Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 1 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 2 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Humanizar la empresa. Hacia una formación empresarial ética Federico Buyolo García 3 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Bubok Publishing S.L., 2015 1ª edición ISBN-13: 978-84-606-7616-4 Edición digital Editado por Bubok 4 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 5 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética “La ética empresarial no es una parte de la responsabilidad social, sino justo al revés, la responsabilidad social es una dimension de la ética” Adela Cortina 6 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 7 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Índice Introducción La economía como instrumento y no como fin 9 Capítulo uno Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo paradigna de la gestión empresarial 14 Capítulo dos La ética en el frontispicio de la acción empresarial 30 Capítulo tres Responsabilidad social de las empresas: Un instrumento para una economía humanizadora 63 Capítulo cuatro La formación de líderes éticos como elemento fundamental del cambio 119 Capítulo cinco La formación ética en el grado de ADE: Lejos de un buen modelo de formación empresarial ética 140 Epílogo Sin personas éticas no habrá empresas éticas 158 Bibliografía y otras fuestes 167 8 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Introducción La economía como instrumento y no como fin Estimado lector, el libro que comienza a leer ahora pretende poner de relieve la necesidad del cambio de paradigma en la formación de los futuros empresarios, un cambio que ha de ir innegociablemente dirigido a la formación ética como elemento fundamental de una economía humanizada y humanizadora. No podemos seguir asistiendo al desarrollo de una economía que fundamenta todo su ser en la acumulación de bienes y capitales sin tener en cuenta la responsabilidad que tiene con la sociedad. Las actuaciones empresariales no pueden estar desligadas de una actuación ética, por eso necesitamos una formación que vaya dirigida a la formación de líderes 9 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética empresariales que actúen en base a planteamientos éticos fundamentales. El capital no puede convertirse en el fundamento de la economía, sino que ha de servir al bien común. Esta deriva no corresponde a la visión original que se tenía de la economía, sirva como ejemplo la Constitución Italiana que en su artículo 41 determina que: “la iniciativa privada es libre… sin embargo no se puede desenvolver en contra del beneficio de la comunidad”. Pero este planteamiento no es novedoso, ya Aristóteles diferenciaba muy claramente la economía como un instrumento para la obtención del bien común “oikonomia”, frente a la economía como un fin en sí mimo “chematiske”, a la que llegaba a considerar como algo antinatural. Por desgracia hemos vivido una deshumanización de la economía, y ahora más que nunca se hace necesario que la ética se convierta en el elemento fundamental de la acción empresarial redirigiendo la economía a su valor inicial como un instrumento y no como un fin en sí misma. La ética no puede ser algo ajeno a la actividad empresarial. Al igual que en la economía 10 no podemos confundir los Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética instrumentos con los fines, no podemos caer en el mismo error cuando hablemos de ética: la RSE, códigos éticos, rendición de cuentas y otros elementos similares son sólo instrumentos que disponen la empresa para ejercer una actuación ética, pero no es la base de su actuación. La ética debe ser la base de toda acción empresarial, una ética fundamentada en valores que actúe para favorecer el bien común. Esta actuación ética puede ser aprendida y ha de ser aprendida. Un aprendizaje ético que lleve a la toma de decisiones y actuaciones justas y racionales. Una actuación personal encaminada a la construcción del bien común desde mi libertad para elegir mi comportamiento y actuación, que permita solucionar mis necesidades y la del otro con el que interactúo. Las decisiones empresariales han de sustentarse por una ética personal, las empresas sólo podrán ser éticas si las personas que trabajan en ella son éticas. En la primera parte de este libro se hace un análisis de la realidad social y empresarial donde se pone de relieve la necesidad de un nuevo paradigma económico. La economía no pude basarse en un juego de “teneres” (tener y estar) 11 por Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética encima de los “haceres” (hacer y ser), la sociedad demanda una economía más centrada en el planteamiento aristotélico, ser un instrumento para la obtención del bien común. En la segunda parte establecemos la necesidad de desligar los principios de los instrumentos. Se ha hablado mucho de la Responsabilidad Social de las Empresas como elemento de mejora de la gestión empresarial, sin embargo desde nuestro punto de vista la RSE es sólo un instrumento en manos de las empresas que no puede convertirse en la base de la acción responsable de la empresa. La ética es y debe ser la base de toda acción empresarial, las empresas no pueden ser ajenas a comportamientos éticos. Pero para la implantación de un nuevo modelo ético de gestión empresarial es necesario repensar el papel de los empresarios. En este sentido, dos cuestiones son indispensables: impulsar un liderazgo ético empresarial como facilitador del cambio y además introducir la ética en la formación inicial de los estudiantes universitarios. Sólo cuando consigamos empresariales éticos empresas éticas con líderes podremos entender que la RSE, los códigos éticos y demás instrumentos de gestión socialmente responsable de la empresa pueden ser efectivos. 12 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética La tercera y última parte del documento lo configura la investigación realizada sobre los planes de estudio del Grado de Administración y Dirección de Empresas para el curso 2014-2015 que se imparten en las universidades españolas. Con este estudio hemos querido demostrar que las universidades no facilitan una formación adecuada, ni desde el punto de vista cuantitativo ni cualitativo, para una actuación ética tanto personal como empresarial. Es imprescindible que la formación universitaria de los futuros líderes empresariales tenga como principal objetivo el aprendizaje e interiorización de conductas éticas. Tomando este paradigma de la economía como instrumento para la obtención del bien común y la ética como elemento nuclear de la acción personal irrenunciable en la práctica empresarial, este estudio quiere demostrar que las universidades, no están dando una formación adecuada para que se cumplan estas dos condiciones y donde además, el aprendizaje, cuando este ocurre, está encaminado más a una formación instrumental que a una formación del comportamiento humano para una ética personal y empresarial. 13 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Capítulo uno: Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo paradigma de gestión empresarial Cuando en 2008 leíamos en los diarios la caída de los grandes gigantes económicos de EEUU, ya empezábamos a intuir que la economía tal como la conocíamos se había acabado. La caída de Lehman Brothers abrió, según todos los analistas financieros, el inicio de lo que iba a suponer una crisis mundial que marcaría el fin de una era: el fin del capitalismo financiero especulativo. 14 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética El modelo económico que imperaba en los años anteriores a la crisis se ha demostrado erróneo. La crisis financiera de EEUU, que arrastró a todas las economías del mundo convirtiéndola en una crisis mundial, vino a demostrar que la visión del todo es válido por el beneficio a corto plazo no era un buen modelo para la economía mundial. La economía se había convertido, como bien explica el expresidente Felipe González, en un casino desregularizado y sin límites a la especulación, donde sólo existía un solo principio: maximizar los beneficios a cualquier precio. Bajo el paraguas de una economía mundial que se centraba única y exclusivamente en el crecimiento económico y donde el desarrollo se media con el aumento del Producto Interior Bruto de cada país, sólo existía una estrategia: la acumulación de bienes y capitales. Un modelo que determinaba que la mejora del bienestar social de las personas estaba ligada al mantra de cuánto más tienes, más vales. El consumo era la piedra angular del sistema, era necesario que familias dispusieran de poder de compra aunque eso supusiera su endeudamiento, el sistema no podía parar. Las entidades financieras diseñaban instrumentos y productos que facilitaran que las familias pudieran acceder a 15 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética financiación en unas condiciones muy ventajosas, el objetivo era sólo uno: facilitar el consumo. Pero esto llevó, como no podía ser de otra manera, a que las familias se endeudaran, una trampa que lejos de mejorar la economía de las familias y facilitar su enriquecimiento económico-cultural, produjo un endeudamiento insoportable para las familias, y consecuentemente el ensanchamiento de los desequilibrios sociales. Como bien dice el Profesor Aguilera Klink vivíamos en “la consolidación de esa economía basada en la injusticia, deshumanizada facilitaba la y deshumanizadora”1 acumulación de bienes que como potenciaba modelo y de crecimiento y símbolo de progreso social. La crisis económica y financiera de 2008 puso de relieve además, una crisis de valores que alentaba la deshumanización de la sociedad, donde se premiaban los “teneres” (tener y estar) por encima 1 AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28 16 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética de los “haceres” (hacer y ser)2. Una economía donde nuevamente la mano invisible del mercado trabajaba en una doble dirección: la desregularización del sistema, y la eliminación de la transparencia y la rendición de cuentas de las grandes corporaciones financieras y económicas. Estas actuaciones repercutieron inexorablemente en la ruptura de la imprescindible confianza de los consumidores en el sistema económico. El sistema de capitalismo desacerbado imperante entre el final del siglo XX y comienzos del siglo XXI, dio prioridad al capital por encima de cualquiera de otras cuestiones. Los principios del libre mercado de Adam Smith y Milton Friedman fueron llevados a su máximo exponente derivando en la desregulación del sistema financiero internacional y la desmoralización de la actividad económica y empresarial: “el dogma de la economía 2 CASTAÑO GÓMEZ DEL VALLE, C (2003): “Nueva visión de la ética empresarial. Informes y códigos éticos”. Anales de mecánica y electricidad, Enero-Febrero. Madrid, 6-10 17 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética es una cosa separada de la vida humana, y obedece a leyes propias” 3 Un sistema económico que actuaba con una motivación dominante y donde los intereses de los mercados estaban por encima de los intereses de las personas. Lo que importaba eran los índices macro-económicos por encima de la micro- economía, es decir, la economía real de las personas y de las familias. Con este modelo económico lo que se pretendía, como ya hemos dicho, es ligar crecimiento a crecimiento económico y donde lo más importante es el capital. Este paradigma económico aun dominante hoy en día, potencia un modelo de empresa ligada al desarrollo de modelos de rendimiento económico cortoplacista. Un modelo ya caduco que llevó al descrédito de las empresas que no tienen en consideración ningún otro aspecto, ni social ni cultural, ni tan siquiera medioambiental “la causa de la degradación de nuestras instituciones, desde la familia a las empresas 3 AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28 18 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética comerciales, ha estado principalmente en la economía”4 Un modelo empresarial que se centra en la creación de valor para los accionistas mediante la maximización de los beneficios empresariales, un modelo de shareholder. En este enfoque neoclásico del modelo capitalista empresarial, la producción y comercialización de bienes es la función primordial de la empresa, por ello, las empresas entienden que no pueden desviar ni su visión, ni su misión, de aquello que no suponga un rendimiento económico a corto plazo. Tal como afirmaba las teorías de Friedman, la responsabilidad de las empresas con la sociedad son los impuestos, que además eran considerados por el propio Friedman como una limitación a la capacidad para invertir y desarrollarse de las empresas. Este enfoque capitalista exacerbado no reconoce un contrato social más allá de las obligaciones legales. Bajo este paradigma económico, la única tarea encomendada a las empresas es la de producir y vender. Las empresas 4 NARANJO, C. (2013): “Por una economía humanista”. Mediterráneo, 23. Pag 26. Almeria, 93-122 19 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética satisfacen las necesidades del mercado obteniendo la máxima rentabilidad económica posible fruto de sus acciones comerciales bajo un principio de eficiencia. El valor de la empresa es el valor de sus activos económicos y financieros. El negocio del negocio es el negocio. Estos principios sustentados en el libre mercado y la negación de responsabilidad social de las empresas nos llevan a varias reflexiones que pueden entran en colisión con la visión de la empresa socialmente responsable: ¿se pueden producir sin tener en cuenta los costes sociales, culturales o medioambientales? ¿Es ético vender armas a países en conflicto?, ¿Es ético financiar la venta de armamento a países de Oriente Medio inmersos en conflictos armados donde mueren miles de civiles? ¿Quién establece las necesidades a satisfacer, la oferta o la demanda? ¿Es ético obtener un beneficio desmedido en los productos de primera necesidad en momentos de crisis? No ponemos en duda cual es el objetivo primordial de las empresas: obtener beneficios. Es necesario entender que la empresa como organización social, no puede colisionar con los 20 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética objetivos comunes de la sociedad en la que está inserta. Las empresas son parte fundamental del entramado económico y social, por ello, además de cumplir con las obligaciones legales que regulan su actividad, debe actuar conforme a los principios éticos de respeto del bien común contribuyendo con su acción a la mejora y la transformación de la sociedad. Las empresas socialmente responsables han de constituir la base de una ciudadanía corporativa, es decir, las empresas como los ciudadanos, han de favorecer el mantenimiento y mejora del bien común, sólo de esta manera estas se convierten en parte activa de la sociedad. Ciertamente las empresas son claves en el desarrollo de las sociedades, pero no puede limitar su acción a la creación de riqueza y empleo como únicos valores de su existencia. “Las empresas son pilares claves de una sociedad dinámica. Crean empleos, invierten, innovan, desarrollan a las personas, ayudan a usar los recursos escasos de un modo eficiente y, desde muchas perspectivas, tiene un papel importante en la sociedad 21 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética moderna”5. Todos podríamos dar por válida esta definición de Canals, pero no podemos olvidar que las empresas se encuentran en un territorio, bajo un paradigma económico especulativo y en una sociedad en permanente cambio. Las empresas nacen para perpetuarse y han de adaptarse a los cambios sociales y económicos que se producen a lo largo de su vida útil. Las sociedades exigen cada día más. “El proceso de globalización ha transformado el papel social de la empresa aumentado su poder y por lo tanto su responsabilidad”6, tal es así que hoy se exige a las empresas no sólo el cumplimiento de sus obligaciones legales en los países donde operan, sino en aquellos donde tiene ubicadas sus sedes o plantas de producción. La globalización no puede suponer una puerta abierta al incumplimiento de los derechos humanos, ni tan siquiera la excusa para una nueva colonización de los países en vías de desarrollo. 5 CANALS, J. (2010): “Rethinking the firm’s mission and purpose”. European Management Review, 7. London 6 GARCÍA-MARZÁ, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, Vol II nº 17. Pag, 185.San Rafael de Valparaiso (Chile) 183-204 22 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Pero no sólo la crisis económica y la globalización han sido los factores claves para el cambio de paradigma económico y la instauración de una nueva era financiera mundial. Los escándalos económicos, financieros y medioambientales han ayudado a deslegitimar la mala praxis de algunas empresas y corporaciones. Crisis económica, globalización, escándalos financieros, desastres medioambientales, falta de transparencia… entre otros temas, han llevado a replantearnos si las empresas deben de evolucionar a modelos de empresas socialmente responsables o por el contrario, pueden seguir dando la espalda a las reivindicaciones de la sociedad. Este nuevo paradigma obliga además a repensar la formación de los directivos de las empresas. La formación inicial de los empresarios y consolidación emprendedores es fundamental para la de modelos empresariales más justos y sostenibles tanto social, como económicamente. La economía del siglo XXI necesita una humanización de la empresa como base del cambio socioeconómico que demanda la sociedad y esta debe de venir de la mano de la educación. 23 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética “El objetivo fundamental del momento presente es la salida de la crisis, poniendo las bases para evitar caer en la siguiente”7 lo que nos lleva a que las empresas han de constituirse como el elemento esencial para la moralización de la economía y la actuación empresaria socialmente responsable. Por ello, es necesario identificar claramente cuál es el sentido de la actividad empresarial en la sociedad actual, su misión y su visión. A los planteamientos que se le pedía a la empresa tradicional de finales del siglo XX, hoy la sociedad les exige además que contribuyan al trabajadoras, empoderamiento de los trabajadores y que su actuación respete el medioambiente, y además de que respete y fortalezca los derechos humanos. Las empresas están insertas en la sociedad y como instrumentos sociales que son, deben de contribuir a la mejora y la transformación de la misma. “El fin de la empresa,…, puede ayudarnos a entender en 7 que consiste esa fuerza MELLE HERNÁNDEZ, M. (2012) “Por un gobierno corporativo socialmente responsable”, en No es Economía, es ideología. EDICIONES DEUSTO. Pag, 99 Barcelona. 89-100 24 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética transformadora en las tres dimensiones… económica, social y moral”8. Por lo tanto, las empresas no pueden ser inmunes a esta realidad, son parte de la sociedad y a su vez, corresponsables del avance o deterioro de la misma. Las empresas no pueden mirar hacia otro lado ante una nueva realidad social más exigente, por ello deben afrontar los nuevos problemas que afectan no sólo a la economía, sino a la sociedad con una visión integral. El bien común no puede estar solamente gestionado y defendido por las entidades públicas. Las empresas como instituciones sociales constituidas en ciudadanía corporativa, configuran un instrumento de primer orden para el establecimiento de las condiciones necesarias que permitan la defensa y el enriquecimiento del bien común. La vieja industria de los años 60 de Inglaterra hoy no tendría valor ni tan siquiera económico. No se puede entender hoy en día una empresa que no esté imbricada en la realidad del 8 ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad”. Working Paper WP-1072, Julio 2013. Pág, 7. Barcelona 25 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética entorno que le rodea, ha de hacerse eco de la cultura predominante de la época. Se inician nuevos tiempos con nuevos retos. Es necesario repensar los viejos esquemas mercantilistas y cortoplacistas de los modelos clásicos de las empresas del siglo pasado. Los objetivos y actuaciones de la empresa no pueden limitarse al beneficio a corto plazo, hay que abrir nuevos paradigmas que nos lleven a una empresa socialmente responsable y comprometida con el tiempo y el lugar que le ha tocado vivir. Tal como define la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, “el nuevo paradigma de la empresa responsable y sostenible es la apertura y sensibilidad hacia el entorno, el sentido de comunidad, la capacidad innovadora, la consideración del lago plazo y la creación de valor”9 en definitiva, empresas comprometidas con su objetivo interno de crear valor para sus accionistas, pero sin desoír y desatender la responsabilidad que tienen con la sociedad. Las empresas son 9 VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid 26 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética instituciones sociales y no pueden renunciar a su responsabilidad. Por ello, las empresas deben atender a su triple dimensión, económica, social y medioambiental. Ya no vale tener únicamente como misión la obtención de beneficios por la satisfacción de las necesidades del mercado, sino que ha de tener en cuenta el bienestar, el desarrollo y el empoderamiento de sus trabajadores. La empresa no ha de perder su dimensión económica, sino que debe acrecentar su corpus empresarial y social Las empresas nacen para perdurar en el tiempo y por ello, deben compartir los valores y aspiraciones de la sociedad en la que están insertas. Los cambios económicos, sociales y culturales acontecidos en el inicio del siglo XXI no pueden ser ajenos a la misión y la visión de las empresas contemporáneas. Se plantean nuevos retos que hacen necesarios cambios. Las empresas deben asumir estos retos y superar los viejos modelos de los siglos XIX y XX en la gestión empresarial. Las empresas del siglo XXI han de estar fundamentadas en los valores éticos y sociales. 