular de Cutimbo. Fig. 188 Serpiente en alto relieve, con efecto luz-sombra, parte posterior de la chullpa cuadrada de Cutimbo. Ricardo Bardales Vassi Cuadro 1.1 Cuadro cronológico de los Andes Centrales Periodos Horizonte Tardío Imperio Tawantinsuyo Años 1532 1450 Intermedio Tardío Estados regionales Imperio Wari 1000 Horizonte Medio 600 Desarrollos reionales Horizonte Intermedio Temprano Norte Inca Pachacamac Cajamarca Chimu Lambayeque II Chancay L.. Casma ... Sican-Lambayeque (Huari) Huari E... Cajamarca III Nazca Mochi Lima Moche D.C. A.C. Recuay Cajamarca I-II Vicus Ancón Huari Tiahuanaco Nasca Chiripa Q... Cup... Sechu Garagay Chinchorro Kotoch Periodo Inicial Wankarani Valdivia 2000 Huacaprieta Tardío Litico Chincha-Ica L.. ... .. Tiahuanaco Paracas 1200 Arcaico Sur Inca Pucará Salinar Chavin Horizonte Temprano Huarpa Viru 200 Formativo Centro Inca P r e c e r a m i c o Caral Paraíso 4000 La galgada Medio Chilca Ancon Chinchorro Viscachari 6000 Paijan Lauricocha Temprano Lauricocha Toquepala 12000 mas 129 Tiahuanacu y las culturas en el Altiplano Mapa de la ubicación de las culturas precolombinas 130 Ricardo Bardales Vassi Mapa del área de influencia de las culturas Tiahuanacu y Huari Kolkitin Palacio Yamobamba Pampa Grande Galindo Viracochapampa Marcahuamachuco Honcopampa Zona Huari Socos Wari Willca Pachacamac Azangaro Jargampata Conchopata Pikillacta Jincamocco Huaro Pacheco Huaca del Loro Pukuro-Uyu Iwawi Tiwanaku N Cerro Baul Omo Lukurmata Kallamarca Khonko Wankani Valle de Cochabamba Arica Zona Tiwanaku 500 Km. San Pedro de Atacama 131
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