27 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Las nuevas empresas han de colocar la ética en el frontispicio de su acción. La ética ha de ser la guía que les lleve a configurar sus modelos de negocios fundamentados en una responsabilidad proactiva y socialmente responsable. La actuación ética y socialmente responsable que han de desarrollar las empresas ha de configurarse como el “corpus ideológico” de su modelo de negocio, no es sólo una estrategia económicamente rentable, es y debe ser además, el ADN de la propia actuación de todos aquellos y aquellas que forman parte del conglomerado de trabajadores, beneficiarios y afectados de la empresa. La empresa del siglo XXI ha de nacer desde la ética, la participación, la transparencia y la responsabilidad en defensa del bien común. Una sociedad equilibrada y sostenible requiere que todas sus instituciones trabajen conjuntamente para defender y acrecentar el bien común. Este modelo de empresa socialmente responsable no está reñido con el lícito beneficio económico de las empresas. Lo que sí deja claro, es que el crecimiento de la empresa y del beneficio de sus accionistas pueda hacerse a costa del bien 28 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética común de todos y todas. No podemos sostener como sociedad un modelo económico y empresarial que siga generando situaciones de desequilibrio social y económico, donde el beneficio de unos pocos sea la perdida de la mayoría. Es imprescindible desarrollar un nuevo paradigma de modelo gestión empresarial para una economía humanizadora y humanizada donde el bien común sea el objetivo máximo. 29 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Capítulo dos: La ética en el frontispicio de la acción empresarial ¿Qué es la ética? Si realizamos una definición etimológica de la palabra ética, vemos que viene del griego “êthos” que significa “carácter o modo de ser”. Pero ampliemos este término griego con la definición que aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: 1. Perteneciente a lo relativo a la ética 2. Recto, conforme a la moral 30 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 3. Persona que estudia o enseña moral 4. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre 5. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana Si exploramos la literatura filosófica, podemos encontrar otras definiciones como la que realiza Pedro Francés que establece la ética “como un conjunto de normas y actitudes individuales que han permitido y permiten a la humanidad alcanzar y mantener el progreso material, social e ideológicos”10. Otra definición que nos parece importante resaltar es la que realizó Etkien: “la ética es el fundamento cuyos valores esenciales deben organizar la vida social, y son tales como la libertad y la dignidad humana, así como también se basan en conceptos morales como el bien común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”11 y por último, haremos referencia a la definición del profesor Argandoña que 10 FRANCÉS, P. (2004): Ética de los negocios. Desclée. Colección ética aplicada. Bilbao. 11 ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill Interamericana. New York 31 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética la define como “la ciencia que enseña al hombre a conseguir sus bienes, ordenados de acuerdo con su contribución al desarrollo de la persona”12 Como podemos comprobar encontramos variadas interpretaciones del término ética, vamos a tomar como referencia la definición que realiza Adela Cortina: “la ética es un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un sentido racional”13 La ética es una práctica individual, un quehacer intransferible, una manera de entender el comportamiento personal. Nuestra actuación ética está fundamentada en la escala de valores que adquirimos a lo largo de nuestra vida y que ponemos en práctica a través de las virtudes que poseemos. Aristóteles definió la cadena del comportamiento ético como un proceso de toma de decisiones en libertad entre el bien y el mal, donde la repetición y el hábito retroalimenta nuestro 12 ARGANDOÑA, A. (1994): La ética en la empresa. Madrid. Instituto de Estudios económicos. 13 CORTINA, A, (1994): “¿Qué es la ética?” en Ética de la empresa. Claves para una nueva cultura empresarial. Trotta. Madrid 32 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética aprendizaje. Pero este proceso de repetición puede llevarnos al bien o al mal, es decir, a la virtud o al vicio. Llegamos a la virtud cuando tomamos el camino del bien, cuando nuestras decisiones se basan en valores morales, sin embargo, caemos en el vicio cuando no tomamos en consideración esos valores morales y persistimos en caminos alejados de la virtud. Así púes, la acción ética es el arte de la repetición orientada hacia el enriquecimiento de las virtudes que son hábitos positivos para hacer el bien. El proceso que lleva a un comportamiento ético se inicia en la conciencia moral de la persona, un comportamiento que ira encaminado a la toma de decisiones justas desde la libertad de elección de la persona y en la que juega un papel fundamental la toma de decisiones pensando no sólo en mis necesidades u objetivos, sino que además en las de las personas con las que interactúo. Según la profesora López-Jurado 14 existen tres criterios para la toma de decisiones que a su vez pueden ser entendidas como consecuencias: 14 LOPEZ-JURADO PUIG, M. , KIM S.(2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.329. Madrid 33 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética a. La eficacia de la acción: que mide las consecuencias de la acción en cuanto al beneficio producido. b. La eficiencia de la acción: que evalúa los cambios producidos por el aprendizaje experimentado por la puesta en práctica de la decisión. c. La consistencia de la acción: criterio que tiene en cuenta el aprendizaje del sujeto que recibe la acción. Para una actuación ética de las personas es necesario que todos estos valores y determinaciones éticas estén incorporadas en nuestra conducta. Sólo a través del aprendizaje, la experimentación e interiorizamos estos procedimientos éticos podemos actuar de manera automática ante los retos morales que se nos plantea en la vida. Tener conciencia ética es entender que para la consecución de los fines que perseguimos hemos de actuar conforme a valores morales y sociales Pero el comportamiento ético, aun siendo personal, sólo se puede ejercer indispensables en para libertad. la Una toma de de las condiciones decisiones éticas fundamentadas en valores morales ha de ser la libertad, sin ella 34 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética no se puede hablar de ética. Las decisiones condicionadas por la falta de libertad limitan las posibilidades de desarrollar juicios morales justos que puedan guiar la intención conductual de la persona hacia un comportamiento ético. Kant decía que “si debo, es porque puedo”, es decir, si tengo la convicción de actuar de una manera concreta es porque tengo la libertad de elegir ese camino y no otro, sin libertad no puede haber responsabilidad. Educar en ética es indiscutiblemente educar para la deliberación y la actuación justa, una educación para la adquisición de valores, destrezas y habilidades que permita a la persona afrontar con garantía los retos morales del día a día. Hemos de ser conscientes que nuestras acciones tienen consecuencias en los demás. Adela Cortina habla de un “ethos del ciudadano democrático” 15 donde deben de existir al menos tres virtudes deliberativas: el respeto mutuo, la integridad cívica y la magnanimidad cívica 15 CORTINA, A. (2007): “Ethica cordis”. ISEGORIA, Revista de Filosofía Moral y Política. Pag, 123. Madrid 113-126 35 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Hablar de respeto mutuo es hablar de convivencia. La educación para la convivencia lleva implícita una actitud de tolerancia y respeto a las ideas, costumbres y a las actuaciones distintas de las propias. Este respeto mutuo ha de implicar necesariamente una predisposición al diálogo y al encuentro con otras personas. Vivimos en un mundo global, las ciudades, los barrios, en definitiva, el territorio social en el que nos desenvolvemos se ha convertido en un crisol de culturas, de nuestra capacidad de respeto y tolerancia depende la mejora de la convivencia ciudadana que nos permita alcanzar una ética de máximos, la felicidad. Las personas han de convertirse en personas íntegras y racionales, la integridad cívica ha de ser la guía de nuestra acción moral. Debemos respetar nuestra integridad personal y evitar que nuestras acciones entren en conflicto con nuestros principios y valores. La práctica y el aprendizaje de la ética nos permiten interiorizar nuestros valores sociales y morales, y así poder desarrollar nuestra acción cívica de manera natural. El valor de nuestras acciones, tal como explica la profesora LópezJurado “es aquella cualidad de la realidad que afecta a los 36 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética sujetos incrementando la satisfacción de estos”16, en este sentido el valor real de una acción es la suma de su valor extrínseco, intrínseco y transcendente, es decir, el valor de nuestra satisfacción, la reacción del entorno y la satisfacción que produce en otras personas. Por último, la magnanimidad cívica nos permite reconocer los distintos planteamientos morales de aquellas posiciones contrarias a las nuestras, desde una posición entre iguales, reconociendo la legitimidad de las mismas y valorando los planteamientos defenderse de desde los demás. Las planteamientos propuestas positivos, han no de como contraposición bélica entre planteamientos distintos. El debate no se puede desarrollarse desde una posición altiva y prepotente, se ha de tener la mente abierta y practicar un diálogo enriquecedor: “win to win”. 16 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid 37 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética ¿Puede existir una ética empresarial? Hasta ahora hemos visto los principios de la ética personal, pero llegados a este punto, debemos ser capaces de institucionalizar estos principios personales que configuran la ética individual en la acción empresarial. El modelo empresarial para una economía humanizada debe sustentarse en principios éticos individuales y colectivos que configuren el “ethos” de cada organización siempre acorde con los principios y valores aceptados y adoptados por la sociedad. Las cuestiones que nos han llevado a esta crisis mundial están muy relacionadas con esta falta de sentido moral en los negocios, como decíamos en el capítulo anterior, en la época previa a la crisis económica se implantó una sociedad de acumulación de bienes y servicios que nada tenía que ver con actitudes racionales y morales. Además tal como refleja Argandoña17“en los años recientes han tenido lugar cambios sociales, legales e institucionales que 17 ARGANDOÑA, A. (2010): “Más allá de la eficiencia: lecciones éticas de la crisis para la cultura empresarial”, Hacia una nueva ética económica Global JIMENEZ ARAYA T. (Editor). HUYGENS EDITORIAL. Pag, 207. Barcelona 203-225 38 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética pueden haber acentuado el papel de la codicia”, tal es así que “la sociedad ha generado situaciones de codicia inducida alentando y premiando a los que tienen éxito en sus conductas codiciosas y haciendo más difícil comportarse de otro modo” Como vemos estas prácticas se alejan de lo que debe ser una actitud correcta y ética con un sentido racional. La ética no es algo nuevo, sin embargo, en el nuevo paradigma empresarial y económico está llamada a ser el gran principio inspirador y guía de toda futura actuación empresarial. La ética empresarial no es una propuesta sólo moral, es un modo de gestionar las empresas, es y debe ser una ética aplicada. Haciendo un repaso de la literatura económica y empresarial podemos encontrar varias definiciones sobre ética empresarial. En todas ellas encontramos similitudes importantes: 1. Epstein (1987)18: “Reflexión sistemática basada en el valor que los directivos realizan sobre el significado 18 EPSTEIN, E.M. (1987) : “The corporate social policy process: Beyond bussines ethics, Corporate Social Responsibility an corporate social responsiveness” California Management review, vol XXIX, nº 3, Spring, 99-114 39 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética moral y personal de las acciones organizativas y sus consecuencias para los grupos de interés” 2. Etkien (1993): “Es el fundamento cuyos valores esenciales deben organizar la vida social, y son tales como la libertad y la dignidad humana, así como también se basan en conceptos morales como el bien común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”19. 3. De George (1999)20: “Parte de la ética que trata específicamente de los dilemas morales que surgen en el contexto empresarial” 4. Crane y Matten (2007)21: “Es el estudio de las situaciones de negocios, actividades y decisiones en las cuáles se afrontan las cuestiones relacionadas con lo bueno y lo malo” 19 ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill Interamericana. New York 20 DE GEORDE, R.T. (2006): Business Ethics. Upper Saddle River. New Jersey: Prentice hall (6th edition) 21 CANE, A. and MATTEN, D. (2007): Business ethics (2º edn) Oxford University Press 40 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Pero dado que estamos hablando de ética empresarial, debemos también prestar atención a la definición que sobre la misma realiza la European Business Ethic Network (EBEN): “Una reflexión sobre las prácticas de negocios en las que se implican normas y valores de los individuos, de las empresas y de la sociedad”. En esta definición, podemos comprobar que EBEN lejos de realizar una definición proactiva, establece una visión teórica y reflexiva de la ética empresarial, un enfoque más cercano al estudio que a la acción. Pero no estamos buscando una ética empresarial teórica, sino una ética proactiva que establezca las directrices a seguir en la empresa. Una ética empresarial que basándose en principios morales y sociales desarrolle una actitud moralmente correcta. Lo que buscamos es una ética no punitiva, una ética pedagógica que logre el aprendizaje e implantación de modelos más justos y socialmente responsables. En palabras de Savater “En la ética ya está casi todo inventado. Lo que hace falta no es inventar una nueva ética sino cumplir la vieja, la antigua, con eso nos bastaría”22. La actuación ética de las personas e 22 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Pag, 112. Barcelona 41 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética instituciones es una repetición continua y continuada “por hacer las cosas de la mejor manera posible”. Pero además la acción ética debe permitir la “transversalidad del comportamiento ético”23 La ética empresarial no atañe solamente a los directivos de las empresas, ni sólo a los accionistas, una verdadera ética debe incluir cada una de las personas que componen la empresa como entidad, desde la persona con mayor responsabilidad hasta el último de los trabajadores. Pero no podemos quedarnos aquí, la exigencia de una ética empresarial ha de ir más allá, ha de incluir no sólo personas, sino que además debe contemplar las acciones, las relaciones y los colaboradores de la misma. La actuación ética debe tener un carácter holístico e integral dentro de la empresa. Esta visión integral de la empresa nos lleva a preguntarnos por “la capacidad de las empresas de ser responsables moralmente, 23 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.328. Madrid 42 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética como una persona” 24. Hemos hablado de la necesidad y hasta la obligación de que las empresas actúen como agentes morales, pero cuando hablamos de empresa, no podemos referirnos única y exclusivamente a las personas que la configuran, sino además tendremos que tomar en cuenta la cultura propia de la organización ya que condicionará en positivo o en negativo las actuaciones de las personas involucradas en el trabajo diario de la empresa. Adela Cortina sostiene que al igual que las personas van configurando su personalidad a lo largo de la vida, las empresas son constructos colectivos que evolucionan desde su primera naturaleza que se encuentra definida por su visión y misión. El paso del tiempo y del influjo de las personas que pasan por la empresa, establece su carácter e identidad, definen una cultura organizativa propia. Una identidad que ha sido construida con la suma de muchas aportaciones, es lo que denominamos la cultura organizativa y que en nuestro caso ha 24 RODRIGUEZ CORONEL, M. M.: “Agencia moral corporativa. Un concepto integrador” en Forúm de Recerca. Universitat Jaume I. Pag, 74 Castellón. 73-90 43 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética de configurar la estructura moral que de sentido a toda la acción ética de la empresa. “La estructura moral de las organizaciones, está sustentada por tres aspectos: la responsabilidad por las decisiones, la conciencia corporativa y la identidad empresarial”25. Las decisiones empresariales son tomadas no sólo por los directivos, sino que además son tomadas por parte de un entramado de personas que configuran la empresa, en definitiva no se trata de decisiones individuales, sino que pasan a ser responsabilidad de toda la empresa. Por otro lado, la conciencia corporativa de las empresas se configura como el saber colectivo que permite la toma de decisiones valorando las consecuencias que están producen. Y por último, la identidad empresarial o cultura empresarial, tal como hemos comentado, es el conjunto de valores morales y éticos que permiten guiar las actuaciones de la empresa desde un punto de vista moral. 25 CORTINA, A. (1998): “Presupuestos éticos del quehacer empresarial” en Rentabilidad de la ética para la empresa. Fundación Argentaria. Madrid. 15-36 44 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética La empresa ha de establecer los mecanismos para institucionalizar los comportamientos éticos, para ello debe implementar nuevas estructuras de decisión y acción basadas en la racionalidad funcionamiento y la empresarial moral. permite Esta crear estrategia un de “êthos corporativo” que guiará y conducirá la actuación de la empresa como ente social. No se trata de una reglamentación punitiva, sino que ha de configurarse como el “alma ética” de la empresa y que le permitirá mantener su conciencia e identidad corporativa. Argandoña26 habla de tres dimensiones en la empresa: producir bienes y servicios, atender a las motivaciones de los stakeholders y la ética. En el mismo artículo Argandoña habla de que “las personas aprenden y desarrollan actitudes, valores y virtudes en sus actuaciones y sobretodo, en sus interacciones con los demás” La ética empresarial ha de comenzar por una ética personal, porque las personas éticas hacen empresas éticas. Sin duda 26 ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad” pag, 4. IESE Business School. Navarra. 45 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética alguna, la ética personal es la base para conseguir una empresa ética. La actuación individual y ética de las personas configuran el inicio del proceso ético dentro de la empresa. Todas y cada una de las personas que configuran la empresa, desde el Consejo de Administración hasta el trabajador de menor cualificación o tarea asignada en la empresa, han de tener un comportamiento ético. Pero está claro que no todos tienen la misma responsabilidad en la puesta en práctica de procedimientos y actuaciones éticas, pero sí tienen las mismas obligaciones morales de tener un comportamiento ético. Recordemos que además sólo podemos hablar de comportamiento ético cuando existe libertad. Dado que no todas las personas que configuran una empresa tienen la misma responsabilidad, entendemos que quien tiene la mayor responsabilidad para la puesta en práctica de comportamientos éticos es el máximo responsable de la empresa. Como decíamos al inicio, la ética es personal, pero el empresario tiene la obligación moral de crear las condiciones para que las personas puedan desarrollarse libremente dentro de su puesto de trabajo, no sólo profesionalmente, sino que además lo deben poder hacer como personas libres. 46 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética El liderazgo empresarial debe ser ético o no será liderazgo. El liderazgo del empresario es fundamental. Su responsabilidad es la máxima. En las manos del empresario estará el modelo de liderazgo que ejercerá no sólo dentro de la empresa, sino con la sociedad. Así mismo, ha de ser garante de la libertad de los trabajadores para poder ser libres en la toma de decisiones responsables y éticas. Pero además, su liderazgo ético permitirá la resolución de los conflictos morales entre la ética o no ética de la empresa y la ética personal, la formación en valores que realice la empresa, si la hace, y todas aquellas actuaciones que repercutaan en la mejora de la calidad de las actuaciones éticas de la empresa. Como vemos el papel del empresario ha de ir más allá de la mera gestión empresarial, ha de ejercer un liderazgo ético y social. Savater 27 expone que cada época tiene una figura emblemática: para los griegos era el héroe de la ciudad, en el medievo fueron los santos, en el siglo XVIII fue el sabio, y 27 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona 47 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética probablemente, concluye Savater, en nuestra época la figura más emblemática es el empresario. Aun así, cabe matizar que el empresario de hoy, dada la situación de crispación social y descrédito institucional que estamos viviendo, no es un modelo a seguir, e incluso se exige del nuevo empresario o emprendedor unos valores tanto sociales como directivos. Las cualidades y valores exigidos a los directivos de hoy distan de los que se le exigían a los empresarios de mediados del siglo XIX donde todo se monetizaba y el valor del empresario era medido en el volumen de riqueza que generaba para los propios accionistas, es decir, su valor era el valor económico que garantizaba para la empresa. El empresario o emprendedor del siglo XX, ha de disponer de virtudes no sólo directivas y empresariales, sino además, sociales y éticas. Recordemos la cadena aristotélica de las virtudes y los vicios, al empresario de hoy se le exige ser un líder ético. Podemos encontrar, repasando la literatura empresarial, multitud de clasificaciones sobre las virtudes que ha tener un empresario, pero queremos ir más allá, queremos además 48 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética combinarlas con las que necesariamente tiene que tener un buen líder, además de infundir en su comportamiento valores éticos personales que le conviertan en un líder empresarial ético. En definitiva el nuevo liderazgo empresarial ético ha de sumar las virtudes del empresario, del emprendedor, del líder y por supuesto valores éticos que guíen su acción. Para definir las virtudes que debe tener un empresario hoy tomaremos como referencia inicial las características que establece Savater28 (2014): audacia, capacidad de identificar el interés común, prudencia, responsabilidad, eficacia, confianza. Audacia para asumir riesgos. Capacidad para identificar el interés común, entendido como “la habilidad para generalizar los intereses” y así “comprender las exigencias ajenas y compatibilizarlas con las propias”. Prudencia, necesaria para gobernar cualquier institución, pero sobre todo aquellas donde los “errores valientes” propios podrían llevar a pérdidas que hagan peligrar la empresa, es el complemento perfecto de la audacia. Responsabilidad, porque un empresario “no puede sacrificar a los demás para ocultarse”, ni adjudicarse los 28 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona 49 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética beneficios o ganancias y socializar la pérdida a los demás. Eficacia o “la capacidad de generar ganancias”. Confianza, derivada de su gestión, de su trato con clientes, trabajadores y demás personas con las que se relaciona en su tarea como empresario. Pero el empresario ha de ser además un emprendedor, es decir, “personas que identifica y crea oportunidades de negocio, que innovan”29 por ello incluiremos dos nuevas características a nuestro perfil de empresario ligadas al carácter del emprendedor: capacidad de innovación y actitud proactiva para desarrollar la iniciativa. El emprendedor, como hemos dicho, crea oportunidades de negocios. No se trata solamente de copiar aquello que funciona bien, sino que ha de ser una persona que innova, que va más allá, que desde el conocimiento de las necesidades de la sociedad aporta nuevas soluciones. No sólo sabe leer la realidad, sino que además lo lleva a cabo, dos virtudes que han de ir indisociablemente ligadas: innovación y acción. 29 CUERVO GARCIA, A. (2012): “La razón de ser del empresario”. Mediterráneo económico, 21. Almería, 13-24 50 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Hasta ahora hemos reflejado las virtudes que ha de tener un buen empresario y además le hemos añadido las de un emprendedor, pero esto no es suficiente, para definir las características del modelo de empresario como referente social que ha de dirigir los designios de la empresa de hoy y a la vez contribuir a la mejora de la sociedad, hemos de analizar cuáles son las virtudes del liderazgo. El empresario es un agente hacia dentro de la empresa y hacía la sociedad, pero además “lo que hace que una acción sea honesta no son sus consecuencias hacia fuera, sino que sea producida por la virtud moral de la honestidad en una persona en concreto”30 Antes de entrar en definir las virtudes del líder empresarial, tenemos que analizar cómo ha sido considerado el liderazgo a lo largo de la historia. Si realizamos un análisis de la literatura tanto filosófica como política, vemos que el liderazgo está muy ligado al concepto de influencia, pero si preguntamos sobre qué es un líder, nos es difícil definirlo si no lo ligamos a una personalidad de la vida social, cultural, política a lo largo de la historia. Bennis decía que “en cierto modo, el liderazgo es como 30 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid 51 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética la belleza, difícil de definir pero fácil de reconocer si uno lo ve”31 A lo largo de la historia reciente, varias corrientes y escuelas han intentado analizar las características del liderazgo. Desde la Teoría de los Grandes Hombres a inicios de siglo XX, donde curiosamente se habla sólo de hombres, y donde se entendía que el liderazgo era innato a las personas, sólo unos pocos estaban elegidos para ejercer un liderazgo. Más avanzada fue la Teoría de Rasgos, que intentaba descubrir que rasgos tenían los líderes, de tal manera que al descubrirlos era posible poder establecer programas de aprendizaje, esta teoría quedo obsoleta con los estudios de R.M. Stogdill en 1948 que demostraba que no existía una grupo de características que definan universalmente el liderazgo. La siguiente evolución sobre las teorías del liderazgo la podemos encontrar en las teorías conductistas que guiaron a las nuevas escuelas de estilos de liderazgo, donde se analiza lo que “es y hace” el líder, definiendo así el mejor estilo de liderazgo, ya no basado en las 31 BENNIS, W. (1990): Cómo llegar a ser un gran líder. Norma, Bogotá 52 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética características o virtudes, sino en su actuación y forma de ser. Por último, para completar este breve repaso histórico sobre algunas de las teorías y estudios, cabe resaltar las aportaciones de Stodgill que concluyó que las habilidades y características que requiere un líder vienen determinada y condicionada por la situación social e histórica en la que se encuentre. Por ello, no vamos a definir un listado de características que ha de tener inexorablemente el líder, sino que vamos a relatar aquellas actitudes necesarias para ejercer un liderazgo empresarial ético positivo y enriquecedor. Sin duda alguna la primera de las características que debe tener un líder empresarial son las ya mencionadas anteriormente para los empresarios, una capacitación técnica sobre la materia en la cual desarrolla su labor y las virtudes del emprendedor , pero además de un buen empresario y emprendedor ha de ser un buen líder. El liderazgo es influencia, es decir, capacidad para movilizar y conseguir que los demás actúen en la dirección deseada. Este rasgo puede ser utilizado como un arma de doble filo tal como se describía en la cadena aristotélica de la virtud y el vicio. El 53 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética liderazgo ejercido de manera positiva se convierte en crecimiento y movilización positiva, por el contrario, ejercido de manera negativa, puede convertirse en manipulación de las masas y alineamiento. El poder puede otorgar, incluso imponer, el liderazgo, pero esta situación no es la más deseable. El poder y la autoridad son dos conceptos distintos. El detentar poder no otorga autoridad de manera automática, el liderazgo está ligado al concepto de autoridad y no de poder. Una autoridad moral que permite el reconocimiento de la influencia positiva ejercida por el líder. Puede existir liderazgo sin autoridad pero sí con poder, pero éste no se puede considerar el modelo de liderazgo ético que estamos proyectando. Una de las diferencias más significativas entre poder y liderazgo la encontramos en su atribución a la persona. Mientras el poder es otorgado por terceros como una atribución de competencias, la autoridad es una cualidad que se gana la persona con su decisión y actuación con el resto de la gente, es una cualidad que se forja individualmente. El liderazgo se certifica por la aprobación y asignación de forma voluntaria por terceros. 54 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Hay dos cuestiones del liderazgo que van unidas en la mayoría de los casos: el carisma y la ejemplaridad. Difícilmente podemos encontrar un líder con capacidad de influencia que no sea carismático y que además, no sea visto como una persona ejemplar. El líder ha de ser un modelo a seguir. Esta autoridad y ejemplaridad se conjuga perfectamente con su carisma, es decir, con su capacidad para empatizar con las otras personas y proyectar su influencia con una racionalidad emocional difícil de explicar. Hay que recordar que carisma en griego significa divino. Y por último, pero no menos importante, los valores. Un líder que dispone de una capacidad de influencia importante, sea o no carismático, ha de ser ejemplar y esa ejemplaridad le es reconocida tanto por sus aptitudes, como por sus valores, “las virtudes morales son cualidades de las acciones del decisor cuya posesión perfecciona a la persona, perfecciona su capacidad de autogobierno” 32 32 es decir su racionalidad y LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.332. Madrid 55 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética autogobierno. Un líder o es ético o no puede ser un líder, es una condición irrenunciable. Si hablamos de líderes empresariales esto se hace más evidente e indispensable. Los modelos económicos capitalistas basan su desarrollo en la confianza: lograr la confianza del mercado para obtener financiación, la confianza de los clientes para la comercialización y venta de sus productos, confianza en el sistema productivo y financiero para el desarrollo de modelos empresariales efectivos… si queremos afianzar la confianza sólo hay un camino, un comportamiento empresarial ético. El líder empresarial ético ejerce una influencia en una doble dirección: hacia dentro, creando las condiciones necesarias para el desarrollo de una actitud ética de la empresa además de crear y potenciar una cultura organizacional ética, pero además, una influencia hacia el exterior, convirtiéndose en una activista social que mejore las condiciones en las que operan las empresas a la vez que contribuye a la mejora social de la empresa. No hay que olvidar que el último fin de la empresa en mejorar el bien común. 56 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Las empresas del siglo XXI han de convertirse en organizaciones que aprenden y mejoraran permanentemente, han de transformarse en empresas inteligentes, en este sentido, el líder empresarial ético también ha de jugar un papel fundamental. De su acción formadora y pedagógica depende en buena medida la voluntad de mejora que toda organización ha de realizar para permanecer en el tiempo. El liderazgo empresarial ético es también, enseñar, facilitar y promover la formación ética de todas aquellas personas que componen la empresa. Esta capacitación ética debe basarse en un aprendizaje a través de la práctica y el ejercicio, aprendiendo de la observación de modelos de comportamiento ético dentro de la empresa, así como transmitiendo valores que permitan el perfeccionamiento de la racionalidad de los miembros de la empresa. Además de la participación en la toma de decisiones sobre la implantación de procedimientos y códigos éticos, es necesario que los trabajadores tengan la oportunidad de seguir formándose y desarrollándose dentro de la empresa. Los líderes empresariales éticos han de comprender que los trabajadores son el primer activo de la empresa, y por lo tanto, han de contar con el apoyo y refuerzo de toda la 57 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética empresa en su mejora permanente. La mejora de los trabajadores produce la mejora de la empresa, “los liderazgos responsables empujarían en la dirección de construir organizaciones donde las personas están en el centro, desde la convicción que este modelo de empresa redunda positivamente en la organización y en el conjunto de la sociedad” 33 Los trabajadores juegan un papel fundamental en la empresa aunque sean lo que menos responsabilidad tienen dentro de la escala jerárquica empresarial, pero si queremos transformar la vieja visión jerárquica empresarial en una cadena de valor es necesario que los trabajadores y trabajadoras se sientan implicados en la gestión ética de la empresa, y no sólo eso, sino que además han de poder desarrollar su responsabilidad dentro de la misma de manera libre. Tal como ya hemos dicho, sólo se puede exigir responsabilidad cuando exista libertad, sólo hay ética si hay libertad. 33 MORENO PÉREZ, C.M. (2012): “Ética empresarial y liderazgos responsable” en El modelo de la empresa en el siglo XXI: Hacía una estrategia competitiva y responsable. Germán GRANDA REVILLA, G. Y CAMISON, R. (Directores). Forética. Ediciones Cinca. Pág, 43 Madrid 34-46 58 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Las empresas y sus máximos directivos tienen la responsabilidad de desarrollar procedimientos e instrumentos que permitan y favorezcan la actuación ética de los trabajadores, además es necesario que existan espacios o canales que faciliten la participación y la resolución de conflictos éticos dentro de la empresa. Hay que recordar que la ética es personal y si queremos empresas éticas no se pueden producir restricciones de derechos y libertades. La falta de ética de la empresa o de sus directivos no puede llevar aparejado que a los trabajadores se les coarte su libertad y por lo tanto su capacidad para ser responsables y éticos. La participación de los trabajadores en la confección de documentos éticos no es muy habitual, en un estudio realizado por el IESE Businesd School 34 sobre las 500 empresas españolas, sólo el 5,3% de las empresas afirmaban que los códigos éticos o de conductas se habían confeccionado a través de procesos participativos. Por lo tanto, si los trabajadores no han participado en la elaboración de estos códigos, difícilmente se verá reflejada la visión ética de los mismos, lo que termina 34 VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona 59 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética convirtiendo estos documentos en un compendio de normas internas punitivas que distan mucho de la verdadera filosofía y correcta aplicación de una gestión integral de la ética empresarial. Para evitar los conflictos que se pueden generar entre los comportamientos éticos de los trabajadores y los códigos de conducta de la empresa, es necesario que todos participen en su elaboración, un proceso abierto que enriquezca y acreciente el êthos de la empresa. Los valores que se recogen en los códigos éticos no pueden convertirse en meras normas de obligado cumplimiento, es necesario que estos códigos sean interiorizados elementos estructurales de la empresa, como tanto para la consecución de acciones, como en las aptitudes de cada una de las personas que configuran el corpus de la empresa. Los valores deben ser parte del “cuore” de la misión y de la visión de la acción empresarial y por ello, es imprescindible la participación de los trabajadores y trabajadoras, además de todos aquellos que configuran y constituyen la empresa. 60 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Las empresas del siglo XXI son organizaciones de personas, y por ello, su base diferencial la constituye los propios trabajadores. No se puede entender una empresa ética sin trabajadores éticos. La ética empresarial comienza por las personas que configuran la empresa. Por ello es necesario, la participación de los trabajadores en la confección del sistema ético de la empresa, establecer mecanismos de refuerzo de los comportamientos éticos de los trabajadores, y además es imprescindible la implementación de procesos formativos permanente como elemento diferencial de organizaciones sociales y empresariales que aprenden constantemente. Sin duda alguna, el factor determinante para la implantación de modelos éticos dentro de la empresa se debe al papel ejercido por parte de los directivos de la misma. Si existe un verdadero liderazgo empresarial ético, la empresa, tanto sus estructuras como sus recursos humanos, harán que las actuaciones éticas estén imbricadas en la realidad cotidiana de la acción empresarial. Adela Cortina expresa que “la ética empresarial no es una parte de la responsabilidad social, 61 sino justo al revés la Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética responsabilidad empresarial” 35. social es una dimensión de la ética La empresa ética produce un bien público en la medida en que, no sólo crea riqueza material, sino contribuye a crear un clima de confianza, una buena sociedad, que es el auténtico sentido de lo económico” En definitiva: Good ethics are good business. Si la ética va bien, los negocios también. 35 CORTINA, A. (2009): “Ética de las empresas: no sólo Responsabilidad Social”. Revista Portuguesa de Filosofía. Pag, 119. Braga (Portugal) 113-127 62 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Capítulo tres: Responsabilidad social de las empresas: un instrumento para una economía humanizadora. Efectivamente como bien dictamina Adela Cortina la responsabilidad social empresarial deben de ser instrumentos cuando hablamos de ética empresarial. La implementación de prácticas éticas no puede ser un elemento que actúe de cortina de humo para tapar prácticas no éticas dentro de la acción empresarial, o como una mera moda. Insistimos que la aplicación de estos instrumentos no otorga una actuación ética empresarial. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no puede convertirse en un elemento de propaganda de las empresas, o como una mera colección de distinciones que son utilizadas de 63 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética manera utilitarista para la obtención de la confianza del consumidor. La RSE es la sistematización y puesta en práctica de una visión real de la ética empresarial. Si inicialmente realizamos un análisis conceptual de la RSE, tendríamos que definir los tres términos que la constituyen por separado: responsabilidad, social y empresarial. Para empezar a delimitar los tres conceptos tomaremos como referencia la definición que hace el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española para cada uno de los tres términos: Responsabilidad: 1. Cualidad de responsable. 2. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por si o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal. 3. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosas o asunto determinado. 4. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de hecho realizado libremente 64 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Social 1. Perteneciente o relativo a la sociedad 2. Perteneciente o relativo a una compañía o sociedad, o a los socios o compañeros, aliados o confederados Empresarial 1. Perteneciente o relativo a las empresas o a los empresarios Como vemos, a tenor de las definiciones, podemos concluir que de los tres términos que compone el concepto RSE, la responsabilidad es el que da lugar a más interpretaciones que dan pie a configurar distintos modelos de actuación. También es interesante la definición que obtenemos de la palabra social, ya que nos permite inferir que podemos hablar de una responsabilidad tanto hacia dentro de la empresa, como hacia fuera. De esta manera la empresa se configura como una institución social inmersa en un entramado socioeconómico y cultural que constituye la sociedad en su conjunto, pero además, ofrece esa visión interna de la empresa en lo relativo a 65 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética su configuración, “desde los socios a los aliados”, es decir, desde la dirección de la empresa a los stakeholders. En cuanto al tercer componente de la RSE, empresarial, se trata de todo aquello que tiene que ver no sólo con la empresa, sino además con los empresarios. Es importante esta última acepción en el sentido de que la responsabilidad social ha de incluir tanto a la empresa como institución socio-económica, y a los empresarios como líderes éticos de las acciones empresariales que realiza todo el conjunto de la misma. Pero vamos a centrarnos en el concepto responsabilidad y las tres acepciones que establece el diccionario de la Real Academia de la Lengua: 1. Para la mayoría de la gente la responsabilidad está estrechamente ligada con la culpa, es decir, la consecuencia de una acción equivocada que ha de ser penada o sancionada. Tal como podemos observar esta idea está recogida en la segunda acepción de la definición de la RAE, abundando en esta visión Garcia- 66 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Maza (2007)36 argumenta que esta definición no puede ser considerada correcta si hablamos de la responsabilidad de las empresas por dos cuestiones: “la responsabilidad es un concepto más amplio desde el momento en que también somos responsables de los bienes que causamos” aunque está es una idea muy discutible, ya que el hacer el bien es algo más que una responsabilidad, es sin duda el camino correcto que ha de guiar nuestro comportamiento social y ético. Por otro lado, García-Maza, en el mismo artículo, también argumenta que “no somos solo responsables de las acciones pasadas, también lo somos de las acciones posibles”. La responsabilidad no se puede limitar a actuaciones pasadas, sino que además, debe tenerse en consideración cómo afectaran 36 las decisiones GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de Valparaiso (Chile) 183-204 67 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética empresariales a corto y largo plazo. Responsabilidad pasada, presente y futura. 2. Otra de las acepciones que encontramos en la definición que realiza la RAE sobre la palabra responsabilidad, está ligada al concepto de “libertad”. Como ya hemos comentado, sólo podemos ser responsables de nuestras acciones cuando estas han sido tomadas libremente. Sin libertad de elección no puede haber ni responsabilidad, ni actuación ética. Esta acepción nos abre muchos interrogantes y conflictos dentro de la empresa, tal es así, que podemos encontrarnos con decisiones empresariales que han de ejecutar los trabajadores sin otra posibilidad para estos que no sea su cumplimiento. Efectivamente sólo podemos exigir responsabilidad a las personas sobre las acciones que han podido realizar en libertad, la empresa en este sentido ha de procurar que todos los trabajadores de la empresa puedan actuar de manera responsable. 3. La tercera de las acepciones que nos da el diccionario de la RAE es la que más nos interesa para hablar de la responsabilidad social empresarial, “Cargo u obligación 68 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética moral que resulta para alguien del posible yerro en cosas o asunto determinado.” Una visión más enriquecedora, preventiva y responsabilidad proactiva de empresarial la no responsabilidad. La puede al limitarse cumplimiento de la legislación vigente, ni tan siquiera a su visión punitiva, la responsabilidad debe ir más allá, ha de configurarse como una obligación moral, una manera de ser y actuar, una forma de entender nuestra acción. La acción de la empresa no puede realizarse sin tener en consideración, además por supuesto de las estrictamente legales, aquellas cuestiones sociales, culturales e incluso de derechos que nos amparan. Por eso, la responsabilidad social empresarial ha de ir más en la línea de convertirse en una “obligación moral” que impregne todas las áreas, decisiones y acciones de la empresa. Después de este acercamiento por separado de cada uno de los componentes que configuran la RSE, es necesario realizar una aproximación a las diferentes definiciones que han producido algunos autores a lo largo de la historia reciente, veamos como la definen estos autores: 69 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 1. Davis (1960)37: “Decisiones y acciones de los directivos que han sido tomadas por razones que van más allá del interés económico directo o técnico de la empresa. El término se refiere a las obligaciones socio-económicas y humanitarias respecto a otros” 2. Sethi (1975)38: “Llevar el comportamiento corporativo a un nivel en el que sea congruente con las normas sociales, valores y expectativas de rendimiento preponderantes” 3. Carrol y Buchholtz (2000)39: “La responsabilidad social corporativa comprende expectativas, económicas, legales, éticas y filantrópicas que la sociedad deposita en la empresa en un momento determinado” 37 DAVIS, K. (1960): “Can business affrord to ignore social responsabilities?” California Management Review, 2:3, p 70 38 SETHI, S.P. (1975): “Dimensions of corporate social performance: An analytic fraamwork” California Management Review, 17:3 Spring 58-64 39 CARROLL, A.B, AND BUCHHOLTZ, A.K. (1979): Business and society: ethics and stakeholders management (4th edition) Concinnati: Thomson Learning 70 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 4. Boatright (2007)40: “La responsabilidad social implica la selección de objetos corporativos y la evaluación de los resultados no sólo por criterios de rentabilidad y bienestar organizativo sino también estándares éticos y juicios de convivencia social” 5. RACEF (2007)41: “ La RSE en la empresa estaría conformada por el conjunto de actividades responsables que realiza la empresa a lo largo de toda la cadena de valor en los ámbitos económico, social y ambiental que van más allá del cumplimiento legal” Como podemos ver, existe un denominador común en las distintas definiciones que han realizado los autores citados: la RSE es entendida como acciones voluntarias emprendidas por las empresas. Pero con estas definiciones no podemos delimitar que es la RSE, ni que acciones configuran el corpus de la acción socialmente responsable de la empresa, su ethos social responsable y ético. 40 BOATRIGHT, M., and J.G. FRYNAS (2005): “Setting corporate social responsibilityin the devoloping world” International Affairs, 81 (3) 499-513 41 VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid 71 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Para entender que es la RSE es necesario definirla, como hemos hecho hasta ahora, pero no sin antes delimitar que actuaciones pueden ser consideradas como acciones socialmente responsables y cuáles no. La RSE no es una estrategia empresarial mercantilista, no es filantropía, no es cooperación al desarrollo, no es mecenazgo socio-cultural, no es una legislación, no es una campaña de marketing ni una estrategia comercial, no es una acción a corto plazo y sobre todo, no es exclusivamente propia de las grandes corporaciones empresariales. La RSE no puede ser un paquete de buenas acciones, no planificadas, ni sistematizadas en busca de objetivos cortoplacistas de rentabilidad económica. No podemos entender la RSE como una moda pasajera, ni solamente una estrategia de marketing, algo que otorga buena reputación a nuestra empresa. No se trata de ofrecer una imagen de marca vacía, sin un compromiso social real. En muchas ocasiones, las actuaciones de RSE han surgido como respuesta a una campaña de desprestigio de una marca o de una empresa. En estos casos, estas acciones han venido sobrevenidas por un escándalo medio-ambiental o social protagonizada por la mala praxis de las empresas. 72 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Podemos ver algunos ejemplos de estas prácticas: la revista LIFE en un artículo en Junio de 1996 denunciaba a la empresa Nike por la utilización de niños pakistanís en el cosido de sus balones. Las empresas Exxon y BP fueron las causantes de vertido de petróleo en el Golfo de México en 1989 y 2010 respectivamente. La empresa Union Carbide propietaria de una planta de almacenamientos de productos químicos en Bhopal (India) fue la responsable de una fuga de gas que provocó la muerte de 18.500 personas. Estas malas prácticas provocaron la caída del precio de las acciones de las empresas que se devaluaban poniendo en riesgo su propia marca y el mantenimiento de la empresa. Como solución a esta devaluación de la marca las empresas gastaron millones de dólares en campañas de “lavado de imagen” de sus propias empresas, medidas puntuales para paliar los devastadores efectos que en estas empresas habían producido los escándalos. Estas actuaciones empresariales no pueden ser consideradas buenos ejemplos de gestión empresarial, ni tan siquiera puede ser considerada RSE, ni mucho menos puede ser un modelo a seguir. La responsabilidad social de las empresas no es una acción de maquillaje, ni una actuación a 73 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética posteriori tras la pérdida de confianza de los clientes o de la sociedad en general ante las malas praxis de las empresas. La RSE es ir más allá. La Unión Europea aprobó el 18 de Julio de 2001 el Libro Verde para “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas”, un documento donde se establecía qué se entendía por RSE: “Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores”. Hay que destacar que el libro verde establece claramente el interés de la UE en la RSE, aunque sorprende que este interés no sea entendido como una mejora social, ética y responsable de las empresas con la sociedad, sino que la importancia del desarrollo de la RSE es impulsado en la UE en la medida que pueda contribuir positivamente al objetivo estratégico establecido en Lisboa: “convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y 74 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética mejores empleos y con mayor cohesión social”. LA RSE no puede ser sólo una estrategia económica ni a corto ni a largo plazo. Para tener una visión más amplia de lo que supone la implantación de políticas empresariales de responsabilidad social podemos analizarlas desde el “punto de vista operativo” 42 definiendo qué mejoras ha supuesto la implantación de RSE en las empresas: 1. Aquellas empresas que desarrollan políticas empresariales responsables imbricadas en su manera de actuar evitan conflictos, no sólo laborales, sino legales. Como veíamos en la definición de responsabilidad, ésta no puede ser interpretada como la consecuencia de una acción, es decir de una manera punitiva, tiene que ser tomada como una acción que evite poner a la empresa 42 DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía ICE, nº 823. Madrid, 69-86 75 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética en riesgo por no aplicar conductas responsables. 2. Las actuaciones responsables de las empresas generan buena reputación de las mismas, lo que permite evitar conflictos comerciales o un menoscabo de las marcas que hagan perder valor a las mismas. De esta manera las empresas evitan conflictos con el mercado, ganando a su vez en reputación de marca. 3. Las empresas que han adoptado medidas de fomento de RSE y han conseguido imbricar estas políticas como ejes centrales de su acción, consiguen dar más libertad a sus trabajadores evitando así regulaciones innecesarias. 4. Igualmente, las empresas socialmente responsables evitan litigios innecesarios al mismo tiempo que ganan en reputación. Son sin duda un foco de atracción de inversiones frente aquellas empresas que no consideran que la RSE añada valor a su empresa. Las empresas socialmente responsables son más atractivas a los inversores que gracias a su acción responsable están contribuyendo a su sostenibilidad económica. La RSE es tal como establece la Comisión Europea en el Libro 76 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Verde “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas” aprobado el 18 de Julio de 2001: “…la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones operaciones sociales y medioambientales comerciales y sus relaciones en sus con sus interlocutores” decisiones y actuaciones que han de ser incluidas dentro de su propia cultura. En Octubre de 2011 la Comisión Europea presentó la “Estrategia Renovada de la Unión Europea sobre Responsabilidad Social de las Empresas” donde la RSE toma un nuevo impulso introduciendo una nueva definición. Con esta nueva definición la UE trata de ir más allá, las empresas además del cumplimiento de sus obligaciones legales, deben desarrollar una actuación ética que le haga responsabilizarse de sus acciones y omisiones presentes, pasadas y futuras. La empresa pasa a formar parte del desarrollo armónico de la sociedad. La empresa actúa con eficiencia no sólo en la maximización del valor capital para los propietarios o accionistas, sino que con su acción responsable y liderazgo ético se convierte en un ejemplo 77 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética de ciudadanía corporativa. Por ello es necesario que las empresas, además de actuar de manera socialmente responsable, han de tener una actitud ética. En este sentido, Rodríguez Ruiz y otros 43 recogen la teoría de Fisher en su trabajo seminal del año 2004, donde estableció desde cuatro enfoques las conexiones entre responsabilidad social y ética: 1. Un primer enfoque sostiene que la responsabilidad social es ética en el contexto organizativo. Las personas tienen ética, mientras que las empresas tienen responsabilidad social. 2. Un segundo enfoque que sostiene que la responsabilidad social se centra en el impacto de la actividad empresarial, mientras que la ética se centra en las actuaciones y conductas de las personas. 3. Un tercer enfoque que desvincula los conceptos de ética y responsabilidad, y por lo tanto no entiende que están relacionados. 43 RODRIGUEZ RUIZ, O., FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, J., MARTIN-CASTILLA, J.I., (2007): “Percepción directiva de las relaciones entre responsabilidad social y ética empresarial”. Boletín económico de ICE, Nº 2927. Madrid, 43-56 78 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 4. Un cuarto enfoque que determina que la responsabilidad social es un concepto multidimensional, siendo la ética una de sus dimensiones. Tomando como referencia esta perspectiva multidimensional, los autores infieren que “la responsabilidad social tiene que afrontar la totalidad del espectro de obligaciones que la empresa tiene hacia la sociedad: obtener beneficios, obedecer a la ley, ser ético y ejercer, en definitiva, una ciudadanía corporativa”. Siguiendo esta perspectiva multidimensional, Carroll44 distinguía cuatro tipos de responsabilidad que han de cumplir las empresas: económica, legal, ética y filantrópica. Responsabilidad económica: no sólo hacia dentro de la empresa, es decir, la maximización de los beneficios de los inversores de la empresa, sino además hacia fuera de la misma, 44 CARROLL, A.N. (1979): “A three-Dimensional Conceptual Model of Corporate Performance”. The Academy of Management Review, vol. 4, nº 4. 79 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética generando economía y riqueza en la sociedad. Responsabilidad legal: en el cumplimiento de la legislación vigente. Es una condición indispensable para la realización de cualquier actividad. Las empresas han de ser garantes del cumplimiento de la legislación. Esta responsabilidad es ineludible y la base para el desarrollo de políticas socialmente responsable de la empresa. Una empresa que no cumple con la legalidad no puede ser socialmente responsable. Responsabilidad ética: como ya hemos comentado, la ética empresarial ha de configurarse como la columna vertebral de la gestión empresarial. Una ética empresarial configurada a través de un “sistema integral de gestión ética” y a su vez, un liderazgo ético empresarial que permita además, generar una dinámica ética en todos los niveles de la empresa, desde los trabajadores hasta los inversores de la misma. Responsabilidad filantrópica o social: las empresas son entidades sociales y por lo tanto deben estar inmersa en la sociedad, ser partícipe tanto de la mejora de la cohesión social, como de la mejora de las condiciones de vida del territorio donde está inmersa. Las empresas como entidades sociales no 80 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética pueden estar de espaldas a la realidad del entorno, han de contribuir económica y socialmente, son ciudadanía corporativa. Pero existen diversos enfoques y motivaciones para poner en marcha este modelo de responsabilidad social dentro de las empresas, Díaz Mier45 establece tres enfoques distintos: utilitario, positivo, negativo. 1. Utilitario: “la responsabilidad social aparece como un instrumento útil y capaz de ayudar a las empresas a conseguir sus objetivos definidos en términos de beneficios, rendimiento de las inversiones y volumen de negocios”. 2. Positivo: “las empresas pueden estar automotivadas para conseguir un impacto positivo, sin tener en cuenta las presiones sociales para llevar a cabo iniciativas en tal orden” 3. Negativo: “las empresas se vería obligadas a adoptar iniciativas de responsabilidad social para adaptarse a 45 DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía ICE, nº 823. Madrid, 69-86 81 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética las exigencias de los stakeholders”. En un momento donde el utilitarismo social juega un papel predominante y el individualismo está más enraizado en el imaginario colectivo, es necesario defender y hacer valer los valores del bien común. Un bien común, entendido no como la suma de los bienes privativos, sino como el factor común de una sociedad plural. Ante esta realidad, la empresa debe jugar un papel fundamental en la constitución de una ciudadanía corporativa éticamente responsable. Las empresas como organizaciones sociales y económicas deben de actuar en defensa del bien común. La empresa, además de sus responsabilidades legales, tiene que actuar de manera responsable y comprometida con el desarrollo de la sociedad donde está inserta. Por ello, la empresa debe de tener una visión más amplia de su función. Ampliar su función social no significa que tenga que renunciar a su papel de generar réditos económicos para sus administradores para sólo ser un factor de desarrollo económico para la comunidad. Es imprescindible que la empresa vea la RSE como algo innato 82 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética a su funcionamiento, no como una lista de tareas a realizar, ni como una campaña de marketing, ni tan siquiera como una estrategia de generación de beneficios económicos a corto plazo. La empresa debe ser socialmente responsable porque es su deber, es una manera de dirigir bien. La RSE permite darle una visión ética a la empresa. Una visión de organización social y éticamente comprometida en todos los aspectos de su actividad. Desde sus objetivos a sus acciones, hacia dentro y hacia fuera de la organización. La RSE es una actuación voluntaria adoptada desde la libertad, por lo que compromete a la empresa a actuar de una manera éticamente responsable y socialmente comprometida. La RSE debe ir más allá, debe incluir a cualquier persona que esté afectada o beneficiada por la consecución de los objetivos y las acciones de la empresa, desde sus propios trabajadores y trabajadoras hasta el conjunto de la sociedad donde ejerce su actividad. Todos son responsables. Todas empresa, estas todos personas son socialmente configuran los stakeholders. La empresa debe identificar y tener en cuenta a 83 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética todos sus stakeholders. Goodpaster (1991)46 propone una nueva síntesis en la teoría de los stakeholders, donde distingue entre las obligaciones fiduciarias frente a los propietarios y otras no fiduciarias y restringidas frente a demás implicados. Podemos hablar así de stakeholders internos y externos. Los stakeholders internos lo configuran el accionariado, los directivos y directivas, así como los trabajadores y las trabajadoras de la misma. En este sentido observamos que este grupo de interés tiene una doble condición, por un lado se configura como un beneficiario y por lo tanto como un stakeholders, y por otro lado, actúa como garante de una correcta ejecución de los objetivos y visión de la empresa desde un punto de vista socialmente responsable. La empresa, como ya hemos dicho anteriormente, es una organización social además de económica, una comunidad de personas que colaboran en un proyecto común. Por ello, se debe buscar sus motivaciones atendiendo a los stakeholders internos, 46 conseguir una ciudadanía corporativa con Goodpaster, K.E (1991): “Busidess ethics and stakeholdesanalysis” Business Ethics Quarterly 84 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética participación activa, donde cada trabajador acomode sus aspiraciones y se sienta participe de la construcción de la acción de la empresa. Junto a los stakeholders internos debemos incluir a los proveedores y agentes colaboradores estratégicos de la empresa. Una empresa que actúa de manera socialmente responsable no puede descuidar ninguno de los aspectos que están relacionados con su actividad. Esta acción de compromiso puede actuar como revulsivo y locomotora para estos grupos de interés, es necesario implicarlos en la implantación de procesos socialmente responsables y estos a su vez deben de realizarlo con sus grupos de interés. De esta manera se consigue una extensión de la RSE. Los stakeholders externos los configuran todos aquellos grupos de interés de la empresa, ya sean afectados directamente por la acción de la empresa, como aquellos, que indirectamente puedan verse afectados por la misma. Si analizamos la actividad de las empresas transnacionales es fácil descubrir cuáles son sus stakeholders externos: comunidades indígenas, grupos locales, pequeñas poblaciones, entidades menores, 85 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética grupos de presión…. Pero las pequeñas y medianas empresas no pueden renunciar a descubrir quienes configuran sus stakeholders locales y una vez descritos, establecer procesos de diálogos abiertos. Identificar y trabajar con los stakeholders de la empresa, ya sean grandes o pequeñas empresas, implica una voluntad de diálogo constructivo, donde la escucha y la reflexión sea la nota característica de la interacción. Escuchar no significa dar la razón necesariamente, sino abrir procesos de diálogo y acuerdo que beneficien a ambas partes. La empresa socialmente responsable no puede vivir de espaldas a los intereses y preocupaciones de sus stakeholders externos La gestión de las aspiraciones, motivaciones e inquietudes de los stakeholders internos y externos proporciona a la empresa un valor añadido de compromiso con su entorno, es una acción de responsabilidad. La empresa supera así el viejo paradigma empresarial donde su único objetivo era la maximización de los beneficios económicos, de esta manera la empresa crea además un valor intangible. De esta manera la empresa ya no es sólo entendida como una 86 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética entidad productora de bienes y servicios, sino como una institución socioeconómica que actúa de manera ética acrecentando su cadena de valor. Pero ya hemos dicho que la RSE no puede ser la adopción de medidas aisladas o no sistematizadas, en este sentido Garcia-Marzá nos habla de la necesidad de implantación en las empresa de un “sistema integrado de gestión ética”47 que facilite el desarrollo de prácticas y actitudes éticas no sólo de la empresa, sino de todos y cada uno de los actores que configuran la misma. Hay tres elementos o herramientas imprescindibles para el desarrollo de un “sistema integrado de gestión ética” en la empresa: el código ético, la auditoría ética, y el comité de ética, tres elementos que están interrelacionados en un sistema que sistematiza la institucionalización del comportamiento moral, social y ético que toda empresa debe cumplir. El código ético es la expresión y compromiso de la empresa con 47 GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de Valparaiso (Chile) 183-204 87 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética el cumplimiento con sus obligaciones éticas y sociales. Es un compromiso que va más allá del cumplimiento de la legislación vigente. Desde la aparición de los escándalos financieros que han puesto de relieve las prácticas fraudulentas y nada éticas de los directivos de las entidades financieras de medio mundo, estas se apresuraron a aprobar códigos éticos que obligaba sobre todo a los directivos que forman los consejos de administración de las entidades financieras a una actuación responsable y ética. Para ilustrar estos códigos éticos, hemos cogido como referencia los documentos de siete empresas del IBEX35. Hay que señalar que en la mayoría de los casos de las empresas cotizadas en el IBEX35 se utiliza la nomenclatura “código de conducta” como referencia a los citados documentos éticos. No se pretende tener una significación estadística, sino mostrar un ejemplo de cómo actúan empresas españolas de distintos sectores como alimentación, son: telecomunicación, transporte, banca, obras tecnología públicas, y textil. Encontramos aspectos comunes en todas ellas: 1. Las siete empresas analizadas utilizan la nomenclatura 88 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética “códigos de conducta” como referencia a los documentos relacionados con la actuación ética de la empresa 2. En todas ellas, el primer apartado hace referencia a principios generales de actuación, se trata de enunciados generalistas que se ciñen a un esquema de ética de máximos. 3. Todas estas conducta y empresas establecen códigos de tratamiento con terceros: clientes, proveedores, empresas colaboradoras, contratistas y accionistas principalmente 4. Otros de los temas recurrentes en todos los documentos es la transparencia en la información y la conducta ética referida a sobornos y aceptación de regalos. Aquellas empresas que tienen un contacto más directo con la administración también dedican un apartado especial a la prevención prácticas ilegales referidas a la relación con funcionarios públicos. 5. Existe una serie de temas socialmente aceptados por todos que se incluyen de manera recurrente: trabajo 89 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética infantil, respeto de los derechos de los trabajadores, igualdad de oportunidades, seguridad en el trabajo… Estas planteamientos quedan como meras declaraciones de intenciones, ciertamente la realidad dista mucho ser tal como aparece en estos códigos de conducta. 6. Otro de los temas comunes a los siete documentos analizados es el referido al compromiso social y medioambiental que aparece como una declaración explícita de respeto y responsabilidad por parte de las empresas. 7. En cuanto a la redacción que podemos observar en los siete documentos hemos podido comprobar que algunas cuestiones que aparecen como compromisos éticos están más bien relacionados con la política de calidad de la empresa que con una actuación ética. En muchas ocasiones se pretende utilizar estos documentos de compromisos como enumeración de una carta de servicios o apartados de un plan de calidad de la empresa. Con estos planteamientos da la sensación de encontrarnos 90 con un documento Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética elaborados por parte del departamento de marketing y no, como el compromiso firme de las empresas por el respeto y protección de los derechos humanos. El segundo elemento del sistema integrado de gestión ética lo constituyen las auditorias. Las auditorias éticas son imprescindibles para evaluar el cumplimiento por parte de la empresa de sus compromisos con el respeto de los derechos humanos y compromisos sociales recogidos en sus “códigos de conductas”. Una auditoría que ha de ser anual y en la que se debe reflejar fidedignamente la realidad ética de la empresa. Es necesario propuestas que de eleve mejora conclusiones, que ayuden recomendaciones a garantizar y el fortalecimiento ético de las empresas. Respecto a las auditorias éticas de las empresas analizadas todas ellas incluyen éstas en el informe de Responsabilidad Social Corporativa (RSE) que realiza la empresa. En la mayoría de los casos, las empresas cuentan con “buzones de sugerencias” o con mecanismos de denuncia que permite a cualquier persona relacionada con la empresa poder cursar una reclamación. Actualmente existe una tendencia de encargar estas auditorías, principalmente nos 91 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética referimos a las auditorias de RSE, a consultoras especializadas en procedimientos auditores. Aunque pueda parecer una manera efectiva el tener una auditoría externa imparcial, es necesario que en los procedimientos de auditoria se incluya la participación de las personas relacionadas con la empresa en todos sus aspectos. Este procedimiento ha de ser participativo y participado. Claro está, que si los documentos de compromisos éticos no han sido el fruto de la participación de los distintos actores de las empresas, se hace difícil entender que la auditoría, que puede implicar la pérdida de reputación de la empresa por la puesta de relieve de malas prácticas, se abra a la participación. Por último, el tercer elemento imprescindible en el desarrollo de un sistema integral de gestión ética, son los Comités de ética. Estos comités son los encargados de velar por el cumplimiento de los códigos aprobados por la empresa. Así mismo, actúan de órgano de gestión de las reclamaciones y denuncias que pudieran producirse. Otra de las funciones que ejercen es actuar de consejo de asesor ético para cuestiones que no se recojan dentro de los códigos, así como para el análisis de decisiones que se tomen dentro de la empresa y que requieran 92 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética un análisis ético de las mismas. Estos comités es conveniente que estén formados por personas de diversos niveles dentro de la empresa, de tal manera que pueda dar una visión más real e imparcial. En nuestro caso, de las siete empresas seleccionadas del IBEX35 hemos podido comprobar que los comités están formados entre 3 y 5 personas, todas ellas elegidas por el Director General o fundamentalmente Presidente de representan a la los empresa y que departamentos relacionados con las políticas de RSE y recursos humanos. En ningún caso podemos encontrar que en estos comités estén presentes representantes de los trabajadores, proveedores o incluso clientes. Otra de las cuestiones que llama la atención es que estos comités dependen orgánica y funcionalmente del Presidente de la empresa, o en su caso, del Director General, circunstancia que le resta sin duda alguna imparcialidad al trabajo que realizan. Pero, profundicemos más sobre esta gestión de la ética empresarial. En el año 2000 IESE Business School 48 publicó un estudio sobre las políticas éticas en las 500 mayores empresas 48 VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona 93 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética españolas. Tras las respuestas recibidas la muestra quedo configurada por 106 empresas de diversos tamaños, desde los 750 trabajadores a empresas de más de 30.000 trabajadores y que recogía información de 14 sectores industriales y de servicios. En este caso, los cuestionarios fueron cumplimentados por altos cargos de las empresas (62,3%), pero además fue rellenado por el Director General (28,3%), Director de Recursos Humanos (20,8%) y por el Director de Comunicación (13,2%). Al mismo tiempo podemos comprobar que el 83,8% de las empresas informaron que es el Director General el responsable de las cuestiones éticas. Sobre los documentos formales disponibles en la empresa, el 71% expresaron que contaban con ellos. En el mismo estudio se refleja que el 62% de las 500 mayores empresas poseen documento formal que incluye aspectos relacionados con la ética empresarial, y un 43% de las empresas disponen de Códigos de Conducta. Como ya hemos comentado anteriormente la elaboración de estos Códigos y documentos éticos no ha contado con una amplia participación, tan sólo el 3% de las empresas establecieron procesos participativos, por el contrario, en el 46,7% de las empresas estos documentos 94 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética fueron redactados por altos directivos de las mismas. Respecto a la motivación para la confección de estos documentos existe unanimidad en todas ellas sobre el principal motivo: Difundir la filosofía corporativa de la empresa (6,5/7). Por otro lado, en la parte baja de los motivos para implementar códigos éticos podemos encontrar: Proteger la firma de acciones legales (3,5/7) y Proporcionar una ventaja competitiva (4,5/7). Por último, cabe también reseñar, según el estudio mencionado, que las empresas que disponen de documentos éticos están más implicas en el desarrollo de un sistema integrado de gestión ética en la empresa que aquellas que no disponen de documentos, en cuestión estas empresas realizan auditorías (26,7%) y cuentan con oficina especial (14,7%) además de disponer de procedimientos formalizados para gestionar los problemas éticos (24%). Aunque se trate de un estudio exploratorio del año 2000, podemos comprobar como las empresas españolas ya estaban apostando por una gestión ética, queda mucho por hacer, institucionalizar la ética dentro de la gestión empresarial no es 95 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética tarea fácil, ha de suponer la sistematización de los procedimientos, la creación de documentos e instrumentos que permitan llevar a cabo ésta y la implicación activa de todos las personas que configuran a la empresa y en especial de un liderazgo empresarial ético que impulse la implantación de un sistema integrado de gestión ética dentro de la empresa. Hasta ahora hemos dado una versión de la RSE poniendo el foco en la empresa, en la actuación con los stakeholders y la gestión de la ética empresarial. Pero está es una acción de conjunto, una acción coordinada que implica tanto a la sociedad civil organizada, las administraciones públicas y las instituciones supranacionales. En este sentido existen varias iniciativas de sistematización e implementación de la responsabilidad social en las empresas. Se trata de recomendaciones y acciones voluntarias que han de implementar las empresas para el cumplimiento de la Responsabilidad Social Empresarial Por un lado podemos encontrar la SA8000 desarrollada por la Social Accountability International (SAI) que establece unos mínimos de cumplimientos que han de desempeñar las 96 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética empresas que deseen certificarse como empresas socialmente responsables. Entre otros convenios y tratados se incluyen: la Convención de los Derechos Humanos, la Convención de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño, la Convención de Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre salud y seguridad en el trabajo… Otra norma existente es la AA1000 desarrollada por el Intitute for Social and Ethical Accountability, que fue concebida para ayudar a las empresas: en la configuración de sus objetivos, la elaboración de auditorías e informes, así como mecanismos de retroalimentación. Se divide en cinco fases: Planificación, Responsabilidad, Auditoria, Integración, Implicación. Por último y quizá la más importante la ISO 26000 “Guía sobre responsabilidad social” desarrollada por la organización Internacional de Estandarización (ISO), ofrece agregar valor al trabajo sobre la responsabilidad social. Esta norma contiene guías “voluntarias” en siete materias fundamentales: 1. Gobernanza de la organización 97 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 2. Derechos Humanos 3. Prácticas laborales 4. Medio ambiente 5. Prácticas justas de operación 6. Asuntos de consumidores 7. Participación activa y desarrollo de una comunidad La ventaja que ofrece esta normativa sobre otras existentes radica en la participación de 83 países, 450 expertos participantes en su confección así como 210 observadores en todo el mundo. En definitiva, se trata de una norma mundialmente aceptada y reconocida, tanto por las organizaciones empresariales, las instituciones de más de 99 países, así como 42 organizaciones internacionales. Pero la iniciativa más importante desarrollada para el fomento y desarrollo e implantación de políticas socialmente responsables dentro de la empresa la puso en marcha as Naciones Unidas. La creación del Pacto Global (Global Compact) es la mayor iniciativa de ciudadanía corporativa impulsada a nivel internacional por el cual las empresas se comprometen a 98 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética alinear sus estrategias y operaciones en diez principios universalmente aceptados por todos. Estos diez principios que deben ser asumidos por las empresas están distribuidos en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anticorrupción. El Pacto Mundial es el mayor ejemplo de ciudadanía corporativa del mundo. El Pacto Mundial (Global Compact) es una iniciativa para desarrollar políticas empresariales socialmente responsable que permitan una ciudadanía corporativa para un desarrollo sostenible: “una especie de compromiso mundial de las grandes compañías en favor del cumplimiento de unas bases mínimas de ética en los negocios, decencia en los marcos laborales y compromisos medio ambientales” 49 . Los objetivos que persigue el Pacto Mundial de Naciones Unidas van encaminados a: 1. Incorporar los 10 principios en las actividades empresariales de todo el mundo. 49 JAUREGUI ATONDO, R. (2012) “Estudio preliminar. Un camino por hacer” Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial, Pag, 4. Granada 3-12. 99 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 2. Canalizar acciones en apoyo de los objetivos más amplios de las Naciones Unidas, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La aceptación e implementación de este conjunto de valores y principios por parte de las empresas participantes compromete a estas, a la transparencia tanto en la información como en el seguimiento de la acción responsable. Esta internacional de ciudadanía corporativa mundial plataforma permite además, el intercambio de experiencias y la implantación de códigos de conducta o estándares de actuación éticas y socialmente responsables. Los diez principios están ligados a principios básicos de comportamiento social. Unos principios fundamentados en el respeto de la dignidad de las personas y el bien común. Estos principios básicos de ciudadanía han de convertirse en una guía de trabajo, una forma de gobernar de manera correcta y consecuente la empresa. Estos diez principios organizados en cuatro grandes áreas son: 100 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Derechos Humanos: Principio 1: Las Empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales reconocidos universalmente, dentro de su ámbito de influencia. Principio 2: Las Empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices de la vulneración de los derechos humanos Estándares Laborales: Principio 3: Las empresas deben apoyar la libertad de Asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva. Principio 4: Las Empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción Principio 5: Las Empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil. Principio 6: Las Empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y ocupación. Medio Ambiente: 101 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Principio 7: Las Empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente. Principio 8: Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental. Principio 9: Las Empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente Anticorrupción: Principio 10: Las Empresas deben trabajar en contra de la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno. Como podemos comprobar, los principios establecidos en el Pacto Mundial de Naciones Unidas configuran un corpus de responsabilidad ética que cualquier empresa debería cumplir. Las empresas firmantes del Pacto Mundial de Naciones Unidas además de sellar su compromiso con el cumplimiento de los 10 principios, se comprometen a la elaboración de informes de progreso anuales (COP) donde reporten las acciones realizadas e implementadas en pro de la implantación de los 10 principios. 102 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética El fin de la Comunicación de Progreso (COP) es ir dando cuenta del cumplimiento de los objetivos, es en definitiva un compromiso de transparencia y buen hacer. La Comunicación de Progreso sirve además de vehículo para dar información a los grupos de interés de la empresa sobre sus esfuerzos en implementar los principios del Pacto. A su vez, estas comunicaciones son una herramienta eficaz para promover el diálogo entre los accionistas y los stakeholders de la empresa. Desde su creación hace 10 años, en España la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas incorpora a 2.522 entidades según los datos de la propia institución. El perfil de las empresas adheridas al Pacto Mundial en la red española pude resumirse de la siguiente manera: el 12% corresponde a grandes empresas, el 75% son pequeñas y medianas empresas y un 13% está constituido por entidades del tercer sector, sindicatos e instituciones educativas entre otras. Un buen ejemplo que demuestra que la implantación de políticas de RSE no es exclusivo de las grandes empresas. Por último, dentro de las instituciones internacionales que impulsan la implantación de políticas socialmente responsables 103 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética en la empresa, hay que destacar el papel del Global Reporting Initiative (GRI) que tiene como fin impulsar la elaboración de memorias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones. GRI es una organización sin ánimo de lucro que fue fundada por CERES y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el año 1997. Su misión estaba encaminada a impulsar “una economía sostenible donde las organizaciones gestionen responsablemente su desempeño e impactos económicos, ambientales y sociales, y elaboren memorias de una forma transparente”. Para hacer real esta misión el GRI impulsa la implantación como práctica habitual de memorias de sostenibilidad. Estas memorias de sostenibilidad “exponen la información acerca del desempeño económico, ambiental, social y de gobierno de la organización”. Gracias a la elaboración de estas memorias de sostenibilidad las empresas mejoran su reputación así como le ayudan a comprender los riesgos y oportunidades que derivan de su actividad empresarial. Las memorias de sostenibilidad son herramientas claves para comunicar los impactos de sostenibilidad positivos de la empresa y además, 104 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética una herramienta de análisis para corregir los negativos. Un ejercicio imprescindible de transparencia. Las empresas españolas son un buen ejemplo en lo concerniente a la aplicación de estándares de transparencia y reporte de actividad. Según los datos del Ministerio de Empleo, la evolución de la participación de empresas españolas tanto en el Pacto Mundial como en el GRI es espectacular. En 2002 tan sólo 7 empresas hicieron uso del paradigma de rendición de cuentas que marca el Global Reporting Iniciative, en el año 2011 fueron ya 186 empresas. En lo concerniente al número de compañías firmantes del Pacto Mundial, hemos pasado de 62 empresas en el año 2002 a 1.381 empresas en el año 2013. Un compromiso implantación decidido de del empresariado políticas español empresariales por la socialmente responsable, la transparencia y rendición de cuentas. Pero este avance se ha visto impulsado en gran medida gracias al empuje que ha venido ejerciendo la Administración General del Estado y las instituciones políticas. La primera iniciativa tomada a este respecto fue adoptada por el Pleno del Congreso de los Diputados el 27 de Diciembre de 2002 que acordó la 105 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética creación de una Comisión Técnica de Expertos para la elaboración de un informe de responsabilidad social de la empresa. A esta Comisión Técnica hay que unirle el trabajo realizado por la subcomisión parlamentaria para el estudio de la responsabilidad social empresarial en España dirigida por el diputado socialista Ramón Jáuregui que permitió la recopilación de las iniciativas y tendencias emprendidas por las empresas y la puesta en común de las mejores propuestas. Estas dos iniciativas supusieron el embrión que permitió la creación del “Foro de expertos sobre RSE” impulsado por el Ministerio de Asuntos sociales y la “Mesa de Diálogo Social” formada por el Gobierno, Organizaciones empresariales y Sindicatos. Gracias a este trabajo realizado para poner en marcha la RSE en España, el Ministerio de Asuntos sociales aprueba REAL DECRETO 22/2008, de 15 de febrero, por el que se crea y regula el Consejo Estatal de responsabilidad Social de las Empresas (CERSE) como órgano asesor y consultivo pionero no sólo en España, sino en Europa. Otro factor fundamental para el fomento e implantación de políticas de RSE en las empresas ha venido a través de la 106 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética legislación aprobada durante los últimos años, es especial hay que ddestacar dos leyes: 1. Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que recogía la implantación voluntaria de acciones de responsabilidad social de las empresas en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. 2. Ley 2/2001, de 4 de Marzo, de Economía Sostenible que incluye cuatro referencias de impulso de la responsabilidad social empresarial: a. Artículo 27: sobre principios del buen gobierno corporativo b. Artículo 25: sobre sostenibilidad en la gestión de las empresas públicas c. Artículo 39: sobre la promoción de la responsabilidad social de las empresas. d. Disposición trigésima: donde se establece las condiciones para la difusión de información referida a las inversiones de los 107 fondos de Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética pensiones, en lo concerniente a los criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno. Tras tres años de parálisis legislativa en materia de RSE recientemente el Gobierno ha presentado “La Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 20142020” que tiene como objetivo apoyar “el desarrollo de prácticas responsables de las organizaciones públicas y privadas con el fin de que se constituyan como un motor significativo de la competitividad del país y de su transformación hacia la sociedad y una economía más productiva, sostenible e integradora”. Para ello la Estrategia Española establece como principios: 1. La apuesta por excelencia empresarial como elemento de mejora de la competitividad de las empresas. 2. La mejora de la eficacia de las organizaciones en la promoción de la igualdad de oportunidades que facilite y mejore la cohesión social. 3. La creación de valor compartido a través de colaboración efectiva con los grupos de interés que genere impactos positivos. 108 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 4. La sostenibilidad tanto medioambiental como social que favorezca un desarrollo sostenido en el tiempo para las sociedades en las que se integra. 5. La transparencia como factor de ejemplaridad que aumente la credibilidad y confianza en las empresas. 6. La voluntariedad por parte de las empresas para la adopción de las medidas de responsabilidad social que estimen oportunas. Esta voluntariedad debe ser la base del cumplimiento de las expectativas que generen las empresas. El impulso de la Estrategia Española de Responsabilidad Social de la Empresa es fundamental para crear un marco de referencia común que permita impulsar y promover la RSE en España. De esta manera se logra establecer la RSE como un atributo de competitividad, de sostenibilidad y de cohesión social. Ciertamente, las administraciones públicas están haciendo grandes avances en la promoción y difusión de la RSE, además de concienciar a las empresas para que desarrollen políticas empresariales socialmente responsable 109 dentro de sus Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética organizaciones. Como vemos son muchas las posibles estrategias a desarrollar, lo que si es cierto es que la implantación de la RSE es tan imparable como necesaria. Por otro lado, es exigible a las instituciones públicas que aumente la protección de los derechos de los ciudadanos por encima de los intereses particulares de las empresas. En este sentido, el impulso de los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos: puesta en marcha del marco de Naciones Unidas para “proteger, respetar y remediar” es un buen ejemplo de la implicación de las instituciones públicas de ir más allá. Pero hay que destacar también el impulso de la iniciativa privada en pro de la promoción de la RSE. Iniciativas como la Asociación Española de Directivos de RS (DIRSE) nacida en 2013 constituye la primera agrupación profesional y personal de la RSE en España. Una iniciativa que pretende dignificar la función directica de los responsables de RSE. Sus objetivos fundacionales recogidos en sus estatutos son: La Asociación tiene como fines el apoyo a, y la promoción, la formación permanente y el reconocimiento 110 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética singular y profesional de, la función específica que desarrollan los directivos y ejecutivos de responsabilidad social en sociedades, instituciones, asociaciones, fundaciones y en cualquier otro tipo de organización ya sea pública o privada. A estos efectos, la Asociación entiende la responsabilidad social (siguiendo las directrices de la Unión Europea) como la responsabilidad de las empresas, instituciones u organizaciones por sus impactos en la sociedad y trabajará en los ámbitos económico y social, de gobernanza y transparencia, medioambiental y de los derechos humanos y laborales y en la gestión ética y prácticas justas de operación Como hemos podido ver en los distintos documentos, desde el Libro Verde la Unión Europa o la Estrategia Española de Responsabilidad Social de la Empresa entre otros, existe un consenso en delimitar las acciones de RSE al ámbito de la “voluntariedad”, es decir, en la libre decisión de las empresas para adoptar medidas que vayan más allá del obligado cumplimiento de la legislación vigente. No podemos obviar que 111 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética la sociedad civil y las instituciones internacionales son cada día más severa con las empresas, de tal manera que exigen que las empresas vayan más allá de esta voluntariedad. Existen multitud de teorías a favor y en contra de la obligatoriedad o voluntariedad de la adopción de estas medidas por parte de las empresas. Si nos basamos en una visión ética, la responsabilidad social empresarial debería ser voluntaria ya que nacería de la propia voluntad de la empresa de hacer el bien no sólo en su propio beneficio, sino además en beneficio de toda la comunidad. Pero este planteamiento “idílico” choca con aquellos que no entienden que las empresas tienen unas responsabilidades que van más allá del cumplimiento efectivo de la legalidad vigente. No entraremos ahora en dilucidar si efectivamente la RSE debe ser de obligado cumplimiento o por el contrario debe ser voluntaria y nacer de la actuación ética de las empresas, pero sí que es cierto que las empresas han de avanzar en esta mayor asunción de responsabilidades. 112 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética El modelo Dahrendorf50 establece tres niveles normativos de jerarquía donde cada nivel lleva aparejado unas obligaciones morales a cumplir, estos tres niveles son: debe, debería, puede. Veamos en detalle estos tres niveles: 1. Nivel “debe”: En este nivel se incluirían las obligaciones legales no negociables, es decir, el cumplimiento de la legislación vigente en cada uno de sus niveles territoriales. Pero también en este nivel se incluye el cumplimiento de las obligaciones empresariales con accionistas y empleados, rendimiento de las inversiones realizadas y correcta actuación con los trabajadores y trabajadoras de la empresa. 2. Nivel “debería”: Aquí se incluyen las actuaciones de responsabilidad empresarial, aquellas actuaciones emprendidas por la empresa que van más allá del cumplimiento de las obligaciones legales. Es decir, la implantación de sistema integrales de gestión ética, la relación con los stakeholders, la implicación en las 50 LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ ARAYA T. (Editor) Barcelona. HUYGENS EDITORIAL. 113 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética comunidades locales, los procesos de rendición de cuentas y transparencia… 3. Nivel “puede”: Superada la implantación de políticas empresariales de responsabilidad social, las empresas ejercen un liderazgo ético, ya no sólo contribuyen a la mejora de la sociedad en la que están inmersas, sino que van más allá interpretando activamente su papel como ciudadanía corporativa. En este sentido, las empresas que llegan a este nivel de “pueden” contribuyen no sólo de manera filantrópica, sino que se constituyen como una ciudadanía corporativa protagonista de la realidad socio-económica del territorio donde están inmersos. Son parte activa de la sociedad. Una visión ética de la actuación empresarial. Sin duda alguna, el tercer nivel que estable Dahrendorf en su modelo de jerarquía de la responsabilidad empresarial es al que han de aspirar las empresas humanizadas y éticas. La empresa ha de superar el viejo paradigma empresarial y contribuir con su actuación a la configuración de una economía más humanizada. Las empresas como entidades sociales han 114 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética de favorecer la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas, son parte de la sociedad, son ciudadanía corporativa. Sin el trabajo coordinado entre las dos esferas: público y privada, es difícil que se puedan proteger y acrecentar el bien común dando sentido verdadero al fin de la economía. La sociedad no pude impregnarse de los peores valores desarrollados por una economía deshumanizadora y un sistema empresarial egoísta y cortoplacista. Sólo con la defensa del bien común podremos construir una sociedad más justa e igualitaria donde el respeto a la dignidad de las personas y la defensa del bien común ha de ser la piedra angular de todas las acciones tanto públicas como privadas, una modelo empresarial ético para una sociedad ética. Las empresas como ciudadanía corporativa contribuyen a la creación de valor, no sólo al mantenimiento del bien común, sino a la creación de riqueza y mejora de las condiciones de vida de todos y todas. Las empresas socialmente responsables han de tener una apertura y sensibilidad hacia el entorno, han de ser parte de la comunidad. La implantación de modelos 115 empresariales socialmente Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética responsables bajo liderazgos éticos ha de ser entendida como un elemento dinamizador de la eficiencia empresarial. Frente a la empresa tradicional centrada en el corto plazo, la empresa socialmente responsable con liderazgo ético es: abierta, inclusiva y sostenible en el tiempo. Pero los buenos propósitos y las buenas intenciones han de materializarse en proyectos claros que reflejen la voluntad de la empresa en tener una actuación socialmente responsable. Como ya comentamos en lo referido a la ética empresarial donde planteamos la necesidad de que las empresas adopten un sistema integral de gestión ética de la empresa, la empresa ha de sistematizar su compromiso social. La RSE es algo más que una sistematización de las actuaciones socialmente responsable de las empresas, es la manera correcta de dirigir una empresa, “lo correcto es que los ciudadanos corporativos demuestren tener un comportamiento adecuado y justo en términos de normas responsables en 116 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética materia social y medioambiental”51. Pero esta actuación debe impregnar a toda la organización, desde arriba hacia abajo, desde dentro hacia fuera y viceversa. Aunque ciertamente existen costes de oportunidad asociados a la responsabilidad social de la empresa y está puede ser vista solamente como una ventaja competitiva, no podemos entender que esta RSE sea tomada como una estrategia meramente económica. La justificación empresarial no puede ser medida a corto plazo, si fuera así, correríamos el riesgo de que las empresas implantaran modelos de RSE con vista a obtener un rendimiento a corto plazo, o bien económico, o bien de reputación empresarial, pero nos estaríamos alejando del objetivo real de la RSE. Hay que ampliar el planteamiento social que la empresa debe devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad le da, la RSE va más allá. La RSE es dignidad, respeto, diálogo, ciudadanía, escucha activa, preocupación, 51 acción coordinada, LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ ARAYA T. (Editor) Pag, 49. Barcelona. HUYGENS EDITORIAL. 33-57 117 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética responsabilidad, transparencia. Las empresas tienen unas responsabilidades de obligado cumplimiento, pero además, tienen unas obligaciones éticas irrenunciables. “La responsabilidad puede ser ese instrumento transformador, una herramienta preciosa para hacer que las empresas colaboren en un proyecto de sociedad con valores, con dignidad humana, con justica, con libertad”52. La sociedad exige cambios radicales. Los ciudadanos y ciudadanas exigen a las empresas cada día más, no sólo que cumplan con sus obligaciones legales, sino que vayan más allá y tengan una actuación ética de responsabilidad con la sociedad. Es necesario un cambio de conciencia, “el problema es que somos demasiados en el mundo para pensar que sea posible un cambio de conciencia generalizado”53. 52 JAUREGUI ATONDO, R. (2007) “Estudio preliminar. Un camino por hacer” Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial. Granada 3-12. 53 NARANJO C. (2013): “Por una economía humanista”. MEDITERRANEO ECONÓMICO, 23. Almería, 93-122 118 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Capítulo cuatro: La formación de líderes éticos como elemento fundamental para el cambio. No podemos persistir en la reproducción de los modelos educativos que sustentan el viejo paradigma de la empresa tradicional. La sociedad se encuentra en un permanente cambio, y la educación ha de convertirse en el motor del cambio de esa conciencia. Es indudable que la educación desempeña un valor crucial en la mejora permanente tanto de los trabajadores como de la sociedad en general. Una sociedad inteligente es aquella que tiene la educación como un elemento fundamental de su avance social y cultural. 119 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética La formación de la persona es un camino que se inicia en los primeros años de nuestra vida con la educación obligatoria y se extiende hasta el final de nuestra vida. La educación nos capacita para ser libres, para desarrollar nuestro proyecto de vida y sobre todo, para transitar durante toda nuestra vida con las máximas garantías de realización. Una educación que nos capacita para el ejercicio de una profesión, pero también para vivir en libertad dentro de una comunidad de iguales. En este sentido la Universidad ha de cumplir su cometido más importante: servir a la sociedad. Son muchos los autores que han puesto de relieve, a lo largo de la historia, la íntima relación que existe entre universidad y sociedad. El papel de la Universidad como formador de los trabajadores y trabajadoras permite a la sociedad contar con el talento necesario para avanzar. Una formación encaminada a la adquisición de conocimientos, habilidades y valores, pero también, una formación integral de la persona. Las Universidades son el motor de avance de la sociedad. En el Preámbulo de la Ley Orgánica de Universidades de 12 de Abril se establece esa visión integral de la formación universitaria: “Se debe tener en cuenta que la formación en cualquier 120 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética actividad profesional debe contribuir al conocimiento y desarrollo de los Derechos Humanos, los principios democráticos de igualdad entre mujeres y hombres, de solidaridad, de protección medio ambiental, de accesibilidad universal y diseño para todos, y de fomento de la cultura de la paz”. Como vemos, la formación universitaria debe estar no sólo centrada en la capacitación profesional, sino además en una educación ética y moral de la persona. Las Universidades son permeables a las demandas de la sociedad. Los empresarios exigen que los conocimientos y habilidades que adquieran los estudiantes les confieran una formación teórica y técnica adaptada a las necesidades de las demandas de sus modelos empresariales. Por su lado, la sociedad demanda a las Universidades que formen a los estudiantes para ser ciudadanos, exigen que su formación no sea la de grandes profesionales excelentemente capacitados, sino que además estos tengan valores sociales y éticos. “En el actual contexto sociocultural, la universidad es un óptimo espacio de aprendizaje, no sólo de carácter profesional y cultural en su sentido más amplio, sino de carácter humano, y 121 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética por ende, ético y moral”54. Para este nuevo tiempo económico “necesitamos movilizar la inteligencia, pero una inteligencia que integre lo intelectual, lo inconsciente y lo afectivo-emocional” 55. Por ello, es necesario que realicemos un cambio en la formación universitaria, no sólo de los trabajadores y trabajadoras, sino de los líderes empresariales que han de estar al frente de nuevos proyectos emprendedores. La formación de los nuevos gestores empresariales no puede limitarse a una capacitación económico-financiera. Hoy la sociedad demanda “líderes empresariales” que no sólo tengan una capacitación empresarial, sino además una formación social, humana y ética para una actuación socialmente responsable. La formación de los nuevos líderes empresariales 54 MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42. 55 AGUILER KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los economistas”. MEDITERRANEO ECONÓMICO, 23. Almería, 15-28 122 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética debe estar acorde con las demandas de la sociedad actual. Es imprescindible incluir en los planes de estudios de los futuros profesionales, conocimientos, habilidades y valores que le permitan reflexionar sobre las metas de su profesión, c la forma de alcanzarlas de manera justa y que problemas éticos puede encontrase en el ejercicio cotidiano de su actuación profesional. De esta manera, el profesional formado en la universidad adquiere unos conocimientos esenciales para el ejercicio de su actividad, pero además interioriza los valores éticos que han de guiar su acción no cómo un simple técnico, sino como una ciudadano ético. Si volvemos a nuestra premisa inicial, donde hemos puesto de relieve la necesidad de un cambio del paradigma empresarial para lograr la humanización de la economía, vemos como es necesario comenzar este cambio por la adaptación de los planes de estudios de las universidades tendiendo a una formación más integral de la persona. Llegados a este punto, ha quedado claro que la formación de los nuevos empresarios no puede despreciar una educación en valores que le permita afrontar los retos sociales con justicia. 123 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Pero para la implementación de un nuevo modelo de formación empresarial, no podemos seguir manteniendo que la formación de los contenidos esté viciada por los viejos principios de la empresa tradicional, la formación teórica no pude reproducir y transmitir a los estudiantes los viejos conceptos de empresa y de una economía deshumanizada. Por otro lado, es también necesario que el estudiante pueda adquirir nuevas habilidades más cercanas a una visión ética de la gestión empresarial, unas habilidades que le permitan el desarrollo de una actuación socialmente responsable en su gestión como líder empresarial. Martínez Martín56 establece que las dimensiones de la función ética de las universidades son tres: una formación deontológica relativa al ejercicio de la profesión, una formación ciudadana y cívica de los universitarios, y además, una formación humana y social que contribuya a la excelencia ética y moral. La formación 56 MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42. 85-102 124 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética universitaria no puede ser entendida sin la contribución de estas tres dimensiones. Una formación integral de la persona. En este sentido, en el año 2007, un grupo de trabajo de sesenta decanos, rectores de universidades, representantes de escuelas de negocios más prestigiosas del mundo desarrollaron una plataforma mundial que establecería los Principles for Responsible Management Education (PRME). Estos principios están inspirados en los valores internacionalmente aceptados y recogidos en el Pacto Mundial de Naciones Unidas. La iniciativa PRME sirve como marco de referencia para el cambio gradual de las universidades y escuelas de negocio a una formación de un liderazgo empresarial socialmente responsable. La base de esta plataforma se sustentaba en tres acciones: la mejora permanente, establecer una red de aprendizaje y la publicación de informes de progreso por parte de las entidades adheridas al mismo. El PRM siguiendo el esquema del Pacto Mundial de Naciones Unidas estable seis principios con el fin de facilitar una mejora permanente en la formación empresariales con criterios éticos. 125 de los nuevos líderes Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Los seis principios que sustentan la plataforma PRME están basados en: Principio 1: Propósito Desarrollaremos las capacidades de los estudiantes para que sean futuros generadores de valor sostenible para los negocios y la sociedad en su conjunto, y para trabajar por una economía global incluyente y sostenible. Principio 2: Valores Incorporaremos a nuestras actividades académicas y programas de estudio los valores de la responsabilidad social global, tal y como han sido descritos en iniciativas internacionales como el Global compact de Naciones Unidas Principio 3: Método Crearemos marcos educativos, materiales, procesos y entornos pedagógicos que hagan posible experiencias efectivas de aprendizaje para un liderazgo responsable. Principio 4: Investigación 126 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Nos comprometemos con una investigación conceptual y empírica que permita mejorar nuestra comprensión acerca del papel, la dinámica y el impacto de las corporaciones en la creación de valor sostenible y social Principio 5: Partenariado Interactuaremos con los gestores de las corporaciones empresariales para ampliar nuestro conocimiento en sus desafíos a la hora de cumplir con sus responsabilidades sociales y ambientales y para explorar conjuntamente los modos efectivos de enfrentar tales desafíos. Principio 6: Diálogo Facilitaremos y apoyaremos el diálogo y el debate entre educadores, empresas, el gobierno, consumidores, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y los demás grupo interesados, en temas críticos relacionados con la responsabilidad social global y sostenibilidad. Las instituciones académicas, como formadoras de los nuevos líderes empresariales, se comprometen voluntariamente a asumir estos seis principios, de tal manera que con su práctica 127 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética e implementación sirvan como ejemplo de los valores y actitudes que deben transmitirse a los estudiantes. A su vez, las instituciones se comprometen a reportar los avances en la implantación de estos principios y a participar activamente en la difusión de las buenas prácticas que enriquezcan las acciones de otras entidades permitiendo así una mejora permanente. Desde la aprobación de los seis principios del PRME en 2007, son más de 500 escuelas de negocios y universidades de 80 países las que ya los han signado. En España, según los datos del PRME, hasta 2014 han sido 23 instituciones académicas las que se han adherido a la plataforma PRME. En este listado de instituciones españolas aparecen 4 universidades (Pompeu Fabra, Polítecnica de Madrid, Deusto, Nebrija), 18 Escuelas de negocios y la Escuela de Organización Industrial dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Consumo. Los Principles for Responsible Management Education (PRME) suponen un buen ejemplo de como las instituciones educativas se comprometen e involucran en el desarrollo de una formación socialmente responsable. Es una apuesta por la mejora permanente y la formación integral de los líderes empresariales. 128 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Volviendo al inicio de nuestro planteamiento, si queremos apostar por un nuevo liderazgo empresarial como elemento fundamental para la humanización de la economía es necesario proyectar un nuevo modelo de formación ética en las universidades. Este planteamiento nos lleva a analizar la situación actual de la formación de ética en las universidades. Aunque el perfil de los nuevos empresarios es muy variado, hemos elegido para conocer el grado de implementación de las asignaturas relacionadas con la ética y la RSE en el Grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE). Sin lugar a dudas, los estudiantes de ADE tienen una relación fundamental con la empresa y por lo tanto están llamados a dirigir en un futuro los designios del mundo empresarial. El objetivo de esta investigación se centra en: “Conocer el grado de implantación de las asignaturas de ética y RSE en la titulación de Grado en Administración y Dirección de Empresas”. Una vez conocido el grado de implementación estaremos en disposición de plantear propuestas de mejoras encaminadas a que los nuevos gestores empresariales tengan un aprendizaje ético. 129 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Es necesario dar respuesta a las nuevas demandas de la ciudadanía que exige a las empresas que cambien sus prácticas empresariales deshumanizadas por acciones éticas socialmente responsables. Por ello es necesario apostar por planes de estudios que favorezcan la capacitación de los nuevos titulados universitarios para una actuación ética. Hemos realizado una investigación descriptiva de todas las Universidades, tanto públicas como privadas en la que se imparten la titulación de Administración y Dirección de Empresa (ADE), con el fin de determinar qué grado de importancia otorgan a las asignaturas relacionadas con la ética y la responsabilidad empresarial. El proyecto de investigación se ha realizado en varias fases con el fin de obtener unos resultados integrales que nos den una visión de la situación en la que se encuentra actualmente la formación en ética y RSE, esto nos permitará avanzar en el planteamiento de propuestas de mejora encaminadas a una formación más ética de los estudiantes de ADE. 130 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Fase Objetivo Metodología Conocer los estudios realizados con anterioridad Análisis y estudio de los artículos y publicaciones realizadas semejantes al tema tratado Conocer el número de universidades que tienen implantadas dentro de sus planes de estudios dentro del grado de ADE asignaturas relacionadas con ética y RSE Estudio a través de la base de datos del Ministerio de Educación. Fase III Conocer el nivel de implementación de las enseñanzas de ética y RSE en el Grado de ADE Análisis descriptivo cuantitativo según los descriptores seleccionados Fase IV Analizar los contenidos de todas las materias de los planes de estudios relacionadas con la ética y la RSE en el Grado de ADE Análisis descriptivo cualitativo de las asignaturas seleccionadas Realizar propuestas de mejora Contrastar los resultados obtenidos con los Principles for Responsible Management Education Fase I Fase II Fase V Revisión de los Planes de Estudios de aquellas Universidades que tienen implantadas asignaturas relacionadas con el estudio Proponer puntos de mejora Fase VI Realizar Conclusiones Descripción de las principales conclusiones 131 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Los elementos estudiados van desde: la implantación o no de esta asignatura en el Grado de ADE, el número de créditos, el carácter de obligatoriedad de las asignaturas o como materia optativa, el curso en el que se imparte, así como aspectos relacionados con la metodología de impartición y evaluación de la misma. La información con la que hemos trabajado ha sido seleccionada desde las mismas páginas web que disponen las propias universidades y donde publican sus planes de estudios, así como las guías didácticas de cada una de las asignaturas. Se trata de un análisis descriptivo de cada una de las asignaturas. Los descriptores que hemos establecido para el estudio descriptivo cuantitativo de la investigación en su Fase III han sido el siguiente: 1. Tipo de Universidad que imparte el Grado de ADE: a. Pública: En este apartado no hacemos distinción entre universidades presenciales o no presenciales b. Privadas: Consideramos con el mismo tratamiento las de corte confesional, laicas y empresariales 132 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 2. Asignaturas relacionadas con el tema de estudio: Se han seleccionado aquellas asignaturas que tienen que ver con varios aspectos, para tener una visión lo más amplia posible, en este sentido se han seleccionado asignaturas nombradas como: a. Ética: en cualquiera de sus acepciones (empresarial, general, personal…) b. RSE: Incluyendo cualquiera de sus aspectos (Responsabilidad Social, Responsabilidad Social Corporativa, Sostenibilidad…) c. Deontología profesional, como concepto de una ética en el ejercicio de la profesión 3. Carácter de la asignatura a. Obligatoria: Tal como viene determinada por el plan de estudios de la universidades b. Optativa: Entendida como asignatura de libre configuración y optativas dentro del plan de estudio 133 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 4. Distribución por cursos: Es importante este prescriptor para conocer la importancia otorgada por cada una de las universidades 5. Número de créditos: Con ello queremos conocer la carga lectiva que se le otorga a cada asignatura relacionada con el tema del estudio Para la realización de la Fase IV de la investigación hemos realizado un análisis descriptivo desde un punto de vista cualitativo. En esta fase de la investigación nos interesaba conocer aspectos relacionados con el contenido de cada una de las asignaturas, la metodología de aprendizaje y la evaluación de las mismas. Nos parece importante conocer además del valor en términos de carga docente o el carácter de las asignaturas, que método de aprendizaje se ha diseñado para las asignaturas relacionadas con la ética y la RSE dentro del Grado de ADE. Entendemos que el aprendizaje de la ética no puede reducirse a la acumulación de conceptos, sino que ha de tener en cuenta aspectos relacionados con los valores y las aptitudes. Conocer si la metodología de aprendizaje es teórica, práctica o mixta, así 134 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética como los métodos de evaluación es fundamental para conocer el grado de desarrollo del aprendizaje de la ética y la RSE en el grado de ADE. 135 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Capítulo cinco: La formación de ética y RSE en el Grado de ADE: Lejos de un buen modelo de formación empresarial ética. Para el curso 2014-2015 son 71 las Universidades las que impartirán la titulación de Administración y Dirección de Empresas, en concreto se trata de 47 universidades públicas que representan el 66,1% del total, mientras que las universidades privadas representan el 33.9% con universidades tal como podemos apreciar en el Gráfico 1. 136 24 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Gráfico 1: Universidades que imparten Grado de ADE Elaboración propia De las 71 universidades españolas que para este curso tiene implantada la titulación de ADE, tan sólo 24, es decir el 32 % imparten asignaturas relacionadas con la ética o la RSE. (Gráfico 2) Gráfico 2: Universidades con ADE que imparten asignaturas de RSE/Ética Elaboración propia 137 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética De las 24 universidades que imparten asignaturas relacionadas con el estudio, 9 son públicas que representan el 37,5 % y 15 privadas, es decir el 62,5 %. Universidades Privadas Universidades Públicas Alfonso X el Sabio Barcelona Camilo José Cela Burgos Católica de Ávila Complutense Católica de Murcia Córdoba Católica de Valencia Católica de Valencia San Vicente Mártir CEU San Pablo Illes Balears Francisco de Vitoria Rey Juan Carlos Instituto Empresa Valladolid León Pablo de Olavide Internacional de Catalunya Loyola Andalucía Navarra Pontificia de Comillas San Jorge Universidad a distancia de Madrid Cuadro 1: Universidad que imparten asignaturas de RSE/Ética Elaboración Propia 138 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Entre las 24 Universidades que imparten asignaturas relacionadas con la RSE y la ética encontramos diferencias en el número de asignaturas impartidas. En este sentido, el 62,5% de las universidades imparten una sola asignatura, el 29,2% imparten dos asignaturas y el 8,3% imparten hasta tres asignaturas, tal como refleja el Gráfico 3. Respecto a la diferencia entre la universidad pública y la privada, podemos observar en el Gráfico 4 que en cuanto a las universidades que imparten una sola asignatura la diferencia es poca en favor de la pública, 8 frente a 7, pero que en la universidades que imparten dos asignaturas esta diferencia es mayor en beneficio de la privada, 6 a 1. En cuanto a las universidades que impartes 3 asignaturas sólo hay dos universidades y son privadas. Gráfico 3 : Universidades por número de Gráfico 4 : Universidades por número de asignatura RSE/Ética asignaturas publicas/privadas Elaboración propia Elaboración propia 139 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Una Asignatura Dos Asignaturas Tres Asignaturas Universidades privadas Alfonso X el Sabio Católica de Murcia Francisco de Victoria Camilo José Cela Instituto Empresa Navarra Católica de Ávila Internacional de Catalunya Católica de Valencia Loyola Andalucia Católica de Valencia Pontificia de Comillas CEU SAN PABLO Universidad a distancia de Madrid San Jorge Burgos Universidades Públicas Córdoba Barcelona Complutense Illes Balears León Pablo de Olavide Rey Juan Carlos Valladolid Cuadro 2: Universidades por número de asignaturas de RSE/Ética que imparten Elaboración propia De las 35 asignaturas impartidas en las distintas universidades, el 71,4 % corresponde a universidades privadas con un total de 25 asignaturas y el 27,6% se imparte en universidades públicas, es decir 10 asignaturas. 140 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Del total de las asignaturas impartidas, el 53% corresponde a asignaturas de carácter obligatorio y el 47% son de carácter optativo, la diferencia entre ambas es sólo de una asignatura. En cuanto al reparto entre Universidades públicas y privadas, tal como se refleja en el Gráfico 6, la diferencia es muy sustancial, ya que entre las asignaturas de carácter obligatorio encontramos que tan sólo 2 corresponden a universidades públicas, en concreto León y Rey Juan Carlos I, y las 16 restantes se imparten en universidades privadas. Gráfico 6 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por tipo de Universidad Elaboración propia 141 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Sin embargo existe un mayor equilibrio entre universidades públicas y privadas en aquellas asignaturas de carácter optativo, 8 en universidades públicas y 9 en universidades privadas. Entre las Universidades que ofertan asignaturas de RSE/Ética encontramos una universidad que tienen asignaturas tanto obligatorias como optativas, en concreto se trata del Instituto Empresa.En lo concerniente a la distribución de las asignaturas entre los distintos cursos que componen el Grado podemos observar en el Gráfico 7 que las Universidades públicas como privadas sitúan esta asignatura en el último mayoritariamente un 45,7% del total de asignaturas Gráfico 7 : Asignaturas impartidas de RSE/Ética por curso y tipo de universidad Elaboración propia 142 curso Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Por lo que se refiere al carácter de la asignatura, vemos en el Gráfico 8 como en los primeros cursos las asignaturas son de carácter obligatorio, por el contrario en el último curso es fundamentalmente de carácter optativo. Gráfico 8 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por curso Elaboración propia Si atendemos al tipo de universidad, vemos que la distribución de las asignaturas y el carácter de las mismas es muy diferente según el tipo de Universidad. Mientras las públicas, tal como refleja el Gráfico 9, la asignatura de RSE/Ética se lleva al último curso y es de carácter optativo. 143 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Las universidades privadas tienen una distribución más homogénea entre todos los cursos, tal como podemos comprobar en el Gráfico 10. También podemos comprobar que en los primeros cursos las asignaturas tienen un carácter obligatorio, mientras que en el último curso, tal como sucedía en la pública, es de carácter optativo mayoritariamente Gráfico 9 : Asignaturas RSE/Ética por curso en Universidades Públicas Elaboración propia Gráfico 10 : Asignatura RSE/Ética por curso en Universidades Privadas Elaboración propia En relación al peso de las asignaturas de RSE/Ética medido por el número de créditos en las distintas universidades es muy similar. En el Gráfico 11 podemos comprobar que la mayoría de universidades tanto públicas como privadas, en concreto el 71,4%, otorgan seis créditos. 144 Por otro lado, también Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética comprobamos en el Gráfico 12 que los datos son muy similares si realizamos esta comparación entre asignaturas de carácter obligatoria u optativa. Gráfico 11 : Asignaturas impartidas de Gráfico 12 : Asignatura RSE/Ética RSE/Ética por número de créditos, cursos número de créditos, cursos, y tipo de Universidad optativa/obligatoria Elaboración propia Elaboración propia Si comparamos el número de créditos de las asignaturas por cursos entre las universidades públicas y privadas, volvemos a ver que las diferencias son sustanciales. En el Gráfico 13 correspondiente a las Universidades públicas, podemos ver que los créditos se concentran en gran medida en los últimos cursos, mientras que en las universidades privadas 145 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética como vemos en el Gráfico 14, los créditos están más repartidos entre los distintos cursos. Gráfico 13 : Asignaturas impartidas de Gráfico 14 : Asignatura RSE/Ética RSE/Ética por número de créditos y número de créditos, y cursos en curso en Universidades públicas Universidades privadas Elaboración propia Elaboración propia Las 35 asignaturas ofertadas por las universidades podemos agruparlas en seis bloques según el temario que desarrollan: Ética, Deontología, Responsabilidad Social Empresarial, ética + Deontología, ética + RSE, RSE + Deontología. 146 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Ética Deontología RSE Comillas Católica de Valencia Burgos Francisco de Vitoria Instituto Empresa Francisco de Vitoria UCAM Francisco de Vitoria Complutense CEU San Pablo Navarra Rey Juan Carlos I Alfonso X Internacional de Catalunya León Camilo José Cela Loyola Valladolid San Jorge Comillas Córdoba Ética + Deontología Ética + RSE Católica de Ávila Illes Balears Loyola Pablo Olavide San Jorge Córdoba Católica de Valencia Universitat RSE + Deontología A distancia de Madrid de Barcelona Las asignaturas relacionadas con la ética y la Responsabilidad Social Empresarial son las mayoritarias en el cómputo general de asignaturas ofertadas por las universidades. Cabe destacar también que la asignatura de ética está presente además complementado otros temas tanto de Deontología como con RSE, por lo que 16 de las 35 asignaturas ofertadas por las 147 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Universidades dan importancia a la asignatura de ética dentro de la configuración de sus planes de estudio. Le siguen la RSE que aparece en 12 de las 35 asignaturas y por último, la asignatura de Deontología que está presente en 9 de las 35 asignaturas estudiadas. Encontramos también asignaturas ligadas a principios cristianos, el humanismo y a la doctrina social de la iglesia, fundamentalmente en las universidades privadas confesionales, en este sentido sirva de ejemplo la universidad de Comillas que imparte una asignatura de Cristianismo y ética social. También queremos reseñar dos datos sobre las asignaturas estudiadas: la Universidad de Burgos oferta la asignatura de “Corporate Social Responsibility” impartida en Ingles, y la Universidad de Córdoba ofrece una asignatura sobre “Teoría de los Derechos Humanos”. En la descripción que aparece en los planes de estudio de las distintas asignaturas estudiadas encontramos que en todas ellas se habla de las ellas como una “aproximación” o “introducción” al estudio de los conceptos de ética y/o RSE. Esto nos hace pensar que el estudio de estas asignaturas proporciona al alumno una visión básica y general del tema. 148 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Respecto a los temarios de las asignaturas podemos comprobar que cada universidad establece su propio esquema de trabajo, por lo que no podemos encontrar un patrón común, cada universidad ha determinado su propio temario atendiendo sin duda a la libertad de cátedra que les ampara. Realizando un análisis de los temarios de las asignaturas encontramos que estos podemos agruparlos en cuatro grandes áreas. Tal como refleja el Gráfico 15 la ética es la materia mayoritaria en el cómputo general de la asignatura, seguida de los temas relacionados con la RSE. Gráfico 15 : Distribución de los temas de las asignaturas 149 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Temas Ética RSE Deontología Ética+RSE 108 67 3 6 Tabla de datos sobre temas Vemos por lo tanto que en las asignaturas impartidas en el Grado de ADE relacionadas con el estudio, El temario fundamental es la ética, ciertamente esto es debido en gran medida al peso que tienen en el cómputo general las universidades privadas de ideología cristiana. En este punto queremos resaltar algunas cuestiones que resultan interesantes analizar: 1. El temario de la asignatura “Responsabilidad Social Empresarial” de la Universidad Alfonso X el Sabio está compuesta por 11 temas. Todos los temas abordan un aspecto de la RSE, pero todas ellas son ofrecidas bajo el prisma de una visión desde nuestro punto de vista no es el adecuado. En este sentido todos los temas vinculan la 150 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética acción de RSE con una visión de marketing denominándola “Marketing Social Corporativo” 2. Sólo en la asignatura Ética empresarial de la Universidad de Navarra, encontramos tres temas relacionadas con los stakeholders: a. La empresa y los stakeholders internos: los trabajadores, b. La empresa y los stakeholders externos: los consumidores, c. La empresa y los stakeholders externos: Estado y Sociedad 3. La asignatura de “Responsabilidad Social de la Empresa” de la Universidad de Navarra está compuesta por 12 temas que abarcan toda la acción de la RSE siendo la asignatura más completa en cuestión de contenidos. Sin embargo, no ofrece un aprendizaje sobre ética personal y empresarial por lo que la asignatura tiene un carácter de aprendizaje instrumental de la RSE y de su aplicación en la empresa, sin profundizar en la formación valores éticos. 151 en Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética 4. El temario de la Asignatura “Ética de la empresa y deontología profesional” de la Universidad Católica de Ávila es más cercano al aprendizaje de la Doctrina Social de la Iglesia que a un temario de Ética empresarial. 5. No se ha encontrado ningún tema, dentro de las 35 asignaturas estudiadas relacionadas con la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión empresarial. 6. Solamente la Universidad de Navarra ofrece un tema de estudio relacionada con la inversión socialmente responsable dentro de la asignatura de “Responsabilidad Social Empresarial”. Otro aspecto importante a estudiar ha sido la metodología con la que se imparten estas asignaturas. La formación que se plantea desde la universidad ha de estar encaminada a una formación integral del estudiante, es decir, la adquisición de conocimientos, habilidades y valores. Sin embargo las asignaturas relacionadas con la RSE, la ética y la deontología ofertadas en la titulación de Administración y Dirección de Empresas (ADE) sigue un patrón que combina las clases teóricas (75% del tiempo total) con clases prácticas (25% del 152 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética tiempo total), si bien es cierto, diversas universidades introducen actividades como seminarios o trabajos prácticos tanto individuales y grupales como complemento a la formación. Queremos destacar algunas buenas prácticas: 1. La Universidad de Valladolid eleva la práctica de la asignatura hasta el 50% combinando la parte no presencial con trabajo individual (40%) y trabajo en grupo (60%). 2. La Universidad de Navarra, que su metodología es netamente práctica, dedica sólo 20 horas a la teoría y el doble, es decir 40 horas, a la práctica. Aunque a la hora de la evaluación el 60% de la nota corresponde a la parte teórica y sólo el 40% a la práctica, algo que no está muy acorde con lo planteado en la metodología de estudio de la asignatura. La evaluación de estas asignaturas es la gran paradoja, tal como explica la profesora Echainiz Barrondo57 “es que a al alumno se le evalúa por sus conocimientos sobre ética, no por 57 ECHANIZ BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación ética” en LAN HARREMANAK/9. Universidad del País Vasco, pag. 54 153 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética su actuación ética”, en el mismo artículo sigue diciendo “Lo importante no es saber lo que está bien, sino hacer lo que está bien”. Efectivamente no se trataría de evaluar los conocimientos adquiridos a lo largo del curso, sino de evaluar cómo el alumno ha interiorizado la adquisición de valores éticos que le hagan desarrollar su acción de liderazgo empresarial con criterios socialmente responsable. La evaluación en las Universidades analizadas demuestra todo lo contrario, se premia la adquisición de conocimiento frente a la interiorización de valores y aptitudes, tiene un mayor peso en la evaluación final el saber, que el hacer. En este sentido, sólo encontramos que la Universidad Francisco de Vitoria establece una evaluación continua, lo que permite poder evaluar de una manera más integral todo el aprendizaje de la asignatura. La evaluación se basa fundamentalmente en tres aspectos: teoría, práctica y evaluación continua. Tal como se refleja en la tabla la mayoría de las universidades apuestan por la evaluación teórica y no todas tienen una evaluación continua de las asignaturas 154 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Universidad UDIMA Alfonso X Burgos Camilo José Cela Universitat de Barcelona UCAVILA Católica de Valencia Comillas Complutense Córdoba Instituto Empresa Illes Balears Valladolid Francisco de Vitoria Internacional de Cataluña Rey Juan Carlos I León Loyola Teoría 70 50 50 50 50 70 50 60 60 60 40 80 60 Práctica 10 40 50 50 25 40 40 30 40 50 20 40 Continua 20 10 50 5 10 10 10 100 50 50 80 20 60 40 60 40 75 25 Navarra 40 60 70 30 60 30 10 Pablo Olavide 50 50 San Jorge 50 50 UCAM 70 30 Tabla: Tipo de evaluación de las asignaturas estudiadas por Universidades % de peso en la evaluación final Elaboración propia A tenor de los datos obtenidos, vemos como el aprendizaje de ética y RSE no está extendido en el Grado de ADE. Los datos arrojan que el peso de estas asignaturas es insuficiente tanto en el número de asignaturas, cómo en el grado e importancia que se le da a las mismas. 155 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética No puede entenderse que las Universidades no oferten una formación más integral a personas que deben desarrollar en el futuro funciones de liderazgo empresarial. No es lógico que el Grado de Administración y Dirección de Empresas esté más centrado en reproducir los esquemas del capitalismo imperante que en fomentar prácticas de aprendizaje para una actuación ética y socialmente responsable de los futuros líderes empresariales. Sorprende además el bajo índice de implantación de manera obligatoria de estas asignaturas, e incluso, que la oferta de las mismas se concentre en los últimos cursos, desde nuestro punto de vista esta formación ha de ser obligatoria en los primeros cursos como elemento base de una formación ética. El aprendizaje ético va más allá de la adquisición de unos conocimientos o técnicas para el desarrollo de prácticas socialmente responsables, sin embargo vemos que las asignaturas ofertadas, así como la metodología utilizada para su aprendizaje está basada en una visión utilitarista y para nada centrada en el aprendizaje de comportamientos y valores para la toma de decisiones éticamente justas. 156 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Es necesario que en el Grado de Administración y Dirección de Empresas, que es aquel que está diseñado para comprender el funcionamiento y gestión de las distintas áreas de la empresa y la economía, implemente una formación en valores mucho mayor que la actualmente se ofrece. Si necesitamos establecer un nuevo paradigma de empresa que facilita la humanización de la economía, es indispensable que la formación en ética y responsabilidad social forme parte del grado de ADE. Es indiscutible que la formación ética y en valores de los universitarios debe figurar en los planes de estudio de las universidades, pero lo que es innegable es que las titulaciones relacionadas con la gestión económica y empresarial deben implementar esta formación de manera clara. 157 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Epílogo: Sin personas éticas no habrá empresas éticas Sin duda alguna la base ética de las empresas la configura la ética personal. Una ética fundamentada en decisiones racionales en busca del bien común. La formación ética de los futuros directivos de las empresas es una tarea que no podemos dejar de acometer de manera inmediata. En este sentido encontramos varias debates abiertos sobre si esta formación ha de ser transversal o por el contrario ha de limitarse a la introducción de una o varias asignaturas dentro de los planes de estudio. En cualquier caso lo que sí se hace imprescindible es la coherencia dentro de los planes de estudio. 158 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Es un contrasentido que existan asignaturas que reproduzcan los viejos esquemas mercantilistas de una economía deshumanizada y deshumanizadora, mientras que por otro lado, se introducen asignaturas que hablen de la actuación ética de los líderes empresariales. Otra de las cuestiones a reflexionar es sí los estudiantes llegan a la Universidad con la base necesaria sobre ética, sin duda alguna, esta es una de las grandes asignaturas pendientes en nuestro sistema educativo. Hemos asistido a debates ideológicos y partidistas que utilizando la asignatura de “Educación para la ciudadanía” como arma arrojadiza han desvirtuado la necesaria formación ética de los estudiantes. La actuación ética se adquiere en un proceso continuo de aprendizaje, no sólo desde la escuela, sino desde todos los ámbitos de la sociedad y en especial desde la familia. Si todos actuáramos de forma ética seguramente no sería necesario establecer dentro de los planes de estudio este tipo de formación, pero la realidad es que tenemos un déficit ético como sociedad. Hemos vivido unos años dominados por una economía deshumanizadora y deshumanizante donde la falta de ética ha contribuido a un modelo social amoral. 159 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética La crisis institucional y social que estamos viviendo ha llevado a la pérdida de confianza de la ciudadanía, ya no sólo en los poderes públicos, sino también en los modelos empresariales existentes hasta ahora donde lo único que se premia es la acumulación de bienes como modelo de crecimiento. Ante esta situación es necesario repensar la formación universitaria de los nuevos líderes empresariales. Los planes de formación deben por un lado tener coherencia entre la formación empresarial que se imparte y la actuación ética de los estudiantes. Las Universidades deben implementar tal como establece el Preámbulo de la Ley de Universidades, los instrumentos necesarios para que la formación de los nuevos universitarios, independientemente del puesto de trabajo que vayan a ocupar en el futuro, sea integral. Una formación en conocimientos, habilidades y por su puestos valores éticos. A este respecto, sobre la necesidad de integrar la ética en los currículum de los grado de ADE, la profesora Echaniz Barrondo concluye que “la formación de buenos profesionales no necesariamente conduce a la formación de profesionales 160 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética buenos. De ahí la necesidad de impartir la asignatura de ética empresarial”58. En este mismo artículo la autora expone las razones a favor y en contra para incluir la ética empresarial dentro de los planes de estudio universitarios. Entre los motivos a favor se encuentra: Supone un espacio para la reflexión sobre la profesión. Explicita campos especialmente sensibles a la reflexión. Permite una revisión crítica de los conceptos. Por el contrario, en los motivos en contra de la introducción de la asignatura de ética la autora destaca: Puede considerarse una asignatura menor, ser vista como algo ajeno a la titulación, puede tener un encaje complicado dentro de los planes de estudio. 58 ECHAINS BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación en ética empresarial”. LAN HARREMANAK, 9. Universidad del País Vasco, 51-59 161 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética En cualquier caso, los argumentos en contra de la introducción de la asignatura en el grado de ADE son muy flojos y nada convincentes. Según el estudio realizado en 2010 por el Club de Excelencia en Sostenibilidad con la colaboración de Ministerio de Trabajo e Inmigración, “Una aproximación al estado de la RSE en la enseñanza en España” sólo cinco universidades introducían asignaturas obligatorias de RSE en sus programas de estudios, en concreto dos universidades públicas y tres privadas. El mismo estudio refleja que existen asignaturas relacionadas con: ética, medio ambiente, discapacidad, igualdad y diversidad. Respecto a las asignaturas optativas, el estudio recoge un grupo de temas que también han pasado a formar parte de los planes de estudios de las distintas titulaciones, como son: medio ambiente, educación, discapacidad, patrocinio, mecenazgo y RSE. La introducción de una asignatura de ética empresarial de manera obligatoria en todas las titulaciones que están relacionados con la gestión y dirección de las empresas, debe no sólo tener un carácter normativo e instrumental, sino que ha de estar encaminada a un aprendizaje de valores y 162 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética comportamientos para una actuación personal y empresarial ética Igualmente, hay que entender que esta formación ha de ser netamente práctica, por supuesto sin despreciar ni descuidar la adquisición por parte de los estudiantes de los contenidos teóricos necesarios para entender el alcance y la importancia de la responsabilidad ética de sus actuaciones. Es necesario mejorar la formación ética de los estudiantes en todo su recorrido educativo. Pero también es necesario que apostemos por una formación integral de los estudiantes, tal como establece la profesora Echainiz más centrada en saber hacer. No podemos dejar que esta formación llegue por generación espontánea, las universidades deben introducir en sus planes de estudios asignaturas obligatorias de ética en todos aquellos estudios de Grado relacionados con la dirección de empresas y en especial en el Grado de Dirección y Administración de Empresas. Los contenidos curriculares han de ser fijados indiscutiblemente por parte de las Universidades, pero queremos apuntar algunos 163 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética de los temas que deberían ser imprescindibles en la formación ética de los estudiantes empresariales: Fundamento para una economía humanizada Ética general Ética empresarial Liderazgo empresarial ético Estilos de dirección responsable Fundamentos de la Responsabilidad Social Empresarial La Responsabilidad Social Empresarial como una nueva forma de gestión empresarial Gestión de la RSE. Los grupos de interés Gestión de la RSE. Rendición de cuentas y transparencia Gestión de la RSE. Compromiso empresarial Gestión de la RSE. Compromiso social Gestión de la RSE. Compromiso medioambiental La inversión socialmente responsable Ciudadanía corporativa 164 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Transparencia y rendición de cuentas por parte de las empresas Deontología profesional La implantación de esta asignatura debe marcar un cambio en la formación de los planes de estudio de las titulaciones relacionadas con la gestión empresarial y en especial del Grado de ADE. Pero además es indispensable que exista una coherencia entre los objetivos de la formación universitaria, la visión ética de la economía y la formación de los nuevos líderes empresariales. La formación ética, como ya hemos dicho, debe ir más allá de la implantación de una asignatura, ha de estar ligada al fortalecimiento de los valores éticos que hacen que la persona tome de manera libre decisiones que dan respuestas a sus necesidades sin que ello suponga un menoscabo del entorno social y medioambiental en el que interactúa. Las Universidades han sido y siguen siendo el motor de avance de la sociedad. Es el momento de dar un impulso ético a la formación de los universitarios que están llamado a ser los nuevos líderes empresariales. Hemos de apostar por que su 165 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética formación sea sobretodo una formación ética para una acción empresarial socialmente responsable. Es necesario, mediante la apuesta por la formación ética empresarial, el liderazgo ético y la responsabilidad social empresarial, avanzar en la configuración de la economía como un instrumento de la construcción del bien común. Tras el análisis de los planes de estudios de las universidades españolas que imparten la titulación de ADE, hemos podido demostrar que es necesario repensar la formación empresarial, pero además, realizar una propuesta concreta de temas que serían imprescindibles para la realización de esta formación universitaria más integral y ética A tenor de esta investigación podemos dibujar nuevas líneas de investigación que abundarían en la necesidad de implementar de manera más decidida la ética dentro de la formación empresarial para el cambio de un modelo económico donde la empresa actué en pro del bien común. En este sentido, es necesario analizar la coherencia de los planes de estudio de las universidades para la formación de nuevos líderes empresariales e introducir en las asignaturas 166 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética fundamentales de estos grados la importancia de un comportamiento ético para ejercer un liderazgo empresarial. No tendría sentido alguno implementar asignaturas para la formación ética empresarial mientras en otras asignaturas, dentro del mismo plan de estudios, se establezca que el fin de las empresas es la acumulación de capital a cualquier precio, “oikonimia” frente “chematiske”. Si verdaderamente apostamos por una formación integral ética de los estudiantes y futuros líderes empresariales la coherencia en los planes de estudios es fundamental. Otra de las aportaciones de esta nueva visión de la formación empresarial y el papel de las universidades va encaminada a la necesidad de que estas desarrollen programas de investigación sobre la ética y la responsabilidad social empresarial. En este sentido son muchas las universidades que disponen de Cátedras y de programas de investigación, la aportación que realizan las universidades a este campo es crucial para poner de relieve la importancia cada vez mayor de la ética y la RSE en las empresas, cumpliendo además el mandato del PRME La formación de los nuevos directivos empresariales y en especial de los estudiantes del Grado de Administración y 167 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Dirección de Empresas debe mejorar en muchos aspectos si queremos lograr una humanización de la actividad empresarial. Tanto la cantidad de horas ofertadas en las universidades españolas, como la metodología y evaluación de la misma son inadecuadas. Es imprescindible que las Universidades se sumen a los movimientos internaciones de respeto de los derechos humanos así como al fomento de principios responsables en la formación de los estudiantes. La formación ofrecida por las universidades está mayoritariamente centrada en la acumulación de conocimientos y no en un aprendizaje observacional y práctico que permita la adquisición de matrices de valores éticos. La formación ética ha de ir encaminada al perfeccionamiento de la racionalidad de las personas que le lleve a tomar decisiones de manera correcta, a la transmisión de valores que permitan la toma de decisiones éticas. En definitiva, las instituciones académicas deben favorecer la implementación de procesos de aprendizajes éticos que favorezcan el crecimiento personal de los estudiantes y la consecución de una economía humanizada. 168 Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética Bibliografía referenciada AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28 ARGANDOÑA, A. (1994): La ética en la empresa. Madrid. Instituto de Estudios económicos. ARGANDOÑA, A. 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